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2. HISTORIA DE LA EVANGELIZACIÓN
La primera evangelización apostólica (s.I)
a) El kerigma cristiano
Kerygma significa mensaje, y es el término técnico utilizado para designar el
anuncio de la muerte y resurrección del Señor en los primeros testimonios de los
Apóstoles. Puede verse por ejemplo en 1 Cor 15,3-5 y en el primer anuncio de Pedro en
Pentecostés (Hech. 2,14ss.)
b) La predicación del mensaje
Transformados por la fuerza del Espíritu y entusiasmados por la experiencia
pascual, los Apóstoles se entregan al ministerio de la Palabra, a la proclamación del
evangelio de Jesucristo, la buena noticia del Resucitado. El libro de los Hechos de los
Apóstoles presenta esta actividad de los testigos del Señor, que alcanza un notable éxito
por la acción del Espíritu Santo y también debido a otras causas: el testimonio de vida
de los creyentes, el clima propicio de inquietud religiosa y esperanzas de salvación (no
sólo en el judaísmo, sino también entre los paganos), la predicación en los lugares más
adecuados (la sinagoga judía y el ágora o plaza pública entre los paganos) y la difusión
del mensaje, desde el mismo día de Pentecostés entre prosélitos, judíos de la diáspora y
otros oyentes de los Apóstoles.
c) La inculturación de la fe
Un tema que no es sólo de nuestro tiempo, sino que se plantea ya desde la misma
predicación apostólica. Jerusalén era una ciudad cosmopolita, y esto supuso la
existencia de varios grupos en la primitiva Iglesia:
a. los judeo-cristianos tradicionales, palestinos,
rigurosos observantes de todos los aspectos de la
ley de Moisés (representados por Santiago)
b. los judeo-cristianos moderados, procedentes de la
diáspora y/o dispuestos a suavizar la observancia
de la ley a los bautizados (como el mismo Pedro)
c. los pagano-cristianos de procedencia judía o
prosélitos, de mentalidad abierta y críticos con la
ley y el templo (Esteban y los “helenistas”)
d. Los pagano-cristianos no judíos, los “gentiles”
(Cornelio)
La postura de los “helenistas” escandalizó a los “hebreos”, y más aún el bautismo del
pagano Cornelio. La tensión fue tan grande que dio lugar al primer Concilio, en
Jerusalén, el año 50. Hech. 15 relata su contexto, celebración y conclusiones: es el
primer conflicto de cara a la inculturación de la fe, resuelto positivamente con una
postura de apertura y no imposición de la antigua ley. Gracias a eso el cristianismo no
fue simplemente una secta judía.
d) La primera expansión misionera
Los ya citados sumarios de Hech presentan el ideal normativo de la vida cristiana y
atestiguan su poder evangelizador. Una evangelización que culminaba en la conversión,
el bautismo y la incorporación a la comunidad. Bajo la acción del Espíritu –verdadero
protagonista de los Hechos de los Apóstoles, se produce la primera expansión misionera
de la Iglesia, gracias a la predicación de los Apóstoles que aprovechaba la gran
afluencia de gente a las principales fiestas del calendario judío en Jerusalén (algunos
volverían ya bautizados a su lugar de origen), también a los helenistas del grupo de
Esteban, y sobre todo a los viajes de Pablo. Más tarde también, a consecuencia de la
dispersión originada por las primeras persecuciones.
La Buena noticia llegó por Samaría y Siria hasta Antioquia, y luego a toda la cuenca
mediterránea hasta Roma. El mensaje cristiano comenzó a predicarse en las sinagogas, a
judíos y prosélitos. Y, en parte a consecuencia de su rechazo, también a los paganos, en
las casas y por medio de misioneros itinerantes.
b) El catecumenado antiguo
Constituye la estructura pastoral más importante de la primitiva Iglesia, y
probablemente de la Iglesia de todos los tiempos...Intentó y logró de hecho asegurar la
autenticidad de la conversión y la vida cristiana de los paganos que solicitaban el
bautismo. Ya hacia el año 150 Justino habla de la preparación bautismal vigente, pero es
Hipólito de Roma quien nos describe la organización del catecumenado, que duraba 3
años, y sus pasos:
- aceptación como catecúmeno del adulto que solicitaba el bautismo, acompañado
y garantizado por un padrino ya cristiano, tras un examen de su conducta moral
y recta intención: tomaban parte en la liturgia de la palabra, en la oración y en
sus reuniones propias
- paso al orden de los electi o competentes (candidatos ya al bautismo), tras un
nuevo examen o escrutinio: recibían diariamente una instrucción catequética,
acompañada de la imposición de manos y exorcismo
- inscripción del nombre, preparación próxima (catequesis especial durante toda la
Cuaresma), y bautismo solemne en la noche de la Vigilia Pascual (en la que
también recibían del Obispo la crismación o confirmación y la eucaristía)
- catequesis mistagógica (sobre el significado del misterio cristiano y los
sacramentos recibidos), normalmente impartida por el mismo Obispo a los
recién bautizados durante la primera semana de Pascua (in albis, pues
conservaban la vestidura blanca recibida en el bautismo).
