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DE LA
JUDICATURA
Seminario
“Valoración de la Prueba”
“Jur isdicc ión Penal”
Seminario “Valoración de la Prueba ” 2
Jurisdicción Penal
TABLA DE CONTENIDO
_________________________________________________________________________
VALORACIÓN DE LA PRUEBA EN LA JURISDICCIÓN PENAL________________ 9
Generalidades____________________________________________________________ 9
Concepto epistemológico de la prueba _______________________________________ 10
Clasificación de los medios probatorios ______________________________________ 11
LOS GRANDES SISTEMAS DE LA PRUEBA. _______________________________ 12
El sistema de la prueba legal.- ______________________________________________ 12
El sistema de la libertad de la prueba, intima convicción, prueba moral, libre
convencimiento (certeza moral).-____________________________________________ 13
ASPECTO AXIOLÓGICO ________________________________________________ 14
Legalismo de la prueba o axiologismo legalista ________________________________ 14
Razonabilidad de la prueba o axiologismo racional _____________________________ 15
Axiología de la prueba en las diferentes ramas del derecho. _______________________ 15
ASPECTO VALORATIVO DE LA PRUEBA. ________________________________ 16
JERARQUIA DE LA PRUEBA ____________________________________________ 17
PAPEL DEL JUEZ ______________________________________________________ 17
La íntima convicción, la libertad y jerarquización de la prueba. ___________________ 17
El juez penal: el conocimiento personal o privado del juez sobre los hechos. _________ 19
La presunción de inocencia del acusado ______________________________________ 20
El juez penal: la maxima indubio pro reo (la duda favorece al inculpado)____________ 21
El juez penal: el fardo de la prueba.__________________________________________ 21
El juez penal: favori reo. __________________________________________________ 22
Hechos objeto de la prueba judicial. _________________________________________ 22
Prueba de los elementos constitutivos de la infracción:___________________________ 22
Elemento Material _______________________________________________________ 22
Elemento Intencional _____________________________________________________ 23
El elemento legal ________________________________________________________ 24
EL TESTIMONIO EN MATERIA CORRECCIONAL Y DE SIMPLE POLICIA _____ 24
Prestación del juramento de los testigos. Cumplimiento de esta formalidad. __________ 24
Necesidad del juramento __________________________________________________ 24
Testigos a los cuales se les obliga a prestar juramento ___________________________ 25
El principio_____________________________________________________________ 25
Aplicación jurisprudencial _________________________________________________ 25
Excepciones ____________________________________________________________ 27
Momento en el cual debe ser prestado el juramento _____________________________ 28
Generalidades___________________________________________________________ 82
Las presunciones simples__________________________________________________ 85
Valor probatorio de los indicios. ____________________________________________ 85
Cómo evaluar la fuerza probatoria de los indicios. ______________________________ 86
EL PERITAJE __________________________________________________________ 89
Generalidades___________________________________________________________ 89
Por quién y cómo es ordenada la experticia. ___________________________________ 91
Características del peritaje _________________________________________________ 92
Informe Pericial _________________________________________________________ 92
Fuerza probante del peritaje.-_______________________________________________ 94
El Peritaje en el proyecto de Código Procesal Penal _____________________________ 94
EL DESCENSO _________________________________________________________ 96
CONSIGNAS DE TRABAJO ______________________________________________ 97
Consigna N°1 ___________________________________________________________ 97
La Intima Convicción_____________________________________________________ 97
Consigna N° 2 __________________________________________________________ 99
Testimonio _____________________________________________________________ 99
Consigna N° 3 _________________________________________________________ 102
Testimonio ____________________________________________________________ 102
Consigna N° 4 _________________________________________________________ 103
Las presunciones e indicios _______________________________________________ 103
Consigna N° 5 _________________________________________________________ 104
Las presunciones e indicios _______________________________________________ 104
Consigna N° 6 _________________________________________________________ 105
El Peritaje_____________________________________________________________ 105
Consigna N° 7 _________________________________________________________ 106
El video como medio de prueba____________________________________________ 106
Consigna N° 8 _________________________________________________________ 107
El Descenso ___________________________________________________________ 107
Consigna N° 9 _________________________________________________________ 108
El Allanamiento ________________________________________________________ 108
BIBLIOGRAFIA _______________________________________________________ 109
Para la especificación del tema y sobre todo para fijarnos objetivos precisos se
hicieron encuestas entre magistrados de diferentes jurisdicciones y diferentes instancias de
manera que nos permitieran saber cuáles son las dificultades que se les presentan con
mayor frecuencia en cuanto a la valoración, apreciación y jerarquización de los diferentes
medios de prueba.
Generalidades
La verdad viene a ser un valor axiológico de carácter universal, de tan vieja data
como la propia existencia de la grey humana en la faz de la tierra. De ahí que tanto el
hombre como la mujer, en procura de vivir éticamente, siempre ha persistido en la
búsqueda de la verdad.
Por último, en lo concerniente a la verdad procesal, cabe indicar que con ella se
hace alusión a aquella que surge, tras instruirse el proceso en la fase de juicio.
Partiendo del criterio de la doctrina, tras glosar a Jeremías Bentham, afamado jurista
anglosajón, se puede establecer que la prueba es un medio utilizado para el descubrimiento
de la verdad de un hecho.
En la justicia objetiva, el arte del proceso consiste en administrar las pruebas. Ahora
bien, en el ámbito de la casuística, cabe establecer ciertas diferencias entre el proceso penal
y el civil, en tanto que uno se rige por el principio de investigación, y el otro por el
principio dispositivo o de aportación.
En efecto, en el proceso penal, por ser de orden público, el juez ostenta un papel
activo, y, en mérito al principio de investigación, cae dentro de su imperio averiguar la
verdad jurídica objetiva, por medio de la adopción de cualquier medida de instrucción.
De ahí que Pedro J. Bertolino ha dicho con sobrada razón que la actividad procesal
del Fiscal no es estrictamente persecutoria, porque no siempre se desenvuelve con sentido
incriminatorio, sino que por buscar la verdad real, puede ser ampliamente liberatoria, de
modo tal que sus requerimientos y opiniones no lo vinculan a un criterio inmutable, sino
por el contrario, resulta permanentemente cambiante conforme sean los elementos
probatorios adquiridos durante el curso de la investigación judicial.
Como colofón, cabe poner de resalto que no existe verdad sin prueba, en
consecuencia, el juez, en su sagrado ministerio de otorgar a cada quien lo suyo, habrá de
averiguar la verdad para satisfacer su íntima convicción, máxime en materia penal, en cuyo
ámbito no puede renunciar conscientemente al establecimiento de la verdad jurídica
objetiva, so pena de incurrir en la comisión de un error judicial.
1) La confesión.
2) La presunción.
3) El testimonio.
Los derechos procesales atribuidos a las partes, y, en general, el método del debate
contradictorio, hacían que decayera, por la fuerza de los hechos, la intervención de la ley,
despojándola de toda función.
Con arreglo al método del libre convencimiento o íntima convicción, el juez debe
examinar y apreciar las pruebas de conformidad con su raciocinio y su conciencia; los
medios de prueba tienen, por general, un contenido material, ciertamente, la influencia
legislativa en la determinación del convencimiento del juez, fue a la verdad eliminada como
método fundamental.
La formación del convencimiento del juez sobre el material de las pruebas, sin que
la ley ponga trabas y determinaciones a priori, constituye un método natural y humano.
fundamento de su decisión. Este sistema tiene la ventaja de que da cabida a los medios de
pruebas nuevos que el adelanto científico y tecnológico va a aportar y que no sea posible
incluir en los enumerados por la ley ni siquiera entendiéndola en la forma más amplia (que
debe ser el criterio utilizado por todo buen juez).
ASPECTO AXIOLÓGICO
El modelo exegético y dogmático del régimen de la prueba del Código Civil (arts.
1315 al 1369), es por lo mismo un régimen legalista o juridicista, fruto del positivismo que
domina el pensamiento de la época de la codificación napoleónica, este modelo se
manifiesta en dos vertientes:
a) La ley (el Código Civil) establece los diferentes medios a
emplearse para administrar la prueba, particularmente en el Derecho Civil de
modo limitativo, no existen otros medios de prueba que aquellos establecidos
(arts. 1315 al 1369): prueba literal, prueba testimonial, presunciones y
juramento, ya decisorio o ya deferido; el Código de Procedimiento Civil,
adiciona otros dos más que son la visita a los lugares (arts. 42 y siguientes y 295
y siguientes), el peritaje o experticio (arts.302).
No es una investigación histórica que se agota en sí misma, sino que en ella actúan
como factores apremiantes: la función práctica del proceso, el encuadramiento del hecho
en el derecho, la absorción del primero en el segundo.
JERARQUIA DE LA PRUEBA
Desde esta óptica todo lo aportado por el sistema, jerarquiza los medios de prueba,
partiendo de la escala de valores señalada, es decir tomando en cuenta su credibilidad,
significación, oportunidad, validez, y utilidad; el abogado, conforme a su condición de
auxiliar de la justicia y defensor de los intereses del justiciable, para obtener una
sentencia favorable y un fallo bien substanciado o bien fundamentado; el juez como
juzgador, en vista a darle la solución mas adecuada al proceso, conforme a la justicia y
en vista de los intereses de las partes; en lo que a este trabajo concierne, nos
limitaremos a analizar el rol o papel del juez en la jerarquizaron de la prueba.
El juez penal dentro del sistema de la libre apreciación de las pruebas, íntima
convicción o prueba moral, que es la base del régimen probatorio del sistema procesal
penal dominicano, el proceso interno de convicción del juez debe ser razonado, crítico,
lógico en la exposición de las motivaciones del fallo, decidir razonablemente es tener en
cuenta las reglas de la “sana crítica”. entendida ésta como la orientación del juez conforme
a las reglas de la lógica, la sicología judicial, la experiencia y la equidad.
El papel de juez penal debe enfocarse no sólo desde la íntima convicción, sino
partiendo desde los siguientes condicionamientos: conocimiento personal de los hechos; la
presunción de inocencia del inculpado, el indubio pro reo, favori reo y el fardo de la
prueba.
Se refiere este principio a la necesidad de que los hechos sobre los cuales debe
fundarse la decisión del juez, estén demostrados en pruebas aportadas al proceso por
cualquiera de los interesados o por el juez, si éste tiene facultades, sin que este funcionario
pueda suplirla con el conocimiento personal o privado que tenga sobre ellos, porque sería
violar, la oralidad, la publicidad y contradicción, indispensables para la validez de todo
medio de prueba.
Este principio representa una inapreciable garantía para la libertad y los derechos
del individuo, que de otra manera estarían en manos de jueces parciales y a merced de
decisiones que no podrían ser verificadas por los jueces superiores.
Desconocer este principio sería dejar que se confundieran los oficios del juez y
testigo.
El jurista italiano Florian, en su obra La Prueba Penal, reclama la necesidad de la
prueba aportada con las formalidades procesales que garanticen la seriedad y eficacia de su
contenido.
A causa de ésto se admite que debe ser anulada toda sentencia basada en el
conocimiento personal de los hechos por el juez, por lo que debe inhibirse cuando posee
conocimiento personal de la infracción, en cuyo caso puede ser citado como testigo del
proceso y oído como tal según las reglas establecidas para obtener que el testimonio sea
sincero.
