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Gordon Fee: de algo te sirvo.

Reporte de lectura Pablo, el Espíritu y el Pueblo de Dios

En este libro el autor habla acerca de los temas principales que plantea la teología

paulina, siendo uno de ellos, la continuidad y discontinuidad entre el antiguo pacto y el

nuevo, es decir el autor concatena tanto la palabra que Dios le da a Israel a través de los

profetas y la palabra que le da a todo su pueblo a través de Jesús, el Cristo. El autor también

nos brinda los elementos fundamentales de la teología Paulina:

 La iglesia como comunidad escatológica.


 El marco Escatológico de este pueblo
 La formación del nuevo Pacto de Dios
 La concepción que tiene el nuevo pueblo de Dios acerca de Jesús.

La experiencia del Espíritu Santo es clave para la teología paulina, dado que es el

Espíritu que constituye la iglesia como el nuevo pueblo de Dios y les transforma de acuerdo

a la imagen de Jesús, que da como resultado su forma de vivir.

De acuerdo con el autor es Cristo, que ha hecho efectivo el nuevo pacto, a través de

su muerte y resurrección; ahora todo creyente lleva la imagen de Cristo en la existencia, en

el ,ya pero todavía no, frase muy utilizada por el autor a lo largo del libro. El espíritu de

Dios es nada más y nada menos que la presencia del Dios todo poderoso, creador de los

cielos y la tierra en nuestras vidas y en nuestras comunidades de fe, él es el único que nos

guía por sendas de justicia por amor de su nombre, por ello el cristiano puede entristecer al

Espíritu de Dios cuando su pueblo no refleja el carácter de Dios. Según G. Fee. Pablo ve al

Espíritu, no una mera fuerza que emana de Dios, sino como una persona.
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El libro Pablo, el Espíritu y el Pueblo de Dios de Gordon Fee fue de mucha bendición

para mi vida, aprendí mucho acerca de la doctrina del Espíritu Santo, (pues para Pablo el

derramamiento del Espíritu Santo significaba que Dios había cumplido la promesa de morar

con su pueblo. ) y como en muchas ocasiones en nuestro mundo postmoderno la iglesia ha

decidido sacar de escena al Espíritu de Dios, porque no lo consideran relevante. El autor

arguye la culpa es únicamente de la iglesia especialmente a los lideres, que han olvidado la

ortodoxia y se han centrado en agendas contextuales de éticas legalistas, relativistas o se

han centrado en un profundo racionalismo, que reduce al Espíritu, a una mera doctrina, y

esto ha llevado a la iglesia a tener actitudes que no reflejan el carácter de Dios. Pude notar

que el objetivo principal del autor, es sin duda persuadir a sus lectores para que vuelvan a

las raíces bíblicas y de esta forma actuar desde una perspectiva bíblico teológica en este

escenario contemporáneo.

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