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SEMINARIO CONCILIAR MARÍA INMACULADA

Etapa discipular
III de Filosofía

Jesús Adolfo Medina Penna


Síntesis de Filosofía

La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla

Rev. P. Javier Ignacio Claros Peña

A.A. 2018 Garzón


Tabla de contenido

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................. 4
CAPÍTULO I ..................................................................................................................... 8
ACERCAMIENTO A LA PERSONA DE WOJTYLA Y SU PENSAMIENTO ............. 8
1. Biografía de Wojtyla .................................................................................................. 8
2. Motivación del Trabajo por Parte del Autor ............................................................ 15
3. Pensamiento filosófico de Wojtyla .......................................................................... 17
4. Presentación de la obra Persona y Acción ............................................................... 20
4.1 Persona y Acción según Tymieniecka ................................................................ 20
4.2 Persona y Acción según Burgos ......................................................................... 22
4.3 Persona y Acción según Riccardi ....................................................................... 25
4.4 Persona y Acción según Buttiglione................................................................... 26
5. Importancia del tema de la libertad .......................................................................... 27
5.1 Por la situación social de la época ...................................................................... 27
5.2 Necesidad de esclarecer que la libertad tiene fundamento en la antropología ... 27
CAPÍTULO II .................................................................................................................. 31
LA LIBERTAD EN EL PENSAMIENTO DE WOJTYLA ............................................ 31
1 El dinamismo del hombre ......................................................................................... 31
2. La libertad y su relación con la voluntariedad humana. ........................................... 33
2.1 La dependencia en el ego para hablar de libertad ............................................... 34
2.2 Supremacía de la persona sobre la voluntad ....................................................... 35
2.3 Determinismo e indeterminismo en Wojtyla ...................................................... 37
2.4 La voluntad como capacidad de autodeterminación personal orientada por el
bien ........................................................................................................................... 38
3. La autodeterminación y la relación con la conciencia ............................................. 39
4. La experiencia de la libertad como respuesta a valores ........................................... 40
5. La verdad sobre el bien, base de la elección y transcendencia de la persona en la
acción ........................................................................................................................... 44
6. La libertad y su relación con la responsabilidad ...................................................... 48
7. La libertad no es egoísta ........................................................................................... 49

2
CAPÍTULO III ................................................................................................................. 51
ANÁLISIS FILOSÓFICO SOBRE LA LIBERTAD EN EL PENSAMIENTO DE
WOJTYLA....................................................................................................................... 51
1. La experiencia como punto de partida ..................................................................... 54
2. Acción y autodeterminación .................................................................................... 56
3. La voluntad como propiedad interior de la persona que le permite elegir ............... 59
4. Realidades que hacen posible y afirman la libertad ................................................. 62
4.1 Libertad y verdad del bien .................................................................................. 62
4.2 libertad y deber ................................................................................................... 64
4.3 Libertad y responsabilidad ................................................................................. 65
5. La plena libertad es el amor ..................................................................................... 66
CONCLUSIÓN ................................................................................................................ 69
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................. 72

3
INTRODUCCIÓN

La libertad es un rasgo definitorio del hombre que lo ubica de primero en la escala


del ser respecto de la creación1, él puede elegir querer o no querer, ser de un modo o de
otro. Es por la libertad como el hombre puede autorealizarse2, esto lo logra por medio de
sus acciones, de las cuales es sujeto y a la vez objeto primario de las que deviene como
persona buena o mala3.

La presente investigación se refiere al tema de la libertad en el pensamiento del


Cardenal polaco Karol Wojtyla, conocido entre nosotros como San Juan Pablo II, que de
la mano con el personalismo entiende la libertad no solo como elección sino como
autodeterminación de la persona por su obrar. Es por tanto una pequeña parte del estudio
sobre lo que es el ser y la conducta humana analizados desde un gran personaje del siglo
XX.

Se pretende adquirir conocimiento del método que emplea el autor para elaborar
su reflexión ética y antropológica sobre la libertad. Sumado a esto descubrir y analizar los
aportes del autor a la filosofía desde su pensamiento sobre la libertad.

Una de las características de la libertad en nuestros días es que está perdiendo su


rumbo genuino desvinculándose de la verdad del ser humano, llegando a creer que esta
verdad ha sido producto de la cultura más no de la misma esencia del ser humano, como
lo pretenden hacer creer el ateísmo, la globalización, el relativismo, el secularismo, el
neoliberalismo, la nueva era y entre otras las ideologías, como la de género, donde
plantean poder elegir el papel social y la orientación sexual4, bajo argumentos del ejercicio
de la libertad que cada individuo dispone, donde lo importante es no infringir en la
propiedad e igual libertad de otros. A partir de esta desvinculación, se ha llegado a

1
Cf. AMENGUAL, G., Antropología filosófica, Madrid, BAC, 2016, 257.
2
Cf. VÉLEZ, J., El hombre un Enigma, Bogotá, CELAM, 1995, 143.
3
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, Madrid, BAC, 1982, 118.
4
Cf. VÁSQUEZ, C., Nuevo diccionario de bioética, Burgos, Monte Carmelo, 2012, 479.

4
considerar los perfiles para una nueva antropología que pretende generar un hombre no
conocido hasta ahora5, como si la verdad fuera creación de la libertad. Por tal motivo se
analizará la relación que tiene la libertad con la verdad.

También se advierte que se ha percibido la tendencia a desvincular la libertad con


la ley por el argumento de ser producto la subjetividad de la conciencia, por tanto carece
de fundamento antropológico, de alguna manera negando la capacidad que tiene el hombre
para responder a la ley natural argumentándolo desde su libertad. Se analizará la relación
entre ley, norma y libertad.

Finalmente se ha caído en el libertinaje, testimonio de libertad que ha sido mal


entendida. Se buscará los fundamentos para entender los criterios de la libertad auténtica
y al igual la causa más acertada del malentendido de la libertad donde la persona cree
poder hacer lo que él considera bueno porque le da provecho o placer.

Se analizará qué tanta influencia ejercen los objetos externos a la persona sobre las
decisiones y elecciones para concluir en qué medida es responsable de ellas.

Definir cuál es la base antropológica que sustenta la libertad, para así poder
orientarla de modo preciso. Definir, por tanto, la libertad en un esquema antropológico,
para que no sea un concepto que escape a la realidad de la condición humana como lo ha
pretendido hacer ver la corriente determinista.

Reafirmar cuál es la realidad superior a la que se puede orientar la libertad, pues


no somos libres de la necesidad de elegir, pero si para elegir.

De allí el interés por el tema de la libertad, ya que es lo más propio, y el requisito


para que el hombre logre su realización y su felicidad, pero también es la posibilidad de
todo lo contrario. Es por tanto un interés intelectual y práctico el que motiva a esta
investigación teniendo como base el pensamiento de Wojtyla.

Para ello hay que partir de su obra filosófica central Persona y Acción, además de
la confrontación con otros de sus escritos y análisis de su trabajo intelectual filosófico por

5
Cf. VÁSQUEZ, C., Nuevo diccionario de bioética, 481.

5
parte de otros autores.