La máxima indubio pro reo (la duda favorece al reo) está destinada al juez penal,
como regla conducente a la valoración de los medios de pruebas que le han sido
regularmente producidos en el desenvolvimiento del proceso. Si los mismos no le han
aportado la certeza moral inequívoca sobre la culpabilidad del inculpado, debe absorverlo.
Lo que significa que el indubio pro reo es el proceso subjetivo de la valoración de la prueba
que hace el juez ; se diferencia de la presunción de inocencia en que ésta es una situación
jurídica en que se encuentra el inculpado, mientras que el indubo pro reo obliga al juez
penal a determinar si han sido aportados los medios de prueba suficientes, para destruir el
principio de presunción de inocencia.
En la doctrina se trata de establecer una relación de semejanza entre los papeles del
demandante y demandado en el proceso civil, con los del Ministerio Público y la parte civil,
por un lado y del inculpado por el otro, en el proceso penal, aduciendo la aplicación de los
principios consagrados en el Art. 1315 del Código Civil, que equivale a la máxima: actori
incumbit probatio y reus in exceptione fit actor, con las limitaciones y precisiones
establecidas en la ley y la jurisprudencia. En Derecho Procesal Penal, en principio, el fardo
de la prueba, en cuanto a la acción pública, está a cargo del Ministerio Público; en lo que
respecta al inculpado, que haría el papel de demandado, la prueba de la excepción y de los
medios de defensa que invoque tienen una aplicación restringida y limitada por el principio
de presunción de inocencia, que protege al inculpado y de la circunstancia de que la
misión del Ministerio Público, es establecer la verdad y no la de obtener la condenación del
inculpado.
En adición, el juez que juzga una infracción a la Ley Penal material, posee un poder
discrecional otorgado por el Art. 231 del Código de Procedimiento Criminal, que le faculta
a ordenar cuantas medidas de instrucción sean necesarias para la búsqueda de la verdad.
Elemento Material
Elemento Intencional
Hay casos específicos en que la ley establece una presunción de culpa irrefragable,
como ocurre en el caso de la Ley de Cheques vigente, en su artículo 66-A (Suprema Corte,
26 de agosto de 1963, B.J.517, p.1624).
El elemento legal
La existencia del elemento legal no tiene que ser probada, ya que se presume que
ella es conocida por todos y sólo al juez le corresponde interpretarla. Situaciones que
inciden sobre el elemento legal: a) La desaparición del elemento legal; b) La existencia de
los hechos justificativos, como lo son la legítima defensa, el estado de necesidad, etc.
Todos los testigos oídos ante el Tribunal de Simple Policía deben, a pena de nulidad,
prestar el juramento prescrito por la ley. Esta previsión se encuentra textualmente en el
artículo 155 del Código de Procedimiento Criminal.
"La falta de prestación del juramento es igualmente una causa de nulidad, cuando el
testigo se ha rehusado a prestarlo"1.
Basta que el Juez o Tribunal deje constancia de que se prestó juramento para que
quede cumplido el artículo 155 del Código de Procedimiento Criminal2.
Así cuando un testigo rehusa a prestar el juramento prescrito por el artículo 155 del
Código de Procedimiento Criminal, el Juez no puede recibir su declaración y hay lugar a
proceder como si hubiese rehusado a responder a la citación, caso que estudiaremos más
adelante al momento del análisis del artículo 157.
Sin embargo, se ha juzgado que: "La ausencia de la prestación de juramento es
indiferente cuando el tribunal basa su sentencia, además, en otros elementos probatorios"1.
El principio
"La obligación del Juramento es general y se aplica a todos los testigos, no importa la
forma y en que título hayan sido llamados ante el Tribunal de Simple Policía"4.
"Poco importa que el testigo haya sido llamado a requerimiento del Ministerio Público,
de la parte civil o del prevenido"5.
"Aun cuando el testigo se presenta espontáneamente a la audiencia y pide ser oído, está
obligado a prestar el juramento antes de deponer"6.
Aplicación jurisprudencial
Prevenido
"Las informaciones aportadas por un prevenido sobre los hechos imputados a su co-
prevenido no serán considerados como constituyentes de una deposición: la calidad de co-
prevenidos excluye en frente de los otros prevenidos sometidos al mismo debate la calidad de
testigo"1. Por lo cual no tiene que prestar juramento.
"Pero cuando el co-prevenido ha sido definitivamente condenado, por ejemplo porque
una primera sentencia en defecto ha intervenido, de la cual uno de los prevenidos ha
consentido, mientras que el otro ha hecho oposición, el puede ser oído como testigo; por
consiguiente, si su audición es necesaria, hay lugar a aplicarle todas las formalidades a las
cuales están sometidos los testigos. En consecuencia, el sólo puede deponer bajo la fe del
juramento"2.
Parte civil
La parte civil siempre se puede oír sin juramento. Si por cualquier circunstancia jura
que su declaración es válida, el hecho de haber figurado como querellante y como testigo, no
es un obstáculo insuperable para que se constituya en parte civil. La parte civil siempre se
puede oír. Si no hay oposición, se juramenta"3.
"Nada se opone a que el agente que ha sorprendido la infracción sea oído como testigo
para que se explique sobre los hechos por el comprobados"4.
"No existe la excepción de los domésticos de las partes: ellos deben deponer bajo la Fe
del Juramento"5.
Peritos
Los expertos llamados a la audiencia para confirmar las constataciones por ellos
realizadas y para rendir cuentas sobre el cumplimiento de sus misión, son verdaderos testigos
y deben prestar el juramento prescrito por el artículo 155 del Código de Procedimiento
Criminal"1.
Funcionarios y agentes
"La obligación de prestar juramento se aplica también a los funcionarios y agentes que
son llamados a audiencia para que expliquen verbalmente los procesos verbales o relatos por
ellos levantados"2.
Excepciones
1 Cass 22/1/1887 [B.n.21]; 15/12/1892 [B.n.336, S. et P. 93.1.110, D.94.1.254]; 12/2/1904 [B.n. 89, S. et P.
1907.1.374
2 Cass 8/3/1844 [B.n.93]
3 Cass 22 Marzo del 1866, B.n.81 y Ver Dalloz, C.I.Cr. Art.155 p.305
Además, no es suficiente que la sentencia mencione que los testigos han prestado
juramento; la jurisprudencia exige a pena de nulidad, que los términos bajo los cuales ha sido
prestado el juramento sean escritos en la sentencia o en las notas de audiencia o por lo menos
que se especifique que las disposiciones del Artículo 155 han sido observadas.
La Jurisprudencia es constante al respecto. De este modo se ha juzgado que: "Se tiene
por no constatado, y por consiguiente por no prestado, el juramento del cual su fórmula no ha
sido precisada, sea directamente o por referencia al artículo 155 del Código de Procedimiento
Criminal"4.
La sentencia debe hacer constar que los testigos prestaron, en audiencia, el juramento
en la forma requerida por el artículo 155 del Código de Procedimiento Criminal, bajo pena de
nulidad, y no basta que en ella conste que los testigos "declararon bajo juramento", lo que no
satisface el voto de la ley.
"No basta que en el acta de audiencia o en la sentencia se haga constar que los testigos
fueron oídos previo juramento de decir la verdad y nada más que la verdad, ya que es de
principio que la fórmula del juramento que los testigos deben prestar antes de dar su
declaración es sacramental, por lo que es incompleto el juramento de decir la verdad, en vez
de decir toda la verdad, como lo exige la ley"1.
"Para dejar establecido en el acta de audiencia que se cumplió con lo que prescribe el
artículo 155 del Código de Procedimiento Criminal, respecto a la fórmula del juramento, basta
que conste en dicha acta que los testigos prestaron el juramento requerido por dicho artículo
("el juramento previsto en el artículo 155 del Código de Procedimiento Criminal", consignado
en el acta es suficiente"2.
Sólo dos fórmulas responden a los llamados de la ley y son las siguientes: 1) Cada uno
de los testigos, antes de deponer, han prestado el juramento prescrito por el artículo 155 del
Código de Procedimiento Criminal; 2) Cada uno de los testigos antes de deponer, han prestado
el juramento de decir toda la verdad y nada más que la verdad. Toda otra fórmula es
incompleta e insuficiente.
Como hemos visto la falta de prestar juramento bajo los términos del artículo 155 del
Código de Procedimiento Criminal, hacen radicalmente nula la deposición del testigo. Esto lo
declara expresamente el artículo 155. Además, ha sido dicho que en virtud del principio de
que toda formalidad no constatada se reputa omitida, el defecto de constatación del juramento
prestado bajo los términos del artículo 155 producen los mismos efectos que la omisión del
mismo juramento.
Este principio ha recibido la oportunidad de ser aplicado de la siguiente manera:
El principio
El artículo 156 se refiere a las causas de tacha de testigos llamados por ante el Tribunal
de Simple Policía y correccional. "El Juez de lo Penal está rigurosamente ligado por la
enumeración limitativa de las causas de tacha especificadas en el Código de Procedimiento
Criminal, y sólo pueden descartar los testigos, que de hecho estén fundados en las causas a que
hace alusión el artículo correspondiente"1. Y nos referimos al Juez de lo penal puesto que en
esta materia la regla es totalmente diferente a la que se sigue en materia civil. En efecto,
mientras que la enumeración de las causas de tacha de testigos, contenidos en el artículo 283
del Código de Procedimiento Civil, se reconocen como puramente enunciativas y que los
jueces civiles pueden admitir otras causas de rechazo además de las enumeradas por ese
artículo, cuando existen motivos para dudar de la imparcialidad o independencia de los
testigos"2.
Este carácter limitativo no sólo se limita al ámbito penal sino dentro del mismo a la
materia de lo correccional y contravencional como explicaremos en al apartado destinado a la
inaplicación del artículo 254 del Código de Procedimiento Criminal, si bien el principio que se
desprende del carácter limitativo es aplicado por igual tanto en materia criminal como en la
correccional y contravencional.
"Un tribunal correccional o de Simple Policía no puede extender a testigos citados por
ante él, las causas de tacha determinadas por el artículo 283, Código de Procedimiento Civil,
que sólo se aplican a los testigos llamados en sumaria en materia civil"3.
El artículo 254-6 del Código de Procedimiento Criminal, dice que: "No podrán ser
recibidos a deponer... los denunciadores, cuya denuncia sea pecuniariamente recompensada
por la ley".
Según Le Poittevin, como este artículo está destinado al Tribunal Criminal y en virtud
del principio de que las causas de tacha son de derecho estricto y además en razón de que el
artículo 156 da la enumeración de las causas de tacha en materia correccional y de Simple
Policía, es necesario admitir que las causas de tachas del artículo 254 deben limitarse a la
materia criminal.
En este sentido se expresa Carnot: "El artículo 156 no extiende las causas de tacha que
pueden ser propuestas contra los testigos en materia de policía, a los denunciadores cuando su
denuncia puede ser recompensada por le ley"4.
Causas de incapacidad
Fundamento
El artículo 156 prohibe el testimonio de los parientes y aliados hasta cierto grado. En
efecto, los testimonios aportados por parientes o aliados son sospechosos de parcialidad, en
virtud del lazo que une al testigo y al prevenido; además, la justicia que busca el
esclarecimiento de la verdad, debe evitar situar a una persona entre sus deberes familiares y
sus deberes cívicos"5.
