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Rey Arturo

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El Rey Arturo según una pintura Charles Ernest Butler (1903).1

El Rey Arturo (Arthur, en galés y en inglés), también conocido como Arturo de Bretaña,
es un destacado personaje de la literatura europea, especialmente inglesa y francesa, en
la cual se lo representa como el monarca ideal tanto en la guerra como en la paz. Según
algunos textos juveniles medievales tardíos, Arturo fue un caudillo britanorromano que
dirigió la defensa de Gran Bretaña contra los invasores sajones a comienzos del siglo VI.
Su historia pertenece principalmente al folclore y a la literatura, pero se ha planteado que
Arturo pudo haber sido una persona real o, al menos, un personaje legendario basado en
una persona real.
Las primeras referencias a Arturo se encuentran en las literaturas célticas, en poemas
galeses como Y Gododdin (colección de poemas elegíacos a los héroes del reino
de Gododdin). El primer relato de la vida del personaje se encuentra en la Historia Regum
Britanniae (Historia de los reyes de Britania), de Geoffrey de Monmouth, quien configuró
los rasgos principales de su leyenda. Monmouth presenta a Arturo como un rey de Gran
Bretaña que derrotó a los sajones y estableció un imperio en las islas británicas. En su
relato aparecen figuras como el padre de Arturo, Uther Pendragon, y su consejero, el
mago Merlín, además de elementos como la espada Excalibur. También menciona el
nacimiento de Arturo en Tintagel, así como su batalla final contra Mordred en Camlann y
su retiro posterior a la isla de Ávalon junto con el hada Morgana, alumna de Merlín.
A partir del siglo XII, Arturo fue el personaje central de un conjunto de leyendas conocido
como materia de Bretaña, en la que figura como personaje de
numerosos romances en francés. Chrétien de Troyes añadió otros elementos esenciales a
su leyenda, entre ellos la figura de Lanzarote del Lago y el Santo Grial. Después de la
Edad Media, la literatura artúrica experimentó un cierto declive, pero resurgió durante el
siglo XIX y continúa viva a comienzos del siglo XXI, tanto en la literatura, como en otros
medios. De entre todas las versiones del relato, la más leída de las antiguas es La muerte
de Arturo, de Thomas Malory, que es, en palabras de L. D. Benson, «la única obra literaria
inglesa escrita entre Chaucer y Shakespeare que aún hoy en día es leída con renovado
fervor y placer».2 Esta obra ha sido también una de las más influyentes en las
adaptaciones cinematográficas.

Índice

 1Debate sobre su historicidad


o 1.1Arturo en las fuentes antiguas
o 1.2Interpretaciones
 1.2.1Artorio
 1.2.2Riothamus
 1.2.3Athrwys ap Meurig
 1.2.4Owain Ddantgwin
 2El nombre de Arturo
 3El relato
o 3.1El nacimiento de Arturo
o 3.2Excalibur
o 3.3Camelot y la búsqueda del Santo Grial
o 3.4Mordred y la muerte de Arturo
 4El mito
 5El Arturo literario
o 5.1Evolución literaria del ciclo artúrico
 5.1.1Arturo y los antiguos bardos galeses
 5.1.2Origen de la novela cortés y de los relatos sobre el Santo Grial
 5.1.3Tradición literaria de Arturo
 5.1.4Florecimiento de la novela artúrica en Inglaterra
 5.1.5Materia artúrica en la literatura moderna y contemporánea
o 5.2Ciclo artúrico en España
o 5.3Ilustradores
 5.3.1Galería de ilustraciones
o 5.4Libros
 5.4.1Lecturas principales
 5.4.2Otras lecturas
o 5.5Autores notables
 5.5.1Medievales
 5.5.2Modernos
 5.5.3Anónimos
o 5.6Personajes
 5.6.1Reyes y reinas
 5.6.2Los Caballeros de la Mesa Redonda
 5.6.3Otras figuras importantes
 6Apariciones en diversos medios
o 6.1Películas
o 6.2Películas para la televisión y miniseries
o 6.3Dibujos animados
o 6.4Videojuegos
o 6.5Música
o 6.6Ópera
o 6.7Historietas
 7Curiosidades
 8Referencias
o 8.1Notas
o 8.2Bibliografía
 8.2.1Estudios literarios
 8.2.2Libros de historia
 9Enlaces externos

Debate sobre su historicidad[editar]

Arturo como uno de los Nueve de la Fama, tapiz, c. 1385.

Homenaje a Arturo, ilustración s. XIV.

Arturo en las fuentes antiguas[editar]


No existen testimonios arqueológicos fiables que permitan certificar la existencia histórica
del rey Arturo.3 A finales del siglo XII, los monjes de Glastonbury supuestamente hallaron
en una tumba una cruz con una inscripción latina que identificaba a los allí inhumados
como Arturo y su esposa, Ginebra. Se trató, sin embargo, de un fraude relacionado con
la Historia Regum Britanniae de Monmouth3 con la probable finalidad de aumentar la
afluencia de peregrinos a la localidad.4 Recientemente, en 1998, el profesor Christopher
Morris, de la Universidad de Glasgow, halló en Tintagel una pizarra con una inscripción,
muy probablemente del siglo VI, que contiene el nombre latinizado «ARTOGNOU»,5 que
corresponde al céltico Arthnou. Sin embargo, no puede afirmarse que esta pieza constituya
en modo alguno una prueba de la existencia de Arturo.67
Annales Cambriae (s. X), en copia de un manuscrito del siglo XII.

Dada la ausencia de testimonios arqueológicos, se hace necesario recurrir a las fuentes


literarias. La idea de que Arturo fue una figura histórica real proviene principalmente de dos
documentos medievales: la Historia Brittonum(Historia de los britanos) y los Annales
Cambriae (Anales de Gales).8 El primero data del siglo IX y el segundo del X. Ambos son,
por lo tanto, fuentes considerablemente tardías, ya que, si Arturo realmente existió, habría
vivido en el siglo VI.
La Historia Brittonum es una obra histórica del siglo IX escrita en latín y atribuida
tradicionalmente a un clérigo galés llamado Nennius, aunque esta atribución ha sido
puesta en duda. La obra menciona a un jefe militar (dux bellorum) llamado Arturo, que
combatió contra los sajones,9 y explica que intervino en 12 batallas, de las cuales la última
es la del Monte Badon, una importante victoria de los bretones en la que supuestamente
Arturo habría matado con sus propias manos nada menos que a 960 enemigos.10

Tumba falsa de Arturo en la Abadía de Glastonbury.

Recientes estudios han cuestionado la fiabilidad de la Historia Brittonum como fuente


histórica.11 Debe tenerse en cuenta que esta primera mención del personaje dista al
menos tres siglos de la época en que presuntamente vivió. Por otro lado, ninguno de los
historiadores que escribieron sobre esta época con anterioridad, como Gildas, en el siglo
VI, o Beda, en el VII, mencionan a Arturo. En concreto, Gildas se refiere también a la
victoria de los bretones en Monte Badon, pero el jefe de los bretones que aparece en su
crónica no es Arturo, sino Ambrosio Aureliano.12
El otro texto que parece apoyar la existencia histórica de Arturo data del siglo X: se trata
de los Annales Cambriae, un texto misceláneo que data probablemente del siglo X,
aunque con una compleja historia textual, por lo que seguramente recoge datos bastante
anteriores. Los Annales también relacionan a Arturo con la batalla del Monte Badon, que
fechan en 516:
Hubo la batalla de Badon, en la que Arturo llevó la cruz de Nuestro Señor Jesucristo sobre sus
hombros tres días y tres noches, y los bretones resultaron vencedores.13

El rey Arturo herido reposa en la barca, fotografía de Julia Margaret Cameron.

