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ESCUELA TEOLOGIA, FILOSOFÍA Y


HUMANIDADES
TEOLOGIA Y LITURGIA DE LOS
SACRAMENTOS
DE PENITENCIA, UNCIÓN DE LOS
ENFERMOS, MATRIMONIO Y ORDEN
SAGRADO – P.U.M.O.
Docente: Pbro. Dr. Juan David Muriel Mejía
2018

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manos y la oración de la Iglesia, la ministerialidad de Cristo


UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA Cabeza, Maestro y Sacerdote del Pueblo de Dios.
ESCUELA DE TEOLOGIA, FILOSOFÍA
Y HUMANIDADES
- El Matrimonio cristiano, confirma delante de Dios y de la
asamblea eclesial, el deseo de los esposos de ser símbolo vivo del
TEOLOGIA Y LITURGIA DE LOS
amor esponsal de Cristo por su Iglesia, formando así una
SACRAMENTOS DE PENITENCIA, UNCIÓN DE comunidad de vida y de amor, en la fidelidad y en la entrega
LOS ENFERMOS, MATRIMONIO Y ORDEN verdaderas.
Docente: Pbro. Dr. Juan David Muriel Mejía- Nuestro objetivo será realizar un ejercicio sistemático y
cantabo1971@gmail.com coherente que permita una reflexión de fe sobre los símbolos
A.D. 2018 pascuales de la Salvación que congregan a la Iglesia, para
hacer de la experiencia redentora, una celebración festiva,
I. PRESENTACIÓN DEL CURSO Y PROPÓSITOS DE mistagógica y comprometida.
APRENDIZAJE Desde esta perspectiva, se hará una aproximación
antropológica, histórica, teológica, cristológica, eclesial y
El curso de Teología y Liturgia P.U.M.O. tiene como finalidad existencial a los sacramentos de la madurez cristiana, por los
elaborar una reflexión creyente que busque un acercamiento cuales durante todo el camino de la vida del cristiano en la Iglesia,
sistemático y existencial a los sacramentos de la Penitencia, la se participa personal y comunitariamente del acontecimiento
Unción de los enfermos, el Matrimonio y el Orden sagrado, con salvífico realizado por Dios en Jesucristo y se patentiza la
los cuales, después de la Iniciación Cristiana, se celebra la fe y su pertenencia a la comunidad eclesial y el compromiso con ella y
proceso de madurez y compromiso dentro de la comunidad con el mundo.
cristiana.
Cada uno de estos sacramentos, con sus características específicas, A partir de este objetivo general se abordará, entonces, la
manifiesta celebrativamente un momento especial de la vida del verdad eclesial sobre los sacramentos P.U.M.O. que nos entrega la
creyente: tradición viva del Pueblo de Dios, acudiendo a las fuentes de la
- La Reconciliación, evalúa el proceso permanente de conversión Teología (Escritura, Tradición, Magisterio, Liturgia), teniendo
y discipulado del cristiano y hace fiesta eclesial por el perdón presente que una cuestión teológica, y mucho más si se trata de los
recibido del Dios misericordioso, misterio que se ha revelado sacramentos, no es posible tomarla en consideración si se
sobretodo en la Pascua de Jesucristo. prescinde de su desarrollo en el transcurso de los tiempos; ahora
- La Unción de los enfermos, acompaña con la gracia de un Dios bien, el énfasis no será un mero arqueologismo histórico, sino la
que sana, la enfermedad y el deterioro natural de la vida de los necesidad de vivir los sacramentos, descubriendo así que lo
creyentes, a fin de unirlos íntimamente a la pasión salvadora del fundamental del cristianismo es la sacramentalidad, entendida
Señor. como transparencia, en la propia existencia del creyente, de la vida
- El Orden sagrado, consagra algunos miembros de la comunidad de Jesucristo, sacramento fontal del amor del Padre.
al servicio del Reino, participándoles por la imposición de las

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Nos acercamos, por lo tanto, a estos sacramentos como creyentes educación de los hijos, y, por tanto, tienen en su condición y estado de
que contemplamos con asombro y gratitud el misterio del amor del vida su propia gracia en el Pueblo de Dios (cf. 1 Cor. 7,7).
Señor que con su gracia salvadora acompaña, fortalece, transforma Pues de esta unión conyugal procede la familia, en que nacen los
e impulsa la vida de los cristianos; pero también los estudiamos nuevos ciudadanos de la sociedad humana, que por la gracia del Espíritu
Santo quedan constituidos por el bautismo en hijos de Dios para
como teólogos que con rigor científico y metodológico buscan, a
perpetuar el Pueblo de Dios en el correr de los tiempos.
partir de la Palabra de Dios, escrita o transmitida, comprender En esta como Iglesia doméstica, los padres han de ser para con sus
inteligentemente la manera como la Iglesia, a lo largo de la hijos los primeros predicadores de la fe, tanto con su palabra como con
historia, ha entendido, celebrado y vivido estos cuatro sacramentos su ejemplo, y han de fomentar la vocación propia de cada uno, y con
de curación y de misión-servicio a la comunidad. especial cuidado la vocación sagrada.

II. MAGISTERIO Los fieles todos, de cualquier condición y estado que sean,
fortalecidos por tantos y tan poderosos medios, son llamados por Dios
“La condición sagrada y orgánicamente constituida de la comunidad cada uno por su camino a la perfección de la santidad por la que el
sacerdotal se actualiza tanto por los sacramentos como por las virtudes mismo Padre es perfecto.”
(…) Lumen Gentium 11
Los que se acercan al sacramento de la Penitencia obtienen el
perdón de la ofensa hecha a Dios por la misericordia de éste, y al
mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia, a la que, pecando,
ofendieron, la cual, con caridad, con ejemplos y con oraciones, les ayuda III. BIBLIOGRAFIA BASICA
en su conversión.
Fuentes Litúrgicas:
La Iglesia entera encomienda al Señor, paciente y glorificado, a los
que sufren, con la sagrada Unción de los enfermos y con la oración de Rituale Romanum ex decreto Sacrosancti Oecumenici Concilii
los presbíteros, para que los alivie y los salve (cf. St. 5,14-16); más Vaticani II instauratum auctoritate Pauli PP. VI promulgatum:
aún, los exhorta a que uniéndose libremente a la pasión y a la muerte de - Ordo Pænitentiæ, Editio typica, Typis Polyglottis Vaticanis, 1974.
Cristo (Rm. 8,17; Col. 1 24; 2 Tim. 2,11-12; 1 Pe. 4,13), contribuyan al - Ordo Unctionis Infirmorum eorumque pastoralis curæ, Editio typica,
bien del Pueblo de Dios. Typis Polyglottis Vaticanis, 1975.

Además, aquellos que entre los fieles se distinguen por el Orden Rituale Romanum ex decreto Sacrosancti Oecumenici Concilii
sagrado, quedan destinados en el nombre de Cristo para apacentar Vaticani II renovatum auctoritate Pauli PP. VI editum Ioannis Pauli PP.
la Iglesia con la palabra y con la gracia de Dios. II cura recognitum Ordo celebrandi matrimonium, Editio Typica altera,
Typis Polyglottis Vaticanis, 1991.
Por fin, los cónyuges cristianos, en virtud del sacramento del
Matrimonio, por el que manifiestan y participan del misterio de la Pontificale Romanum ex decreto Sacrosancti Oecumenici
unidad y del fecundo amor entre Cristo y la Iglesia (Ef. 5,32), se ayudan Concilii Vaticani II renovatum auctoritate Pauli PP. VI editum Ioannis
mutuamente a santificarse en la vida conyugal y en la procreación y Pauli PP. II cura recognitum. De Ordinatione Episcopi, Presbyterorum
et Diaconorum, Editio Typica altera, Typis Polyglottis Vaticanis, 1990.
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Estudios: LEIKAM R.M., Sacramento del Matrimonio, texto ad usum de


ADNÉS P., La Penitencia, tr. Aparicio F., Historia Salutis, serie los estudiantes del PIL, Roma 2004.
de monografías de Teología dogmática 426, BAC, Madrid 1981. Manual de Liturgia III, la celebración del misterio pascual, los
BALDANZA G., La grazia del sacramento del matrimonio, sacramentos: signos del misterio pascual, CELAM, Bogotá 2001.
contributo per la riflessione teológica, Bibliotheca “Ephemerides MARSILI S., Los signos del misterio de Cristo, teología litúrgica
Liturgicae” “Subsidia” CLV 74, Vincenziano, Roma 1993. de los sacramentos, Teshuva 1, Ega, Bilbao 1993.
BARBERI P., La celebrazione del matrimonio cristiano, CLV 23, Nuevas homilías para el matrimonio, Dossiers CPL (30) 41993.
Vincenziano Roma 1982. ROSATO PH., Introducción a la Teología de los sacramentos,
BOROBIO D., Celebrar para vivir: liturgia y sacramentos de la Verbo Divino, Navarra 2009.
Iglesia, Lux mundi 81, Sígueme, Salamanca 2003. ROSSI R., La formación del sacramento de la penitencia: un
BOROBIO D., El sacramento de la reconciliación penitencial, retorno a la praxis bautismal de la tradición antigua (siglos II-VII),
Lux mundi 85, Sígueme, Salamanca 2006. Dissertatio ad Doctoratum in Facultate Theologiæ Pontificiæ
BUSCA M., Verso un nuovo sistema penitenziale? Studio sulla Universitatis Gregorianæ, Romæ 1997.
riforma della riconciliazione dei penitenti, CLV 118, Vincenziano, Sapientia Fidei, BAC 2005:
Roma 2002. FLÓREZ G., Penitencia y unción de los enfermos (2).
DACQUINO P., Storia del matrimonio cristiano alla luce della LÓPEZ MARTÍN J., La Liturgia de la Iglesia (6).
Bibbia, Elle di Ci, Torino 1989. ARNAU GARCÍA R., Orden y ministerios (11).
DELUMEAU J., La confesión y el perdón, las dificultades de la FLÓREZ G., Matrimonio y familia (12).
confesión, siglos XIII a XVIII, tr. Armiño M., Alianza, Madrid 1992. SARMIENTO A., El Matrimonio cristiano, Manuales de Teología
DUCAY REAL A., La posibilidad y los límites de la absolución EUNSA (30), Pamplona 22001.
colectiva, Thesis ad Doctoratum in S. Theologia, A.R. Sanctae Crucis, Scientia Liturgica, Manuale di Liturgia IV, Sacramenti e
Roma 1990. sacramentali, Piemme, Casale Monferrato 1998.
GONZÁLEZ DEL VALLE J.M., El Sacramento de la Penitencia, TENA P., PIÉ-NINOT S., OÑATIBIA I., La plegaria de ordenación
Fundamentos históricos de su regulación actual, Eunsa, Pamplona 1972. presbiteral, en Cuadernos Phase (144), 2004.
GRELOT P., El Ministerio de la Nueva Alianza, Herder, TYMISTER M., Sacramento de la Penitencia, texto ad usum de
Barcelona 1969. los estudiantes del PIL, Roma 2005.
GRÜN A., Sacramentos, San Pablo, Bogotá 2002. VIOLA V., Sacramento del Orden, dispensa ad usum de los
GUILLET J., De Jesús a los sacramentos, Cuadernos bíblicos 57, estudiantes del PIL, Roma 2005.
Verbo Divino, Navarra 1987. VORGRIMLER H., Teología de los sacramentos, Biblioteca de
GUITERAS J., La Penitencia como virtud y sacramento, CPL, Teología 13, Herder, Barcelona 1989.
Biblioteca Litúrgica (37), Barcelona 2010.
I sacramenti, teología e storia della celebrazione, Anámnesis 3, A. PROCESO DE EVALUACION
Marietti, Genova 41995. Examen parcial 20 % - Examen final 20 %
KASPER W., Teología del matrimonio cristiano, tr. Rodríguez J., Trabajo fuentes 30 % - Informes 30 %
Alcance 14, Sal Terrae, Santander 21984.
K. WOOD S., El sacramento del Orden: Una visión teológica
desde la liturgia, CPL, Biblioteca Litúrgica (33), Barcelona 2008.

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“…La vivencia de los apóstoles siempre tiene este doble aspecto, determinadas normas o por ser inquebrantablemente fieles a cierto estilo
uno personal y uno comunitario. Van de la mano y no los podemos separar. católico propio del pasado».
Somos, sí, llamados individualmente pero siempre a ser parte de un grupo más
grande. No existe la selfie vocacional. La vocación exige que la foto te la En Jesús, nuestras llagas son resucitadas. Nos hacen solidarios; nos
saque otro, ¡Qué le vamos a hacer! ayudan a derribar los muros que nos encierran en una actitud elitista para
estimularnos a tender puentes e ir a encontrarnos con tantos sedientos del
…Jesús interrogó a Pedro sobre su amor e insistió en él hasta que este mismo amor misericordioso que sólo Cristo nos puede brindar. «¡Cuántas veces
pudo darle una respuesta realista: «Sí, Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te soñamos con planes apostólicos expansionistas, meticulosos y bien dibujados,
quiero» (Jn 21,17). Así Jesús lo confirma en la misión. Así lo vuelve propios de generales derrotados! Así negamos nuestra historia de Iglesia, que es
definitivamente su apóstol. gloriosa por ser historia de sacrificios, de esperanza, de lucha cotidiana, de vida
deshilachada en el servicio, de constancia en el trabajo que cansa, porque todo
¿Qué es lo que fortalece a Pedro como apóstol? ¿Qué nos mantiene a trabajo es sudor de nuestra frente». Veo con cierta preocupación que existen
nosotros apóstoles? Una sola cosa: «Fuimos tratados con misericordia» (1 Tm comunidades que viven arrastradas más por la desesperación de estar en
1,12-16). «En medio de nuestros pecados, límites, miserias; en medio de cartelera, por ocupar espacios, por aparecer y mostrarse, que por remangarse y
nuestras múltiples caídas, Jesucristo nos vio, se acercó, nos dio su mano y nos salir a tocar la realidad sufrida de nuestro pueblo fiel.
trató con misericordia. Cada uno de nosotros podría hacer memoria,
repasando todas las veces que el Señor lo vio, lo miró, se acercó y lo trató con Qué cuestionadora reflexión la de ese santo chileno que advertía:
misericordia». No estamos aquí porque seamos mejores que otros. No somos «Serán, pues, métodos falsos todos lo que sean impuestos por uniformidad;
superhéroes que, desde la altura, bajan a encontrarse con los «mortales». Más todos los que pretendan dirigirnos a Dios haciéndonos olvidar de nuestros
bien somos enviados con la conciencia de ser hombres y mujeres hermanos; todos los que nos hagan cerrar los ojos sobre el universo, en lugar de
perdonados. Y esa es la fuente de nuestra alegría. Somos consagrados, enseñarnos a abrirlos para elevar todo al Creador de todo ser; todos los que nos
pastores al estilo de Jesús herido, muerto y resucitado. hagan egoístas y nos replieguen sobre nosotros mismos».

El consagrado es quien encuentra en sus heridas los signos de la El Pueblo de Dios no espera ni necesita de nosotros superhéroes,
Resurrección. Es quien puede ver en las heridas del mundo la fuerza de la espera pastores, consagrados, que sepan de compasión, que sepan tender una
Resurrección. Es quien, al estilo de Jesús, no va a encontrar a sus hermanos con mano, que sepan detenerse ante el caído y, al igual que Jesús, ayuden a salir de
el reproche y la condena. ese círculo de «masticar» la desolación que envenena el alma.”

Jesucristo no se presenta a los suyos sin llagas; precisamente desde sus Discurso del Papa Francisco a los sacerdotes, consagrados y
llagas es donde Tomás puede confesar la fe. Estamos invitados a no disimular o seminaristas de Chile, Santiago – martes 16 de enero 2018.
esconder nuestras llagas. Una Iglesia con llagas es capaz de comprender las
llagas del mundo de hoy y hacerlas suyas, sufrirlas, acompañarlas y buscar
sanarlas. Una Iglesia con llagas no se pone en el centro, no se cree perfecta, sino
que pone allí al único que puede sanar las heridas y tiene nombre: Jesucristo. La
conciencia de tener llagas nos libera; sí, nos libera de volvernos
autorreferenciales, de creernos superiores.

Nos libera de esa tendencia «prometeica de quienes en el fondo sólo


confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir
I. SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
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1. Antropología del sacramento 1423 Se le denomina sacramento de conversión porque realiza


- Definición de pecado eclesial (del CEC): sacramentalmente la llamada de Jesús a la conversión (cf Mc
1,15), la vuelta al Padre (cf Lc 15,18) del que el hombre se había
alejado por el pecado.
1849 El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la
conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y Se denomina sacramento de la penitencia porque consagra un
para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos proceso personal y eclesial de conversión, de arrepentimiento y de
bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la reparación por parte del cristiano pecador.
solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto
o un deseo contrarios a la ley eterna” (San Agustín, Contra 1424 Se le denomina sacramento de la confesión porque la
Faustum manichaeum, 22, 27; San Tomás de Aquino, Summa declaración o manifestación, la confesión de los pecados ante el
theologiae, 1-2, q. 71, a. 6) ) sacerdote, es un elemento esencial de este sacramento. En un
sentido profundo este sacramento es también una "confesión",
1850 El pecado es una ofensa a Dios: “Contra ti, contra ti sólo reconocimiento y alabanza de la santidad de Dios y de su
pequé, cometí la maldad que aborreces” (Sal 51, 6). El pecado se misericordia para con el hombre pecador.
levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros
corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una Se le denomina sacramento del perdón porque, por la absolución
rebelión contra Dios por el deseo de hacerse “como dioses”, sacramental del sacerdote, Dios concede al penitente "el perdón
pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5). El [...] y la paz" (Ritual de la Penitencia, 46, 55).
pecado es así “amor de sí hasta el desprecio de Dios” (San
Agustín, De civitate Dei, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de Se le denomina sacramento de reconciliación porque otorga al
sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús pecador el amor de Dios que reconcilia: "Dejaos reconciliar con
que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9). Dios" (2 Co 5,20). El que vive del amor misericordioso de Dios
está pronto a responder a la llamada del Señor: "Ve primero a
1851 Es precisamente en la Pasión, en la que la misericordia de reconciliarte con tu hermano" (Mt 5,24).
Cristo vencería, donde el pecado manifiesta mejor su violencia y
su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los
jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados,
traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y
abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma de las - Conversión y reconciliación:
tinieblas y del príncipe de este mundo (cf Jn 14, 30), el sacrificio “Parafraseando a San Pablo, cuando habla del conflicto interior
de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará entre el mal que se hace y el bien que se desea, podríamos decir
inagotable el perdón de nuestros pecados. que el hombre desea la paz y la amistad desde el fondo de su ser,
pero se siente impedido frecuentemente por pequeñas trabas o
- El nombre del sacramento (en CEC): grandes obstáculos que le alejan y le separan de los demás.
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Para romper este cerco, que tiende a estrechar y reducir aún más
las limitaciones naturales del hombre y las posibilidades de
convivencia de los grupos sociales, es importante reconocer los
errores y los fallos, pero sobre todo se hace preciso descubrir las
exigencias de la reconciliación, como llamada positiva a salir
del propio cerco interior e ir al encuentro de los demás…

A la verdadera reconciliación, que supone la convergencia de


voluntades en la búsqueda de las soluciones y el deseo de paz en el
interior de los corazones, se llega solamente después de un penoso
recorrido que no se produce sin cambios y transformaciones
interiores…

La llamada a la conversión exige un cambio profundo en el


interior de la propia persona, que ordinariamente sólo se
produce en virtud de un impulso religioso…
La conversión es una experiencia interior que capta las fuerzas
intelectuales, morales y aun corporales de la persona y las pone al
servicio de la fe, de un proyecto religioso de vida; es una
manifestación de la sensibilidad humana que se deja captar por
verdades y valores que ofrecen una nueva visión del mundo y de
la vida de sentido trascendente…suele coincidir con una etapa de
gran madurez humana y es una de las formas más profundas y
plenas de apropiar un mensaje religioso.”1

1
FLÓREZ G., Penitencia y unción de los enfermos, 19-20.
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Vía Bíblica I
PENITENCIA EN LA RELIGIÓN JUDÍA REVELADA
ANTIGUO TESTAMENTO
“La penitencia es la única forma de retornar al proyecto de Dios sobre ti y sobre mí.”
Esquema esencial: Alianza – Conversión - Penitencia.
La Alianza, eterna por parte de Dios, sólo ha existido en el pueblo
por la predicación penitencial profética (Os. 2, 18-25)
El amor de Dios y su deseo de salvar se expresa en la llamada a la conversión (Tb. 13, 1-10)

TEMAS BÍBLICOS
ESENCIALES

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PECADO MISERICORDIA CONVERSIÓN


El camino de la tristeza La gracia de la salvación Llamada a la felicidad

“Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre “Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu “Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un
presente mi pecado, contra ti, contra ti sólo inmensa compasión borra mi culpa” Salmo 50, 1 corazón quebrantado y humillado, tú no lo
pequé, cometí la maldad que aborreces” Sal. desprecias” Sal. 50, 17
50, 5-6 -El Dios del AT es un Dios misericordioso (Dn. 9,
9). - Es una llamada en la que Dios manifiesta a
- El pecado es la destrucción de la Alianza, los hombres su deseo de vivir en paz y
es el olvido de Dios, es la no observancia - Dios perdona el pecado (2 Sam. 12, 13; Sal. 31, comunión con ellos porque los ama.
de su Palabra (Gn. 3, 5). - La figura de este Dios que ama es el Esposo
1; 78, 9; 84, 3; Is. 63, 7 – 64, 1ss).
de la esposa infiel invitada a volver (Ez. 16,
- Es el rechazo al diálogo con Dios, fuente de 59-63; Is. 54, 4-8; Jer. 3, 1-13) o el Padre que
todo bien, mal trascendental para el hombre se apiada de sus hijos (Prov. 3, 12; Dt. 8, 5;
(Jer. 3, 13). Sal. 103, 13; Job 5, 17-18) o de la Madre (Is.
49, 15).
- El pecado conduce a la muerte (Sab. 2, 24). - La condición para recibir el perdón es la
conversión (=connotación ética y moral).
- El mal es consecuencia del pecado (Gn. 3,
16ss).

