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Este capítulo tiene como objetivo fundamental discutir las consecuencias sociales y culturales de la adopción del pastoreo, la
agricultura y el sedentarismo en el Sur Andino. Como se planteó en el capítulo V, la incorporación de estrategias productivas
para asegurar el sustento fue una de las transformaciones más importantes vividas por la humanidad. En América este
periodo fue interpretado utilizando el concepto de Formativo. Intentaremos contextualizar las re•exiones de los arqueólogos
que utilizaron esta categoría, las problemáticas inherentes a su aplicación y algunas propuestas alternativas. En base a esto
se presentan las discusiones actuales respecto a las distintas explicaciones de los cambios sociales ocurridos en la región a
partir del 400 d.C. en lo que se denominó Período de Integración Regional (PIR).
Introducción en sí mismo a la movilización de las poblaciones.
El incremento de las tecnologías manejadas se
Como revisamos en el Capítulo IV, hace vería fomentado por la diversi!cación de los
aproximadamente 5000 años los grupos de cazadores recursos consumidos, especialmente los vegetales
recolectores que habitaban distintos paisajes del que necesitaban de tiempos de procesamiento y
NOA y del norte de Chile comenzaron a generar cocción prolongados (Olivera 1991). La alfarería
una serie de transformaciones en muchas de sus fue la materialidad mayormente ampliada en este
prácticas, entre ellas la reducción de los circuitos de momento, convirtiéndose en una variable que no sólo
movilidad, la intensi!cación de la explotación de respondía a necesidades funcionales, sino también a
recursos de caza y recolección, la diversi!cación de numerosas dimensiones sociales, políticas, religiosas
estrategias de subsistencia, tecnologías de obtención y estéticas.
y procesamiento de recursos y la complejización de
identidades y relaciones que se entramaban entre Los distintos grupos que se asentaron en la
ellos. variabilidad de ambientes que caracteriza a los Andes
del Sur, se diversi!caron notablemente entre ellos, no
En el marco de estos fenómenos sociales es que, sólo por las condiciones físicas que posibilitaban o
varios siglos antes del inicio de la era, en distintas impedían determinadas prácticas, sino también por
áreas, pequeños grupos que basaban su subsistencia las diferentes trayectorias históricas de cada uno.
en diversas estrategias productivas (agricultura Parecen ir surgiendo identidades diferenciadas,
y pastoreo) o cierta mixtura entre las mismas, que se pueden haber plasmado e intensi!cado en
comenzaron a instalarse en los primeros poblados distintos modos de construir viviendas, confeccionar
permanentes. vas"as o venerar a los ancestros, generándose un
complejo cuadro de poblaciones, que compartían
Estas sociedades, en virtud de su sedentarismo algunos principios básicos de organización, pero
y de las estrategias productivas, comenzaron a alterar se diferenciaban bastante entre sí. Sin embargo, las
fuertemente el entorno en el que habitaban. Los intensas relaciones entre las distintas sociedades y
espacios residenciales eran delimitados por muros las prácticas de movilidad que mantuvieron siempre
construidos con materiales perecederos en algunos los pueblos andinos, hacen que aún nos encontremos
casos y no perecederos en otros. La superposición de lejos de comprender acabadamente cómo se habían
viviendas y depósitos de basura conformaron a través constituido dichos patrones identitarios y las
del tiempo, en ciertas regiones, túmulos o montículos relaciones entre los mismos.
elevados. El acondicionamiento de campos de cultivo
implicó la construcción de muros de contención del De esta manera la evidencia arqueológica
relieve, terrazas y cuadros, montículos de despedre generada por las poblaciones a través de los últimos
y recintos asociados a la agricultura. El pastoreo siglos a.C. y el primer milenio de la era, permite pensar
también involucró la construcción de corrales y en sociedades productoras de alimentos, sedentarias, que
estructuras para el manejo de animales. Todas estas manejaban múltiples tecnologías, como la alfarería, la
actividades generaron además cuantiosas masas de arquitectura, la textilería y la metalurgia (Tarragó 1999,
desechos, que se acumulaban en basureros formales. Albeck 2000, Olivera 2001). La clave de este proceso
es la aparición y a!rmación de la vida aldeana, un
La permanencia en el mismo lugar por períodos modo de existencia novedoso, que generaría cambios
prolongados generaba la posibilidad de ampliar la sustanciales en las maneras de vivir de las personas y,
diversidad de objetos que se producían y utilizaban. sobre todo, en los modos en que se relacionaban con el
De la misma manera, el aumento de tecnología y de mundo, con los demás seres con los que convivían.
los artefactos poseídos se convertiría en un limitante
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La aplicación del concepto de Formativo en la habían sido movilizados por pulsos de difusión
Arqueología Argentina de conocimientos desde áreas nucleares como el
Altiplano boliviano (González 1963). En efecto, el
En nuestro país, el estudio de las sociedades Formativo del Noroeste argentino tenía también que
productoras de alimentos más tempranas se inició de formar algo, y ese algo fue la cultura Aguada, que
la mano de Alberto Rex González, quien practicaba habría sido la síntesis superadora de las “culturas”
lo que hemos denominado “arqueología normativa” –menos desarrolladas- Condorhuasi-Alamito,
(ver Unidad I). Este autor había logrado identi!car Ciénaga, Tafí.
