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Revolución francesa

La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con


diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por
Revolución francesa
extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que
enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el
Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer
Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de
estado de Napoleón Bonaparte en 1799.

Si bien, después de que la Primera República cayera tras el golpe


de Estado de Napoleón Bonaparte, la organización política de
Francia durante el siglo XIX osciló entre república, imperio y
monarquía constitucional, lo cierto es que la revolución marcó el
final definitivo del feudalismo y del absolutismo en ese país,1 y Toma de la Bastilla, 14 de julio de 1789.
dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, apoyada en Contexto del acontecimiento
ocasiones por las masas populares, se convirtió en la fuerza política
Fecha 1789 - 1799
dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema
Sitio Francia
monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida en
que lo derrocó con un discurso e iniciativas capaces de volverlo Impulsores Sociedad de Francia
ilegítimo. Gobierno previo
Gobernante Luis XVI de Francia
Según la historiografía clásica, la Revolución francesa marca el
Forma de Antiguo Régimen, Monarquía
inicio de la Edad Contemporánea al sentar las bases de la
gobierno absoluta
democracia moderna, lo que la sitúa en el corazón del siglo XIX.
Gobierno resultante
Abrió nuevos horizontes políticos basados en el principio de la
soberanía popular, que será el motor de las revoluciones de 1830, Forma de Asamblea Nacional
de 1848 y de 1871.2
gobierno Constituyente

Índice
Antecedentes ideológicos
Causas
Estados Generales de 1789
Asamblea Nacional
Asamblea Constituyente (1789-1791)
Toma de la Bastilla
El Gran Miedo y la abolición del feudalismo
Pérdida de poder de la Iglesia
Composición de la Asamblea
Camino a la Constitución
Desde la Fiesta de la Federación hasta la Fuga de V
arennes
Últimos días de la Asamblea Constituyente
La Asamblea Legislativa y la caída de la monarquía (1791-1792)
Guerra de Austria y Prusia contra Francia
La «segunda Revolución»: Primera República francesa
La Convención (1792-1795)
Ejecución del Rey y Primera Coalición contra Francia
El reinado del Terror
El Directorio (1795-1799)
Napoleón y la toma del poder
El Consulado (1799-1804)
La bandera francesa y los símbolos de la Revolución
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
Las mujeres y la Revolución francesa
Véase también
Notas y referencias
Fuentes
Bibliografía complementaria
Enlaces externos

Antecedentes ideológicos
Los escritores ilustrados del siglo XVIII, filósofos, politólogos, científicos y economistas, denominados comúnmente philosophes, y
a partir de 1751 los enciclopedistas, contribuyeron a minar las bases del Derecho Divino de los reyes. La filosofía de la 'Ilustración'
ha desempeñado pues un rol significativo en el giro que tomaron estos eventos históricos pero su influencia debe relatarse de modo
más matizado: acordarle demasiada importancia a los preceptos filosóficos nacidos durante ese siglo se revelaría como una carencia
mayúscula de fidelidad historiográfica.

La corriente de pensamiento vigente en Francia era la Ilustración, cuyos principios se basaban en la razón, la igualdad y la libertad.
La Ilustración había servido de impulso a las Trece Colonias norteamericanas para la independencia de su metrópolis europea. Tanto
la influencia de la Ilustración como el ejemplo de los Estados Unidos sirvieron de «trampolín» ideológico para el inicio de la
revolución en Francia.

Causas
3
En términos generales fueron varios los factores que influyeron en la Revolución:

un régimen monárquico que sucumbiría ante su propia rigidez en el


contexto de un mundo cambiante, y que, tras varios intentos de adoptar
medidas destinadas a atajar la crisis política y económica, capituló ante la
violenta reacción de la nobleza y de algunos parlamentos provinciales
como el de Grenoble (Jornada de las Tejas);
una aristocracia (la nobleza y el alto clero) aferrada a sus privilegios
feudales, que bloqueó todas las reformas estructurales (de Machault, de
Maupeou, de Turgot) que se intentaron implantar desde la Corte;
el auge de una clase burguesa nacida siglos atrás, que había alcanzado
un gran poder en el terreno económico y que ahora empezaba a
propugnar el político. Su riqueza y su cultura la había elevado al primer
puesto en la sociedad, posición que estaba en contradicción con la
existencia de los estamentos privilegiados, nobleza y clero;
la exasperación de las clases populares urbanas y del campesinado,
empobrecidos por la subida de los precios –en particular de los cereales
y del pan, base de la alimentación— y por el incremento continuo de los El Tercer Estado cargando al
impuestos y derechos señoriales y reales. El diezmo que cobraba el
Primer y al Segundo Estado.
clero, apenas servía para mantener el culto y socorrer a los pobres. El
campesinado contestaba además el origen de la propiedad de los
derechos y servidumbres feudales (recogidos en los llamados «libros
terriers»), que les parecían abusivos e injustos;
la expansión de las nuevas ideas ilustradas;
la regresión económica y las crisis agrícolas cíclicas (la que estalló en 1788 fue la más violenta de todo el siglo
XVIII), agravados por las malas cosechas en los años que precedieron a la Revolución;
la quiebra financiera provocada por los vicios del sistema fiscal, la mala percepción y la desigualdad de los
impuestos, los gastos de la Corte, los costes de las guerras, y por los graves problemas hacendísticos causados por
el apoyo militar a la guerra de Independencia de los Estados Unidos . Esta intervención militar se convertiría en arma
de doble filo, pues, pese a ganar Francia la guerra contra Gran Bretaña y resarcirse así de la anterior derrota en la
guerra de los Siete Años, la hacienda quedó en bancarrota y con una importante deuda externa. Los problemas
fiscales de la monarquía, junto al ejemplo de democracia del nuevo Estado emancipado precipitaron los
acontecimientos.
Desde el punto de vista político, fueron fundamentales ideas tales como las expuestas por Voltaire, Rousseau, Diderot o Montesquieu
(como por ejemplo, los conceptos delibertad política, de fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una sociedad dividida, o las nuevas
teorías políticas sobre la separación de poderes del Estado). Todo ello fue rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo
Régimen, ayudando a su desplome.

