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Mayo 11 2017
Unidad 1 Introducción a la tanatología
Ira.
Pacto o discusión.
Depresión.
Aceptación.
Unidad 2
Espiritualidad en las diferentes culturas
Introducción a la espiritualidad
2.4 la muerte en el
La religión y la cultura judía están inextricablemente mezcladas y no todas las
familias son ortodoxas. Los judíos ortodoxos no pueden escribir, encender
aparatos electrónicos, cocinar, viajar, enterrar a sus difuntos ni firmar documentos
durante el sabático.
El judaísmo enfatiza el valor de la vida y cuando se acerca la muerte, no hay
ninguna necesidad particular de que un intermediario proporcione los últimos ritos,
y por tanto, un judío agonizante puede solicitar no ver a un rabino.
Cuando la muerte ocurre, hay manera respetuosa y especial de tratar el cuerpo y
no se permite ninguna mutilación del mismo a menos de que haya alguna
disposición legal definida para realizar la autopsia.
El funeral se lleva a cabo generalmente en el transcurso de 24 horas o tan pronto
como sea posible y el cuerpo, por lo general se entierra. Un “vigilante” puede
permanecer en el cuerpo hasta el momento del entierro. Hay un período de luto
familiar de siete días durante los cuales se reza y los dolientes visitan a la familia
acongojada (Sherr, 1992).
El Judaísmo es la religión de la alianza entre una tierra santa, un Dios y un pueblo.
La religión es de los que se sienten herederos de esa tierra, escogidos por Dios y
descendientes de ese pueblo. Está ligado a la historia del pueblo hebreo,
descendientes de Heber. Era un pueblo de pastores, labradores nómadas, que
habitaron en Mesopotamia, Siria, Egipto e Israel, fueron guiados por una nube de
fuego, atravesaron el mar rojo, se alimentaron por el maná caído del cielo y
codornices, hasta que llegaron al desierto del Sinaí, en donde Moisés recibió el
“decálogo” o “código de la alianza” o “los diez mandamientos”, la ley, la Torá.
En la fe judía, Dios se reveló a su pueblo sin mostrarse físicamente, sino que
habló con algunos de ellos, Abrahán, Isaac y Jacob, diciéndoles su nombre: Yhwh,
Yahvé, Jehová, “el que fue, el que es, el que será y el que se hace ser, porque él
es”. La revelación fue oral, de ahí que Dios es el Verbo, Dios habla.
Dios puso a Adán en el jardín del Edén, para cultivarlo y cuidarlo. Después se
dirigió a Noé, quien era un hombre justo e íntegro, razón por la cual lo salvó del
diluvio, indicándole que construyera el arca que encalló en el Monte Ararat. Yahvé
le ordenó que no comiera la carne de los animales con la sangre, “su alma”.
Dios renovó su alianza con Moisés en el monte Nebo, narrado en el libro del
Éxodo, acordando que el sábado es un día consagrado a él, como signo de la
perfección de la creación divina.
El nombre de Dios, El, “Alá”, significa príncipe, héroe, señor, ante quien el hombre
debe postrarse en la tierra y cubrirse el rostro. No se permite hacer imágenes
suyas, siendo el primer mandamiento: “no harás frente a mí dioses de plata ni
dioses de oro”.
Para el Judaísmo Dios es uno, creador de todas las cosas, siendo que los que lo
busquen “viven para siempre”. Espera que los hombres le brinden atención,
confianza, fidelidad y conversión. El mundo fue creado para ser reino de Dios y
esperan aún la llegada del Mesías.
La Biblia es la colección de libros sagrados, escrito por los hombres mediante la
inspiración del Espíritu de Dios, considerada como la palabra misma de Dios.
Comprende 39 libros
Este Dios conoce todas las acciones y pensamientos de los hombres, y al cumplir
con sus mandamientos obtienen como recompensa ser llamados de nuevo a la
vida, del mundo de los muertos.
El sacrificio es un reconocimiento de la deuda que tiene el hombre judío con Dios.
El templo en donde se reúnen es la Sinagoga y el rabino es un sacerdote, el
maestro, cuya misión es la enseñanza religiosa y representa a su comunidad ante
las autoridades civiles de un país.
Las cinco fiestas judías más importantes son:
Ros Hasana, que señala el comienzo del año y el recuerdo del juicio divino sobre
el primer hombre, es el momento de un examen de conciencia. Siguen diez días
de penitencia para pedir perdón por los pecados del año, son de arrepentimiento.
