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Introducción
Características
Para señalar los rasgos sobresalientes de este fenómeno, es de cierta utilidad describir
algunos de sus elementos característicos, como:
La formación de un mercado financiero global cada vez más desarrollado. La
globalización, entendida como extensión victoriosa de cierta forma de capitalismo, más
que para la economía productora de bienes ha servido hasta ahora para multiplicar la
actividad y las especulaciones financieras facilitadas por las comunicaciones.
El poder del conocimiento de las tecnologías y el aumento de las innovaciones
tecnológicas. Estas últimas, hoy, no pasan solamente por los bienes y servicios que se
intercambian, sino que se incorporan en las mentes de los individuos. Para sacar ventaja
del conocimiento, en términos técnico-científicos, es preciso que el país sea capaz de
asimilar las innovaciones tecnológicas. Capacidad tecnológica que tiene como factor
determinante la actividad educativa, formativa, de investigación y de experiencia.
Una alta competitividad, o sea, la ley de la competitividad llevada a sus consecuencias
extremas, ayudada por las palabras del tipo "liberalización", "privatización",
"desregulación". Hipercompetencia que en la globalización lleva a disminuir los costos
de los productos y, para esto, bajar los costos de trabajo, de seguridad y de protección
del trabajador.
La pérdida de importancia del Estado y del sistema nacional como punto de referencia
fundamental. El poder de las autoridades nacionales se ha reducido mucho,
especialmente en materia monetaria, financiera y fiscal.
La formación de una cultura también global, fruto de combinaciones diversas, en las
que naturalmente el peso de las aportaciones individuales refleja la capacidad de
influencia de las distintas naciones que la componen.
Manifestaciones
La globalización se muestra en todas las manifestaciones de nuestra existencia.
Podemos identificarlas en:
Una mayor producción y riqueza mundial, aunque cada día peor distribuida.
Una mayor interdependencia e intercambio entre las naciones del mundo, aunque de
manera asimétrica.
Un mayor conocimiento y dominio de la naturaleza, aunque privilegiando a pequeñas
elites hegemónicas y en la mayoría de los casos, degradando los ecosistemas.
Una mayor, mejor y más rápida comunicación ntercontinental, aunque sin ver beneficios
reales para grandes mayorías que no tienen acceso a la red de informática.
La lucha contra las enfermedades y los desastres naturales, aunque todavía con una falta
enorme de equidad hacia los pueblos más vulnerables y una mercantilización de la
salud.
Los avances de la cultura y del arte, pero con desigual distribución de beneficios.
Una mayor insistencia en los derechos humanos universales, con carencia de una
adecuada base de valores y principios éticos, manifestada en falta de respeto a cada
persona y a la vida de los más indefensos. Es así, como en un mundo en que se clama
por los derechos humanos, se ve la manipulación de genes humanos, la clonación, el
cultivo de embriones con fines terapéuticos y la promoción de la homosexualidad,
situando a la persona en el ámbito de los medios, colocando como fin último el éxito
mediático o científico y el desarrollo de la tecnología, con una confusión de valores.
Esto evidencia que:
La globalización neoliberal manifiesta una jerarquía de valores inaceptable
-En el área de las posesiones: Según el sistema, el valor es "tener", "acaparar"
individualista e insolidariamente. En cambio el evangelio proclama que el valor
auténtico que humaniza es "compartir". Además de la invitación de Jesús al joven rico,
están las parábolas del rico Epulón y del hacendado que duerme seguro sobre sus
riquezas, inconscientes de que junto a ellos hay otros que no pueden comer.
En la obsesión por la eficacia, el neoliberalismo fomenta el espíritu competitivo por el
dinero y deja que la dinámica natural del mercado regule una justa distribución. La
competencia puede ser un medio para bajar los precios dando la posibilidad a que
algunos con pocos recursos puedan procurarse lo necesario; pero en cuanto se hace un
juego de concurrencia en un mercado libre y entre desiguales, deja de ser medio y se
hace fin idolátrico que genera muerte y exclusión de los más débiles; en esta
competitividad a muerte la solidaridad ya no es posible.
-En el área de las relaciones interpersonales, en base a qué se valoran las personas, la
nueva cultura cataloga las personas como piezas de producción económica, solventes
consumidores de los productos; en sí mismas no tienen valor. Tanto las personas como
los pueblos son valorados por los recursos económicos que tienen, aportan o consumen.
