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El encuentro de las sociedades cristiana y

musulmana en la Edad Media

Expansión y consolidación del cristianismo en la Edad Media

El origen de la religión cristiana se puede trazar al nacimiento de Jesús de Nazaret, en


la provincia romana de Iudea, durante la época del Imperio romano. Jesús se presentó
como el Mesías, es decir, “el Ungido”. La palabra mesías, traducida al griego, se
convirtió en el vocablo Cristo, con el que se designó comúnmente a Jesús. De él
derivaron las palabras cristianismo y cristianos, utilizadas, respectivamente, para
referirse al conjunto de doctrinas y enseñanzas de Jesús, y a quienes las adoptaron.

Después de la muerte de Jesús, los apóstoles asumieron la tarea de difundir su


mensaje por el mundo. La unidad lograda por el Imperio romano en un amplísimo
espacio geográfico y la facilidad de comunicaciones mediante calzadas o barcos
permitió su difusión.

A finales del siglo I d. C., había comunidades cristianas por todo el Mediterráneo, con
gran influencia desde Alejandría hasta Roma; posteriormente, se extendieron por
África, Galia e Hispania, primero en las comunidades judías y luego en todos los
grupos sociales.

Los primeros cristianos

Desde los primeros años, los cristianos fueron perseguidos de manera esporádica,
pero, a partir del siglo III d. C., esto ocurrió más directamente, debido a que Roma los
consideraba rebeldes políticos, debido a su negativa a reconocer a los emperadores
como dioses o a adorar las estatuas de los dioses romanos.

En el siglo IV d. C., con el Imperio en decadencia y la expansión de los cristianos, la


perspectiva cambió y el emperador Constantino, proclamó la libertad de culto con en
el Edicto de Milán (313) y, posteriormente, Teodosio reconoció al cristianismo como
religión oficial mediante el Edicto de Tesalónica (380).

La consolidación en la Edad Media La cristianización de Europa fue posible, en parte,


por la aceptación de los distintos soberanos germanos del cristianismo como religión
de Estado. Este fue el caso de los francos, paganos hasta la conversión del rey
Clodoveo a principios del siglo VI. Lo mismo ocurrió con los visigodos, cuyo rey
Recaredo declaró el catolicismo religión oficial en 589, subordina a la Iglesia a su
poder y abrió camino a la consideración del monarca como ungido de Dios a cambio
de condenar a los demás credos y de iniciar la persecución de los judíos. Este ejemplo
fue seguido por los ostrogodos, los vándalos, los burgundios y, por último, los
lombardos, ya en la segunda mitad del siglo VII.

Situación similar ocurriría en Inglaterra, donde las misiones dirigidas por el papa
Gregorio Magno desde Roma se consolidarían definitivamente con la conversión al
catolicismo del rey Ethelberto de Kent (a finales del siglo VI).

La división de la Iglesia católica

El emperador Constantino dejó estipulado durante el primer concilio ecuménico


(Nicea, 325), que el patriarca estaba subordinado al papa en Roma. Sin embargo, a lo
largo de los siglos y mediante una serie de nuevos concilios ecuménicos, la Iglesia
cristiana de Oriente y su patriarca fueron ganando independencia, hasta llegar a
enfrentarse abiertamente con Roma.

La ruptura definitiva se produjo en 1054, cuando el papa en Roma y el patriarca de


Constantinopla se excomulgaron mutuamente. Si bien, ese año marca la fecha formal
de dicho distanciamiento, la ruptura real se dio de forma progresiva y se materializó
durante la IV cruzada (1204), cuando Constantinopla fue arrasada, saqueada y se
impuso un patriarcado latino.

A este evento se le conoce como el Cisma Cristiano o Gran Cisma, y significó la


separación oficial de la Iglesia católica romana y la ortodoxa. Hubo que esperar hasta
el siglo XX para que las mutuas excomuniones fueran abolidas oficialmente por el papa
Pablo VI y el patriarca Atenágoras I el 7 de diciembre de 1965.

El arte religioso

En la Europa medieval, aparecieron dos grandes expresiones artísticas ligadas la


difusión y consolidación de la Iglesia: la románica y la gótica, sus expresiones
artísticas estuvieron llenas de imágenes, como la mayoría la población, era analfabeta,
las imágenes fueron sus libros. En términos generales, podemos decir que el arte
románico abarcaría los siglos XI y XII, mientras que el gótico se extendería por los
siglos XIII y XIV.

Arte románico

La arquitectura (iglesias, catedrales, monasterios y castillos) fue su expresión


fundamental. Se caracterizó por los grandes muros de piedra, uso de pilares, arcos de
medio punto y escasas ventanas. La escultura y pintura, servían esencialmente para
decorar los edificios religiosos, de manera que cubriera las superficies de piedra de las
iglesias, incluso las esculturas se tallaban directamente en la roca.

Arte gótico

Nació con el crecimiento de las ciudades, introdujo innovaciones técnicas que


permitieron levantar muros más delgados e incorporar el arco ojival, lo cual dio mayor
altura a estas construcciones, además de bóvedas cargadas de aristas y nervaduras,
arbotantes, altas torres, rosetones y frentes bien esculpidos. La escultura y pintura se
volvieron más realistas y adornaban los templos con motivos religiosos, a diferencia
del románico, se generalizó la pintura sobre reta

se generalizó la pintura sobre relatos . Es también en en esta época que aparecen las
Obras atribuidas a artistas.

