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INTRODUCCIÓN

Estudiar la Sagrada Escritura nos abre a un mundo poco conocido. Nos


emparenta y empatiza con los razonamientos y vivencias espirituales de
quienes han tenido las experiencias compartidas en la misma.
«Los cielos se abrieron y vi visiones de Dios» (Ez 1,1) dice el Profeta
Ezequiel. Es probable que muy pocos hombres hayan tenido la gracia de
visionar su fe en hechos concretos y reales. En el caso de nuestro Autor
escogido ha sido un privilegiado más. «Caí en éxtasis el día del Señor, y oí
detrás de mí una gran voz, como de trompeta, que decía: Lo que veas
escríbelo en un libro y envíalo a las siete Iglesias: a Éfeso, Esmirna,
Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea». (Ap 1,11)
Adentrarse en el camino de Juan, el cuarto evangelista, el discípulo
amado, el profeta vidente; es vivir en sus escritos y testimonios esa doble
experiencia. La de compartir la vida terrena del Señor como sus otras
maneras de Revelarse.
Como veremos en el Apocalipsis, la Revelación de Jesucristo, el relato
de las visiones de Juan brilla con un resplandor particular. El cómo va
desvelando las realidades ocultas que en el marco de una esperanza
escatológica van concretando signos de fe y de claridad a quien empatiza
en el estudio de la misma. Por mi parte me ha llamado mucho la atención
los títulos Cristológicos que se utilizan. «Aquel que es, que era y que va a
venir» (Ap. 1, 4-8; 4, 8; 11, 17; 16, 5) Abordare en especial la imagen de
Jesús como cordero que toma un papel principal entre todas por su
importancia de abrir los sellos y desvelar el plan de Dios. Luego
profundizare en la carta a la comunidad de Éfeso. Ya que siempre me llego
profundamente la centralidad del Ágape en el reproche mismo de la carta.
Finalmente luego de tomar las partes principales de la epístola aclarare el
fruto de la promesa en el árbol de la vida.
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
3
1. Carta a las siete Iglesias

1.1.La revelación de Jesucristo


Jesús, el Alfa y la Omega; «aquel que es, que era y que va a venir» 1 en la
voz de Juan, escribe a las Iglesias. Esto da razón al nombre del Libro donde
se encuentran las famosas cartas a las siete Iglesias del Apocalipsis. Revela
la historia de la Iglesia una vez fundada en sus apóstoles entre otras cosas.
El Apocalipsis de Juan nos dice Elián Cuviller:
«Se trata de una literatura dotada de un esqueleto narrativo, en el que se
trasmite una revelación divina, la mayoría de las veces por medio de un
ángel o un hombre previamente escogido»2
Las cartas a las siete Iglesias se encuentran en la estructura narrativa de
los capítulos 2, 1 al 3, 22. Esta parte Epistolar se dirige las Iglesias de Asia
y sus amenazas de acomodarse al mundo presente.
El cuerpo de las cartas contienen alabanzas y censuras, advertencias y
extorciones, suele comenzar con las palabras conozco tus obras:
«Las palabras iniciales de las cartas comienzan en primera persona del
revelador que conoce las obras de las Iglesias para recordar que la mirada
penetrante del Señor Glorificado no se oculta nada que se relacione con la
situación de las comunidades»3
Solo la Iglesia lo conoce como Señor:
«Aunque Jesús sea el Pantokrator, el Señor del Universo en el mundo,
solo la Iglesia lo reconoce como Señor, Sacerdote, Rey y Mesías; por eso
las cartas son enviada las Iglesias y no a la humanidad»4
Como he dicho en la introducción me centrare en la persona de Cristo en
el septenario de las iglesias y la carta a la Iglesia de Éfeso.
Así como aclaramos más arriba el Apocalipsis de Juan es la Revelación
y la manifestación en la historia de Jesucristo. Revelación que Dios ha dado
a Jesucristo, el cordero de Dios que el mismo Juan revela en el cuarto
evangelio:
«Fijándose en Jesús que pasaba, dice: “He ahí el Cordero de Dios.”» 5
Imagen cristológica que aparecerá transida medularmente en casi todo el
libro.
El αμνος (Oveja, cordero) del Apocalipsis junto a otros títulos
cristológicos:

