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LECCIÓN 5 – LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES

DEL DERECHO FINANCIERO


I. VALOR NORMATIVO DE LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
Elementos básicos del OF y ejes de los institutos financieros.

Valor normativo y vinculante + aplicabilidad.

a) La Constitución tiene valor normativo inmediato y directo

Art. 9 CE: los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico.

Art. 5.1 LOPJ: la constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico y vincula a todos los
jueces y tribunales.

Valor normativo = aplicabilidad directa + eficacia derogatoria.

Deber de contribuir art. 31 CE, principios específicos del OF constitucionalizados:

1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica
mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en
ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.
2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y
ejecución responderá a los criterios de eficiencia y economía.
3. Solo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a
la Ley.

Sintetiza los principios tradicionales: capacidad económica, generalidad, igualdad,


progresividad, reserva de ley. Incorpora principios nuevos: eficiencia y economía en la
programación y ejecución del gasto público.

STC 27/1981: interpretación unitaria y conjunta de las disposiciones constitucionales. Puede


admitirse la restricción de un principio para potenciar otros derechos, bienes o intereses
constitucionalmente protegidos, guardando proporcionalidad.

Arts. 53.1, 161.1.a) y 163 CE: protección por recurso o cuestión de inconstitucionalidad al TC.

b) La importancia decisiva de las SSTC en el complejo de las fuentes del Derecho. Su


relación con el poder legislativo

Monopolio para la declaración de inconstitucionalidad, siendo la función esencial de la


jurisdicción garantizar la primacía de la Constitución (art. 27.1 LOTC, STC 189/2005).

a) Recurso de inconstitucionalidad.
b) Resolución de las cuestiones de inconstitucionalidad.

El legislador goza de amplio margen de libertad legislativa, si bien el TC enjuicia las soluciones
adoptadas por éste (STC 27/1981).
c) La eficacia jurídica de los principios constitucionales no queda limitada a su
apreciación por el TC. El papel de los Tribunales de Justicia

Monopolio de rechazo del TC.

Art. 163 CE: los jueces ordinarios deben plantear al TC la posible inconstitucionalidad,
prohibiendo la declaración de inconstitucionalidad de una norma con rango de ley.

Los jueces ordinarios podrán declarar la inconstitucionalidad de normas con rango inferior a la
ley (DL sin Ley delegante, Reglamentos).

Podrán también emitir un juicio de constitucionalidad positiva, cuando la Ley haya sido
tachada de inconstitucional y el Tribunal entienda que se ajusta a la CE.

Los TEA están excluidos de esta dinámica por su carácter administrativo. Sí pueden realizar
interpretaciones jurídicas acordes con los principios constitucionales.

STC 182/1997: el art. 31.1 CE conecta con el citado deber de contribuir con el criterio de la capacidad
económica, y lo relaciona, a su vez, claramente, no con cualquier figura tributaria en particular, sino con el
conjunto del sistema tributario.

Distinguiremos entre:

a) Principios materiales: contenido sustantivo de una determinada materia.


1. Generalidad.
2. Igualdad.
3. Progresividad.
4. No confiscatoriedad.
5. Capacidad económica.
6. Eficiencia y economía.
b) Principios formales: cauces que debe seguir una materia en cuestión.
1. Reserva de ley.

II. EL PRINCIPIO DE GENERALIDAD


Art. 31.1 CE: Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos.

Art. 3.1 LGT: la ordenación del sistema tributario se basa en la capacidad económica de las personas obligadas a
satisfacer los tributos y en los principios de justicia, igualdad, progresividad, equitativa distribución de la carga
tributaria y no confiscatoriedad.

En orígenes, la generalidad prohibía los privilegios e inmunidades. Tributos al vencido, poder


sobre los pueblos sometidos.

El constitucionalismo combatió la arbitrariedad frente a al capricho del señor feudal.

Actualmente, significa la imposición del principio de territorialidad, alcanzando a todas las


personas radicadas en territorio español.