Alcance
Parientes y aliados
La prohibición se aplica tanto a los parientes naturales como a los legítimos1. Pero la
prohibición sólo abarca como ascendientes al padre y la madre naturales; el no se extiende a
los abuelos naturales. La prohibición se extiende también a los padres adoptivos. "La
prohibición de que se trata no se extiende más allá de los grados de parentesco o alianza
especificados en el artículo 156 del Código de Procedimiento Criminal"2.
Las partes al momento en que los testigos se disponen a declarar, pueden oponerse a
que sean escuchados cuando son ascendientes o descendientes del prevenido, sus hermanos y
hermanas o aliados en el mismo grado o su cónyuge aun divorciados.
Es suficiente por otra parte para que un testigo sea tachable, que sea pariente o aliado
en el grado prohibido de uno cualquiera de los prevenidos sometidos al mismo debate: "el
artículo 322 debe ser general en ese sentido"3.
Aun cuando los términos del artículo 156 tengan un carácter limitativo, por razón de
incompatibilidad no es recibible el testimonio del querellante que se constituye en parte civil y
que es parte en el proceso al menos que no haya oposición del prevenido o del ministerio
público en la audiencia4 ni el del secretario. El alguacil de la audiencia puede ser oído5. Sin
embargo, la Suprema Corte de Justicia ha dicho: "ciertamente el agraviado N.N se constituyó
en parte civil contra el prevenido X.X, por declaración en audiencia, no existiendo constancia
de que N.N produjera en ningún momento conclusiones a fin de ser indemnizado...de donde es
preciso admitir que la Corte a-qua pudo atribuirle a la declaración del agraviado N.N el valor
de un elemento de juicio idóneo..."6.
del grado prohibido. Los términos en los cuales es concebido el artículo 156 "no serán ni
llamados, ni recibido su testimonio", indican muy claramente que la intención de la ley es que
los testigos que se encuentran bajo estas condiciones especificas sean descartados de la
audiencia1.
En fin los testigos que se encuentran en uno de los casos de incapacidad previstos por
el art. 156, tienen derecho a negarse a deponer.
Los jueces de la apelación, al escuchar a los testigos, tienen ciertas facultades que les
son reconocidas por la Suprema Corte de Justicia.
Es así que los jueces de la alzada no están obligados a oir testigos cuyas declaraciones
prestadas en primera instancia figuran en el expediente2.
De la misma forma la Corte de Apelación puede formar su convicción en base a la
declaración de un testigo, aún cuando ese testigo no hubiera declarado sobre ese punto en
primera instancia3. Igualmente las declaraciones testimoniales hechas en primera instancia
conservan su valor como elemento de juicio en la apelación4.
Los testigos tienen una triple obligación: una material que consiste en presentarse en
persona ante el Juez; la segunda, la de satisfacer a la citación, o sea, decir todo lo que sabe del
hecho y todo lo que sea útil para descubrir la verdad y una última moral que consiste en ser
sincero. Todo lo cual lo garantiza el juramento.
Todo testigo citado por ante el Tribunal de Simple Policía o el Tribunal Correccional
está obligado a comparecer personalmente para hacer su declaración. Esta obligación
encuentra su sanción en el artículo 157 a los términos del cual el tribunal podrá pronunciar, en
un primer defecto la multa y en un segundo, el apremio corporal1.
Sin embargo, las sanciones previstas por el artículo 157 requieren del cumplimiento de
ciertas condiciones para su aplicación. Condiciones que se desprenden de su misma redacción
al referirse a los testigos que faltasen a la citación y al requerimiento del fiscal.
En cuanto al primer enunciado la mayoría de la doctrina entiende que: Para que el
Juez pueda pronunciar una de las sanciones del Código de Procedimiento Criminal debe
verificar que las siguientes condiciones se hayan cumplido: 1) si ha habido citación; 2) si ha
sido regularmente notificada; 3) si ha habido un plazo materialmente suficiente para que el
testigo la haya podido satisfacer. Sin embargo, para constatar la regularidad de la citación
debemos recordar que en materia de simple policía sólo se necesita citar al testigo; y no es
necesario como en materia criminal la notificación de la lista de los testigos al acusado. Las
partes tienen derecho a citar a un testigo, más aun, pueden llevarlo a la misma audiencia2.
Por el contrario, otra parte de la doctrina opina que: Aun cuando el artículo 157 dice
que las sanciones previstas serán pronunciadas a requerimiento del Ministerio Público, el
Tribunal puede sin el requerimiento de este hacer uso de sus medios de constreñimiento. Lo
contrario iría en contra del espíritu del artículo el cual desea asegurar la comparecencia de
todos los testigos, tanto aquellos requeridos por el prevenido como por el Ministerio Público.
Lo que el artículo 157 exige es que el Ministerio Público sea escuchado en su petición. En fin,
las disposiciones del artículo 157 son facultativas para el Tribunal el cual puede apreciarlos
soberanamente. En este sentido se ha pronunciado la Jurisprudencia.
Primer defecto
Cuando un testigo regularmente citado no comparece, el tribunal puede optar entre dos
soluciones dependiendo de que considere la deposición del testigo indispensable o no; en caso
afirmativo deberá condenar a multa al testigo defectuante y enviar el asunto a una audiencia
ulterior; en el otro caso podrá pasar a otro testigo y continuar con el juicio; pero cual que sea
su decisión deberá ser una de dos; nunca ambas; pues la finalidad de esta sanción no es
castigar al testigo por desobediencia sino constreñirlo para que comparezca.
Sin embargo según el artículo 190 del Código de Procedimiento Criminal en materia
correccional los testigos serán oídos si hay lugar. De aquí se deduce que el Juez goza de una
libertad de apreciación para oírlo o no; pero esto no es facultativo y el mismo debe motivar su
decisión y decir porque no oye al testigo; como sería considerar inútil la prueba ofrecida, o si
el testigo tiende a prolongar innecesariamente el debate1.
Contra la sentencia condenatoria a multa el testigo posee a su favor el recurso de
oposición como señalaremos detalladamente en las explicaciones rendidas en base al artículo
158 (ver Infra art. 158).
Segundo defecto
Cuando un testigo cuya deposición presenta gran interés, esta enfermo o lisiado lo cual
lo imposibilita a comparecer ante el tribunal, nada se opone a que se proceda conforme a las
reglas establecidas por el artículo 83 del Código de Procedimiento Criminal pudiendo el
tribunal trasladarse al domicilio del testigo o en caso en que el mismo resida fuera de su
jurisdicción hacer oír al testigo por comisión rogatoria. En este sentido se pronuncia la
Jurisprudencia Francesa.
Según el artículo 158 lo que procede es una verdadera oposición que es formulada en
contra de la sentencia que pronunció la multa, pero el procedimiento es extremadamente
simple: ella se formula, sin declaración previa, por la sola comparecencia del testigo ante el
Tribunal que lo ha condenado.
Pero debemos tomar en cuenta que las disposiciones del artículo 158 han sido
modificadas por la ley No. 676, del 6 de Octubre de 1921, que establece que "Si el condenado
no pagare la multa 24 horas después, de serle requerido el pago, la compensará con prisión a
razón de un día por cada peso". Pero ese plazo de 24 horas corre a partir del momento en que
se le requiera el pago, por ello entendemos el momento en que se le intime al pago, no así el
momento en que por su propia cuenta se entere.
Por las palabras "audiencia siguiente", a que hace mención del artículo 158, hay que
entender, no la audiencia que sigue a aquella donde la multa ha sido pronunciada, sino la
audiencia que sigue al día en que el testigo haya recibido la notificación de la sentencia que lo
ha condenado. O al momento en que se haya enterado.
Como en la hipótesis prevista por el artículo 158: El tribunal no puede estatuir sino después de
escuchar las conclusiones del Ministerio Público.
"La sentencia que pronuncia la multa no es susceptible de apelación por aplicación
analógica del artículo 80 del Código de Procedimiento Criminal que dispone que el Juez de
Instrucción pronuncia su multa sin apelación contra los testigos defectuantes"1.
El artículo 232 del Código de Procedimiento Criminal otorga poder al Juez o Presidente
del Tribunal, para ordenar todo lo necesario para arrojar luz al proceso juzgado. Este poder
es discrecional y debe especialmente ser ejercido. Los poderes del Juez o Presidente no son
limitativos sino enunciativos1
1.
Los testigos , o mejor dicho, los simples informantes llamados a declarar en virtud
de ese discrecional que posee el juez o el presidente son oídos en la misma forma que los
testigos ordinarios, con la salvedad en que ellos no toman juramento. Veremos más
adelante cómo son oídos los testigos ordinarios.3
ellas pueden tener por objeto todos los hechos y actos de tal naturaleza que esclarezcan al
tribunal sobre la moralidad y los antecedentes del acusado.1
Lectura de piezas
El artículo 232 prevé que se le puede dar lectura a piezas nuevas que no estuvieran
en el expediente. Todo esto en virtud de su poder discrecional y sólo deben ser
consideradas las lecturas de estos documentos como simples datos. Igual como puede
autorizar la lectura, la puede rechazar.-
Las personas que pueden ser oídas en virtud del artículo 233 son todas aquellas que,
por cualquier causa se pueden deponer bajo la fe del juramento. Por lo tanto, la
jurisprudencia, tanto francesa como dominicana, está de acuerdo en afirmar que : “Todo
testigo citado y regularmente notificado al acusado debe ser oído bajo la fe del juramento2.
El presidente del Tribunal “no puede, a pena de nulidad, oírlos, en virtud de su poder
discrecional a título de simples informantes cuando son idóneos y no se encuentran bajo
ningún caso de incapacidad absoluta o relativa prevista en la ley”3
“Los testigos que una de las partes se oponga a que sean oídos por no aparecer en la
lista de testigos pueden serlo por el poder discrecional del juez en la forma de simples
informantes4.
Los parientes y los afines que enuncia el artículo 254 pueden ser oídos en virtud del
poder discrecional, a título de informantes. Sin embargo, esta posición no es sostenida por
todos los autores. Por otra parte, “la parte civil puede ser oída a título de informante5.
2 Idem.
10) SCJ 17 de Marzo 1933. B.J. 272. P. 8
3 Cass. 30 juin. 1831. B.N.148
4 Cass. 29 dec. 1904. B.N. 555
5 Cass.24nov. 1876. B:N: 228
Otras lecturas
1 Cass. 25 fevr.1893.B:N: 55
2 Castillo.Pellerano y Herrera.Ob.cit. p. 298.
3 Cass. 4 dec. 1862, B:N: 262.
4 LePoittvin. G. Ob. Cit. P. 15
5 Idem.
El artículo 241 del Código de Procedimiento Criminal no nos dice en qué forma
deberá ser hecha esta exposición y tampoco impone límite al fiscal para el examen y la
discusión de los cargos y la acusación. La jurisprudencia francesa se ha manifestado en el
sentido de dejar a la conciencia del magistrado fiscal delimitar su exposición1
1 .-
Lista de testigos
El artículo 241 del Código en cuestión consagra la regla de que los testigos pueden ser
producidos por todas las partes, o sea, tanto por el Ministerio Público, por el acusado, como
por la parte civil constituida. Contrario a lo que sucede ante la jurisdicción de instrucción,
en las jurisdicciones de juicio el procedimiento es acusatorio, lo que permite que las partes
puedan producir sus pruebas y entre ellas sus testigos. “Ante todas las jurisdicciones las
1 Le PottevinG. Cit. P. 17
2 Cass. 4 Mars 1866. B. 63 y Dalloz. C.I. Cr. Art.315. p.610
3 Cass. 8 Jun.1850. D:P: 50. I. 173
4 Crim. 2 Sept.1870.Bull. Crim. N. 167.
Generalidades
El artículo 242 debe ser estudiad conjuntamente con el artículo 16 de la ley 1014
de 1935. Estos artículos exigen una formalidad, que es la notificación de la lista de los
Este artículo expresamente especifica las menciones que debe contener la lista
notificada: nombre, profesión y residencia. Estas son las únicas menciones que debe
contener el acta notificada. Por ejemplo, se ha decidido en Francia que “la edad no es
exigida33.