1
Ap. 1, 4-8; 4, 8; 11, 17; 16, 5
2
Daniel Marguerat “Introducción al Nuevo Testamento” p 387
3
A. Wikenhauser “ El Apocalipsis de San Juan” p 63
4
Enzo Bianchi “ El Apocalipsis p 67
5
Jn 1, 36
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
4
«Entonces vi, de pie, en medio del trono y de los cuatro Vivientes y de
los Ancianos, un Cordero, como degollado; tenía siete cuernos y siete ojos,
que son los siete Espíritus de Dios, enviados a toda la tierra.»6
También dirá la referencia al Cordero Pascual del Antiguo Testamento
del libro de Daniel.
En el Apocalipsis se usa el termino αρνιον que es el diminutivo y
aparece en los siguientes momentos a partir del Capítulo 5.
«Solo Cristo Resucitado, con aspecto de Cordero erguido como
sacrificado (5,6) podrá tomar el libro y mostrar su contenido. Por ello es
alabado por los cuatro seres, por los ancianos (5, 8-10) por una inmensa
multitud de ángeles (5, 11-12) y por la creación entera (5 13-14)»7

28 veces se usa el termino αρνιον, la primera presentación que he puesto


en esta página y algunas de las siguientes.
«Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se
postraron delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro
llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.»8
«Y decían con fuerte voz: Digno es el Cordero degollado de recibir el
poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. Y
toda criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo
lo que hay en ellos, oí que respondían: Al que está sentado en el trono y al
Cordero, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los siglos.»9
«Y seguí viendo: Cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos,
oí al primero de los cuatro Vivientes que decía con voz como de trueno:
«Ven».10
«Y dicen a los montes y las peñas: Caed sobre nosotros y ocultadnos de
la vista del que está sentado en el trono y de la cólera del Cordero.»11
Veamos que más nos dice uno de nuestros autores escogidos sobre la
visión que Juan tiene del Cordero de los siete cuernos:
«Juan afirma que el Cordero que tiene siete cuernos es el Mesías
dotado ya de la plenitud de la fuerza y del poder del mismo Dios.»12
Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría
contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y
el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Y gritan con fuerte voz: «La salvación es de nuestro Dios, que está
sentado en el trono, y del Cordero.»13

6
Ap 5,6
7
Chapa, Juan “Introducción los escritos de San Juan” p 297
8
Ap 5, 8
9
Ap 5, 12-13
10
Ap 6, 1
11
Ap 6, 16
12
Enzo Bianchi “ El Apocalipsis p105
13
Ap 7, 9-10
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
5
Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás.» Me respondió: «Esos son los
que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han
blanqueado con la sangre del Cordero.14
Los Títulos Cristológicos en las cartas a las Iglesias están referidos a
esta imagen de cordero victorioso, León de Judá, Retoño de David, Hijo de
hombre; Viviente y resucitado en el medio del cosmos y de la historia (Ap
1, 9-12). Crucificado resucitado (Ap 1, 16). El Alfa y el Omega, El
todopoderoso.
Designado por el anciano la función del Mesías vencedor para interpretar
este libro divino:
«Es en Cristo Resucitado (presentado como tal en visión inaugural
en el cap. 1) en quien recae la tarea de abrir el libro de Dios, sin duda las
escrituras de Israel»15
Es en esta liturgia que se dá de modo maravilloso donde vemos la
imagen del cordero degollado, alusión indirecta a la cruz. Mediación de
Cristo, Mesías y cordero. Interprete único del libro de Dios.
Según Juan todo se mueve en contraposición al cordero y lo que se
contrapone.
«Toda la vida se juega en una elección entre el Dragón y el Cordero,
entre el poder y la finura, entre Babilonia y Jerusalén, entre el imperio y la
Iglesia»16

1.2. Critología del Apocalipsis


Una cita bíblica que nos conducirá a la importancia, a modo conclusivo
de la figura de Cristo en el relato de Juan dentro del Apocalipsis:
«Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios
y la potesta de su Cristo» (Ap 12, 10)
Todo el libro se caracteriza por la presencia triunfante de Cristo. La
vision del Hijo de hombre que Juan tiene en Patmos lo acredita. (Ap 1, 12-
16):
«Con esta serie de imágenes tomadas el Antiguo Testamento, San Juan
alude al sacerdocio (túnica) la releza (banda) la eternidad (cabellos), la
ciencia y el poder (ojos y piés) la capacidad para regir la Iglesia
(estrellas)»17
El Cristo del Apocalipsis se presenta también como Señor de la vida y de
la historia, como León, como cordero y como jinete sobre un caballo
blanco.
Es por ello que el Libro se caracteriza por alabanzas litúrgicas en
consonancia con este espíritu al vencedor, el cordero digno de recibir
glorias y aabanzas. Que creo todas las cosas y pos su voluntad existen (Cf.
Ap 4, 9.11)

14
Ap 7, 14
15
Blanchard, M. I “ El libro del Apocalitsis” 23
16
Girbes, E. A, El Apocalipsis de San Juan 114
17
Chapa, Juan “Introducción los escritos de San Juan” 311
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
6