Los Annales mencionan también la batalla de Camlann, en la que habrían muerto tanto
Arturo como Medraut (Mordred) y que habría ocurrido en 537.14 Esta fuente se ha utilizado
para confirmar la noticia de la Historia Brittonumsegún la cual Arturo luchó en la batalla de
Monte Badon. Sin embargo, cabe la posibilidad de que la fuente de los Annales sea la
propia Historia Brittonum.15
La batalla de Monte Badon fue el mayor logro de los romanobritanos, quienes detuvieron el
avance de los sajones durante varias décadas. Bastantes años después, la batalla de
Deorham, en el año 577, representa la derrota del pueblo celta del sur y la separación de
galeses y córnicos. Según los Annales Cambriae, la última batalla de Arturo habría sido la
de Camlann, bastante anterior, en 537, inmediatamente después de un período crítico en
que por causas climáticas hubo una fuerte pérdida de población por hambre y justo un año
antes de la llegada del líder sajón que se convertiría en el primer rey de Wessex, Cedric.
Los Annales Cambriae mencionan la muerte de Maelgwn Gwynedd, rey de Gwynedd, en el
año 547 a causa de la Plaga de Justiniano, una pandemia que causó millones de muertes
en Europa y que generalmente se atribuye a la peste bubónica. La historia de auge y
decadencia que se refleja en el reinado de Arturo coincidiría con este período comprendido
entre finales del siglo V y principios del VI.
Otra fuente antigua que se ha aducido para probar la existencia histórica de Arturo es el
poema galés Y Gododdin, formado por varias composiciones elegíacas compuestas en
honor de los britanos del reino de Gododdin caídos en combate contra los anglos a finales
del siglo VI. En una de sus estrofas se menciona a un héroe que «sació a los negros
cuervos en las murallas de la ciudad, aunque él no era Arturo».16 Esta referencia resulta
polémica. Por un lado, existe debate acerca de la fecha del poema y, dentro del mismo, de
los versos mencionados: la horquilla de fechas iría desde el siglo VII hasta el IX o incluso
el X.3 Por otro, se debate también hasta qué punto esta mención de Arturo puede hacer
referencia a un personaje histórico, ya que también podría tratarse de un héroe mítico.3
Por último, se ha propuesto también como testimonio de la existencia histórica de Arturo el
hecho de que se conozcan los casos de cuatro o cinco personas que llevaron este nombre
en Gales y en Escocia durante los siglos VI y VII. Según algunos autores, se les habría
impuesto el nombre de Arturo en memoria de un héroe ya fallecido. Sin embargo, no se
conoce ningún caso semejante en el mundo céltico, por lo que otros estudiosos lo
consideran una prueba muy poco fiable.3
Interpretaciones[editar]
La falta de menciones del personaje en fuentes antiguas es la razón principal por la que
muchos historiadores recientes han excluido a Arturo de sus libros sobre la Britania post-
romana. En opinión del historiador Thomas Charles-Edwards, «en este estadio de la
investigación, lo único que puede decirse es que pudo muy bien haber existido un Arturo
histórico [pero...] el historiador no puede actualmente decir nada de interés sobre él».17
Estas confesiones de ignorancia son relativamente recientes: las generaciones anteriores
de historiadores se han mostrado bastante menos escépticas: el historiador John Morris,
por ejemplo, dio a su obra sobre la historia de Britania e Irlanda sub-romanas el título de
"la época de Arturo" (The Age of Arthur; 1973). Con todo, fue poco lo que pudo decir
acerca de un Arturo histórico.18
Nadie sabe exactamente si el rey Arturo, el literario, realmente existió, lo que sí se sabe es
que nunca hubo un rey de Inglaterra que se llamara o tomara el nombre de Arturo: los
textos más antiguos en que es mencionado no se refieren a él como «rey», sino como
«dux bellorum» ('jefe militar'). Entre quienes creen que existe un personaje histórico que
originó la leyenda de Arturo se han propuesto diferentes alternativas. Las teorías sobre el
origen de Arturo son muy variadas: algunos autores opinan que el personaje literario tiene
una base real; otros consideran que desde su origen fue un personaje ficticio, mítico, tal
vez incluso una deidad céltica semiolvidada.
Artorio[editar]
Según la teoría inicialmente propuesta por Kemp Malone,19 el personaje real que originó la
leyenda pudo haber sido un militar romano llamado Lucio Artorio Casto (Lucius Artorius
Castus), que vivió en el siglo II de nuestra era y llegó a ser praefectus de la legio VI
Victrix y dux en una expedición a Armórica.20 Según Malone, el antropónimo "Artorius"
pudo haber evolucionado hasta convertirse en "Arthur". En 1994, Littleton y Malcor
añadieron un argumento para apoyar la identificación de Arturo con Artorio: según ellos,
ciertos elementos de la leyenda artúrica (por ejemplo, la espada en la roca, el Santo
Grial o el regreso de la espada de Arturo al lago) podrían tener un origen escita y estar
relacionados con un personaje mítico llamado Batraz, y la única época en que se sabe con
certeza que hubo escitas en Gran Bretaña fue precisamente el siglo II, cuando Artorio fue
el comandante de un contingente de caballería sármata. Sin embargo, los elementos
supuestamente escitas mencionados por Littleton y Malcor no aparecen en la leyenda
artúrica hasta fecha muy tardía: no están presentes en la obra de Geoffrey de Monmouth,
y alguno de ellos sólo se inserta en la leyenda en el siglo XV, en La muerte de Arturo,
de Thomas Malory.3 Esta teoría, por lo tanto, no ha suscitado consenso entre los
estudiosos.
En 2004, Jerry Bruckheimer produjo El rey Arturo, una película que asociaba a Artorio
Casto (Clive Owen) con el personaje legendario, y a su famosa cohorte de caballeros
sármatas con los caballeros de la Mesa Redonda. También aparecía el personaje de
Ginebra (Keira Knightley), esta vez como princesa picta que convence a Artorius de tomar
partido por los britanos contra los sajones en la batalla del Monte Badon. El filme fue
lanzado con el subtítulo de La verdadera historia nunca antes contada que inspiró la
leyenda.
Riothamus[editar]
El historiador Geoffrey Ashe mantiene que el rey Riothamus (un título honorífico que
vendría a significar algo así como 'rey supremo'), que vivió en el siglo V, y es mencionado
en la obra del historiador Jordanes, escrita a mediados del siglo VI, es el personaje que
originó la leyenda de Arturo. Riothamus envió un ejército a la Galia hacia 470 para apoyar
al emperador romano Antemio en su guerra contra los visigodos, pero fue derrotado por
ellos.21
Athrwys ap Meurig[editar]

Pro Anima Artorius (por el alma de Arturo).