Para analizar el fundamento de la libertad, en el presente trabajo nos proponemos


conocer el recorrido biográfico e intelectual de Wojtyla que le ha llevado a reflexionar
sobre la libertad, y así poder descubrir su fundamento antropológico y ético para su
verdadero ejercicio. Pretendemos desde el pensamiento de Wojtyla replantear las bases
racionales para que la libertad no sea menoscabada y no se pretenda separar de las
realidades que la hacen posible y la afirman.

En el capítulo I se presentará la biografía de nuestro autor, que es la mejor manera


de presentar su pensamiento, para lograr comprender su itinerario intelectual que lo
orientó a la reflexión del ser personal y su interés por la libertad en el contexto histórico
de la segunda guerra mundial y la tarea pastoral que es el punto de llegada y de partida de
toda su obra filosófica. También se mencionará la motivación del autor para la elaboración
de su obra principal Persona y Acción y cómo entra en el campo de la fenomenología; y
se mostrará cómo fue la evolución de su pensamiento enfocándonos en su camino
filosófico y por último con la ayuda de cuatro autores se presentará la obra Persona y
Acción, base para el presente trabajo.

En el capítulo II se dará paso a conocer su pensamiento sobre la libertad y las


implicaciones que trae consigo, como lo es el dinamismo del hombre de modo privilegiado
la eficacia caracterizada por el actuar consciente, el papel primordial de la persona sobre
la libertad y su voluntad en total dependencia del yo personal lo que da a entender el
sentido de la autodeterminación como resultado de la libertad humana, la orientación que
proporciona el bien a la autodeterminación, la verdad de aquel bien como plena realización
de la persona, la responsabilidad de los actos que tiene la persona consigo mismo por ser
libre y la plenitud que logra la libertad cuando no es egoísta y tiene como finalidad el
amor.

En el capítulo III se presentará un análisis filosófico y valorativo sobre Wojtyla en


su forma de entender la libertad y su contribución para la antropología y la ética filosófica,
que sustentan las bases para el uso adecuado de la libertad. Se analizará la experiencia
como punto de partida de toda la obra filosófica de Wojtyla; la acción y la

6
autodeterminación; la voluntad como propiedad interior de la persona que le permite
elegir; la verdad del bien como fundamento de la libertad junto a las realidades que la
hacen posible y finalmente la plenitud que logra por el amor.

7
CAPÍTULO I
ACERCAMIENTO A LA PERSONA DE WOJTYLA Y SU PENSAMIENTO

1. Biografía de Wojtyla

Nos cuenta Andrea Riccardi6 en su libro, Juan Pablo II: la biografía, que «De
cualquier modo, la historia del papa no es siempre fácil de descifrar»7, y sin embargo «la
figura del pontífice Karol Wojtyla es un enigma fascinante»8.

Karol Józef Wojtyla, quien es mundialmente conocido como el papa Juan Pablo II
nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, al sur de Polonia, cuando apenas este país se
había vuelto independiente, en un año en que los polacos temían perder la libertad que
acababan de conseguir, Polonia independiente luego de la I Guerra mundial y Wojtyla
nace y crece en este ambiente de fervor por la patria9, y para él, la Polonia de los años
veinte se mantendrá en el alba de su historia10.

El joven Wojtyla, conocido como Lolek, llamado así por sus cercanos incluso
siendo Papa, crece en una familia creyente11, conformada por el señor Karol Wojtyla,
militar de las tropas austro-hungaras12 y la señora Emilia Kaczorowska, quien se dedicaba
al oficio de bordadora. Tenían estos esposos un hijo mayor llamado Edmun 13, y una niña
nacida antes de Karol que murió a temprana edad14.

Continúa Riccardi ilustrándonos sobre el ambiente en el que se forma el futuro

6
Andrea Riccardi. (Roma 1950) Catedrático de Historia Contemporánea en la Tercera Universidad de Roma
y fundador de la Comunidad de San Egidio.
7
RICCARDI, A., Juan Pablo II: La Biografía, Bogotá, San Pablo, 2011, 35.
8
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 35.
9
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 35-36.
10
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 37.
11
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 37.
12
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II, la Historia del Papado, México, D.f., Grijalbo, 1996, 14.
13
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 38.
14
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 14.

8
papa polaco diciendo que: La familia de Wojtyla vive en Wadowice, cerca de la Iglesia
de Santa María15, «Wodowice, era una ciudad con unos diez mil habitantes situada en el
sudoeste de la nueva Polonia, en un territorio que anteriormente formaba parte de la
Galitzia occidental, la que es muy pobre y de economía agrícola en su totalidad»16.

El nacimiento de Wojtyla, no estuvo falto de complicaciones ya que su madre se


encontraba enferma, y el embarazo afectaba negativamente su estado de salud, tanto así
que le aconsejaron interrumpirlo17. La vida de Wojtyla fue marcada por el dolor desde
muy temprano, su madre murió a la edad de cuarenta y cinco años en 1929, cuando aquel
contaba con solo nueve años de vida18, y su hermano Edmun, quien ejercía el trabajo de
médico «tres años después de la muerte de su madre, muere a causa de una escarlatina que
contrajo en el hospital»19.

Desde la muerte de su madre, será su padre quien le acompaña y le enseñe a vivir,


con su testimonio de vida en la que hay que hacerse fuerte y disciplinarse por medio del
estudio, de la actividad física y le infundirá el deseo de contemplar el misterio de Dios por
medio de la oración20, tal como lo cuenta el mismo Wojtyla en Don y Misterio: «Entre
nosotros no se hablaba de vocación al sacerdocio, pero su ejemplo fue para mí en cierto
modo el primer seminario, una especie de seminario doméstico»21. Así cumple junto a su
padre los deberes religiosos y se hace monaguillo22.

Durante su juventud se destaca por ser brillante, buen deportista y con un amplio
sentido de la amistad, descubre su gusto por el teatro y la literatura, es abierto a todos, es
uno de los mejores alumnos en el instituto de Wadowice23.

A la edad de catorce años descubrió el teatro, leía piezas teatrales, hacia montajes
escolares y posteriormente fue nombrado director del grupo, fue una buena entrada de

15
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 38.
16
HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 13.
17
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 38.
18
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 38.
19
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 38.
20
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 15.
21
WOJTYLA, K., Juan Pablo II, Don y Misterio, Santafé de Bogotá, CELAM, 1996. 26.
22
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 15.
23
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 40.

9
lleno al reino de la palabra, era de esperar que Wojtyla continuase en el mundo del teatro
y se convirtiera en un literato24.

En 1938 Wojtyla viajó con su padre a Cracovia donde se matriculó en la


Universidad Jagellónica de la ciudad y en una escuela de teatro25. Desde su primer año en
la universidad, se matricula en los cursos de filosofía y filología polaca26. Al año siguiente
la universidad fue cerrada por la ocupación nazi y sus profesores universitarios quedaron
detenidos y fueron llevados a un campo de concentración. En 1940 Wojtyla cambia
radicalmente el rumbo de su vida, tuvo que comenzar a trabajar como obrero en la cantera
de una fábrica química de Solvay no solo para ganarse la vida; sino para evitar ser
deportado a Alemania27.
A continuación se muestra el panorama general de la ocupación Alemana a Polonia
con el fin de suprimirla como nación.