Desde el punto de vista económico, la inmanejable deuda del Estado fue exacerbada por un sistema de extrema desigualdad social y
de altos impuestos que los estamentos privilegiados, nobleza y clero no tenían obligación de pagar, pero que sí oprimía al resto de la
sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado simultáneo a un descenso de la producción agraria de terratenientes y
campesinos, lo que produjo una grave escasez de alimentos en los meses precedentes a la Revolución. Las tensiones, tanto sociales
como políticas, mucho tiempo contenidas, se desataron en una gran crisis económica a consecuencia de los dos hechos puntuales
señalados: la colaboración interesada de Francia con la causa de la independencia estadounidense (que ocasionó un gigantesco déficit
fiscal) y el aumento de los precios agrícolas.

El conjunto de la población mostraba un resentimiento generalizado dirigido hacia los privilegios de los nobles y del alto clero, que
mantenían su dominio sobre la vida pública impidiendo que accediera a ella una pujante clase profesional y comerciante. El ejemplo
del proceso revolucionario estadounidense abrió los horizontes de cambio político entre otros.

Estados Generales de 1789


Los Estados Generales estaban formados por los representantes de cada estamento. Estos estaban separados a la hora de deliberar, y
tenían solo un voto por estamento. La convocatoria de 1789 fue un motivo de preocupación para la oposición, por cuanto existía la
creencia de que no era otra cosa que un intento, por parte de la monarquía, de manipular la asamblea a su antojo. La cuestión que se
planteaba era importante. Estaba en juego la idea de soberanía nacional, es decir, admitir que el conjunto de los diputados de los
Estados Generales representaba la voluntad de lanación.

El tercer impacto de los Estados Generales fue de gran tumulto político, particularmente por la determinación del sistema de
votación. El Parlamento de París propuso que se mantuviera el sistema de votación que se había usado en 1614, si bien los
magistrados no estaban muy seguros acerca de cuál había sido en realidad tal sistema. Sí se sabía, en cambio, que en dicha asamblea
habían estado representados (con el mismo número de miembros) la nobleza (Primer Estado), el clero (Segundo Estado) y la
burguesía (Tercer Estado). Inmediatamente, un grupo de liberales parisinos denominado «Comité de los Treinta», compuesto
principalmente por gente de la nobleza, comenzó a protestar y agitar, reclamando que se duplicara el número de asambleístas con
derecho a voto del Tercer Estado (es decir, los «Comunes»). El gobierno aceptó esta propuesta, pero dejó a la Asamblea la labor de
determinar el derecho de voto. Este cabo suelto creó gran tumulto.

El rey Luis XVI y una parte de la nobleza no aceptaron la situación. Los miembros del Tercer Estamento se autoproclamaron
Asamblea Nacional, y se comprometieron a escribir una Constitución. Sectores de la aristocracia confiaban en que estos Estados
Generales pudieran servir para recuperar parte del poder perdido, pero el contexto social ya no era el mismo que en 1614. Ahora
existía una élite burguesa que tenía una serie de reivindicaciones e intereses que chocaban frontalmente con los de la nobleza (y
también con los del pueblo, cosa que se demostraría en los años siguientes).

Asamblea Nacional
Cuando finalmente los Estados Generales de Francia se reunieron en Versalles el 5 de mayo de 1789 y se originaron las disputas
respecto al tema de las votaciones, los miembros del Tercer Estado debieron verificar sus propias credenciales, comenzando a hacerlo
el 28 de mayo y finalizando el 17 de junio, cuando los miembros del Tercer Estado se declararon como únicos integrantes de la
Asamblea Nacional: esta no representaría a las clases pudientes sino al pueblo en sí. La primera medida de la Asamblea fue votar la
«Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano». Si bien invitaron
a los miembros del Primer y Segundo Estado a participar en esta asamblea,
dejaron en claro sus intenciones de proceder incluso sin esta participación.

La monarquía, opuesta a la Asamblea, cerró las salas donde esta se estaba


reuniendo. Los asambleístas se mudaron a un edificio cercano, donde la
aristocracia acostumbraba a jugar el juego de la pelota, conocido como Jeu de
paume. Allí es donde procedieron con lo que se conoce como el «Juramento
del Juego de la Pelota» el 20 de junio de 1789, prometiendo no separarse hasta
tanto dieran a Francia una nueva constitución. La mayoría de los El Juramento del Juego de Pelota, obra
de Jacques-Louis David.
representantes del bajo clero se unieron a la Asamblea, al igual que 47
miembros de la nobleza. Ya el 27 de junio, los representantes de la monarquía
se dieron por vencidos, y por esa fecha el Rey mandó reunir grandes contingentes de tropas militares que comenzaron a llegar a París
y Versalles. Los mensajes de apoyo a la Asamblea llovieron desde París y otras ciudades. El 9 de julio la Asamblea se nombró a sí
misma «Asamblea Nacional Constituyente».

Asamblea Constituyente (1789-1791)

Toma de la Bastilla
El 11 de julio de 1789, el rey Luis XVI, actuando bajo la influencia de los
nobles conservadores al igual que la de su hermano, el Conde D'Artois,
despidió al ministro Necker y ordenó la reconstrucción del Ministerio de
Finanzas. Gran parte del pueblo de París interpretó esta medida como un auto-
golpe de la realeza, y se lanzó a la calle en abierta rebelión. Algunos de los
militares se mantuvieron neutrales, pero otros se unieron al pueblo.

