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UNIVERSIDAD DE SONSONATE

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS

LIC. EN CIENCIAS JURÍDICAS

MATERIA:

DERECHO PROCESAL PENAL I

CATEDRÁTICO:

ROBERTO CARLOS RAMÍREZ TRUJILLO

TEMAS:

PRUEBA MEDIANTE OBJETOS

PRUEBA DOCUMENTAL

PRESENTADO POR:

MELVIN ERNESTO RAMÍREZ NAVARRO

JOSÉ RIGOBERTO HERNÁNDEZ MASIN

RODNY ADEMIR PÉREZ GARCÍA

ALLYSON ASTRID CÓRDOVA POCASANGRE

ERIC MAURICIO FLORES MENJÍVAR


PRUEBA MEDIANTE OBJETOS.
I. CLASIFICACIÓN DE LOS OBJETOS.
Regularmente, se clasifican los objetos como medios de prueba en tres tipos:
(i) Cosas: (guantes, ropa, tijeras, plancha, bate, mesa, etc.).
(ii) Documentos: escritos.
(iii) Otros medios: películas, fotografías, videos, etc.
El presente Capítulo recoge la clasificación de las “cosas”, incluyendo dentro de este
concepto a cualquier otro elemento material tangible, inclusive los que requieran de algún
análisis técnico y/o científico. De los “documentos” se ocupa el Capítulo siguiente –arts. 244
a 249–, incorporando dentro de sus disposiciones a cualquier soporte en que consten datos o
información susceptibles de ser empleados para probar un hecho determinado.
II. PRUEBA MATERIAL.
La "prueba material", es aquella que se refiere a las cosas capaces de representar un
hecho relacionado con el que se investiga, se encuentran directamente relacionados con el
caso en controversia y por ello, estos productos del delito pueden ser presentados en el juicio.
Atendiendo a los fines, la prueba mediante objetos se clasifica en:
(i) Prueba de ilustración o ilustrativa.
(ii) Prueba demostrativa.
Esta clasificación está regulada en los arts. 242 y 243 inc. 1º del CPP,
respectivamente, y la relevancia consiste en la rigurosidad que exige el ofrecimiento y la
producción de prueba mediante objetos con fines demostrativos porque en caso de
impugnación deberá demostrarse su autenticidad.
III. PRUEBA DE ILUSTRACIÓN O ILUSTRATIVA.
Conforme a lo dispuesto en el Art. 242 CPP en relación con el Art. 243 inc. final, la
prueba mediante objetos con fines ilustrativos, tiene como propósito ilustrar lo que declaró
un testigo o explicar el alcance de alguna otra prueba que se presentó, comprendiéndose en
la misma los dibujos, las fotografías, películas y croquis ya que enseñan o ayudan al juzgador
a comprender mejor la prueba presentada. No requiere este tipo de prueba –a diferencia de la
demostrativa, que tiene un propósito más importante– para su admisión de un proceso de
autenticación y se admite siempre que sea identificada por algún testigo, aun cuando no
declare la persona que tomó la fotografía, preparó o custodió el croquis o el dibujo.
Los objetos, por sí mismos, no acreditan mayor cosa, por ello, es necesario que sea
identificada por algún testigo para su utilización, que sean presentados, exhibidos y utilizados
en el juicio oral por medio de testimonios. Desde las reglas de prueba la admisibilidad se
diferencia de la credibilidad en el hecho que todo puede entrar al proceso si se cumplen con
los requisitos de admisibilidad, pero no todo pesa. Es decir, que si el CPP no exige como
requisito de admisibilidad el proceso de autenticación para los objetos con fines ilustrativos
es porque tienen finalidades significativamente diferentes.
La justificación o exigencia de acreditación puede verse como una estrategia de
litigación, en el sentido de evitar defectos de credibilidad; la prueba mediante objetos o
tangible no habla por sí misma, ni las alegaciones o afirmaciones de la partes hacen prueba,