Las menciones exigidas por este artículo deben ser exactas, pero no están prescritas
a pena de nulidad, siempre y cuando la persona de quien se trate pueda ser identificada sin
duda alguna aún con el error.-
otras partes11 . De ahí que, ahora existen dos plazos diferentes para notificar la lista de
testigos: a) Uno de tres días, por lo menos, para el Procurador Fiscal y la parte civil
notificar al acusado la lista de testigos que piensa hacer oír. Y, b) otro de veinticuatro horas,
por lo menos, para el acusado notificar la lista de testigos al Procurador Fiscal. No es
necesario, como dijimos anteriormente, la notificación del acusado a la parte civil de la lista
de testigos.-
En segundo lugar, “ que pese a que el repetido artículo 16 dice que la lista de
testigos debe ser notificada en un plazo antes de la causa, es preciso entender que el
legislador no ha querido modificar el artículo 242 en cuanto dispone que la notificación
tenga lugar antes de la audición2 2 . Esto así porque de ser de otra manera “no se
compadecería con la posibilidad de aplazar el conocimiento de la causa. Dicho en otros
términos, el artículo 16 parece dictado teniendo en cuenta el principio de la continuidad de
los debates latus sensus que, como veremos, ha sido descartado en nuestro sistema procesal
penal33 .-
Según lo que dispone el artículo 243 del estudiado Código, este derecho de
oposición sólo pertenece al ministerio público y al acusado. La parte civil no podrá
oponerse jamás a la audición de un testigo porque el derecho de oposición es una
Interpelación al acusado.
Según lo que expresa el artículo 244 del Código de Procedimiento Criminal si los
testigos o algunos de ellos no comparecen, el juez o presidente de la Corte de Apelación
debe preguntarle al acusado si desea que a pesar de ello se continúe conociendo de la causa.
Si la respuesta es afirmativa, se debe seguir conociendo de la causa. Pero si contesta
negativamente, si nos rigiéramos por el artículo 244, el juez o el presidente estarían en la
obligación de reenviar el conocimiento de la causa para una nueva fecha a fin de citar
nueva vez a los testigos. Sin embargo, el artículo 244 del Código de Procedimiento
Criminal ha sido modificado por el artículo 16 de la ley 1014. La jurisprudencia ha
decidido que: “al quedar abandonado a la apreciación del tribunal el proceder o no a la
continuación de la causa cuando alguno de los testigos no comparece, sin que haya que
interpelar al respecto al acusado, se deroga y sustituye el antiguo sistema del artículo 244
del Código de Procedimiento Criminal, según el cual la continuación de la causa sin que
fueran oídos los testigos no comparecientes, no podía efectuarse sin la previa anuencia del
acusado3 3.
El artículo 16 de la ley 1014ha hecho facultativo el envío de la causa “en caso de
que la declaración de un testigo fuera considerada indispensable a juicio del tribunal4 4 . Por
otra parte , la Suprema Corte de Justicia había dicho que: “si bien es cierto que el juez de la
jurisdicción correccional tiene derecho, en ciertos casos, de apreciar soberanamente si la
causa se encuentra suficientemente substanciada , y en consecuencia, negar o acordar una
petición de transferimiento de la misma para otra audiencia, ellos es de otro modo, sin
embargo, cuando, por ejemplo, dicha petición es hecha por el Ministerio Público, con el fin
de establecer la prueba del delito cometido por el prevenido, para la cual era necesaria la
presencia de los testigos de la causa11.
Sin embargo, si hacemos un análisis profundo de la parte in fine del primer párrafo
articulo 16 de la ley 1014, que dice, “salvo el caso en que la declaración de alguno de ellos
fuese considerada indispensable a juicio del tribunal....”, debemos concluir que el tribunal
podrá ordenar el envío de la causa in limine litis y por el simple señalamiento de una de las
partes de que tal o cual testigo no se ha presentado y que su declaración resulta importante,
ya que en este momento el tribunal no tiene suficientes elementos para hacerse juicio de lo
indispensable o no de dicha declaración. El poder discrecional acordado por el artículo 16
de la ley 1014 al juez, a pesar de ser amplio, queda limitado a que el tribunal primeramente
pondere ciertos elementos (escuche algunos testigos, etc.); en fin, que se sustancien lo
suficiente como para haberse formado un juicio sobre la necesidad de la audición del
testigo ausente.-
Audición de testigos
1 Le Poitten. G. Ob. Cit. P. 24. Y Dalloz. C.I. Cr. Art. 316. P. 618
2 Crim. 27 nov. 1974. B. 353
3 Crim. 28 de fevr. 1946. B. 7
4 Crim. 12de Oct. 1972. B. 285
5 Crim. 18 de mars. 1895 B. 94
6 Crim. 29juill 1869. B. 182
7 Bouzart. Pierre et Pinatel. Jean. Ob. Cit. P. No. 1249
8 Idem.
Juramento
El artículo 246 exige de manera expresa que, antes de declarar, los testigos presten
el juramento que prescribe la ley. “Esta formalidad es de orden público1
1.
Esta obligación de prestar el juramento “se aplica a todos los testigos idóneos, sin
excepción, a los testigos a cargo, como a los de descargo2
2 .-
La omisión del juramento es una causa de nulidad por ser éste una formalidad
sustancial del procedimiento3 3 .-
Negativa a prestarlo
Audición de testigos
Cuando cada testigo se presente al tribunal “el presidente le preguntará sus nombres,
edad, profesión, domicilio y residencia; si conocía al acusado antes del hecho mencionado
en el acta de acusación11 , además de su relación con el o los acusados.-
Esta interpelación, ¿debe preceder o seguir al juramento?. Es más práctico que ella
le preceda, aunque el artículo 246 del Código de Procedimiento Criminal consagre primero
el Juramento, y sea después en este artículo 247 del mismo Código, que se hable de estas
interpelaciones. A este respecto la jurisprudencia del país de origen de nuestra legislación
ha decidido que “ importa poco que la interpelación preceda o siga al juramento2 2 . No
obstante nos adherimos a que estas interpelaciones deben ser hechas antes de prestar el
juramento.-
Las interpelaciones a que se refiere este artículo tienen por objeto poner al Tribunal
en facultad de determinar si el testimonio es admisible y de esa manera dar a las partes la
oportunidad de determinar si el testigo se puede tachar o no, según lo que veremos más
adelante.-
Esta formalidad, prescrita en la primera parte del artículo 247 del Código de
Procedimiento Criminal, no tiene el carácter de sustancial1 1 .- En otras palabras, las
interpelaciones no están prescritas a pena de nulidad.-
Declaración oral
Principio
“Todo testigo debe declarar a viva voz en la audiencia y debe hacer esta
declaración, sin poder leer una declaración preparada anteriormente ni ayudarse en notas22.
Por tanto “.....en esta fase del proceso el principio que domina es el de la oralidad, que
prima sobre el poder discrecional del juez3
3 .-
El principio de oralidad, quiere decir que todas las declaraciones de los testigos
deben ser hechas de manera oral. La oralidad es uno de los principios que rigen nuestro
sistema de Derecho Procesal Penal y aquí, en este artículo, tiene una cabal aplicación.-
Excepciones
Por otra parte, “un perito llamado como testigo para dar explicaciones sobre los
hechos constatados en un reporte escrito, puede hacer uso, sin que haya nulidad, de las
notas relativas a la confesión de su reporte11 .-
Por otro lado si el testigo es sordomudo o ha sufrido un accidente que no le permite
hablar, la declaración se hará por señas que son traducidas por un intérprete, según veremos
más adelante.-
Además, “si un testigo que no ha sido oído en instrucción, pese a haber sido
regularmente citado comparece, los datos que él proporcione por escrito carecen de valor
probatorio22 .-
presidente. Sin embargo, “ es para él (el Juez) una simple facultad, pues este artículo no
ordena, a pena de nulidad, que el presidente haga tomar nota por el secretario y estas
disposiciones no son sustanciales1
1 .-
Pregunta al testigo
“invitar al testigo a limitarse en sus declaraciones a los hechos realmente útiles a conocer1
1.
En definitiva, “la disposición que prohibe interrumpir al testigo en su declaración no está
prescrita a pena de nulidad2 2 .-
Este derecho pertenece al presidente, por disposición expresa del artículo 250.
Igualmente el acusado o su defensor, a los jueces, al fiscal a la parte civil”3
3 .-
Vamos a estudiar por separado las personas que pueden hacer preguntas de manera
directa y aquellas que pueden hacerlas pero por medio del presidente.-
Las personas que tienen derecho a formular preguntas no ejercen este derecho de la
misma manera. “Los jueces y el ministerio público lo ejercen directamente. Ellos le
formulas las preguntas al testigo ellos mismos, sin estar obligados a recurrir a la
intermediación del presidente44 . Pero, aunque estas personas están investidas de la facultad
de formular preguntas directamente, “deben solicitarles la palabra al presidente, pero esta es
una simple medida de orden5 5 .-
En resumen, esta facultad de preguntar directamente sólo pertenece al Ministerio
Público y a los demás jueces de la Corte de Apelación, si el asunto se está conociendo en
este grado.