- El pecado más grande es la idolatría -


destruye la alianza del pueblo con Dios (1 - Es una acción del corazón y significa “volver
Rey. 11, 1-13). al Señor” – shub, teshubah (Sal. 4, 3; 94, 8; Is.
46, 8; Jer. 18, 11; Ez. 36, 31; Joel 2, 12-13)
- Es pecado olvidarse del más débil, no para encontrar el “camino de la vida” (Dt. 30,
cuidarlo (Dt. 15, 7-18). 19; Jer. 21, 8; Ez. 18, 20-24). Shub se usa más
de 1059 veces2, que según el contexto se
- Hay responsabilidad por el pecado común traduce por: conversión, penitencia, retorno.
(Jer. 32, 18; Bar. 3, 8) y el individual (Nm. 164 veces en relación a la Alianza. LXX: los
27, 3; Dt. 24, 16). LXX la han traducido con επιστρεφ3 (550
veces) que tiene un significado tripartito: en

2
FLAKER M., Vía Bíblica – Origen Bíblico del Sacramento de La Penitencia, Conferencia en III Congreso Internacional de Liturgia y pastoral, Medellín 2016.
3
TUGGY A., Léxico griego – español del Nuevo Testamento, voz 1994, El Paso 1996.
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- El pecado es la única realidad que puede relación a algo físico: girar hacia, volver,
desbaratar los proyectos divinos sobre el convertir, regresar a, giro de 180°, hacer
triunfo de Israel, es principio de desgracias. retornar una cosa; en relación a algo moral.
atención o intención de regresar, cambio,
- Sinónimos suyos son injusticia (resha), convertirse; en relación a algo intelectual:
rebelión (pesha), extravío (awon), cambio en lo moral, en lo intelectual. Los
transgresión (hatta), deuda (hoba). LXX, también lo han traducido por:
µετανoια, µετανoεω: convertirse, comprender,
reconocer después, cambiar después,
arrepentirse. Este es el verbo preferido del N.T.
para designar o hablar de conversión.
Teshubah es usado menos veces, pero en el
contexto ritual (culto), “volver, retornar,
responder a alguien que te llama y
responder a esa llamada”. Es la vuelta del
pecador hacia Dios.
Esto se concretiza ritualmente en el Yom
Kippur (día de la expiación).

También el término está en relación con el


Volver a nacer. Por lo tanto este término se
puede relacionar con Rején o Rajamín
(seno/útero), traducido por nosotros como:
Misericordia, que no es lo más exacto.

- La conversión es la novedad de un corazón


conforme al sentir de Dios, de una Alianza
que sitúe la Ley en el interior del hombre, es
la “Jerusalén reconstruída” (Jer. 24, 7; 31, 31-
34) en justicia y salvación, cielos nuevos y
tierra nueva (Is. 62, 1-2; 66, 22).
-Esto no es fruto del esfuerzo humano, es obra
y gracia de Dios.

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MODELOS PARA LA CONVERSIÓN Y LA PENITENCIA

Línea dura: Línea moderada:


- La Ley en el Antiguo Testamento ordenaba la pena de muerte para varios - Para recibir el perdón sirven actos de conversión y expiación que expresen
actos: asesinato (Éx. 21, 12), secuestro (Éx. 21, 16); bestialidad (Éx. 22, el amor hacia Dios (Joel 1, 13-14; Esd. 9, 1-15; Sir. 21, 1): abluciones,
19); adulterio (Lev. 20, 10); homosexualidad (Lev. 20, 13); maldición o ayuno, vestidos penitenciales, ceniza, confesión colectiva e individual como
blasfemia (Ex. 21, 17; Lev. 24, 14); ser un falso profeta (Dt. 13, 5); reconocimiento del pecado cometido, oración, sacrificios, estudio de la
prostitución y violación (Dt. 22, 20ss) y muchos otros crímenes. Torah y aún los propios sufrimientos llevados con humildad.
- La oración es sustitución del sacrificio y mitiga la ira de Dios (Sal. 50, 15-
- Esta dureza suscita escándalo (1 Sam 14, 38-45). 16).
- Los sacrificios son holocaustos como signo de la dedicación total de sí
mismos a Dios (Am. 4, 5; Sal. 50, 19).
- El sacrificio comunitario de comunión y de paz es una celebración
comunitaria de alianza (acción de gracias, nueva dedicación a Dios,
remueve los obstáculos entre Dios y el hombre).
- Liturgia penitencial (Neh. 9, 1-10): signos penitenciales, separación de los
extranjeros, confesión, lectura de la Ley, oración levítica (berakah-
confesión-anámnesis de los beneficios y los pecados, súplica de perdón,
proclamación del anhelo de futura fidelidad, bendición – absolución sobre el
pueblo).

- Día litúrgico: Yom ha kippurim, Yomá (Lv. 16; 23, 26-32) de vestigios
mágico-naturales: chivo expiatorio, demonios del desierto.

TRADICIONES PENITENCIALES

Tradición sacerdotal: Tradición profética Tradición monástica (esenios, Juan el


“Y pondrá Aarón sus dos manos sobre la (Ez, Is, 2 Re) bautista):
cabeza del macho cabrío vivo, y “Despreciado y desechado entre los hombres, “Vino la palabra de Dios a Juan, hijo de
confesará sobre él todas las iniquidades varón de dolores, experimentado en Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda

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de los hijos de Israel, todas sus quebranto... Ciertamente llevó él nuestras la región contigua al Jordán, predicando
rebeliones y todos sus pecados, enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y el bautismo del arrepentimiento para
poniéndolos así sobre la cabeza del nosotros le tuvimos por azotado, por herido de perdón de los pecados.”
macho cabrío, y lo enviará al desierto Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras Lc. 3, 2-3
por mano de un hombre destinado para rebeliones, molido por nuestros pecados; el
esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus Ritos de penitencia multiplicados:
sí todas las iniquidades de ellos a tierra llagas fuimos nosotros curados.” abluciones, baños, comidas rituales,
inhabitada; y dejará ir el macho cabrío Is. 53, 3-5 penitencias corporales, ayunos.
por el desierto.”
Lev. 16, 21-22 Responsabilidad personal por el pecado, gratuidad
de la gracia, idea del sufrimiento vicarial (esta
Concepto de pecado legalista-materialista corriente entra en el NT).
que se mueve en un sistema de culto muy
desarrollado.

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El pecado original – fresco mural del siglo XII lo ofrece su fruto a Eva. Adán, según el convencionalismo iconográfico
El conjunto de las pinturas murales de la Ermita de Santa Cruz de medieval, se agarra su garganta con la mano derecha para denotar la maldad del
Maderuelo (Segovia) fue trasladado a lienzo en 1947 y reconstruido en el bocado que acaba de ingerir. Ambos aparecen tapando sus sexos con grandes
Museo del Prado en Madrid. Los muros de la capilla están decorados con hojas de parra, puesto que, como dice el Génesis, al cometer el pecado caen en
figuras de ángeles, Apóstoles y escenas evangélicas, y los testeros presentan dos la cuenta de su desnudez y sienten vergüenza por ella.
temas bíblicos. Como es apreciable, el carácter sintético del románico permite narrar en una
Las figuras representadas, típicamente románicas, no tienen volumen ni sola imagen episodios que se desarrollan en momentos sucesivos sin que ello
profundidad y están delimitadas por unos simples contornos que dividen los afecte a la expresividad y carácter narrativo y didáctico que se pretende.
espacios. El estilo del artista ha sido siempre considerado muy próximo al Por último, añadiremos que junto a las dos figuras de Adán se halla el texto
Maestro de Tahull. "ATM" que algunos interpretan con el acróstico "Adam Traxit Morte" (Adán
Uno de los aspectos más apreciables de esta pintura es la desnudez completa arrastró a la muerte) y junto a Eva ATEV que significaría "Adam Tradidit Evae
(salvo los genitales) en que se halla el primer hombre. El pintor, lejos de Vitam" (Adán entregó la vida a Eva).
intentar una fisonomía naturalista, resuelve el cuerpo desnudo de Adán con (http://historiaartefabero.blogspot.com.co/p/historia-del-arte.html).
líneas negras y rojas de contorno que parecen "despiezar" su cuerpo en partes
convencionales: pies, piernas, glúteos, brazos, antebrazos, abdomen, etc.
Inmediatamente a la derecha se nos muestra el pecado original. Adán y Eva se
encuentran flanqueando el árbol prohibido en el que se enreda la serpiente que

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- Paternidad: en la tradición profética del AT, como gratuidad de


Vía bíblica II: la gracia (Lc. 15 – hijo pródigo), amor especial de Dios por los
PENITENCIA EN EL NUEVO TESTAMENTO pobres. Jesús llama sobre todo a recibir el amor y la misericordia
1. MINISTERIO RECONCILIADOR EN, POR Y CON del Padre, “Mi Padre” (Mc. 8, 38; Mt. 7, 21; Lc. 10, 22), “vuestro
Padre” (Lc. 6, 36; Mt. 5, 45; Mc. 11, 25). Misericordia recibida y
JESUCRISTO dada.
- La conversión es en la Biblia una llamada a creer en Dios y a
confiar en sus promesas, a seguir sus caminos. ¿Cuándo? ¿Cómo? - El Reino ha llegado y todos son invitados y la salvación de los
¿Zelotes? ¿Herodianos? No! Pobres de Yahveh que esperan al pecados introduce en el Reino. Ese Reino de los profetas se hace
Ungido de Dios, la luz para el mundo, la gloria de Israel (Lc. 2, realidad con los signos y palabras de Jesús (Lc. 4, 18-21; 7, 18-23;
22-40), que bautizaría en Espíritu Santo y fuego (Mt. 3, 11-12; Lc. 24, 19; Mt. 11, 20-24) que son humanos, comprensibles y sencillos
3, 16-17), que quitaría el pecado del mundo (Jn. 1, 29). (Mt. 18, 3).

- En Juan el Bautista la conversión tiene un sentido muy personal - El pecado (es: Rechazo de la Palabra (Mt. 13, 22),
e interior: es una conducta digna de un hijo de Abraham, Negación del Verbo y de su luz (Jn. 3, 19; 1, 11); El pecador es
expresada en un “bautismo de conversión” hijo de Satanás, cumple su obra (1 Jn. 3, 8-10) que son homicidio
 – baptismum paenitentiae (Mc. 1, 4; Mt. 3, y mentira (Jn. 8, 44).
11; Lc. 3, 3) un cambio de conducta semítico (najam-shu).
- El perdón de los pecados en Jesús es el signo esencial de la
- El ministerio de Jesús es un ministerio de reconciliación (Col. misericordia divina y la realización de las promesas de salvación;
1, 19-20). Jesús perdona por su condición divina, Él conoce al tentador y
puede apartarlo (Mt. 4, 1-11) y expulsarlo (Mc. 5, 1-20).
- El ministerio fundamental de Jesús: llamar a la conversión
(Mc. 1, 15; Mt. 4, 17 –  - Paenitentiam agite), predicar - Síntesis: Mc. 2, 1-12; Lc. 5, 17-26; Mt. 9, 1-8 (curación del
 (adhesión a Jesús, el Enviado de Dios, por la fe). paralítico):

- Su misión: llamar a los pecadores (Mt. 9, 13; Mc. 2, 17) para + Fórmula penitencial Mc. 2, 5; Lc. 5, 23; Mt. 9, 2:
que se conviertan (Lc. 5, 32). Su presencia produce conversiones, “”
cambios existenciales de vida: Leví, la pecadora, Zaqueo, el buen “Fili, dimittuntur (remittuntur) tibi peccata tua”.
ladrón (Lc. 7, 36-50; 19, 1-10; 23, 39-42).

- Esos pecadores no son algunos, son todos (Mt. 11, 20-21; 12, 41;
Lc. 3, 2; 15, 7).

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El regreso del hijo pródigo. Autor: Pompeo Girolamo Batoni.


Ubicación: Kunsthistorisches Museum – Viena (Austria). Fecha: 1773.
Batoni es un pintor italiano, nació en Lucca el 25 de enero de 1708 y
falleció en Roma el 4 de febrero de 1787. Batoni se traslada a Roma en
1727. Durante su período de formación se dedicó principalmente a
copiar obras de Rafael y Annibale Carracci.

Fue en los años de 1743 y 1744 cuando el artista se especializó en


retratos, un género bastante remunerativo en vista del alto número de
nobles extranjeros, mayoritariamente británicos, que visitaban Roma y
toda Italia, durante el Grand Tour. Batoni conquistó así la fama
internacional de mejor pintor italiano, gracias sobre todo a "clientes" que
venían de Inglaterra e Irlanda, a los que retrataba, en muchas ocasiones,
con grandes obras arquitectónicas o famosos paisajes italianos, en
segundo plano.

En estas obras y en sus numerosos cuadros alegóricos y mitológicos,


Batoni se muestra como un artista de técnica sólida y con tendencia
hacia el neoclasicismo, y cierto influjo del Rococó francés.

La imagen, que alude a la parábola del Evangelio (Lc 15, 1-3. 11-32),
muestra el momento en el que el hijo, que se marchó del lado de su
padre con quien vivía sin que le faltase de nada, regresa al lado de su
progenitor, después de haber experimentado la pobreza material, pues no
tenía ni para comer, y la soledad, al haber abandonado a su familia y su
hogar. Esta parábola del Evangelio narra cómo este hijo exigió a su
padre la parte de la herencia que le correspondía y se marchó lejos del
hogar, gastándose todo lo que poseía. Después, regresó junto a su padre,
y avergonzado y necesitado pidió perdón al padre, quien lo abrazó y lo
acogió de nuevo en su casa, celebrando su vuelta con una gran fiesta.
Así, el Señor celebra el regreso de cada uno de sus hijos, de cada uno
de nosotros, cuando acudimos a Él para pedir perdón, en el
Sacramento de la Penitencia, y reconocernos hijos de Dios.
(https://barbararosillo.com/2016/03/07/parabola-del-hijo-prodigo/).

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2. ENSEÑANZA DE SAN PABLO - Toda la teología paulina encuentra su realización en los


- Por un solo hombre entró el pecado en el mundo (Rm. 5, 12) y sacramentos de la iniciación cristiana (Rm. 6, 1-11).
por un solo hombre será vencido (Rm. 5, 9; 1 Cor. 15, 21). - El bautismo es para la remisión de los pecados pero presupone la
- Del pecado original (Rm. 5, 12-19 hostilidad original y 
originante, obra de Satanás) que ha hecho esclavo al hombre (Rm. - El resultado del bautismo es la entrada a la comunidad de los
6, 21ss) derivan los pecados particulares que excluyen del santos.
Reino (elenco de pecados Rm. 1, 29ss; 1 Cor. 5, 10ss). - Esto no excluye una penitencia – reconciliación después del
- El pecado (4es transgresión (Rm. 5, 14. 6, 6; Gá. 3, bautismo.
22), desobediencia (Rm. 5, 19).
- Conversión: es aceptar la justificación que viene de Cristo b. La comunidad santa y el hombre pecador:
(morir al mundo para vivir de Dios Gál. 2, 20). - En la comunidad hay responsabilidad de la comunidad por los
- Reconciliación (que presupone la conversión) es un Opus Dei demás miembros. Un integrante que peque hiere todo el cuerpo.
(Dios nos ha reconciliado consigo mediante Cristo – Col. 1, 19- - El principio es la caridad mutua 1 Cor. 13.
20). - De frente al pecado, la Iglesia y los jefes de la Iglesia dan un
- Efecto de la reconciliación: ser nueva creatura. juicio (1 Cor. 5, 3-4) que, en casos extremos, puede llevar a la
excomunión del pecador para tutelar el bien de la comunidad (1
3. DISCIPLINA DE LA PENITENCIA Y LA Cor. 5, 2.13; Rm. 16, 17; 2 Tes. 3, 6.14; 2 Tim. 3, 5; Tit. 3, 10) y
RECONCILIACIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO esto es ser entregado a “merced de Satanás” (1 Cor. 5, 5; 1 Tim. 1,
20) en nombre del poder de Cristo (aplicación de Mt. 18, 18-21;
a. El bautismo como la remisión de los pecados: Jn. 20, 21-23; Mt. 9, 6-8). Para pecados menos graves se debe
- Los apóstoles, siguiendo el mandato de Cristo, anuncian la amonestar al pecador para corregirlo.
“penitencia-conversión” y el correspondiente “perdón de los - Jesús sabía de tener tal poder y lo ejercitaba (Mc. 2, 10) y
pecados” (Hch. 3, 19.26; 10, 43; 13, 38) como acontecimientos presupone la fe y la conversión.
ligados a la misma misión de Cristo y a la fe de los creyentes. - En las iglesias después de Jesús la teología penitencial se coloca
- Esta conversión- perdón de los pecados está unida a un bautismo en la línea profética (primero la conversión del corazón).
(Hech. 2, 38), verdadera liturgia penitencial que introduce en una
nueva esfera de vida, en la que encuentra cumplimiento la
promesa de Dios para judíos y paganos (Hech. 2, 38-39).