por lo que, se debe buscar en el testimonio de un testigo conforme a la teoría del caso la
forma de introducir el objeto, ya que el testigo deberá declarar sobre la procedencia y
fidelidad del mismo, o en su caso, utilizar la imagen contenida en una fotografía, croquis o
videograbación. La finalidad es ilustrar, explicar, convencer o resaltar aspectos del caso, pero
por medio del testimonio de un testigo o de un perito.
Los objetos –como medio de prueba– para que cumplan la finalidad de establecer por
ciertos los hechos en controversia, requiere que sean exhibidos y mostrados en el juicio oral
mediante testimonios o pericias. Es decir, que el requisito de autenticación está referido a la
admisión, producción y valoración de ciertos objetos que tienen una relación directa con los
hechos controvertidos, su fin es demostrar no ilustrar, y aunque dicho requisito solo se exige
si se ha impugnado la autenticidad del mencionado objeto, se recomienda que el requisito de
autenticidad de la evidencia debe llevarse a cabo, porque con la misma se le dan garantías de
confiabilidad al juez respecto del objeto que se dice que es.
1. REQUISITOS DE ADMISIÓN.
Ahora bien, para que dicho elemento se admita como prueba, es preciso acreditar
tanto su legalidad como su autenticidad. La primera, consiste en que su recolección y
obtención se haya verificado observando los derechos fundamentales que la Constitución
tutela. En cuanto a la autenticidad, debe señalarse que ésta implica que su fijación,
recolección y embalaje se haya efectuado de acuerdo a lo ordenado por la cadena de
custodia1.
En efecto, el Art. 242 del CPP, establece como regla general que, la prueba mediante
objetos será procedente cuando tenga como fin ilustrar los hechos en controversia. Y en
seguida, dispone la manera en cómo se agotará esta práctica.
2. ACTO PROCESAL DE IDENTIFICACIÓN DEL OBJETO
Frente a la apertura consignada por la norma, conviene distinguir si este ejercicio se
trata de un reconocimiento de cosas o, por el contrario, de la simple identificación o
comprobación. Así pues, el reconocimiento se trata del acto procesal por medio del cual el
juez procede a establecer la identidad de un objeto mediante el examen que de ella hace algún
sujeto determinado. Este procedimiento consta de tres partes, a saber: (i) la descripción de la
cosa, es decir, la indicación de sus características físicas, rasgos particulares o distintivos, y
si este detalle se apoya en conocimientos propios u obtenidos por otros medios verbigracia,
noticias, etc.; (ii) la presentación del bien que debe ponerse en exhibición entre otros
semejantes, dejando constancia del número de entre los cuales se pretende su reconocimiento;
y, (iii) la declaración, ya sea en sentido afirmativo o negativo, si el cuerpo fue distinguido.
Ahora bien, el reconocimiento se trata de un medio de prueba que se realiza en el
proceso y se efectúa con la percepción inmediata y directa del juez, cumpliendo determinadas
formalidades, detalladas en el párrafo precedente, no puede confundirse con la indicación del
objeto que se efectúa con arreglo a la legislación pertinente.
La diligencia que propone el Art. 242 del CPP, no responde a un acto de
reconocimiento como tal, sino de una identificación. Si bien es cierto, posee un valor
probatorio, es claro que a éste no puede atribuírsele una cuantía determinada y preestablecida,
sino que, con respecto a él, tiene vigencia plena el principio de libertad del convencimiento
del juez y la sana crítica.