La Segunda Guerra Mundial dio inicio con la invasión alemana a Polonia del 1 de
septiembre de 193928. Días después Inglaterra y Francia declararon la guerra a
Alemania, y el 17 de septiembre Polonia fue invadida por la Unión Soviética. Por
un acuerdo germano-soviético del 28 de septiembre de ese año, Polonia fue
dividida en dos zonas de ocupación29.
Ése era el contexto histórico y social que padecía Polonia, oprimida y esclavizada
por el nazismo y posteriormente por el comunismo, cuando el joven Wojtyla mostraba ya
su inquietud por la vocación sacerdotal.

Polonia considerado como el país más católico del mundo, durante los seis años
de ocupación nazi el catolicismo polaco sufrió el infierno de la persecución, así como los
tres millones de judíos que habitaban ese territorio, que fueron exterminados en su
mayoría en campos de concentración30.

24
Cf. BERNSTEIN, C., - POLITI, M., Su Santidad, Bogotá, Norma, 1996, 56-62.
25
Cf. WOJTYLA K., Don y Misterio, 12.
26
HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 16.
27
Cf. WOJTYLA, K., Don y Misterio, 15.
28
CONSULTOR ENCICLOPEDIA TEMÁTICA, “La segunda guerra mundial”, Compilado por, Thema Equipo
Editorial, S. A., Barcelona, Lexus, 2012, 424-425.
29
SIERVAS DE LOS CORAZONES TRASPASADOS DE JESÚS Y MARÍA. “Biografía de san Juan Pablo II”, Edición
Digital: http://www.corazones.org/santos/juan_pablo2/memoria/biografia_de_san_juan_pablo_II.pdf [13-
4-2018].
30
SIERVAS DE LOS CORAZONES TRASPASADOS DE JESÚS Y MARÍA. “Biografía de san Juan Pablo II”, Edición
Digital.

10
Los nazis no sólo querían someter a Polonia, sino suprimirla como nación,
despojarla de su identidad. De inmediato comenzaron las detenciones de lo que
con razón consideraban como una de las principales señas de identidad polacas: la
Iglesia Católica. Los seminarios fueron cerrados, y los sacerdotes, seminaristas e
incluso obispos fueron arrestados. Muchos de ellos murieron en campos de
exterminio31.

No debió ser nada fácil el haber vivido esta experiencia y más para Wojtyla que,
como se señaló anteriormente, tenía un amplio sentido de la amistad, sumado a esto había
unido lazos con algunos judíos por parte de sus motivaciones religiosas a pesar del
antisemitismo por parte del mundo católico, vale aclarar que no así en la Iglesia de
Cracovia32. «Para Wojtyla los judíos no son ante todo otra religión, sino sus compañeros,
sus amigos y luego los perseguidos»33.

Sobre esta dura experiencia de ver a su país durante la ocupación nazi, habla
Wojtyla en Don y Misterio:

Cada día hubiera podido ser detenido en casa, en la cantera, o en la fábrica y ser
llevado a un campo de concentración. A veces me preguntaba, si tantos coetáneos
pierden la vida. ¿Por qué yo no? Hoy sé que no fue una casualidad. En el contexto
del gran mal de la guerra, en mi vida personal todo llevaba hacia el bien que era la
vocación. No puedo olvidar el bien recibido en aquel difícil periodo de las personas
que el señor ponía en mi camino, tanto de mi familia como conocidos y
compañeros34.
Los horrores de la guerra y de los campos de concentración, así como la
experiencia de trabajar, le ayudaron a conocer el cansancio físico, el hambre y el fervor
religioso de los trabajadores y los pobres. «Por el trabajo manual sabía lo que significa el
cansancio físico. Encontraba cada día gente que realizaba duros trabajos»35.

En 1941 muere su padre de un ataque al corazón, lo cual traspasa el corazón de


Wojtyla profundamente36, a partir de entonces encuentra apoyo en la gente con la que
compartía la amistad. «La familia Kydrynski me colmo de cuidados y de afecto cuando
el 18 de febrero de 1941 perdí a mi padre. Recuerdo perfectamente aquel día: al volver

31
SIERVAS DE LOS CORAZONES TRASPASADOS DE JESÚS Y MARÍA. “Biografía de san Juan Pablo II”, Edición
Digital.
32
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 40-46.
33
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 45.
34
WOJTYLA, K., Don y Misterio, 40.
35
WOJTYLA, K., Don y Misterio, 27.
36
Cf. MARTÍNEZ, J., Juan Pablo II al servicio de la humanidad, 11.

11
del trabajo encontré a mi padre muerto»37, cuenta Wojtyla en su autobiografía Don y
Misterio.

Wojtyla había quedado solo, esto unido al panorama de su nación, hace que
experimente la devastación interior de su existencia38, fueron sus amigos su nueva familia,
motivo por el cual considera a la amistad como algo tan importante que requiere
dedicación ya que es vital y cotidiano39. Encuentra consuelo además en la vida de oración,
y participa en Unia, un movimiento de resistencia cultural, que tiene un carácter no
violento, en el seno de este movimiento se organiza la compañía de teatro Rhapsodie40, el
cual fue creado por sus fundadores como resistencia y defensa de la cultura polaca ante el
invasor nazi41.

Conoce a Jan Tyranowski, un sastre modesto, quien le da a conocer las obras de


San Juan de la Cruz, cuya lectura le abre el camino y se decide por la carrera religiosa
asistiendo a unos cursos del seminario clandestino, dirigido por el Cardenal Sapieha42.

Fue así como el joven Wojtyla decide ser sacerdote, en medio del mal y las
barbaries de la guerra que le hacían ver con más claridad el sentido del sacerdocio y su
misión el mundo43. «En el otoño de 1942 tomé la decisión definitiva de entrar en el
seminario de Cracovia […] comencé los estudios en la Facultad teológica de la
Universidad Jaghellonica, también clandestina, mientras continuaba trabajando como
obrero en la Solvay»44.

Andrea Riccardi se refiere a él con estas palabras: «Karol, ese hombre con zuecos,
el huérfano, ha sido formado por el crisol de la guerra, en la convicción de que la Iglesia
es el espacio de la libertad para el hombre y de que la experiencia espiritual es algo que
no se puede suprimir»45.

37
WOJTYLA, K., Don y Misterio, 43.
38
Cf. MARTÍNEZ, J. M., Juan Pablo II al Servicio de la Humanidad, Colombia, Andes 1986, 15.
39
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 46.
40
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 19.
41
Cf. ACCATTOLI, L., Karol Wojtyla el Hombre más Famoso del Mundo, Bogotá, San Pablo 2000, 22.
42
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 20.
43
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 46.
44
WOJTYLA, K., Don y Misterio, 19.
45
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 68.

12
Una vez que es liberado el país, Karol Wojtyla continua con su objetivo y en la
Universidad Jagellon se matricula en teología, e inicia su investigación sobre San Juan de
la cruz46.

Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946, por manos del
Cardenal Sapieha, quien durante la postguerra era una autoridad en Polonia y era
considerado un héroe de resistencia moral frente a los que ocuparon a Polonia47. Sapieha
Envió a Wojtyla a Roma para que continuara su formación en Angelicum, universidad
que es dirigida por los dominicos, allí prepara su tesis doctoral sobre La doctrina de la fe
en San Juan de la Cruz, tesis que presenta en 194848.

