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Fonología y Fonética
Facilitador:
Ángela Santana López
Participante:
Sindy Stefany Espino Reyes
Matricula:
11-5037
Tema:
Trabajo Final
Introducción
Es importante destacar en el presente trabajo la importancia y las
ramas de la fonología que está aceptada como una rama de la
lingüística cuyos exponentes poseen como objeto de estudio a los
elementos fónicos, teniendo en cuenta su valor distintivo y
funcional.
En el presente trabajo me esforcé para desglosar los temas de
mayor relevancia para nuestro perfecto entendimiento y manejos
de los temas.
Índice
4. Fonética acústica.
7. El Español Dominicano.
Introducción a la fonética y fonología
Semejanza: La fonología estudia los fonemas y su función. Los fonemas son las unidades
lingüísticas más pequeñas sin significado, y son entidades abstractas.
Diferencias: La fonética estudia el inventario de los sonidos de una lengua con arreglo a
las diferencias articularias y perceptibles, por ejemplo distingue entre la b de rombo y la
b de robo, mientras que la fonología, en cambio estudia los elementos fónicos o unidades
de una lengua desde el punto de vista de su función.
Sonidos: Fenómeno producido al vibrar las cuerdas vocales del aparato fonador.
Fonemas: Un fonema es la abstracción (imagen mental) de los sonidos del habla humana.
Es distintivo, sonido de una letra.
Rasgos distintivos: Los rasgos distintivos o rasgos fonéticos distintivos son un conjunto
de las propiedades fonéticas más básicas que caracterizan a los sonidos del habla humana
usados en ciertos análisis fonológicos para clasificar los sonidos y decidir el número de
unidades relevantes (fonemas) de una lengua.
Oposición: Una oposición fonológica es la relación existente entre dos sonidos que
pueden aparecer en las mismas posiciones y cuya diferencia implica diferencias de
significado. El conjunto de clases de equivalencia de sonidos en oposición fonológica es
el inventario fonológico de una lengua.
TRANSCRIPCION FONETICA
La transcripción fonética (o notación fonética) es un sistema de símbolos
gráficos para representar los sonidos del habla humana. Típicamente se usa como
convención para superar las peculiaridades alfabéticas usadas en cada lengua escrita y
también para representar lenguas sin tradición escrita.
El tipo más común de transcripción fonética usa un alfabeto fonético, como el Alfabeto
Fonético Internacional (AFI). Otros alfabetos fonéticos son el de la Revista de Filología
Española, creado por Tomás Navarro Tomás, usado en lingüística hispánica, y el F&R,
creado por Victoria Fromkin y Robert Rodman, usado en textos de lingüística
estadounidenses.
Un sistema de transcripción fonética automática, al que también
denominaremos transcriptor o fonetizador1, es una aplicación, o un conjunto de
aplicaciones informáticas, que transforma un texto de entrada representado en
caracteres ortográficos en un texto de salida representado en caracteres fonéticos. Un
transcriptor ha de ser capaz de representar mediante símbolos fonéticos la pronunciación
de los enunciados de una lengua con un margen de error virtualmente nulo y el menor
coste informático, por lo que constituye un campo de trabajo en el que confluyen la
investigación lingüística y el desarrollo de los medios técnicos apropiados para cumplir
dicho objetivo.
FONETICA AUDITIVA
La fonética auditiva, es una de las tres ramas básicas de la fonética que estudia el sonido
desde el punto de vista del receptor, es decir, estudia los mecanismos de la percepción
del sonido. Es necesario hacer una diferencia entre la fonética auditiva y la fonética
acústica. La fonética auditiva se preocupa más por la captación del sonido mismo,
mientras que la fonética acústica estudia las propiedades físicas y acústicas de los sonidos
durante su transmisión
El oído es un dispositivo situado en el interior del hueso temporal craneal, que recoge la
onda sonora (en forma de variaciones de presión) y la convierte en impulsos nerviosos.
El oído consta de tres partes: oído externo, medio e interno.
El oído externo consta de dos partes: el pabellón y el conducto auditivo externo.