El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y,


ante el temor de que las tropas reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la La Libertad guiando al pueblo, pintura de
Bastilla, símbolo del absolutismo monárquico, pero también punto estratégico Eugène Delacroix, erróneamente
asociada a la Revolución de1789 pese a
del plan de represión de Luis XVI, pues sus cañones apuntaban a los barrios
que corresponde a lossucesos
obreros. Tras cuatro horas de combate, los insurgentes tomaron la prisión,
revolucionarios de 1830. Museo del
matando a su gobernador, el Marqués Bernard de Launay. Si bien solo cuatro Louvre, París.
presos fueron liberados, la Bastilla se convirtió en un potente símbolo de todo
lo que resultaba despreciable en el Antiguo Régimen. Retornando al
Ayuntamiento, la multitud acusó al alcalde Jacques de Flesselles de traición, quien recibió un balazo que lo mató. Su cabeza fue
cortada y exhibida en la ciudad clavada en una pica, naciendo desde entonces la costumbre de pasear en una pica las cabezas de los
decapitados, lo que se volvió muy común durante la Revolución.

El Gran Miedo y la abolición del feudalismo


Véase también: Gran Miedo
La Revolución se fue extendiendo por ciudades y pueblos, creándose nuevos ayuntamientos que no reconocían otra autoridad que la
Asamblea Nacional Constituyente. La insurrección motivada por el descontento popular siguió extendiéndose por toda Francia. En
las áreas rurales, para protestar contra los privilegios señoriales, se llevaron a cabo actos de quema de títulos sobre servidumbres,
derechos feudales y propiedad de tierras, y varios castillos y palacios fueron atacados. Esta insurrección agraria se conoce como La
Grande Peur (el Gran Miedo).
La noche del 4 de agosto de 1789, la Asamblea Constituyente, actuando detrás de los nuevos acontecimientos, suprimió por ley las
servidumbres personales (abolición del feudalismo), los diezmos y las justicias señoriales, instaurando la igualdad ante el impuesto,
ante penas y en el acceso a cargos públicos. En cuestión de horas, los nobles y el clero perdieron sus privilegios. El curso de los
acontecimientos estaba ya marcado, si bien la implantación del nuevo modelo no se hizo efectiva hasta 1793. El rey, junto con sus
seguidores militares, retrocedió al menos por el momento. Lafayette tomó el mando de la Guardia Nacional de París y Jean-Sylvain
Bailly, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, fue nombrado nuevo alcalde de París. El rey visitó París el 27 de julio y
aceptó la escarapela tricolor.

Sin embargo, después de estos actos de violencia, los nobles, no muy seguros del rumbo que tomaría la reconciliación temporal entre
el rey y el pueblo, comenzaron a salir del país, algunos con la intención de fomentar una guerra civil en Francia y de llevar a las
naciones europeas a respaldar al rey. Estos fueron conocidos como losémigrés («emigrados»).

Pérdida de poder de la Iglesia


La revolución se enfrentó duramente con la Iglesia católica que pasó a depender del Estado. En 1790 se eliminó la autoridad de la
Iglesia de imponer impuestos sobre las cosechas, se eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron sus bienes. Bajo el
Antiguo Régimen la Iglesia era el mayor terrateniente del país. Más tarde se promulgó una legislación que convirtió al clero en
empleados del Estado. Estos fueron unos años de dura represión para el clero, siendo comunes la prisión y masacre de sacerdotes en
toda Francia. El Concordato de 1801 entre la Asamblea y la Iglesia finalizó este proceso y establecieron normas de convivencia que
se mantuvieron vigentes hasta el 11 de diciembre de 1905, cuando la Tercera República sentenció la separación definitiva entre la
Iglesia y el Estado. El viejo calendario gregoriano, propio de la religión católica fue anulado por Billaud-Varenne, en favor de un
«calendario republicano» y una nueva era que establecía como primer día el22 de septiembre de 1792.

Composición de la Asamblea
Véanse también: Izquierda y Derecha.
En una Asamblea que se quería
plural y cuyo propósito era la
redacción de una constitución
democrática, los 1200
constituyentes representaban las
diversas tendencias políticas del
momento.

La derecha representaba a las


antiguas clases privilegiadas.
Sus oradores más brillantes
eran el aristócrata Cazalès, en
representación de la nobleza, y
Honore Gabriel Victor Riqueti, Conde el abad Jean-Sifrein Maury, en
de Mirabeau (1749-1791). representación del alto clero. Se
oponían sistemáticamente a
todo tipo de reformas y
buscaban más sembrar la Maximiliano Robespierre(1758-
discordia que proponer medidas.4 1794), líder revolucionario francés.

En torno al antiguo ministro Jacques Necker se constituyó un partido


moderado, poco numeroso, que abogaba por el establecimiento de un
régimen parecido al británico:Jean Mounier, el Conde de Lally-Tollendal, el Conde de Clermont-Tonnerre y el Conde
de Vyrieu, formaron un grupo denominado «Demócratas Realistas»[cita requerida]. Se les llamó más tarde "partido
monárquico".4

El resto (y mayoría) de la Asamblea conformaba lo que se llamaba el partido de la nación. En él se dibujaban dos
grandes tendencias sin que ninguna tuviera homogeneidad ideológica. Mirabeau, Lafayette y Bailly representaban
la alta burguesía, mientras que el triunvirato compuesto por Barnave, Duport y Lameth encabezaba los que
defendían las clases más populares; los tres procedían del Club Breton y eran portavoces de las sociedades
populares y de los clubes. Representaban la franja más izquierdista de la Asamblea, dado que aún no se
4
manifestaban los grupos radicales que iban a aparecer más adelante.
abad Sieyès.4
En ese primer periodo constituyente, los líderes indiscutibles de la Asamblea eran Mirabeau y el

El 27 de agosto de 1789 la Asamblea publicó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano inspirándose en parte en
la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y estableciendo el principio de libertad, igualdad y fraternidad. Dicha
declaración establecía una declaración de principios que serían la base ineludible de la
futura Constitución.

Camino a la Constitución
La Asamblea Nacional Constituyente no era solo un órgano legislativo sino la encargada de redactar una nueva Constitución.
Algunos, como Necker, favorecían la creación de una asamblea bicameral en donde el senado sería escogido por la Corona entre los
miembros propuestos por el pueblo. Los nobles, por su parte, favorecían un senado compuesto por miembros de la nobleza elegidos
por los propios nobles. Prevaleció, sin embargo, la tesis liberal de que la Asamblea tendría una sola cámara, quedando el rey solo con
el poder de veto, pudiendo posponer la ejecución de una ley
, pero no su total eliminación.