En este mismo año regresa a Polonia y comienza una importante labor pastoral en
general, pero de manera especial con los jóvenes. A partir de 1949 inicia a escribir sus
experiencias pastorales y artículos de fondo sobre moral y filosofía laborando de manera
frecuente en el seminario de Cracovia49

Haciendo referencia a esto, dice Juan Manuel Burgos de Wojtyla que, «Después
de la ordenación logró compatibilizar sus estudios de filosofía y teología, y sus
publicaciones, con sus obligaciones pastorales, que pronto fueron muy importantes»50.

En 1953 Wojtyla es invitado por la Universidad Católica de Lublin a impartir


conferencias y al año siguiente se le propone dar clases de moral, en 1956 es ya director
del instituto de moral, todo esto lo hace con agrado51. Llega así a ser profesor de ética en
la facultad teológica de Cracovia.

En julio de 1958 es nombrado obispo titular de Ombi y obispo auxiliar de


Cracovia, siguiendo la tradición eligió la divisa Totus tuus52. Debe afrontar serios
planteamientos siendo Obispo, «con solo treinta y ocho años, tuvo que enfrentarse

46
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 21.
47
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 71.
48
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 22.
49
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 22.
50
BURGOS, J. M., Introducción al Personalismo, Madrid, Palabra, 2012, 140
51
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 22-23.
52
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 23.

13
duramente con el marxismo a nivel pastoral e intelectual53».

En el año 1964 es nombrado arzobispo de Cracovia y en 1967 el papa Paulo VI le


da la púrpura cardenalicia. Este rápido escalamiento en orden a la jerarquía es debido a su
biografía y a su gran aptitud para las labores y su capacidad de animación54.

La verdad es que el hecho de leer su biografía crea la imagen de la gran persona


que encierra Wojtyla. «Persona accesible, se convierte en un verdadero ejemplo: sus
largas e intensas meditaciones solitarias no impiden sus relaciones con los otros, en
cualquier lugar en donde se encuentre y haga lo que haga»55.

Al haber sido nombrado obispo de Cracovia en 1964 logra participar en la tercera


sección del Concilio Vaticano II, intervino ocho veces en las cuestiones conciliares, sobre
todo en aquellos que se refieren a la libertad religiosa, en los cuales solicita para la Iglesia
el derecho de llevar sin impedimentos su misión de testimonio del mensaje cristiano56.

«Durante el Concilio Vaticano II apoyó especialmente la declaración Dignitatis


Humanae y participo en la redacción final de la constitución Gaudium et Spes»57.

Sucedió al papa Juan Pablo I siendo elegido el 16 de octubre de 1978. Toma el


nombre de Juan pablo II y su pontificado es caracterizado por una estrecha sucesión de
sínodos y por numerosos viajes pastorales a todos los continentes, se reunió bastante con
representantes de otras denominaciones religiosas cristianas y no cristianas tratando de
impulsar el ecumenismo teniendo claro no abandonar los fundamentos del catolicismo58.

Nos cuenta Andrea Riccardi que habiendo sido elegido Papa, se midió con la crisis
del catolicismo, con un Occidente secularizado y con un marxismo con distintos
semblantes59. En 13 de mayo de 1981 sufrió un atentado directo contra su vida, siendo

53
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 140.
54
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 23.
55
HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 23.
56
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 24.
57
DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO, “Juan Pablo II”, Compilado por Herder,
Barcelona: Herder, 2003, 344.
58
Cf. DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO, “Juan Pablo II”, 345.
59
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 5.

14
herido en el abdomen60.

Vale resaltar que se hizo muy conocido por su gran lucidez y por sus numerosos
escritos y encíclicas:

Redemptor hominis (1979), Dives in misericordia (1980), Laborem exercens


(1981), Slavorum Apostoli (1985), Redemptoris mater (1987), Sollicitudo rei
socialis (1987), Redemptoris misio (1990), Centessimus annus (1991), Veritatis
splendor (1993), Evangelium vitae (1995), Ut unum sint (1995), Fides et ratio
(1998). A ellas se añaden numerosas cartas apostólicas y alocuciones61.

Este gran hombre del siglo XX muere el día 2 de abril del 2005, víspera del
domingo de la Divina Misericordia. Fue beatificado por el Papa Emérito Benedicto XVI
el 1 de mayo de 2011, Domingo de la Divina Misericordia. Finalmente fue canonizado
por el Papa Francisco el 27 de abril de 2014, Domingo de la Divina Misericordia62.

2. Motivación del Trabajo por Parte del Autor

Manifiesta Wojtyla en el prefacio de su obra Persona y Acción para la edición


anglo-americana, que ésta ha nacido como fruto de sus obras anteriores, de manera
especial de su análisis sobre Max Scheler y sobre el concepto meteriale Wertethik o valor
agregado material, que tenía como fin poner en discusión la ética apriorística del puro
deber que había dominado el siglo XIX, y presentaba una vuelta sobre lo que hay de
objetivo en la ética basándose en el problema del ser humano en cuanto persona63.

«Esta presentación del problema, completamente nueva en relación a la filosofía


tradicional, me ha incitado a realizar un intento de reinterpretación de ciertas
formulaciones características de toda aquella filosofía»64. Wojtyla pone de manifiesto que
como estudioso en sus inicios de formación filosófica sobre Santo Tomas, se planteó la
cuestión de « ¿Cuál es la relación entre la acción, tal como viene interpretada por la ética

60
Cf. HIDALGO, M., Juan Pablo II: la historia del papado, 39-40.
61
DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO, “Juan Pablo II”, 345.
62
Cf. GUERRA, J., “Karol Józef Wojtyla: Su vida antes de ser Juan Pablo II”, Edición Digital:
https://elcomercio.pe/blog/huellasdigitales/2015/03/karol-jozef-wojtyla-su-vida-antes-de-ser-juan-pablo-ii
[13-4-2018].
63
WOJTYLA, K., Persona y Acción, Madrid, BAC, 1982, XI-XII.
64
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XI.

15
tradicional, es decir, como actus humanus, y la acción como experiencia?»65, él dice que
cuestiones como esa le han conducido gradualmente a una sintética formulación en la
forma del estudio Persona y Acción.

El mismo Wojtyla en el prefacio de la edición anglo-americana se declara deudor


de los sistemas de la metafísica, de la antropología y la ética aristotélico-tomista, por una
parte, y, por otra de la fenomenología, sobre todo de la interpretación de Scheler y, a través
de la crítica de Scheler, también de Kant. Al mismo tiempo ha emprendido una búsqueda
individual para llegar a esta realidad que es el hombre-persona, visto a través de sus
acciones66.

El autor se propone con este trabajo lograr el descubrimiento de la persona a través


de sus acciones, que es el ser humano visto en cuanto sujeto67. Y en ello se encuentra la
dimensión de la libertad, rasgo especifico de la persona humana.