STS 2-6-86: La generalidad como principio de ordenación de los tributos no significa que cada figura
impositiva haya de afectar a todos los ciudadanos. Tal generalidad, característica también del concepto de
Ley, es compatible con la regulación de un sector o de grupos compuestos de personas en idéntica
situación. Sus notas son la abstracción y la impersonalidad: su opuesto, la alusión intuitu personae, la
acepción de personas. La generalidad, pues, se encuentra más cerca del principio de igualdad y rechaza en
consecuencia cualquier discriminación.

a) No existen privilegios amparados por Ley.


b) No existen situaciones privilegiadas al aplicar la Ley.

El principio constitucional de generalidad es un requerimiento dirigido directamente al


Legislador: tipificar como HI todo acto, hecho o negocio que sea indicativo de capacidad
económica. Actúa como límite a los arbitrios, en concreto:

a) Relación con el principio de igualdad. El principio debe informar el OT: prohíbe


exenciones y bonificaciones discriminatorias.

STC 96/2002: la expresión todos absorbe el deber de cualesquiera personas, físicas o jurídicas,
nacionales o extranjeras, residentes o no residentes, que por sus relaciones económicas con o desde
nuestro territorio (principio de territorialidad) exteriorizan manifestaciones de capacidad económica, lo
que les convierte también, en principio, en titulares de la obligación de contribuir conforme al sistema
tributario. Se trata, a fin de cuentas, de la igualdad de todos ante una exigencia constitucional –el deber
de contribuir o la solidaridad en el levantamiento de las cargas públicas– que implica, de un lado, una
exigencia directa al legislador, obligado a buscar la riqueza allá donde se encuentre, y, de otra parte, la
prohibición en la concesión de privilegios tributarios discriminatorios, es decir, de beneficios tributarios
injustificados desde el punto de vista constitucional, al constituir una quiebra al deber genérico de
contribuir al sostenimiento de los gastos del Estado.

Legitimidad del empleo del sistema tributario con fines de política económica, esto es,
utilización del tributo como medio de política económica (art. 2.1 LGT). Cobran especial
dimensión en este punto los principios rectores de la política social y económica (arts. 39 a 52
CE), que sirven de base legitimadora de concesión de beneficios tributarios, pese a no estar
materialmente justificado desde el punto de vista de la capacidad económica.

STC 10/2005: la igualdad ante la ley tributaria resulta indisociable de los principios de generalidad,
capacidad económica, justicia y progresividad, igualmente enunciados en el art. 31.1 CE. La exención,
como quiebra del principio de generalidad que rige la materia tributaria, es constitucionalmente válida
siempre que responda a fines de interés general que la justifiquen, quedando, en caso contrario, proscrita
desde la perspectiva constitucional, no debiendo olvidarse que los principios de igualdad y generalidad se
lesionan cuando se utiliza un criterio de reparto de las cargas públicas carente de cualquier justificación
razonable y, por tanto, incompatible con un sistema tributario justo.

STC 37/1987: reconoce la finalidad extrafiscal del tributo.

b) Nueva dimensión territorial: será contrario al principio de generalidad aquel que


dispense un trato favorable a cualquier CCAA. Alcanza al ámbito territorial (arts. 138.2
y 139.1 CE).

III. EL PRINCIPIO DE IGUALDAD

1. La recepción constitucional del principio de igualdad. Consecuencias jurídicas

Art. 1 CE: valor superior del OJ.

Art. 14 CE: igualdad formal. Diferenciación subjetiva, recurrible en amparo.


Arts. 9.2 y 31 CE: igualdad material y del Sistema tributario. Diferenciación objetiva, no
recurrible.

ATC 230/1984: arts. 14 y 31 CE son reflejo del valor superior del art. 1 CE, pero no tienen la misma eficacia,
mientras el derecho del art. 14 CE está tutelado pro recurso de amparo. Ello obliga a diferenciar las violaciones
específicas de ambos preceptos.

