Sei sulla pagina 1di 2

Génesis 8 concluye la travesía.

Noé envía aves para observar su comportamiento y tener


evidencia, a fin de determinar el momento propicio para abandonar el arca. Al final, una paloma
regresa con una hoja de olivo en el pico, lo cual sirve a Noé para deducir que las copas de los
árboles se encuentran descubiertas. Al enviarla nuevamente tras una semana, la paloma ya no
vuelve. Dios confirma por revelación a Noé que es tiempo de hacer el desembarco. Lo primero
que hace Noé tras tocar la tierra seca es construir un altar y expresar su gratitud a Dios. Dios
hace convenio con Noé de no volver a destruir la tierra por medio de un Diluvio.Es interesante
que Dios hace un comentario que indica el aseguramiento de los ciclos estacionales. Observarás
que, a partir del Diluvio, la medicióndel tiempo se aprecia de manera distinta. La edad de las
personas es mucho más corta y los ciclos estacionales aparecen también más breves.

Génesis 9 muestra una serie de convenios hechos por Dios con la nueva humanidad que
comienza a partir de Noé y sus hijos. Se dan a Noé instrucciones y leyes para la subsistencia de
la humanidad y se ratifica que la tierra no será nuevamente destruida a través de un
Diluvio.Génesis 9 concluye con el relato de la transgresión de Canáan y se proporcionan las
tres bendiciones patriarcales de Noé a cada uno de sus hijos. Mientras que Canáan y su
descendencia quedan restringidos del derecho al sacerdocio, Sem y Jafet son bendecidos y se les
asegura su prosperidad. Esta sección (Génesis 9:18–29) es vital para la comprensión del
siguiente capítulo, Génesis 10, en que se detalla la descendencia de cada uno de los hijos de
Noé y en que se comienza a observar el cumplimiento de estas profecías.

Génesis 10 por primera vez puede parecerte un capítulo aburrido, pero está lejos de serlo.
Este capítulo tiene un contenido tan grandioso que los estudiosos de la Biblia lo conocen como
“la tabla de las naciones”. Y es que, en este capítulo, además de comentarte sobre la
descendencia de cada uno de los hijos de Noé (y el cumplimiento inicial de sus bendiciones
patriarcales), con “la división de la tierra” lo que se está reseñando es nada menos que el origen
de las razas, de las diferentes culturas y de la civilización. Se trata del surgimiento de las
primeras naciones identificadas por nombre.Lo que hace peculiar este capítulo es que no se está
hablando de la genealogía de personas, ¡sino de pueblos enteros! Cada nombre que se menciona
allí hace referencia a un pueblo, y cada pueblo tiene su propia historia y su significado.
A medida que te familiarizas con los pueblos que se mencionan apreciarás cada vez más el gran
valor que tiene este capítulo para entender tanto la historia secular como la historia bíblica.Al
igual que el otro “libro de genealogías” de Génesis 5, el propósito de la genealogía de Génesis 10
es ir mostrando el origen del pueblo de Israel. Por ello, aunque se comienza con la descendencia
de Jafet y se le concede una gran cantidad de espacio a los descendientes de Cam, el foco del
capítulo es la descendencia de Sem (los semitas o pueblos semíticos) que es con quienes
termina el capítulo.

Génesis 11 En su arrogancia, vemos que los pueblos buscan desafiar a Dios a


través de la construcción de la torre de Babel. No es la torre lo insultante, sino la
actitud de las personas obrando en franca soberbia y rebeldía. En castigo por dicha
soberbia, Dios confunde el idioma de los distintos grupos y se ven esparcidos sin poder
comunicarse entre ellos.Es precisamente en este entorno que el hermano de Jared oró
a Dios para evitar que su lenguaje fuera confundido y en respuesta no sólo pudieron
preservar su idioma, sino que se vieron conducidos por Dios a “una tierra favorecida
sobre todas las demás”. El relato de este pueblo, los jareditas, se encuentra
compendiado en el libro de Eter, en el Libro de Mormón.El capítulo de Génesis
11 termina con un “libro de genealogías” más para ubicar dentro de la descendencia
de Sem al profeta Abraham, cuya historia habrá de narrarse en los capítulos del 12 al
25 del libro de Génesis.
En Génesis 12 comienza la historia del primero de estos cuatro personajes.Pero no sólo
es Génesis 12 importante por iniciarse en él la segunda sección y la historia de Abraham; es
también el hito sobresaliente de todo el Génesis al desarrollarse en este capítulo la descripción
del Convenio Abrahámico, céntrico a la comprensión de todas las Escrituras. Los primeros tres
versículos (Génesis 12:1–3) te dan una reseña de los puntos sobresalientes de este convenio, el
cual se ratifica y complementa por la descripción en Génesis 15. El libro
de Abraham (Abraham 2:9–11) también proporciona una descripción, la cual nos permite
comprender el propósito por el cual fue dado este convenio.Esencialmente,
este convenio consiste de tres partes: 1) El convenio de la tierra, 2) El convenio de la posteridad
y 3) El convenio del sacerdocio.

Génesis 13 Al regresar de Egipto, Abraham se establece en Canáan. Debido a lo extenso de sus


rebaños y posesiones, pronto se genera un conflicto entre los siervos de Abraham y los de su
sobrino Lot, por lo que se hace evidente la conveniencia de una separación. Lot se va a vivir en
las “ciudades de la llanura” y fue extendiendo sus posesiones hasta las inmediaciones de
Sodoma.Al quedarse solo, Abraham tiene una entrevista con Dios. Dios explica a Abraham un
poco más sobre el convenio de la tierra, parte del convenio de Abraham, del que hablamos el día
de ayer al revisar el contenido de Génesis 12.

Génesis 14 comienza con el relato de una guerra entre reyes, ajena por completo a Abraham,
pero en la que incidentalmente se vio envuelto. Abraham hubo de participar en
esta guerra porque, al retirarse estos reyes, tomaron con ellos también a su sobrino Lot.
Entonces Abraham fue en su rescate.Al retornar con éxito de rescatar a Lot, Abraham tiene un
significativo encuentro con Melquisedec, “sacerdote del Dios Altísimo”. El Nuevo
Testamento señala la importancia sobresaliente de este encuentro. No sabemos demasiado
sobre Melquisedec, pero puedes encontrar más sobre su historia al revisar Alma 13, en el Libro
de Mormón. En este encuentro, Melquisedec “sacó pan y vino” (emblemas simbólicos del
futuro sacrificio de Jesucristo) y bendijo a Abraham, quien reconoció su autoridadentregándole
los diezmos de todo.

Potrebbero piacerti anche