4
Pecado, trasgresión, culpa, falta. Juan lo usa para designar una condición o
calidad del hombre (Jn. 8, 21; Jn. 8, 24; Jn. 9, 34; Jn. 9, 41; Jn. 15, 24; Jn. 19,
11; 1 Jn. 1, 8: 1 Jn. 3, 5); En Hebreos, como en el A.T., se mira al pecado como
el poder que engaña al hombre y le lleva a la destrucción (Hb. 2, 17; 3, 13; 5,
3;10, 2-3; 10, 12; 10, 18; 13, 11). TUGGY A., Léxico griego – español del Nuevo
Testamento, voz 1994, El Paso 1996, 266.
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- Este aspecto da lugar al nacimiento de disciplinas penitenciales - La forma concreta no ha sido aún establecida, pero se dan los
(no liturgias) concretas que miran al sujeto del pecador: después elementos esenciales para la formación y el ejercicio de un
de la toma de conciencia de haber pecado, y la consecuente auto- sacramento verdadero:
exclusión de la comunidad y la reintegración, existe un tiempo + Confesión de los pecados para el perdón, acompañada de la
(sacramental) consagrado a la penitencia (Mt. 18, 16-18). oración (St. 5, 15-16).
+ Una imposición de las manos que parece ser un rito de remisión
c. El poder de perdonar pecados después del bautismo (Mt. 16, de los pecados (1 Tim. 5, 20-22).
18ss; 18, 18; Jn. 20, 21-23): + Todo es en el nombre, por el poder de Cristo, como
En Mateo 16, 18ss: continuación de su misión salvífica.
- Existe un lenguaje rabínico: hablar con autoridad, excomulgar y
retirar la excomunión. Recordemos… Pecado original:
- Ambos momentos (excomunión y readmisión) están separados CEC 398 En este pecado, el hombre se prefirió a sí mismo en
por un tiempo intermedio - espacio sacramental. lugar de Dios, y por ello despreció a Dios: hizo elección de sí
- El poder de atar y desatar aquí es entregado a Pedro. mismo contra Dios, contra las exigencias de su estado de
- En Mt. 18, 18 leemos el contexto desde Mt. 18, 1-20 en clave de criatura y, por tanto, contra su propio bien. El hombre,
discipulado (en el ev. de Mateo. Los 12 tienen constituido en un estado de santidad, estaba destinado a ser
este poder pero lo ejercen junto a la comunidad. plenamente "divinizado" por Dios en la gloria. Por la seducción
- León I (+461) en su interpretación de Mt. 18, 18 olvida este del diablo quiso "ser como Dios" (cf. Gn 3,5), pero "sin Dios,
papel comunitario de la reconciliación. antes que Dios y no según Dios" (San Máximo el Confesor,
En Juan 20, 21 ss: remitir, retener Ambiguorum liber: PG 91, 1156C).
- El autor no se interesa por el sujeto del poder. CEC 404 ¿Cómo el pecado de Adán vino a ser el pecado de
- Remitir: perdonar el pecado en cuanto ofensa hecha a la Iglesia todos sus descendientes? Todo el género humano es en Adán
(si la Iglesia lo perdona, Dios lo perdona). sicut unum corpus unius hominis ("Como el cuerpo único de un
- Retener no significa negar el perdón (que no viene jamás negado único hombre") (Santo Tomás de Aquino, Quaestiones disputatae
a quien está bien dispuesto), significa más bien ligar al penitente, de malo, 4,1). Por esta "unidad del género humano", todos los
obligándolo a ponerse en una situación que corrija su vicio antes hombres están implicados en el pecado de Adán, como todos están
de la readmisión (espacio sacramental). implicados en la justicia de Cristo. Sin embargo, la transmisión del
pecado original es un misterio que no podemos comprender
CONCLUSIÓN plenamente….Es un pecado que será transmitido por propagación
- Encargo dado a la Iglesia de manifestar aún a los pecadores la a toda la humanidad, es decir, por la transmisión de una naturaleza
misericordia de Dios, Padre de misericordia (2 Cor. 1, 3; Jn. 5, 11; humana privada de la santidad y de la justicia originales. Por eso,
Lc. 10, 30-37), imitando la misericordia misma de Dios (Lc. 6, 36) el pecado original es llamado "pecado" de manera análoga: es un
y tendiendo a la perfección cristiana: perdón a quien ha ofendido, pecado "contraído", "no cometido", un estado y no un acto.
Dios no puede morar en quien no es misericordioso (1 Jn. 3, 17).

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Entrega de las llaves a


San Pedro.
Este fresco pintado por Pietro il
Perugino (Pietro di Cristoforo
Vanucci 1448 – 1523) en 1482
para la Capilla Sixtina es de
los más relevantes por los
avances que supuso en su época
en la representación de la
perspectiva pictórica.

La escena hace referencia al


pasaje de los evangelios en el
que Cristo hace entrega a San
Pedro de las llaves del Reino de
los Cielos.

En el centro de la composición,
al fondo, encontramos el templo
octogonal de Jerusalén que
domina el eje central de la
composición, a la que sirve línea del horizonte con representaciones de arquitecturas inspiradas en la
como telón de fondo frente al que se desarrolla la acción. Roma Antigua: dos arcos de triunfo y un edificio de planta centralizada.
Destaca la sensación de horizonte infinito que consigue conferir a una
obra que superó en la representación de la perspectiva a las de muchos El estilo de las figuras con ropajes de gran complejidad, algunos con el
de sus contemporáneos. pelo largo y suelto, o el porte elegante y refinado. Sus cabezas parecen
ser de tamaño pequeño en proporción con la rotundidad de los
Para dar una mayor sensación de profundidad situó dos filas de volúmenes de los cuerpos, cuyas posturas y poses se repiten
personajes en primer plano por debajo de la línea del horizonte, secuencialmente, aunque de forma inversa, en ambas mitades del
acentuando el efecto de ésta sobre la profundidad del cuadro, cuadro. No sólo es uno de los principales frescos de los muros laterales
consiguiendo así una perspectiva pictórica muy avanzada. de la Sixtina. Se creía un buen augurio sentarse en los cónclaves bajo
Perugino reresenta a personajes del presente ataviados a la moda esta pintura, que en el caso de Julio II, Clemente VII y Paulo III se
florentina en una plaza embaldosada cuyas líneas de fuga llevan a la cumplió con exactitud. (https://tuitearte.es/2013/03/12/capilla-sixtina-
entrega-de-las-llaves-a-san-pedro).
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HISTORIA SACRAMENTAL: LA PENITENCIA A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

SIGLO MODOS DE PENITENCIA – TEXTOS – PERSONAJES – FORMAS PENITENCIALES – ORDO

Penitencia antigua (solemne, Pastor de Hermas, IV - Penitencia canónica siempre y sólo para las
canónica, pública). precepto, 31, 3. culpas graves.
II - Línea rigorista: restringir la - Distinción entre culpas graves y pecados
penitencia sacramental cotidianos.
(penitencia una sola vez después - “Pública” no es confesión pública, modalidad
del bautismo). Los pecados jamás conocida por la Iglesia.
veniales se perdonaban con Esquema:
limosna, buenas obras, ayuno y - Confesión del pecado secreta al Pbro. u obispo.
oración. - Ordo penitentium (con gran presencia de la
comunidad).
- Obras penitenciales.
- Problema de los lapsi: Cipriano y - Prohibiciones: “muerte civil” (comerciar, cargos,
Cornelio vs. Novaciano. ordenación, matrimonio, relaciones sexuales, etc…
- Rigor montanista: 3 pecados contra la Orígenes Contra Celso).
comunidad: idolatría, homicidio, - Reconciliación o paz: imposición de manos del
adulterio (basados en Hech. 15, 28-29). obispo y del clero (San Cipriano Ep. 15, 1) y en
Ej: oriente unción (Orígenes Hom. In Lev. 2, 4).
Tertuliano (+220) De poenitentia (203) - Elementos pastorales: lazo con el bautismo,
III ¿Es posible un perdón post- 1 tratado sobre el tema, De pudicitia. El sentido eclesial, valor pedagógico, valor
bautismal? proceso es  cristocéntrico.
En Oriente:
En la Didascalia Apostolorum (220-
230) el ministro es el obispo.
- Los penitentes son flentes, audientes,
substrati, consistentes (penitencia
pública status en la Xia).

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- Los concilios de Elvira (305) y


Arles (314) fijan la duración de la -Reconciliación el jueves santo en la mañana, rito
IV penitencia para ciertos pecados. epiclético, no jurídico de imposición de manos sin
Ej. Adulterio 5 años. fórmula (San Jerónimo Diálogo contra
Luciferianus 5).
- Entra en vigor la teología - Cambio en la interpretación del papel - Se escapaba de la muerte civil abrazando la vida
occidental a la que importa más de la Iglesia: poder de recibir la monástica.
el quehacer del ministro. confesión y absolver. San León Magno - La Penitencia comienza a ser un hecho privado:
- La reconciliación se (+461) Ep. 108, 2. Oración de confesión y reconciliación.
V transforma en el perdón de los reconciliación sobre oración de - Énfasis en la obra del hombre, más que en la
pecados. intercesión, importa más el rol de los gratuidad del perdón: se compra el perdón.
- Decadencia del catecumenado. clérigos. - Algunos penitentes siguen en proceso toda la vida
- La penitencia es in praeparatio - El monacato: disciplina penitencial y sin ejercer cargos públicos o tener relaciones
mortis, un acto de piedad. ascética. San Benito de Nursia (+530) conyugales.
- El hombre ya no se salva por el Regula monachorum. El monje es el
bautismo, sino por las obras. xno. Perfecto, el laico puede pecar!

Primer Ritual para la Penitencia tarifada (privada). - Penitencia cada vez que se quiere. Sínodo de
penitencia pública en el - 589: El Concilio de Toledo condena la Châlon-sur-Saône 644.
Gelasiano Vetus: penitencia tarifada y pide un volver “a - Se dan “tarifas” para el perdón.
a. Miércoles de ceniza, jueves la forma de los antiguos cánones de la - No se impone la penitencia a personas jóvenes o
santo: penitencia”. casadas sin permiso del cónyuge (Conc. De Agde
VI - Orationes et praeces super - Los efectos de la reconciliación son la 596, Orleans 538). Penitencia: sacramento de los
paenitentes (78-83). reintegración a la Iglesia, la readmisión viejos y los moribundos.
- Reconciliatio paenitentis (349- a la Eucaristía, un espíritu renovado, la - Excesos: Fórmula “no peques más” sin
351). esperanza en la vida eterna, el penitencia.
- Ordo agentibus publicam acercamiento a Dios.
paenitenciam (352-359).
b. Reconciliación de 1 solo
penitente (360-362).
c. Rec. De un penitente ad
mortem (364-374).

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VII - Libros penitenciales (Irlanda e La penitencia tarifada gana popularidad


Inglaterra): elencos y listas de a través de las “equivalencias”. Equivalencias o conmutaciones: Penitencia 1 año
pecados con la pena anexa de ayuno= 3 días seguidos de ayuno 12 veces o 3
VIII (ayuno a pan y agua). salterios (salmo 150 por 3) + 3000 flagelaciones; 1
año de ayuno= 26 sueldos de oro (pobres o Xia); 1
-Concilios Carolingios: línea dura año de ayuno=30 Misas de 15 sueldos de oro;
contra la arbitrariedad y la Lema: escoger a otra persona y pagarle (Cánones del rey
irrelevancia de las penas (muy “A pecado grave-oculto penitencia Eduardo, Penitencial de Teodoro).
fácil el perdón). Se trata de secreta, según la tarifa; a pecado grave- La penitencia privada continúa siendo tarifada. Es
IX volver a la antigua penitencia público, penitencia pública, según el un rito privado entre confesor y penitente.
canónica. sistema antiguo.” - La vergüenza de la confesión suple la expiación,
Compromiso (permanece en incluso a un laico!
vigor hasta la grande escolástica) - Obligación de confesarse 3 veces al año:
pecados públicos = penitencia Navidad, Pascua, Pentecostés.
pública. - La Iglesia rodeada de un mundo pecaminoso;
todos no son santos: beatificaciones!

Ritual para la penitencia Primer ritual detallado para la


pública en el Pontifical penitencia tarifada en el PRG (+ Misa)
Romano Germánico (950-962) La reconciliación alguna vez es
X XCIX, 44-80: una reelaboración concedida de inmediato después del
del material de GeV 352-359 acusarse, y viene atribuído menos rigor
(entra en el Pontifical medieval). a la obra del penitente.
-El acento no se da en el período
penitencial, sino en la confesión - Triunfo de la Confesión.
misma, la “pena”, la vergüenza de la - Otros modos de penitencia en vigor:
confesión, y los confesores lo deben peregrinación, confesión ( a Dios, a clérigos
XI hacer sentir así. inferiores, a laicos), reconciliación general (en la
-Se introduce el rito penitencial en la Misa), la entrada en religión.
Misa con valor sacramental.
- El penitente podía ser reconciliado
inmediatamente.
El uso de la confesión se generaliza.
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Reelaboración importante del rito de Para Santo Tomás (+1274), la confesión exige - 1215: síntesis cumplida: Concilio IV de Letrán, cap. 1. 21.
la Penitencia pública en el Pontifical la absolución y la absolución presupone la - Obligación de confesarse al menos una vez al año
de Guillermo Durango (+1296) III, 2, confesión para formar así una “realidad (posibilidad de reiterar la penitencia, recuperación formativo-
XIII 1-44 (contenido en los Pontificales hasta sacramental” llamada Penitencia, pues la medicinal vs. Valor punitivo-expiatorio).
nuestros días, pero sin usarse). acción del hombre no puede ser separada de la
de Dios para formar el sacramento.

XIV
- Fórmula: “ego te absolvo…” - 1439: definición de la materia, la forma, ministro y efecto:
- La penitencia es proceso de arrepentimiento, Concilio de Florencia, Decreto pro Armenis.
de conversión. - Todas las demás formas caen en desuso.
XV
- 1551: confirmación y refuerzo de la doctrina Concilio de Trento sesión XIV:
- La penitencia-conversión siempre fue necesaria para el hombre.
- Es sacramento por institución de Cristo. (Jn. 20, 22ss)
- Se compone de: actos del penitente (contrición, confesión, satisfacción) y las palabras del ministro (ego absolvo te…)
- La confesión es la acusación íntegra de todos los pecados mortales, necesaria por derecho divino para todos los pecadores post-bautismales.
- El poder de las llaves hace del sacerdote vicario de Xto para absolver o retener el pecado.
XVI - La absolución alcanza su efecto a modo de acto judicial: el sacerdote es como un juez.
- La satisfacción tiene una doble finalidad: aceptación de una pena, medio para hacer al pecador más cauto y curar los malos hábitos.

- Rituale Romanum 1614.


XVII- - Desarrollo de la pastoral que impulsa a la confesión.
- Reiteración de la necesidad de la confesión frecuente, extendida ya a todos los pecados, mortales y veniales.
XX - Confesión “de devoción” que es factor de progreso espiritual y como purificación necesaria para la eucaristía.

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HISTORIA SACRAMENTAL: LA PENITENCIA A TRAVÉS DE LOS SIGLOS - Textos selectos

Pastor de Hermas, IV precepto, 31, III: blasfemia inconsciente, un faltar a lo prometido o una mentira
“Y le dije: «Todavía voy a hacer otra pregunta, Señor.» «Di», me proferida por vergüenza o compulsión? En nuestros negocios, en
contestó. «He oído, Señor», le dije, «de ciertos maestros, para los el trabajo de cada día, en aquello con que ganamos nuestro
que no hay otro arrepentimiento aparte del que tuvo lugar cuando sustento, en lo que vemos u oímos, nos encontramos con
descendimos al agua y obtuvimos remisión de nuestros pecados poderosas tentaciones. Si no hubiera perdón para ese género de
anteriores.» Él me contestó: «Has oído bien; porque es así. Porque faltas, nadie alcanzaría la salvación. Estas faltas serán perdonadas
el que ha recibido remisión de pecados ya no debe pecar más, sino por la intercesión de Cristo ante el Padre. Pero hay otros pecados
vivir en pureza. Pero como tú inquieres sobre todas las cosas con de naturaleza muy distinta, demasiado graves y demasiado
exactitud, te declararé esto también, para que no tengan excusa los perniciosos para que puedan ser perdonados. Tales son el
que crean, a partir de ahora, en el Señor, o los que ya hayan creído. asesinato, la idolatría, el fraude, el renegar de la fe, la blasfemia y,
Pues los que ya han creído, o van a creer en adelante, no tienen naturalmente, el adulterio y la fornicación y cualquier género de
arrepentimiento para los pecados, sino que tienen sólo remisión de violación del «templo de Dios». Cristo ya no intercederá por estos
sus pecados anteriores. A los que Dios llamó, pues, antes de estos pecados: el que ha nacido de Dios no los cometerá jamás, y si los
días, el Señor les designó arrepentimiento. Porque el Señor, ha cometido, no será un hijo de Dios.”
discerniendo los corazones y sabiendo de antemano todas las
cosas, conoció la debilidad de los hombres y las múltiples Tertuliano, De Pænitentia 10, 5-6:
mentiras del diablo, en qué forma él procurará engañar a los “No puede el cuerpo alegrarse de la humillación de un miembro;
siervos de Dios, y se portará con ellos perversamente. El Señor, todo él debe dolerse y ayudar a remediarlo. En uno y en otro está
pues, siendo compasivo, tuvo piedad de la obra de sus manos y la Iglesia, y la Iglesia es Cristo: por tanto, cuando acudes a la
designó esta (oportunidad para) arrepentirse, y a mí me dio la oración de los hermanos, entras en contacto con Cristo, ruegas a
autoridad sobre este arrepentimiento. Pero te digo», me añadió, «si Cristo; del mismo modo, cuando ellos lloran por ti, Cristo implora
después de este llamamiento grande y santo, alguno, siendo al Padre. Fácilmente se alcanza siempre lo que pide el Hijo.”
tentado por el diablo, comete pecado, sólo tiene una (oportunidad
de) arrepentirse. Pero si peca nuevamente y se arrepiente, el San Ambrosio, De Pænitentia 1, 15: “...del mismo modo que es
arrepentimiento no le aprovechará para nada; porque vivirá con purificado por determinadas obras de todo el pueblo, y es lavado
dificultad.»” por las lágrimas del pueblo, aquel que es librado del pecado por
las oraciones y lágrimas del pueblo y es limpiado en su interior.
Tertuliano, De Pudicitia 19: Cristo, en efecto, ha concedido a su Iglesia el que uno sea
“Hay ciertos pecados cotidianos en los que todos caemos. ¿Quién redimido por todos, ella que ha merecido la venida de Jesús, el
puede escapar a pecados como un movimiento de ira irrazonable... Santo, para que todos fueran redimidos por uno… Es como si la
o un acto de violencia física, o una calumnia impensada, o una
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Iglesia entera tomara sobre sí misma el peso del pecador, de cuyas pobre… tendrá que hacerlo todo por si mismo … porque está
lágrimas, cuya oración y cuyo dolor, debe hacerse partícipe.” escrito: Cada uno que lleve su propio peso.”