El nacimiento de una nueva religión: el islam

A mediados del siglo VII, surgió en la península arábiga la que sería una de las más
grandes religiones a nivel mundial, el islam.

La península arábiga es una zona en donde predomina el clima árido y su paisaje


principal es el desierto. Los únicos grandes asentamientos urbanos de esta región
fueron La Meca y Medina, ciudades comerciales que surgieron gracias a las rutas que
seguían las caravanas de mercaderes con rumbo a Persia o Bizancio.

Mahoma (570-632), el profeta fundador del islam, fue un comerciante nacido en La


Meca, cuyos constantes viajes le permitieron conocer a cristianos y judios, de quienes
aprendió los fundamentos de sus respectivas religiones. En el 610, tras una serie de
Visitas del arcángel Gabriel, comenzó a predicar un mensaje que hablaba de un solo
dios, Alá.

La religión islámica Mahoma llamo a su religión el islam, palabra que expresa la idea de
“sumisión” a la voluntad divina. Los fieles de su doctrina tomaron el nombre de
musulmanes, que significa “creyentes’.’ Sus enseñanzas fueron recopiladas por sus
discípulos en El Corán, (lectura o recitación), su libro sagrado, pues contiene la palabra
de Dios trasmitida a Mahoma, para que este la difunda entre las personas.

Para los musulmanes, la forma más plena de revelación es a través del islam. El
principal precepto es la fe en Ala’ y en el reconocimiento de Mahoma como su profeta.
Aunque se admite la existencia de profetas anteriores, como Abraham o Jesús, se
considera a Mahoma el último y fundamental.

La expansión musulmana En el 622, los conflictos relacionados con esta nueva fe


obligaron a Mahoma a salir de La Meca en dirección a Medina. Esta fecha se conoce
como Hégira y marca el comienzo del calendario islámico. En el 630, y tras reclutar un
ejército de musulmanes, Mahoma vuelve a La Meca victorioso. En el 632, solo dos
años después de su muerte, toda la península arábiga se había unificado en torno a
esta religión, dando inicio a un

periodo de expansión.

Al morir Mahoma, el pueblo árabe se unificó y fue gobernado por califas. Estos
iniciaron una expansión territorial en busca de tierras fértiles y poder político y
económico.

El suegro de Mahoma, Abú Bakr, consolidó la unidad del Imperio islámico. Por medio
de la guerra santa, el líder Omar conquistó Siria, Palestina, Egipto y Mesopotamia;
luego, con Otmán se expandió en Armenia, Tripoli y Persia. Bajo el mandato de este,
se redactó el Corán.

En el gobierno de Alí, yerno de Mahoma, se consolidó la dinastía de los omeyas y se


estableció la capital en Damasco. Posteriormente, conquistaron el norte de África e
invadieron España en el 711 d.C. Sin embargo, Carlos Martel derrotó a los
musulmanes en la batalla de Poitiers e impidió su expansión por Europa.

Los musulmanes, o moros, como se les llamó en España, iniciaron la expansión más
por razones económicas y políticas, como las fuertes sequías y el crecimiento
acelerado de la población, que por la religión. De hecho, respetaban la religión de los
pueblos conquistados a cambio de que no siguieran peleando con ellos y pagaran los
tributos. Por ejemplo, los cristianos españoles vivieron durante varios siglos dentro del
Imperio islámico.

En el siglo IX d. C., el Imperio islámico estaba compuesto por cuatro califatos: Bagdad
y Damasco, en Asia; El Cairo, en África, y Córdoba, en España.

La división del Islam

Con la muerte de Mahoma en el 632 surgieron discrepancias sobre quién debía


ser su o sucesor. El centro de la discusión estaba en si los califas debían ser
elegidos por la comunidad o SI el parentesco familiar con Mahoma era suficiente.
Esta discusión originaria las dos ramas del islam conocidas actualmente.

Chiitas

1. Consideraron que la sucesión derecho de sangre.

2. Consideran a Alí (primo y yerno de Mahoma) como eI primer imán (jefe supremo),
No reconocen legitimidad de los tres primeros Califas.

3. Los imanes son infalibles en todos los asuntos actos, principios y creencias.

4. Esperan la llegada del último imán, llamado Ismael, quien restablecerá el reino de
Dios en la tierra.

5. Poseen una jerarquía de clérigos liderados por el Ayamlav ,e interpreta abierta y


constante de los textos sagrados.

Sunitas

1. Propusieron que el líder del Califato debía ser elegido por la mayoría de los
miembros de la comunidad musulmana.

2. Los imanes no poseen ninguna condición especial, se trata de una figura religiosa
ordinaria.

3. Reconocen a los cuatro califas bien guiados ( Abu Bakrv, Omar I, Otman y Alí ).

4. Los preceptos que todo musulmán debe seguir se basan en la Sunna (dichos y
hechos del profeta).

5. Son la rama más tradicional y ortodoxa.

6. Los maestros y líderes religiosos sunitas han sido históricamente controlados por el
Estado.

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