2. Carta a la Iglesia de Éfeso

Ya el Apóstol de los Gentiles, San Pablo, en su carta a los efesios,


exhorta a la Iglesia por el fundada (Hch 18, 19) al cuidado de la misma:
«Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha
puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios,
que él se adquirió con la sangre de su propio hijo. Yo sé que, después de mi
partida, se introducirán entre vosotros lobos crueles que no perdonarán al
rebaño; y también que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que
hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de sí.
Por tanto, vigilad y acordaos que durante tres años no he cesado de
amonestaros día y noche con lágrimas a cada uno de vosotros.»18
«Pablo se quedó allí todavía bastantes días; después se despidió de los
hermanos y se embarcó rumbo a Siria; con él iban Priscila y Aquila. En
Cencreas se había cortado el pelo porque tenía hecho un voto. Arribaron a
Éfeso y allí se separó de ellos.» 19
A diferencia de que Pablo se presenta como Apóstol de Jesucristo y Juan
como siervo de Jesucristo, hermano y profeta.
Las circunstancias históricas coinciden con el fondo de la carta de Juan.
Poner en guardia los cristianos contra los serios peligros que existían para
la fe, consolidar y animar y mantener la esperanza en el triunfo final de
cristo:
«Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el Paraíso
de Dios.»20
Entre diosas, ritos y escritos mágicos; Jun pasó una larga estancia allí. Se
destaca la misma carta en la mención que el autor hace del amor como
ágape:
«Juan comienza la primera de las siete cartas a las iglesias recordando y
exhortando al ágape, al amor, y la dirige a la Iglesia madre de las otras
Iglesias en Asia Menor»21

18
Hch 20, 28
19
Hch 18:19
20
Ap 2, 7b
21
Bianchi. E. “El Apocalipsis”. 70
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
7
2.1. El Ágape
Conocemos por el Cuarto Evangelio y las cartas de Juan la importancia
del amor como centro de la vida de los discípulos de Jesús.
El termino agape (agapao, agapetos) aparecen en casi todos los escritos
del nuevo testamento. Juan para la Iglesia de Éfeso va a expresarlo en estos
términos:
«Pero tengo contra ti que has perdido tu amor de antes.»22
La comunidad de Éfeso es llamada la que ha perdido el amor primero, el
αγαπη:
«αλλα εχω κατα σου οτι την αγαπην σου την πρωτην αφηκες» (Ap 2,4)
Los escritos de San Juan están diceminados por el amor del agape. Los
especialistas cuentan que aparece 106 veces. Su contenido semántico como
verbo o como sustantivo se refiere al amor al prójimo como bien lo expresa
San Pablo y también los sinópticos.
«Del amor de Dios a Jesús, además de Juan y 1 de Juan, habla
principalmente Pablo; el amor de Dios a Jesús se expresa sobre todo en
Juan»23
Donde más lo notamos es en Juan 1-3. El amor de Dios se dirige al
mundo y a los hombres necesitados de redención. El amor fraterno es un
aspecto que también le da Juan en sus cartas.
«El que ama a su hermano permanece en la luz y no hay en él causas de
tropiezo.» (1 Jn 2,10)
«ο αγαπων τον αδελφον αυτου εν τω φωτι μενει και σκανδαλον tropiezo
εν en αυτω ουκ εστιν»
Veremos a que amor hace hincapié en el reproche de Juan a la Iglesia de
Éfeso, si es un amor más grande o más amplio que el amor entre los
miembros de la comunidad o el amor a Dios.

22
Ap 2, 4
23
Horst Balz. Gerhard Schneider. “Diccionario Exegético del Nuevo Testamento”
Tomo 1. 28
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
8

3. El texto de la Carta

El texto de la carta se encuentra en el capítulo 2:


«Al Ángel de la Iglesia de Éfeso, escribe: Esto dice el que tiene las siete
estrellas en su mano derecha, el que camina entre los siete candeleros de
oro. Conozco tu conducta: tus fatigas y paciencia; y que no puedes
soportar a los malvados y que pusiste a prueba a los que se llaman
apóstoles sin serlo y descubriste su engaño. Tienes paciencia: y has sufrido
por mi nombre sin desfallecer. Pero tengo contra ti que has perdido tu
amor de antes. Date cuenta, pues, de dónde has caído, arrepiéntete y
vuelve a tu conducta primera. Si no, iré donde ti y cambiaré de su lugar tu
candelero, si no te arrepientes. Tienes en cambio a tu favor que detestas el
proceder de los nicolaítas, que yo también detesto.
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al
vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el Paraíso de
Dios.» (Ap 2, 1-7)