Las partes, a excepción del Ministerio Público, deberán hacer sus preguntas por
conducto del presidente del tribunal. “Es lo que se llama el interrogatorio indirecto: la tabla
de salvación de los testigos mentirosos6
6 . Esta facultas de interrogar indirectamente, aunque
la ley no lo diga, “es obvio que ese derecho pertenece también a la persona civilmente
responsable77 .-
El sistema del interrogatorio indirecto se hace más o menos como sigue: “Favor de
preguntarle, honorable magistrado”, y luego se formula la pregunta deseada. Luego, el juez
repite la pregunta, pero puede modificarla si quiere. “Y así durante horas muertas en un
círculo vicioso donde la defensa va tras la caza de un desliz del testigo de la acusación1
1 . En
esta contienda la parte acusadora, Ministerio Público, lleva ventajas pues esta puede
interrogar de manera directa.-
“Si el Juez interrumpe el abogado en el interrogatorio de un testigo, pero después le
ofrece la oportunidad de continuar, no se produce un rompimiento de la igualdad que debe
primar entre las partes.22 .-
“La defensa puede hacer luego de cada declaración no solamente las preguntas, sino
observaciones que tengan por objeto apreciar el sentido y el alcance del testimonio3
3 .-
“Los testigos pueden deponer y, por tanto, pueden ser interpelado sobre hechos que
no tratan directamente la acusación, sino que son de naturaleza para aclarar la moralidad
del acusado4 4 .-
Cuando la pregunta formulada presente un interés para la acusación o para la
defensa, no deberá ponerse ninguna restricción al derecho de hacerla.-
No obstante, el derecho a hacer preguntas puede encontrar restricciones , ya que
“No hay lugar a hacer preguntas a los testigos sobre puntos completamente extraños a la
causa, y que no tengan por objeto establecer la moralidad del acusado55 .-
Las observaciones que puede hacer el defensor en virtud del artículo 250 son tanto
contra el testimonio como contra el testigo.-
Este artículo 251 del Código de Procedimiento Criminal dispone que luego que el
testigo haya declarado permanezca en el auditorio y no se retire hasta la conclusión de los
debates. Los testigos deben quedarse en la sala de audiencia. “ a fin de que, si en el curso de
la misma, se hace necesario oírlos de nuevo, confrontarlos con otros testigos o con el
acusado, se les puede llamar otra vez6
6 .-
No obstante, si el presidente estima que la presencia de un testigo es innecesaria,
puede, a pesar de lo que expresa este artículo, autorizarlo a retirarse y cuando las partes lo
consientan. Esto se deduce de lo que la jurisprudencia francesa ha decidido en estas dos
sentencias: “Estas disposiciones no son esenciales al procedimiento y el presidente puede
permitir a los testigos retirarse1 1 ; y, “Aunque las partes no sean consultadas, si ellas no
formulan ninguna reclamación: su silencio en ese caso es considerado como una
aquiescencia táctica22 .-
Pero, si hay protesta de las partes, ¿ puede el presidente del tribunal pasarla por
alto?. La jurisprudencia, ni francesa ni dominicana, ha decidido claramente nada sobre el
asunto. Sin embargo, la jurisprudencia anteriormente citada parece reconocer de forma
implícita la posibilidad de que las partes puedan reclamar que los testigos se queden3 3.
Actuar de manera contraria sería muy peligroso. ¿Qué pasará si en el curso de la audiencia
una de las partes solicitara la reaudición de un testigo?
La jurisprudencia francesa ha dicho: “ si los testigos dejan la sala de audiencias sin
estar autorizados, ellos cometen una falta grave, pero que no está prescrita a pena de
nulidad44 .-
Este artículo nos deja dicho que “Los testigos producidos por el acusado serán
oídos después de las declaraciones de los presentados por el Fiscal, por la parte civil, pero
como las disposiciones indicadas no mandan que dicho orden sea observado a pena de
nulidad el presidente del tribunal puede modificarlo55 ; o sea, que los testigos a descargo
deben, según este artículo, ser oídos después de todos los demás testigos. Sin embargo, las
disposiciones de este artículo son solamente una medida de administración que el
presidente puede variar cuando le parezca útil6
6 .-
Como sabemos, los testigos deben ser citados por actos de alguacil y sus nombres
deben ser notificados conforme al artículo 242 del Código de Procedimiento Criminal. Así,
cada parte debe hacer citar a sus expensas los testigos que se proponga oír7 7 .-
Precisando nuevamente lo que habíamos dicho al momento del estudio del artículo
241, reiteramos que cada parte envuelta en el proceso aportaría y haría citar sus testigos.-
Este artículo 253 nos aclara en el sentido de que los gastos de las citaciones hechas a
requerimiento del acusado corren por su cuenta. Dos cosas debemos precisar: primero, que
cuando este artículo emplea la palabra petición debe entenderse requerimiento; y ,
segundo, que el deber que le impone el artículo 253 al acusado debe ser acordado
igualmente a la parte civil y al tercero civilmente responsable.-
En cuanto al Ministerio Público, se sabe que ordena sus citaciones y que ellas no
generan ningún gasto. Precisamente por esto es que se acostumbra que los inculpados sin
recursos económicos soliciten el Fiscal que haga citar los testigos que juzgan útil a su
defensa. “El ministerio público no está obligado a hacer citar los testigos que el acusado le
indique...1
1 . Aunque el artículo 253 establece la posibilidad de que el fiscal haga citar los
testigos que el acusado indique, el mismo le da la facultad a dicho Magistrado de hacerlo o
no.-
Pero en caso de que el Fiscal se niegue a citar los testigos así solicitados por el
inculpado, éste tiene derecho de “...citar, él mismo, a todos aquellos testigos cuya
deposición le parezca útil a su defensa2 2 . en igual sentido, “el acusado hace citar a su
requerimiento los testigos que él juzgue útil para su defensa3
3 .-
Generalidades
“En principio, toda persona que tenga cierto grado de discernimiento puede actuar
como testigo, sea bajo la prestación de juramento sea sin prestarlo en los casos en que esto
último está permitido o prescrito, pues la capacidad se presume y debe darse por
establecida a menos que haya sido controvertida4 4 .-
Pero, “ como excepciones a la regla, debido a diversas circunstancias, algunas
personas no pueden ser consideradas como testigos, estrictamente hablando5 5 . esto así
porque no les es permitido declarar bajo la fe del juramento. Sin embargo, “es posible
considerarlos como tales en sentido amplio porque pueden ser oídos como informantes6 6 .-
El artículo 254 del Código de Procedimiento Criminal prevé que no pueden ser
oídos como testigos, o sea, como testigos en sentido estricto “el padre o la madre, los
abuelos, los hijos y otros descendientes. Los hermanos y los cuñados, ni tampoco el esposo
o esposa aún después del divorcio7 7 . La jurisprudencia ha decidido que: “La enunciación es
limitativa, por lo cual la prohibición de deponer no alcanza a parientes o aliados en grados
más allá de los indicados8 8 . En el mismo sentido se ha pronunciado la jurisprudencia
francesa, indicando que “no se extenderá la prohibición a los tíos y tías1 1 . tampoco se
extenderá a: “los sobrinos y sobrinas2 2 , a primos y primas. De la misma manera la
prohibición dictada por este artículo solamente se refiere a la audición de la personas
enumeradas por el mismo. “No se pueden extender a las declaraciones de terceras personas
que reporten afirmaciones hechas por los parientes o afines del acusado en grado
prohibido33 . En el mismo sentido, ésta prohibición no se aplica: “ a los domésticos4
4 ni a los
parientes, afines o servidores de la parte civil5
5 .-
Según lo que expresamente dispone el artículo 254 se extrae que los parientes y
afines de uno de los acusados del mismo hecho y comprendidos en la misma acta de
acusación no serán oídos como testigos, en sentido estricto contra los otros acusados6 6 .-
De esto se deduce que para que se pueda aplicar esta disposición es necesario que
se cumplan dos condiciones: 1° Que los coacusados sean sometidos al mismo juicio 2°.
Que estén los acusados presentes. Según la jurisprudencia francesa: “poco importa que los
hechos imputados a cada uno de ellos no sean idénticos7 7 . así pues, el derecho de oponerse
no sólo a la audición de un testigo pariente o afín en grado prohibido con respecto a uno
de los coacusados, le pertenece no sólo a ese acusado, sino a todos los coacusados presente.
Por lo tanto, “habrá nulidad si el tribunal, a pesar de oposición de uno de los coacusados, ha
oído este testigo bajo la fe del juramento8 8 . En efecto, “esta nulidad puede ser invocada no
solamente por el acusado respecto del cual existe el parentesco o la afinidad, sino también
por todos sus coacusados9 9 .-
La afinidad produce los mismos efectos que el parentesco6 6 . El artículo 254 del
Código de Procedimiento Criminal dispone: “No se recibirán las declaraciones de los afines
en los mismos grados”. Por tanto, “son considerados como tachables el yerno y la nuera,
puesto que, en razón de la unión contraída , ellos han entrado en la familia en la cual ellos
son aliados , en el rango de hijos e hijas77 . Así recíprocamente “no pueden ser oídos el
suegro o la suegra contra su yerno o su nuera88 .-
“El hijo que uno de los cónyuges ha tenido de un primer matrimonio es afin del
nuevo cónyuge y, por consecuencia, no puede ser recibido su testimonio sobre la acusación
dirigida contra éste 1 . Igual sucede en el caso opuesto, o sea, el nuevo cónyuge es afín del
hijo que su cónyuge ha tenido en un primer matrimonio, por tanto, no puede recibirse su
testimonio en contra ni a favor de éste. Debemos aclarar que en Francia ha habido
decisiones contrarias a esto último. “Son tachables el cuñado y la cuñada del acusado,
puesto que, por la alianza contraída, ellos han tomado el rango de hermanos y hermanas en
su familia22 . No obstante, “la exclusión no se extiende al marido de la cuñada o a la mujer
del cuñado3 3 . Esto porque ellos serían aliados de los aliados; lo que resulta de la máxima “
affinitas affinitanten non parit.-
Se debe destacar que la afinidad sobrevive al cónyuge que la formaba, por lo tanto,
“ el lazo subsiste aunque esta persona haya muerto sin hijos4 4 .-
El marido o la mujer del acusado no pueden ser oídos como testigos. Pero esta
prohibición no se extiende a las uniones ilegítimas5 5 . De ahí que, “la mujer que vive en
concubinato con un individuo, puede ser oída como testigo en un asunto que concierna a
este último66 .-
La prohibición concerniente al marido o a la mujer subsiste después del divorcio ser
pronunciado. Esto resulta como un efecto de que el divorcio no rompe la afinidad.
Anteriormente, el artículo 254 del Código de Procedimiento Criminal hablaba de esposos
separados de bienes porque en el país no existía el divorcio. Al existir ahora el divorcio,
somos de opinión de que este divorcio no hace desaparecer los vínculos de afinidad para
este caso; por lo cual, el ex esposo o la ex esposa no podrá declarar como testigo contra su
anterior esposo o esposa.-
denunciar las infracciones, aún cuando hayan recibido una recompensa1 1 . O sea, que
necesariamente tienen que ser personas diferentes a las encargadas de velar por el Orden
Público. Sin embargo, estas personas pueden ser oídas como informantes en virtud del
poder discrecional del juez.-
“En principio, la parte civil no puede desempeñar el papel del testigo2 2 . Esta
prohibición se fundamente al igual que las otras prohibiciones, en que se presume que la
parte civil no es imparcial como deberían ser todos los testigos. Esta presunción tiene su
base en que ella es parte en el proceso. No obstante, la jurisprudencia ha manifestado que
“... nada se opone a que una persona que se considere lesionada, aún si ha presentado
querella, declare como testigo cuando todavía no se ha constituido en parte civil, siendo una
práctica admitida la de que declare primero y se constituya después”3
3.
Los menores de dieciocho años no es que son tachables, sino que el testimonio de
ellos se debe hacer conforme a lo establecido por el artículo 236 de la ley 14-94, es decir
por comisión rogatoria al juez de niños, niñas y adolescentes o a quien haga sus veces.