STC 46/2000: con la recepción en el art. 31 CE se concreta y modula para el ámbito tributario el alcance del
principio de igualdad recogido en el art. 14 CE.

2. Contenido y ámbito de aplicación del principio de igualdad

a) A iguales supuestos de hecho se aplican iguales consecuencias jurídicas. Serán iguales


cuando la introducción o utilización de elementos diferenciadores sea arbitraria o
carezca de fundamento racional.
b) Prohibición de la desigualdad de trato artificiosa o injustificada, por no venir fundada
en criterios objetivos y suficientemente razonables.
c) No toda desigualdad de trato supone infracción del art. 14 CE. Dicha infracción debe
introducir una diferencia carente de justificación objetiva y razonable.
d) El fin pretendido por la diferenciación debe ser lícito, y las consecuencias jurídicas de
la diferenciación adecuadas y proporcionales al fin. La relación entre la medida
adoptada, el resultado producido y el fin pretendido debe superar un juicio de
proporcionalidad en sede constitucional.

El art. 14 CE impone al legislador el deber de dispensar un mismo tratamiento a quienes se


encuentran en situaciones jurídicas iguales y, a su vez prohíbe toda desigualdad que carezca
de justificación objetiva y razonable, o resulte desproporcionada en relación con dicha
justificación.

3. La protección del principio de igualdad ante la Ley y en aplicación de la Ley

STC 51/1985. La igualdad sólo puede operar dentro de la legalidad. Un mismo órgano
administrativo o judicial no puede modificar arbitrariamente el sentido de sus decisiones en
casos sustancialmente iguales. Cuando se aparte de sus precedentes, debe fundamentar
razonablemente.

Debe respetarse la proporcionalidad con el fin no contradictorio amparado en la Constitución.


Para permitir el trato dispar de situaciones homologables, el TC viene exigiendo una doble
garantía:

a) Razonabilidad de la medida, justificación objetiva y razonable.


b) Proporcionalidad en la medida. Debe existir adecuación medios-fines.

Derecho a la igualdad en la aplicación de la Ley. Para apreciarse vulneración deben concurrir:

a) Acreditación de tertium comparationis, sentencia impugnada vs. precedentes. Mismo


órgano judicial, casos sustancialmente iguales.
b) Existencia de alteridad en los supuestos contrastados. Referencia a otro.
c) Identidad de órgano judicial. Sala y Sección.
d) Ausencia de motivación de cambio de criterio. Bien para separarse de una doctrina,
bien con quiebra de un antecedente inmediato en el tiempo y exactamente igual.

En los casos de alegación de desigualdad en la aplicación de la ley, la prueba recae sobre el


recurrente.

4. Análisis de las presuntas vulneraciones del principio de igualdad desde la


normalidad de los casos

Enjuiciamiento de la constitucionalidad desde la normalidad, no sobre las excepciones. Para


que exista vulneración del art. 14 CE, hay que tener en cuenta que las leyes, en su pretensión
de racionalidad, se proyectan sobre la normalidad de los casos, sin que baste la aparición de
un supuesto no previsto para determinar su inconstitucionalidad.

5. La modulación del principio de igualdad en el ámbito tributario

Relación con la capacidad económica: situaciones económicamente iguales sean tratadas de la


misma manera.

Amparo en otros principios STC 8/1986: las discriminaciones no son arbitrarias cuando se
establecen en función de otro principio constitucional amparado por el OT.

STC 10/2005: exención Cajas de Ahorro del IAE, no sólo con su obra benéfica y monte de piedad, sino
con su actividad financiera y mercantil. Conclusión de su inconstitucionalidad.

Dogmática, LEIBHOLZ: el principio de igualdad prohíbe toda discriminación arbitraria.