El Yom Kippur es el día del perdón, de la purificación y de la extrema misericordia
de Yahvé, en la cual hacen un ayuno absoluto.
Sucot es la fiesta de los tabernáculos, de las tiendas, que significa que es un
pueblo en camino, siempre dispuesto a seguir la llamada de Dios.
Pesah, la pascua, es el festejo de la matanza de los primogénitos de Egipto,
dejando en paz a los hebreos.
Sabu’ot es la revelación del nombre de Dios.
En el judaísmo todo lo relacionado con la muerte es impuro, por lo que cuando
alguien muere, dependiendo del sexo del difunto(a), un compañero o compañera
lava el cuerpo de manera especial, lo amortaja y se coloca en un ataúd sencillo.
No se permite ninguna mutilación del cuerpo, por lo que no aceptan la autopsia. El
cuerpo por lo general se entierra.
Consideran al hombre como un ser mortal por naturaleza, lo que separa lo divino
de lo humano es la muerte, siendo que la muerte proviene de Dios. Lo que Dios
promete se recibe durante la vida, sin embargo no se anula con la muerte. Cuando
los judíos contemplan la muerte, ven la vida; cuando contemplan la vida, ven a
Dios. Vivir es conversar con Dios y morir es el silencio final en el que no hay nada
que decir, ni ninguna razón para escuchar.
2.6 la muerte en el catolicismo
Los cristianos creen que es a través de la muerte de Jesús que la humanidad se
ha reconciliado con Dios. También creen que por la resurrección de Cristo, El
salvó al mundo de la muerte y el pecado y da nueva vida a quienes crean en El.
Esta nueva vida va más allá de la sepultura y puede ser experimentada por el
creyente cuando se convierte en cristiano a través del rito del bautismo con agua
en “el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo”.
En el catecismo de la Iglesia Católica leemos: “La muerte es el final de la vida
terrena. Nuestras vidas están medidas por el tiempo, en el curso del cual
cambiamos, envejecemos y como en todos los seres vivos de la tierra, al final
aparece la muerte como terminación normal de la vida. Este aspecto de la muerte
da urgencia a nuestras vidas: el recuerdo de nuestras mortalidad sirve también
para hacernos pensar que no contamos más que con un tiempo limitado para
llevar a término nuestra vida.”
Con la muerte se pone fin a nuestra peregrinación aquí en la tierra, pero gracias a
Cristo la muerte cristiana tiene un sentido positivo, como dice San Pablo “para mí
la vida es Cristo y la muerte una ganancia” (Filip. 1,21), “Si hemos muerto con Él
viviremos con Él.”(2 Tm. 2,11)
Después de la muerte cada uno tendrá su juicio de acuerdo a sus obras, y como
consecuencia de éstas; la salvación o la condenación.
La resurrección de todos los muertos, “de los justos y de los pecadores”,
precederá al juicio final en el que vuelve Cristo glorioso “Cuando el Hijo del
Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con Él, se sentará sobre su trono
de gloria, y se reunirán en su presencia todas las gentes y separará a unos de
otros, como el pastor separa a las ovejas de sus cabritos, y pondrá a las ovejas a
su derecha y a los cabritos a su izquierda.”(Mt. 25, 31-33)
Esto pudiera sonar un tanto amenazante, el Dios que “separa” a los buenos de los
malos, un Dios justiciero que castigará a los malos por sus obras (con el infierno) y
premiará (con el cielo) a los buenos por las mismas.
Desde fuera del cristianismo esto se cuestiona. ¿Cómo un Padre amoroso pude
imponer tal castigo, el infierno, a un ser tan frágil y sobre todo tan breve en su
duración, al cual le faltaría tiempo y ritmo pedagógico para aprender la lección del
bien y el mal?. Como quiera que sea el Juicio Final, el fin del mundo, el creyente
espera el juicio de vivos y muertos, en el que…”revelará la disposición secreta de
los corazones y retribuirá a cada persona según sus obras y según sus aceptación
o rechazo de la gracia”
Se le juzgará al hombre según sus obras y sus capacidades ciertamente. En la
parábola de los talentos es muy claro; se le pedirá a cada uno de acuerdo a lo
recibido. Es hacernos responsables de lo que nos toca a cada uno hacer en esta
vida, quizás el infierno consista en no hacer lo que venimos a hacer al mundo…
honrar la Esencia divina que vive dentro nuestro, dejándola actuar en relación con
los demás, con el más necesitado, no sólo materialmente. También de soledad se
sufre, de pena, de abandono, de vacío.
