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ES JESÚS QUIEN TRANSFORMA NUESTRA VIDA.

Introducción: Cuando Jesús apareció en tierras palestinas, hubo grandes cambios espirituales, sociales,
religiosos, etc. Cuando su mensaje y presencia comienza a llegar a Asia, Europa, África, el poder
transformador de Dios comienza a manifestarse en todo lugar trayendo avivamientos y multitudes se
agregaban al Señor. Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre, por eso él sigue transformando nuestra
vida.

1) Jesús es poderoso en todo lugar

(Marcos 2:1) “Entró Jesús otra vez en Capernaúm después de algunos días; y se oyó que estaba en casa…
(Marcos 3:1) “Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano…”,
(Marcos 3:7) “Más Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea …”.

a) Vemos al Señor actuar en diferentes lugares con gran poder.

b) En la ciudad, en la sinagoga, en el mar, Jesús hace milagros, porque lo importante no es el lugar, sino
quien está allí.

Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano… entonces dijo al
hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio”.

Comentario 1: Éste hombre tenía una mano seca, encogida por parálisis, deformada, contraída e
inmovilizada. La tradición judía dice que era albañil, otros, que trabajaba la piedra. Era una mano que él
escondía o protegía, pero Jesús estaba allí y todo cambiaría, es Jesús quien transforma nuestra vida.

Comentario 2: Aunque había otros en ésa sinagoga, Jesús se fijó en éste hombre. Seguramente fue a la
reunión y no esperaba ese día su milagro, pero cuando tú perseveras y procuras Su presencia la
bendición te sorprenderá en el camino. Nadie que sigue a Jesús termina con las manos vacías, porque él
es bueno. Jesús transforma la vida.

2) LAS OBRAS DE LOS FARISEOS

a) Acechan como una fiera.

Marcos 3:2 “Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle”.

Comentario: Como las fieras que asechan para cazar, ellos acechaban al Maestro para poder acusarle.
Son aquellos que movidos por la envidia y el rencor sólo procuran hallar errores o equivocaciones en los
demás para señalarlos y hacerlos ver menos que ellos mismos.

b) Su arma es la acusación

Comentario: El término acusación aquí es traducido de la palabra griega “katagoreo” que significa
además: hablar en contra, acusar; esta actitud es demoniaca, porque la Biblia llama al diablo “el
acusador de nuestros hermanos”.

Esta es la atmosfera donde se engendran las calumnias y murmuraciones.

c) Su corazón es duro.
Marcos 3:4-5a “Y les dijo: ¿Es licito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, ¿o
quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de
sus corazones”.

Comentario: Jesús sintió enojo, tristeza y dolor por la dureza del corazón de ellos (la palabra dureza es
traducida del término griego “porosis” que hace referencia al cubrimiento con una piedra, un sinónimo
de esta dureza es petrificar, que significa: convertir en piedra).

Éste hombre tenía la mano seca, pero ellos tenían su corazón más seco aún, como una piedra. Vemos
pues cómo el ritualismo religioso lo que hace es endurecer el corazón.

d) Su naturaleza es diabólica.

Marcos 3:6 “Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle”.

Comentario: La dureza del corazón llega a tal extremo que empiezan a planear como destruir a Jesús.
Podemos recordar aquí también como Caín mató a su hermano Abel. Un resentimiento no superado con
el poder de Dios engendra sentimiento y planes no sólo de venganza sino aun de homicidio. Por eso el
mejor arma es el amor de Dios, el cual nos lleva a perdonar y amar de corazón.

3) LA PRESENCIA DE JESÚS LO CAMBIA TODO.

a) Cristo es restaurador.

Marcos 3:5 “Dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana”.

Comentario: Restaurar es una palabra traducida del griego “apokatastasis” que indica varias cosas:
sanar, restituir, devolver, restablecer y poner en orden de nuevo.

Éste hombre había sido lesionado integralmente, en su autoestima, en su capacidad de producción, en


su servicio al Señor y seguramente era señalado por “estar bajo el juicio de Dios”. Pero el Señor restaura
lo que ha sido dañado, Jesús trasforma la vida.

b) Los corazones sedientos aman y siguen a Jesús.

Marcos 3: 7-8. “Más Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea, y de
Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo
cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él”.

Nota: Lo seguían judíos y gentiles (ciudades de Israel y de Fenicia), oían acerca de Él y de sus obras, pero
lo querían conocer, “venían a Él” estos no pertenecían a la jerarquía religiosa de Israel, y seguramente la
mayoría no eran de la aristocracia judía, pero viajaban algunos más de 100 kms. Ellos anhelaban un
encuentro con el Señor Jesús, aunque el camino era largo y tal vez difícil.

Conclusión: cuando Jesús aparece en cualquier escena, todo es transformado con su poder, aunque el
enemigo de nuestras almas y sus mensajeros quieran oponerse a las obras de Dios, Su poder siempre
triunfará. Jesús sacia a los sedientos, restaura al necesitado da vida eterna al perdido, acércate a él y
todo cambiará, Jesús es quien transforma nuestra vida.

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