Una de las características sobresalientes de la acción, que marca un rasgo


específico de la persona humana, es la libertad, que se identifica con la
autodeterminación de la persona en el obrar. La índole libre del actuar del hombre
manifiesta un aspecto exclusivo de la persona, que Wojtyla aprovecha en su obra
Persona y Acción como veta privilegiada para indagar el ser de la persona humana:
la persona se define, en cierto modo, a través de la libertad. De este modo, Wojtyla
logra perfilar una imagen intelectual de la persona humana, tema central de su
Antropología68.

La motivación que tuvo Wojtyla para presentar la obra, Persona y Acción, la


describe también Anna Teresa Tymieniecka, una filosofa polaco-americana y amiga de
Wojtyla69, quien es además, la encargada de revisar y publicar la obra, de esto da
testimonio en la introducción editorial a la edición anglo-americana contenida en la
Biblioteca de Autores Cristianos.

El objetivo al que se dirige esta compleja investigación es poner en claro la


naturaleza del ser específicamente humano en la medida en que es capaz de una

65
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XII.
66
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, XII.
67
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, XII.
68
BENEYTEZ, G. B., “La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla”, Edición digital:
http://hdl.handle.net/10171/9490. Pdf [08-08-2018], 89.
69
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 139.

16
acción personal, es decir, de una interacción con otra persona, que establece un
mundo de vida, comunitario y social, dentro del cual pueden realizarse plenamente
las posibilidades de la existencia humana70.

Tymieniecka manifiesta que el autor prescinde de las referencias históricas, de las


polémicas y de las convenciones conceptuales, definiendo que es fiel al estado mismo de
las cosas, en fin, que el estudio realizado es fruto de la intuición directa de Wojtyla.

Está claro, a partir del testimonio de Tymieniecka, que Wojtyla mantuvo


apasionada fidelidad al estado de las cosas mismas, lo que hace de su investigación
personal redactada en Persona y Acción entrar de lleno en el campo de la fenomenología.
«El autor busca la inspiración de la intuición fenomenológica, por ello la imagen del
agente humano y de la acción humana que aparece en este estudio conjuga la descripción
y la explicación, surgidas tanto del razonamiento como de la intuición directa»71.

«Las cuestiones relacionadas con la libertad y la responsabilidad, el fundamento


del juicio moral, la relación entre valores y comportamiento, han interesado al autor desde
el inicio de su reflexión filosófica»72. Aquí describe Tymieniecka como por aquellos años
en que el cientificismo y el empirismo precedentes del siglo anterior se difundían en todas
las áreas del pensamiento y cuando, especialmente en Polonia, el positivismo, tal como lo
concebía la famosa escuela polaca de lógica, reducía lo humano a lo empírico73. Pues bien,
esto es parte del contexto en el que el autor comienza a gestar su pensamiento y a
interesarse por los temas que anteriormente mencionaba Tymieniecka.

3. Pensamiento filosófico de Wojtyla

En su autobiografía Don y Misterio Wojtyla cometa: «Más tarde, por decisión de mi


Obispo, tuve que ocuparme de la ciencia como profesor de ética en la Facultad teológica
de Cracovia y en la Universidad Católica de Lublin»74. Recorrido intelectual en su vida
que ya antes fue mencionado.

70
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XIV.
71
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XV.
72
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XV.
73
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, XV.
74
WOJTYLA, K., Don y Misterio, 90.

17
Pues bien, Wojtyla por invitación del padre Rozycki, termina inclinándose por la
filosofía de Max Scheler iniciando por verificar si el planteamiento fenomenológico de
ese autor podía ayudar como cimiento de la ética cristiana, pero la tesis define que no es
posible fundamentarla desde el pensamiento de este filósofo. Pero con el estudio realizado,
el pensamiento de Wojtyla cambia de dirección como hace caer en cuenta Riccardi ya que
descubre cómo el objetivismo que aprendió en la escuela tomista de Angelicum, se
amortigua en el sentido de la subjetividad humana, que fue madurado en su sensibilidad
poética y en su cercanía pastoral y amistosa con la gente75.

Esta experiencia de la pastoral es fundamental para lograr comprender el pensamiento


de Wojtyla, es a la vez el lugar donde inicia su filosofía y el lugar hacia donde llega, ya
que busca una verdad que integre realmente al hombre, por eso parte de la experiencia
misma y busca llegar al hombre76.

A continuación se verá en la obra de Juan Manuel Burgos Introducción al


personalismo cómo fue el proceso de formación y evolución del pensamiento de Wojtyla
ya que hubo un cambio en su modo de filosofar.

Refiere Burgos que el camino filosófico de Wojtyla tiene sus inicios con el tomismo
debido a que esa era la filosofía que se enseñaba en los seminarios, aunque el paso de la
filología a la metafísica no le fue fácil, pero sí muy enriquecedor. El camino netamente
tomista llega a su cumbre cuando en 1948 defendió la Tesis Doctoral en Teología sobre
la fe en S. Juan de la Cruz. A su regreso a Polonia, sin embargo, un acontecimiento iba a
modificar decisivamente esa orientación, ya que realiza su Tesis Filosófica sobre Max
Scheler en 1954, con la cual en su precedente formación aristotélico-tomista se adaptaba
así el método fenomenológico, lo que dio como resultado, de manera especial dice
Wojtyla, el libro Persona y Acción, es así como se introduce su pensamiento en la corriente
contemporánea del personalismo filosófico77.

Con los resultados que obtuvo Wojtyla sobre el estudio de Max Scheler en 1954,

75
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 97.
76
Cf. BURGOS, A., (ed.), en la introducción de WOJTYLA, K., El don del amor, Escritos Sobre la Familia,
Madrid, Palabra, 20095, 8.
77
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 141-143.

18
intuyó con claridad que la filosofía que pudiese elaborar en el futuro debía de contar
necesariamente con elementos de la fenomenología, método utilizado por Scheler, para
hacer consistir la filosofía en una renovación de la perspectiva clásica desde la
fenomenología78.

Wojtyla se inicia por la ética, ya que en Lublin fue la materia primordial que dictaba,
por cierto era un tema que siempre le impactaba de modo personal. Junto a algunos
colaboradores formó un grupo de investigación con el que se propuso el objetivo
fundamental de trabajar en la refundación de las bases de la ética clásica mediante la
perspectiva fenomenológica, lo que da como resultado la conclusión de que el punto de
vista de santo Tomás de Aquino sobre su concepción de la persona resulta ser objetivista,
en él no hay lugar para el análisis de la conciencia y la autoconciencia cuando estas son
síntomas verdaderamente característicos de la persona como sujeto. Cabe resaltar que el
análisis de la conciencia y de la autoconciencia es materia de la que se ocupan la filosofía
y la psicología modernas79.

En el pensamiento de Wojtyla se ve un personalismo atento a la estructura ontológica


de la persona, ya que el valor de la persona reenvía a la comunidad y a la práctica de la
solidaridad que crea y transforma la sociedad80. «El personalismo de Wojtyla no es solo
una posición filosófica, sino la praxis cotidiana de un Obispo que atento a las personas
individuales, consciente de que siempre hay que aprender algo del otro»81. Su
personalismo funda así una perspectiva de la naturaleza social y comunitaria del proceder
humano.

Las categorías primordiales de su pensamiento, en el que Wojtyla centra su reflexión


son referidas al amor, la libertad, el cuerpo y la razón82.