6. Su relación con el principio de capacidad económica y con el resto de


principios constitucionales tributarios

Conexión entre igualdad y progresividad en el ámbito tributario. Ha de tenerse en cuenta tanto


la igualdad formal como la real. Se amparan así discriminaciones por las normas tendentes a
corregir situaciones de desigualdad real que no son justificables. La progresividad ha de
determinarse en función de la Base Imponible, y no en razón del sujeto.

STC 54/1993: el sistema tributario justo no puede separarse del principio de progresividad ni del
principio de igualdad. La igualdad que aquí se reclama va íntimamente relacionada con el principio de
capacidad económica y al de progresividad. Una cierta desigualdad cualitativa es indispensable para
entender cumplido este principio.

Progresividad global del sistema tributario  redistribución de la renta.

7. Principio de igualdad en el gasto público

Unidad científica del OF. Se predica tanto del sistema tributario como del gasto público. El
gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos (arts. 9 y 40.1 CE).

Valoración conjunta del sistema de ingresos y gastos  Igualdad como valor del OF. Mayor
presión fiscal sobre las grandes concentraciones urbanas puede encontrar compensación en
política de gasto público en esas zonas.
8. La dimensión territorial del principio de igualdad

La desigualdad no puede interpretarse de manera que pueda derivarse del ejercicio legítimo
de las CCAA de sus competencias en materia tributaria y financiera. La igualdad de derechos y
obligaciones en su aspecto interterritorial no puede ser entendida en términos tales que
resulte incompatible con el principio de descentralización política del Estado (art. 2 CE). Deben
concurrir tres características:

a) Que la regulación autonómica se lleve a cabo dentro de las competencias normativas.


b) Que la regulación resulte proporcionada al objeto legítimo perseguido.
c) Que quede a salvo la igualdad básica de todos los españoles.

STC 60/2015: ley valenciana que concedía beneficios fiscales en el IS. Para comprobar si una medida es
respetuosa con el principio de igualdad se debe comprobar:

a) Las situaciones que se pretende comparar son iguales.


b) Concretadas las situaciones comparables como iguales, existe una finalidad objetiva y razonable
legitimadora del trato desigual.
c) Las consecuencias jurídicas son razonables, por existir relación de proporcionalidad entre medio
empleado y finalidad perseguida, evitando resultados desmedidos.

RH como elemento diferenciador entre contribuyentes. No se alcanza a comprender razón alguna de


política social, en general, o de protección de la familia directa, en particular, que pueda legitimar la
aplicación dispar de la bonificación entre hermanos, herederos de un mismo padre y, por tanto,
causahabientes de una misma herencia.

El territorio deja de ser elemento de diferenciación de situaciones objetivamente comparables, pasando a


ser un elemento de discriminación. Con la diferencia se trató de favorecer a los residentes, tratándose de
manera diferente a una misma categoría de contribuyentes de forma diferente por el solo hecho de su
distinta residencia. El recurrente defiende que la RH es un criterio de diferenciación subjetivo. Sin
embargo, el TSV entiende que se trata de una diferenciación objetiva, sobre la capacidad económica. Los
residentes en la CAV ven sujetas sus distintas manifestaciones de capacidad económica al resto de cargas
tributarias previstas en ella, y gozan, correlativamente, de un determinado nivel de disfrute del gasto
público.

Al carecer de cualquier justificación legitimadora el recurso a la residencia como elemento de


diferenciación, no sólo se vulnera el principio de igualdad (art. 14 CE), sino que, como con acierto señala el
FGE, se ha utilizado un criterio de reparto de las cargas públicas carente de una justificación razonable y,
por tanto, incompatible con un sistema tributario justo.

Esta conclusión se puede aplicar al ejercicio de la potestad tributaria por parte de los municipios.