1
Valderrama Vega, Mayor Enrique. "LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL EN EL SISTEMA ACUSATORIO". Edit. Jurídicas Radar,
Colombia, p. 124.
3. FALTA DE EXHIBICIÓN DEL OBJETO DEL DELITO NO IMPLICA
ERROR DE PROCEDIMIENTO NI ATIPICIDAD DEL HECHO
La ausencia de esta "prueba mediante objetos", no disuelve el resto de evidencias que
fueron incorporadas legítimamente al proceso y a través de las cuales puede llegarse a una
conclusión de culpabilidad.
En suma, a pesar que no se efectúe la diligencia que menciona el Art. 242 del CPP,
no se vislumbra que al declarar la culpabilidad del procesado se cometa el error del
procedimiento, en tanto que, dentro del examen, ciertamente la masa probatoria, valorada
individualmente y luego en una concatenación inseparable, logra establecer la certeza
positiva respecto de la existencia del hecho punible, así como de la responsabilidad del
procesado en el caso objeto de discusión.
III. PRUEBA DEMOSTRATIVA.
El art. 243 CPP regula lo relativo a la prueba mediante objetos con fines
demostrativos, siendo aquella prueba que es central o determinante en la controversia como,
por ejemplo, la droga o el arma decomisada o incautada en casos relativos a la posesión ilegal
de estos objetos. La característica más particular de la prueba demostrativa es que requiere
de un proceso de autenticación riguroso porque se trata de objetos relacionados directa y
sustancialmente con el delito, por lo que se requiere que se demuestre que es la misma que
se incautó y que está en las mismas condiciones o ha sido conservada adecuadamente desde
que se encontró hasta su presentación en el juicio oral. Este requisito, solo es necesario si ha
mediado impugnación respecto de la autenticidad –art. 243 inc. 1° del CPP–.
La regla 901 A de las Reglas de Evidencia de Puerto Rico, trata el requisito de
identificación o autenticación como una condición previa de admisibilidad que se satisface
con la presentación de evidencia suficiente para sostener una determinación de que la materia
en cuestión es lo que la persona proponente sostiene que es; a diferencia con la regulación
que realiza el CPP este requisito es de obligatorio cumplimiento, mientras que como se indicó
antes el proceso de autenticación solo se realiza si se impugna la admisión del objeto con
fines demostrativos. Continúa regulando el mencionado Art. 243 CPP que la parte interesada
acreditará su autenticidad durante el interrogatorio de testigos o peritos. Al respecto, es de
aclarar que la autenticidad de un objeto con fines demostrativos puede acreditarse por otros
medios. De hecho, la regla 901 B de las Reglas de Evidencia de Puerto Rico, regula 15
diferentes formas de acreditar la autenticación y dentro de estas el número 11 se refiere la
cadena de custodia en el sentido que la evidencia real demostrativa puede ser autenticada por
cadena de custodia.
Dentro de la clasificación atendiendo a los fines de los objetos como medio de prueba
demostrativa, existe la evidencia física -categoría de objetos que requiere de un trámite
especial en su manejo y custodia para que la misma pueda ser admitida–, la cual trata de
objetos de naturaleza fungible, es decir aquella evidencia que puede sufrir cambios o que es
susceptible de contaminarse. En ambos casos, es necesario además establecer una adecuada
cadena de custodia que garantice además de su autenticidad, su conservación e integridad.
El requisito especial de cadena de custodia busca garantizar y darles confiabilidad a
estas categorías especiales de evidencia, pero no se requiere que haya una cadena completa
o perfecta que implique que cualquier interrupción en la misma haga inadmisible la
evidencia. Por lo tanto, una vez se demuestre que la evidencia fue debidamente custodiada
y se garantice su integridad, no es necesario que el oferente siente a declarar a todas las
personas que hayan tenido algún posible contacto con la misma. Requisito abordado con en
las disposiciones que regulan las reglas sobre cadena de custodia –arts. 250 a 252 del CPP–.
El inc. 2º del art. 243 CPP regula el proceso de autenticación, en el sentido que es el
proponente quien acreditará mediante interrogatorio al testigo o perito, sobre las
características específicas del objeto, es decir deberá establecer las bases necesarias para su
admisibilidad incluyendo la posibilidad de reconocerlo. En caso de que sea procedente, el
