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LA NATURALEZA DEL SER.

ESENCIA Y SUBSTANCIA

Angélica Ramírez Elías


Carlos Compton García Fuentes

Antes de comenzar

• ¿Qué es la esencia?
• ¿Qué es la esencia para Santo Tomás de Aquino?
• ¿Qué es la substancia?
• ¿Qué relación guarda el ser y la substancia para Aristóteles?

¿Qué es la esencia?

Lo qué se entiende por esencia

La esencia del ser entraña varios sentidos, “Esencia” responde a la pregunta


¿Qué es? En las siguientes expresiones:

Las respuestas expresan la esencia de las cosas a que se hace referencia.


Alguna de estas respuestas se limita simplemente a indicar una cualidad o un
carácter (como el ser filósofo) que el objeto podría también no tener
(Abbagnano, 1993).

En sentido estricto, la esencia es la unidad primordial de cada cosa, su núcleo


central y más profundo, el meollo profundo sin el cual una cosa no podría ser
lo que es, contraponiéndose a lo que no es esencial que también puede darse
en cada cosa (García, 2001).

La respuesta en la que se afirma que el hombre es un animal racional, por


ejemplo, parece indicar algo más, o sea un carácter que cualquier cosa
denominada “hombre” no puede dejar de poseer y que, por lo tanto, es un
carácter necesario del objeto definido. En este último caso , la respuesta a la
pregunta: ¿Qué es? Enuncia no simplemente la “Esencia” de la cosa misma,
sino su “Esencia” necesaria o su “sustancia” y se puede considerar justo como
definición de ésta. Por lo tanto, se debe distinguir: 1) la “Esencia” de una cosa,
que es cualquier respuesta que se pueda dar a la pregunta: ¿Qué es?; 2) la
“Esencia” necesaria o “sustancia”, que es la respuesta (a la misma pregunta),
que enuncia lo que la cosa no puede dejar de ser y es el por qué de la cosa
misma, como cuando se dice que el hombre es un animal racional y se quiere
decir que el hombre es hombre porque es racional.

Aristóteles, es el fundador de la teoría de la “Esencia”, así como el fundador de


la teoría de la “sustancia”. Aristóteles encontró precedentes de esta teoría en
Platón, que a su vez la tomó de Sócrates. Veamos:

“Mientras te rogaba definir la virtud interna — reprochaba


Sócrates a Menón— tu te cuidas bien de decirme qué es lo que ella es y
afirmas que toda acción es virtud si es hecha con una parte de virtud,
casi como si hubieras ya dicho qué es la virtud en su totalidad y yo la
debiera reconocer luego de haberla tú reducido a fragmentos” (Platón,
1996).

Como vemos, Sócrates, mediante la mayéutica, impulsa a Menón a descubrir


la esencia o núcleo de la virtud interna. Este concepto de esencia lo
retomaremos posteriormente al ver que es la substancia.

La esencia y la realidad
La esencia es el aspecto interno, relativamente estable, de la realidad objetiva,
que permanece oculto tras la superficie de los fenómenos, y que se manifiesta
a través de ellos. El fenómeno, es el aspecto externo, más movible y
cambiante de la realidad objetiva, que constituye la forma de manifestarse la
esencia.

La esencia y el fenómeno, son dos aspectos indisolublemente vinculados, de la


realidad objetiva: uno de ellos, es el aspecto interno, la esencia: no puede
manifestarse sino a través del aspecto externo, que es el fenómeno. Toda
esencia se manifiesta de alguna manera en algún fenómeno, y cada fenómeno
presupone su propia esencia. Así por ejemplo, en el caso de la casa: su esencia
es, el ser la morada del hombre; ésta se manifiesta en cada una de las
distintas casas.

De tal manera, que ni el fenómeno ni la esencia se presentan jamás por sí


solos, aislados, independientemente el uno de la otra. Lo oculto e interno se
hace patente, se da a conocer. Las relaciones mutuas entre ambas categorías,
constituyen la unidad de lo uno y lo múltiple.