RESUMEN

a) El principio de igualdad en el ámbito tributario se traduce en el respeto al principio de


capacidad económica. Situaciones económicamente iguales han de tratarse igual.
b) El principio de igualdad prohíbe discriminaciones que carezcan de justificación objetiva
y razonable, que desplieguen consecuencias no proporcionadas.
c) El principio de igualdad se proyecta ante la ley y ante su aplicación.
d) El principio de igualdad no ampara el derecho a la discriminación por indiferenciación
(diferencias de trato en situaciones o supuestos desiguales).
e) El principio de igualdad se interpreta en conexión con las exigencias de los otros
principios constitucionales.
f) La igualdad en el marco del sistema tributario se competa con la igualdad en el
ordenamiento del gasto.

IV. EL PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD Y LA NO CONFISCACIÓN


Art. 31 CE y art. 3 LGT. Criterios inspiradores del conjunto del sistema tributario. Los poderes
públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para
una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una política de
estabilidad económica (art. 40.1 CE).

Principio de progresividad (MARTIN DELGADO): aquella característica de un sistema tributario


según la cual a medida que aumenta la riqueza de los SP, aumenta la contribución en
proporción superior al incremento de la riqueza.

STS 2-3-00: afecta al sistema tributario y a algunos impuestos, no a todos, a diferencia del principio de
la capacidad económica que opera, en principio, respecto de cada uno.

La progresividad tiene el límite constitucional en la no confiscatoriedad (art. 31 CE).

Principio de no confiscatoriedad (LASARTE): límite extremo que dimana del reconocimiento


del derecho de propiedad. Por ello, resulta técnicamente difícil determinar en abstracto si, del
régimen legal de un tributo pueden derivarse, per se, efectos confiscatorios.

No prohíbe la confiscación. El límite máximo de la imposición resulta cifrado


constitucionalmente en la prohibición de su alcance confiscatorio. Debe tenerse en cuenta la
capacidad económica real, pero también la potencial. Deberá tenerse en cuenta tanto en el
caso de los sujetos afectados por la norma, como en la generalidad de los supuestos legales.

SSTC 14/1998 y 233/1999: dicho principio obliga a no agotar la riqueza imponible, IRPF 100%.
De forma indirecta afectaría a la propiedad privada (art. 33.1 CE).

V. EL PRINCIPIO DE CAPACIDAD ECONÓMICA


Principio material de justicia en el ámbito tributario. Todos contribuirán al sostenimiento de
los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica.

1. Principio clásico: Proyección exclusiva en el ámbito tributario: presupuesto y límite


para la tributación. HI  consecuencia jurídica.

Presupuesto de la imposición: impide que el legislador establezca tributos cuya materia


imponible no constituya manifestación de riqueza real o potencial.

Hechos indicativos de capacidad económica: titularidad, percepción de rentas, consumo de


bienes, tráfico o circulación de riqueza.

Principio de normalidad (GIARDINA): el legislador atiende a un supuesto que normalmente es


indicativo de capacidad económica, para así configurar una situación como hecho imponible.

STC 46/2000: IRPF, tributación mínima del 8% para ∆ patrimonio irregular, cuando el tipo medio del
ejercicio fuese 0  Vulneración del principio de capacidad económica.
Situaciones coactivas (BERLIRI): venta de casa por falta de fondos. Sujeto, pero exento o
bonificado.

Lo que es inadmisible es la inexistencia de capacidad económica (STC 221/1992). La exención


del mínimo vital ayuda a configurar la diferencia entre capacidad económica y contributiva.

2. Principio moderno: se interrelaciona y completa con los principios constitucionales y


con el resto del ordenamiento tributario, igualdad, progresividad y justicia del gasto
público. Pierde el monopolio como criterio y principio material de justicia tributaria.

STC 46/2000: A diferencia de otras constituciones, la española, pues, alude expresamente al principio
de la capacidad contributiva y, además, lo hace sin agotar en ella el principio de justicia en materia
contributiva. Capacidad económica, a efectos de contribuir a los gastos públicos, tanto significa como la
incorporación de una exigencia lógica que obliga a buscar la riqueza allí donde la riqueza se encuentra. La
igualdad que aquí se reclama va íntimamente enlazada al concepto de capacidad económica y al principio
de progresividad, por lo que no puede ser, a estos efectos, simplemente reconducida a los términos del
art. 14 CE: una cierta desigualdad cualitativa es indispensable para entender cumplido este principio.
Precisamente la que se realiza mediante la progresividad global del sistema tributario en que alienta la
aspiración a la redistribución de la renta.