Recordemos la importancia de la Iglesia de Éfeso que se gloria de un


doble origen apostólico, fue fundada por Pablo y por Juan.
La imagen de Jesús que visita y pasea por las Iglesias es la del
Resucitado que alaba a la Iglesia, como bien vemos. En cuanto a las
alabanzas podemos describir seis. Entre ellas dos actuaciones importantes:
«El Señor a título de ejemplo, menciona dos obras que son hechos o
actuaciones de gobierno: la capacidad de desenmascarar a los falsos
apóstoles y el odio manifiesto a las obras de los nicolaitas”24

3.1. Los nicolaitas.


El hecho de que odie el actuar de los nicolaitas es una alabanza ya que Juan
también los padecía. Ha escrito Victorino de Petovio en su comentario al
Apocalipsis:
«Las Obras de los nicolaitas son estas: antes de aquel tiempo, hombres
perturbadores y permisiosos con el nombre de ministros de Nicolás, se
24
Girbes, E. A, El Apocalipsis de San Juan 58-59
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
9
inventaron la herejia de exorcizar lo que había sido sacrificado a los ídolos
para que pudiera comerse y cualquiera que hubiese fornicado reciba la paz
del dia octavo»25

Al ser Éfeso una ciudad muy cultural donde recibía dentro de su gran
actividad novedades en doctrinas y falsos profetas, era lógico que sea
permeable a estas amenazas. Entre gobernar y combatir las herejías se ha
desgastado y se ha olvidado de lo primordial.

«La fe es el comienzo; la caridad, el cumplimiento» (Ef 14, 1)

Ocupada en estas y demás cosas, es acusada de “Abandonar” el amor de


un tiempo y es ahora una Iglesia que ya no ama.
El verbo “Abandonar” según muchos exegetas es el mismo que usan los
sinópticos para indicar la decisión que toman los discípulos de dejar todo
para seguir a Jesús.
Es importante también la referencia a Jeremías con respecto al primer
amor de la caridad:

«Anda y predica a toda Jerusalén, diciendo: Esto dice el Señor:


Compadecido de tu mocedad me he acordado de ti, y del amor que te tuve,
cuando me desposé contigo, y cuando después me seguiste en el desierto,
en aquella tierra que no se siembra».(Jr 2, 2)

3.2.Dios pasa de la paciencia al castigo:

El candelero que será movido y no quitado es la imagen de la Iglesia. La


comunidad que es advertida a que se “convierta y cambie de actitud” (Cf.
2,5a) arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera. La amenaza de apagar
uno de sus candeleros de su puesto es siempre referida a la disminución del
amor primero, de antes.
«El agape es la condición de la que depende el ser o no ser de la Iglesia.
Si la Iglesia de Efeso no vuelve a vivir en el régimen del agape,!no es una
comunidad cristiana!»26

25
W.C. Weinrich “La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia”, Nuevo
Testamento 12 Apocalipsis. 63
26
Biachi E. 71
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
10
4. El árbol de la vida