Es muy crítico del individualismo, especialmente del occidental, y de la soledad que


considera como el peor de los males, de modo especial la que es creada a partir de los

78
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 143.
79
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 144.
80
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 137.
81
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 137.
82
Cf. LÓPEZ, A., “Karol Wojtyla y su visión personalista del hombre”, Edición Digital:
http://www.scielo.org.co/pdf/cteo/v39n91/v39n91a07.Pdf [08-08-2018].

19
sistemas totalitarios que reducen al hombre y a la mujer a individuos aislados83.

Wojtyla busca una verdad integral para el hombre y es necesario que se tenga en
cuenta el recorrido que hace en su formación como pastor. Se dice entonces que «si
Wojtyla es filósofo para ser mejor teólogo, es teólogo para ser mejor sacerdote»84.

Se ve desde esta posición cómo Wojtyla deja de manifiesto que la experiencia y la


totalidad de lo que es la persona humana no puede ser agotado en el ámbito de lo
filosófico, ya que la naturaleza humana es tan abierta que no se logra autocompletar por
su cuenta y resalta que el hombre es un misterio al cual no se accede completamente por
la racionalidad85.

Aparte de toda su obra literaria, que es parte de su ministerio86, hay que mencionar
las obras filosóficas centrales de Wojtyla como lo es Amor y Responsabilidad, publicada
en 1960, y su obra maestra, Persona y Acción, publicada en 196987, en la cual centraremos
nuestra atención para conocer su pensamiento sobre la libertad ya que es el resultado de
sus reflexiones antropológicas88.

4. Presentación de la obra Persona y Acción

Para la presentación de la obra, revisaremos el punto de vista de algunos autores que


escriben sobre Wojtyla y su pensamiento filosófico, más concretamente sobre lo que
presenta en la obra Persona y Acción.

4.1 Persona y Acción según Tymieniecka

El libro Persona y Acción es la obra filosófica central de Wojtyla sobre la cual,


dice Tymieniecka, que es un estudio estrictamente antropológico, como él lo ha
manifestado. Se sirve de una hermenéutica ontológica con la cual examina los dinamismos
fundamentales integrados por la persona en acción.

83
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 136.
84
BURGOS, A., (ed.), en la introducción de WOJTYLA, K., El don del amor, 8.
85
Cf. BURGOS, A., (ed.), en la introducción de WOJTYLA, K., El don del amor, 8.
86
Cf. BURGOS, A., (ed.), en la introducción de WOJTYLA, K., El don del amor, 8.
87
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 137.
88
Cf. WOJTYLA, K., Lecciones de Lublin (I), Madrid, Palabra, 2014, 14.

20
El mismo Wojtyla dice que la persona «lejos de ser mero resultado por las
circunstancias, condicionado y dominado por su medio social, el agente humano, gracias
a la autoposesión y al autogobierno, es plenamente capaz de conformar una vida social
digna de ser vivida»89.

Al insistir en la condición comunitaria del hombre y al mismo tiempo en la


irreductible transcendencia de la persona humana respecto al curso de la vida social, el
libro se opone a las tendencias disgregadoras y reduccionistas que tanto peso tiene en la
filosofía y cultura contemporáneas.

Pero Tymieniecka resalta además lo siguiente: «resulta evidente que este estudio,
a pesar de su carácter antropológico, tiene también una significación para la ética y, en
especial para la clarificación del origen y fundamento del juicio moral90». La
fenomenología a pesar de la gran investigación que ha realizado sobre el sujeto humano,
no ha constituido un fundamento nuevo y válido. Tymieniecka considera que Kant estaba
en lo cierto cuando consideraba el juicio moral como un nudo que vincula las instancias
fundamentales de la epistemología, de la ontología, de la cosmología, de la metafísica91.

El estudio que realiza Persona y Acción, profundiza todavía más en esta dirección.
Desenmarañando la red de las tendencias y aspiraciones constitutivas del hombre,
descubre cuál es su situación en el mundo, el significado de la libertad y de la
realización humana. No hay duda posible: Persona y Acción muestra como el
hombre se realiza a si mismo mediante el juicio moral y la acción
correspondiente92.
Manifiesta Tymieniecka en la introducción editorial a la edición anglo-americana
que este volumen que presentan, «constituye la publicación por primera vez, de un nuevo
avance dentro de la investigación, que bajo el enunciado de “fenomenología del hombre
y de la condición humana” ha promovido el World Institute for Advanced
phenomenoligical Research and Learning93». El tema de todas estas investigaciones es la
acción.

89
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XVI.
90
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XVI.
91
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, XV.
92
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XVII.
93
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XIII.

21
Para esta investigación se han dejado de lado los puntos de vista transcendental y
eidético y se ha dado centralidad al ser humano en cuanto individuo y en cuanto
persona, de forma directa y global, con la intención de llegar a conocer las
diferentes implicaciones y conexiones que se producen en su funcionamiento.
Estas implicaciones y conexiones se han revelado de manera precisa en la
expresión existencial del individuo en cuanto agente, es decir, en cuanto que se
manifiesta en la acción94.

En el libro Persona y Acción, el cardenal Wojtyla habla directamente del ser


humano en cuanto persona en acción. Trata de abrirse paso por entre los innumerables
vasos capilares en que se apoya la existencia de una persona, para llegar a las arterias
principales95.

4.2 Persona y Acción según Burgos

Burgos también tiene un aporte importante en la presentación de esta obra, él


señala que Persona y Acción es un escrito rico que puede ser interpretado desde dos puntos
de vista96:

El primero es una deriva natural de sus investigaciones éticas que le fueron


conduciendo poco a una convicción profunda:
La ética necesitaba disponer de un poderoso sustrato antropológico porque no era
posible elaborar una concepción potente de la moral, sin tener, simultáneamente,
una concepción antropológica igualmente potente de la persona. Y esto significaba
que el repensamiento de la ética que Wojtyła había comenzado sólo podía llevarse
a cabo de manera radical a través de un repensamiento análogo de la antropología.
De otro modo el proyecto quedaría inconcluso97.

El segundo planteamiento procede de otra convicción igualmente arraigada: la


necesidad de integrar la filosofía del ser y de la conciencia o, de modo más concreto, de
unificar tomismo y fenomenología porque sólo de la fusión de ambas podía surgir la
filosofía del futuro. Y ¿qué mejor oportunidad para afrontar ese proyecto que la búsqueda
de una nueva fundamentación antropológica? 98.

94
WOJTYLA, K., Persona y Acción, XIII-XIV.
95
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, XIV.
96
Cf. BURGOS, J. M., Introducción al personalismo, 148.
97
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 148-149.
98
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 149.

22
Es así como Persona y Acción responden a un doble objetivo: «solventar una
necesidad de sus investigaciones éticas y fundir tomismo y fenomenología en una
formulación antropológica de cuño personalista»99.

A continuación Burgos describe algunas de las ideas fundamentales que


caracterizan esta obra original y titánica.

«Contrariamente al procedimiento clásico, Wojtyla llega a la persona a través de


la acción, la acción es la que revela a la persona, y no al revés»100. Esto es un planteamiento
nuevo con relación a la filosofía tradicional, refiriéndose a la pre-cartesiana y a la herencia
de Aristóteles y, en la tradición del pensamiento católico, la de S. Tomás de Aquino.
Wojtyla dice que esto lo ha impulsado a emprender un intento de reinterpretación de
algunas formulaciones características de toda aquella filosofía101.