El movimiento de los monárquicos para bloquear este sistema fue desmontado por el pueblo de París, compuesto fundamentalmente
por mujeres (llamadas despectivamente «Las Furias»), que marcharon el 5 de octubre de 1789 sobre Versalles. Tras varios incidentes,
el rey y su familia se vieron obligados a abandonarVersalles y se trasladaron al Palacio de las Tullerías en París.

Desde la Fiesta de la Federación hasta la Fuga de V


arennes
Los electores habían escogido a los miembros de los Estados Generales por un periodo de un año, pero de acuerdo al Juramento del
Jeu de paume, los miembros del Tercer Estado, también llamados los «comunes», acordaron no abandonar la Asamblea en tanto no se
hubiera elaborado unaConstitución.

Durante 1790 se produjeron movimientos antirrevolucionarios, pero sin éxito. En este periodo se intensificó la influencia de los
«clubes» políticos entre los que destacaban losJacobinos y los Cordeliers. En agosto de 1790 existían 152 clubes jacobinos.

A principios de 1791, la Asamblea consideró introducir una legislación contra los franceses que emigraron durante la Revolución
(émigrés). Se pretendía coartar la libertad de salir del país para fomentar desde el extranjero la creación de ejércitos
contrarrevolucionarios, y evitar la fuga de capitales. Mirabeau se opuso rotundamente a esto. Sin embargo, el 2 de marzo de 1791
Mirabeau fallece, y la Asamblea adopta esta draconiana medida.

El 20 de junio de 1791, Luis XVI, opuesto al curso que iba tomando la Revolución, huyó junto con su familia de las Tullerías. Sin
embargo, al día siguiente cometió la imprudencia de dejarse ver, fue arrestado en Varennes por un oficial del pueblo y devuelto a
París escoltado por la guardia. A su regreso a París el pueblo se mantuvo en silencio, y tanto él como su esposa, María Antonieta, sus
dos hijos (María Teresa y Luis-Carlos, futuroLuis XVII) y su hermana (Madame Elizabeth) permanecieron bajo custodia.

Últimos días de la Asamblea Constituyente


El 3 de septiembre de 1791, fue aprobada la primera Constitución de la historia de Francia. Una nueva organización judicial dio
características temporales a todos los magistrados y total independencia de la Corona. Al rey solo le quedó el poder ejecutivo y el
derecho de vetar las leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa. La asamblea, por su parte, eliminó todas las barreras comerciales y
suprimió las antiguas corporaciones mercantiles y los gremios; en adelante, los individuos que quisieran desarrollar prácticas
comerciales necesitarían una licencia, y se abolió[cita requerida] el derecho a la huelga.

Aun cuando existía una fuerte corriente política que favorecía la monarquía constitucional, al final venció la tesis de mantener al rey
como una figura decorativa. Jacques Pierre Brissot introdujo una petición insistiendo en que, a los ojos del pueblo, Luis XVI había
sido depuesto por el hecho de su huida. Una inmensa multitud se congregó en el Campo de Marte para firmar dicha petición.Georges
Danton y Camille Desmoulins pronunciaron discursos exaltados. La Asamblea pidió a las autoridades municipales guardar el orden.
Bajo el mando de La Fayette, la Guardia Nacional se enfrentó a la multitud. Al principio, tras recibir una oleada de piedras, los
soldados respondieron disparando al aire; dado que la
multitud no cedía, Lafayette ordenó disparar a los
manifestantes, ocasionando más de 50 muertos.

Tras esta masacre, las autoridades cerraron varios


clubes políticos, así como varios periódicos radicales
como el que editaba Jean-Paul Marat. Danton se fugó a
Inglaterra y Desmoulins y Marat permanecieron
escondidos.
Moneda francesa de 1791. En el anverso aparece el reyLuis
Mientras tanto, la Asamblea había redactado la XVI con el epígrafe: «Luis XVI rey de los franceses». El
Constitución y el rey había sido mantenido, reverso lleva un haz de lictor con un gorro frigio, símbolos de la
Revolución, y la inscripción «la nación, la ley, el rey».
aceptándola. El rey pronunció un discurso ante la
Asamblea, que fue acogido con un fuerte aplauso. La
Asamblea Constituyente cesó en sus funciones el 29 de
septiembre de 1791.

La Asamblea Legislativa y la caída de la monarquía (1791-1792)


Bajo la Constitución de 1791, Francia funcionaría como una monarquía
constitucional. El rey tenía que compartir su poder con la Asamblea, pero todavía
mantenía el poder de veto y la potestad de elegir a sus ministros.

La Asamblea Legislativa se reunió por primera vez el 1 de octubre de 1791. La


componían 264 diputados situados a la derecha: feuillants (dirigidos por Barnave,
Duport y Lameth), y girondinos, portavoces republicanos de la gran burguesía. En el
centro figuraban 345 diputados independientes, carentes de programa político
definido. A la izquierda 136 diputados inscritos en el club de losjacobinos o en el de
los cordeliers, que representaban al pueblo llano parisino a través de sus periódicos
L´Ami du Peuple y Le Père Duchesne, y con Marat y Hebert como portavoces. Pese
a su importancia social y el apoyo popular y de la pequeña burguesía, en la
Asamblea era escasa la influencia de la izquierda, pues la Asamblea estaba
dominada por las ideas políticas que representaban los girondinos. Mientras los
jacobinos tienen detrás a la gran masa de la pequeña burguesía, los cordeliers Georges-Jacques Danton.
cuentan con el apoyo del pueblo llano, a través de las secciones parisienses.