La unidad de esencia y fenómeno, reviste un carácter contradictorio. La


esencia expresa algo universal, en tanto que el fenómeno expresa algo
singular; en la esencia se presenta el aspecto interno, profundo, de la realidad,
en tanto que en el fenómeno, se muestra el aspecto externo, superficial. La
esencia tiene comparativamente mayor estabilidad, hallase en reposo y es
constante; por el contrario, el fenómeno, se caracteriza por su mutabilidad; la
esencia se manifiesta por medio del fenómeno, y por el contrario, éste se
presenta de forma directa e inmediata. Hay también la contradicción entre lo
universal y lo singular. Los variados sonidos tienen algo en común, que es la
vibración de un medio elástico. La esencia de la vida es el intercambio de
sustancias, en el curso del cual, se opera un proceso de auto renovación del
ser vivo. Empero, lo universal se manifiesta en una diversidad de formas
vitales, que son fenómenos singulares (García, 2001).

¿Qué es la esencia para Santo Tomás de Aquino?

El concepto de esencia lo podemos ver claramente en la obra del Angélico


Sobre la esencia y substancia (Tomas de Aquino, 1974) 1 :

Por lo dicho se ve claro cómo se halla la esencia en las diversas


clases de seres. De tres maneras se presenta la esencia de hallarse
realizada en las sustancias. Existe un ser, Dios, cuya esencia es su
ser mismo; por lo cual, hay algunos filósofos que dicen que Dios no
tiene esencia, porque su esencia no se distingue de su ser. Y de eso
se sigue que no pertenece a ningún género, ya que todo lo que
pertenece a un género, tiene necesariamente la esencia distinta de
su ser, pues la esencia o la naturaleza del género o de la especie no
se distingue en cuanto a la naturaleza en aquellos de los cuales es
género o especie, sino que lo que es diverso en los diversos sujetos,
es el ser.

Asimismo, no por ser sólo ser2 , le han de faltar las demás


perfecciones o excelencias; muy al contrario, posee todas las
perfecciones que hay en todos los géneros, por lo cual se le llama
absolutamente perfecto, como atestiguan el Filósofo y el Comentador
en el libro 5 Met3., aunque las posee de una manera más excelente
que los demás seres, ya que en Él son una sola entidad, y en los
demás son diversas. La razón de ello es que todas esas perfeccio nes
le competen en razón de su ser simple. Es como si alguien por una

1 Es precisamente Santo Tomás de Aquino quien retoma el pensamiento de Aristóteles en el siglo XIII,
tratando de conciliar la fe y la razón. (Nota de Carlos Compton).
2 Se refiere a Dios.
3 Se refiere a la Metafísica de Aristóteles.
sola cualidad pudiese ejercer las operaciones de todas las
cualidades: en esa única cualidad poseería todas las cualidades;
pues de la misma manera tiene Dios en su mismo ser todas las
perfecciones.

La segunda manera de hallarse la esencia es la que se da en las


sustancias intelectuales creadas, en las cuales el ser es distinto de
su esencia, aunque la esencia existe sin materia. Su ser, por tanto,
no está separado, sino que es recibido y, por lo mismo, limitado y
restringido a la capacidad de la naturaleza que lo recibe; en cambio,
su naturaleza o es absoluta (o separada), no residiendo en alguna
materia.4

Por fin, hay un tercer modo de hallarse la esencia, y es el que se da


en las sustancias compuestas de materia y forma, en las cuales no
sólo el ser es recibido y finito, porque también tienen el ser causado
por otro, sino que, además, su naturaleza o esencia es recibida en la
materia designada. Por eso son finitas en ambas perspectivas, hacia
arriba y hacia abajo; y además, a causa de la división de la materia
signada son posibles muchos individuos en una sola especie.5

En esta cita, el angélico distingue entre tres tipos de seres, de acuerdo a


la filosofía de su época: el ser por antonomasia (que es increado, que no
ha recibido el ser de nadie, y que llamamos ser subsistente o Dios); los
seres creados sin cuerpo material (caso de los ángeles); y los seres
creados con cuerpo material (caso de los seres vivos y del hombre).
¿Qué es la substancia?

La esencia necesaria o sustancia

4 Se refiere el Doctor Angélico a los ángeles, seres espirituales creados por Dios.
5 Se refiere a los seres surgidos de la creación corpórea: seres vegetales, seres animales y el propio hombre.
Como veíamos previamente, el Dialogo sobre Menón, de Platón muestra la
exigencia de que Menón diga qué es la virtud en su totalidad. Es decir, declara
la exigencia de enunciar la “Esencia” necesaria, o lo que la virtud no puede
dejar de ser en cualquier circunstancia. Esto es, justo, lo que Aristóteles
denominará “sustancia”.