IV Concilio de Letrán cap. 1 de la fe católica Dz. 430.437-438:


“…Y si alguno, después de recibido el bautismo, hubiere caído en
San León Magno, Epistola 108, 2: pecado, siempre puede repararse por una verdadera penitencia. Y
“Es suficiente la confesión del obispo y la intercesión de éste, ya no sólo los vírgenes y continentes, sino también los casados
que Dios ha dispuesto la ayuda de su bondad de modo que no se merecen llegar a la bienaventuranza eterna, agradando a Dios por
dé el perdón si no es por medio de las oraciones del obispo.” medio de su recta fe y buenas obras…Todo fiel de uno u otro sexo,
después que hubiere llegado a los años de discreción, confiese
Sínodo de Châlon-sur-Saône: fielmente él solo por lo menos una vez al año todos sus pecados al
“Los obispos están de acuerdo, por unanimidad, en que a los propio sacerdote, y procure cumplir según sus fuerzas la
penitentes se les dé la penitencia cada vez que hagan la penitencia que le impusiere, recibiendo reverentemente, por lo
confesión.” menos en Pascua, el sacramento de la Eucaristía, a no ser que por
consejo del propio sacerdote por alguna causa razonable juzgare
Orationes in quinta feria Sacramentarium Gelasianum 350: que debe abstenerse algún tiempo de su recepción; de lo contrario,
“Concede credentibus, misericors deus, saluum nobis de Christi durante la vida, ha de prohibírsele el acceso a la Iglesia y, al morir,
passione remedium, et humanae fragilitatis praeteritae culpae privársele de cristiana sepultura. Por eso, publíquese con
laquaeos aeternae suffragio plebs absoluat: per dominum.” frecuencia en las Iglesias este saludable estatuto, a fin de que
nadie tome el velo de la excusa por la ceguera de su ignorancia.
Pontifical Romano Germánico XCIX, 51: Mas si alguno por justa causa quiere confesar sus pecados con
“Tunc dicit sacerdos: Misereatur tui omnipotens Deus et dimittat sacerdote ajeno, pida y obtenga primero licencia del suyo propio,
tibi omnia peccata tua. Liberet te ab omni malo, conservet te in como quiera que de otra manera no puede aquél absolverle o
omni bono. Et perducat nos pariter ad vitam aeternam. Ab omni ligarle.
malo nos custodiat dominus.”
El sacerdote, por su parte, sea discreto y cauto y, como entendido,
Cánones del rey Eduardo: sobre derrame vino y aceite en las heridas (cf. Lc. 10, 34),
“El hombre poderoso que tenga muchos amigos puede atenuar inquiriendo diligentemente las circunstancias del pecador y del
mucho su penitencia…Conseguirá rescatar 7 años de penitencia en pecado, por las que pueda prudentemente entender qué consejo
3 días, gracias a este método: tomará 12 hombres que ayunen haya de darle y qué remedio, usando de diversas experiencias para
durante 3 días a pan, agua y verduras. Luego buscará 7 veces 120 salvar al enfermo. Mas evite de todo punto traicionar de alguna
hombres, que ayunen durante 3 días. Los días así obtenidos son manera al pecador, de palabra, o por señas, o de otro modo
iguales al número de días contenidos en 7 años! Esta conmutación cualquiera; pero si necesitara de más prudente consejo, pídalo
podrá permitírsela un rico que tenga muchos amigos… El cautamente sin expresión alguna de la persona. Porque el que
osare revelar el pecado que le ha sido descubierto en el juicio de la
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penitencia, decretamos que ha de ser no sólo depuesto de su oficio también remedio para la vida de aquellos que después se entregasen a la
sacerdotal, sino también relegado a un estrecho monasterio para servidumbre del pecado, y al poder o esclavitud del demonio; es a saber, el
sacramento de la Penitencia, por cuyo medio se aplica a los que pecan después
hacer perpetua penitencia.” del Bautismo el beneficio de la muerte de Cristo. Fue en efecto necesaria la
penitencia en todos tiempos para conseguir la gracia y justificación a todos los
hombres que hubiesen incurrido en la mancha de algún pecado mortal, y aun a
los que pretendiesen purificarse con el sacramento del Bautismo; de suerte que
Concilio de Florencia, Decreto para los armenios, Dz. 699: abominando su maldad, y enmendándose de ella, detestasen tan grave ofensa de
Dios, reuniendo el aborrecimiento del pecado con el piadoso dolor de su
“El cuarto sacramento es la penitencia, cuya cuasi-materia son los corazón. Por esta causa dice el Profeta: Convertíos, y haced penitencia de todos
actos del penitente, que se distinguen en tres partes. La primera es vuestros pecados: y con esto no os arrastrará la iniquidad a vuestra perdición.
la contrición del corazón, a la que toca dolerse del pecado También dijo el Señor: Si no hiciéreis penitencia, todos sin excepción
cometido con propósito de no pecar en adelante. La segunda es la pereceréis. Y el Príncipe de los Apóstoles san Pedro decía, recomendando la
confesión oral, a la que pertenece que el pecador confiese a su penitencia a los pecadores que habían de recibir el Bautismo: Haced penitencia,
y recibid todos el Bautismo. Es de advertir, que la penitencia no era sacramento
sacerdote íntegramente todos los pecados de que tuviere memoria. antes de la venida de Cristo, ni tampoco lo es después de esta, respecto de
La tercera es la satisfacción por los pecados, según el arbitrio del ninguno que no hay sido bautizado. El Señor, pues, estableció principalmente el
sacerdote; satisfacción que se hace principalmente por medio de la sacramento de la Penitencia, cuando resucitado de entre los muertos sopló sobre
oración, el ayuno y la limosna. La forma de este sacramento son sus discípulos, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo: los pecados de aquellos que
las palabras de la absolución que profiere el sacerdote cuando perdonáreis, les quedan perdonados; y quedan ligados los de aquellos que no
perdonáreis. De este hecho tan notable, y de estas tan claras y precisas palabras,
dice: Yo te absuelvo, etc.; y el ministro de este sacramento es el
ha entendido siempre el universal consentimiento de todos los PP. que se
sacerdote que tiene autoridad de absolver, ordinaria o por comunicó a los Apóstoles, y a sus legítimos sucesores el poder de perdonar, y
comisión de su superior. El efecto de este sacramento es la de retener los pecados al reconciliarse los fieles que han caído en ellos después
absolución de los pecados.” del Bautismo.”

Concilio de Trento sesión XIV - Que es la IV celebrada en


tiempo del sumo Pontífice Julio III en 25 de noviembre de 1551. Rituale Romanum 1614 Sacramentum Pœnitentiæ cap. 2
Dz. 893ª – 906. absolutionis forma
DOCTRINA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LA “Indulgéntiam, absolutionem, et remissiónem peccatorum tuórum
PENITENCIA
“CAP. I. De la necesidad e institución del sacramento de la Penitencia.
tríbuat tibi omnípotens, et miséricors Dóminus. Dominus noster
Si tuviesen todos los reengendrados tanto agradecimiento a Dios, que Jesus Christus te absolvat: et ego auctoritate ipsius te absolvo ab
constantemente conservasen la santidad que por su beneficio y gracia recibieron omni vinculo excommunicationis, suspensionis, et interdicti, in
en el Bautismo; no habría sido necesario que se hubiese instituido otro quantum possum, et tu indiges. Deinde ego te absolvo a peccatis
sacramento distinto de este, para lograr el perdón de los pecados. Mas como tuis, in nomine Patris + et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.”
Dios, abundante en su misericordia, conoció nuestra debilidad; estableció

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Introducción al Ritual de la Penitencia


Observaciones previas (Praenotanda)

I. EL MISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN

1. El Padre manifestó su misericordia reconciliando consigo por Cristo todos los seres, los del cielo y de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz. 1 El Hijo de
Dios, hecho hombre, convivió entre los hombres para liberarlos de la esclavitud del pecado 2 y llamarlos desde las tinieblas a su luz admirable. 3 Por ello inició su misión
en la tierra predicando penitencia y diciendo: «Convertíos y creed en el Evangelio.» 4
Esta llamada a la penitencia, que ya resonaba insistentemente en la predicación de los profetas, fue la que preparó el corazón de los hombres al advenimiento del Reino
de Dios por la palabra de Juan el Bautista que vino «a predicar que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados». 5
Jesús, por su parte, no sólo exhortó a los hombres a la penitencia, para que, abandonando la vida de pecado se convirtieran de todo corazón a Dios, 6 sino que acogió a los
pecadores para reconciliarlos con el Padre. 7 Además, como signo de que tenía poder de perdonar los pecados, curó a los enfermos de sus dolencias. 8 Finalmente, él
mismo «fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación». 9 Por eso, en la misma noche en que iba a ser entregado, al iniciar su pasión
salvadora,10 instituyó el sacrificio de la Nueva Alianza en su sangre derramada para el perdón de los pecados 11 y, después de su resurrección, envió el Espíritu Santo a los
Apóstoles para que tuvieran la potestad de perdonar o retener los pecados 12 y recibieran la misión de predicar en su nombre la conversión y el perdón de los pecados a
todos los pueblos.13
Pedro, fiel al mandato del Señor que le había dicho: «Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates
en la tierra quedará desatado en el cielo», 14 proclamó el día de Pentecostés un bautismo para la remisión de los pecados: «Convertíos y bautizaos todos en
nombre de Jesucristo, para que se os perdonen los pecados.» 15 Desde entonces la Iglesia nunca ha dejado ni de exhortar a los hombres a la conversión, para
que, abandonando el pecado, se conviertan a Dios, ni de significar, por medio de la celebración de la penitencia, la victoria de Cristo sobre el pecado.
2. Esta victoria sobre el pecado la manifiesta la Iglesia, en primer lugar, por medio del sacramento del bautismo; en él nuestra vieja condición es crucificada con Cristo,
quedando destruida nuestra personalidad de pecadores y quedando nosotros libres de la esclavitud del pecado, resucitamos con Cristo para vivir para Dios. 16 Por ello
confiesa la Iglesia su fe al proclamar en el Símbolo: «Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.»
En el sacrificio de la misa se hace nuevamente presente la pasión de Cristo y la Iglesia ofrece nuevamente a Dios, por la salvación de todo el mundo, el Cuerpo que fue
entregado por nosotros y la Sangre derramada para el perdón de los pecados. En la Eucaristía, en efecto, Cristo está presente y se ofrece corno «víctima por cuya
inmolación Dios quiso devolvernos su amistad»,17 para que por medio de este sacrificio «el Espíritu Santo nos congregue en la unidad». 18
Pero además nuestro Salvador Jesucristo instituyó en su Iglesia el sacramento de la penitencia al dar a los Apóstoles y a sus sucesores el poder de perdonar los
pecados; así los fieles que caen en el pecado después del bautismo, renovada la gracia, se reconcilien con Dios, 19 La Iglesia, en efecto, «posee el agua y las
lágrimas, es decir, el agua del bautismo y las lágrimas de la penitencia». 20

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II. LA RECONCILIACIÓN DE LOS PENITENTES EN LA VIDA DE LA IGLESIA

La Iglesia es santa y, al mismo tiempo, está siempre necesitada de purificación.


3. Cristo «amó a su Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla», 21 y la tomó como esposa;22 la enriquece con sus propios dones divinos, haciendo de ella su
propio cuerpo y su plenitud,23 y por medio de ella comunica a todos los hombres la verdad y la gracia.
Pero los miembros de la Iglesia están sometidos a la tentación y con frecuencia caen miserablemente en el pecado.

Por eso, «mientras Cristo, “santo, inocente, sin mancha”,24 no conoció el pecado,25 sino que vino a expiar sólo los pecados del pueblo, 26 la Iglesia, recibiendo en
su propio seno a los pecadores, santa al mismo tiempo que necesitada de purificación constante, busca sin cesar la penitencia y la renovación». 27

La penitencia en la vida y en la liturgia de la Iglesia


4. Esta constante vida penitencial el pueblo de Dios la vive y la lleva a plenitud de múltiples y variadas maneras. La Iglesia, cuando comparte los padecimientos de
Cristo28 y se ejercita en las obras de misericordia y caridad, 29 va convirtiéndose cada día más al Evangelio de Jesucristo y se hace así, en el mundo, signo de conversión a
Dios. Esto la Iglesia lo realiza en su vida y lo celebra en su liturgia, siempre que los fieles se confiesan pecadores e imploran el perdón de Dios y cíe sus hermanos, como
acontece en las celebraciones penitenciales, en la proclamación de la palabra de Dios, en la oración y en los aspectos penitenciales de la celebración eucarística. 30
Pero en el sacramento de la penitencia los fieles «obtienen el perdón de la ofensa hecha a Dios por la misericordia de éste y, al mismo tiempo, se reconcilian con
la Iglesia, a la que, pecando, ofendieron, la cual, con caridad, con ejemplos y con oraciones, los ayuda a su conversión». 31
Reconciliación con Dios y con la Iglesia
5. Porque el pecado es una ofensa hecha o Dios, que rompe nuestra amistad con él, la penitencia.«tiene como término el amor y el abandono en el Señor». 32 El pecador,
por tanto, movido por la gracia del Dios misericordioso, se pone en camino de conversión, retorna al Padre, que: «nos amó primero», 33 y a Cristo, que se entregó por
nosotros.34, y al Espíritu Santo, que ha sido derramado copiosamente en nosotros.35
Mas aún: «Por arcanos y misteriosos designios de Dios, los hombres están vinculados entre sí por lazos sobrenaturales, de suerte que el pecado de uno daña a los demás,
de la misma forma que la santidad de uno beneficia a los otros» 36, por ello la penitencia lleva consigo siempre una reconciliación a los demás, de la misma forma que la
santidad de uno beneficia a quienes el propio pecado perjudica.
Además, hay que tener presente que los hombres, con frecuencia, cometen la injusticia conjuntamente. Del mismo modo, se ayudan mutuamente cuando hacen
penitencia, para que, liberados del pecado por la gracia de Cristo, unidos a todos los hombres de buena voluntad, trabajen en el mundo por el progreso de la justicia y de
la paz.
El sacramento de la penitencia y sus partes
6. El discípulo de Cristo que, después del pecado, movido por el Espíritu Santo acude al sacramento de la penitencia, ante todo debe convertirse de todo corazón a Dios.
Esta íntima conversión del corazón, que incluye la contrición del pecado y el propósito de una vida nueva, se expresa por la confesión hecha a la iglesia, por la adecuada
satisfacción y por el cambio de vida Dios concede la remisión de los pecados por medio de la Iglesia, a través del ministerio de los sacerdotes. 37
a) Contrición
Entre los actos del penitente ocupa el primer lugar la contrición, «que es un dolor del alma y un detestar el pecado cometido, con propósito de no pecar en adelante». 38
En efecto, «al reino de Cristo se puede llegar solamente por la metánoia, es decir, por esta íntima y total transformación y renovación de todo el hombre -de todo su
sentir, juzgar y disponer que se lleva a cabo en él a la luz de la santidad y caridad de Dios, santidad y caridad que, en el Hijo, se nos han manifestado y comunicado con
plenitud».39 De esta contrición del corazón depende la verdad de la penitencia. Así, pues, la conversión debe penetrar en lo más íntimo del hombre para que le ilumine
cada día más plenamente y lo vaya conformando cada vez más a Cristo.
b) Confesión
La confesión de las culpas, que nace del verdadero conocimiento de si mismo ante Dios y de la contrición de los propios pecados, es parte del sacramento de la
penitencia. Este examen interior del propio corazón y la acusación externa deben hacerse a la luz de la misericordia divina. La confesión, por parte del penitente, exige la

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voluntad de abrir su corazón al ministro de Dios; y por parte del ministro, un juicio espiritual mediante el cual, como representante de Cristo y en virtud del poder de las
llaves, pronuncia la sentencia de absolución o retención de los pecados. 40
c) Satisfacción
La verdadera conversión se realiza con la satisfacción por los pecados, el cambio de vida y la reparación de los daños. 41 EI objeto y cuantía de la satisfacción debe
acomodarse a cada penitente, para que así cada uno repare el orden que destruyó y sea curado con una medicina opuesta a la enfermedad que le afligió. Conviene, pues,
que la pena impuesta sea realmente remedio del pecado cometido y, de algún modo, renueve la vida. Así el penitente, «olvidándose de lo que queda atrás», 42 se injerta de
nuevo en el misterio de la salvación y se encamina de nuevo hacia los bienes futuros.
d) Absolución
Al pecador que manifiesta su conversión al ministro de la Iglesia en la confesión sacramental, Dios le concede su perdón por medio del signo de la absolución y así el
sacramento de la penitencia alcanza su plenitud. En efecto, de acuerdo con el plan de Dios, según el cual la humanidad y la bondad del Salvador se han hecho visibles al
hombre43, Dios quiere salvarnos y restaurar su alianza con nosotros por medio de signos visibles.
Así, por medio del sacramento de la penitencia, el Padre acoge al hijo que retorna a él, Cristo toma sobre sus hombros a la oveja perdida y la conduce nuevamente al
redil y el Espíritu Santo ;vuelve a santificar su templo o habita en él con mayor plenitud; todo ello se manifiesta al participar de nuevo, o con más fervor que antes, en la
mesa del Señor, con lo cual estalla un gran gozo en el convite de la Iglesia de Dios por la vuelta del hijo desde lejanas tierras. 44
Necesidad y utilidad de este sacramento
7. De la misma manera que las heridas del pecado son diversas y variadas, tanto en la vida de cada uno de los fieles como de la comunidad, así también es diverso el
remedio que nos aporta la penitencia. A aquellos que por el pecado grave se separaron de la comunión con el amor de Dios, el sacramento de la penitencia les devuelve
la vida que perdieron. A quienes caen en pecados veniales, experimentando cotidianamente su debilidad, la repetida celebración de la penitencia les restaura las fuerzas,
para que puedan alcanzar la plena libertad de los hijos de Dios.
a) Para recibir fructuosamente el remedio que nos aporta el sacramento de la penitencia, según la disposición del Dios misericordioso, el fiel debe confesar al sacerdote
todos y cada uno de los pecados graves que recuerde después de haber examinado su conciencia. 45
b) Además el uso frecuente y cuidadoso de este sacramento es también muy útil en relación con los pecados veniales. En efecto, no se trata de una mera repetición ritual
ni de un cierto ejercicio psicológico, sino de sin constante empeño en perfeccionar la gracia del bautismo, que hace que de tal forma nos vayamos conformando
continuamente a la muerte de Cristo, que llegue a manifestarse también en nosotros la vida de Jesús. 46 En estas confesiones los fieles deben esforzarse principalmente
para que, al acusar sus propias culpas veniales, se vayan conformando más y más a Cristo y sean cada vez más dóciles a la voz del Espíritu.
Pero para que este sacramento llegue a ser realmente fructuoso en los fieles es necesario que arraigue en la vida entera de los cristianos y los impulse a una entrega cada
vez más fiel al servicio de Dios y de los hermanos.
La celebración de este sacramento es siempre una acción en la que la Iglesia proclama su fe, da gracias a Dios por la libertad con que Cristo nos liberó 47 y ofrece su vida
corno sacrificio espiritual en alabanza de la gloria de Dios y sale al encuentro de Cristo que se acerca.

III. LOS OFICIOS Y MINISTERIOS EN LA RECONCILIACIÓN DE LOS PENITENTES


Función de la comunidad en la celebración de la penitencia
8. Toda la Iglesia, como pueblo sacerdotal, actúa de diversas maneras al ejercer la tarea de reconciliación que le ha sido confiada por Dios. No sólo llama a la
penitencia por la predicación de la palabra de Dios, sino que también intercede por los pecadores y ayuda al penitente con atención v solicitud maternal, para
que reconozca y confiese sus pecados, y así alcance la misericordia de Dios, ya que sólo él puede perdonar los pecados. Pero, además la misma Iglesia ha sido
constituída instrumento de conversión y absolución del penitente por el ministerio entregado por Cristo a los Apóstoles y a sus sucesores. 48
El ministro del sacramento de la penitencia
9. a) La Iglesia ejerce el ministerio del sacramento de la penitencia por los Obispos y presbíteros, quienes llaman a los fieles a la conversión por la predicación de la
palabra de Dios y atestiguan e imparten a éstos el perdón de los pecados en nombre de Cristo y con la fuerza del Espirito Santo.
Los presbíteros, en el ejercicio de este ministerio, actúan en comunión con el Obispo y participan de la potestad y función de quien es el moderador de la disciplina
penitencial.49

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b) El ministro competente para el sacramento de la penitencia es el sacerdote que, según lo establecido en los cánones 967- 975 del Código de Derecho
Canónico, tiene facultad de absolver. Sin embargo, todos los sacerdotes, aunque no estén autorizados para confesar, pueden absolver válidamente y lícitamente a
cualquiera de los penitentes que se encuentren en peligro de muerte.

Sobre el ejercicio pastoral de este ministerio


10. a) Para que el confesor pueda cumplir su ministerio con rectitud y fidelidad, aprenda a conocer las enfermedades de las almas y a aportarles los remedios adecuados;
procure ejercitar sabiamente la función de juez y, por medio de un estudio asiduo, bajo la guía del Magisterio de la Iglesia, y, sobre todo, por medio de la oración,
adquiera aquella ciencia y prudencia necesarias para este ministerio. El discernimiento del espíritu es, ciertamente, un conocimiento íntimo de la acción de Dios en el
corazón de los hombres, un don del Espíritu Santo y un fruto de la caridad.50
b) El confesor muéstrese siempre dispuesto a confesar a los fieles cuando estos lo piden razonablemente. 51
c) Al acoger al pecador penitente y guiarle hacia la luz de la verdad cumple su función paternal, revelando el corazón del Padre a los hombres y reproduciendo
la imagen de Cristo Pastor. Recuerde, por consiguiente, que le ha sido confiado el ministerio de Cristo, que para salvar a los hombres llevó a cabo misericordiosamente
la obra de redención y con su poder está presente en los sacramentos.52
d) El confesor, sabiendo que ha conocido los secretos de la conciencia de su hermano como ministro de Dios, está obligado a guardar rigurosamente el secreto
sacramental por razón de su oficio.
El penitente
11. Son importantísimas las acciones con que el fiel penitente participa en el sacramento.
Cuando debidamente preparado se acerca a este saludable remedio instituido por Cristo y confiesa sus pecados, sus actos forman parte del mismo sacramento, que
alcanza su plena realización con las palabras de la absolución, pronunciadas por el ministro en nombre de Cristo.
Así, el fiel que experimenta y proclama la misericordia de Dios en su vida, celebra junto con el sacerdote la liturgia de la Iglesia, que se renueva continuamente.