Los historiadores aficionados Baram Blackett y Alan Wilson han sugerido que muchas de
las historias del sur de Gales asociadas con el Rey Arturo podrían referirse de hecho
a Athrwys ap Meurig, posiblemente rey de Glamorgany de Gwent.22 Este monarca vivió,
según la opinión más extendida, durante el siglo VII; sin embargo, Blackett y Wilson
consideran que vivió a comienzos del siglo VI. En el curso de sus investigaciones han
hecho algunos relevantes descubrimientos arqueológicos: en 1983 descubrieron una
lápida en Mynydd-y-Gaer en Glamorgan, con una inscripción que reza "Rex Artorius, Fili
Mavricius", y en 1990 una cruz de electro (aleación de oro y plata) con la inscripción latina
"Pro Anima Artorius" ('Por el alma de Arturo').
Por su parte, Chris Barber y David Pykitt han identificado también a Arturo con Athrwys ap
Meurig utilizando un método similar. Ellos opinan, sin embargo, que emigró a Bretaña
(noroeste de Francia) para convertirse en San Armel, que está enterrado en Saint-Armel-
des-Boschaux.23
En todo caso el vínculo de estos hallazgos arqueológicos con Athrwys es discutido.24 En la
defensa de esta hipótesis se encuentran además claras motivaciones políticas para
defender el vínculo del mito artúrico con la identidad galesa: [1], de modo que otras
hipótesis de origen serían vistas como «antigalesas».
Owain Ddantgwin[editar]
Otra versión del mito artúrico es la de Owain Ddantgwyn, quien fue un
caudillo britano descendiente de Cunedda y de sangre Votadini que reinó en Powys a
finales del siglo V.
Aunque a primera vista su nombre no coincida, puede ser una derivación gaélica de su
apodo «El Oso» puesto que en gaélico «oso» se pronuncia arth. Se le podía haber
conocido con el sufijo britano –gur que significa 'hombre'. Esta teoría también arguye que
Owain Ddantgwyn fue rey de Powys en el período que va desde la victoria britana
de Badon hasta el saqueo de la capital Viroconium, que llegó a ser la ciudad más
importante de Britania gracias a su posición estratégica y al mandato de Owain
Ddantgwyn. Curiosamente Owain Ddantgwyn fue vencido por su
sobrino Maglocunus como nos dice Gildas: «En los primeros años de tu juventud venciste
al rey, tu tío, y a sus valientes tropas, mediante el fuego la lanza y la espada». Y fue
enterrado en los alrededores del estanque de Berth, cerca del pueblo Baschurch, como el
resto de los reyes de Powys.

El nombre de Arturo[editar]
El origen del nombre galés Arthur es materia de debate. Algunos sugieren que se deriva
del nombre de una familia latina: Artorius, con una etimología oscura y discutida.25 Y como
se acaba de indicar, otros proponen una derivación del galés arth (proveniente de art), que
significa 'oso', sugiriendo que art-ur, significaría 'hombre-oso', (proveniente de *arto-uiros)
es la forma original, si bien hay dificultades también con esta teoría.26
Podría ser relevante para el debate que el nombre aparece como Arthur, o Arturus, en los
textos latinos artúricos, pero nunca como Artorius. Sin embargo, esto podría no decir nada
sobre el origen de la palabra pues Artorius podría haberse convertido en Art (h) ur en su
paso al idioma galés, eso querría decir según John Koch, que las referencias latinas serían
posteriores al siglo VI.27
Una teoría alternativa une el nombre de Arthur a Arcturus, la estrella más brillante en la
constelación Bootes, cerca de la Osa Mayor. El nombre significa 'guardián del oso'.2829El
nombre Arcturus podría haberse transformado en Art (h) ur en galés, y su brillo y posición
en el cielo explicarían su conocimiento popular como 'guardián del oso' (debido a su
proximidad a la Osa Mayor).30
Aunque se asume que la derivación de Artorius podría significar que las leyendas artúricas
tienen un origen genuinamente histórico, recientes estudios sugieren que esta asunción
podría no estar fundamentada.31 Por el contrario, una derivación de Arcturus podría indicar
un origen no histórico del nombre.

El relato[editar]
El centro de la narración es la búsqueda del Santo Grial, aquella copa de la que
bebiera Jesús en la Última Cena y de la cual se decía que tenía poderes curativos y
regenerativos. Esta copa le habría sido entregada a José de Arimatea, cuyos
descendientes la habrían llevado a Inglaterra. Merlín habría solicitado a Arturo que buscara
el Santo Grial, por lo que este envió a sus caballeros a buscarlo.
El nacimiento de Arturo[editar]
Fue Geoffrey de Monmouth quien estableció definitivamente la historia del nacimiento de
Arturo. El monarca literario es hijo del rey Uther Pendragon (en galés, 'Uther hijo
del Dragón'), quien deseaba a Igraine, esposa de Gorlois, duque de Tintagel, esto desató
una guerra entre ambos hombres. Uther hizo que el mago Merlín embrujase a la mujer
para que, cuando él entrase a sus aposentos, ella creyese que se trataba de su esposo.
Uther, aprovechando el engaño, mantiene relaciones sexuales con Igraine y engendra así
un hijo: Arturo. Gorlois muere en combate esa misma noche, y los sabios de Cornualles
aconsejan a Igraine que se case con el rey Uther.
Al nacer Arturo, Merlín se lo lleva y lo entrega a un noble, sir Héctor para que lo cuide y lo
críe como a su propio hijo, Kay. Según la mayoría de autores, Igraine y Gorlois habían
tenido a Morgause, Elaine y Morgana, hermanas mayores de Arturo. Las dos mayores
acabaron casándose con reyes britanos, pero la pequeña Morgana fue famosa por
aprender magia suficiente como para ser llamada Le Fay, es decir 'El Hada'. Algunos
autores dicen que aprendió su magia en la Isla de Ávalon, otros señalan que fue alumna
del mismo Merlín y la Dama del Lago, y otras versiones dicen que Morgana fue encerrada
en un convento por su nuevo padrastro, Uther, y que ahí aprendió su magia.
Excalibur[editar]
Artículos principales: Excalibur y Dama del Lago.
A los 24 años, Arturo va con sir Héctor y Kay a Londres, donde los caballeros de toda
Inglaterra intentan sacar una espada de su prisión en un yunque que a la vez se
encontraba prisionera de un trozo de mármol (colocada por el Rey Uther). Se decía que
quien la liberase sería el rey de Inglaterra y el encargado de unificar todos los reinos de la
isla (Uther había muerto unos años antes). Infructuosamente, todos los caballeros
intentaron extraer la espada, pero es Arturo, sin ser caballero aún, quien logra liberarla, y
le es revelada su verdadera identidad. Con la resistencia de todos los presentes (en
especial su cuñado Lot, esposo de Morgause), es proclamado rey, sin embargo, poco a
poco todos lo aceptan y Arturo jura impartir justicia a todos los hombres de Inglaterra sin
tener en cuenta su posición social. En estos primeros días de su reinado los autores
suelen situar el incesto de Arturo y una de sus medio hermanas, del que nacería Mordred.
Algunos autores lo suelen presentar como hijo de Arturo con Morgana Le Fay, pero Mallory
y la Vulgata decían que Arturo se había acostado no con Morgana, sino con otra hermana,
Morgause (En las primeras versiones Mordred es tan solo el hijo de una hermana de
Arturo, solo es su sobrino, pero los autores fueron alterando el árbol genealógico con los
siglos).
Poco después Arturo pierde su espada durante una batalla. El mago Merlín lo acompañó a
un lago en cuyo fondo había un castillo en el cual vivía una hechicera llamada Nimue,
la Dama del Lago. Esta mujer guardaba una espada maravillosa, Excalibur. Arturo le pidió
la espada y Nimue se la regaló. Merlín observó la espada mágica de Excalibur: «Guardad
bien esta espada» le advirtió al rey, «puesto que mientras la llevéis no perderéis nada de
sangre, pero un día llegará una mujer en la que confiáis y os la robará».
Camelot y la búsqueda del Santo Grial[editar]
Ya en su castillo de Camelot, Arturo se rodea de los caballeros más valientes y
honestos: Lanzarote (hijo adoptivo de Nimue), Perceval (hijo de Pellinore), Gawain (hijo
del rey Lot y Morgause) y otros, junto con quienes funda la Orden de la Mesa
Redonda. Gran Bretañagoza, entonces, de doce años de paz. Se casó con Ginebra, hija
del rey de Cameliard, y fueron felices hasta que Lanzarote llegó a Camelot y él y la reina
se enamoraron en secreto.
Los caballeros de Arturo, en busca del Santo Grial, combatían en bosques sombríos y
castillos contra duendes, dragones y otras bestias, y regresaban a Camelot a contar sus
aventuras en la mesa redonda donde se reunían.
Arturo fue ayudado por Merlín hasta que éste desapareció junto a su amada Nimue y fue
encerrado por ella en una colina hueca. La medio hermana de Arturo, Morgana, aprovechó
esta situación para robar la vaina encantada de Excalibur y arrojarla al mar. Morgana actuó
así con Arturo debido al matrimonio que su hermano le había obligado contraer con el rey
Uriens, y porque Ginebra, la prometida de Arturo, había expulsado de la corte a Guiamor,
su amante.
Durante la búsqueda del Santo Grial, todo apunta a que sir Lanzarote iba a encontrar el
sacro objeto, pero su amor por la reina no lo hizo digno de tal premio. Cuando pasó una
noche en el castillo de Corbenic, donde vivía el Rey que custodiaba el Grial, la hija de este
rey, Elaine, se enamoró de Lanzarote, y mediante la magia, adquirió el aspecto de Ginebra
para yacer con él. De ésta unión nacería Galahad, uno de los caballeros destinado a
encontrar el Grial.
Galahad, Perceval y Bors encuentran el Santo Grial; pintura de Edward Burns.