Capacidad económica como:

El deber de contribuir del art. 31.1 CE puede llevarse a efecto exclusivamente de acuerdo con la capacidad
económica. En el caso de los impuestos en función de su capacidad económica. Proyección de la
capacidad económica sobre el conjunto del sistema tributario.

a) Fundamento de la tributación (de acuerdo con).

Impide que el legislador establezca tributos cuya materia imponible no constituya una
manifestación de riqueza real o potencial.

b) Medida del tributo (en función de).

La concreta exigencia de que la carga tributaria se module en la medida de dicha capacidad


sólo resulta predicable del sistema tributario en su conjunto. Sin embargo, debe hacerse
presente en cada figura tributaria, incluidas las tasas, cabiendo exigir que la carga tributaria
varíe en función de la intensidad en la realización del hecho imponible en aquellos tributos que
por su naturaleza y caracteres resulten determinantes en la concreción del deber de contribuir
al sostenimiento de los gastos públicos.

En relación con los principios de justicia en el gasto, la determinación del mínimo exento
estará en relación de las prestaciones públicas realizadas a favor de los ciudadanos a través del
gasto público.

El principio de capacidad económica, por último, se proyecta con el mismo alcance y contenido
sobre los ordenamientos de CCAA y EELL.

VI. LOS CRITERIOS DE EFICIENCIA Y ECONOMÍA EN LA


PROGRAMACIÓN Y EJECUCIÓN DEL GASTO PÚBLICO
Art. 31.2 CE: el gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su
programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.

a) Principio de equidad en la asignación de recursos públicos.

Juicio de valor en la bondad o no de los fines. Vía orientada por los principios rectores de la
política social y económica (arts. 39 a 52 CE).

b) Criterio de eficiencia y economía en su programación y ejecución.

Carácter técnico, procedimientos eficaces en gestión del gasto.

STC 20/1985: la máxima eficacia debe ceder ante la igualdad. La competencia exclusiva del Estado en la
ordenación de la política económica y en la fijación de los criterios a los cuales debe atenderse la
ordenación de la economía.

VII. EL PRINCIPIO DE RESERVA DE LEY. SU ESPECIAL RELEVANCIA EN


MATERIA TRIBUTARIA
Primacía de la ley como punto de partida. Se proyecta sobre todas las instituciones financieras
básicas. Actúa como dique contra reformas sociales o económicas que se quieran realizar a
través de la vía fiscal, al mismo tiempo que garantiza la seguridad jurídica.

Se conecta, pues, con los siguientes principios:

a) Seguridad jurídica.
b) Jerarquía normativa.

Constitución

Principio de reserva de ley en materia tributaria:

a) Establecimiento de tributos (art. 31.3, 133.1 y 133.2 CE).


b) Beneficios fiscales que afecten a los tributos del estado (art. 133.3 CE).
c) Deuda pública (art. 135.1 CE).
d) Patrimonio del Estado (art. 132.3 CE).
e) Reserva la sector público, especialmente monopolio (art. 128.1 CE).

Principio de reserva de ley en materia presupuestaria:

a) Presupuesto (art. 134.1 CE).


b) Aprobación del presupuesto (art. 66.2 CE).
c) Obligaciones financieras y gastos (art. 133.4 CE).

Principio de reserva de ley orgánica:

a) Firma de tratados (art. 93 CE).


b) Composición y funcionamiento del Tribunal de Cuentas (art. 136 CE).
c) Competencias financieras de las CCAA (art. 157.3 CE).
Art. 31.3 CE: sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter
público con arreglo a la ley.