IV. LA CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA


Lugar de la celebración
12. El sacramento de la penitencia normalmente se celebra, a no ser que intervenga una causa justa, en una iglesia u oratorio.
Por lo que se refiere a la sedo para oír confesiones, la Conferencia de tos Obispos de normas, asegurando en todo caso que existan siempre en lugar patente
confesionarios provistos de rejillas entre el penitente y el confesor, que puedan utilizar libremente los que así lo deseen.
No se deben oír confesiones fuera del confesionario, si no es por justa causa. 53
Tiempo de la celebración
13. La reconciliación de los penitentes puede celebrarse en cualquier tiempo y día. Sin embargo, es conveniente que los fieles conozcan el día y la hora en que está
disponible el sacerdote para ejercer este ministerio. Acostúmbrese a los fieles para que acudan a recibir el sacramento de la penitencia fuera de la celebración de la
misa, principalmente en horas establecidas.54
El tiempo de Cuaresma es el más apropiado para celebrar el sacramento de la penitencia, pues ya en el día de la Ceniza resuena una invitación solemne ante el pueblo de
Dios: “Convertíos y creed el Evangelio.” Es conveniente, por tanto que durante la Cuaresma se organicen con frecuencia celebraciones penitenciales para que se
ofrezca a los fieles la ocasión de reconciliarse con Dios y con los hermanos y de celebrar con un corazón renovado el misterio pascual en el Triduo sacro.
Vestiduras litúrgicas
14. En lo que hace referencia a las vestiduras litúrgicas en la celebración de la penitencia, obsérvense las normas establecidas por los Ordinarios de lugar.
A) Rito Para Reconciliar a un Solo Penitente
Preparación del sacerdote y del penitente
15. El sacerdote y el penitente prepárense a la celebración del sacramento ante todo con la oración. El sacerdote invoque el Espíritu Santo para recibir su luz y caridad; el
penitente compare su vida con el ejemplo y los mandamientos de Cristo y pida a Dios el perdón de sus pecados.

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Acogida del penitente


16. El sacerdote acoge al penitente con caridad fraternal y, si es oportuno, salúdele con palabras de afecto. Después el penitente hace el signo de la cruz, diciendo; «En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.» El sacerdote puede hacerlo al mismo tiempo. Después el sacerdote le invita con una breve fórmula a la
confianza en Dios. Si el penitente es desconocido por el confesor, aquél indicará oportunamente su situación y también el tiempo de la última confesión, sus dificultades
para llevar una vida cristiana y otras circunstancias cuyo conocimiento sea útil al confesor para ejercer su ministerio.
Lectura de la palabra de Dios
17. Entonces el sacerdote, o el mismo penitente, lee, si parece oportuno, un texto de la Sagrada Escritura; esta lectura puede hacerse también en la preparación del
sacramento. Por la palabra de Dios el cristiano es iluminado en el conocimiento de sus pecados y es llamado a la conversión y a la confianza en la misericordia
de Dios.
Confesión de los pecados y aceptación de la satisfacción
18. Después el penitente confiesa sus pecados, empezando, donde sea costumbre, con la fórmula de la confesión general: «Yo confieso...» El sacerdote, si es necesario, le
ayudará a hacer una confesión íntegra, además le exhortará para que se arrepienta sinceramente de las ofensas cometidas contra Dios; por fin le ofrecerá oportunos
consejos para empezar una nueva vida y, si fuere necesario, le instruirá acerca de los deberes de la vida cristiana. Si el penitente hubiese sido responsable de daño o
escándalo, ayúdele a tomar la decisión de repararlos convenientemente. Después el sacerdote impone al penitente una satisfacción que no sólo sirva de expiación de sus
pecados, sino que sea también ayuda para la vida nueva y medicina para su enfermedad; procure, por tanto, que esta satisfacción esté acomodada, en la medida de lo
posible, a la gravedad y naturaleza de los pecados. Dicha satisfacción es oportuno realizarla por medio de la oración, de la abnegación y, sobre todo, del servicio al
prójimo y por las obras de misericordia, con las cuales se pone de manifiesto cómo el pecado y su perdón revisten también una dimensión social.
Oración del penitente y absolución del sacerdote
19. Después el penitente manifiesta su contrición y el propósito de una vida nueva por medio de alguna fórmula de oración, con la que implora el perdón de Dios Padre.
Es conveniente que esta plegaria esté compuesta con palabras de la Sagrada Escritura.
El sacerdote, después que el penitente ha terminado su oración, extendiendo sus dos manos, al menos la derecha, sobre la cabeza del penitente, dice la absolución, cuya
parte esencial son las palabras: «YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.» El sacerdote,
mientras dice estas últimas palabras, hace la señal de la cruz sobre el penitente. La fórmula de la absolución significa cómo la reconciliación del penitente tiene su
origen en la misericordia de Dios Padre; muestra el nexo entre la reconciliación del pecador y el misterio pascual de Cristo; subraya la intervención del
Espíritu Santo en el perdón de los pecados; y, por último, ilumina el aspecto eclesial del sacramento, ya que la reconciliación Con Dios se pide y se otorga por el
ministerio de la Iglesia.
Acción de gracias y despedida del penitente
20. Una vez recibido el perdón de los pecados, el penitente proclama la misericordia de Dios y le da gracias con una breve aclamación tomada de la Sagrada Escritura;
después el sacerdote lo despide en la paz del Señor. El penitente ha de continuar y manifestar su conversión, reformando su vida según el Evangelio de Cristo y con un
amor a Dios cada vez más generoso porque «el amor cubre la multitud de los pecados». 55
Rito breve
21. Cuando la necesidad pastora! lo aconseje, el sacerdote puede omitir o abreviar algunas partes del rito; sin embargo, siempre ha de mantenerse íntegramente: la
confesión de los pecados y la aceptación de la satisfacción, la invitación a la contrición, la fórmula de la absolución y la fórmula de despedida. En inminente peligro de
muerte, es suficiente que el sacerdote diga las palabras esenciales de la fórmula de la absolución, a saber: «YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE
DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.»
B) Rito Para Reconciliar a Varios Penitentes con Confesión y Absolución Individual
22. Cuando se reúnen muchos penitentes a la vez para obtener la reconciliación sacramental, es conveniente que se preparen a la misma con la celebración de la palabra
de Dios.
Pueden también participar en esta celebración aquellos fieles que en otro momento recibirán el sacramento.

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La celebración común manifiesta más claramente la naturaleza eclesial de la penitencia, ya que los fieles oyen juntos la palabra de Dios, la cual al proclamar la
misericordia divina, les invita a la conversión; juntos, también examinan su vida a la luz de la misma palabra de Dios y se ayudan mutuamente con la Oración. Después
que cada uno ha confesado sus pecados y recibido la absolución, todos a la vez alaban a Dios por las maravillas que ha realizado en favor del pueblo que adquirió para sí
con la sangre de su Hijo.
Si es preciso, estén dispuestos varios sacerdotes, para que, en lugares apropiados, puedan oír y reconciliar a cada uno de los fieles.

Ritos iniciales
23. Una vez reunidos los fieles, se canta si parece oportuno, un canto adecuado. Después, el sacerdote saluda a los fieles y él mismo, u otro ministro los introduce, si
parece oportuno, con breves palabras, en la celebración y les da las indicaciones prácticas sobre el orden que se va a seguir en la misma. A continuación, invita a todos a
orar, y, después de un momento de silencio dice la oración.
Celebración de la palabra de Dios
24. Es conveniente que el sacramento de la penitencia empiece con la lectura de la palabra. Por ella Dios nos llama a la penitencia y conduce a la verdadera conversión
del corazón.
Puede elegirse una o más lecturas. Si se escogen varias, intercálese un salmo u otro canto apropiado o un espacio de silencio, para profundizar más la palabra de Dios y
facilitar el asentimiento del corazón. Si sólo se hace una lectura, es conveniente que se tome del Evangelio.
Elíjanse principalmente lecturas por las cuales:
a) Dios llama a los hombres a la conversión y a una mayor semejanza con Cristo.
b) Se propone el misterio de la reconciliación por la muerte y resurrección de Cristo y también como don del Espirito Santo.
c) Se manifiesta el juicio de Dios sobre el bien y el mal en la vida de los hombres, para iluminar y examinar la conciencia.
25. La homilía, a partir del texto de la Escritura, ha de ayudar a los penitentes al examen de conciencia, a la aversión del pecado y a la conversión a Dios. Así
mismo debe recordar a los fieles que el pecado es una acción contra Dios, contra la comunidad y el prójimo, y también contra el mismo pecador. Por tanto,
oportunamente se pondrán en relieve:
a) La infinita misericordia de Dios, que es mayor que todas nuestras iniquidades y por la cual siempre, una y otra vez, él nos vuelve a llamar a sí.
b) La necesidad de la penitencia interna, por la que sinceramente nos disponemos a reparar los daños del pecado.
c) El aspecto social de la gracia y del pecado, puesto que los actos individuales repercuten de alguna manera en todo el cuerpo de la Iglesia.
d) La necesidad de nuestra satisfacción, que recibe toda su fuerza de la satisfacción de Cristo, y exige en primer lugar, además de las obras penitenciales, el
ejercicio del verdadero amor de Dios y del prójimo.
26. Terminada la homilía, guárdese un tiempo suficiente de silencio para examinar la conciencia y suscitar una verdadera contrición de los pecados. El mismo presbítero,
o un diácono u otro ministro, puede ayudar a los fieles con breves fórmulas o con una plegaria litánica, teniendo en cuenta tu condición, edad, etc.
Si parece oportuno, este examen de conciencia y exhortación a la contrición puede sustituir a la homilía; pero, en tal caso, se debe tomar claramente como punto de
partida el texto de la Sagrada Escritura leído anteriormente.
Rito de la reconciliación
27. Después, a invitación del diácono u otro ministro, todos se arrodillan o se inclinan y dicen una fórmula de confesión general (por ejemplo, «Yo confieso…».); a
continuación, de pie, recitan, si se cree oportuno, una oración litánica o entonan un cántico adecuado que expresa su condición de pecadores, la contrición del corazón, la
petición del perdón y también la confianza en la misericordia de Dios. Al final se dice la oración dominical, que nunca deberá omitirse.
28. Dicha la oración dominical, los sacerdote, se dirigen al lugar determinado para oír las confesiones. Los penitentes que desean hacer la confesión de sus pecados se
acercan al sacerdote que han elegido, y después de aceptar la debida satisfacción, son absueltos por él con la fórmula para reconciliar a un solo penitente.
29. Una vez terminadas las confesiones, los sacerdotes vuelven al presbiterio. El que preside la celebración invita a todos a la acción de gracias, con la que los fieles
proclaman la misericordia de Dios. Lo cual puede hacerse con un salmo o un himno o una plegaria litánica. Finalmente, el sacerdote concluye la celebración con una
oración de alabanza a Dios por la gran caridad con la que nos ha amado.

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Despedida del pueblo


30. Acabada la acción de gracias, el sacerdote bendice a los fieles. Después el diácono o el mismo sacerdote despide a la asamblea.

C) Rito Para Reconciliar a Muchos Penitentes con Confesión y Absolución General


Disciplina de la absolución general
31 La confesión individual e integra y la absolución constituyen el único modo ordinario con el que un fiel consciente de que está en pecado grave se reconcilia con Dios
y la Iglesia; sólo una imposibilidad física o moral excusa de este modo de confesión, en cuyo caso la reconciliación se puede tener también por otros medios.
No puede darse la absolución a varios penitentes a la vez sin previa confesión individual con carácter general, a no ser que:
a) amenace un peligro de muerte y el sacerdote o los sacerdotes no tengan tiempo para oír la confesión de cada penitente;
b) haya una grave necesidad, es decir, cuando, dado el número de penitentes, no hay suficientes confesores para oír con el conveniente sosiego (rite) las confesiones de
cada uno en un tiempo razonable, de tal manera que los penitentes se vean obligados, sin culpa por su parte, a quedar privados por un notable tiempo (diu) de la gracia
sacramental o la sagrada comunión; pero no se considera suficiente necesidad cuando no se puede disponer de confesores a causa sólo de una gran concurrencia de
penitentes, como podría darse en una fiesta grande o una peregrinación.56
32. Corresponde al Obispo diocesano juzgar si se dan las condiciones requeridas antes expuestas (cf. núm. 31), el cual, teniendo en cuenta los criterios acordados con los
demás miembros de la Conferencia de los Obispos puede determinar los casos en los que se verifica esta necesidad. 57
33. Para que un fiel reciba válidamente la absolución sacramental dada a varios a la vez, se requiere no sólo que esté debidamente dispuesto, sino que se preponga a la
vez hacer en su debido tiempo confesión individual de todos los pecados graves que en las presentes circunstancias no ha pedido confesar de este modo.
En la medida de lo posible, también al ser recibida la absolución general, instrúyase a los fieles sobre los requisitos antes expresados y exhórtese antes de la absolución
general, aun en peligro de muerte si hay tiempo, a que cada uno haga un acto de contrición.58
34. Aquellos a quienes se les han perdonado pecados graves con una absolución común acudan a la confesión individual lo antes posible, en cuanto tengan ocasión, antes
de recibir otra absolución general, a no ser que una justa causa se lo impida. En todo caso están obligados a acudir al confesor dentro de un año, a no ser que los
obstaculice una imposibilidad moral. Ya que también para ellos sigue en vigor el precepto por el cual todo cristiano debe confesar a un sacerdote individualmente, al
menos una vez al año, todos sus pecados, se entiende graves, que no hubiese confesado en particular. 59
Rito de la absolución general
35. Para reconciliar a los penitentes con la confesión y absolución general en los casos prescritos por el derecho, se procede de la misma forma antes citada para la
reconciliación de muchos penitentes con la confesión y absolución individual, cambiando solamente lo que sigue:
a) Después de la homilía, o dentro de la misma, adviértase a los fieles que quieran beneficiarse de la absolución general que se dispongan debidamente, es decir, que
cada uno se arrepienta de sus pecados., esté dispuesto a enmendarse de ellos, determine reparar los escándalos y daños que hubiese ocasionado, y al mismo tiempo
proponga confesar individualmente a su debido tiempo los pecados graves, que en las presentes circunstancias no ha podido confesar; 60 además propóngase una
satisfacción que todos deberán de cumplir, a la que, si quisieran, podrán añadir alguna otra.
b) Después el diácono, u otro ministro, o el mismo sacerdote, invita a los penitentes que deseen recibir la absolución a manifestar abiertamente, mediante algún signo
externo, que quieren recibir dicha absolución (por ejemplo, inclinando la cabeza, o arrodillándose, o por medio de otro signo conforme a las normas establecidas por las
Conferencias Episcopales), diciendo todos juntos la fórmula de la confesión general (por ejemplo, «Yo confieso…»). Después puede recitarse una plegaria litánica o
entonar un cántico penitencial, y todos juntos dicen o cantan la oración dominical, como se ha dicho antes en el número 27.
c) Entonces el sacerdote recita la invocación por la que se pide la gracia del Espíritu Santo para el perdón de los pecados, se proclama la victoria sobre el pecado por la
muerte y resurrección de Cristo, y se da la absolución sacramental a los penitentes.
d) Finalmente, el sacerdote invita a la acción de gracias, como se ha dicho antes en el número 29, y, omitida la oración de conclusión, seguidamente bendice al pueblo y
lo despide.

V. LAS CELEBRACIONES PENITENCIALES

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Índole y estructura
36. Las celebraciones penitenciales son reuniones del pueblo de Dios para oír la palabra de Dios, por la cual se invita a la conversión y a la renovación de vida y se
proclama, además, nuestra liberación del pecado por la muerte y resurrección de Cristo. Su estructura es la que se acostumbra a observar en las celebraciones de la
palabra de Dios,61 y que se propone en el «Rito para reconciliar a varios penitentes».
Por tanto, es conveniente que después del rito inicial (canto, salutación y oración) se proclamen una o más lecturas -intercalando cantos o salmos, o momentos de
silencio- y que en la homilía se expliquen y apliquen a los fieles reunidos. No hay inconveniente en que, antes o después de las lecturas de la Escritura, se lea algún
fragmento de los Padres o escritores que realmente ayuden a la comunidad y a los individuos al verdadero conocimiento del pecado y a la verdadera contrición del
corazón, es decir, a lograr la conversión.
Después de la homilía y la meditación de la palabra de Dios, es conveniente que la asamblea de los fieles ore formando un solo corazón y una sola voz mediante alguna
plegaria litánica u otro medio apto para promover la participación de los fieles. Finalmente, se dice siempre la oración dominical para que Dios, nuestro Padre, «perdone
nuestras ofensas., como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden... y nos libre del mal». El sacerdote o el ministro que preside la reunión, concluye con la
oración y la despedida del pueblo.
Utilidad e importancia
37. Téngase cuidado de estas celebraciones no se confundan, en apreciación de los fieles, con la misma celebración del sacramento de la penitencia. 62 Sin embargo, estas
celebraciones penitenciales son muy útiles para promover la conversión y lo purificación del corazón. 63
Las celebraciones penitenciales son muy útiles principalmente:
- para fomentar el espíritu de penitencia en la comunidad cristiana;
- para ayudar la preparación de la confesión que después, en momento oportuno puede hacerse en particular;
- para educar a los niños en la formación gradual de su conciencia del pecado en la vida humana y de la liberación del pecado por Cristo;
- para ayudar a los catecúmenos a la conversión.
Además, donde no haya sacerdote a disposición para dar la absolución sacramental, las celebraciones penitenciales son utilísimas, puesto que ayudan a la contrición
perfecta por la caridad, por la cual los fieles pueden conseguir la gracia de Dios, con el propósito de recibir el sacramento de la penitencia. 64

VI. ADAPTACIONES DEL RITO A LAS DIVERSAS REGIONES Y CIRCUNSTANCIAS


Adaptaciones que pueden hacer las Conferencias Episcopales
38. Compete a las Conferencias Episcopales, en la preparación de los Rituales particulares, acomodar este Ritual de la penitencia a las necesidades de cada lugar, para
que, aprobado por la Sede Apostólica se pueda usar. Compete, por tanto, a las Conferencias Episcopales:
a) Establecer las normas sobre la disciplina del sacramento de la penitencia, especialmente en lo que hace referencia al ministerio de los sacerdotes.
b) Determinar normas concretas en cuanto a la sede para la ordinaria celebración del sacramento de la penitencia (cf. núm. 31) y en cuanto a les signos de penitencia que
han de mostrar los fieles en la absolución general (cf. núm. 35).
c) Preparar las traducciones de los textos para que estén realmente adaptados a la índole y al modo de hablar de cada pueblo, y también componer nuevos textos para las
oraciones de los fieles o del ministro, conservando íntegra la fórmula sacramental.