Mordred y la muerte de Arturo[editar]

La Muerte del Rey Arturo, por James Archer.

Lancelot y Ginebra sobre la tumba de Arturo, por Dante Gabriel Rossetti.

Detalle de El último sueño de Arturo, pintura de Edward Burne-Jones, en la que se representa


cómo Morgana y otras hadas velan por el sueño del Rey.

Mordred, hijo de Arturo y Morgana, se entera del idilio de Ginebra y Lanzarote y lo


denuncia ante Arturo, que se ve obligado a condenar a la hoguera a su esposa, según las
leyes de la época. Lanzarote salva a la reina y huye con ella a Francia, aunque luego se ve
obligado a devolvérsela a Arturo.
Arturo sale en persecución de Lanzarote y deja el reino a cargo de su hijo Mordred, quien
se apodera del trono e intenta seducir a la reina Ginebra. Al regreso de Arturo, él y sus
caballeros deben luchar para recuperar el trono, en la Batalla de Camlann. Arturo se
enfrenta a su hijo, al que atraviesa con su lanza. Pero Mordred, antes de morir, hiere
fatalmente a Arturo, y muere.
La historia cuenta que Morgana llevó el cuerpo de Arturo en una barca hasta las orillas
de Ávalon junto con otras reinas-hadas más, que podían haber sido Igraine, Elaine,
la Dama del Lago (a la cual le fue devuelta Excalibur), la Reina de Gales del Norte, la
Reina de las Tierras Baldías o la Reina de Más Allá del Mar. Posteriormente, cuando
Ginebra muere, es sepultada por Lanzarote junto a la tumba del Rey Arturo.
Muchos lugares se han señalado como la legendaria última morada de Arturo: según
Chrétien de Troyes, fue en Cornualles; según Wace, en la Bretaña francesa, donde
actualmente existe una Isla de Avalon (Íle de Aval, en el municipio de Pleumeur-Bodou);
también se ha apuntado a una antigua fortaleza de Adriano en Cumbria: Aballaka
o Camboglanna, actualmente denominada Castlesteads, en la desembocadura del Edén.
También se ubicó según un conocido fraude en Glastonbury (en Somerset, Inglaterra)...
Pero hay que señalar que los pueblos celtas llevaron sus leyendas y las transpusieron a
sus lugares de emigración (esto explica por qué hay varios bosques de Brocelianda o
varios Cornualles). El origen etimológico de la palabra Avalon estaría en la denominación
celta bretona o galesa de una fruta: la manzana. Según otras versiones del final de Arturo
este no murió, sino que tan sólo se retiró a Avalon. No está claro si este lugar designa
realmente una isla o un valle que destacó en algún momento por su fruta y si contiene o no
la tumba del rey muerto; como el propio Arturo, Avalon vive plenamente en la historia de la
literatura y de forma múltiple y muy borrosa en la realidad. Metafóricamente no sería otra
cosa que una representación del más allá.
Si el ciclo artúrico inspiró en el siglo XIX numerosas obras de los prerrafaelitas, la muerte
del rey supuso el mayor ejemplo, abordándola artistas como James Archer, Dante Gabriel
Rossettio Edward Burne-Jones, cuya última e inacabada obra El sueño del rey Arturo en
Avalón, es uno de los mejores ejemplos: Arturo, mortalmente herido tras la última batalla
contra Mordred, ha sido llevado por tres reinas mágicas hasta la isla de Avalón, donde
permanecerá en un ensueño hasta que su presencia sea requerida de nuevo en la tierra.

El mito[editar]

El caldero de Gundestrup, de origen celta.