Art. 133 CE:

.1): La potestad originaria para establecer los tributos corresponde exclusivamente al


Estado, mediante la ley.

.2): Las CCAA y las CCLL podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la Constitución
y las leyes.

.3: Todo beneficio fiscal que afecte a los tributos del Estado deberá establecerse en virtud
de ley.

STC 194/2011: la llamada a la Ley de los arts. 31.3 y 133.1 y 2 CE se refiere a la Ley estatal.

Legislación ordinaria

Arts. 2.1, 4 y 8 LGT; arts. 5, 7 y 9 LGP; art. 6 LTPP.

Doble finalidad del principio de reserva de ley:

a) Garantizar el respeto al principio de autoimposición. Los ciudadanos no pagan más


tributos que aquellos a los que sus legítimos representantes han otorgado su
aquiescencia.
b) Finalidad garantista del derecho de propiedad.

En la actualidad, en el ámbito de la normalidad del tributo la STC 233/1999 recoge que

el sentido de la reserva de ley establecida no es otro que el de procurar que la regulación de determinado
ámbito vital de las personas desprenda exclusivamente de la voluntad de sus representantes. Esta
garantía de autodisposición de la comunidad sobre sí misma, que en la ley estatal se cifra (art. 133.1 CE),
es también en nuestro Estado constitucional democrático una consecuencia de la igualdad y, por ello,
preservación de la paridad básica de posición de todos los ciudadanos, con relevancia no menor, de la
unidad misma del ordenamiento (art. 2 CE).

Caracteres estructurales

1) Instituto de carácter constitucional, constituye el eje de las relaciones entre el


ejecutivo y el legislativo en lo referente a la producción de normas. Presupone la
separación de poderes.
2) Límite tanto para el ejecutivo como para el legislativo, son funciones atribuidas,
obligatorias. Se proyecta en la esfera normativa, como mandato dirigido al legislador, y
en la administrativa, como principio de legalidad que vincula a la Administración.
3) Operatividad dependiente de la efectiva separación de poderes y de una instancia
jurisdiccional (TC).

Alcance del art. 31.3 CE

Prestaciones personales o patrimoniales de carácter público.


Las prestaciones patrimoniales no pueden identificarse simplemente con las prestaciones
tributarias, sino que abarca otras (precios de servicios públicos industriales, cotizaciones SS,
pago de prestaciones farmacéuticas, etc).

En las obligaciones tributarias es donde ha alcanzado más precisión, consecuencia de la clara


individualización y singularidad de los tributos en el campo de las PPCP.

La reserva de ley en materia tributaria tiene carácter relativo. Sólo debe estar regulado por ley
el establecimiento de los tributos y de beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado.
Por establecimiento de tributo entendemos definir sus elementos esenciales.

El art. 8 LGT precisa:

a) Delimitación del HI, devengo, BI y BL, fijación TG y demás elementos directamente determinantes de la
cuantía de la deuda tributaria, así como las presunciones iure et de iure.
b) Supuestos que dan lugar al establecimiento de las obligaciones tributarias de realizar pagos a cuenta y su
importe máximo.
c) Determinación de los obligados tributarios.
d) Establecimiento, modificación, supresión y prórroga de las exenciones, reducciones, bonificaciones,
deducciones y demás beneficios o incentivos fiscales.
e) Establecimiento y modificación de los recargos y de la obligación de ingresar los intereses de demora.
f) Establecimiento y modificación de los plazos de prescripción y caducidad, así como la interrupción de la
prescripción.
g) Establecimiento y modificación de las infracciones y sanciones tributarias.
h) Obligación de presentar declaraciones y autoliquidaciones.
i) Consecuencias del incumplimiento de las obligaciones tributarias respecto de la eficacia de los actos o
negocios jurídicos.
j) Las obligaciones entre particulares resultantes de los tributos.
k) La condonación de deudas y sanciones tributarias y la concesión de moratorias y quitas.
l) La determinación de los actos susceptibles de reclamación en vía económico-administrativa.
m) Los supuestos en que proceda el establecimiento de las intervenciones tributarias de carácter
permanente.