Competencias de los Obispos


39. Es propio del Obispo diocesano:
a) Moderar la disciplina de la penitencia en su diócesis,65 haciendo las oportunas adaptaciones del mismo rito según las normas propuestas por la Conferencia Episcopal.
b) Determinar, teniendo en cuenta las condiciones establecidas por el derecho (cf. núm. 31) y los criterios concordados con los demás miembros de la Conferencia de los
Obispos, los casos de necesidad en los que es lícito dar la absolución general. 66

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Acomodaciones que corresponden al ministro


40. Los presbíteros, los párrocos especialmente, han de procurar:
a) En la celebración de la reconciliación, sea individual o comunitaria, adaptar el rito a las circunstancias concretas de los penitentes, conservando la estructura esencial y
la fórmula íntegra cíe la absolución; así, pueden omitir algunas partes, si es preciso por razones pastorales, o ampliar otras, seleccionar los textos de las lecturas o de las
oraciones, elegir el lugar más apropiado para la celebración, según las normas establecidas por las Conferencias Episcopales, de modo que toda la celebración sea rica en
contenido y fructuosa.
b) Organizar y preparar celebraciones penitenciales algunas veces durante el año, principalmente en tiempo de Cuaresma, ayudados por otros -también por los laicos, de
tal manera que los textos seleccionados y el orden de la celebración sean verdaderamente adaptados a las condiciones y circunstancias de la comunidad o reunión (por
ejemplo, de niños, de enfermos, etc.).
1
1. Cf. 2Co 5, 18s.; Col 1, 20.
2
Cf. Jn 8, 34- 36.
3
Cf. 1P 2, 9.
4
Mc 1, 15.
5
Mc 1, 4.
6
Cf. Lc 15.
7
Cf. Lc 5, 20.27- 32; 7, 48.
8
Cf. Mt 9, 2- 8.
9
Rm 4, 25.
10
Cf. Missale Romanum, Plegaria eucarística III.
11
Cf. Mt. 26, 28.
12
Cf. Jn 20, 19 23.
13
Cf. Lc. 24, 47.
14
Mt 16, 19.
15
Hch 2, 38; cf. Hch 3, 19.26; 17, 30.
16
Cf. Rom 6, 4- 10.
17
Missale Romanum, Plegaria eucarística III.
18
Ibid., Plegaria eucarística II.
19
Cf.Concilio Tridentino, Sesión XIV. De sacramento Paenitentiae, cap. I: DS 1668 y 1670; can 1: DS 1701.
20
S. AMBROSIO, Epístola 41, 12: PL 16, 1116.
21
Ef 5 25- 26.
22
Cf. Ap 19, 7.
23
Cf. Ef 1, 22- 23; cf. Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, sobre la Iglesia, núm. 7.
24
Hb 7, 26.
25
Cf. 2Co 5, 21.
26
Cf. Hb, 2 17.
27
Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, sobre la Iglesia, núm. 8.
28
Cf. 1P 4, 13.
29
Cf. 1P 4, 8.
30
Cf. Concilio Tridentino, Sesión XIV, De sacramento Paenitentiae: DS 1638, 1740 y 1743; Sagrado Congregación de Ritos, Instrucción Eucharisticum mysterium, de
25 de mayo de 1967, núm. 35: AAS 59 (1967), pp. 560- 56l; Ordenación general del Misal Romano, núms. 29, 30 y 56, a, b, g.
31
Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, sobre la Iglesia, núm. II.
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32
PABLO VI, Constitución apostólica Paenitemini, de 17 de febrero de 1966: AAS 58 (1966), p 179; cf. Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium,
sobre la Iglesia, núm. II.
33
1Jn 4, 19.
34
Cf. Ga 2, 20; Ef 5, 25.
35
Cf. Tt 3, 6.
36
PABLO VI, Constitución apostólica Indulgentiarum doctrina, de 1 de enero de 1967, núm.4: AAS 59 (1967), p. 9; cf. PÍO XII, Encíclica Mystici Corporis, de 29 de
junio de 1943: AAS 35 (1943), p 213.
37
Cf. Concilio Tridentino, Sesión XIV, De sacramento Paenitentiae, cap. 1: DS 1673- 1675.
38
Ibid., cap. 4: DS 1676.
39
Cf. Hb 1, 2; Col 1, 19 y en otros lugares; Ef 1, 23 y en otros lugares; PABLO VI, Constitución apostólica Paenitemini, de 17 de febrero de 1966: AAS 58 (1966), p.
179.
40
Cf. Concilio Tridentino, Sesión XIV, De sacramento Paenitentiae, cap. 5: DS 1679.
41
Cf. ibid, cap. 8: DS 1690- 1692; PABLO VI, Constitución apostólica Indulgentiarum doctrina, de 1 de enero de 1967, núms. 2- 3: AAS 59 (1967), pp. 6- 8.
42
Flp 3, 13.
43
Cf. Tt 3, 4- 5.
44
Cf. Lc 15, 7.10. 32.
45
Cf. Concilio Tridentino, Sesión XIV, De sacramento Paenitentiae, cáns. 7- 8: DS 1707- 1708.
46
Cf. 2Co 4, 10.
47
Cf. Ga 4, 31.
48
Cf. Mt 18, 18; Jn 20, 23.
49
Cf. Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, sobre la Iglesia, núm. 26.
50
Cf. Flp 1, 9- 10.
51
Cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Normas pastorales sobre la absolución sacramental impartida de modo general, de 16 de junio de 1972, núm. XII:
AAS 64 (1972), p. 514.
52
Cf. Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium, sobre la sagrada liturgia.
53
Cf. Código de Derecho Canónico, can. 964.
54
Cf. Sagrada Congregación de Ritos. Instrucción Eucharisticurn myster¡um, de 25 de mayo de 1967, núm. 35: AAS 59 (1967), pp. 560- 561.
55
1P 4, 8.
56
Cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Normas pastorales sobre la absolución sacramental impartida de modo general, de 16 de mayo de 1972, núm. III:
AAS 64 (1972), p. 511.
57
Cf. ibid., núm. V: AAS 64 (1972), p. 512.
58
Cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Normas pastorales sobre la absolución sacramental impartida de modo general, de 16 de mayo de 1972, núms. VI
y XI: AAS 64 (1972), pp. 5l2- 5l4.
59
Cf. ibid, núms. VII y VIII: AAS 64 (1972), pp. 512- 513.
60
Cf. Ibid, núm VI: AAS 64 (1972), p. 512. Cf. ibid, núms. VII y VIII: AAS 64 (1972), pp. 512- 513.
61
Cf. Sagrada Congregación de Ritos, Instrucción Inter Oecumenici, de 26 de septiembre de 1964, núms. 37- 39: AAS 56 (1964), pp. 110- 111.
62
Cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Normas pastoriles sobre la absolución sacramental impartida de modo general, de 16 de junio de 1972, núm. X:
AAS 64 (1972), pp. 513- 514
63
Cf. ibid.
64
Cf. Concilio Tridentino, Sesión XIV, De sacramento Paenitentiae, cap. 4: DS 1677.
65
Cf. Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, sobre la Iglesia, núm. 26.

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P.U.M.O.
66
Cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Normas pastorales sobre la absolución sacramental impartida de modo general, de 16 de junio de 1972, núm. V:
AAS 64 (1972), 1 p. 512.

II. SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS


Vía bíblica: La unción en la carta de Santiago (5, 14 – 15)

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: estar enfermo, estar débil, sign. Teológico de conciencia o fe débil (Rm. 14, 2; “Pecando de esa manera contra sus
hermanos e hiriendo su conciencia, que es débil, ustedes pecan contra Cristo.” (1 Cor. 8, 12; 2 Cor. 2, 11, 29).

: no es sólo un acto carismático, sino institucional (“En cada comunidad establecieron presbíteros, y con
oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído.” Hech. 14, 23).  : Los presbíteros actúan
en nombre y como representantes de ella.

: con el fin de, en compañía de, al lado de, vecino a; : orar; : estar muy atento a, dedicarse a,
prestar atención. La oración es la protagonista principal, está hecha sobre el enfermo, como sobre el pan y el vino – acción
gestual.

: verbo aoristo: unción con óleo acompañada de la oración. Uso litúrgico ya conocido (Mc. 6, 13).

: olivo (planta), oliva (fruto), : aceite de oliva, aceite perfumado (Materia).

: oración pidiendo en su nombre (Jn. 16, 23-24); por orden de, con la fuerza de, a causa del nombre,
invocación del nombre del Señor, Jesús glorificado (Mc. 9, 38; Lc. 10, 17; “Pedro le dijo: "No tengo plata ni oro, pero te doy lo
que tengo: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y camina".” Hech. 3, 6; 1 Cor. 5, 4). Referencia al hecho bautismal.

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P.U.M.O.

: la oración de la fe o hecha con fe excluye todo tipo de magia; fe es relación pascual con el Señor
muerto y resucitado. Esta oración es el sujeto de la siguiente oración.

: salvar, liberar, rescatar, acoger la salvación, curar. Liberación de la muerte, plenitud de vida. La salvación así
entendida reviste todo el hombre. Así es usada en el NT y allí es sólo fruto de la Pascua de Cristo. En Santiago tiene
una connotación espiritual y escatológica (1, 21; 2, 14; 4, 12). Salvación del enfermo puede ser: ayuda en la debilidad,
no perder la fe y la fortaleza (: perder el ánimo), comprender el significado salvífico de su enfermedad como
participación a la pasión de Cristo.

: resucitar, hacer resurgir, consolar, restablecer, hacer existir, despertar, surgir, aparecer (profetas) Mt. 8, 25;
Hech. 12, 7; Mt. 3, 9; Lc. 3, 8; Es el verbo usado para la resurrección de Cristo (Mt. 17, 9; 20, 19). El sujeto es el
.

: y si… continúa el discurso o eventualidad que puede no verificarse. Enfermedad y pecado no tienen
necesariamente relación de causalidad. El perdón de los pecados () no es el efecto principal de la oración de la
fe; la salvación, como es total, llevará consigo el perdón eventualmente.

38
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P.U.M.O.

Vía bíblica:
La unción en la carta de Santiago (5, 14 – 15)

 Es un rito institucionalizado sobre un enfermo, no sobre un moribundo.


 El enfermo está en un estado de enfermedad que le impide ir a la asamblea.

 Los presbíteros obran en representación de la Iglesia.

La protagonista es la oración de la fe en el nombre del Señor glorioso.

 La unción (alegría, consagración, curación) acompaña la oración.


 Los efectos miran a todo el hombre, no excluyen la curación
corporal, pero no la exigen necesariamente.

 Salvará al enfermo, alcanzará plenitud de vida. El sujeto es el


Señor.

 Si ha cometido pecados: posibilidad, la salvación lo permite


(integral).

 Ministros (presbíteros).

 Destinatarios: los enfermos.

 Rito con elementos materiales (unción) y espirituales (oración).

 Efectos: salvación, salud, perdón de los pecados.

 Presupuesto de todo sacramento: la fe.

39
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P.U.M.O.

Obra: Tríptico de los siete sacramentos (detalle) – Rogier van der Weyden – 1440 -1445 – Museo Real de Bellas Artes Amberes (Bélgica)

SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS


Historia sacramental

PERIODO RITUALIDAD TEOLOGIA

40
60
P.U.M.O.

- Práctica de ungir los enfermos facultativa; período de - El efecto es confortationem et salutem. ¿Los
improvisación. ministros son todos los fieles? (omnibus
- Texto de la bendición del óleo Traditio apostólica n. 5 (¿Es
gustantibus).
más una bendición del santo crisma?). La fórmula está dentro - En las bendiciones se invoca el Espíritu Santo de
SIGLO III de la plegaria eucarística. quien el óleo y la unción son signos.
A EPOCA - Siglos IV – V: otras bendiciones del óleo – Testamentum - El modo de usar el óleo varía: unguenti, gustanti,
CAROLINGIA Domini (óleo para la curación de quienes sufren); tangenti.
Constitutiones Apostolorum (manda en el agua y el aceite la - El efecto es la curación de cualquier mal del
fuerza que obra la salud y pone en fuga al demonio); cuerpo y del espíritu (mentis et corporis).
Eucologio de Serapión (dona la fuerza de la curación a estas - El destinatario es un cristiano (no un catecúmeno
creaturas – óleo y agua). ni un penitente).
- Carta de Inocencio I a Decencio (416) - El sacramento es el óleo, no su aplicación.
- Sacramentarios Gelasiano y Gregoriano benedictio olei, - La confección del óleo es siempre reservada al
fórmula Emitte. obispo en la misa crismal del jueves santo;
mientras la aplicación puede ser obispos, pbros. o
fieles.
- Se pide huir de las prácticas mágicas en caso de
enfermedad (Cesareo de Arles Sermo 13, 52 y 184).
Al final de este período empieza la concepción de recibir la - La unción es un remedio contra la enfermedad,
unción para la remisión de los pecados (remedio espiritual). contra Satanás y sus tentaciones. Unción –
exorcismo (Beda + 735) contra la enfermedad
espiritual.

41
60
P.U.M.O.

- Mayor intervención de la Iglesia, aparición de Ordos - Las fórmulas piden el perdón de los pecados, la
completos con todo el rito. fuerza contra el demonio, la salud corporal.
- Rituales de I tipo (s. VIII – IX): una sola fórmula para todas - La concepción teológica es otra: el efecto es el
las unciones “donde el dolor sea más fuerte” (sive in loco perdón por lo que se pecó con cualquier parte del
ubi plus dolor imminerit). cuerpo, es casi absolución penitencial (Unión
- Rituales de II tipo (s. IX- XII): a cada unción (muchas) una unción – penitencia al final de la vida). La unción
fórmula indicativa. es ya consummativum paenitentiae y casi la
PERÍODO - Rituales de III tipo (s. X en adelante): unciones limitadas a sustituye.
CAROLINGIO AL las 5 sentidos y fórmula deprecativa. - Los rituales hablan de moribundos y de
RITUAL - Para los teólogos escolásticos es ya extremaunción, extremaunción (extremae unctionis).
TRIDENTINO sacramento para los moribundos con el efecto principal de la - El rito posee: aspersiones, oraciones, confesión -
salvación eterna del enfermo quitando las últimas escorias absolutio, letanías, imposición de las manos,
del pecado (reliquiae peccati) y es ya paenitentia ad mortem. unciones, oraciones, viático. Aparecen los oficios
- Para Santo Tomás el sacramento fue principalmente para los enfermos.
instituído para curar la enfermedad del pecado (ST q. 30, a - El sacramento para la curación es ahora el
1). La IC prepara a la gracia, éste prepara a la gloria. sacramento para bien morir.

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- Se ocupa en la sesión XIV del 25 de noviembre de 1551 y - Lo llama extremaunción pero también unción de
ataca los errores de la Reforma. los enfermos.
- De la Reforma litúrgica emanada por el Concilio surge el - Se dice que el sacramento fue instituído por
CONCILIO DE Ritual de 1614, cuyo cap. V es dedicado a los enfermos. Cristo, insinuado en Marcos, promulgado en
TRENTO Santiago.
- Su sentido: es un consummativum de la penitencia
y de toda la vida cristiana en la lucha contra el
adversario.

- La materia es el óleo bendecido por el obispo. La


unción gratiam Spiritus Sancti repraesentat.
- La forma son las palabras per istam sanctam
unctionem…
- El efecto es la gracia del Espíritu Santo que
CONCILIO DE cancela los delitos, las reliquiae del pecado y alivia
TRENTO y refuerza el espíritu del enfermo.
- Los ministros son los presbíteros (obispos y
sacerdotes) válidamente ordenados.
- El sujeto son los enfermos (no los moribundos).

- La unción regresa a ser el sacramento de los


- SC 73 – 75 tratan del sacramento de la unción de los enfermos.
enfermos. - La nueva fórmula usa la tradición medieval (per
CONCILIO - La Constitución apostólica de Pablo VI Sacram Unctionem istam), la tridentina (adiuvet te gratia), la de
VATICANO II Infirmorum del 30 de noviembre de 1972 y los trabajos de Santiago (ut a peccatis)
reforma dan a la luz el nuevo Ordo Unctionis infirmorum - Las unciones son 2: frente y manos (o una sola).
eorumque pastoralis curae con decreto de 7 de diciembre de - La celebración incluye saludo, aspersión,
1972. absolución, Palabra, letanía, imposición de manos,
bendición del óleo, unción, oración, Pater,
- Principios del nuevo Ordo: comunión, oración, bendición.
+ Centralidad de la Pascua de Cristo. - El sacramento representa el valor de la fe, y el
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+ Valor pneumatológico. misterio de la victoria de Cristo sobre la


+ Aspecto eclesial y comunitario. enfermedad y sobre la muerte.
+ Aspecto antropológico: atención al hombre, a todo el
hombre.
+ Fuerza catequética
+ Celebración comunitaria.

SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS Sacramentario Gelasiano 381; Gregoriano 334


ENFERMOS Benedictio olei
TEXTOS SELECTOS Emitte, quaesumus, domine, spiritum sanctum tuum paraclytum de
caelis in hanc pinguidine olei, quam de uiride ligno producere
dignatus es ad refectionem mentis et corporis. Et tua sancta
benedictio sit omni unguenti, gustanti, tangenti tutamentum
Traditio apostólica De la ofrenda del aceite n. 5 corporis animae et spiritus, ad euacuandos omnes dolores,
omnem infirmitatem, omnem egritudinem mentis et corporis,
Si quis óleum offert, secundum panis oblationem et vini, et non ad unde uncxisti sacerdotes, reges et prophetas et martyres, chrisma
sermonem dicat sed simili virtute, gratias referat dicens: Ut oleum tuum perfectum, a te, domine, benedictum, permanens in
hoc sanctificans das, deus, sanitatem utentibus et percipientibus, uisceribus nostris: in nomine domini nostri Iesu christi: Per quem
unde uncxisti reges, sacerdotes et profetas, sic et omnibus haec omnia, domine, Semper bona creas. Et cetera.
gustantibus confortationem et sanitatem utentibus illud Carta Si instituta ecclesiastica de Inocencio I a
praebeat.
Decencio, obispo de Gobbio (19 de marzo de 416)
Si alguien ofrece aceite, que el Obispo dé gracias de la misma Dz 99 A la verdad, puesto que acerca de este punto, como de los
manera que en la oblación del pan y del vino – que se exprese no demás, quiso consultar tu caridad, añadió también mi hijo
en los mismos términos pero si en el mismo sentido – diciendo: Celestino diácono en su carta que había sido puesto por tu caridad
Santificando este aceite, oh Dios, Tú das la santidad a quienes lo lo que está escrito en la Epístola del bienaventurado Santiago
reciben y son ungidos. Que este aceite, como aquel con que Apóstol: Si hay entre vosotros algún enfermo, llame a los
ungiste a reyes, sacerdotes y profetas, también reconforte y presbíteros, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del
proporcione salud a todos aquellos que lo reciban. Señor; y la oración de la fe salvará al enfermo y el Señor le
levantará y, si ha
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cometido pecado, se le perdonará [Iac. 5, 14 s]. Lo cual no hay [Iac. 5, 14], sino sólo un rito aceptado por los Padres, o una
duda que debe tomarse o entenderse de los fieles enfermos, los invención humana, sea anatema [cf. 907 ss].
cuales pueden ser ungidos con el santo óleo del crisma que, Can. 2. Si alguno dijere que la sagrada unción de los enfermos no
preparado por el obispo, no sólo a los sacerdotes, sino a todos los confiere la gracia, ni perdona los pecados, ni alivia a los enfermos,
cristianos es lícito usar para ungirse en su propia necesidad o en la sino que ha cesado ya, como si antiguamente sólo hubiera sido la
de los suyos. Por lo demás, vemos que se ha añadido un punto gracia de las curaciones, sea anatema [cf. 909].
superfluo, como es dudar del obispo en cosa que es lícita a los Can. 3. Si alguno dijere que el rito y uso de la extremaunción que
presbíteros. Porque si se dice a los presbíteros es porque los observa la santa Iglesia Romana repugna a la sentencia del
obispos, impedidos por otras ocupaciones, no pueden acudir a bienaventurado Santiago Apóstol y que debe por ende cambiarse y
todos los enfermos. Por lo demás, si el obispo puede o tiene por que puede sin pecado ser despreciado por los cristianos, sea
conveniente visitar por sí mismo a alguno, sin duda alguna puede anatema [cf. 910].
bendecir y ungir con el crisma, aquel a quien incumbe preparar el Can. 4. Si alguno dijere que los presbíteros de la Iglesia que
crisma. exhorta el bienaventurado Santiago se lleven para ungir al
Con todo, éste no puede derramarse sobre los penitentes, puesto enfermo, no son los sacerdotes ordenados por el obispo, sino los
que es un género de sacramento. Y a quienes se niegan los otros más viejos por su edad en cada comunidad, y que por ello no es
sacramentos, ¿cómo puede pensarse ha de concedérselas uno de sólo el sacerdote el ministro propio de la extremaunción, sea
ellos? anatema [cf. 910].

