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Los materiales magnéticos son materiales industriales importantes para muchos diseños de ingeniería,
particularmente en el área de ingeniería eléctrica. En general, hay dos tipos principales: materiales
magnéticos blandos y duros. Los blandos son empleados en aplicaciones en las que el material debe ser
fácilmente magnetizado y desmagnetizado, tales como núcleos de transformadores de distribución de
energía eléctrica, pequeños transformadores electrónicos, estatores y rotores para motores y
generadores. Por el contrario, los materiales magnéticos duros son usados para aplicaciones que
requieren imanes permanentes, los cuales no se desmagnetizan fácilmente, tales como auriculares,
altavoces, motores sincrónicos sin escobillas, así como motores de arranque.
Los materiales hierro, cobalto y níquel son los tres únicos elementos que cuando son magnetizados a
temperatura ambiente son capaces de producir un campo magnético fuerte alrededor suyo, y se les
conoce con la denominación de ferromagnéticos. La presencia de un campo magnético alrededor de una
barra de hierro magnetizada puede ser evidenciado dispersando pequeñas partículas de hierro sobre
una hora de papel colocada justo por encima de una barra de hierro. Como se muestra en esa figura, el
imán tiene dos polos, y las líneas del campo magnético aparecen abandonando un polo y entrando por
el otro.
Los campos magnéticos son producidos también por conductores portadores de corriente. La figura 11.3
ilustra la formación de un campo magnético a lo largo de una espiral de alambre de cobre, llamada
solenoide, cuya longitud es grande respecto de su radio. Para u solenoide de n espiras y longitud l, la
0.4 𝜋𝑛𝑖
intensidad del campo magnético H es: 𝐻 =
𝑙
PROPIEDADES MAGNÉTICAS
¿Cuán poderoso es este campo magnético? Es posible obtener la respuesta, si se utiliza la analogía
magnética de la fuerza, 𝐹 = 𝑞𝐸 que experimenta una carga q en un campo eléctrico. La ecuación será
ahora,
𝐹 = 𝑚𝐻
𝐹 = 𝑚𝐻 = (10−3 )(103 ) = 1𝑁
Al utilizar campos magnéticos más potentes, se pueden obtener fuerzas cien veces o más superiores.
Tipos de magnetismo
Así como los materiales difieren en sus respuestas a un campo eléctrico aplicado, también lo hacen
radicalmente cuando se exponen a un campo magnético. Al describir los diferentes tipos de
comportamiento magnético es el sistema de unidades SI, se expresa la intensidad de campo magnético
H en función de la densidad de flujo magnético B0 (en WB/m2) que el campo produce al vacío. La
relación cuantitativa es
𝑩𝟎 = 𝝁𝟎 𝑯 (𝟓. 𝟐𝟗)
donde μ() es la permeabilidad magnética del vacío, 4𝞹 𝒙 𝟏𝟎−𝟒 Henry por metro (H/m). Por ejemplo, el
campo magnético de 103 𝐴 − 𝑣/𝑚 de la figura 5.12ª se expresa como
Con base en el grado y la naturaleza de la interacción entre los electrones del sólido y un campo
magnético externo, es posible agrupar a los materiales en cinco clases. Tres de ellas, los
paramagnéticos, diamagnéticos y antiferromagnéticos, casi no responden a los campos magnéticos
externos. En contraste, los materiales ferromagnéticos y ferrimagnéticos interactúan fuertemente con los
campos magnéticos externos, y se usan en una diversidad de aplicaciones.
La propiedad que describe en forma cuantitativa la respuesta del material a un campo externo es su
susceptibilidad magnética. Si χ<<1, el material tiene una respuesta débil al campo externo; si χ >>1, su
respuesta es muy marcada.
Diamagnetismo y paramagnetismo
Los efectos magnéticos en materiales se originan en las minúsculas corrientes eléctricas asociadas al
movimiento de los electrones en sus órbitas atómicas o al giro (espín), de los mismos. En materiales
diamagnéticos (Fig. 5.13a), las numerosas corrientes en el interior de un átomo (o ion) se neutralizan,
por lo que dejan un momento magnético nulo para el átomo en conjunto, en ausencia de un campo
magnético externo. En materiales paramagnéticos, cada átomo posee un momento magnético neto (Fig.
5.13b), pero sus orientaciones al azar dan por resultado una magnetización neta igual a cero para un
grupo de átomos. La mayor parte de los materiales son diamagnéticos o paramagnéticos y pueden
considerarse como “no magnéticos” para la generalidad de las aplicaciones.
Ferromagnetismo
Los sólidos ferromagnéticos tienen valores de susceptibilidad magnética mucho mayores que 1. La
diferencia principal entre los materiales paramagnéticos y los ferromagnéticos está en la fuerza de la
interacción entre los dipolos magnéticos atómicos adyacentes. Si bien los dipolos son en esencia
independientes en los materiales paramagnéticos, interactúan fuertemente en los ferromagnéticos.