la asociación recurrente de ciertos objetos en
distintos espacios (los “contextos culturales”) a los Desde distintos enfoques, esta visión
cuales se le había asignado una cronología relativa profundamente arraigada en la arqueología
(fundamentalmente mediante la seriación tipológica normativa y difusionista, fue dejándose de lado,
y la estratigrafía) o absoluta (a través de la utilización aunque no todas sus ideas implícitas. Desde distintos
del Carbono 14). Esto le había permitido proponer programas de investigación materialistas, las
la existencia de una serie de culturas que ocupaban sociedades formativas en el NOA empezaban a ser
distintos momentos en el desarrollo prehispánico de reinterpretadas. Ya no sería el Formativo un período
cada área. Por ejemplo, para el valle de Hualfín se histórico cultural sino una etapa, caracterizada por
propuso una secuencia constituida por Ayampitín, una serie de atributos con valor homotaxial. Se
Ongamira, Condorhuasi, Ciénaga, Aguada, Belén e abandonaba así un esquema particularista, donde
Inka (González y Cowgill 1970-75). Sin embargo, la el formativo constituía un momento particular del
periodi!cación de González no quedaba allí. Esas desarrollo histórico para convertirse en una categoría
culturas fueron incluidas en periodos más abarcativos ahistórica aplicable a cualquier grupo social que
según atributos tecnológicos, económicos o políticos, cumpliera con la lista de rasgos que la de!nían. En
a saber: Pre-cerámico (Ayampitín y Ongamira); las perspectivas neoevolutivas, que tuvieron gran
Agroalfarero, a su vez subdividido en Agroalfarero impacto en la década de 1970, y en las procesuales,
Temprano (Condorhuasi y Ciénga), Medio (Aguada) en 1980, el concepto pasó de ser un estadio cargado
y Tardío (Belén); Imperial (Inka). En este esquema de valor histórico cultural, a dar cuenta de un tipo de
las primeras sociedades productoras de alimentos se sociedad con rasgos especí!cos.
incluían entonces dentro del Agroalfarero temprano.
La arqueología procesual, por su parte, utilizó
Paralelamente en la arqueología norteamericana el término Formativo para hacer referencia a un
se gestaba la aplicación del concepto de “Formativo” tipo de sociedad que posee una serie de estrategias
que fue entendido inicialmente como un estadio determinadas para proveer a su subsistencia en
en la historia cultural americana, en el cual se relación al medio externo considerando que existen
había difundido la cerámica y la agricultura (o el elementos básicos a tener en cuenta para su estudio:
maíz especí!camente). Tras esta idea subyacía un ambiente (con especial referencia a la disponibilidad
pensamiento normativo de la sociedad y difusionista de recursos), demografía, tecnología disponible y
acerca del cambio. El compendio de Ford (1969) es sistema de asentamiento.
un ejemplo claro de lo que la arqueología de la época
consideraba como Formativo Americano: desde áreas Desde esta perspectiva, Olivera (2001) propuso
nucleares se difundían la agricultura y la cerámica que el Formativo debería ser entendido como un
junto a ideas y religiones, lo cual se fundamentaba tipo de sociedad caracterizado por una economía de
arqueológicamente en similitudes registradas en base predominantemente productiva (agropastoril),
distintas materialidades, en especial la cerámica. En un modo de vida sedentario, el manejo de diversas
este contexto se fueron delineando áreas centrales tecnologías (cerámica, textiles, metales, etc.) y
y áreas periféricas. Todo devenir histórico estaba estructuras sociales igualitarias.
relacionado con cambios generados en otro lugar y
prestados por mecanismos de difusión al resto de las Limitaciones del concepto de Formativo: críticas y
regiones. El rasgo que también estaba implícito era propuestas alternativas
que el Formativo no constituía un verdadero proceso
histórico en sí mismo sino en tanto que se constituía La aplicación de enfoques procesuales ha sido
como la base de (literalmente, “formaba”) los altamente productiva en la arqueología argentina.
desarrollos posteriores, es decir las “altas culturas”. Se logró adquirir una sensibilidad a la causalidad
estructural y una apreciación de la interconexión
Dentro de esta imagen, el Noroeste Argentino de variables sociales y ecológicas. Sin embargo,
fue concebido como área periférica. Aunque González su comprensión de las ciencias antropológicas,
planteaba la autonomía del Área Andina Meridional interesada más por la construcción de leyes generales
con respecto a los Andes Centrales, a!rmaba que los del comportamiento que por la comprensión de
desarrollos de las culturas agroalfareras del NOA fenómenos particulares, y de la sociedad, centrada
Capítulo VII. El Formativo en la región andina del NOA 41
más en las totalidades que en la agencia de los de pequeña escala, como los que habitan la puna
actores sociales, han imposibilitado el desarrollo de argentina, puedan se incluidos en esta categoría,
una interpretación de los procesos históricos durante interpretándose como una especie de estructura
el primer milenio, en especial del cambio. social fosilizada fuera del tiempo y del cambio.
Por un lado Laguens (2006, 2007) propone un 2 La identi•cación de producción estandarizada se usa para es-
análisis del PIR en base a una línea neoevolutiva que tablecer la presencia de especialización, ya que grandes cantida-
procura entender este momento como un período des de productos altamente estandarizados se interpretan como
de mayor complejidad respecto al Formativo. Este los productos de una o de un número limitado de unidades de
producción.
proceso se habría originado de manera revolucionaria,
dados los cambios abruptos que observa en el registro
Capítulo VII. El Formativo en la región andina del NOA 43
riesgo?; ¿Centralización política o
heterogeneidad de la sociedad?;
¿Religión y prácticas centralizadas o
descentralizadas y domésticas, donde la
!gura del chamán cobra signi!cación?
Detalle de la !gura del sacri!cador en diferentes soportes (Izquierda en cerámica, tomaa de González 1962-63 y abajo
en arte rupestre, Fotografía de Marta Bono!glio)
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Bibliografía Obligatoria
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Preguntas de Examen
a) ¿Cómo podría caracterizar el modo de vida de las primeras sociedades productoras de
alimentos en el Noroeste Argentino?