Como mito el Rey Arturo ha pasado a la iconografía popular como sinónimo de


inteligencia, honor y lealtad. Su espada (Excalibur), un símbolo del poder legítimo. Su
capital, Camelot, un lugar idílico de igualdad, justicia y paz. El hecho de que Arturo y sus
caballeros se reuniesen en torno a una Mesa Redonda, parece indicar que Arturo era,
conforme a la expresión latina, un primus inter pares, que significa 'primero entre iguales'.
El Arturo también fue un símbolo en la mitología alemana.
En algunas leyendas se cuenta que Morgana era una bruja de magia negra,
una nigromante y que ella misma con su magia negra mató al legendario Merlín; pero otras
historias desmienten esta versión y presentan a una Morgana víctima de las
circunstancias. Otras versiones dicen que Morgana era la Madre de Mordred, pero Arturo
no era su padre, y a la Muerte de Arturo, Merlín se lo lleva al Otro Mundo, mientras que
Lanzarote mata a Mordred y gobierna el país junto a Ginebra. También cuenta una
leyenda que Arturo aún duerme bajo su país natal, oculto en una cueva, esperando que su
pueblo lo vuelva a necesitar, y que hasta hoy los británicos esperan el regreso del Rey
Arturo. La versión más extendida de la no-muerte de Arturo es aquella que cuenta cómo el
Rey fue recogido por varias damas en una barca. Aquellas damas eran hadas que lo
llevaron a la Isla de Ávalon, donde su hermana Morgana lo acostó en una cama dorada, y
allí sigue, velando el sueño de su hermano pequeño.
Mircea Eliade consideraba la leyenda de Perceval y del Rey Pescador como ejemplo de
mito occidental tanto en lo que concierne al simbolismo y a los ritos del Centro,32 como a
los temas iniciáticos.33
Por su parte Jessie L. Weston en su libro From ritual to romance (1920) indica que la
búsqueda del Grial por parte de los caballeros cristianos era una desviada y sublimada
versión de una religión pagana de la fertilidad, centrada en el mito de un impotente rey y su
estéril reinado.34 El poeta T.S. Eliot reconoció la influencia de este libro en la composición
de The Waste Land (1922). También influyó según reconoce Coppola en la creación de la
película Apocalypse Now, donde además aparece sobre la mesa del coronel Kurtz (Marlon
Brando), mientras el coronel recita el poema de Eliot "The hollow men"("Los hombres
huecos").
La leyenda de Arturo ha ido incorporando en sus distintas versiones elementos míticos de
los celtas, uno de los más relevantes habría dado lugar al grial. El grial es parte de la
mitología cristiana medieval, es decir que carece de referencias específicas en los textos
bíblicos. Entre los diversos elementos que han entrado en la formación del mito, se
encuentran las leyendas monacales con su contenido alegórico y las referencias,
precristianas, a recipientes mágicos como el cuerno de la abundancia o los calderos del
conocimiento de la tradición céltica.
Otro ejemplo es el mito del changeling, utilizado por Lord Tennyson en su poema Idilios del
Rey en relación con Camelot:

El Rey Uther e Ygraine entregaron a Arturo al Mago Merlín nada más nacer. Ilustración de N. C.
Wyeth (1922).

"He aquí una ciudad de Encantadores, construida


por Reyes de las Hadas"; El segundo le respondió:
"Señor, hemos oído de nuestro sabio allá en nuestro hogar
del Norte que este Rey no es el Rey,
sino sólo un changeling del País de las Hadas,
que sorprende a los paganos mediante hechicería
y mediante el poder de Merlín." Habló de nuevo el primero:
"Señor, no hay tal ciudad en ninguna parte,
es todo una visión".

El Arturo literario[editar]
Con independencia de su popularidad como leyenda
la historia del rey Arturo juega un papel clave en la
literatura europea. La mayoría de los relatos incluyen
muchos hechos establecidos por la pseudohistoria de
Geoffrey de Monmouth que se han ido enriqueciendo
con leyendas de origen celta y la mitología cristiana
de la edad media. En el nivel literario esta narración
sería un paradigma
de intertextualidad e interdiscursividad.35 Aunque el
auge que se produce a partir del siglo XII parece
estar ligado a la necesidad de la búsqueda de una
legitimación religiosa de las monarquías feudales
europeas,36 es un hecho que en torno a las
narraciones de la leyenda artúrica se produjeron
notables logros artísticos y avances literarios de toda
índole.
Evolución literaria del ciclo artúrico[editar]
Las escasas primeras referencias literarias, del siglo
XI están escritas en galés, mientras que en el siglo
XII abundan ya las obras escritas en francés,
anglonormando y latín.
Arturo y los antiguos bardos galeses[editar]
Existen dos citas atribuidas a los antiguos bardos del
siglo VI.

Página facsímil de Y Gododdin, uno de los textos


galeses más antiguos entre los que se refieren a
Arturo; 1275.

Por un lado, el libro de Taliesin contiene un poema,


Preiddeu Annwn, en el que se relata el viaje del Rey
Arturo a Annwn, el inframundo galés, para llevarse de
aquél lugar un caldero mágico entre cuyas
propiedades se encontraba la de proporcionar comida
en abundancia. [2] Aunque el poema es atribuido a
Taliesin la recopilación data del siglo XIV, por lo que
no hay garantía de su autoría real y su datación
histórica.
Por otro lado Y Gododdin, de Aneirin también
contiene referencias a Arturo, pero el manuscrito es
también del siglo XIII, demasiado moderno para
garantizar su validez histórica.
El Llyrf Coch Hergest (Libro Rojo de Hergesuno),
escrito entre 1382 y 1410 es uno de los manuscritos
medievales más importantes de la literatura galesa,
entre otros textos, cuenta con una copia en galés
del Roman de Brut(1155), los relatos de Y Mabigoni,
y poesías de algunos bardos medievales importantes.
El material más antiguo pertenecería al Llyfr Du
Caerfyddin (Libro Negro de Caermarthen) (siglos XII-
XIII) que incluye los poemas más antiguos en lengua
celta galesa sobre el rey Arturo y el mago Merlín.
El Libro Blanco de Rydderch, perteneciente al
manuscrito Mabinogion (s.XIV), en sus relatos 9, 10 y
11, se deja sentir la influencia de la primitiva leyenda
del rey Arturo según la versión de Geoffrey de
Monmouth y fueron también recogidos por Chrétien
de Troyes:

 Owain, neu Iarlles y Ffynnon


 Peredur fab Efrog
 Geraint ac Enid
El relato Lludd a Llefelys perteneciente también al
manuscrito Mabinogion se narran las batallas del
dragón rojo con un dragón blanco invasor, relato que
por la vía del libro Historia Britonum, pasa a
integrarse en la leyenda artúrica a través del
personaje de Merlin.
Así como del análisis histórico no se desprende nada
concreto sobre el origen de la figura de Arturo, la
edad de estos textos también imposibilita atribuir a
ciencia cierta un origen puramente mítico de estos
relatos.
Origen de la novela cortés y de los relatos sobre
el Santo Grial[editar]
Las primeras obras de la novela cortés, que luego
viene a llamarse de aventuras o novela de caballerías
aparece en Inglaterra y en la corte de los señores
de Champaña (en francés Champagne) en Francia.
Durante el siglo XII, el personaje de Arturo se va
relegando por la acreción de historias colaterales como
la de Tristán e Isolda. John William Waterhouse, 1916.

De entre todos los escritores de la época,


destaca Chrétien de Troyes (1135-1190), poeta de la
corte de Champaña. Considerado el primer novelista
de Francia y, según algunos, el padre de la novela
occidental, del que destacan los siguientes libros:

 Yvain, el Caballero del León.