Pero no toda “Esencia”, o sea no toda respuesta a la pregunta ¿Qué es?, es


una definición de este tipo.

Por ejemplo, si un hombre responde a la pregunta ¿Qué es lo que eres? y


responde que es “animal racional”, entonces expresa aquello que no puede no
ser o que es necesariamente como hombre. Expresa por lo tanto lo que
Aristóteles denomina que es la “sustancia” misma considerada fuera de su
aspecto material. Esta respuesta es la única que puede valer como una
definición de la “Esencia” del hombre, en tanto que todas las demás
determinaciones que pueden ser dadas por la “Esencia” no valen como
definición porque no expresan lo que el hombre es de suyo o necesariamente.
También, por lo tanto sólo la “Esencia” necesaria o sustancia es el verdadero
objeto del saber o de la ciencia (Abbagnano, 1993). Como lo podemos ver en
la figura 1: esencia y substancia:

Figura 1: esencia y substancia


¿Qué relación guarda el ser y la substancia para Aristóteles?

La substancia en Aristóteles.

Aristóteles fue el primero, nos dice Giménez (2010), en establecer de forma


aceptable el procedimiento lógico de la definición. El Ser se enuncia de varias
maneras y tiene sentidos distintos. Hay distintos modos de decir que algo es,
y un modo son las categorías. Las categorías son, pues, los géneros
universales con que podemos definir las cosas (pues la definición aristotélica
consiste en tomar un concepto general -género- que incluya varias cosas
además de la que tratamos de definir y añadirle un rasgo característico que la
diferencie de las demás, de las otras -diferencia- ).Entre las categorías, las
más importantes son la de entidad (tradicionalmente llamada substancia) la de
relación, la de cantidad y la de cualidad así como las de lugar y tiempo.

Así, el ser se categoriza, de muchas maneras, pero todas ellas se refieren a


una categoría primordial: la substancia. Además, la substancia no es única:
existen muchas substancias. Todas las demás formas de ser: cantidad,
cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión, no son ya
sino modificaciones o accidentes de la substancia. Substancia y accidentes son
los "géneros supremos" del ser, unificados por su común referencia a la
substancia. Pero el ser no es, a su vez, un género, cuyas especies serían las
diversas categorías: el ser lo es todo, y no es posible "añadirle" nada (ninguna
diferencia específica) para poder obtener sus especies.

La substancia es la categoría esencial, esto es aquella categoría que aplicamos


a una cosa cuando queremos saber qué es en sí misma, no en relación con
otras; por eso se la llama el qué es. La substancia es el "ser" propiamente
dicho. Dice Aristóteles en su Metafísica:

"En verdad, el eterno objeto de todas las investigaciones presentes y


pasadas, la cuestión siempre planteada: ¿qué es el "ser"?, se reduce
a esta otra:¿qué es la substancia? Sobre la substancia, unos filósofos
afirmaron que era única, y otros que era múltiple (y esta
multiplicidad era, para unos, limitada en número, y, para otros,
infinita). Para nosotros también el objeto fundamental, primero y,
por así decir, único de nuestro estudio será el "ser" tomado en este
sentido: la substancia".

Hemos visto en este tema como la substancia y la esencia son las


características del ser en cuanto tal y cómo la esencia es la unidad primordial
de cada ente, de cada cosa, mientras que la substancia consiste en lo s sujetos
individuales compuesto de materia y forma.

Referencias bibliográficas

Abbagnano, Nicholas. 1993 Diccionario de Filosofía, Fondo de Cultura


Económica, México.

García, López Jesús. (2001). Metafísica tomista: ontología, gnoseología y


teología natural.Madrid: Ediciones Universidad de Navarra

Gimenez, Felipe (2010). Lecciones sobre Aristóteles. Consultado el 22 de


octubre de 2010, en:
http://www.filosofia.net/materiales/tem/aristote.htm
Platón. (1996). Diálogos. México, D.F.: Porrúa.
Tomás, de Aquino, Santo (1974). Opusculo sobre el ser y la esencia.
México: Tradición.

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