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Clase inaugural: “Formar compromisos: apuesta en la enseñanza del

psicoanálisis”
Estructura:
la lógica del psicoanálisis/ enseñanza deseada y enseñanza posible/ que
significa formación/ objetivos y plan de trabajo del grupo

Psicoanálisis
En 1962 se publica el libro “Como hacer cosas con palabras” de Jhon Austin
es a partir de esa publicación que una gran parte del mundo filosófico y científico
comienza a tomar en cuenta que el lenguaje produce efectos. Austin lo hace
desarrollando su ‘teoría de los actos de habla’ explicando el funcionamiento del
enunciado performativo.
Si bien parece lejano hacer una referencia a la filosofía del lenguaje para
hablar de psicoanálisis es para dar cuenta de otra lejanía. Ya en 1895 Freud nos
anoticiaba de los múltiples efectos del lenguaje, de como la vida del sujeto esta
tramada por las vicisitudes lenguajeras.
El psicoanálisis tiene un estatuto particular, pues es la ciencia del sujeto
habitado por el lenguaje, pero la escisión no tiene un sentido lingüístico, se trata de
la escritura que marca el cuerpo y devela la existencia del inconsciente. De su
palabrería, de sus irrupciones nos hablan nuestros sueños, lapsus, chistes y demás
formaciones del inconciente.
Pero lo particular del estatuto sin duda es la referencia obligada al nombre
propio de Sigmund Freud como su creador. No hay muchas ciencias de autor,
incluso Michel Foucault resistía hablar de la función autor. Pero sin duda se trata de
un trabajo muy particular. Es la lectura que esta situada en los restos, en los
residuos de la experiencia humana (que se pensaban poco dignos de análisis) que
encuentra su punto álgido y lo que hace grávido de consecuencias esa lectura es la
restitución del sentido que emerge a partir de la escucha del sufrimiento del sujeto
cifrado al entendimiento del lenguaje científico.
De lo que se trata en Freud es de un pensamiento vivo, en constante
movimiento que invita a reflexionar sobre cada una de las categorías por el creadas
a partir de la subjetividad de cada época y la clínica de cada analista. Se trata del
oído afinado para los matices, es el encuentro con la singularidad del sujeto que
desenvuelve su discurso y que no se entrampa en ninguna generalización que nuble
la significación íntima de cada discurso.

Apuestas de la enseñanza
Una enseñanza, generalmente es deducible por la estratificación de la
complejidad de los elementos a transmitir. Ocurre con el psicoanálisis que se parece
a una plataforma giratoria, que no hay un punto cero, pero tal vez todos son puntos
ceros para partir, es una madeja, un laberinto, un caleidoscopio.
Una transmisión lineal es imposible, siempre hay un resto que resiste a la
simbolización, siempre hay un nuevo punto de partida o un concepto que dialectiza
a otro, no es una serialidad, se parece mas a una ruleta rusa.
En nuestro auxilio viene un concepto de Freud: “formación de compromiso”
es uno de los primeros modos de describir el síntoma neurótico. Como la situación
traumática no puede acceder directamente a la conciencia, y sin embargo pulsa por
salir, recurre a un disfraz que tanto el emergente como la censura permiten el
acceso. Toda enseñanza en psicoanálisis nos parece similar a una formación de
compromiso, ya que todas son formas parciales de destejer la trama analítica, ya
que no hay concepto freudiano que no sea-en-relación con los demás.
A su vez también la transmisión de los conceptos implica la forma de
compromisos: con el texto, con el autor, con la institución, y sobre todo con el
espíritu que anima la obra freudiana.

El trabajo de los textos


Es muy variado el tipo de hermenéutica que puede utilizarse para acceder a
un texto, nosotros lo pensamos fundamentalmente como una cartografía, ya que,
podemos condensar varios tipos de relieves, de pliegues, de fisuras, como a su vez
los diferentes tipos de fronteras, los trazados políticos, y a su vez su peculiar relación
con la realidad.
Un trabajo de textos generalmente no es explicitado en la enseñanza del
psicoanálisis. Generalmente se busca la transmisión persona a persona, y
fundamentalmente en clínica se busca atravesar la experiencia del análisis propio.
De este modo muchas veces se soslaya que el legado, tanto de Freud y de Lacan
están, fundamentalmente, estatuido como textos.
Lo que buscamos, es captar las partículas que animan y dan vida a las partes
del texto, el componente que hace posible los diferentes puntos de fuga, lo que le
da su profundidad. Estos puntos son claves porque nos van a permitir ingresar en
la amplitud de la obra, pero a su vez, elegir nuestra ubicación respecto del molde
que constituye la letra del autor.
Las consecuencias de este procedimiento están a la vista, se trata de un
trabajo intenso e interminable, pero, no es una eternidad estéril, sino un circulo que
nos hace mas pertinentes para cada retorno que emprendamos.
A su vez, no basta los textos analíticos, hay que salir a buscar la fuente misma
que le permitió a Freud escuchar el inconciente, tal como la antropología, la filosofía,
la historia, la literatura, e incluso la matemática y la física, de donde bebió Freud sus
métodos y sus formas de aprehensión conceptual, para producir algo nuevo.

Plan de trabajo
Para el presente año, nos gustaría ir a las bases mismas del psicoanálisis,
comenzando con el “proyecto”, los tres ensayos y algunas de las cartas a Fliess.
Sin duda este trayecto, tiene una cuota grande de epistemología freudiana,
mostrando las fuentes de inspiración primitivas de Freud, pero a su vez hacer visible
un movimiento progresivo de construcción de la más difícil de las ciencias del alma.
Por otra parte, también es preciso ir a estas fuentes por el enorme valor histórico y
documental que representa, como así también, nos da un panorama mas amable
para el lego que necesita incorporar las categorías freudianas en su ritmo propio.
Otro hito en la historia del psicoanálisis son las estructuras freudianas, siendo
la histeria el paradigma del cual Freud extrae el armazón pertinente para clasificar
una estructura como tal, como también los primeros fundamentos clínicos que
hacen del psicoanálisis una terapéutica y no, como se cree, una filosofía o sistema
del mundo.
En lo que respecta a la histeria, comenzaremos por la segunda parte del
proyecto; el primer caso de un varón histérico (Augusto P.), la comunicación
preliminar y otros textos de la época que dan cuenta de la gran complejidad del tema
y la gran dedicación de Freud.

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