objeto será exhibido para su reconocimiento.
Sobre el proceso de acreditación de la prueba material o tangible, se torna
recomendable examinar la posibilidad de aplicar de forma supletoria conforme el art. 20
CPCM con relación al art. 325 del mismo cuerpo normativo, el procedimiento que se dispone
para este tipo de prueba, en lo que sea conducente al proceso de autenticación como requisito
de admisibilidad, en tanto que la prueba mediante objetos es la misma prueba material o
tangible. El mencionado art. 325 del CPCM es una norma de carácter general y se encuentra
precisamente dentro del Capítulo Tercero Actividad Probatoria Sección Primera Normas
Generales sobre la Prueba. Con base a las reglas de interpretación de las normas, la
interpretación sistemática y la aplicación supletoriedad nos dan herramientas que permiten
complementar aquellas normas que se quedan cortas respecto al ejercicio de un derecho en
particular, en este caso el de aportación de prueba, de igualdad de armas, contradicción y
confrontación de la prueba.
La regulación del art. 243 del CPP respecto al proceso de autenticación de la prueba
mediante objetos con fines demostrativos es muy limitada, no indica el procedimiento
específico a seguir para la acreditación e identificación y la autenticación, se reduce a indicar
que se realizará mediante testimonios o peritos, a que antes de mostrarle al testigo o perito
el objeto se le interrogará sobre sus características y la posibilidad de reconocerlo; y, sólo si
es procedente el objeto será exhibido para su reconocimiento. Al relacionar el referido art.
243 CPP con el Art. 389 CPP respecto a la forma de recepcionar este tipo de prueba en la
audiencia de vista pública, nos encontramos con una mayor limitación, pues indica que se
producirá conforme las reglas previstas en el Código Procesal Penal, es decir, lo que dispone
el art. 242 y 243 CPP, con las limitaciones y vacíos comentados.
Por su parte el art. 325 CPCM regula la acreditación de prueba material o tangible,
como requisito de admisibilidad y como regla para la producción de la prueba en la audiencia
probatoria. Al comparar la regulación que esta disposición realiza con el art. 243 CPP, ambas
son preceptos que regulan sobre una misma institución probatoria: la prueba mediante
objetos, material o tangible. El contenido del art. 325 CPCM dispone de un procedimiento
completo respecto del proceso de acreditación, identificación y de autenticación de este tipo
de prueba, ya que dispone expresamente que este tipo de prueba se incorporará mediante
testimonio, se identificará, se mostrará a la parte contraria y al testigo, siempre que
previamente se hayan establecido las bases necesarias para su admisibilidad. Finalizado el
interrogatorio acreditativo, se marca y se admite como prueba identificada por el proponente.
En este momento el Juez se pronuncia sobre la admisibilidad. Una vez, admitida se
continuará con el interrogatorio del testigo, ahora sobre el contenido sustantivo
(demostrativo) de la evidencia.
Bajo este precepto se confirma el hecho antes acotado relativo a que no es necesario
que medie impugnación respecto de la admisibilidad del objeto como medio de prueba
demostrativo, material o tangible para que se lleve a cabo el proceso de acreditación,
identificación y autenticación. Estos de suyo son inherentes a la producción de este tipo de
prueba mediante testimonios o pericias o por el reconocimiento personal de quien lo produjo.
PRUEBA DOCUMENTAL
I. DOCUMENTO.
1. a. EN SENTIDO ESTRICTO.
Prueba documental en estricto sentido, es aquella que consiste en instrumentos
escritos de procedencia extraprocesal e incorporada tras su emisión al procedimiento judicial.
b. SEGÚN LA JURISPRUDENCIA.
Es preciso acotar, el concepto de documento según jurisprudencia del Tribunal
Supremo Español, el cual en una serie de sentencias ha estimado que el concepto se integra
por las notas siguientes: que se trate de un documento en sentido estricto, entendiendo por
tal el escrito, en sentido tradicional, o aquella otra cosa que, sin serlo, pueda asimilarse al
mismo, por ejemplo, un diskette, un documento de ordenador, un video, una película, etc.,
con un criterio moderno de interacción de las nuevas realidades tecnológicas, en el sentido
que en la palabra documento figura en algunos diccionarios como “cualquier cosa que sirve