Ordo de III tipo s. X (Ordo 8, 13, 18)


Per istam sanctam unctionem et suam piisimam misericordiam SACROSANCTUM CONCILIUM 73
indulgeat tibi Dominus quidquid per … deliquisti.
La "extremaunción", que también, y mejor, puede llamarse
"unción de enfermos", no es sólo el Sacramento de quienes se
Concilio de Trento, sesión XIV 25 nvbre. De 1551 Dz encuentran en los últimos momentos de su vida. Por tanto, el
926 tiempo oportuno para recibirlo comienza cuando el cristiano ya
Can. 1. Si alguno dijere que la extremaunción no es verdadera y empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez.
propiamente sacramento instituido por Cristo nuestro Señor [cf.
Mt. 6, 13] y promulgado por el bienaventurado Santiago Apóstol

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III. EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO


Vía bíblica

“El icono representa a Jesús y María, presentes en Caná, a los dos


esposos algo más pequeños, protegidos por ellos, y a los siervos
que llenan las tinajas, a la izquierda. Nos sirve para prepararnos al
tema del que hablaremos hoy: el desposorio de Jesús con los
hombres, que se revela en Caná de Galilea.

En tiempos de Jesús había muchos ciegos, muchos paralíticos,


muchos hambrientos; pero su primer milagro no consistió en sanar
un enfermo, sino en transformar el agua en vino durante un
banquete de bodas. A primera vista, parece un milagro poco serio.
Estamos tentados de pensar que antes ya había hecho otras cosas
similares y que esta fue solo una condescendencia con su madre,
sin mayor trascendencia. Sin embargo, el evangelio de san Juan
afirma claramente que, en las bodas de Caná, Jesús «realizó su
primer signo» (Jn 2, 11). Este milagro es, ante todo, un signo, que
nos ayuda a comprender la identidad y la misión de Jesucristo; su
«misterio». Y es el primero, que ofrece una clave de lectura a todo
lo que viene después. Por eso tenemos que interpretarlo, para
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comprender su significado. Los profetas nos ayudan, porque fiesta. Ya ha concluido la época de las promesas, el tiempo de la
hablan del pacto amoroso que Dios quiere realizar con su pueblo preparación. Las tinajas eran seis, como los días del trabajo.
en los tiempos mesiánicos, presentándolo como un matrimonio. Ahora se entra en el día séptimo, el del descanso y de la fiesta.
Con el signo de Caná, Cristo ha adelantado la hora de su
El profeta Oseas se casó con una prostituta, a la que amaba manifestación ante el mundo: Él es el Esposo, enviado por Dios
sinceramente. Ella lo traicionaba con sus antiguos amantes. para unirse en matrimonio de amor con la Iglesia y con el alma de
Incluso huyó de su casa y terminó en un prostíbulo. Su esposo la cada creyente, para traer a la tierra la gracia de la nueva Alianza,
rescató de allí, renovando su amor por ella. Oseas usó su historia representada por el «vino bueno». El banquete de Caná, en
personal para explicar la relación de Dios con su pueblo. Él es el realidad, está celebrando este desposorio místico entre Jesús y
esposo que ha hecho un pacto de amor con los hombres. Por la humanidad.”
eso, los pecados de idolatría son identificados con el adulterio Tomado
en la Biblia. dehttps://padreeduardosanzdemiguel.blogspot.com.co/2013/01/las
Dios perdona a su pueblo, que continuamente lo abandona y se va -bodas-de-cana-1.html
detrás de otros dioses, a los que la Biblia compara con los amantes
de una prostituta. En síntesis en la Sagrada Escritura:
Génesis (1-3):
Después de Oseas, todos los profetas usaron esta imagen y - El matrimonio es un don bueno de la creación, entregado a la
presentaron a Dios como el esposo amoroso y paciente, que responsabilidad del hombre para asegurar una posteridad y
siempre permanece fiel a su pueblo, a pesar de que el pueblo es salvaguardar un patrimonio común, basado en el amor recíproco.
muchas veces infiel. Algunos de sus textos son de una ternura y de - El hombre como imago Dei es realidad relacional, dinámica;
una belleza inigualables. Por ejemplo, podemos leer en Isaías: «El su relación se basa en la corporeidad y asume diferentes
Señor te ama con pasión y tu tierra tendrá marido. Como un joven dimensiones: familia, mundo…
se casa con su novia, así te desposa el que te construyó; la alegría - Marido y mujer se realizan en la manera de relacionarse con el
que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios otro: no sólo hacer o tener, sino ser con el otro.
contigo» (Is 62,4-5). - La reflexión es teológica: Dios es la fuente que da sentido a las
relaciones humanas.
A la luz de la tradición profética, el milagro de Jesús en Caná es - Hombre y mujer son seres históricos y hacen experiencia del
un signo esponsal, que anuncia la llegada del momento tan límite y el pecado: la incapacidad relacional.
deseado, en el que Dios había de revelar su amor, manifestándose
como esposo tierno y fiel. Antes del matrimonio, los esposos se
purificaban con un baño ritual y lavaban también los objetos que Profetas:
les servirían en su nueva vida de casados. Esto explica la presencia - Se abren a la comprensión del amor de Dios.
de las tinajas «para la purificación de los judíos». San Juan indica - Usan la experiencia matrimonial para comprenderla: es una
que ya ha terminado la era de los ritos judíos de purificación. Por teología de la salvación basada en el amor.
eso el agua de las seis tinajas fue transformada en el vino de la
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- Oseas, que influye a Jeremías y Ezequiel, encuentra una imagen - El amor es de naturaleza teológica, no sólo carnal y es
del misterio de la Alianza en una experiencia personal: el pueblo presentado en dos aspectos: fidelidad (amor) e infidelidad
es esposa infiel y adúltera. (traición), triunfando al final siempre el amor, la Alianza!
- Dios es esposo fiel (Os. 2, 16ss) que con su ternura y fidelidad
atraerá al pueblo infiel.
- La iniciativa es siempre de Dios, que ama y perdona siempre.
SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

PERIODO RITUALIDAD - OBRAS TEOLOGIA

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- En la cultura griega y romana (Ilíada – En el Nuevo Testamento:


Odisea) se distinguen el desposorio y las - Cristo es el Esposo (Jn. 3, 29; Mt. 25, 1-13)
bodas. El desposorio es un encuentro entre que hace intimidad con su creatura.
el padre de la novia y el novio para - El matrimonio es , la explosión
garantizar el contrato y la dote, en Roma con del tiempo mesiánico. (Mt. 9, 15; 2 Cor. 11,
una fórmula jurídica rígida – stipulatio y un 2; Ef. 5, 21-23).
anillo ferreus anulus. Algunas citas - Es el tiempo de las bodas escatológicas
SIGLO atestiguan la usanza semita (Jc. 14, 1ss; 1 (Ap. 22, 17-20).
Mac. 9, 37-39; Gn. 24; Gn. 34, 12; Tb. 8; 1 - El matrimonio es símbolo, alegoría de la
I – IV
Sam. 25, 39-42; Mt. 1, 18; 2 Cor. 11, 2) con pertenencia de la Iglesia al Señor.
elementos primigenios rituales que se van - Jesús es el esposo que invita a la fiesta
desarrollando con el paso de los siglos: nupcial, a las bodas del Cordero.
a. Lugar: la sinagoga o cualquier lugar - La Escritura se abre y se cierra con la
conveniente. alegría de las bodas (Gn. 1; Ap. 19).
b. Día: martes, día fastuoso (Gn. 1, 10.12). - En las bodas de Caná (Jn. 2, 1-12) y en sus
No hay bodas ni sábados ni días de fiesta, ni discursos, Jesús eleva con su presencia y sus
en las 3 semanas de duelo (17 Tammuz, ni 7 palabras a sacramento el matrimonio en un
Ab), ni Pascua ni Pentecostés, ni en el año de nivel moral y ético de responsabilidad.
duelo por muerte de familiar. - Juan 2 es la representación del misterio
c. Vestidos: blanco, velo, kippah. esponsal al inicio del tiempo mesiánico que
d. Contrato matrimonial (ketubbah) con cumple a Jer. 31, la profecía de la Nueva
pedazo de tela, objeto de valor. Alianza entre Dios y el hombre, y la
e. Bendición de Rebeca. invitación para hacer un camino de fe en
f. Juppah – baldaquino nupcial y 7 vueltas. Jesús que realiza su primer signo en las
g. Sermón – oración de bendición. bodas.
h. Rito de la copa (7 veces – ruptura), - Citando el Gn., Pablo habla del «misterio»
desposorio con los anillos y la fórmula: «Tú en Ef. 5 que se revela en el matrimonio: no
quedas santificada por mi por este anillo tanto en el signo civil del pacto, sino en
conforme a la religión de Moisés y de cuanto signo constante y sacramental del
Israel» amor de Dios por el hombre, y medio de
. santificación.
i. Banquete nupcial - bendiciones (por 7 - Es epifanía de la relación Cristo-Iglesia, es
días) – consumación carnal. misterio de Alianza. Ya no hay dominación
j. Elementos culturales: del deber religioso de la descendencia, sino el
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- Ayuno en la víspera. intento de formar una comunidad de amor.


- Palio y lámparas. - Es respuesta a una vocación, es un modo
- Visita al cementerio si se es huérfano. de vivir el Reino, de ser santos, de ser
- Lectura sinagogal del novio el sábado anticipo de la plenitud del Reino, realidad
anterior. salvífica y santificante.
- Trigo, arroz, nueces y bombones. - ¿Celibato vs matrimonio? No es
- Comer pescado, símbolo de fertilidad. subvalorado el matrimonio, sino que se
- Baile de la silla. refuerza la expresión esponsal en Cristo (2
Cor. 11, 2) y se abre a otras posibilidades: el
- Las bodas en la cultura greco-romana celibato por el reino. Es un lugar de gracia y
ritualmente comprendían un sacrificio a la de salvación, participación en el Reino, vida
divinidad tutelar (Zeus, Era, Afrodita) y un en el Espíritu.
banquete nupcial (Jn. 2, 8) con los novios - En él se unen: la escatologia solidaria, la
SIGLO engalanados con coronas vegetales o fuerza del pecado que aleja, la fuerza de la
I – IV metálicas y velos. Hay cortejos con música y gracia que inserta en Cristo.
antorchas y entrega de la novia al novio en - Matrimonio y celibato son misterio, que
su casa (domum deductio) y firmas de tablas deben ser un signo y anuncio del amor de
nupciales con comidas rituales en signo de Cristo por el hombre. (Mt.19, 12).
comunión – confarreatio y signos como
oraciones, sillas, baldaquinos, cadenas (2
Cor. 11, 2; Ap. 21, 2; 22, 17; Mt. 22, 2; Ap. - Preocupación de los Padres por los
19, 7-9; Mt. 25, 1). matrimonios mixtos (Tertuliano, Ad uxorem
- Los cristianos cumplían con los ritos antes 2, 9 a. 200 – 206), la monogamia y para
mencionados evitando aquello que era algunos la prohibición de las segundas
impropio (sacrificios, orgías, bacanales). nupcias (Tertuliano, De monogamia 11, 1-2).

- Antes del siglo IV no tenemos señas de la


presencia del clero o de oraciones litúrgicas
propiamente dichas en la celebración de las
nupcias para los cristianos.

- El Ambrosiaster (366-384), San Ambrosio - En los textos litúrgicos la mujer es creada a


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(Hexameron 5, 18), Papa Siricio (Carta a la imagen del hombre creado a imagen de Dios
Iglesia de Milán 384 – 399), San Paulino de (1 Cor. 11, 7).
Nola (Carmen 25, 199) atestiguan la - La teología es eminentemente bíblica con
presencia de una celebración nupcial ya en anamnesis de la creación, de la creación de la
el s. IV con bendiciones, velatio sobre los mujer como compañía a Adán, y de la
esposos, anillo de oro, velo femenino, Alianza. La mujer es débil, pero es una sola
dexterarum coniunctio, beso, tabellae cosa con el marido.
nuptiales. - Las tipologías son las mujeres santas del
AT: Raquel, Rebeca, Sara, fecundas y
- El sacramentario Veronense y el Gelasiano pudorosas.
y el Gregoriano Adrianeo nos traen una - Las oraciones concluyen con una mirada
SIGLO IV – X oración de velatio nuptialis completa y escatológica.
formularios de misa nupcial (Ve 1105-1110; - En los formularios de la misa el celebrante
Ge 1443-1455; GreH 833-839). La bendición es reconocido como ministro de la bendición
se da después del Pater y hay bendiciones del Señor.
después de la comunión. - El matrimonio es signo de la indisoluble
- La bendición y la Eucaristía no constituían unión de Cristo con su Iglesia que no han
la celebración del matrimonio, sino sólo su destruido ni el pecado ni el diluvio.
bendición. El matrimonio se celebraba
después con sus ritos, aún sin el sacerdote.
- En los países francos se da la Benedictio in
thalamo y la huppa (baldaquino). En España
el anillo es ya signo de fidelidad (San Isidoro
De ecclesiasticis officiis 11, 20) y se
prescribe la Liturgia de las Horas para el
matrimonio (Liber ordinum 433) y el Ordo
arrharum (LO 434), Pater, velatio,
invocaciones, comunión. El PRG nos ofrece
formularios de misas, y liturgias para el
aniversario del matrimonio (PRG 417).

- Matrimonio in facie ecclesiae: El Sínodo - La Iglesia permanece al nivel del contrato


de Rouen, en 1012, para garantizar el matrimonial de la Roma pagana en el plano
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carácter público del matrimonio, establece la jurídico, no obstante el desarrollo ritual.


celebración del matrimonio en la Iglesia,
en la mañana y con ayuno.

En la puerta de la iglesia entonces se - Ya para algunos escolásticos (Guillermo de


bendicen los anillos, las arras (13: 12 meses París – Ildeberto de Tours) la celebración del
del año – platino - y una para los pobres - matrimonio sin bendición carece de
SIGLO XI- XIII bronce), se da la proclamación del sacramentalidad y de gracia, la bendición es
matrimonio, el consenso público y la equiparada al agua bautismal.
interrogación a la comunidad, luego
eucaristía, bendición del pan y el vino,
benedictio thalami.

- Como lecturas algunos Comes (Würzburg)


y leccionarios atestiguan el uso de Is. 61, 10;
1 Cor. 7, 25-34; 1 Cor. 7, 2-10; 2 Cor. 13, 13;
1 Cor. 6, 15-20;Jn. 3, 27-29; Mt. 19, 1-6 con
temas como virginidad, amor, hábito de
salvación, gracia del Espíritu Santo, Cristo
esposo de la Iglesia. Los cantos son aquellos
de la Misa de la Trinidad.

SIGLOS XIV – XV - Fortalecimiento del rito de bendición de los - Se comienza a superar el aspecto jurídico:
anillos: dote, aspersión, incensación. El anillo es alianza, fe, símbolo de la alianza
de Cristo con su Iglesia. Es teología bíblica
de la alianza.

- El Concilio de Trento en su sesión XXIV - Para el ritual de 1614 el sacerdote ocupa un


del 11 de noviembre de 1563 emite la puesto indispensable. El matrimonio es
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doctrina sobre el sacramento del matrimonio. dentro de la iglesia, antes de la misa.


El decreto Tametsi se dedica a legislar sobre
la clandestinidad que invalida el matrimonio,
SIGLO XVI - XVII declarando la necesidad de que se celebre en
presencia del párroco y bajo la fórmula “Ego
coniungo vos”.
- El Ritual de 1614 se desarrolla así:
consensus con el sí, unión de manos, fórmula
ego coniungo vos, aspersión, bendición del
anillo, salmos, oración conclusiva; misa del
matrimonio, bendición nupcial después del
Pater, Comunión.

- El 19 de marzo de 1969 nace el nuevo Principios del nuevo ritual:


Ordo celebrandi matrimonium, después de - Presencia abundante de la Palabra de Dios.
los trabajos del Vaticano II. - Inserción del sacramento en la celebración
- Ritualidad: acogida, liturgia de la Palabra, eucarística.
SIGLO XX sacramento (monición, interrogatorio, - Enriquecimiento de los textos eucológicos.
consensus, confirmación del Señor, - Sentido profundo de la alianza divina y de
bendición, fórmula quod Deus coniungit, la igualdad de los esposos.
homo non separet, bendición de anillos, - Se interroga por la libertad y la fecundidad.
intercambio), oración universal, celebración - Los anillos son signos de amor y de
eucarística, bendición nupcial, comunión, fidelidad y de presencia trinitaria (superación
bendición solemne. de la visión jurídica) y de la vocación a la
- El ritual italiano ha introducido el canto del santidad bautismal (agua bendecida).
Veni Creator antes del rito.

TEXTOS SELECTOS

Sacramenterio Veronense 1110


SACRAMENTO DEL MATRIMONIO Velatio nuptialis
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Pater, mundi conditor (Gn. 1, 24), nascentium genitor, Concilio de Trento en su sesión XXIV del 11 de
multiplicandae originis institutor (Gn. 1, 28), qui Adae noviembre de 1563
comitem tuis manibus addedisti (Gn. 2, 18-24), cuius ex ossibus Dz 969 El perpetuo e indisoluble lazo del matrimonio, proclamólo
ossa crescentia parem formam admirabili diversitate signarent: por inspiración del Espíritu divino el primer padre del género
hinc ad totius multitudinis incrementum coniugalis tori iussa humano cuando dijo: Esto sí que es hueso de mis huesos y carne
consortia, quo totum inter se saeculum colligarent, humani de mi carne. Por lo cual, abandonará el hombre a su padre y a su
generis foedera nexuerunt (Gn. 1, 28; 9, 1-7). Sic enim tibi madre y se juntará a su mujer y serán dos en una sola carne [Gen.
placitum necessario, ut quia longe esset infirmius, quod homini 2, 23 s; cf. Eph. 5, 31].
similem quam quod tibi deo feceras, additus fortiori sexus
infirmior unum efficeret ex duobus (Mt. 19, 5; Ef. 5, 28)), et Que con este vínculo sólo dos se unen y se juntan, enseñólo más
pari pignore suboles mixta manaret: dum per ordinem flueret abiertamente Cristo Señor, cuando refiriendo, como pronunciadas
digesta posteritas ac priores ventura sequerentur, nec ullum sibi por Dios, las últimas palabras, dijo: Así, pues, ya no son dos, sino
finem in tam brebi termino, quamvis esset caduca posteritas. Ad una sola carne [Mt. 19, 6], e inmediatamente la firmeza de este
haec igitur venturae huius famulae tuae, pater, rudimenta lazo, con tanta anterioridad proclamada por Adán, confirmóla El
sanctifica; ut bono et prospero sociata consortio legis aeternae con estas palabras: Así, pues, lo que Dios unió, el hombre no lo
iura custodiat. Memineritque se, domine, non tantum ad licentiam separe [Mt. 19, 6; Mc. 10, 9]. Ahora bien, la gracia que
coniugalem, sed ad observantiam dei sanctorum pignorum perfeccionara aquel amor natural y confirmara la unidad
custodiae delegatam. Fidelis et casta nubat in Christo, indisoluble y santificara a los cónyuges, nos la mereció por su
emitatrixque sanctarum permaneat feminarum. Sit amabilis ut pasión el mismo Cristo, instituidor y realizador de los venerables
Rachel viro, sapiens ut Reuecca, longeba et fidelis ut Sarra. sacramentos. Lo cual insinúa el Apóstol Pablo cuando dice:
Nihil ex hac subsicibus ille auctor praevaricationis usurpet; nixa Varones, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó a su Iglesia y
fidei mandatisque permaneat. Muniat infirmitatem suam robora se entregó a sí mismo por ella [Eph. 5, 25], añadiendo
disciplinae. Uni toro iuncta contactos vitae incitos fugiat. Sit seguidamente: Este sacramento, grande es; pero yo digo, en
verecundia gravis, pudore venerabilis, doctrinis caelestibus Cristo y en la Iglesia [Eph. 5, 32].
erudita. Sit fecunda in subole, sit probata et innocens; et ad
beatorum requiem adque ad caelestia regna perveniat, per Dz 970 Como quiera, pues, que el matrimonio en la ley del
Evangelio aventaja por la gracia de Cristo a las antiguas nupcias,
Sínodo de Rouen, 1012, arzobispo Juan d’Avranches con razón nuestros santos Padres, los Concilios y la tradición de la
Item, ut nuptiae in occulto non fiant, neque post Iglesia universal enseñaron siempre que debía ser contado entre
los sacramentos de la Nueva Ley. Furiosos contra esta tradición,
prandium; sed sponsus et sponsa ieiuni a sacerdote
los hombres impíos de este siglo, no sólo sintieron
ieiuno in monasterio benedicuntur, et antequam equivocadamente de este venerable sacramento, sino que,
copulentur, progenies utrorumque diligenter inquiratur. introduciendo, según su costumbre, con pretexto del Evangelio, la