El mensaje Cristiano es una invitación a actuar como Jesucristo, hijo de Dios
hecho hombre, enviado por el Padre para que en verdad lo viésemos y fuéramos
capaces de identificarnos con Él, la divinidad hecha hombre. “Los contemporáneos
de Jesús no podían reconocer a su propio Dios en el anuncio de Jesús, porque el
Dios de Jesús no se conformaba con sus conceptos….Este mensaje consistía en
el anuncio de la misericordia incondicional de Dios para todos los hombres,
especialmente los pobres, los desamparados, los rechazados,…”
Jesús persistió en el anuncio de su Padre, aun cuando era evidente hacia donde
lo llevaría: la muerte. Una muerte terriblemente dolorosa, humana, en soledad; los
discípulos huyeron; fue agredido por grupos sociales y religiosos. ¿No nos
recuerda esto a tantos enfermos terminales rechazados, escondidos, por tener
enfermedades tales como SIDA o en otros tiempos lepra o el cáncer mismo, a los
inocentes que purgan sentencias en prisión sin haber cometido falta alguna?
Esta muerte así, la de Jesús el hijo del Dios Padre, tan humana nos acerca a un
Dios al cual podemos ver, conocer, identificarnos con Él por medio del Hijo.
Esta es una de las grandes diferencias con las otras religiones; en el cristianismo
tenemos un Dios Padre al que podemos llamar por su nombre, un Dios cercano,
alcanzable. El cristiano tiene una relación personal Tú-Yo con Dios, y de esa
misma manera será en la vida eterna. No es fundirse con el Todo, como en otras
religiones, es estar con el Padre, desde la propia unicidad.
Un Dios-Hijo tan humano nos confronta con el propio sentido de nuestra vida, el
mensaje del Padre que Jesús cumpliera hasta las últimas consecuencias: la
fidelidad y el compromiso inquebrantable con los demás (Andrade).
“y el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos, pues tampoco el
Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate
por muchos.”(Mc.10,44-45)
Jesús muere de esa manera, porque da testimonio de un Dios que no se doblega
ante los intereses humanos.
En la resurrección se encuentra el sentido de una muerte así, “el Padre no había
abandonado a Jesús, sino que lo acogió en su propia vida y en la resurrección
cumplió su promesa del Reino de misericordia”
El cristiano, también como Jesús se puede sentir abandonado: “Eloí, Eloí, lama
sabachtani?. Que quiere decir: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has
abandonado? (Mc. 15. 34). Angustiado, en soledad ante el hecho de la muerte, el
consuelo y la esperanza que lo conforta es saber, en la fe, que el poder de Dios de
convertir en vida la muerte del hombre que agoniza es mayor que la agonía misma
y mayor que el fracaso aparente o evidente de su vida.
Dios, dice Andrade, se revela como Padre al desclavar al crucificado para
acogerlo en un abrazo de vida, de vida eterna. De la misma manera el creyente
tiene fe en que el Padre hará lo mismo con él; librarlo de su cruz, liberarlo de todo
sufrimiento para que, al final de la jornada, pueda entregarse confiado en el amor
infinito de Dios.
“La muerte, tiene su acento en la vida del creyente, a partir de la cual la muerte
sólo puede aparecer como el término del cumplimiento fiel y coherente.”(25)
Pareciera entonces que la misión de vida para el cristiano consiste en actuar como
el propio Jesús en la tierra, “vivir y morir sirviendo a los que necesitan ayuda y así
descubrir la actitud del Padre de desclavar a los crucificados y llevarlos a sí.”
La actitud del verdadero cristiano realmente comprometido con su fe, es de gran
compromiso, vivir una vida tal, de servicio al prójimo, de ayuda al más necesitado;
el niño de la calle, los enfermos, los pobres. Pero creo que antes de todo este
servicio habría que empezar con lo propio, con nosotros mismos, “Ama a tu
próximo como a tu mismo”, seguir con los verdaderamente cercanos a nosotros, la
pareja, los padres, los hijos, los hermanos, haciendo vida ese mensaje de Dios,
tarea nada fácil desde luego, pero en la medida que seamos congruentes con
nuestra vida personal, seremos capaces de salir a los demás, o ¿será en el
servicio a los otros que encontraremos el camino a nosotros mismos?.