para ilustrar o comprobar algo” siempre que el llamado documento tenga un soporte material.
Así ha sostenido en la sentencia del 19 de abril de 1991: “El concepto de documento,
actualmente, no puede reservarse y ceñirse con exclusividad al papel reflejo y receptor por
escrito de una declaración humana, desde el momento que nuevas técnicas han multiplicado
las ofertas de soportes físicos capaces de corporeizar y dotar de perpetuación al pensamiento
y a la declaración de voluntad (…)”.
En igual sentido, nuestra legislación nacional en el art. 244 CPP, ubicado en el
capítulo VI, PRUEBA DOCUMENTAL, determina: “Para los efectos de este Código
también se entenderá como documento cualquier soporte en que consten datos o información
susceptibles de ser empleados para probar un hecho determinado”, lo que amplía el
concepto tradicionalista de documento como “el escrito” e implementa que el documento es
concebido como todo soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones
con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica.
c. CLASIFICACIÓN.
El art. 244 del CPP mantiene la clasificación tradicional de los documentos o
instrumentos en públicos, auténticos y privados. Sin embargo el Art. 1570 del CC regula que
“instrumento público o auténtico es el autorizado con las solemnidades legales por el
competente funcionario” haciendo equivalente el concepto de documento público al
documento autentico, dualidad que mantuvo el Código de Procedimientos Civiles derogado
en los Arts. 255 y 260 y que fue superada en la regulación que hace de los documentos el
Art. 331 y 332 CPCM al clasificar únicamente los instrumentos en públicos y privados,
quedando los auténticos incorporados en los públicos.
A efecto de evitar confusiones, se sugiere mantener la clasificación atendiendo a la
procedencia de los mismos y de la persona que ha intervenido en su elaboración. De esta
manera, y para determinar cuando un documento es público deberá atenderse a los tres
criterios tradiciones y básicos: la forma del documento, la persona que lo autoriza o expide
y conforme a las formalidades y solemnidades establecidas en la Ley.
i. Documento público: Conforme al Art. 331 CPCM, es aquel en cuya confección
interviene en todo o en parte un funcionario o autoridad pública (documentos administrativos
y judiciales); o en su caso, un fedatario público, como el notario. Dentro de los documentos
notariales hay que distinguir las escrituras de las actas, en el sentido que solo las escrituras
tienen declaraciones de voluntad, es decir, actos o negocios jurídicos que incorporan el
consentimiento de las partes; mientras que las actas contienen únicamente hechos, y que
conforme a lo que dispone el Art. 50 de la Ley del Notariado, estas no tienen valor de
instrumento público. Resulta propio distinguir el propio documento público denominado
escritura matriz que queda en el protocolo del Notario, de las copias o testimonios, conforme
lo dispone el Art. 32 y sigs., 43 y siguientes de la Ley del Notariado.
ii. Documento auténtico: Es el expedido por un funcionario de la Administración en
el ejercicio de las funciones propias de su cargo, y con las formalidades de la Ley. Para el
caso, las actas y testimonios conforme a los Arts. 50, 43 y sigs. LN; lo son también los
denominados documentos administrativos.
iii. Documento privado: Es todo aquel que por exclusión no es público ni autentico.
Es decir, el expedido por autoridad o por funcionario pero no en razón a su cargo, o cuando
le faltan solemnidades legales o que sea expedido por particulares. En ese sentido serán
privados los realizados o suscritos por ambas partes y los unilaterales a los que se refieren
los Arts. 1575 y 1576 CC.
Instrumentos privados conforme al Art. 332 CPCM, son aquellos cuya autoría es
atribuida a los particulares y los que no cumplan con los requisitos formales que se establecen
para los instrumentos públicos.
Desde la perspectiva de la criminalística y de la técnica de investigación policial, la
experticia de documentoscopia es amplia y compleja, abarca el estudio de documentos, como
son los manuscritos, firmas, billetes en blanco, pasaportes, documentos únicos de identidad,
letras de cambio, cheques, grabaciones, etc. mientras que la grafotécnica, tiene un alcance
limitado a los manuscritos y firmas, están referidos a demostrar fehacientemente su
