Sergio Chejfec ULTIMAS NOTICIAS DE LA ESCRITURA Edicorial Entropia eros AesShoe | Supeanben | bail Eni pes a0 127) oes Aes Artie ine doaletopi cae ‘Soriatnops eppoecom Bcdeaoia freon eorienpia ap Tn ot Alcs Hoy Mil, 201 pga gata ‘a Under tn Lew Ragiaa0 P © Sepie Chl 2015 Earp 2018 ISBN: 978.97-1768.264 echo el dpi gna y 1.728 Inpro en a Aagerina Pines tin: sede 2015 a ios rin dey ; de nimi en Ares Gras Del SH Amie Sie 2430 (CP 1870), Avan eyo Ais gone de 215 Benoa leeles. Este egal requiee una expicacin, Como érames casi veins, Salvador ‘Sarmenaa tuo para mi, durante vrs shes una presencia mate Aun an tes de conocernospersenaimema, se Uetabe del soo destacado y alta ‘tio con quien tenia amigos comunes, el autor de una columna semana en la que desgranaba con intelgenca eiementos de pasado cultural en proceso ‘de doll, yel weno que andaba con paso vaclantevestdo de entecosa cuando pasaba rene a mi ventana en dreceén a a panacea “Anotaiones en cuaderno negroes un bo postu de acs ave pt bea Bisa Mogg, su vuda, vempo despues de la muerte de Garmendia, Fuera del tonoelegiac y dels coloracin potica de a fase acd cada, ast‘como de sgntcado de otras frases de autor, estas Anetaciones tienen para mel valor tesmonil de algo que me intigayacaso nunca conoceré Bastante despues de la muere ce Garmenda, Elsa me cuenta que uN no ‘88 obsequinda por mia su marie nabia quedado marcada ean seis y anataciones de lectura, y que quer entregmela como una manera de res tiuire ive a su duere primero, en ante autor, anore también dueo dea lecture que nabiasuscad, Me negué crtésmente. Sabie que estaba itentando presener ia biblotecs ‘de Garmenda a cobyo de alguna instuen. Le aj ave, en mi apinén I. bro que ela queria devonerpertonecia a ese patrimono, ignmas, orgnco, ‘ue ere sucedineo de Sahoo, as6 el tempo yu stsendainrectamente des dleutades de Ela para aleanzarsu objeto: a bilotecapeigraba,¥ cuanto més desalentadora era la notica que recta, més me arepentia de haber blancdo una tora in Justficsda eticenia, al descartar, por © menos, ecnere una mirada a asa8 acataciones 0 comentarios de Salvador ‘annoy estoy arepomtié.y or elo alta de Garmeneka en au cuadeno neg viene a ser emblems de ura acttudy sobre todo de unos dones naturaleza sin embargo ignoeo, consignades en slenc y induca con ext ma gracapor este auto. Se tata de una capacdad de dslizamient, ode reveberacén, da es ‘ra manual que esta tambin env as motvaciones de est ensayo, ¥ que CGarmenciacon su sabiduraslenciosa me hizo ver“ paso 6 os as Noe ‘precede on as hueles into de oto canara, cuyas mateas se hacen fais bajo nuestraspsadas. Un buen perseguido ser capae de restaurar i palimasesto proceder a una lectura del subsuel, aunque quiz con ‘muy efeacesresutados. Las mismas frases inoomplets stir de fondo. ‘Slo materia quebradza, diterents el pove por cles sistancias de color Advertencia Pricticamente ya nada impide que un libro normal sea co- pia gedfica de un manuscrito. Ni a los efectos del registro textual ni de la indexacién serfa un obstéculo insalvable que el texto no hubiese pasado por un procesador. Un gran ar- gumento de los fabricantes de las primeras méquinas de cseribir sefialaba que con esa nueva ayuda se evadia la im- prenta: el escrito quedaba como si hubiera sido impreso. Desde el modo manuserito hasta el digital, pasando por las variantes mecénicas y electrénicas, y sus combinaciones y dlistintas formas de reproduccién, la escricura se predicé a lo largo del tiempo de las mediaciones a las que precisaba acomodarse para alcanzar una nueva materialidad, Y tam- bign se sometié a ellas. La paradoja mds reciente de esta profongada carrera de materialidades es la plasticidad con ‘que la esfera digital, que de por si tiene una relacién con- fliciva con todo estatuto fisico, emula cualquiera de ls otras rmediaciones sin menoscabo de st intangibilidad ni de la clo- ccuencia de sus versiones. ‘Toda herramienta de escritura Io es también de pensamien- to -Nietasche dixit-. La escricara digital no escapa a esta regla, incluso la excede, porque lo digital en su conjunto 9