El pabellón recibe y amplifica la señal. El conducto auditivo lleva la señal al oído medio (y,
además, es una cámara de resonancia, que amplifica unas frecuencias y atenúa otras).
El oído medio comienza en el tímpano, membrana que vibra gracias a la cámara de aire
que la rodea.
La trompa de Eustaquio se encarga de airear toda la sección.
La cadena acicular (compuesta por los conocidos huesecillos: martillo, yunque y estribo)
conecta el tímpano con el oído interno (más concretamente, con la ventana oval).
El oído medio no sólo transmite la señal, sino que la adecua, desde las señales aéreas
(oído externo) hasta el líquido (oído interno).
Descripción y clasificación de los sistemas vocálicos y
consonánticos.
Sistema vocalico
El español presenta cinco fonemas vocálicos: /a/ vocal central abierta, /e/ vocal palatal
media, /i/ vocal palatal cerrada, /o/ vocal velar media, /u/ vocal velar cerrada.
El lugar de articulación, anterior: /e/, /i/; media: /a/, o posterior: /o/, /u/. Las
vocales /e/, /i/ reciben también el nombre de palatales por articularse en la zona
del paladar duro, frente a /o/, /u/, llamadas velares por articularse en la zona
del velo del paladar; estas últimas están labializadas, aunque la /o/ en menor
grado que la /u/.
Modo de articulación (abertura de la boca en el momento de articularlas):
abierta o alta, si la lengua se encuentra bastante alejada de la bóveda
palatal: /a/; media, si la lengua se encuentra separada de la cavidad palatal: /e/,
/o/, y cerrada o baja, si la lengua permanece muy próxima a ésta: /i/, /u/. En
algunas zonas de Extremadura, Andalucía oriental, Murcia, Uruguay, La Habana
y Puerto Rico, la aspiración o pérdida de la - s final del plural o de la segunda
persona verbal hace que la vocal anterior se abra para diferenciar estas formas
del singular o de la tercera persona.
La vibración o no de las cuerdas vocales: todos los sonidos vocálicos son sonoros
porque en la realización de todos ellos vibran las cuerdas vocales.
Cavidad de resonancia: las vocales son orales, ya que cuando se articula su
sonido el velo del paladar permanece adosado a la faringe haciendo salir el aire
por la boca; sólo cuando van entre nasales (/m/, /n/), como ocurre en algunas
zonas de Andalucía y las Antillas en el habla oral, pueden presentar un alófono
ligeramente nasalizado, recibiendo el sonido entonces el nombre de oral nasal.
Consonantes oclusivas: Se caracterizan por una interrupción con el paso del aire,
motivada por el cierre completo de dos órganos articulatorios. El velo del paladar se
encuentra adherido a la pared faríngea impidiendo la salida del aire a través de las fosas
nasales.
El español conoce una serie de tres fonemas oclusivos sordos que se oponen entre sí por
el lugar de articulación: /p/ labial, como en pasa / pasar / t: dental, como en /tasa/ tasar
/k/ velar, como en /kása/casa/.
En español hay tres fonemas nasales: /m/ bilabial como en /míel/miel; /n/ alveolar como
en /nákar/nacer/ /h/ o /n/, palatal, como en /lena/, o /lena/ leña. Se oponen cuando se
encuentran en posición silábica prenuclear o explosiva: mama/ mana/ maña, cama/
cana/ caña, tima/tina/tiña.
El español tiene cinco fonemas fricativos: /f/: labiodental, como en /fófo/ fofo; /o/
interdental, como en /OeniOa/ ceniza; /s/ alveolar, como en /sóso/ soso; /j/, o /y/, palatal
como en /majo/, o /mayo/; /x/ velar como en /káxa/caja. En las zonas de seseo, no existe
/0/, por lo que se quedan reducidos a cuatro fonemas.
Desde el punto de vista fonético, a las realizaciones fricativas de estos fonemas hay que
añadir los alófonos fricativos de /b/, /d/, /g/.