 Erec y Enide.
 El cuento del Grial.
 Lancelot, el Caballero de la Carreta.
Es también uno de los impulsores de la cristianización
de la leyenda, pues entre otras cuestiones se le
atribuye la inclusión del Santo Grial en el relato
artúrico. Chrétien habría encontrado la fuente de su
inspiración innovadora en los «cuentos de aventura»
bretones, que todavía pervivían entre los bardos de
Bretaña, una región de tradición celta que recibió
numerosas migraciones de los celtas britones, canal
a través del cual se habrían difundido parte de las
historias que conforman la leyenda artúrica.
Los romances del siglo XII, desde la perspectiva
narrativa presentan un cambio en el rol del propio rey:
la mayor parte de la literatura de este siglo se centra
menos en Arturo, dando preeminencia a otros
personajes como Lanzarote del Lago y
Ginebra, Perceval, Galahad, Morgana, Gawain,
y Tristán e Isolda.
Además del impulso cualitativo de Chrétien de
Troyes, giro en la historia de la novela sólo
comparable con la aparición de Don Quijote de la
Mancha, hay que considerar que el héroe de Arturo
pasaría a sustituir en esta época al emperador del
Ciclo Carolingio, coincidiendo también con el auge
del Roman d'Alexandre.37 Asimismo el formato de
novela de Chrétien, al fusionarse con la chanson de
geste, daría origen a las novelas caballerescas y de
aventuras en muchos idiomas.
Por su parte el Roman de Brut del poeta Wace es una
historia legendaria de Inglaterra escrita en anglo-
normando hacia el año 1155 y derivada de la Historia
Regum Britanniae, resultando la obra una etapa
intermedia entre el estilo historiográfico y la novela
artúrica.38 Destaca la dramatización de ciertos
pasajes, la inclusión de diálogos y monólogos
construidos en períodos anafóricos y que pueden
versar incluso sobre sentimientos. La gran innovación
de Wace, la creación de la Tabla redonda, ilustraba el
concepto de primus inter pares estrechamente
conectado a la largesse tan apreciada tanto por los
vasallos como por los señores feudales, de manera
especial en la corte de Enrique II Plantagenet, a quien
Wace dedicó su Roman de Rou.
A estos autores les seguirían otros franceses
como Renaut de Beaujeu, autor de Le Bel
Inconnu (Traducido al español como El Bello
Desconocido, Ed. Siruela ISBN 84-85876-06-7), que
relata la historia de Sir Gingalain (Guinglain, Gingalin,
Gliglois, Wigalois, etc.), un poema compuesto a final
del siglo XII.

Página de un manuscrito iluminado de Parzival.

En este contexto la influencia de la narrativa del


escritor francés se hizo evidente posteriormente en
toda la narrativa europea y en especial en autores
como Wolfram von Eschenbach cuyo mayor logro
fue Parzival, poema épico del siglo XIII que toma el
mismo argumento que la obra de Chretién de Troyes
denominada Perceval, el Cuento del Grial. Según el
erudito francés Jean Markale, el Parzifal del autor
Bávaro "no tiene nada en común con el héroe
primitivo de la tradición céltica".39
El francés Robert de Boron en Joseph d'Arimathie y
Estoire del San Graal abre otra vía narrativa al
plantear que José de Arimatea usó la copa de la
última cena para recoger las gotas de sangre que
Jesús de Nazaret derramó en la cruz, y llevó la copa
a Ávalon (identificado con Glastonbury, en Inglaterra),
donde el Grial estuvo oculto hasta la llegada del rey
Arturo y su caballero Percival.
A partir de estos autores los textos se concentran en
dos líneas narrativas diferentes. Por un lado las
relacionadas con la búsqueda del Santo Grial,
emprendidas por los caballeros del Rey Arturo, y por
el otro las que relatan la propia historia del Grial
desde los tiempos de José de Arimatea.
Por su parte el Parzival influiría en el desarrollo
literario del mito artúrico en las tierras germanas,
dando lugar a títulos como el Lanzalet de Ulrich von
Zatzikhoven, el Wigalois de Wirnt von Grafenberg,
el Die Krone de Heinrich von dem Türlin, el Gauriel
von Muntabel de Konrad von Stoffeln y el El joven
Titurel de Albrecht von Scharfenberg. Eschenbach y
Troyes influirían también en el desarrollo del género
de los libros de caballería en España, que incluyen el
conocido Amadís de Gaula donde es reconocible la
relación con el Parzival.40
Prácticamente al mismo tiempo que se culminaba
el Parzival, Layamon (Laȝamon) completaba su
poema Brut (c. 1215), que aunque relacionado con
el Roman de Brut de Wace, se basa
fundamentalmente en la Historia regum
Britanniae de Geoffrey de Monmouth. El poema es la
primera historiografía escrita en inglés desde
la Crónica anglosajona. Este poema proveyó de
inspiración a numerosos escritores posteriores,
incluyendo a Sir Thomas Malory y a Jorge Luis
Borges, y tuvo un significativo impacto en la escritura
inglesa sobre historia en el Medioevo.
Otro autor alemán influido por Chretién de Troyes
es Hartmann von Aue. Junto con Wolfram von
Eschenbach y Gottfried von Straßburg es uno de los
más importantes poetas épicos del alto alemán
medio (mittelhochdeutsche Klassik) alrededor del
año 1200. Él y Heinrich von Veldeke son
considerados los primeros autores alemanes de
la novela cortesana. Este autor en su primera fase
creativa, escribió las épicas artúricas de Erec y Iwein,
basadas en la historia francesa de Erec et Enide.
Tradición literaria de Arturo[editar]
Además del Perlesvaus (antes de 1250), en el que se
trata de la demanda del Santo Grial, conviene
mencionar el grupo de romans artúricos conocidos
hoy día por el título colectivo de Vulgate (Vulgata,
antes de 1240). La Vulgata, también conocida
como Lanzarote-Grial o Pseudo-map, consta de los
siguientes romanos: Lancelot (Lanzarote),41 y Estoire
del Saint Graal (sobre José de Arimatea), Mort
Artu y Estoire de Merlín.
La Queste du Saint Graal-La búsqueda del Santo
Grial- (anónimo compuesto hacia 1230) que se centra
en la trayectoria de Galahad es uno de los libros del
ciclo dotado de más singularidad literaria.42
Poco después de 1240 se hizo una versión abreviada
(denominada del PseudoBoron) de este ciclo, de la
cual no sobreviven en francés más que fragmentos.
En este ciclo del PseudoBoron se llegó a asociar a
Tristán y sus amores con lo artúrico propiamente
dicho. Más tarde se agregó a este ciclo (que carecía
del Lanzarote) un Brait (baladro) de Merlín, del que
sobrevive sólo el Baladro español. Es esta versión de
la Vulgate, abreviada a pesar de sus adiciones
posteriores, la que pasó al portugués y al español e
influyó enormemente en los libros de caballería
compuestos poco después en la Península, aunque la
influencia directa de la Vulgate francesa siempre
existió. Asimismo, y en general es una de las
mayores fuentes de la leyenda del rey Arturo. Se dice
que está fuertemente influida por los escritos
de Bernardo de Claraval. El Lanzarote-Grial es una
de las mayores fuentes en que Thomas Malory se
apoyó, para su obra Le Morte d'Arthur.
Florecimiento de la novela artúrica en
Inglaterra[editar]

Sir Gawain y el Caballero Verde (artista desconocido -


manuscrito original).