Este gran número de diputados se reunían en los clubes, germen de los partidos
políticos. El más célebre de entre estos fue el partido de los jacobinos, dominado por
Robespierre. A la izquierda de este partido se encontraban los cordeleros, quienes
defendían el sufragio universal masculino (derecho de todos los hombres al voto a
partir de una determinada edad). Los cordeliers querían la eliminación de la
monarquía e instauración de la república. Estaban dirigidos por Jean-Paul Marat y
Georges Danton, representando siempre al pueblo más humilde. El grupo de ideas
más moderadas era el de los girondinos, que defendían el sufragio censitario y
propugnaban una monarquía constitucional descentralizada. También se encontraban
aquellos que formaban parte de «el Pantano», o «el Llano», como eran llamados
aquellos que no tenían un voto propio, y que se iban por las proposiciones que más
les convenían, ya vinieran de losjacobinos o de los girondinos.

El calendario republicano.
En los primeros meses de funcionamiento de la Asamblea, el rey había vetado una
ley que amenazaba con la condena a muerte a los émigrés, y otra que exigía al clero
prestar juramento de lealtad al Estado. Desacuerdos de este tipo fueron los que
llevaron más adelante a la crisis constitucional.

Guerra de Austria y Prusia contra Francia


Mientras tanto, dos potencias absolutistas europeas, Austria y Prusia, se dispusieron
Toma del palacio de las Tullerías en
a invadir la Francia revolucionaria, lo que hizo que el pueblo francés se convirtiera
1793.
en un ejército nacional, dispuesto a defender y a difundir el nuevo orden
revolucionario por toda Europa. Durante la guerra, la libertad de expresión permitió
que el pueblo manifestase su hostilidad hacia la reina María Antonieta (llamada «la Austriaca» por ser hija de un emperador de aquel
país y «Madame Déficit» por el gasto que había representado al Estado, que no era mayor que la mayoría de los cortesanos) y contra
Luis XVI, que casi siempre se negaba a firmar leyes propuestas por la Asamblea Legislativa.

La «segunda Revolución»: Primera República francesa


El 10 de agosto de 1792, las masas asaltaron el Palacio de las Tullerías, y la Asamblea Legislativa suspendió las funciones
constitucionales del rey. La Asamblea acabó convocando elecciones con el objetivo de configurar (por sufragio universal) un nuevo
parlamento que recibiría el nombre de Convención. Aumentaba la tensión política y social en Francia, así como la amenaza militar de
las potencias europeas. El conflicto se planteaba así entre una monarquía constitucional francesa en camino de convertirse en una
democracia republicana, y las monarquías europeas absolutas. El nuevo parlamento elegido ese año abolió la monarquía y proclamó
la República. Creó también un nuevo calendario, según el cual el año 1792 se convertiría en el año 1 de su nueva era.

El gobierno pasó a depender de la Comuna insurreccional. Cuando la Comuna envió grupos de sicarios a las prisiones, asesinaron a
1.400 víctimas, y pidió a otras ciudades de Francia que hicieran lo mismo, la Asamblea no opuso resistencia. Esta situación persistió
hasta el 20 de septiembre de 1792, en que se creó un nuevo cuerpo legislativo denominado Convención, que de hecho se convirtió en
el nuevo gobierno de Francia.

La Convención (1792-1795)
El poder legislativo de la nueva República estuvo a cargo de la Convención,
mientras que el poder ejecutivo recayó sobre elComité de Salvación Nacional.

Ejecución del Rey y Primera Coalición contra Francia


Véase también: Primera Coalición
En el Manifiesto de Brunswick, los Ejércitos Imperiales y de Prusia amenazaron con
invadir Francia si la población se resistía al restablecimiento de la monarquía. Esto
Ejecución del rey Luis XVI.
ocasionó que Luis XVI fuera visto como conspirador con los enemigos de Francia.
El 17 de enero de 1793, la Convención condenó al rey a muerte por una pequeña
mayoría, acusándolo de «conspiración contra la libertad pública y la seguridad general del Estado». El 21 de enero el rey fue
ejecutado, lo cual encendió nuevamente la mecha de la guerra con otros países europeos. La reina María Antonieta, nacida en Austria
y hermana del Emperador, fue ejecutada el 16 de octubre del mismo año, iniciándose así una revolución en Austria para sustituir a la
reina. Esto provocó la ruptura de toda relación entre ambos países.

El reinado del Terror


El mismo día en el que se reunía la
Convención (20 de septiembre de
1792), todas las tropas francesas
(formadas por tenderos, artesanos y
campesinos de toda Francia)
derrotaron por primera vez a un
ejército prusiano en Valmy, lo cual
señalaba el inicio de las llamadas La guillotina, que fue el instrumento
Guerras Revolucionarias Francesas. de ejecución de entre 35 000 a
40 000 personas durante la época
Sin embargo, la situación del terror.
económica seguía empeorando, lo
9 de Thermidor, la caída de cual dio origen a revueltas de las
Robespierre. clases más pobres. Los llamados
sans-culottes expresaban su
descontento por el hecho de que la
Revolución francesa no solo no estaba satisfaciendo los intereses de las clases bajas
sino que incluso algunas medidas liberales causaban un enorme perjuicio a estas
(libertad de precios, libertad de contratación, Ley Le Chapelier, etc.). Al mismo
tiempo se comenzaron a gestar luchas antirrevolucionarias en diversas regiones de
Masacres de septiembre.
Francia. En la Vandea, un levantamiento popular fue especialmente significativo:
campesinos y aldeanos se alzaron por el rey y las tradiciones católicas, provocando
la llamada Guerra de Vandea, reprimida tan cruentamente por las autoridades
revolucionarias parisinas que se ha llegado a calificar de genocidio. Por otra parte, la
guerra exterior amenazaba con destruir la Revolución y la República. Todo ello
motivó la trama de un golpe de estado por parte de los jacobinos, quienes buscaron
el favor popular en contra de los girondinos. La alianza de los jacobinos con los
sans-culottes se convirtió de hecho en el centro del gobierno. Guerra de la Vendée.

Los jacobinos llevarían en su política algunas de las reivindicaciones de los sans-


culottes y las clases bajas, pero no todas sus reivindicaciones serían aceptadas, y jamás se cuestionó la propiedad privada. Los
jacobinos no pusieron nunca en duda el orden liberal, pero sí llevaron a cabo una democratización del mismo, pese a la represión que
desataron contra los opositores políticos (tanto conservadores como radicales).