Tiene un sólo alófono /tj/ que aparece sólo en posición prenuclear. Para su articulación,
el predorso de la lengua forma primero una oclusión con la zona prepalatal, seguida
inmediatamente por una constricción. Las cuerdas vocales no vibran. Ortográficamente,
se representa por medio de la grafía ch. Ejemplos: /mutfatfo/ /mutfatf/, o /mucaco/,
muchacho /tfitfaro/ /tfitfaro/, o /cicaro/, chicharro.
Consonantes líquidas: Bajo esta denominación, se concluye hoy las consonante laterales
y las vibrantes por presentar ciertas características que le infieren una fisonomía
intermedia entre las vocales y las consonantes: a) desde el punto de vista articulatorio, la
cavidad bucal presenta un abertura global mayor que el resto de las consonantes, pero
en algún lugar de esta cavidad se crea un obstáculo a la salida del aire; b) acústicamente,
poseen rasgos vocálicos y consonánticos: como vocales, sólo tienen una fuente armónica:
la vibración de las cuerdas vocales; como consonantes, presentan zonas de menor riqueza
armónica y ruidos de fricación propios de los sonidos fricativos.
El acento: La palabra acento deriva del término latino accentus, que a su vez tiene su
origen en un vocablo griego. Se trata de la articulación de la voz para resaltar, con la
pronunciación, una sílaba de la palabra. Esta distinción se produce a través de una mayor
intensidad o gracias a un tono más elevado.
En el caso de la lengua hablada, a este relieve de la pronunciación se lo conoce
como acento tonal. En los textos escritos, el acento puede ser ortográfico e incluir
una tilde, que es una pequeña raya oblicua que, en español, baja de derecha a izquierda
de quien lee o escribe.
La entonación: La entonación es la variación de la altura tonal de la voz con que se
pronuncia un enunciado. El tono o, en términos acústicos, la frecuencia fundamental, se
corresponde articulatoriamente con la frecuencia de vibración de los pliegues vocales.
El Español Dominicano
Raíces del español dominicano: El castellano llegó a Santo Domingo con los españoles que
descubrieron la isla y al igual que sucedió en los demás países de América Latina, este
nuevo idioma desplazó por completo las lenguas de los aborígenes (Lengua Taina, Lengua
Ciguaya y Lengua Macorije), hasta hacer que desaparecieran totalmente, del mismo
modo que en pocos años murieron todos los habitantes que los españoles encontraron
en la isla, muchos por enfermedades traídas por los invasores, otros como resultado de
los abusos y maltratos a los que fueron sometidos; los menos por tristeza y frustración.
Se afirma, según consigna Pedro Henríquez Drena en su obra El Español en Santo
Domingo, escrita entre 1935 y 1961, que "la Española fue en América el campo de
aclimatación donde empezó la lengua castellana a acomodarse a las nuevas
necesidades..." Sin embargo, conservamos, apenas, algunas palabras con las cuales los
nativos designaban algunos objetos, plantas y frutos desconocidos por los españoles y
que éstos asimilaron, enriqueciendo el castellano. Entre estas palabras pueden señalarse:
ají, arcabuco, batata, bejuco, bija, cabuya, ceiba, eurí, guama, sabana, yuca, barbacoa,
guazábara, hamaca, macana, anón, caimito, caguasa, corozo, guanábana, guayaba, hobo
o jobo, lerén o lirán, mamei, mamón, maní, papaya (lechosa), jagua.
No se tiene precisión sobre a partir de cuándo puede hablarse de un español dominicano
propiamente dicho, pero, obviamente, los colonizadores que se establecieron en la isla y
asimilaron palabras de las lenguas locales fueron los que iniciaron el proceso de reacción
del dialecto dominicano. Con el paso del tiempo por evolución natural, adecuación
idiomática, influencias del español de otros países y de otras lenguas, se ha constituido
lo que conocemos como el español dominicano y que Carlisle González Tapia define como
"La modalidad dialectal del español general que se habla en la República Dominicana y
que presenta características particulares en el orden fonético, en las construcciones
morfosintácticas y en el vocabulario y los distintos significados de los vocablos, con
relación a los demás dialectos del español general".