Niveles de globalización
Es preciso notar que el fenómeno de la Globalización se manifiesta con un rostro
concreto en economía: el que le dan las empresas o los trabajadores y con otro rostro en
el ámbito sociopolítico: el que le dan los partidos políticos o movimientos sociales o el
Estado; y por supuesto con otro diferente a nivel cultural, configurado por las familias-
escuelas, universidades y hasta instituciones recreativas.
No se puede atribuir a ninguno de estos niveles una preponderancia causal en las
explicaciones de las diversas realidades sociales. Sin embargo el nivel tecnoeconómico
subyace en los demás niveles y todos de una u otra manera finalizan creando una cultura
globalizada.
Nivel tecnoeconómico
La incorporación de las TIC y de otras técnicas a los procesos productivos ha acelerado
la desmaterialización y la desnacionalización de muchos productos y de muchas
empresas.-
La Globalización en el mundo del trabajo ha sido perjudicial para los asalariados no
directivos, por su pérdida de ingresos a favor de los beneficios empresariales y de las
retribuciones de los directivos.
El aumento de la desocupación en el mundo del trabajo corre pareja con la
competencia entre las empresas a tal punto que no es exagerado afirmar que grandes
empresarios luchan por la supervivencia. Sin embargo en esta nueva organización del
capital los perdedores absolutos, hasta ahora, son los trabajadores.-
Relacionado con el nivel tecnoeconómico el proceso de globalización ha inducido un
Estado empobrecido en sus funciones específicas e irrenunciables de búsqueda del bien
común ciudadano. Y el FMI y el BM, al intentar poner orden en determinadas
economías, con sus propios criterios gananciosos han acentuado su pobreza y su
dependencia del exterior.
Nivel sociopolítico: A grandes rasgos se ha de señalar que de dos bloques políticos
hemos pasado a tres bloques económicos en el panorama socio político mundial.
La política internacional ya no está encuadrada por la confrontación desde bloques
políticos sino que enfrenta a tres centros económicos con diferencias políticas y sobre
todo culturales: EE.UU. La Unión Europea y Japón – SE Asiático. El resto del mundo
salvo algunos países satélites de algunos mencionados queda al margen de la
prosperidad y con graves conflictos internos.
Los cambios producidos en estas dos últimas décadas han provocado una desconfianza
ciudadana respecto a los agentes políticos, agravado por la corrupción personal de no
pocos dirigentes de la sociedad- La situación actual es de una crisis generalizada de
partidos políticos que arrastra a los sindicatos y otras organizaciones intermedias. Si
bien aparecieron nuevos movimientos sociales que no terminan de configurarse y
definirse por los intereses universales y el bien común de la ciudadanía
A nivel social el proceso de globalización, como se ha configurado en los últimos años,
ha creado una irritante división entre grupos que han logrado dominar las TIC y
enriquecerse y los que han quedado excluidos y se van empobreciendo en forma
alarmante. El término excluido responde a un efecto social propio del proceso de
globalización manipulado sin valores éticos. El “excluido” es una categoría sin ninguna
posibilidad de recuperación...
“Excluido” es el nuevo nombre de la muerte en vida que se produce en un proceso de
globalización no regido por criterios éticos humanizantes.
Nivel cultural: La globalización tal cual se viene configurando ha creado una división
entre los que se enriquecen y la aprovechan y los que se empobrecen y la sufren.
Cultura es la manera en que un grupo humano vive, piensa, siente, se organiza, celebra
y comparte la vida. Las experiencias (dimensión visible de la cultura) son elaboradas,
las más de las veces, en forma inconsciente, internamente, por la persona que va así
construyendo sus ideas y sus valores.
La publicidad influye y pasa a ser producto cultural que genera ideas y escala de valores
en los ciudadanos, que los impulsan al consumo y hasta adicción.
Hay una búsqueda del éxito como motivación principal no importando los medios
instalando el principio exitoso de que el fin justifica los medios y de que todo vale para
lograr sus ganancias, consumir y gozar a costa de lo que sea y de quien sea, con la
aceptación de que la única motivación del hombre es maximizar sus utilidades.
En Argentina
Durante la década de los 90 la Argentina adoptó políticas claramente orientadas a la
integración a la economía mundial. Las reformas neoliberales de mercado conocidas
como Consenso de Washington consistían en un conjunto de medidas de disciplina
fiscal, apertura comercial, desregulación y liberalización de la inversión extranjera
directa, entre otras, a las cuales el país adhirió totalmente, siendo calificado como el
mejor alumno por el FMI.
Argentina debía integrarse a la economía mundial apoyándose en sus ventajas
comparativas para la producción agroganadera, que se verían potenciadas por la
globalización.