Sir Gawain y el Caballero Verde es un romance


métrico de finales del siglo XIV escrito en un único
manuscrito, que también contiene tres otras obras de
orientación más cristiana, y cuenta la lucha de
Gawain (sobrino de Arturo) contra el Caballero Verde,
fruto de los hechizos de Morgana, que había sido
enviado por ella a la corte de Camelot para asustar a
la Reina Ginebra. Los cuatro poemas están
enlazados por el uso de un dialecto común, la
variedad dialectal de los Midlands del noroeste del
inglés medio. Aun así, El eje de la historia de Sir
Gawain y el Caballero Verde es más antiguo y
comprende muchos elementos, siendo el principal el
tema de la decapitación, central en la mitología celta,
aunque también incluye elementos de su tiempo,
siendo el más importante el de la peste negra.
Por su parte, el libro La muerte de Arturo de 1485 (a
veces publicado con el nombre Le Morte d'Arthur, y
aparecido en su primera publicación y en algunas
ediciones modernas como La mort d'Arthur), que es la
versión de Sir Thomas Malory sobre la historia del
Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, es
la única obra literaria inglesa escrita entre Chaucer y
Shakespeare, que continúa siendo ampliamente leída
(según L.D. Benson), siendo una de las más
influyentes, debido a su gran calidad y a los avances
narrativos que presenta.
El brillante cierre artúrico de la Edad Media en
Alemania fue protagonizado por las varias obras del
siglo XV de Ulrich Fuetrer, antes de perder buena
parte de su atracción para los espíritus de los pueblos
europeos por algunos siglos, obsesionados entonces
por el clasicismo.43
Materia artúrica en la literatura moderna y
contemporánea[editar]
Los siglos XVI, XVII y XVIII fueron menos abundantes
en producción literaria referida a Arturo y sus
caballeros.
En la época victoriana, las leyendas artúricas, en
parte como vehículo de la idealización de la
monarquía y en parte a causa de la preferencia del
Romanticismo por las historias medievales, fueron
abordadas por los escritores ingleses, destacando
especialmente Alfred Tennyson (1809- 1892). Lord
Tennyson abordó los mitos artúricos en varias obras,
estando entre las más citadas La dama de Shalott y
los Idilios del rey, obra que ilustró Gustave Doré. En
esta época se hizo ampliamente conocida la obra de
Malory, produciéndose un auténtico "revival" de la
leyenda, que se plasmó también en el terreno
pictórico.
Mark Twain, en 1889, publicó Un yanqui en la corte
del Rey Arturo, uno de los ejemplos más tempranos
de "viaje en el tiempo". En Time and the Witch Vivien,
también de 1889, el poeta irlandés W. B. Yeats relata
la muerte de la Dama del Lago, tras perder en un
juego de ajedrez contra el Padre Tiempo.44
Frontispicio de Daniel Carter Beard para Un Yanqui en
la Corte del Rey Arturo; 1889.

El romance artúrico medieval incluye el concepto de


«tierra baldía», asociado a la historia del Rey
Pescador: un territorio que no recuperaría su fertilidad
mientras no desapareciese la maldición que pesaba
sobre él. T. S. Eliot, influido por esta historia y
también por la interpretación del mito de Joseph
Campbell, escribió una de las obras más relevantes
de la literatura inglesa del siglo XX: el poema "La
tierra baldía" (1922).
El siglo XX ha aportado una enorme cantidad de
títulos basados en la leyenda o sus personajes,
especialmente desde la década de 1930, y de una
forma más acusada en los últimos 30 años, al albur
del éxito del género de novela histórica, al que
contribuyó sin duda la enorme proyección de ventas
de Las nieblas de Avalón de Marion Zimmer
Bradley (1982).
En 1937 Harold Foster comenzó a publicar en prensa
la tira de prensa Príncipe Valiente, que forma parte
del imaginario moderno y que actualmente se publica
en más de 300 periódicos estadounidenses.
Thomas Mann adaptó liberalmente el tema
del Gregorius de Hartmann von Aue en su novela Der
Erwählte (1951), que contiene innumerables
alusiones artúricas.
Otro prestigioso autor, John Steinbeck escribió en
1976 Los hechos del rey Arturo y sus nobles
caballeros.
La leyenda de Arturo también se popularizó
enormemente en el final de siglo por influencia del
cine, destacando películas como el
musical Camelot (1967), el Lancelot du Lac de Robert
Bresson (1974), la comedia Los Caballeros de la
Tabla Cuadrada, de Monty Python (1975) y la película
de John Boorman Excalibur (1981).45
El éxito arrollador de Las nieblas de Avalón de Marion
Zimmer Bradley abriría la puerta a una innumerable
secuencia de libros, tanto de ficción como de ensayo
alrededor del ciclo artúrico, lo que generó un boom
literario que continúa a principios del siglo XXI, en el
que destacan autores como Stephen R. Lawhead o T.
A. Barron entre otros. (ver libros editados
en http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_books_about_Ki
ng_Arthur)
Ciclo artúrico en España[editar]
La primera referencia histórica sobre el conocimiento
del mito artúrico en España se encuentra en el Museo
de la Catedral de Santiago de Compostela, donde
está expuesta una columna procedente de la antigua
fachada norte de la Catedral representando varios
episodios de la vida de Tristán y confirmando así que
una primitiva versión del Libro de Tristán era ya
conocida en Compostela entre 1105 y 1110.46
Por causa de las invasiones sajonas en Gran Bretaña
hubo una migración en los siglos V y VI que originó el
Obispado de Bretoña, principal vía de contacto con
otros monasterios célticos.47 Esta diócesis,
gobernada por el Obispo Mailoc or Maeloc, estuvo
adherida al rito celta desde su constitución por el
Segundo Concilio de Braga en el año 572 hasta el
Cuarto Concilio de Toledo, celebrado en el año 633.
Ocupó un lugar que los expertos identifican
habitualmente con la actual parroquia de Santa María
de Bretoña, en el concejo lucense de Pastoriza. Esta
diócesis se fusionaría junto con otras parroquias en
la Dioecesis Mindoniensis-Ferrolensis (Diócesis de
Mondoñedo-Ferrol).
También constan numerosas peregrinaciones de
Scoti, Galli, Britones, Cornubienses, en el Codex
Calixtinus. Cualquiera de estas vías podría haber
facilitado el conocimiento de estos relatos, siendo
Galicia la región donde más influencia ha habido de
las leyendas artúricas.

Cáliz y patena de El Cebreiro.