Se redactó en 1793 una nueva Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, y una nueva constitución de tipo democrático
que reconocía el sufragio universal. El Comité de Salvación Pública cayó bajo el mando de Maximilien Robespierre y los jacobinos
desataron lo que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794). No menos de 10 000 personas fueron guillotinadas ante
acusaciones de actividades contrarrevolucionarias. La menor sospecha de dichas actividades podía hacer recaer sobre una persona
acusaciones que eventualmente la llevarían a la guillotina. El cálculo total de víctimas varía, pero se cree que pudieron ser hasta
40 000 los que fueron víctimas del Terror.

En 1794, Robespierre[cita requerida] procedió a ejecutar a ultrarradicales y a jacobinos moderados.5 6 7 Su popularidad, sin embargo,
comenzó a erosionarse. El 27 de julio de 1794, ocurrió otra revuelta popular[cita requerida] contra Robespierre, apoyada por los
moderados que veían peligroso el trayecto de la Revolución, cada vez más exaltada. El pueblo, por otro lado, se rebela contra la
condición burguesa de Robespierre que revolucionario antes, ahora persigue a Verlet, Leclerc y Roux[cita requerida]. Los miembros de
la Convención lograron convencer al «Pantano», y derrocar y ejecutar a Robespierre junto con otros líderes del Comité de Salvación
Pública.

El Directorio (1795-1799)
La Convención aprobó una nueva
Constitución el 17 de agosto de
1795, ratificada el 26 de septiembre
en un plebiscito. La nueva
Constitución, llamada Constitución
del Año III, confería el poder
ejecutivo a un Directorio, formado
por cinco miembros llamados
directores. El poder legislativo sería
Napoleón liderando a sus tropas en
ejercido por una asamblea
la Batalla del puente de Arcole.
bicameral, compuesta por el
Consejo de Ancianos (250
miembros) y el Consejo de los Quinientos. Esta Constitución suprimió el sufragio
universal masculino y restableció el sufragio censitario.

Charlotte Corday tras asesinar a


Marat, obra de Paul Baudry. Napoleón y la toma del poder
La nueva Constitución encontró la
oposición de grupos monárquicos y
jacobinos. Hubo diferentes revueltas que fueron reprimidas por el ejército, todo lo
cual motivó que el generalNapoleón Bonaparte, retornado de su campaña en Egipto,
diera el 9 de noviembre de 1799 un golpe de estado (18 de Brumario) instalando el
Consulado.

El Consulado (1799-1804)
La Constitución del Año VIII, redactada por Pierre Daunou y promulgada el 25 de
diciembre de 1799, estableció un régimen autoritario que concentraba el poder en
manos de Napoleón Bonaparte, para supuestamente salvar la república de una
posible restauración monárquica. Contrariamente a las Constituciones anteriores, no
incluía ninguna declaración sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos. El
poder ejecutivo recaía en tres cónsules: el primer cónsul, designado por la misma
Constitución, era Napoleón Bonaparte, y los otros dos solo tenían un poder
consultivo. En 1802, Napoleón impuso la aprobación de un senadoconsulto que lo
convirtió en cónsul vitalicio, con derecho a designar su sucesor
. Napoleón Bonaparte, Primer Cónsul.

El cargo de cónsules lo ostentaron Napoleón Bonaparte, Sieyès y Ducos


temporalmente hasta el 12 de diciembre de 1799. Posteriormente, Sieyés y Ducos fueron reemplazados por Jean Jacques Régis de
Cambacérès y Charles-François Lebrun, quienes siguieron en el cargo hasta el 18 de mayo de 1804 (28 de floreal del año XII),
cuando un nuevo senadoconsulto proclamó el Primer Imperio y la extinción de la Primera República, cerrando con esto el capítulo
histórico de la Revolución francesa.

La bandera francesa y los símbolos de la Revolución


Los tres colores azul, blanco y rojo eran ya frecuentes en diversos pabellones, uniformes y banderas de Francia antes del siglo XVIII.
El azul y el rojo eran los colores de la villa de París desde el siglo XIV,8 y el blanco era en aquella época el color del reino de
Francia, y por extensión de la monarquía borbónica.
Cuando Luis XVI visitó a la recién creada Guardia Nacional en el Ayuntamiento de
París el 17 de julio de 1790, aparece por primera vez la escarapela tricolor, ofrecida
al Rey por el comandante de la Guardia, el marqués de La Fayette. Unía la
escarapela de la Guardia Nacional que llevaba los colores de la capital, con el color
blanco del reino. No fue sin embargo hasta el 20 de marzo de 1790 que la Asamblea
Nacional mencionó en un decreto los tres colores como "colores de la nación: azul,
rojo y blanco".9 Pero la escarapela no era aún un símbolo nacional, y el primer
emblema nacional como tal fue la bandera diseñada para la popa de los buques de
guerra, adoptada por decreto de la Asamblea Nacional el 24 de octubre de 1790.
Constaba de una pequeña bandera roja, blanca y azul en la esquina superior
izquierda de una bandera blanca. Esta bandera fue modificada posteriormente por la
Convención republicana el 15 de febrero de 1794, a petición de los marineros de la Escarapela tricolor.
marina nacional que exigieron que se redujera la predominancia del blanco que
simbolizaba todavía la monarquía.10 La bandera adoptó entonces su diseño
definitivo, y se cambió el orden de los colores para colocar el azul cerca del mástil y el rojo al viento por motivos cromáticos, según
los consejos del pintorLouis David.

Otro símbolo de la Revolución francesa es el gorro frigio (también llamado gorro de la libertad), llevado en particular por los Sans-
culottes. Aparece también en losEscudos Nacionales de Francia, Haití, Cuba, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Bolivia, Paraguay y
Argentina.