El acceso a la persona a través de la acción, por ejemplo, rompe de partida con la


estaticidad tendencial del tomismo que, primero, considera a la persona y, después,
como algo importante pero secundario considera la acción. En Wojtyla, por el
contrario, el autodinamismo del sujeto está presente desde el inicio102.
La segunda idea es que Wojtyla usa su concepto de experiencia como instrumento
metodológico para acercar, integrar y superar las posiciones enfrentadas del objetivismo
(verdad sin sujeto) y de la filosofía de la conciencia (sujeto sin verdad)103.

La experiencia del hombre, con la característica separación, solo propia de él, del
aspecto interior del exterior, parece estar en la raíz de la potente escisión de las dos
principales corrientes del pensamiento filosófico, de la corriente objetiva y de la
subjetiva, de la filosofía del ser y de la conciencia. Y justamente por eso debe nacer
la convicción de que cualquier absolutización de uno de los dos aspectos de la
experiencia del hombre debe ceder el puesto a la exigencia de su recíproca
relativización104.
La tercera idea que resalta Burgos corresponde a «La perspectiva de integralidad
que inspira Persona y Acción va a imponer una transición del actus humanus tomista al

99
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 149.
100
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 149.
101
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 149.
102
BURGOS, J. M., “Karol Wojtyła”, Edición Digital:
http://www.philosophica.info/voces/wojtyla/Wojtyla.html. [17-4-2018].

103
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 150.
104
BURGOS, J., “Karol Wojtyła” Edición Digital.

23
acto de la persona, único modo de integrar en la acción todas la dimensiones
antropológicas del sujeto, incluida la subjetividad»105.

Como cuarta resalta a la conciencia haciendo claridad en el proceso que le conlleva


a la integración. «La conciencia se extiende del mero conocimiento de las propias acciones
(posición clásica) a la vivencia de tales acciones (modernidad)»106. «Se entiende como
“un aspecto esencial y constitutivo de toda la estructura dinámica de la persona”. Una
muestra más de su proyecto de integración entre clasicismo y modernidad»107.

Otra de las grandiosas aportaciones de esta obra es la integración sistemática de la


subjetividad108.

Wojtyla intenta formalizar intelectualmente su vivida percepción de la interioridad


del sujeto, una cuestión que se retrotrae a su primer encuentro con la filosofía en
el que se enfrentaron su sensibilidad poético-literaria y el formalismo tomista.
Aquí, la conciencia como autovivencia genera la vía para la elaboración temática
de la subjetividad, y esta, a su vez, despeja el camino para la consideración del yo
como centro unificador del sujeto. Todo ello, por supuesto, sin renunciar a la
plataforma óntico-realista que proporciona el tomismo109.
La sexta idea es que la libertad no es sólo elección, sino autodeterminación de la
persona a través de sus elecciones, lo cual resulta antropológicamente posible por la
estructura de autodominio y autoposesión rasgos de la persona110. «El tema se encuentra
ampliamente desarrollado en los caps. III y IV de Persona y acto, titulados
respectivamente, “Estructura personal de la autodeterminación” y “Autodeterminación y
realización”»111.

La séptima idea resaltada por Burgos va referida al modo como realza Wojtyla al
cuerpo, la psique y los sentimientos. Son otros de los muchos temas, propios por cierto,
de la tradición personalista que incorpora Wojtyla a la reflexión clásica. Se tiene que el
hombre es un ser corporal, lo que significa que la estructura de la persona está mediada
por el cuerpo o que el cuerpo es una dimensión personal; la tematización de la psique, por

105
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 150.
106
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 150.
107
BURGOS, J., “Karol Wojtyła” Edición Digital.
108
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 151.
109
BURGOS, J., “Karol Wojtyła” Edición Digital.
110
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 151.
111
BURGOS, J., “Karol Wojtyła” Edición Digital.

24
su parte, favorece la consideración activa de la corporalidad y elimina el riesgo de un
dualismo fáctico, el de alma-cuerpo, al concentrar una dimensión intermedia que modula
a ambas. En cuanto a la afectividad siguiendo la línea de von Hildebrand y Scheler, es
asumida desde una perspectiva altamente positiva. Tenemos entonces que no se trata
simplemente de un mecanismo antropológico irredento que deban controlar las facultades
superiores (inteligencia, voluntad) sino del modo en que el sujeto se vive a sí mismo112.

Las claves del análisis de Persona y Acción, son la dinámica de la acción como
expresión de la libertad de la persona, es así como el centro de esta gran obra filosófica
queda definido por medio de la autoconciencia y la otra serie de elementos reflexivos
propios de la libertad, a saber: autodeterminación, autoteleologismo,
autoespecificacion113, manifiesta Burgos que «es un modo de ver las dimensiones de los
dos polos del conocimiento: el sujeto y el objeto»114.

4.3 Persona y Acción según Riccardi

Sobre Persona y Acción también expone Riccardi, manifestando que Wojtyla se


concentra en el análisis de la experiencia, esto es lo que hace que sea entendible la acción
humana115. «La acción vendrá a ser en sumo grado reveladora de la persona humana.
Persona y Acción será el estudio del acto que revela a la persona; estudio de la persona
que revela el acto»116.

Wojtyla de inicio cuenta solo con la experiencia, así con la intuición, esto es la
experiencia del mundo con la experiencia de sí mismo en contacto cognoscente con el
mundo117. «El realismo de la experiencia hace conocer al mundo y ayuda al sujeto a
conocerse a sí mismo»118.

Así continua Riccardi manifestando que en esta obra Wojtyla habla del totalismo
como un sistema que subordina al individuo y su bien a la comunidad, ya que Wojtyla es

112
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 151.
113
Cf. BURGOS, J.M, La Filosofía Personalista de Karol Wojtyla, Madrid, Palabra, 2011, 75.
114
BURGOS, J., La filosofía personalista de Karol Wojtyla, 75.
115
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 138.
116
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 138.
117
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 138.
118
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 138

25
un defensor del bien del individuo pero es crítico contra el individualismo, por eso va a
proponer en Persona y Acción el valor de la solidaridad119. «El hombre solidario cumple
aquello que le compete no solo porque es miembro de la comunidad sino también por el
bien del conjunto, es decir, por el bien común»120.

4.4 Persona y Acción según Buttiglione

Este estudioso del pensamiento filosófico de Wojtyla de un resumen de Persona y


Acción en cuatro pates. «La primera se trata de la conciencia y de la causalidad eficiente
de la persona»121, donde se analiza la reflexión de la conciencia y la experiencia
fundamental de ser causa delas propias acciones, esto lleva a que se admita a la persona
no como sujeto en la acción ni mero ente pasivo.

«La segunda parte se profundiza la trascendencia de la persona en la acción»122,


donde especifica que la persona se determina, es la causa eficiente de un acto, decide de
acuerdo a la verdad que conoce en relación a la bondad, y es así como la persona se
autorealiza como tal.

«La tercera parte trata de la integración de la persona en la acción»123, se trata de


orientar su realidad natural somática y psíquica integrándolos en la acción, la cual vendría
a expresar la unidad de la persona.