autenticidad o falsedad.
Para demostrar la autenticidad de un documento sea público, autentico o privado, se
deberá a lo reglado en el Art. 238 CPP respecto del cotejo de documentos y que fue
ampliamente comentado cuando se trato lo relativo a la prueba pericial o de peritos, en el
Capítulo IV. Peritos del presente documento. Sin perder de vista la regulación que al respecto
realiza el CPCM relativo al cotejo de documentos públicos y privados en los Arts. 338 a 341
y al valor probatorio de los mismos.
El inc. 2º del Art 244 CPP dispone lo relativo a circunstancias o situaciones que suelen
presentarse en el que hacer judicial respecto al ofrecimiento que se hace como prueba de un
documento deteriorado, indicando que el contenido del mismo se tendrá por acreditado
siempre que dicho documento sea inteligible y su sentido o lo que transmite no se vea
afectado. Solo así será admisible como prueba.
El supuesto en comento se refiere a una regla de admisibilidad que se relaciona
directamente con lo dispuesto en el Art. 342 CPCM ya que regula una regla de prueba
respecto al valor probatorio de este tipo de instrumentos deteriorados, indicando a manera de
ejemplo algunos supuestos de deterioro como es el hecho que este roto, quemado, raspados
en su parte sustancial, es decir, inteligible en su contenido. Solo así, no harán fe en cuanto al
hecho que con ellos se pretenda establecer.
Integrando las anteriores disposiciones procesales, se concluye, que el documento
deteriorado es admitido y hará fe en cuanto al hecho que se pretende probar siempre y cuando
el deterioro del instrumento no lo haga inteligible en el sentido de su contenido respecto de
lo que se pretenda establecer.
Respecto del inc. final del Art. 244 CPP se retoma lo comentado anteriormente, que
contiene una definición amplia de documento, al determinar que cualquier soporte en que
conste datos o información susceptible de ser empleados para probar un hecho determinado
se entenderá como documento. Por lo que, la forma de ofrecimiento, admisión y producción
se regirá por las normas relativas a la prueba documental y pericial, si ese fuera el caso.
2. a. VALIDEZ.
Para que la prueba documental tenga validez, es necesario que ésta se aporte al
proceso tal cual existe en su forma original y no a través de copia o fotocopias, pues en tal
caso pierde autenticidad, a no ser que se trate de una copia o fotocopia certificada ya sea por
notario o por el funcionario correspondiente.
b. FUNCIONES.
Los documentos son instrumentos imprescindibles en el ámbito jurídico, y para
funcionamiento cumplen una triple función de vital importancia en el tráfico jurídico, sin las
cuáles no son tales instrumentos, como lo son:
(i) Función de perpetuación, al permitir que la declaración contenida en ellos
trascienda al tiempo en el que se realizó.
(ii) Función probatoria, puesto que a través de la declaración que incorporan sirven
para acreditar hechos acontecidos en el pasado.
(iii) Función de garantía, al incorporar una declaración que procede de una persona,
que es su autor, permite atribuir a ésta el contenido intelectual en que consiste tal declaración
y en consecuencia imputar los corrientes efectos.
II. DOCUMENTOS PROCEDENTES DEL EXTRANJERO.
El Art. 245 CPP regula el supuesto del documento que es remitido desde el extranjero
por autoridad debidamente acreditada en ese país, a petición del fiscal o por funcionario
judicial, y que se considera auténtico, mientras no se demuestre lo contrario. Es decir,
mientras no haya sido impugnado de falso.
Con relación a los documentos emanados de país extranjero, deben cumplir para tener
valor probatorio con el apostillaje, es decir, que si los mismos no se encuentran debidamente
apostillados, careciendo de las formalidades requeridas en el artículo 334 CPCM que no
obstante sean admitidos por el juez instructor inobservando los requisitos legales, para el
Tribunal sentenciador no pueden tener calidad de prueba documental suficiente para acreditar
hechos que se desprenden de los mismos.
Por otra parte, debe mencionarse las reglas fijadas en el Tratado de Asistencia Legal
Mutua en Asuntos Penales entre las Repúblicas de El Salvador, Guatemala, Honduras,
Nicaragua, Costa Rica y Panamá, determinada en su artículo 13.2 lo siguiente: “El Estado