Derecho de oposición
Según lo que expresa el artículo 254 resulta que se puede elevar oposición a la
audición de las personas que menciona este artículo y que analizado anteriormente. Es
decir, las partes se pueden oponer a que estas personas sean oídas como testigos o en el
juicio. Esto lo expresa el artículo citado4.-
1 Idem.
2 S.C.J. 2 nov. 1953.B.J. 520. P 2035 y Dalloz C.I. Cr. Art. 322 p. 656
3 SCJ. 8 marzo de 1968. B.J. 688 p. 581
4 Dalloz C.I. Cr. Art. 322. P. 661
La oposición debe ser espontánea, o sea, debe surgir libremente de la parte que se
oponga a que sea oído un testigo de los mencionados en el presente artículo. En efecto, “el
presidente no está obligado a preguntar al acusado, al efecto de saber si él intenta oponerse
a la audición de ese testigo2.-
¿Cuándo debe ser hecha?. La oposición “no puede ser ejercida si ya el juramento ha
sido prestado y la declaración ha comenzado3 . sin embargo, la jurisprudencia francesa ha
decidido “que la oposición que es hecha después de la prestación de juramento, pero antes
que la declaración haya comenzado , debe ser acogida a pena de nulidad4. Nos parece más
lógico este sistema o esta decisión de la Corte de Casación Francesa, pues es después que
se presta el juramento que esta persona adquiere la calidad de testigo. Además, nos parece
que esa jurisprudencia dominicana citada debe ser interpuesta en el sentido de que no se
podrá hacer la oposición si ya el testigo ha empezado a declarar. Aunque el testigo o el
supuesto testigo ha prestado juramento este es declarado nulo, pero nada impide que la
misma persona sea oída como informante en virtud del poder discrecional del juez5.
Oposiciones tardías
Los jueces de la alzada no están obligados a oír los testigos cuyas declaraciones
prestadas en primera instancia figuran en el expediente2. Tal disposición sólo es aplicable
para la materia correccional , ya que, como se sabe, las declaraciones en materia criminal
no pueden ser consignadas en ningún acta.-
La Corte de Apelación puede formar su convicción en base a la declaración de un
testigo aún cuando ese testigo no hubiera declarado sobre ese punto en primera instancia3.-
El juez o el presidente pueden, de oficio, descartar a los testigos enumerados en este
artículo.
Reiteramos que “la prestación de declaraciones sin oposición de las partes de las
personas indicadas no es una causa de nulidad, y la irregularidad queda cubierta si el medio
correspondiente no es planeado antes de la declaración4. Por tanto, cuando un pariente o
afín de uno de los acusados ha sido oído bajo la fe del juramento, habrá nulidad si una de
las partes se hubiera opuesto a su audición.-
Denunciadores no recompensados.
Todos los testigos presentados por las partes deben, a pena de nulidad, ser oídos si
han sido regularmente citados y notificados, según las prescripciones que a este respecto
establezca la ley, aún cuando no hubieran declarado prescrito anteriormente. Cuando este
artículo emplea la expresión “declarado previamente por escrito”, se refiere a la declaración
dada en instrucción.-
Sin embargo, ¿ qué pasa si las dos formalidades que mencionamos anteriormente no
son cumplidas?. Examinaremos los diferentes casos.
La citación que se le hace al testigo tiene por objeto “hacer conocer al testigo el día
fijado para su comparecencia a la audiencia5. De esta forma, si él comparece sobre una
citación irregularmente hecha y su nombre ha sido regularmente notificado, él se encuentra
ante las partes en la misma situación que si hubiera sido regularmente citado. Esto está
expresamente consagrado en el artículo 256 del Código de Procedimiento Criminal. Por
auto, “todo testigo notificado, aunque él haya sido irregularmente citado, debe, a pena de
nulidad, ser oído bajo la fe del juramento, a menos que todas las partes hayan renunciado a
su audición6.-
1 Idem.
2 Cass. 14 jaun. 1870 B:N: 8.
3 Cass. 30 de avr. 1835. B:N: 19
4 Crim. 16 de mars. 1959. B. 185: 16 déc. B. 562
5 Le Poittevin G. Ob. Cit. P. 89
6 Cass. 4 aout. 1842. B:N: 227
Evidentemente que la persona que comparece en esta situación no debe ser oida bajo la
fe del juramento. Solamente cabe la posibilidad de que sea oída, sin prestar juramento,
como una simple informante en virtud del poder discrecional del Juez. Sin embargo, se ha
decidido “que si ninguna oposición se produce, el testigo ni citado ni notificado podrá
prestar juramento”2.
Según lo que declara el artículo 258 del Código de Procedimiento Criminal es evidente
que los testigos se pueden confrontar entre ellos. No obstante, este artículo, el 257 del
código mencionado, establece que “los testigos no podrán interpelarse entre sí”.
Lo que establece el artículo 258 es que los testigos se pueden confrontar, pero siguiendo
las reglas establecidas para las declaraciones. Así “cuando los testigos son confrontados el
presidente debe velar porque ellos no se interpelen directamente”3. “Toda pregunta debe
ser hecha por órgano del presidente”4.
Esto es así en el interés de asegurar el orden de las discusiones. Sin embargo, “la
disposición del artículo 257 no está prescrita a pena de nulidad”5.
A pesar de que los testigos deben declarar por separado, ellos pueden ser careados, sea
por disposición propia del presidente, sea a petición de cualquiera de las partes, pero debe
tener lugar después que haya declarado separadamente.
Según la doctrina francesa la disposición que se consigna en el artículo 258 del
Código de Procedimiento Criminal “…puede ser pedida por el acusado o por el Ministerio
Público o ser ordenada de oficio por el presidente”6. En efecto , expresa que el artículo
326 (258 nuestro) no extiende este derecho a la parte civil. Sin embargo, la doctrina
nacional representada por Castillo, Pellerano y Herrera considera que podrá
1 Cass 1 déc. 1887. B.N. 408 y Dalloz . C. I.Cr Art. 326 P. 667
2 Le Poittevin. G. Ob. cit. p. 92 y Dalloz. C. I. Cr. art 327. p. 667
3 Cass. 2 Juill. 1841. D. Vo. Temoín N. 544
4 Cass. 25 mars. 1819. D.Vo. Instr. Crim. No. 2249 y Dalloz. C.I.Cr. Art. 327. P.668
5 Cass 13 Juill. 1893. B.N. 192. D.96. 1.505
Las piezas de convicción comprenden todos los objetos previstos por el artículo 35
del Código de Procedimiento Criminal, es decir, “… las armas y todo lo que parezca que
ha servido o ha sido destinado para cometer el crimen o el delito, así como todo lo que
parezca haber sido su resultado”5 . Este artículo añade: “ en fin, de todo aquello que pueda
servir para poner de manifiesto la verdad”6
La ley no determina en momento exacto en que deben ser presentadas las piezas de
convicción al acusado y a los testigos”1. Por lo cual, “ el presidente apreciará en cuál
momento esta formalidad será más útil cumplirla”2 . Sin embargo, se debe respetar una
regla y es que “ a los testigos no se les expondrán las piezas de convicción antes de prestar
juramento”3.
Sanciones a la presentación
este caso, el presidente está obligado a obtemperar a la demanda del acusado”1 De todo
esto concluimos que la presentación de las piezas de convicción no es una formalidad
sustancial capaz de viciar el proceso de nulidad, a menos, que una de las partes lo haya
solicitado por medio de conclusiones.
El artículo 262 del Código de Procedimiento Criminal ha sido instruido con el fin de
proteger la buena marcha de la justicia de los falsos testimonios. Así, este artículo, el cual
fue reformado por la ley 5005 del 28 de junio de 1911, dispone que “ si en el curso de los
debates la declaración de un testigo pareciera falsa…”. Es decir, que es solamente
necesario que la declaración pareciere falsa para proceder de acuerdo a las disposiciones de
este artículo.
Modo de proceder
Generalidades
perjuro. Sin embargo, el Tribunal no está obligado por el pedimento que haya hecho una de
las partes de que se reenvíe la causa hasta la decisión del Juez de Instrucción.
La jurisprudencia francesa opina que “ si el presidente (o el juez) cree que debe usar el
derecho que le confiere el artículo 262, él no está obligado a hacerlo al instante mismo en
que el testigo concluye su declaración: él procede a esta medida en el momento que él
aprecie útil”1.
Las disposiciones del artículo 262 del Código de Procedimiento Criminal se aplican
exclusivamente a los testigos que hayan declarado bajo la fe del juramento. Es decir, que
no se aplican a los simples informantes oídos en virtud del poder discrecional del Juez. Por
otra parte, tampoco caerían en el ámbito de aplicación de este artículo los acusados
interrogados ante el tribunal, porque no están obligados a prestar juramento.
Nombramiento de un intérprete
El artículo 263 del Código de Procedimiento Criminal especifica que un intérprete será
nombrado de oficio en el caso de que el acusado, los testigos o alguno de ellos, no hablasen
la misma lengua o el mismo idioma. En efecto, “el artículo 263 no es limitativo, y el
principio que él enuncia se extiende a todos los casos donde la asistencia de un intérprete es
útil”2. La jurisprudencia francesa establece que es útil el nombramiento de un intérprete
“cuando el lenguaje de un testigo no se entiende, aunque no hable una lengua diferente”3.
Además “cuando un testigo, en razón de su avanzada edad, no hable ni oiga claramente”4.
Es indiferente que lo que hable el testigo sea un idioma o un dialecto. En todo caso,
debe nombrársele un intérprete. También, “ la calidad de extranjero no implica, por ella
misma, la necesidad de un intérprete”5. porque esta persona podría hablar español aún
siendo extranjero.
Número de intérpretes
Aunque el artículo 263 hable de “ un intérprete”, esto no puede restringir los poderes
del juez o del presidente de la Corte de Apelación, en cuanto al número de intérprete a
designar. Esta posición tiene una acogida unánime en la doctrina francesa. De esta
manera. “ si hay varios acusados y éstos hablan idiomas diferentes, debe nombrarse más
de un intérprete”3. Considerar lo contrario sería ilógico, pues se requeriría de un super
intérprete de no ser posible nombrar más de uno. No obstante, entendemos que lo más
conveniente sería encontrar un intérprete que domine los idiomas en cuestión, pero si no,
entonces deben nombrarse más de uno.
Condiciones
La única condición que exige el artículo 263 del Código de Procedimiento Criminal
para que una persona pueda ser nombrada intérprete es la edad, además de las causas de
incompatibilidad que enuncia el mismo artículo6
Se puede nombrar toda persona, bajo la condición de prestar el juramento
profesional, que tenga más de veintiún años. Sin embargo, “ para conformarse a las
disposiciones legales vigentes relativas tanto a la mayoridad política como a la civil, y por
estar tal cosa en el espíritu de la ley, nos parece que en la actualidad basta con que tenga
dieciocho años cumplidos”1
Causas de incompatibilidad
El texto objeto de estudio nos expresa que “ el presidente nombrará de oficio, bajo
pena de nulidad, un intérprete…; y le hará bajo la misma pena, prestar juramento…”5
Como podemos observar, este juramento es sustancial y su omisión entrañaría la nulidad.