El himno «La Marsellesa», letra y música de Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de ingenieros de la guarnición de Estrasburgo,
se popularizó a tal punto que el 14 de julio de 1795 fue declarado himno nacional de Francia; originalmente se llamaba «Chant de
guerre pour l'armée du Rhin» («Canto de guerra para el ejército del Rin»), pero los voluntarios del general François Mireur que
salieron de Marsella entraron a París el 30 de julio de 1792 cantando dicho himno como canción de marcha. Los parisinos los
acogieron con gran entusiasmo y bautizaron el cántico como «La Marsellesa».

El lema Liberté, égalité, fraternité («Libertad, igualdad, fraternidad»), que procede del lema no oficial de la Revolución de 1789
Liberté, égalité ou la mort («Libertad, igualdad o la muerte»), fue adoptado oficialmente después de la Revolución de 1848 por la
Segunda República Francesa.

La Marsellesa, himno nacional de


Francia desde 1795.

Bandera de Francia.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano


Véase también: Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana
Uno de los acontecimientos con mayor alcance histórico de la revolución fue la declaración de los derechos del hombre y del
ciudadano. En su doble vertiente, moral (derechos naturales inalienables) y política (condiciones necesarias para el ejercicio de los
derechos naturales e individuales), condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los ciudadanos, el Estado de
Derecho, democrático y nacional. Aunque la primera vez que se proclamaron solemnemente los derechos del hombre fue en los
Estados Unidos (Declaración de Derechos de Virginia en 1776 y Constitución de los Estados Unidos en 1787), la revolución de los
derechos humanos es un fenómeno puramente europeo. Será la Declaración de
Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa de 1789 la que sirva de base e
inspiración a todas las declaraciones tanto delsiglo XIX como del siglo XX.

El distinto alcance de ambas declaraciones es debido tanto a cuestiones de forma


como de fondo. La declaración francesa es indiferente a las circunstancias en que
nace y añade a los derechos naturales, los derechos del ciudadano. Pero sobre todo,
es un texto atemporal, único, separado del texto constitucional y, por tanto, con un
carácter universal, a lo que hay que añadir la brevedad, claridad y sencillez del
lenguaje. De ahí su trascendencia y éxito tanto en Francia como en Europa y el
mundo occidental en su conjunto.

La declaración sin embargo excluyó a las mujeres en su consideración de ciudadanas


y se olvidó de las mujeres en su proyecto igualitario. Dos años más tarde de la
redacción de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano la activista
política Olympe de Gouges escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la
Ciudadana (1793) que se convierte en uno de los primeros documentos históricos Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano.
que plantea la equiparación jurídica y legal de las mujeres en relación a los
varones.11

Las mujeres y la Revolución francesa


Las mujeres ocupan la calle durante las semanas precedentes a la insurrección y
tuvieron un papel protagonista en el inicio de la Revolución. El 5 de octubre de 1789
fueron ellas quienes iniciaron la marcha hacia Versalles a buscar al rey. Sin embargo
cuando las asociaciones revolucionarias dirigen el alzamiento las mujeres quedan
excluidas del pueblo deliberante, del pueblo armado -la guardia nacional- de los
comités locales y de las asociaciones políticas.

Al no poder participar en las asambleas políticas toman la palabra en las tribunas


abiertas al público y crean los clubes femeninos en los que leen y debaten las leyes y
los periódicos. Entre los más reconocidos estaba la Sociedad Patriótica y de
Beneficencia de las Amigas de la Verdad (1791-1792) fundada por Etta Palm en el
que se reclamaba educación para las niñas pobres, divorcio y derechos políticos.

Entre las revolucionarias más destacadas esta la dramaturga y activista política


considerada precursora del feminismo, Olympe de Gouges que escribió la
Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1793) reivindicando la Olympe de Gouges autora de la
equiparación de derechos entre hombres y mujeres. Olympe se enfrentó a Declaración de los derechos de la
Robespierre y publicó la carta Pronostic de Monsieur Robespierre pour un animale Mujer y de la Ciudadanay
precursora del feminismo
amphibie12 que la llevó a ser acusada de intrigas sediciosas. Fue juzgada,
condenada a muerte y guillotinada.13

El 30 de septiembre de 1793 se prohibieron los clubes femeninos. En 1794 se insistió en la prohibición de la presencia femenina en
cualquier actividad política y en mayo de 1795, la Convención prohibió a las mujeres asistir a las asambleas política ordenando que
se retiraran a sus domicilios bajo orden de arresto si no cumplían lo prescrito.14 Finalmente el Código Napoleónico aprobado en
15
1804 consagró la derrota femenina en la lucha por laigualdad, libertad y fraternidad que la revolución significó para los varones.

Véase también
Cronología de la Revolución francesa
Debate historiográfico sobre la Revolución francesa
Debate historiográfico sobre la Revolución francesa
Descristianización de Francia durante la Revolución
Estados Generales
Guerras Napoleónicas
Historia de Francia
Ideologías de la Revolución francesa
Irreligión en Francia
Napoleón Bonaparte
Revoluciones burguesas
Anexo:Cronología de Francia

