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LEY DE GRATITUD Y CIENCIA DE HACERSE RICO – Por David Saportas

Como ser humano soy consciente y sé que genero grandes fuerzas con mi pensamiento, deseo y acción. Sé que
mi pensamiento es el padre de toda acción y guía de mis deseos. Doy el primer paso para hacerme rico en todo
sentido formando la idea de lo que deseo en la sustancia sin forma aún. Unifico mi pensamiento al Poder
Supremo de Dios…. Y resumo todo este proceso en una sola palabra: GRATITUD. Estoy seguro que hay una
sustancia inteligente de la cual proceden todas las cosas. Esta sustancia me proporciona todo lo que deseo. Lo
sé… tanto para mi bien, como para lo contrario si mi intención es equivocada. Me relaciono con esta sustancia
desde un profundo y sincero sentimiento de gratitud.

Mientras más cerca vivo de la fuente de la riqueza, recibo aún más riqueza. Esta es la Ley y la conozco. Recibo
las riquezas de la fuente creadora. Y mi alma siempre agradecida me permite vivir más cerca de Dios. Es la Ley y
la conozco. Y soy agradecido con todo y con todos. Mi gratitud lleva mi mente la manera como me llegan todos
los regalos de Dios y el Universo. Y Soy Agradecido con la vida y con Dios. Mi gratitud me mantiene en armonía
con el pensamiento creativo y evita que sucumba a los aspectos negativos del pensamiento competitivo
depredativo. Hay una Ley de Gratitud y yo sigo esa Ley y logro la victoria. Es necesario seguir esa Ley para
cualquier logro victorioso. Vivo la Ley de la Gratitud en todo mi ser. Vivo el principio natural de la acción y la
reacción. Siempre iguales y en direcciones opuestas. La gratitud que expresa mi mente es la misma liberación de
mi fuerza…. Va directamente a Dios y vuelve hacia mí, con la misma fuerza con que la envié.

Mi gratitud es fuerte y constante y así, la reacción de la sustancia sin forma es siempre fuerte y constante. Y así
el movimiento de todas las cosas es siempre dirigido hacia a mí. Doy gracias por todo. Gracias Padre, porque me
has oído. Conozco la Ley… No se puede ejercer mucho poder sin gratitud. Y solo por medio de a gratitud me
mantengo conectado con la fuerza que me brinda la abundancia en mi vida. Soy agradecido y sólo así puedo
mantener pensamientos satisfactorios; sólo así puedo fijarme en lo mejor, rodearme con lo mejor y ser mejor.
Soy sustancia pensante, y ella toma forma de todo lo que pienso. Toma la forma y el carácter de lo mejor… y yo
recibo lo mejor. Mis pensamientos se convierten en cosas. La sustancia Divina impregna mis pensamientos para
crear mis deseos. Y en principio, de mi Fe nace la gratitud. Reconozco la grandeza de Dios y soy agradecido por
toda su generosidad. Y no obstante a la vez, me purifico en mi corazón de la enfermedad del prejuicio egoísta
del “tomar” y así mi objetivo es amar a Dios primero que todo. Me libero de mi egoísmo través de la bondad y
así me encamino hacia el verdadero amor a Dios. Mi objetivo es ser bondadoso y dadivoso, liberado del deseo
de tomar para mí. Reconozco la grandeza de Dios, pero no por su generosidad exclusivamente, sino porque me
he convertido primero que todo en un DADOR. Y de mi bondad nace la verdadera FE.

MI GRATITUD Y EL “DAR” SON LA RAIZ DE MI VERDADERA FE. Soy agradecido pues tengo la oportunidad de
servir a Dios a través de la dádiva, de mis actos de bondad. Tengo gratitud, agradezco a Dios, pues me ha dado
recursos de todo tipo para poder ayudar a los demás. Puedo ayudar y dar a mi prójimo porque sobre abundan
en mí los dones y bendiciones que Dios me ha otorgado. Puedo hacerlo y me convierto en socio de Dios en su
creación a través de actos de altruismo. Estos son los actos supremos que mi Dios me permite ejecutar; y por
eso mi gratitud a tan maravilloso regalo, el máximo honor, me conduce a mi verdadera FE en su máxima
expresión.

Tan sólo como "dador" soy verdaderamente capaz de reconocer a mi Creador y aceptarlo como rey. La gratitud
es un producto del poder de dar. Y tengo gratitud porque primero me convertí en una persona bondadosa. Soy
un “dador”, amo a mí prójimo como a mí mismo, practico la caridad, la ayuda y la bondad; y el amor brota de
mis actos de dar y no al contrario. Soy generoso no como consecuencia de amar a alguien, de amar a los demás,
sino que amo a los demás cuando les doy. Y les doy porque esa es mi obligación con mi Rey; con mi Dios. Y mi
gratitud se expresa a mi Rey. Mi Dios, pues me ha permitido dar.

Mi mente es agradecida y por eso siempre espero cosas buenas y mi esperanza se vuelve Fe. Todas mis
reacciones de gratitud me producen Fe, y cada vez que agradezco aumenta mi Fe. Tengo Fe y puedo crear. Soy
maestro en el arte del proceso creativo de CREAR, porque tengo Fe… y consecuentemente Soy Rico en todo
sentido. Creo y recibo todo el dinero que viene a mi vida. Soy un creador permanentemente. Tengo e hábito del
agradecimiento por cada cosa buena que viene hacia mí. Cultivo este hábito siempre… y doy gracias
continuamente. Tomo sabiduría de la inteligencia Divina. Agradezco, agradezco, agradezco, pues todas las cosas
y situaciones han contribuido a mi avance. Incluyo todas las cosas y acontecimientos en mi agradecimiento.
Todo contribuye y ayuda a arreglar las maneras en que la riqueza llega a mi vida y yo agradezca. Soy rico y todo
contribuye a mi riqueza. Riqueza al servicio de Dios; acorde a Su Voluntad; despojado de todo sentimiento
egoísta y de tomador.

Agradezco la riqueza en mi vida; agradezco que todo colabora a mi riqueza. Y así estoy en armonía con lo bueno
en todo. Y lo bueno en todo se mueve hacia mí. Hay una sustancia pensante de lo cual todo está hecho y la cual
en su estado original permea, penetra y llena el espacio del universo. Mis pensamientos en esta sustancia
producen las cosas que son impregnadas por mis pensamientos. Mis pensamientos son de riqueza y servicio a
Dios. Mis pensamientos son de abundancia para compartir, para ayudar, para sanar, para brindar felicidad a
otros. Y soy inmensamente rico por eso. Tengo mucho dinero con el cual puedo ayudar y satisfacer las
necesidades mías y las de los que me rodean con sabiduría.

Produzco mis deseos con mis pensamientos. Yo puedo formar cosas con mi pensamiento. Yo formo cosas con mi
pensamiento. Yo formo riquezas con mi pensamiento. Yo formo el altruismo perfecto con mis pensamientos.
Impregno mis pensamientos en la sustancia sin forma y causo que mi deseo sea creado. Me formo una clara
imagen en mi mente de lo que quiero con Fe y Propósito. Me formo este hábito y lo practico todo lo que pueda
cada día; siempre pasando posteriormente a la acción con profunda Fe en los resultados. Paso del plano
competitivo al plano creativo.

Por David Saportas

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