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libertad de la carne, han afirmado de palabra o por escrito muchas Si el sacramento del Matrimonio se celebra sin Misa, léanse al
cosas ajenas al sentir de la Iglesia Católica y a la costumbre principio del rito la epístola y el evangelio de la Misa por los
aprobada desde los tiempos de los Apóstoles, no sin grande esposos e impártase siempre la bendición nupcial.
quebranto de los fieles de Cristo. Deseando el santo y universal
Concilio salir al paso de su temeridad, creyó que debían ser Catequesis del Papa Francisco sobre el matrimonio y
exterminadas las más notables herejías y errores de los predichos la familia, Roma septiembre 16 de 2015
cismáticos, a fin de que el pernicioso contagio no arrastre a otros
consigo, decretando contra esos, mismos herejes y sus errores los “El actual pasaje de civilización aparece marcado por los efectos a
siguientes anatematismos. largo plazo de una sociedad administrada por la tecnocracia
económica. La subordinación de la ética a la lógica de la ganancia
tiene grandes recursos y de apoyo mediático enorme. En este
escenario, una nueva alianza del hombre y de la mujer se convierte
SACROSANCTUM CONCILIUM no solo en necesaria, sino también en estratégica, por la
77. Revísese y enriquézcase el rito de la celebración del emancipación de los pueblos de la colonización del dinero. Esta
matrimonio que se encuentra en el Ritual romano, de modo que se alianza ¡Debe volver a orientar la política, la economía y la
exprese la gracia del sacramento y se inculquen los deberes de convivencia civil! Esta decide la habitabilidad de la tierra, la
los esposos con mayor claridad. transmisión del sentimiento de la vida, los vínculos de la memoria
«Si en alguna parte están en uso otras laudables costumbres y y de la esperanza.
ceremonias en la celebración del Sacramento del Matrimonio, el
Santo Sínodo desea ardientemente que se conserven». De esta alianza, la comunidad conyugal-familiar del hombre y de
Además, la competente autoridad eclesiástica territorial, de que se la mujer es la gramática generativa, el “nudo de oro” podemos
habla en el artículo 22, párrafo 2, de esta Constitución, tiene la decir. La fe la recoge de la sabiduría de la creación de Dios: que ha
facultad, según la norma del artículo 63, de elaborar un rito propio confiado a la familia, no el cuidado de una intimidad en sí misma,
adaptado a las costumbres de los diversos lugares y pueblos, sino con el emocionante proyecto de hacer “doméstico” el mundo.
quedando en pie la ley de que el sacerdote asistente pida y reciba La familia está al inicio, a la base de esta cultura mundial que nos
el consentimiento de los contrayentes. salva; nos salva de tantos, tantos ataques, tantas destrucciones, de
Celebración del matrimonio tantas colonizaciones, como aquella del dinero o como aquellas
78. Celébrese habitualmente el matrimonio dentro de la Misa, ideologías que amenazan tanto el mundo. La familia es la base
después de la lectura del Evangelio y de la homilía, antes de la para defenderse. Propio de la Palabra bíblica de la creación hemos
«oración de los fieles». La oración por la esposa, oportunamente tomado nuestra inspiración fundamental, en nuestras breves
revisada de modo que inculque la igualdad de ambos esposos en meditaciones de los miércoles sobre la familia. A esta Palabra
la obligación de mutua fidelidad, puede recitarse en lengua podemos y debemos nuevamente recoger con amplitud y
vernácula. profundidad. Es un gran trabajo, aquel que nos espera, pero
también es muy entusiasmante.

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La creación de Dios no es una simple premisa filosófica: ¡es el para la generación! La misericordiosa protección de Dios hacia el
horizonte universal de la vida y de la fe! No hay un designio hombre y la mujer, en cada caso, nunca falta a ambos. ¡No
divino diverso de la creación y de su salvación. Es por la salvación olvidemos esto! El lenguaje simbólico de la Biblia nos dice que
de la creatura -de cada creatura- que Dios se ha hecho hombre: antes de alejarlos del jardín del Edén, Dios hace al hombre y a la
«por nosotros los hombres y por nuestra salvación», como dice el mujer túnicas de piel y los viste (cfr. Gn 3,21). Este gesto de
Credo. Y Jesús resucitado es el «primogénito de cada creatura» ternura significa que también en las dolorosas consecuencias de
(Col 1,15). nuestro pecado, Dios no quiere que nos quedemos desnudos y
abandonados a nuestro destino de pecadores. Esta ternura divina,
El mundo creado está confiado al hombre y a la mujer: lo que pasa este cuidado hacia nosotros, la vemos encarnada en Jesús de
entre ellos da la marca a todo. El rechazo de la bendición de Dios Nazaret, hijo de Dios «nacido de mujer» (Gal 4,4). Y siempre san
llega faltamente a un delirio de omnipotencia que arruina cada Pablo dice todavía: «mientras éramos todavía pecadores, Cristo
cosa. Es lo que llamamos “pecado original”. Y todos venimos al ha muerto por nosotros» (Rom 5,8). Cristo, nacido de mujer, de
mundo con la herencia de esta enfermedad. una mujer. Es la caricia de Dios sobre nuestras llagas, sobre
nuestros errores, sobre nuestros pecados. Pero Dios nos ama como
A pesar de eso, no somos malditos, ni abandonados a nosotros somos y quiere llevarnos hacia adelante con este proyecto, y la
mismos. La antigua narración del primer amor de Dios por el mujer es la más fuerte que lleva adelante este proyecto.
hombre y la mujer, ¡Tenía ya páginas escritas con fuego, al
respecto! «Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el La promesa que Dios hace al hombre y a la mujer, al inicio de la
suyo» (Gen 3,15a). Son las palabras que Dios dirige a la serpiente historia, incluye todos los seres humanos, hasta el final de la
engañadora, encantadora. Con estas palabras Dios marca a la historia. Si tenemos fe suficiente, las familias de los pueblos de la
mujer con una barrera protectora contra el mal, a la cual ella puede tierra se reconocerán en esta bendición. De todos modos,
recurrir –si quiere- por cada generación. Quiere decir que la mujer cualquiera que se deja conmover por esta visión, a cualquier
tiene una secreta y especial bendición, ¡Para la defensa de su pueblo, nación, religión pertenezca, se ponga en camino con
creatura del Maligno! Como la Mujer del Apocalipsis, que corre a nosotros. Será nuestro hermano, nuestra hermana. Sin hacer
esconder el hijo del Dragón. Y Dios la protege (cfr. Ap 12,6) proselitismo, no… Caminamos juntos, bajo esta bendición, bajo
este objetivo de Dios, de hacernos a todos hermanos en la vida, en
¡Piensen cuál profundidad se abre aquí! Existen muchos lugares un mundo que va hacia adelante que nace propio de la familia, de
comunes, a veces incluso ofensivos, sobre la mujer tentadora que la unión del hombre y de la mujer.
inspira el mal. En cambio hay espacio para una teología de la
mujer que esté a la altura de esta bendición de Dios ¡Para ella y ¡Dios les bendiga, familias de cada rincón de la tierra! y ¡Dios les
bendiga a todos ustedes!”

IV. EL SACRAMENTO DEL ORDEN


EL SACERDOCIO DE ISRAEL – Antiguo Testamento
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Tópico temático Cita bíblica

Antes y durante el tiempo de la monarquía la acción sacrificial era Caín y Abel – Gn. 4, 3 ss
cumplida también por personas no revestidas de una misión Noé – Gn. 8, 20
específica sacerdotal o levítica, hasta la época de los Jueces. Abraham – Gn. 22, 13
Jacob – Gn. 31, 54; 46, 1
Gedeón – Jue. 6, 25
Elcaná, padre de Samuel 1 Sam. 1, 3. 4. 21

El sacerdote se encuentra en relación con el arca y con algún Siquén y Betel – Jacob Gn. 33, 18-20; 28, 10-22; 35, 1-8. Jue. 20, 18
santuario del cual era servidor y guardián, con referencias más al Bersabé – Isaac Gn. 26, 23-25
oráculo que al sacrificio. Algunas veces es un asalariado bajo un Tienda del encuentro – Moisés Ex. 33, 7-11
patrón. El santuario es lugar de ayuno, sacrificios de comunión, Guilgal – Saúl 1 Sam. 11, 14-15
holocaustos y lamentaciones. El sacerdote allí también guarda el Mispá – Samuel 1 Sam 7
arca, bendice o unge reyes. Lais – santuario de Dan Jue. 17-18
Siló – Josué, Fineés, presencia del arca Jos. 22, 9-34; 1 Sam. 1, 7-9;
Gn. 18, 8; 22, 9-12; Jue. 18, 31; 21, 19

La institución del levitismo: los descendientes de Leví, hijos de Moisés era de la casa de Leví Ex. 2, 1 y asumió como jefe del grupo
Jacob, son la casta sacerdotal, sin una heredad, pues el Señor es su la función de mediador de la Alianza.
heredad. Causas: su celo por la fe Yahvista? Su intransigencia en la Aarón es hermano de Moisés y levita Ex. 4, 10-17
Ley? Institución Ex. 32, 26-29

Funciones levíticas:
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Oráculos con los urim y thummim (Ex. 28, 30), enseñanza de las
sentencias y la torah (directiva, proclamación, veredicto), función Dt. 33, 8-11; Jer. 18, 18; Os. 4, 6; 1 Sam. 2, 12-17; 1 Sam. 22,
sacrificial del sacrificio cruento y el incienso, función judicial. Se 10.13.15; 1 Sam. 14, 18; 36-42; Ex. 18, 13-26; Dt. 17, 8-13; Ez. 44,
dividen en clases, con oficios ligados a la vida del templo. Profetas 24
cultuales?

El rey es una figura sacerdotal, que participa con la unción del


Espíritu del Señor, es el “Ungido”, que es consagrado con
purificación de aceite y agua. David participa de la realeza y el 1 Sam. 16, 13; Sal. 2, 6; Gen. 14, 18-20; Sal. 110
sacerdocio de Melquisedec, rey y sacerdote de Salem.
El rey es el responsable de la administración de los templos y de Salomón construye el templo y preside su dedicación 1 Re. 6-8
organizar el culto, ofrece sacrificios, bendice al pueblo, pronuncia 1 Sam. 13, 9-10; 2 Sam. 6, 18; 2 Sam 7, 18-29
plegarias de intercesión.

Los reyes instituyen el culto del templo de Jerusalén, Dan y Betel


con los sacerdotes, quienes estarán sumisos a estos. Esta institución
sufrirá influencias egipcias (los sacerdotes oficiales reales). 1 Re. 9, 25; 1 Re. 12, 26-33

Los profetas fustigarán las prácticas rituales de los santuarios que


desdeñen la justicia social y no estén ligados a un verdadero proceso
de conversión, o a los sacerdotes que no son más guías o pastores. Am. 4, 4-5; 5, 4-9; Is. 28, 7; Mi. 3, 11; Jer. 20, 1-6

Los levíticos están regidos por una ley deuteronómica. Su función:


estar ante Yahveh, servir en su nombre, bendecir. Su condición de
desheredado exige protección legal y económica (diezmo). Dt. 18, 1-8; Nm. 18, 8-32; Dt. 12, 18-19; Dt. 14, 27. 29

Ley de santidad Lev. 21-22

Característica del post-exilio: el Sumo sacerdocio. Lev. 21, 10-15; Lev. 16; Lev. 1-6

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hablado, sumo sacerdote), Melquisedec (rey, sacerdote, legislador,


libertador, figura apocalíptica), David (el Ungido rey)
No es tanto vocacional, sino funcional-hereditario para ejercer
deberes-derechos en el respeto minucioso a normas rituales y
prescripciones de pureza sacerdotal. Lev. 21, 1-7; 10, 8-11

Hay también una concepción colectiva del sacerdocio colectivo de


todo el pueblo de Dios. Ex. 19, 6; Nm. 16
Instituciones judaicas tardías hay figuras como el colegio de
ancianos, los jefes de familia: los saliah (apóstoles), los Testamento de Leví, Testamento de los 12 Patriarcas
movimientos de Qumram.
Ornamentos sacerdotales: efod, pectoral, manto, diadema, túnicas
bordadas, fajas, mitras, calzones. Ex. 28
EL SACERDOCIO DE ISRAEL – EL SACRAMENTO DEL ORDEN - Nuevo Testamento
El sacerdocio y Jesucristo
Tópico temático Cita bíblica

El sacerdocio en la sociedad judía del siglo I está compuesto por: el


sumo sacerdote (presidente del sanedrín), el comandante del templo
(encargado de la policía del mismo), vigilantes y tesoreros, jefes de
las 24 secciones semanales, jefes de las secciones diarias, sacerdotes
diarios, levitas (vigilantes y músicos); los sumos sacerdotes
constituyen un grupo en el sanedrín. Su función es cúltica y en Hech. 4, 1; 5, 24; Lc. 1, 5; 8-9; Mt. 26, 57ss; Carta de Aristeo (s. II
relación con la torah (explicarla, defenderla). aC)

De cara al sacerdocio instituído, Jesús: es más grande que el


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templo, lo purifica; Jesús es perseguido por la casta sacerdotal; su


Hora en la pasión es la institución de un sacerdocio sumo y eficaz Mt. 12, 6; Jn. 2, 13-22; Mt. 26, 58; Jn. 11, 49-52; Hebreos
que sustituye una institución ya caducada.

El sacerdocio de Jesús: es un laico (es de Judá, no de Leví), aunque


bendice, sana, hace exorcismos. Su sacerdocio lo constituye su vida,
modelo de entrega oferente, y su muerte. Usa vocabulario
sacerdotal: sangre de la nueva alianza, murió por nuestros pecados, Mc. 1, 44; Lc. 24, 51; Mc. 14, 24; 1 Cor. 11, 25; 1 Cor. 15, 3; Rom.
es “instrumento de propiciación mediante la fe”, Él es ofrenda y 3, 25; Ef. 5, 2
víctima de “suave olor”.

En la carta a los Hebreos:

Cristo es Hijo y sumo sacerdote, sumo sacerdote digno de fe y


misericordioso, sumo sacerdote hecho perfecto para la eternidad,
perfecto por su sacrificio único, es sumo pastor, santifica a la Heb. 2, 17; 1, 3; 1, 1-4; 5, 9-10
comunidad.

Períodos apostólicos

Primer período: 30 – 43, 44 d.C

Primera estructura ministerial: los Doce, organizada y querida por Mt. 10, 1.2.5; 11, 1; 19, 28; 20, 17; 26, 14; 26, 20; 26, 47; Mc. 3,
Jesús. Aún Judas viene sustituído por Matías, es una institución 14.16; 4, 10; 6, 7; 8, 19; 9, 35; 10, 32; 11, 11; 14, 10.17.43; Lc. 6, 13;
fuerte. 8, 1; 9, 1.12; 22, 3. 47; Jn. 6, 67.70; 20, 24; Hch. 6, 2; 1 Cor. 15, 5;
Ap. 21, 14

Otra estructura: los siete diáconos, creados por los 12. La Iglesia
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se siente autorizada a promover otra realidad ministerial por


exigencias pastorales y organizativas (forma institucional de Hech. 6, 1-6
ministerio). La Iglesia obra con cierta libertad movida por el Espíritu.

Segundo período (43-67 d.C)


Se notan otras estructuras ministeriales en las cartas paulinas.
Se expande el cristianismo,
nacen nuevas iglesias no judaicas.

Pablo es Apóstol Contenido de su ministerio (1 Cor. 1, 1ss), Dios lo ha elegido (Gál. 1,


1; Col. 1, 1), tiene la conciencia (1 Cor. 1, 17) de su llamado a
predicar (1 Cor. 9, 16), con el contenido del anuncio del evangelio

El evangelio predicado por Pablo le da una potestas () sobre


las comunidades, que no es tiranía, sino el reclamo de ser generados
por el Evangelio, por el ejercicio del ministerio del Apóstol. Su 1 Cor. 9, 4-5; 1 Cor. 4, 14-16
forma es la paternidad.

Ejercicio de los colaboradores de los Apóstoles, ministerialidad Papel de servicio, colaboración y administración del contenido del
difusa con los términos  (1 Cor. 3, 5), colaboradores (1 ministerio de Pablo, acción concreta al interno de la Iglesia:
Cor. 3, 9), ministros de Cristo y administradores de los misterios de Apóstoles, profetas, doctores, pastores, obispos, presbíteros,
Dios (1 Cor. 4, 1). diáconos, evangelistas, presidentes-jefe, gobernantes, realizadores de
milagros y curaciones 1 Cor. 9, 6; 1 Cor. 16, 15-19; Rm. 12, 6-8; Ef.
4, 11

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Tercer período:
Iglesia post-apostólica (67-95 d.C)

Es una nueva fase en donde Pablo y los apóstoles no están, con los Tito 1, 5-9
problemas de la conservación de la sana doctrina y el peligro de las
herejías. El custodiar la sana doctrina está ligado al modo de ser de la
El ministerio tiene un fuerte sentido de conservar la ortodoxia de comunidad y a la presencia de ministros verdaderos, no de
la fe y la doctrina: el ministerio está al servicio de la doctrina. pseudoprofetas.

Estos están establecidos según las


leyes paulinas, por sus cualidades morales y espirituales, y por su
carácter pastoral. Hay una terminología fluctuante: es un único
ministerio ejercitado de manera estable por personas escogidas (no es Tito 1, 6.7
ministerio itinerante) para trabajar al interno de la comunidad. (Vgr.
Nota de la Biblia de Jerusalén). Autoridad del Apóstol en el ámbito de las ejecuciones de sus
colaboradores.

Estos presbíteros tienen como función la exhortación a la sana


doctrina y refutar a los herejes. Tito 1, 9

En Timoteo, quien permanece en Éfeso para preservar la comunidad


de falsas doctrinas, encontramos el término .
La diaconía de Timoteo es prolongación de la diaconía de Pablo,
quien a su vez fue establecido diácono en un momento puntual:
aor. pas. de (destinar, asignar un puesto, establecer, 1 Tim. 1, 12; 2, 7
dar un encargo, destinar, meter en un orden).

Este punto de partida del encargo para Pablo puede ser la imposición
de las manos o el momento de su conversión. Timoteo recibe esta
diaconía en un momento constitutivo y viene puesto al servicio y al
ejercicio de este ministerio. Hechos 13, 3; 1 Tim. 4, 6
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Hay un contenido y una función de esta diaconía que Pablo continúa 1 Tim. 4, 14
en la de Timoteo: la obra principal es la evangelización, unida a la
lectura, la exhortación y la enseñanza. Es un ministerio de la Hay un núcleo ritual, alrededor de la cual se desarrollará toda la
Palabra, es un don de profecía. ritualidad del sacramento del Orden. Es un contexto litúrgico, con
carácter ritual. Es una palabra, una profecía dicha por quien ha
impuesto las manos, sobre una persona en un contexto litúrgico:
-Profecía
-Imposición de las manos ().

El papel de los presbíteros en la comunidad: son reconocidos,


predicación, enseñanza, presidencia de la asamblea reunida para el 1 Tim. 5, 17-25
ministerio de la Palabra.

Existe en Pablo fluctuación también entre y 1 Tim. 3, 1-13; 2 Tim. 4, 9-13
pero se expresa siempre una función de servicio en un
ámbito ministerial. Itinerancia ministerial alrededor del Apóstol – establecimiento de
ministros fijos para presidir las comunidades.

Timoteo viene llamado “evangelista” () en reemplazo


del Apóstol, continúa su ministerio. 2 Tim. 4, 5

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