Notas y referencias
1. Michel Vovelle. Introducción a la historia de la Revolución francesa (https://es.scribd.com/doc/165772018/100/LA-RE
VOLUCION-FRANCESA), Cap. I Nacimiento de la Revolución, 1. La crisis del Antiguo Régimen, pág. 11-23.
Editorial Crítica, Barcelona, 2000, 224 págs,ISBN 84-8432-086-3
2. 100 fiches d'histoire du XIXe siècle (http://books.google.es/books?id=pIWUJejLnS0C&pg=P A9&dq=r%C3%A9volutio
n+fran%C3%A7aise+d%C3%A9but+de+l%27%C3%A9poque+contemporaine&hl=es&sa=X&ei=WYRjVLvQEu7fsA T
AhYKQAw&ved=0CDAQ6AEwAg#v=onepage&q&f=false), Sophie Kerignard. Editions Bréal, 2004, 334 págs. ISBN
9782749503400. Introducción pág. 9. Consultado el 12 de noviembre de 2014. (en francés)
3. Albert Soboul. Compendio de la historia de la Revolución Francesa, Cap. I La crisis de la sociedad y Cap. II Prólogo
de la Revolución burguesa: la rebelión de la aristocracia (1787-1788). Tecnos, 1994, 464 págs. ISBN
9788430905522.
4. François Mignet, History of the French Revolution from 1789 to 1814, capítulo II, From the Night of the 4th of August
to the 5th and 6th of Octobre, 1789 (De la noche del 4 de agosto a los 5 y 6 de octubre 1789), en línea en
historion.net [1] (http://historion.net/history-french-revolution-1789-1814/chapter-ii-night-4th-august-5th-and-6th-octob
er-1789?page=2&quicktabs_2=1), consultado el 11/10/2010.
5. Georges-Jacques Danton#La revolución
6. Hebertistas#Los hebertistas después del juicio de 1794
7. Enragés#Historia
8. Historia del escudo de París (Histoire du blason de París) (http://jacques.cuny.pagesperso-orange.fr/Pages/PHistoir
e.htm), artículo de Robert Louis, consejero técnico de la Sociedad francesa de heráldica y sigilografía. En
jacques.cuny.pagesperso-orange.fr, consultado el 6/10/2010 (en francés)
9. En la página oficial del Senado francés, senat.fr, consultado el 7/10/2010 [2] (http://www.senat.fr/questions/base/198
9/qSEQ890906457.html)(en francés)
10. La France maritime (http://books.google.fr/books?id=BY1WAAAAMAAJ&pg=PP5&dq=%22la+france+maritime%22
+%22tome+premier%22#v=onepage&q=%22la%20france%20maritime%22%20%22tome%20premier%22&f=false)
por Amédée Gréhan, ediciones Postel, 1837, páginas 116-120, consultado el 7/10/2010 (en francés)
11. «Histoire des femmes. Les femmes et la Révolution de 1789 : un espoir pour les femmes. Luttes et revendications,
Militantes et revendications des femmes en 1789. Histoire des femmes et République, Florence Brissieux, Aurore
Rubio» (http://www.thucydide.com/realisations/comprendre/femmes/femmes2.htm). www.thucydide.com. Consultado
el 9 de noviembre de 2016.
12. Olympe de Gouges. «Pronostic sur Maximilien Robespierre par un animal Amphibie» (http://www.olympedegouges.e
u/pronostic_max.php). www.olympedegouges.eu. Consultado el 9 de noviembre de 2016.
13. Valadés, Patricia Galeana de (1 de enero de 2004). Los derechos humanos de las mujeres en México (https://books.
google.es/books?id=WVohBVU4vYYC&pg=PA195&lpg=PA195&dq=Pronostic+de+Monsieur+Robespierre+pour+un+
animale+amphibie&source=bl&ots=JT cw0UAsAp&sig=TejBOq_7-O3zz7FaBVBTIXWCQls&hl=es&sa=X&ved=0ahUK
Ewiwipu1spzQAhXE2BoKHcItBfsQ6AEIST AH#v=onepage&q=Pronostic%20de%20Monsieur%20Robespierre%20po
ur%20un%20animale%20amphibie&f=false). UNAM. ISBN 9789703212378. Consultado el 9 de noviembre de 2016.
14. Eduardo Montagut. «El papel de la mujer en la Revolución Francesa» (http://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/p
apel-mujer-revolucion-francesa/20160307120958126162.html) . Nuevatribuna. Consultado el 9 de noviembre de
2016.
15. Caine, Barbara; Sluga, Glenda (24 de junio de 2000). Género e historia: mujeres en el cambio sociocultural europeo,
de 1780 a 1920 (https://books.google.es/books?id=owkFKNvhKXgC&pg=P A39&lpg=PA39&dq=codigo+napoleonico+
y+las+mujeres&source=bl&ots=ZtxpSCf9GE&sig=PPY0uIo90qFZcn2FxlXsyZNs2HI&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwitl7
uGtJzQAhVJvRoKHUnlCKMQ6AEIPTAF#v=onepage&q=codigo%20napoleonico%20y%20las%20mujeres&f=false) .
Narcea Ediciones. ISBN 9788427713215. Consultado el 9 de noviembre de 2016.

Fuentes
Este artículo incorpora material de las siguientes fuentes bajodominio público:
XI edición de la Encyclopedia Britannica, de 1911;
History of the French Revolution from 1789 to 1814, de François Mignet (1824), tal como es provista por el Proyecto
Gutenberg.

Bibliografía complementaria
Calatrava Escobar, Juan: Estudios sobre la Revolución Francesa y el final del Antiguo Régimen. Tres Cantos: Akal,
1980. ISBN 978-84-7339-504-5
Chartier, Roger: Espacio público, crítica y desacralización en el siglo XVIII. Los orígenes culturales de la Revolución
Francesa. Barcelona: Editorial Gedisa, 1995.ISBN 978-84-7432-509-6
Cobban, Alfred: La interpretación social de la revolución francesa. Madrid: Narcea de Ediciones, 1971. ISBN 978-
84-277-0003-1
Furet, François: La revolución a debate. Madrid: Encuentro, 2000.ISBN 978-84-7490-558-8
Kropotkin, Piotr: Historia de la Revolución Francesa
Reichardt, Rolf E.: La Revolución Francesa y la cultura democrática: la sangre de la libertad. Madrid: Siglo XXI,
2002. ISBN 978-84-323-1081-2
Soboul, Albert: La Francia de Napoleón. Barcelona. Crítica. 1993.ISBN 978-84-7423-564-7
Soboul, Albert: La revolución francesa. Vilassar de Mar: Oikos-Tau, 1981. ISBN 978-84-281-0485-2
Souchal, François (1993).Le vandalisme de la Révolution. Nouvelles Editions Latines.ISBN 9782723304764.
Vovelle, Michel: Introducción a la historia de la Revolución Francesa. Barcelona: Editorial Crítica, 2000. ISBN 84-
8432-086-3

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre laRevolución francesa.
Wikiquote alberga frases célebres sobre laRevolución francesa.
Análisis histórico sobre la Revolución francesa
.
La Revolución francesa(en inglés).
La Revolución francesa(Histórico Digital).
Documental sobre la Revolución francesa.

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