Requerido podrá suministrar copias de documentos o de información en posesión de una
Oficina o Institución Gubernamental, pero no disponibles al público, en la misma medida y
bajo las mismas condiciones que los suministraría a sus propias autoridades encargadas de
hacer cumplir la Ley. El Estado Requerido podrá, a su discreción, negar la solicitud total o
parcialmente”. En ese sentido, si tales documentos no han sido debidamente apostillados de
acuerdo a lo que establecen las disposiciones citadas, por lo que tales documentos referidos
carecen de valor para probar hechos en el país.
Para la obtención del mismo, la petición se hará con base al convenio bilateral o
multilateral de cooperación o asistencia judicial recíproca que se haya suscrito entre El
Salvador y el o los países de donde se solicite el documento, conforme a lo dispuesto en el
Art. 78 CPP respecto de los acuerdos tomados en el combate de la criminalidad organizada
y de carácter internacional, tales como Convenio Centroamericano para la Prevención y la
Represión de los delitos de Lavado de Dinero y de Activos, relacionados con el Tráfico Ilícito
de Drogas y Delitos Conexos; Convenio entre Centroamérica y República Dominicana para
la prevención y la represión de los Delitos de Lavado de Dinero y de Activos relacionados
con el Tráfico Ilícito de Drogas y Delitos Conexos; Convención de las Naciones Unidas
contra la Delincuencia Organizada Trasnacional; Convención de las Naciones Unidas contra
el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas; entre otras.
III. TRADUCCIÓN DE DOCUMENTOS.
El diseño que el CPP ha reglado para la validez de los documentos en idioma distinto
del castellano, es la traducción. Esta deberá ser ordenada por el fiscal o el juez y para ello
será necesario de un perito traductor. Se relaciona directamente con las formalidades de la
actividad procesal penal, específicamente cuando en el Art. 134 CPP regula que estos actos
se desarrollarán en idioma castellano, y cuando los documentos o grabaciones se encuentren
en otro idioma, conforme a lo reglado en el Inc. 3º de dicho Art. deberán ser traducidos.
Para que el contenido del documento traducido, sea susceptible de valoración
probatoria, deberá ofrecerse conjuntamente, es decir el texto original en el idioma de que se
trate y la traducción al castellano. Se ofrecerá también al perito traductor, quien conforme a
las reglas de incorporación y métodos de autenticación podrá ser llamado a declarar sobre el
texto traducido.
El CPP no dijo nada sobre la posibilidad de impugnar la traducción en el texto del
Art. 246, sin embargo, es factible que se cuestione la traducción realizada por falta de
autenticidad con el texto original, es decir, que no existe correspondencia respecto de uno
con relación a la traducción realizada. Al respecto, y conforme a lo dispuesto en el Art. 244
CPP podrán utilizarse los medios determinados en la misma normativa para verificar su
autenticidad. Así como, la posible designación de otro perito para una nueva traducción,
conforme a lo dispuesto en las reglas de prueba pericial reguladas en el Capítulo IV del CPP.
IV. COPIA DE DOCUMENTOS.
La regulación que hace el Art. 247 CPP respecto de las copias de documentos, su
presentación y valor probatorio constituye otra novedosa incorporación del proceso penal.
Por regla general la copia de un documento privado o la de un documento auténtico se presta
fácilmente a ser manipulado, por esa razón y en términos generales carecía de todo valor
probatorio en el proceso penal, por carecer de suficientes garantías de autenticidad del
mismo. Su admisión, presentación y posible valoración se supeditaba a un eventual
reconocimiento por quien podría perjudicar el contenido.
Sin distinción alguna son admisibles y susceptibles de valoración probatoria las
copias de documentos, cuando el original se haya extraviado o destruido y, que además no
exista posibilidad de reemplazo, con la salvedad que quien ofrece la copia, debe “probar”
que es conforme con el original y su falta de disponibilidad por las razones antes acotadas.
En caso de no demostrar la falta de original ni de su reemplazo, ni el cotejo de los
documentos, el mismo carecerá de autenticidad, pero puede ser valorado conforme a las
reglas de la sana crítica y siguiendo el proceso de autenticación para su incorporación
regulado en el Art. 248 y 249 CPP. En tanto que de lo que se trata es de demostrar,