Por tanto “ el intérprete no puede cumplir ningún acto de su misión antes de haber prestado
juramento”6
Según nos dice el artículo 263: “… prestar juramento de traducir fielmente los discursos
que hubieren de transmitirse a los que hablan lengua diferente”. De acuerdo a la opinión de
la jurisprudencia francesa, “ esta fórmula no es sacramental; no es indispensable
reproducirla exactamente. Es suficiente que la fórmula empleada reproduzca el mismo
sentido.1
El intérprete debe traducir al acusado todo lo que pueda tener un interés para su
defensa y que no será exactamente conocido por otro medio2. Por lo tanto, no será
necesario traducirle: “ La exposición de su abogado o defensor”3. Pero es necesario
traducirle: “las preguntas hechas a los demás acusados, la declaración de los testigos, el
relato de la parte civil, lo que digan los peritos4 . En fin, todo lo que pueda interesarle para
su defensa. Asimismo, la jurisprudencia francesa ha dicho que “ se aplica principalmente a
las partes de los debates donde el acusado no puede ser suplido por el abogado del cual s
asistido.5
Designación de un intérprete
Como el artículo 264 sólo se refiere al caso en que el sordomudo no sabe escribir, hay
que concluir que no habrá necesidad de designarle un intérprete y hay que hacerle a pena de
nulidad, las comunicaciones exigidas por este artículo1
La jurisprudencia francesa nos da varios casos que se pueden presentar al respecto:
• Si es mudo y no sordo, las preguntas les serán leídas y él escribirá las respuestas3
Recusación
Según la doctrina, el intérprete nombrado en virtud del artículo 264 puede ser recusado.
El artículo 263, en este sentido, es aplicable.
1 Cass 22 de sept. 1864 B.N. 236. D. 66. 5. 264: citada por G. Le poittevin. Ob. Cit . P. 119.
2 Cass 23 déc. 1824 B.N. 196. S. et. P. chr..D. V Instr. Crim. N. 2379. Idem
3 Cass 24 avr. 1896 B.N 142. Idem.
4 Dalloz. C. I. Cr. Art. 333. P. 687.
5 Dalloz . Repertoire. Ob. Cit. P. 230.
6 Cass. 4 mars. 1909. Bull. Crim. 147: 30 oct. 1909. Bull Crim N. 492: citadas por Dalloz. Ob. Cit. T.
11.P.225.
7 Cass. 3 mail 1834. S. 36.i.779.No.2218-2.
8 Para ampliar ver Dalloz. C.I. Cr. Art. 335 P. 688 y sigts.
El testigo que no satisface la citación que se le haga en virtud del artículo 229 del
Código de Procedimiento Criminal podrá ser condenado de acuerdo a lo establecido por el
artículo 80 del mismo Código, que expresa: “ Toda persona citada para prestar declaración
está obligada a comparecer y a satisfacer a la citación; de lo contrario, podrá ser compelida
a ello por el Juez de Instrucción que, a efecto, después de oír al fiscal, sin más formalidad
ni plazo y sin apelación, impondrá una multa que no excederá de veinte pesos y podrá
ordenar que la persona citada sea compelida por apremio coroporal a que comparezca a
prestar declaración”1
Sin embargo, el testigo podrá librarse de la pena impuesta ejerciendo la oposición en
el plazo acordado y demostrando al tribunal una causa legítima de su no comparecencia o
podrá solicitar que se le reduzca el monto de la multa.
El Presidente del Tribunal, a nuestro entender, tendrá los más amplios poderes para
ponderar la legitimidad de la excusa y suprimir las condenaciones dictadas en virtud del
artículo 80 del Código de Procedimiento Criminal.
Introducción
Con frecuencia resulta difícil probar el hecho mismo que se desea establecer,
mientras que se estaría en condiciones de probar una situación de la cual podría deducirse
la existencia del hecho por probar: La existencia de un hecho conocido permite deducir un
hecho desconocido que se intenta demostrar.
Así la prueba se desplaza; la presunción es un desplazamiento de la prueba, la
presunción consiste, entonces, en deducir de un hecho conocido la existencia de un
hecho desconocido que se intenta probar.
Definiciones
El artículo 1349 del Código Civil define las presunciones como “Las consecuencias
que la ley o el Magistrado deduce de un hecho conocido a uno desconocido”. De la simple
lectura del texto citado se revela que existen dos tipos de presunciones, las presunciones
legales y las presunciones del hombre; en efecto, unas veces es el hombre, o sea el
Magistrado quien deduce de un hecho conocido consecuencias respecto a un hecho
desconocido, y otras veces es la ley la que hace esas deducciones.
Algunos autores, como François Gorphe, en su obra “La Apreciación Judicial De las
Pruebas” consideran que esa definición dada por el Código Civil es muy amplia, y cita el
Vocabulaire de Philosophie, el cual define la presunción, como: “El razonamiento por el
que se formula, en materia de hechos, una conclusión probable, aunque incierta”. Por su
parte Mittermaier asimila los indicios y las presunciones y a ese respecto dice: “La prueba
artificial se establece por medio de las consecuencias que sucesivamente se deducen de los
hechos: los indicios o las presunciones son los medios de hacerla funcionar. Un indicio es
un hecho que está en relación tan intima con otro hecho, que un Juez llega del uno al otro
por medio de una conclusión muy natural”.
René y Pierre Garraud, en su obra Traté d´Instruction Criminelle et de Procédure
Pénale, al referirse a la prueba por presunciones o indicios sostiene que “la misma consiste
en recoger e interpretar todos los hechos o circunstancias que puedan llevar al
descubrimiento de la verdad”.
De todo lo expresado resulta que este medio de prueba, hasta el momento, no tiene
una denominación precisa, así los civilistas hablan de presunciones, los penalistas de
indicios y otros juristas de circunstancias, de allí surgen los términos de prueba por
presunciones o presuntiva, prueba indiciaria o prueba circunstancial.
Generalidades
Por otra parte los autores Castillo Pellerano y Herrera en su obra Derecho
Procesal Penal, han clasificado las presunciones o indicios de diferentes maneras,
usando para ello diversos criterios a saber:
a) La división según su origen. Partiendo de este criterio, las presunciones son legales
o de hecho, la primeras en realidad constituyen una dispensa de prueba en
provecho de quienes están establecidas, tal como la presunción de acuerdo con la
cual se reputan del marido todos los hijos nacidos de la mujer dentro del
matrimonio, las segundas, llamadas también indicios constituyen los verdaderos
modos de pruebas y son las que resultan de los hechos mismos.
f) Las presunciones Legales. Se admite sin discusión que son absolutas y por tanto
inatacables, las presunciones establecidas en un texto legal que califican la
naturaleza de un hecho o afirman su existencia, como sucede con la presunción de
complicidad que pesa sobre los que a sabiendas hubieren ocultado en su totalidad
o en parte cosas robadas, hurtadas, sustraídas o adquiridas por medio del crimen
o el delito, según señala el artículo 62 del Código Penal, pero se admite
generalmente que “...las presunciones legales son susceptibles de prueba contraria,
cuando de la naturaleza misma de un acto, las cuestiones de intención constituyen
en efecto, el objeto concluyen (sic) a la intención criminal que ha dictado este acto
las cuestiones de intención constituyen en efecto el objeto de una apreciación
soberana, puesto que ellas dependen de elementos múltiples cuyo valor es
imposible medir de antemano”.
El rasgo distintivo de los indicios consiste en que mientras las presunciones legales
dan por establecido un hecho de la prueba del cual dispensa a quien la invoca, las simples
tienen por finalidad complementar o robustecer un a prueba o suplir la falta de la misma.
Sabido es que siempre que se hable de indicios el hecho que atrae sobre una
persona la atención del juez sirve de base, de punto de partida al indicio; pero para
que de él resulte un estado de sospecha real, es preciso descubrir toda una serie de
circunstancias accesorias, cuyas coincidencias vienen a fijar la convicción del
magistrado; y esto es lo que la ley misma ha reconocido por la definición que da de los
indicios.
Francois Gorphe, en su obra citada, sostiene que, una vez obtenidos y verificados los
indicios, resta interpretarlos para atribuirles su sentido y alcance. Esta es la tarea esencial que
resulta delicada en mayor o menor medida.
Cuando cada uno de los indicios reúne las condiciones para ser considerados como
tales, el Juez saca de ellos, con toda seguridad, las conclusiones que dan lugar a la
formación de su intima convicción.
En lo que respecta al número, el único principio que puede sentarse es que debe haber
concurso de varios indicios.
un mismo objeto, cuya averiguación trata de hacerse, y que cada uno de ellos designe al
mismo inculpado. Existe también este concurso cuando se completan y esclarecen uno por
otro, y principalmente cuando constituyen una semejanza tal, que sea imposible admitir que
en el curso ordinario de las cosas, otra persona y no el acusado haya podido cometer el
delito.
Por último el Juez tiene que contrapesar cada uno de los indicios con los indicios y
presunciones contrarias; en este caso no debe perder de vista las explicaciones que el
acusado suministra para su defensa acerca de las relaciones entre el indicio y su persona, y
además las condiciones de hecho y de la moralidad particulares que permiten o impiden
suponerle capaz de cometer el crimen que se le imputa.
Este requisito es, precisamente el más relevante, ya que de nada serviría una diversidad
de indicios si estos no confluyeran en una idéntica conclusión, puesto que lo contrario haría
devenir la exigencia de pluralidad de hechos base en una mera condición numérica sin
interés alguno.
La prueba indiciaria, pués, requiere de un proceso deductivo que aune el indicio al hecho
que se necesita probar, pero de tal modo que siempre la relación entre el indicio y el
resultado sea directa, esto es, que el enlace entre ambos elementos de la presunción sea
preciso y directo, y que la conclusión así obtenida sea fruto de una deducción, no mera
suposición, o lo que es lo mismo que la inferencia sea correcta y no arbitraria y el
mencionado enlace racional, coherente y sujeto a las reglas de la lógica y la experiencia.
Esta serie de requisitos son, precisamente, los que vienen a diferenciar la prueba indiciaria
de las simples conjeturas o meras sospechas, lo que la cualifican como prueba susceptible
de fundar una sentencia condenatoria.
EL PERITAJE
Generalidades
De lo dicho más arriba, podemos afirmar que el peritaje puede ser ordenado por: a)
toda autoridad judicial con capacidad para proceder en caso de flagrante delito o en caso de
instrucción preparatoria en materia criminal; b) por la jurisdicción de juicio en materia
criminal, correccional o de simple policía
Por otro lado, ante la jurisdicción de juicio el derecho de ordenar un peritaje entra
dentro de los poderes conferidos al presidente del tribunal por los artículos 232 y 233 del
Código de Procedimiento Criminal. En este sentido se ha establecido de manera
jurisprudencial que en materia penal la designación de los peritos corresponde
exclusivamente a los jueces que tienen la misión de instruir y juzgar la causa, sin que el
inculpado tenga el derecho de controlar de ningún modo la elección hecha por los jueces.2
Cuando un experto ha sido designado, sea por el Procurador Fiscal en caso de delito
flagrante, sea por el Juez de Instrucción o la Cámara de Calificación, sea por el Presidente
del Tribunal de juicio debe prestar el juramento previsto en el articulo 44 del Código de
Procedimiento Criminal de “ proceder al examen y dar su relación según su honor y su
conciencia”. Debemos poner de manifiesto que la formula contenida en el texto legal mas
arriba indicado, a diferencia de la prescrita para los testigos por los artículos 75, 155 y 246
del mismo Código, no es sacramental en la medida que la jurisprudencia ha considerado
que “ los médicos, inspectores sanitarios, cuando actúan como médicos legistas o como
peritos a requerimiento de las autoridades competentes, deben prestar el juramento del
perito, pero basta para la validez de su actuación que de algún modo conste en los autos que
han prestado, antes de actuar, el juramento legal, para que quede cumplido el voto del
articulo 44 del Código de Procedimiento Criminal, ya que el juramento no debe prestarse
mediante una formula sacramental3.