TS y TC han declarado el carácter relativo de la reserva y la necesidad de ley para regular los
elementos esenciales del tributo. Creación ex novo del tributo y la determinación de los
elementos esenciales o configuradores del mismo.

STC 102/2005:

a) Reglamento. La reserva de ley no afecta por igual a todos los elementos. El grado de
concreción es máximo cuando regula el HI y es menor cuando trata otros elementos,
TG y BI. Permite, pues, la colaboración del reglamento, siempre que se produzca en
términos de subordinación, desarrollo y complementariedad.
El alcance de la colaboración reglamentaria depende de la naturaleza de la figura
jurídico-tributaria (impuestos ≠ tasas, carácter sinalagmático). También depende del
elemento del tributo (HI, SP, BI o TG), en escala progresiva.
b) Tasas. Colaboración del reglamento intensa en la fijación y modificación de cuantías,
pero no en la creación ex novo (HI).
c) Con independencia al nomen iuris, hay que atender a la verdadera naturaleza de la
figura, para ver si estamos o no ante un tributo. En los tributos locales, las Ordenanzas
Fiscales son expresión de la voluntad general de los habitantes del Municipio,
debiendo conectar los arts. 31.3 y 133 CE con el art. 133.2 CE, donde el pleno (art. 140
CE) alcanza la garantía de la autoimposición.

Ordenanzas locales (art. 22.2.d) LBRL) > Reglamento.

Retroactividad

El principio de reserva de ley no puede aplicarse con carácter retroactivo.

STC 10/2005: siendo cierto que se establece en el art. 133.3 CE el principio de reserva de ley en
materia de beneficios fiscales, también lo es que este Tribunal ha venido manteniendo la doctrina de que
no pueden anularse disposiciones legales o reglamentarias anteriores [a la entrada en vigor de la CE], ni
por la ausencia de requisitos luego exigidos por la CE para su aprobación y que, entonces, no venían
requeridos, ni por el hecho de que la CE haya exigido un determinado rango para la regulación de tales
materias, dado que la reserva de ley no puede aplicarse retroactivamente.

Conclusiones

a) Concepto de reserva de ley relativa. Definición del legislador de los elementos


esenciales del tributo.
b) La exigencia se predica a las Cortes Generales y a los Parlamentos regionales.

VIII. RECAPITULACIÓN
1. Principios materiales de justicia: principios del derecho + configuradores del DF. La
aplicación e interpretación de este sector se efectúa de acuerdo a tales principios. El
resultado de la interpretación conjunta deparar el modelo de Hacienda Pública.

a) El deber de contribuir se fundamenta en la solidaridad.


b) El principio de igualdad exige la igualdad en la aplicación de la ley. El objetivo de
las normas jurídicas es la igualdad real. La capacidad económica se entiende como
cualidad del sujeto pasivo, que se ha de proyectar en toda la estructura jurídica del
tributo. La progresividad tributaria ha de conectarse con la redistribución de la
renta y la riqueza. El art. 31 se proyecta como mandato al legislador y como
exigencia de resultados.
c) Los principios de justicia financiera aparecen como criterios de elaboración y
aplicación de las normas, pero también como fines materiales a cuya consecución
se encaminan. El DF, mediante los ingresos y gastos públicos, tiende a corregir las
situaciones discriminatorias existentes, lo que exige tratar desigual a los desiguales
e igual a los iguales. El DF tiene fines y objetivos materiales propios.

2. Principio formal por excelencia. Tributos autorizados por el Parlamento, igualdad ante
la Ley en distintos territorios, prohibición de privilegios personales o territoriales.

3. Contraste entre los principios constitucionales y los europeos. Condicionamiento del


DF europeo (principio de primacía, no discriminación por motivos de nacionalidad, de
atribución de competencias, de subsidiariedad o de proporcionalidad).

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