precisamente, la autenticidad del documento, original y la copia, y de su contenido. La
valoración que se haga del mismo, será en aplicación de las reglas de la sana crítica del Juez.
En similar sentido, es el tratamiento que le da a este supuesto análogo y referido en
el CPCM, en donde las copias de documentos (incluyendo las fotocopias) que no hayan sido
reconocidas por el autor y que no haya forma técnica de establecer su carácter de
reproducción del documento original, se considerará documento privado sin autenticidad, no
por ello carente de valor probatorio sino sujeto a las reglas de la sana critica conforme lo
dispone el Art. 341 CPCM.
V. INCORPORACIÓN.
Se refiere al momento procesal de su producción, principalmente en la audiencia de
práctica de la prueba. Si se trata de documentos escritos podrán ser leídos y exhibidos con
indicación de su origen o procedencia. Mientras que si se trata de documentos que conforme
al Art. 244 inc. f. se encuentren en soportes de datos que contenga sonido, voz o imagen y el
almacenamiento de información, estos deberán reproducirse en la audiencia mediante los
medios idóneos y, si fuere necesario, con la ayuda de un experto técnico.
Ahora bien, si se trata de una estipulación probatoria o del acuerdo entre las partes y
el juez ordenará la lectura del documento y así tenerlo por incorporado conforme al Art. 178
CPP bastará con que se identifique, se exhiba, y se le de lectura. En este supuesto no hay
controversia, hay consenso respecto de la autenticidad del documento como con el contenido
del mismo. Quedando de esta forma incorporado y autenticado para efectos de su valoración
como prueba por parte del Juez.
VI. MÉTODOS DE AUTENTICACIÓN.
En un sistema acusatorio, toda la prueba debe practicarse en forma oral, por tanto,
los documentos privados y los objetos o evidencias físicas deben introducirse al juicio a
través de un testigo que pueda declarar sobre su origen, pertinencia y autenticidad, en cuyo
caso el testigo a través del cual se ingresa una evidencia física o una prueba documental se
conoce como TESTIGO DE ACREDITACION.
La evidencia se introduce al juicio para probar a través de ella un determinado hecho
relativo a la existencia del delito y la responsabilidad del acusado (pertinencia). Igualmente,
debe establecerse su origen (art 248 CPP) y su autenticidad, salvo que las partes hayan
estipulado o acordado probatoriamente estos temas y, por tanto, autoricen su reproducción
en la vista pública mediante lectura o su incorporación como objeto o documento autentico
pertinente.
Para la admisión de esta clase de prueba, la parte deberá solicitar que se autorice la
identificación de la prueba material correspondiente, mostrará a la parte contraria la prueba
identificada y lo hará también al testigo, para que éste, previo interrogatorio, establezca las
bases necesarias para su admisibilidad. Al finalizar el interrogatorio, la parte solicitará al
juez o tribunal que se considere marcada y admitida la prueba identificada.
Luego de que la parte ofrezca la prueba, el juez o el presidente del tribunal deberán
hacer una determinación sobre su admisibilidad, preguntando previamente a la parte
contraria si tiene objeciones al respecto. Si no es objetada, el juez o tribunal tomará su
decisión y ordenará que se marque la prueba como admitida o no admitida, según sea el
caso.
Una vez reconocida la evidencia y establecida su autenticidad, se puede interrogar al
testigo sobre lo que la evidencia muestra o sobre lo que se pretende probar con ella, y es
hasta finalizado este procedimiento de autenticación, sobre el origen, pertinencia y
autenticidad, que se pide al juez que la admita COMO PRUEBA para ser valorada.
Admitida la prueba, la parte que la hubiera presentado continuará con el
interrogatorio al testigo sobre el contenido sustantivo de la evidencia: si hay objeción a la
admisión de la prueba, la parte deberá argumentar y fundamentar jurídicamente ante el Juez
o Tribunal las razones de su refutación; o podrá previamente, contrainterrogar al testigo,
limitándose a hacerlo sólo sobre la suficiencia de la prueba que éste hubiese aportado. Al
finalizar el contrainterrogatorio, la parte fundamentará su posición con respecto a la
admisibilidad o rechazo de la prueba.

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