El país creció, pero en 1995 se produjo la crisis del peso mexicano, conocida como
efecto tequila, que afectó seriamente a Argentina por medio de una fuerte fuga de
capitales. Desde entonces la Argentina no pudo recuperar una senda firme de
crecimiento. Los volátiles mercados financieros internacionales generaron las crisis del
Sudeste Asiático, Rusia y Brasil. La Argentina entró en profunda recesión y, finalmente,
a fines de 2001, sufrió el mayor default de la historia.
La caída de Argentina asombró al mundo y a los mismos argentinos y sus causas siguen
siendo motivo de debate. Las visiones más optimistas sobre la globalización han sufrido
un golpe, del mismo modo que se han puesto en cuestión o revisión las políticas del
Consenso de Washington y el rol del Fondo Monetario Internacional.
Argentina abrió su economía mientras que los países ricos siguieron con sus
proteccionismos. Si bien éstos poseen aranceles promedio comparativamente bajos,
mantienen barreras en las áreas en que los países en desarrollo tienen ventajas
comparativas, como es el caso de la agricultura, de las manufacturas intensivas en mano
de obra y del acero en Estados Unidos y Europa.
La globalización en Argentina es neoliberal y basada en:
>Liberar el comercio y los flujos de capitales, de tal manera que se pueda comerciar con
ellos sin ningún control, en todo el mundo, sin que nadie pueda ponerles condiciones.
>Privatizar porque sostienen que todo lo público es poco eficiente, lo cual en este país
no es real como que varias empresas privatizadas funcionaban antes mejor que en la
actualidad. Ejemplo de esto eran Gas del Estado, Yacimientos Petrolíferos Fiscales y
Aerolíneas Argentinas
>Flexibilizar el mercado de trabajo convirtiendo a los trabajadores en un costo variable
pudiendo contratarlos a los salarios que a la empresa le parezcan adecuados y
despedirlos cuando les convenga. Esto se hace y algunos partidos políticos insisten en
acentuarlo y fijar salarios variables mes a mes de acuerdo a la decisión de cada empresa.
>Desregular, es decir, eliminar todas las regulaciones públicas de la vida económica y
social para que ellos puedan establecer sus propias reglas.
Una condición particular de la globalización en Argentina ha consistido en restringir los
alimentos a quienes padecen hambre y, al contrario, alimentar a los mercados. Con el
aumento de la desnutrición infantil y la aparición inédita de niños con desnutrición
grave de tercer grado.
La globalización puede ser buena o mala, todo depende de las intenciones y de las
acciones para llevarla a cabo. Esto se conoce por los resultados. Argentina sufrió una
globalización despiadada, donde el neoliberalismo se impuso con políticas económicas
dictadas desde las naciones más poderosas. Se especula para ganar dinero cuando se
necesita mayor producción; se implanta la mentalidad individualista cuando más se
precisa una corresponsabilidad solidaria; el consumismo, que necesita el capital para
engrosar ganancias y mantener la competitividad persiste en una sociedad donde las
grandes mayorías no pueden satisfacer sus necesidades básicas.
La globalización neoliberal no plantea problemas cuando se trata de admitir derechos
civiles o políticos que no cuestan dinero como son, por ejemplo, libertad religiosa,
libertad de expresión o elección libre de gobernantes. Las reticencias y la oposición
llegan en los derechos económicos y sociales, cuya satisfacción no es posible sin
prestaciones, como son por ejemplo: puesto de trabajo para todos, salario y jubilación
suficiente, seguridad social, prestaciones de salud y educación. En estos casos la
libertad desaparece y se encuentra directamente relacionada con el dinero, aparece la
necesidad de ajustes y de sacrificios. Pero no surge el trabajo ni la justicia social.
En Argentina el Estado ha perdido autoridad como agente de la política económica y ya
no controla plenamente las variables macroeconómicas básicas. La globalización ha
puesto en evidencia una subordinación antinatural de las políticas nacionales a la
economía dirigida desde los centros financieros internacionales, cuando el fenómeno
mismo debería situarse bajo una autoridad política capaz de velar equitativamente por el
bien de todos.
Con respecto a liberar el flujo de capitales Argentina tiene una larga y penosa
experiencia con los capitales externos esencialmente especulativos (golondrinas), que
solamente sirven para impulsar grandes gastos en consumos suntuarios y
malversaciones, dando una errónea ilusión de que se está alcanzado un alto nivel de
vida. Los inversionistas externos con sus dólares adquieren pesos y los depositan en
bancos argentinos durante los períodos en que se ofrecen altos intereses. Cuando las
entidades financieras tienen sobreoferta de liquidez comienzan a disminuir esos
intereses, y por lo tanto se reduce el atractivo de las imposiciones a plazo fijo. Esto
inicia el regreso de los capitales "golondrinas" a sus plazas de origen, sacando del país
grandes ganancias en el momento que ellos deciden.