Informe Pericial
1 Pellerano G., Juan Ml et al, Derecho Procesal Penal, TII. 3ra Ed. 1999, p.54
2 Sup. Corte, Dic. 1957, Bol. Jud. 569. pag.2635
3 Herera Billini, Hipolito. Lecciones de Procedimiento Criminal. El sótano, Santo Domingo, 1988. p.92
Por otro lado, el informe redactado deberá ser entregado por el perito al magistrado
que le comisiono. Si son varios los peritos ellos gozan de la facultad de entregar un informe
común o separado.
El maestro Herrera Billini ofrece a los peritos el seguir los siguientes consejos:
b) El informe será completo, es decir, que debe contener el detalle de todas las
verificaciones hechas, y de todo lo que el perito haya visto y observado, de
manera que las personas interesadas estén en condiciones de discutirlo;
c) El informe deberá ser motivado porque la opinión del perito es una especie
de sentencia1
Puede acontecer que el perito sea llamado a audiencia para que pueda pronunciarse
de manera oral respecto de las operaciones que ha llevado a cabo. Ante esta hipótesis
cabria preguntarse si debe prestar juramento de nuevo para proceder a ofrecer sus
declaraciones orales.
La apreciación judicial del peritaje debe ser realizada por parte del juez desde dos
puntos de vista distintos: en primer lugar debe verificar si las formalidades prescritas por la
ley respecto del modo en que debe llevarse a cabo el peritaje han sido cumplidas; en
segundo lugar el juez apoderado debe examinar el contenido del examen para verificar y
comprobar su coordinación lógica y científica, y para ver si los motivos y razones son
suficientes. En este sentido, el legislador no le ha dictado normas al juez respecto del modo
en que debe formar su convicción en cuanto a la pericia que se le ha sometido a examen.
Sin embargo, resulta forzoso concluir que la aceptación o rechazo del peritaje debe
encontrase debidamente fundamentado de manera que no haya espacio para la
arbitrariedad.
Sin embargo, si bien es cierto que los jueces deben dictar sus fallos conforme la
impresión que los medios de prueba ofrecidos hayan causado en su espíritu no menos cierto
es que tal poder no es ilimitado y arbitrario es decir, que los tribunales no tienen el poder
de rechazar un informe pericial sin ofrecer la debida fundamentación sobre su proceder. Lo
cierto es que el juez, se encuentra en la obligación ineludible de ofrecer los motivos que
han hecho que se forme su criterio sea aceptando el peritaje sea desestimando su fuerza
probante.
Finalmente, podemos decir con el profesor Pellerano que “si es cierto que desde el
punto de vista del derecho la opinión del perito no liga al juez, en realidad en la mayoría de
los casos la sentencia es la obra de aquel pues este no puede porque si dejar de aceptar
conclusiones que son o se supone que son la obra de una especialista en la materia que el
desconoce o en la cual no esta muy versado.2
1 Op. Cit. Pellerano, Herrera y Del Castillo p.63; Herrera Billini, Hipólito, p.93
2 Pellerano y Herrera, Op. Cit. p.60
modificaciones abarcan desde las reglas relativas al nombramiento de los peritos hasta la
manera en que el experto comisionado habrá de ofrecer su informe.
Habíamos dicho en otra parte de este trabajo que en nuestro ordenamiento procesal
penal el peritaje no tiene carácter contradictorio en la medida en que se encuentra sometido
al menor parecer del tribunal apoderado, sin embargo, en el proyecto de reforma, entre
otras novedades, el informe pericial debe contener las observaciones de las partes o sus
consultores técnicos respecto del objeto de la pericia.1
Del mismo modo, el proyecto permite que las partes puedan recusar al perito por las
mismas causas que pueden ser recusados los jueces,2 cuestión esta que de acuerdo a la ley
vigente no es posible en tanto cuanto las partes no pueden cuestionar el nombramiento del
experto realizado por el tribunal.
Dicho Código prevé la posibilidad que puedan ser ordenado un nuevo peritaje
sobre el mismo asunto con la finalidad de ampliar y aclarar el anterior en los casos en que
el primero sea confuso o contradictorio3
Merece especial comentario que en nuestro Código actual a los peritos la ley no le
exige (salvo el caso de los médicos legistas) la acreditación de un titulo que pruebe su
especialidad en un campo del saber determinado, por el contrario, el proyecto de Código
Procesal Penal, requiere que el perito sea de hecho un experto y que tenga un titulo
habilitante en la materia relativa al punto sobre el cual están llamados a dictaminar salvo
el caso en que la técnica sobre la cual habrá de hacerse la experticia no este reglamentada.5
1 Finjus, Anteproyecto de Código Procesal Penal de la República Dominicana, Buho 2000, art 227.
2 Finjus, Op. Cit. art. 224
3 Finjus Op. Cit. art.228
4 Finjus, Op. Cit art. 231
5 Finjus, Op. Cit. art. 219
EL DESCENSO
Es una medida de instrucción que resulta de la combinación de los artículos 62, 231
y 232 del Código de Procedimiento Criminal, a la cual se avoca el tribunal, bien sea a
pedimento de las partes, del Ministerio Público o de oficio cuando es acordada por el Juez o
Tribunal; significa bajar al lugar de los hechos.
Constituye el traslado del tribunal con todos sus componentes al lugar en el cual se
materializó el hecho analizado por el Tribunal o Juez con la finalidad de apreciar en toda su
dimensión el área física y los rasgos físicos que acompañaron al autor del hecho y las
consecuencias del mismo.
Como el tribunal se traslada en pleno, es necesario que cada cual asuma su función,
el Juez se encarga, como es su deber y obligación, de dirigir el proceso, el secretario deberá
tomar nota en el Acta de Sesión o en el Acta de Audiencia, los Abogados preguntan a
través del Juez, el Ministerio Público indaga, cuestiona. En fin, cada parte realiza su labor
tal cual lo hace en el tribunal.
CONSIGNAS DE TRABAJO
Consigna N°1
La Intima Convicción
2. Un testimonio confiable del tipo referencial, entendiéndose como tal lo declarado por
alguien, bajo la fe del juramento, en relación a lo que esa persona supo mediante la
información que le ha ofrecido un tercero con conocimiento de los hechos, o mediante
su entendimiento personal relacionado con los antecedentes y estilo de vida del acusado
del caso de que se trate, quedando la apreciación de la confiabilidad de cada
testificación, a cargo de los jueces;
3. Una certificación expedida por un perito, cuyo contenido exponga con precisión un
criterio técnico que comprometa la responsabilidad del procesado o lo libere;
4. Una documentación que demuestre literalmente una situación de interés y utilidad para
el esclarecimiento o para la calificación de un hecho delictivo;
5. Una confesión de participación en los actos violatorios de la ley penal que haya sido
expuesta frente a los jueces, siempre que ésta sea compatible con un cuadro general
imputador que se haya establecido en el plenario, durante la instrucción de la causa;
6. Un cuerpo del delito ocupado en poder del acusado o incautado en circunstancias tales
que permita serle imputable a éste;
7. Una pieza de convicción que haga posible establecer inequívocamente una situación del
proceso, entendiéndose como pieza de convicción todo objeto que sin ser el instrumento
que sirvió para cometer el hecho delictivo, y sin ser el producto o la consecuencia de él,
es algo que sirve para esclarecer los hechos y llegar al conocimiento de la verdad;
9. Un acta expedida regularmente por una oficialía del Estado Civil, cuyo contenido sea
aplicable en una situación relativa al caso que se ventila en el tribunal;
10. Una certificación médico-legal que describa con claridad las lesiones sufridas por una
persona, el diagnóstico de una enfermedad, el estado físico de un cadáver, o las causas
de un fallecimiento;
11. Cualquier otro medio probatorio convincente que sea expuesto por los jueces con
precisión en su sentencia.
Suprema Corte de Justicia, N° 71 de fecha 28 de abril de 1999, B.J.N° 1061 pags. 595-600.
Consigna N° 2
Testimonio
Los abogados del pro cesado soli cita n al Juez que orden e l a
ci tación de la m enor, para ser cuestion ada directam ente en el tribunal.
El Ministerio Público dictamina pidien do que se rechace la soli citud d e
la defensa, en virtud de que ell o violent a el artícu lo 236 d el Códig o Para
la Protección de Niñas, Niños y Adolesc entes.
Artículo 14:
• Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda
persona tendrá el derecho a ser oída públicamente y con debidas garantías
por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la
Ley, en la substracción de carácter penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos u obligaciones de carácter Civil, la prensa y el
público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por
consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad
democrática, o cuando exija el interés de la vida privada a de las partes o, en
las medidas estrictamente necesarias en opinión del tribunal, cuando por
circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar a los
intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa
será pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija
lo contrario, o en las actuaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la
tutela de menores.
Artículo 8:
5- El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para
preservar los intereses.
Consigna N° 3
Testimonio
Consigna N° 4
Trabajo:
Consigna N° 5
El 3 de mayo del año 2000 , fue encontrado en las afueras de la ciudad de la Vega el
cadáver de una mujer de 30 años, que había sido herida en el cuello con un instrumento
cortante y punzante, había sido estrangulada con una tela de seda azul y roja y parecía
haber sido violada.
Al ser detenido se comprobó que éste fumaba tabaco en piña, examinadas sus uñas,
bajo éstas mostró restos de picadura de tabaco y grasa, similar a la encontrada en el lienzo
de lanilla, en sus ropas, algunas huellas de sangre, en la parte inferior del pantalón, un
cabello similar a los de la víctima, manchas de barro idénticas a la tierra del lugar del
crimen, y un cuchillo manchado con grasa de la que se usa en el taller donde labora, con
algunos coagulos de sangre.
Trabajo:
Consigna N° 6
El Peritaje
Textos legales:
Art.98 (ley 50-88 mod. Por la ley 17-95) el análisis de la sustancia decomisada se realizara
en presencia de un representante del Ministerio Público especialista en análisis químico.
Ord.3.- Párrafo: dicho análisis deberá ser realizado, a pena de nulidad, en presencia de un
miembro del Ministerio Público, quien visara el original y copias del mismo.
Pregunta:
2. ¿La presentación de esas escenas es una violación a la Ley 24-97, en su artículo 337?
4. Le bastaría o tomaría esas escenas como medios de prueba irrefutables para establecer
condena.?
Consigna N° 8
El Descenso
3. En el descenso que se observó en el video ¿se aplicaron las reglas procesales en cuanto
al desarrollo del caso?
4. El descenso es una medida de instrucción que está a disposición de las partes, ¿puede
ser acordado de oficio por el juez?
Consigna N° 9
El Allanamiento
4. Los vicios de forma sobre un acta de Allanamiento, ¿los acogería usted y los
antepondría al fondo para poner en libertad al procesado, a pesar de que existen otros
medios de prueba por examinar?
BIBLIOGRAFIA