Dentro de la tradición cristiana, varios grupos religiosos tienden a hacer énfasis en
diversos aspectos; algunos le conceden mucha importancia al oficio de la palabra
bíblica, otras a los sacramentos, y otras enfatizan ambas de igual forma.
Algunos pacientes que tienen una enfermedad grave y sus familiares, están muy
claros acerca de su religión y de la clase de servicio que desean recibir acorde a
ella, mientras que otras personas ni siquiera han pensado en eso.
El paciente católico normalmente deseará ver a un sacerdote y recibir la
“extremaunción”. En un principio, esto se asociaba con los “últimos ritos”, pero
actualmente se les administra a personas que no necesariamente están
agonizando y tiene como objetivo ayudarlos a lograr la verdadera salud y no sólo
prepararlos para la muerte (se administra de manera similar en la iglesia
anglicana).
A la hora de la muerte, los parientes pueden desear que un sacerdote esté
presente para orar con o por el moribundo así como para encomendarle a Dios el
cuidado de esa persona y ofrecer apoyo a los familiares.
No existe ninguna objeción religiosa para que se lleve a cabo una autopsia ni para
que se donen órganos para trasplante, aunque hay personas que pueden tener
fuertes razones personales a este respecto (Sherr, 1992).
Unidad 3 depresión
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia
de tristeza, perdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de
autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de
concentración.
La depresión clínica. Es un trastorno del estado químico en el cual los
sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria
durante un periodo de algunas semanas o más.
Existen varios tipos de trastornos depresivos.
T. depresivo grave: interfieren con capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer
disfrutar de las actividades que antes resultaban placenteras, incapacita a la
persona y le impide desenvolverse con normalidad.
T. distimico: sus síntomas de larga duración (dos años o más) aunque menos
graves.
T. psicótica: ocurre cuando una enfermedad depresiva grave está acompañada
por alguna forma de psicosis, tal como ruptura con la realidad, alucinaciones, y
delirios.
Depresión posparto: se diagnostica si una mujer que ha dado a, luz recientemente
sufre un episodio de depresión grave dentro del primer mes después del parto.
Entre las principales causas:
Factores genéticos: presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar
cercano (padres y hermanos).
Factores fisiológicos: especialmente con un descenso de los niveles de serotonina
a nivel de las uniones neuronales.
Factores ambientales: estrés y ansiedad en cualquiera de sus ámbitos personales
(laboral, familiar).
Factores personales: mayor en mujeres que en hombres.
La edad también es un factor influyente.
El embarazo debido a las alteraciones hormonales sufridos.
Depresión en la adolescencia
Es un trastorno que se presenta en la adolescencia y que dificulta la capacidad del
joven para seguir su rutina diaria y quiebra los sentimientos de su relación con
familiares y amigos.
Por ello es importante que los padres de los adolescentes estén atentos y pueden
detectar signos de un posible estado depresivo en sus hijos.
Causas
Herencia.
Entornos familiares indeseables.
Malas relaciones con padres.
Traumas de la niñez.
Signos más comunes en mujeres
Distorsión de la imagen corporal.
Pérdida de apetito y peso.
Falta de satisfacción.
Hombre
- Irritabilidad y ser hostil.
- Aislamiento social.
- Presta una reducción de desempeño.
Condiciones de la depresión
Puede ser causada por cualquier combinación de factores que se relacionan con
la salud física eventos de la vida, historia familiar, medio ambiente.
1.- estar sometidos a un estilo educativo estricto.
2.- pérdida de algunos de los progenitores por fallecimiento o divorcio.
3.- dificultades en la interacción con otros niños.
4.- situaciones traumáticas o estresantes.
Anticipatorio.
No ser engañado.
- Cuidados paliativos-
Características
Proporciona ayuda al dolor.
Tratamiento a la depresión.
Manejo de la ansiedad.
Incorporan los aspectos psicológicos y espirituales.
Intenta mantener el mayor nivel posible de actividad en el
paciente.
Dificultad para dormir.
Dificultad para respirar.
Inapetencia y sentirse enfermo del estomago.
Unidad 7 las evaluaciones que ayudan al tanatologo
Un tanatologo necesita siempre de una ayuda o guía que le sirva como parámetro.