La tremenda sangría que esto ocasiona al país, requiere que se controle el ingreso y la
salida de capitales con una política estructural, desechando la teoría de que la
globalización supone excluyentemente la libre circulación de los capitales.
En Argentina el índice de bienestar, medido por el acrecentamiento de la incertidumbre
respecto de mantener el empleo y la creciente marginación - exclusión, ha descendido.
La filosofía del mercado ha penetrado en la sociedad de modo tal que ha sido suficiente
para desplazar, por incapacidad de sostener sus niveles de ingreso, al 60% de la
población, que se encuentra bajo el nivel de pobreza.
En esta globalización neoliberal quienes sacan ventajas son los especuladores, con el
agregado de intentar convencer como que sus indicaciones económicas, exentas de
humanismo, forman parte de la única fórmula viable en el mundo moderno, y que sus
principios deben aplicarse estrictamente, sin tener en cuenta las características propias
de cada país.
Globalización alternativa
La crisis argentina compartió la atención de los medios de comunicación de todo el
mundo con el debate sobre las dos visiones de la globalización que tuvieron lugar en
Nueva York y Porto Alegre en Febrero 2002. En el hotel Waldorf Astoria de la ciudad
elegida como un gesto de solidaridad con las víctimas del 11 de septiembre, después de
tres décadas de reunión en la ciudad suiza de Davos, el Foro Económico Mundial, de
visión económica neoliberal, convocó a líderes mundiales, políticos y empresarios.
Mientras tanto, en Brasil, participaban del Foro Social Mundial, de visión social como
alternativa solidaria, miles de personas y de organizaciones no gubernamentales bajo el
eslogan "otro mundo es posible", planteando una visión alternativa de la globalización,
crítica de la que viene proponiendo Davos.
El Movimiento Global de Ciudadanos se ha especializado en la realización de actos
paralelos a las grandes reuniones internacionales de líderes económicos y políticos. Así
nació el Foro Social Mundial, que se realizó por primera vez en enero de 2001, en forma
paralela a la reunión de Davos.
Las organizaciones congregadas en Porto Alegre propusieron una globalización
solidaria, centrada en los derechos y necesidades de toda la humanidad y no en los
deseos de los globalizadores. Se oponen a una forma particular de integración
económica internacional que los países desarrollados concibieron en defensa de sus
propios intereses, como si los de la población en su conjunto fueran accesorios.
La "globalización alternativa" plantea la necesidad de:
Suprimir los paraísos fiscales.
Plantear investigación de la deuda externa de los países en desarrollo. No toda la deuda
externa argentina es legítima porque, por ejemplo, el Estado en cierto momento se hizo
cargo de las deudas de los particulares.
Descentralización y democratización de las autopistas de la información
El fin de la manipulación genética de los productos agrícolas
El freno a la tala desmedida de bosques
Imposición de un gravamen a las transacciones financieras especulativas,impulsando la
llamada Tasa Tobin, un impuesto ideado por el Nobel de economía James Tobin que las
gravaría. De acuerdo con algunas estimaciones, una tasa de 0,1% podría recaudar
anualmente 160 mil millones de dólares.
Reformar el FMI para que ayude a los países que sufran problemas temporales en su
balanza de pagos e intervenga en el caso de las deudas vencidas mediante mecanismos
de condonación, reducción y procedimientos ordenados de quiebras.
Transformar de la Organización Mundial del Comercio.
Eliminación por parte de los países del Norte de las barreras proteccionistas que
impiden el acceso a sus mercados de los productos en los que el Sur tiene ventajas
comparativas.
Los países en desarrollo deben mejorar sus climas de inversión a través del control de la
corrupción, el buen funcionamiento de la burocracia, la protección de los derechos de
propiedad y una adecuada infraestructura de transporte y telecomunicaciones.
Impulsar el mejoramiento de los servicios de educación y salud;
Implementación de mecanismos de protección social en conjunción con un
Mercado laboral dinámico propio de una economía abierta.
A todo esto tiene que agregarse la supresión de los paraísos bancarios que reciben y
permiten el secreto de las cuentas bancarias de todos los delincuentes del mundo. En
esto Argentina tiene una triste experiencia: En los paraísos bancarios hay depósitos de
argentinos producto del latrocinio, por más de 130.000 millones de dólares. Casi la
deuda externa del país.