El término de la promesa nos traslada inmediatamente al Jardín del Edén


donde se encuentra el árbol de la ciencia del bien y del mal junto al árbol
de la vida.
«En donde el Señor Dios había hecho nacer de la tierra misma toda
suerte de árboles hermosos a la vista, y de frutos suaves al paladar; y
también el árbol de la vida en medio del paraíso, y el árbol de la ciencia del
bien y del mal.»(Gn 2,9)
El retorno y la vuelta al paraíso edénico de Dios siguen estando en la
historia de la salvación y la esperanza escatológica del pueblo judeo-
cristiano.
«Quien tiene oído, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: Al que
venciere, yo le daré a comer del árbol de la vida, que está en medio del
paraíso de mi Dios.» (Ap 2,7)
El vidente de Patmos conoce evidentemente la simbología profunda de
este árbol. El vencedor recibirá los frutos de dicho madero.
«Encontramos este árbol como promesa final en el centro de la nueva
Jerusalem, pero el vencedor puede ya empezar hoy a gozarlo, porque en el
ya ha vencido el verdadero amor»27
También aparece al final del Libro como arból que cura:
«En medio de la plaza de la ciudad, y de la una y otra parte del río estaba
el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto, y las
hojas del árbol sanan a las gentes.» (Ap 22,2)
El don del fruto del árbol de la vida es el mismo Señor Resucitado:
«El árbol de la vida es Cristo, por cuya visión se alimentan las almas
santas en el paraíso del cielo como en el cuerpo actual de la Iglesia»28
Dios establece el premio al mártir. Quienes vencieron en la persecución.
¿Cómo se recibe el fruto del árbol de la vida? La Revelación de Jesucristo
se transforma en nueva creación, nuevo jardín. Donde el Paraíso de vuelve
a abrir para los que han vencido las luchas contra la carne y contra los
malos espíritus. Bien lo dijo Metodio en El Banquete:
«Aquel árbol de la vida que en el paraíso florecía en otro tiempo, ha
brotado de nuevo lozano y bello en la Iglesia produciendo el fruto maduro
de la fe»29
Las referencias Bíblicas al árbol de la vida no son escasas pero tampoco
aparecen demasiado. Mencionare algunas para destacar la importancia de la
promesa a la Comunidad de Éfeso.
27
Girbes, E. A, El Apocalipsis de San Juan 62
28
Beda, Explicación del Apocalipsis 2, 1, 7
29
W.C. Weinrich “La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia”, Nuevo
Testamento 12 Apocalipsis. 67
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
11
«Es árbol de vida para los que a ella están asidos, felices son los que la
abrazan.» (Pr 3, 18)
Habla de la Sabiduria, como habla el salmo del árbol plantado a la vera de
un arroyo, que a su tiempo da sus frutos.
Otro Santo Padre dirá que el fruto maduro del árbol de la vida es el fruto
de la Cruz que esta en el paraíso de Dios:
«Donde la manzana del árbol de la vida proporciona la eternidad
incorruptible» -Apringio de Beja, Tratado sobre el Apocalipsis, 2, 7»30

30
W.C. Weinrich “La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia”, Nuevo
Testamento 12 Apocalipsis. 67
CONCLUSIÓN

Podemos hacer un comentario conclusivo que nos ayude a


compaginar el trbajo. En esta teología liturgica que caracteriza todo el
Apoclipsis podemos ver un campo minado de elementos a destacar y seguir
profundizando.
De mi parte siempre me seduzco las cartas a las Iglesias de Asia
menor. Principalmete la que destaca, y lo he investigado, el amor primero,
el amor de antes. Hoy doy cuenta de que este reproche es siempre bueno
volver a escucharlo, y no olvidar de la fragilidad del agape que se desgasta
con el tiempo y con nuestros egoimos.
Me llama mucho la atencion el detalle del árbol de la vida que aparece al
final de la sagrada escritura enmarcando ese principio creacional. El
vencedor volvera al Paraiso, volcera a comer de las hojas sanadoras del
árbol del Eden.
La Salvacion en torno al arbol de la vida es sin duda el madreo de la
Cruz. El cordero que representa a Jesús en su gloria acompaña el merito de
su entrega de redencion a los que gozan hoy de la liturgia celeste que Juan
nos compartio en su visión.
BIBLIOGRAFÍA

ALLIAGA GIRBÉS, E., El Apocalipsis de San Juan Lectura Teológico-


Litúrgica, Ed. Verbo Divino, Navarra, 2013.

BALZ H - SCHNEIDER G . “Diccionario Exegético del Nuevo


Testamento” Tomo 1 Ed Sigueme, 1996.

BLANCHARD, I. M “El libro del Apocalipsis” Cuadernos Biblicos Nº


170, Ed. Verbo Divino, Navarra, 2015.

BIANCHI E. “El Apocalipsis Comentario Exegético-Espiritual.” Ed


Sigueme Salamanca, 1988.

CHAPAZ, J. “Introducción a los escritos de san Juan, Evanelio, Cartas y


Apocalipsis.” Ed Eunsa, Pamplona. 2011.

Nestle-Aland. Nuevo Testamento griego interlineal 27+, e-Sword.

WEINRICH W. C. “La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia


Nuevo Testamento” T 12 Apocalipsis. Ed Ciudad Nueva, Madrid, 2010
“AQUEL QUE ES, QUE ERA
Y QUE VA A VENIR”
14

ÍNDICE

Facultad de teología «San Vicente Ferrer»..........................................................1


INTRODUCCIÓN..........................................................................................2
1. Carta a las siete Iglesias..................................................................................3
1.1. La revelación de Jesucristo.......................................................................3
1.2. Critología del Apocalipsis........................................................................5

2. Carta a la Iglesia de Éfeso...............................................................................6


2.1. El Ágape...................................................................................................7

3. El texto de la Carta...........................................................................................8
3.1. Los nicolaitas...........................................................................................8
3.2. Dios pasa de la paciencia al castigo:........................................................9

4. El árbol de la vida..........................................................................................10
CONCLUSIÓN............................................................................................12
BIBLIOGRAFÍA..........................................................................................13
Índice.......................................................................................................14

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