El mismo Tertuliano, al comienzo del siglo III, llama ya iniciación cristiana a todo este
proceso, en el que intervenía toda la comunidad y que constituía ciertamente una acción
pastoral completa y rigurosa. Constaba tanto de catequesis como de celebraciones
litúrgicas, e incluía cuatro etapas: misionera o de primera evangelización, catecumenal
o de formación y de prueba, cuaresmal o de preparación inmediata a los sacramentos de
iniciación, y mistagógica o de catequesis sacramental.
c) La Cristiandad
Así se llega progresivamente a la situación imperante durante toda la Edad Media,
conocida con el nombre de “régimen de Cristiandad”. Caracterizada por el maridaje
Iglesia-Estado (la coronación de Carlomagno por el Papa en la Navidad del año 800 es
uno de sus grandes momentos simbólicos), el bautismo generalizado desde niños, la
masificación de la Iglesia, la debilitación de la catequesis con la consiguiente ignorancia
religiosa del pueblo, el clericalismo y el enriquecimiento de la Iglesia.
Naturalmente, sería injusto no recordar también los elementos positivos de esta
época: nacen las universidades, florece la vida religiosa con el surgimiento de las
órdenes mendicantes, la Iglesia se enriquece con la santidad y el espíritu evangélico de
muchos de sus hijos e hijas...
Pero, especialmente desde el punto de vista de la evangelización, el balance es
más bien negativo: después de la evangelización de los entonces llamados bárbaros y
con el cristianismo extendido e imperante ya por todo el mundo entonces conocido
hacia el s.IX, se disminuye el fervor misionero y comienza a reducirse la acción pastoral
a la sacramentalización sin apenas evangelización. Un problema que aún no se supera
completamente, como recuerda el Documento de Santo Domingo al hablar de la gran
cantidad de “bautizados no evangelizados” que hacen imperiosa la necesidad de una
nueva evangelización (n.97).
2. NATURALEZA DE LA EVANGELIZACIÓN
Evangelización y misión
Las palabras misión y evangelización son términos análogos, pero cada uno con sus
propios matices. Misión significa envío (del griego apostello y el latín mittere/missio).
Evangelización (del griego eu-angello, buena noticia) significa anuncio o proclamación
de la buena noticia).
MISIÓN se relaciona con la fundación de la Iglesia por Jesucristo –el enviado o
misionero del Padre- enviando a su vez a los Apóstoles. Es el acto (divino o eclesial) de
enviar. La tradición de la Iglesia ha hablado más de “misiones” que de misión,
refiriéndose en plural al anuncio primero del Evangelio a los no cristianos. En los
últimos años, como ya hemos visto, se toma conciencia de que los países de la
cristiandad también son tierra de misión, y comienza a hablarse más de la misión
evangelizadora de toda la Iglesia. Es, por otra parte, una palabra empleada también en el
vocabulario profano.
EVANGELIZACIÓN, término más usado hoy, comienza a utilizarse a finales del
s. XIX con el significado de “enseñanza y predicación del Evangelio de la salvación en
Jesucristo”. Es pues lo que hay que hacer para evangelizar, las acciones necesarias para
anunciar la Buena noticia de que Jesucristo es el Señor y Salvador. Sólo se emplea en el
vocabulario religioso.
En el Nuevo Testamento se usan varios términos análogos y complementarios
(enviar, evangelizar, proclamar, anunciar, transmitir, testimoniar...), con un significado
básico dentro del mismo contexto de la salvación integral:
- la misión de Jesús comunicada a la Iglesia
- en su fuente trinitaria: del Padre por el Hijo en el Espíritu
- a partir del misterio de la Encarnación y Redención (misterio pascual)
- para la salvación integral de toda la humanidad
Qué es evangelizar
La naturaleza de la evangelización –qué es evangelizar- se entiende hoy a partir de EN
(ver separata). En este sentido, puede describirse diciendo que :
- Evangelizar es testimoniar la buena noticia desde Jesucristo: no hay
evangelización sin anuncio de Jesucristo, y sin anunciar lo que Él anunció, es
decir, la buena noticia de Dios como Padre y del Reino como liberación y
salvación
- Buena noticia en relación a los pobres: por fidelidad a la misión de Jesús y
porque nadie puede ser evangelizado sin una actitud de apertura y de compartir
- Mediante palabras y hechos: como lo hizo el propio Jesús y se hizo desde el
principio de la Iglesia; sin compromiso y testimonio no hay evangelización
- Con el propósito de fomentar la conversión: en el seguimiento de Jesús, que
opera un cambio en el creyente, en la Iglesia y en la sociedad
- En las condiciones culturales presentes: en la historia y desde la realidad; no
se trata de repetir fórmulas sino de discernir los signos de los tiempos y ofrecer
respuestas y preguntas a los seres humanos y las culturas de hoy.