Además de estas vías, el Camino de Santiago habría


servido al menos desde el siglo XII como ruta para la
difusión de las versiones francesas y alemanas de la
leyenda artúrica, que podrían haber dado origen al
mítico Grial de O Cebreiro, actualmente representado
en el escudo de Galicia, que ha incluido el Santo Grial
bajo distintas representaciones al menos desde el
siglo XIII.48 En cualquier caso para muchos autores el
milagro de este cáliz habría sido utilizado por Wagner
en la composición de Parsifal.49
En el resto de España se divulgó también el mito del
rey Arturo, quien fue conocido como rey Artús, en las
lenguas peninsulares. Conviene mencionar las
refundiciones españolas procedentes directa o
indirectamente de la Vulgata y de la Post-Vulgata.
Son: Lanzarote, Estoria de Merlín, Tristán de
Leonís, Libro de losef Abarimatía, Baladro del sabio
Merlín y La demanda del Santo Grial (incluso La
muerte de Artús - muy breve). De estas refundiciones
se conservan en español versiones enteras pero
tardías de Tristán, Baladro y Demanda, juntamente
con fragmentos de Merlín, losep y Demanda. Durante
la época de estas refundiciones (desde fines del s.
XIII hasta mediados del XIV), se hicieron asimismo
refundiciones gallegas o portuguesas de los
antedichos relatos, desgraciadamente no
conservadas. sino en versiones tardíasEnciclopedia
GER. En el siglo XV, el Lanzarote del Lago fue
copiado en 1414; se conserva también una copia
del Libro del santo Grial, de la Historia de Merlín,
del Libro de Lanzarote del Lago y de la Demanda del
santo Grial en un mismo y famoso códice salmantino
de 1469-70 hecho por «Petrus Ortiz». Las
traducciones principales impresas fueron:

Escudo de Galicia.
 Estoria de Merlín e de cuyo hijo fue e del rey
Artús e de cómo ganó la Gran Bretaña que se
dize Inglaterra, impreso ca. 1497
 Libro de Josep Abarimatía o Libro del santo Grial
 Post vulgata
 Lançarote
 El baladro del sabio Merlín, impreso en Burgos,
1498 y luego en Sevilla, 1535.50
 Demanda del santo Grial con los maravillosos
hechos de Lançarote y de Galaz, su hijo, impreso
en Toledo, 1515 y a partir de 1535.

Miniatura del siglo XII que representa a la reina Leonor


Plantagenet junto a Alfonso VIII. Biblioteca Nacional.

Todos cuantos han tratado el tema del origen y


presencia de la materia de Bretaña y, en concreto, de
los temas artúricos en España51 han aducido
a Alfonso X como referente principal. Entwistle
propone esta transmisión como «la historia de una
tradición familiar» que procederá de Leonor(1170-
1214), la hija de Enrique II Plantagenet y esposa
de Alfonso VIII, el Noble, quien habría traído consigo
una Historia regum Britanniae y con ella habría
instaurado esta tradición literaria familiar. Alfonso X,
por tanto, habría desempeñado un papel importante,
no sólo aludiendo a los temas artúricos, sino
recogiendo datos de la Historia regum Britanniae en
su General estoria. Jole Scudieri Rugieri (1964), por
su parte, anticipaba que el título XX de la Partida
Segunda no se habría podido escribir sin el
conocimiento de esta tradición.52
Se ha mencionado por otra parte la relación
del Amadís de Gaula con Parzival. A su vez, su
contraparte, El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha de Cervantes, menciona al "Rey Artus" en
varias ocasiones.53 Estas menciones también se
habían producido en Tirant lo Blanc (1490).
Con posterioridad la literatura española participa de la
influencia de Tennysson a través de Los ecos de la
montaña de José Zorrilla, quien también
traduciría Merlin and Vivien, del poeta inglés. Los
poemas artúricos de Tennysson también fueron
traducidos por Lope Gisbert y Vicente de Arana. El
gallego José Ojea publicó una leyenda denominada
"gallega", a la que asignó el título de Énide, que fue
publicada en el histórico volumen del renacimiento
cultural gallego de la época titulado Célticos. Cuentos
y leyendas de Galicia.
El ciclo artúrico también influyó en España a través
de las óperas de Wagner, destacando Emilia Pardo
Bazán, con el cuento El Santo Grial (1899), y varios
autores catalanes como Alexandre de Riquer y Jeroni
Zanné, entre otros.
Al igual que sucede en Gran Bretaña el mito artúrico
también fue empleado en el nacionalismo de las
regiones celtas, y en concreto en Galicia. Uno de los
autores más destacados sería el poeta Ramón
Cabanillas, sin embargo el autor más fecundo y
relevante es Álvaro Cunqueiro, sin olvidar la obra de
Xosé Luis Méndez Ferrin y La saga/fuga de J. B.54
de Torrente Ballester.
Joan Perucho publicó en 1957 su Llibre de
Cavalleríes, de inspiración medievalizante, que junto
con Merlín e familia de Cunqueiro constituyó una de
las más importantes alternativas al "mainstream"
realista y costumbrista de la literatura española de la
época.
Los títulos más recientes pertenecerían a la
inspiración Galicia-celta, que se habría retomado con
cierta intensidad en los '80 y en la que participan
escritores como Carlos González Reigosa, Darío
Xohán Cabana o Ricardo Carvalho Calero.55 Todos
ellos, nacidos, como Cunqueiro en el norte de Lugo,
una zona de indiscutible raigambre literaria, que al
igual que ocurrió en la edad media se habría
convertido de nuevo en motor de la leyenda artúrica
dentro de la península ibérica.
En el terreno editorial es importante mencionar las
traducciones de Carlos Alvar de la Vulgata artúrica en
Alianza Editorial, así como la labor de la Editorial
Siruela, en sus dos colecciones: Selección de
lecturas medievales(cerrada) y Biblioteca Medieval
Siruela.
Ilustradores[editar]
El gran número de títulos y ediciones de libros
relacionados con la leyenda artúrica ha generado una
importante actividad por parte de los ilustradores.
Entre los más reconocidos estarían Gustave
Doré, Aubrey Beardsley, Walter Crane, Howard Pyle,
su discípulo N. C. Wyeth, Lancelot Speed y Arthur
Rackham. Destaca también la fotografía de Julia
Margaret Cameron, amiga de Tennyson y pionera en
el uso de la ilustración fotográfica en los Idilios del
rey.
Galería de ilustraciones[editar]

Camelot, ilustración de Gustave Doré para los Idilios del


rey, de Lord Tennyson.

Merlín aconsejando al Rey Arturo, ilustración


de Gustave Doré para los Idilios del rey, de Lord
Tennyson.

Ilustración de Aubrey Beardsleypara Le Morte


d'Arthur de Malory. Bedivere hace entrega de Excalibur
a la Dama del Lago cuando el Rey está muriéndose.

La Dama del Lago entregando a Arturo la espada


Excalibur mientras Merlín observa. Aubrey
Beardsley para Le Morte d'Arthurde Malory.

King Arthur and the Giant, Libro I, Canto VIII. Walter


Crane.

Sir Kay breaketh his sword at ye Tournament, una de


las ilustraciones artúricas de Howard Pyle.

La espada Excalibur, Howard Pyle (1902).

Batalla final entre Arturo y Mordred, obra de Arthur


Rackham.

How at the Castle of Corbin a Maiden Bare in the


Sangreal and Foretold the Achievements of Galahad,
de El Romance del Rey Arturo y Sus Caballeros de la
Tabla Redonda, de Alfred W. Pollard, 1917. Obra
de Arthur Rackham.

Rey Arturo - portada. Obra de N. C. Wyeth.

El Rey Arturo, fotografía artística de Julia Margaret


Cameron, 1874, 35.7 x 27.6 cm.

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