Dimensiones, exigencias, modelos y prioridades de la evangelización
Complementemos así nuestra reflexión sobre la naturaleza de la evangelización,
sintetizando los puntos siguientes:
DIMENSIONES DE LA EVANGELIZACIÓN:
- Trinitaria: Dios uno y trino es el origen y la finalidad de la evangelización
- Cristológica: Cristo es el primer evangelizador y el centro de la evangelización
- Pneumatológica: El Espíritu es el protagonista de la misión de Jesús y la Iglesia
- Eclesial y escatológica: La Iglesia es misionera y vive para evangelizar; es
peregrina, y camina hacia el encuentro con el Señor
- Pastoral: La evangelización se realiza en concreto mediante las acciones
pastorales (profética, litúrgica, social) y a imagen de las actitudes del Buen
Pastor
- Antropológico-salvífica: La evangelización es histórica, inserta en la realidad
humana con todas sus dimensiones, como “encarnación” del misterio de Cristo
- Espiritual: La evangelización no es solamente cuestión de técnicas y
programaciones, tiene su base en la “vivencia”y la “espiritualidad” personal y
comunitaria
EXIGENCIAS DE LA EVANGELIZACIÓN
- Primacía del Dios del reino y del Reino de Dios: La Iglesia no es la meta última
de la evangelización ni de la misión cristiana, sino el reino de Dios. Jesús
anunció el Reino (EN 8), y esa es la misión de la Iglesia. Nunca podemos
olvidar la perspectiva del Reino, que hay que proclamar y construir en este
mundo, denunciando también cuanto se opone a él
- Presencia en la realidad social : Pero presencia cristiana, que no puede ser
puramente espiritualista (al margen de la realidad, sin relación entre fe y vida) ni
tampoco simplemente política (entendiendo el reino como simple liberación
política, incluso partidista)
- Sin evangelización no hay Iglesia: La evangelización está al servicio del Reino e
identifica a la Iglesia, que vive para evangelizar. Y que por eso debe ser la
primera evangelizada, con una vida que haga creíble su testimonio. Así, la
Iglesia evangeliza, y la evangelización genera y recrea a la Iglesia
MODELOS DE EVANGELIZACIÓN
La evangelización no se realiza de la misma forma en todos los lugares ni en todas las
épocas. Desde los comienzos de la Iglesia hubo distintos modelos de evangelización de
acuerdo a las diferentes situaciones culturales y religiosas (recordar la predicación de
Pedro a los judíos en Jerusalén y de Pablo a los paganos en Atenas), y hoy también es
así. Podemos resumir en cuatro los modelos contemporáneos de evangelización:
- La evangelización doctrinal: Característica de la Iglesia en tiempos de
cristiandad (por lo tanto también en la primera evangelización de América y en
los primeros tiempos de las “misiones”) y de nueva cristiandad (pues se ha
repetido después, incluso actualmente).
Este tipo de evangelización consiste en la transmisión doctrinal a ignorantes y
en la invitación moral a la conversión sacramental a alejados de la Iglesia, con la
intención de que recuperen o acepten las reglas éticas de conducta cristiana, las
prácticas religiosas cultuales y el régimen de obediencia a la normas de la
Iglesia. Se dirige a los infieles en países de misión y a los pecadores en los
países de cristiandad, desde la perspectiva teológica de salvación/condenación.
Se relaciona con la actitud apologética o de defensa de la fe, que se pretende
conservar en toda su pureza doctrinal por medio de los catecismos, la teología
escolástica y las intervenciones del Magisterio. En el fondo, este modelo se
centra en una Iglesia institucional jerárquica, subraya la sacramentalización y se
relaciona con el Estado de poder a poder (“Iglesia como sociedad perfecta).
PRIORIDADES DE LA EVANGELIZACIÓN
Señalaremos, para concluir este apartado cinco prioridades actuales de la
evangelización:
- Dar la Buena noticia a los pobres
- Evangelizar a los creyentes no practicantes
- Evangelizar en un mundo de increencia
- Inculturación de la fe y evangelización de la cultura
- La evangelización a través de la liturgia
(continuará…)