«La cuarta ate está dedicada a la participación»124, esta entendida como al actuar
junto con otros. La participación, la trascendencia y la integración son dimensiones
esenciales de la persona.

119
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 138.
120
RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 138
121
ACCATTOLI, L., Karol Wojtyla el hombre más famoso del mundo, 30.
122
ACCATTOLI, L., Karol Wojtyla el hombre más famoso del mundo, 30.
123
ACCATTOLI, L., Karol Wojtyla el hombre más famoso del mundo, 30.
124
ACCATTOLI, L., Karol Wojtyla el hombre más famoso del mundo, 31.

26
5. Importancia del tema de la libertad

5.1 Por la situación social de la época

«En el ejercicio de la libertad y búsqueda de la felicidad, en el contexto de la post-


guerra en adelante, el hombre, hijo de su generación repele cualquier norma moral
tradicional tal como habían sido formuladas desde Kant en términos de lo permitido y lo
prohibido»125.

Es bien sabido que la filosofía tradicional no podía responder a unas inquietudes126,


se sabe que el personalismo nació a mediados del siglo XX en Europa proponiendo un
concepto de persona digna y solidaria frente al colectivismo y al liberalismo127. Pues
dentro de esta corriente filosófica se inscribe el pensamiento de Wojtyla, el autor de
Persona y Acción, obra que será la base para la presente síntesis sobre el tema de la
libertad. Y qué mejor que estudiarlo a partir del pensamiento de un hombre que ha
experimentado la guerra y ha vivido en el contexto de modernización. Es un hombre que
le preocupaba la necesidad de encontrar una fundamentación para la ética, y así lograr dar
respuesta a los problemas planteados por la modernidad y la filosofía de la consciencia.

5.2 Necesidad de esclarecer que la libertad tiene fundamento en la


antropología

Se hace necesario esclarecer dentro de este trabajo la corriente personalista en


relación a la libertad y contextualizar su inicio. Nos dice Juan Manuel Burgos sobre el
personalismo en su obra Introducción al Personalismo que:
Esta corriente de pensamiento nace en un contexto que tiene como auge el
individualismo y el colectivismo, la prepotencia de un materialismo cientificista
que negaba el valor de la verdad cualquier afirmación no experimental, una fuerte
crisis de valores, una creciente descristianización, la crisis económica e ideológica,
la inestabilidad política, la necesidad del mundo católico de enfrentar críticamente
la modernidad, nuevos temas como la mujer, las relaciones interpersonales, la
comunidad, entre otras128.

125
LÓPEZ, A., “Karol Wojtyla y su visión personalista del hombre”, Edición Digital.
126
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 138.
127
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 7.
128
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 7.

27
Fue a partir de la crisis social, intelectual y moral como surge llamado despertar
personalista, donde se recurriría a este concepto para construir desde allí un nuevo
proyecto filosófico, una nueva antropología129, en ese momento, como lo dice Mounier,
«por todas partes, el hombre estaba amenazado en su libertad profunda de expresión y de
acción130».

La constatación de la libertad humana es otra de las tesis clave del personalismo


(y del realismo) que es afirmada con contundencia frente a cualquier
determinismo, ya sea biológico, psicológico, histórico, etc. El hombre es un ser no
determinado, con capacidad de elección y de responder y no responder libremente
a los impulsos de su naturaleza. Es cierto que el ambiente externo, las posibilidades
reales de acción le limitan y le condicionan, pero la última palabra es siempre suya.
En este poder radical se atisba el carácter absoluto de la dignidad humana131.
Encontramos entonces que sea como sea, el hombre tiene la posibilidad de actuar
o de no actuar frente a lo que le presenta su entorno. Pero este planteamiento de libertad
no se sitúa solo en un nivel de acción, sino que va mucho más allá, tanto así que afecta la
estructura esencial de la persona, como lo pone de manifiesto Wojtyla al referirse a ella
como la capacidad de autodeterminarse132.

La libertad, como ha remarcado con fuerza Wojtyla, no solo es elección, ni siquiera


principalmente; es una autodeterminación que se basa en el dominio de la persona
sobre sí misma. Todo querer verdaderamente humano es precisamente tal
autodeterminación y presupone estructuralmente la autoposesión. Pues
únicamente se puede decidir sobre lo que se posee realmente y solo lo puede hacer
quien posee133. «El hombre puede decidir sobre sí mismo cuando se posee a sí
mismo»134.
Termina Burgos con esta noción de libertad que da el personalismo al pensamiento
filosófico reafirmando que, «ser libre consiste no tanto en elegir. Sino en la capacidad de
construirnos a nosotros mismos a través de las elecciones, en poder decidir no solo lo que
queremos ser, sino quienes queremos ser a través de cada uno de nuestros actos»135.

129
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 8.
130
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 11.
131
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 271.
132
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 271.
133
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 271.
134
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 168.
135
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 271-272.

28
En esto, el personalismo conecta con el existencialismo, con su visión constructiva
de la existencia humana pero partiendo de un concepto de naturaleza que limita el
alcance de la autodeterminación y fija el punto de partida: no el vacío sartreano,
sino la persona ya existente136.

Es pues así como podemos desde ya vislumbrar lo que para Wojtyla significa e
implica la libertad, al respecto escribe Juan Fernando Selles que «La libertad es el engarce
entre antropología y teología se lleva a cabo desde el eslabón de la libertad personal,
descrita antes como el factor específico mediante el cual se dinamiza la persona. En el
pensamiento de Wojtyla no es ésta expuesta como una libertad de, sino como una libertad
para»137.

Como se ha presentado anteriormente, Wojtyla en Persona y Acción cumple el


objetivo de fundir tomismo y fenomenología en una formulación antropológica de cuño
personalista, en la que siempre va a tener como primer plano el realismo de la experiencia,
por tanto de la verdad.

En esta sociedad relativista se hace necesario establecer la libertad desde una base
antropológica, para sentirla como propia, no sentirla únicamente que se puede ejercer en
los espacios que me brinda el exterior para yo poder ser, sino que partiendo de una base
intrínseca, nuestra sociedad podrá expresar mejor esa libertad en su autodeterminarse y
lograr enfrentar responsablemente las consecuencias de sus actos.

Comprendiendo esto se valoraría mejor a cada ser humano y se reforzaría mejor


su dignidad como persona, ya que la libertad la hace más noble. «Desde las opciones más
íntimas cada persona debe poder expresarse en un acto de determinación consiente,
inspirada por su propia conciencia, sin la libertad los actos humanos quedan vacíos de
contenido y desprovistos de valor»138. Wojtyla entiende una sociedad en la que se custodia
el valor de la libertad, de la persona y de la solidaridad, sociedad que viene identificada
con la Iglesia.

136
BURGOS, J., Introducción al personalismo, 271-272.
137
SELLES, J. F., “Persona, acción y libertad las claves de la antropología de Karol Wojtyla”, Edición Digital:
http://educacionyeducadores.unisabana.edu.co/index.php/eye/article/view/469/607. Pdf [17-4-2018].
138
GARCÍA, E., Las 100 Claves de Juan Pablo II, Madrid, El tercer nombre, 2005, 198.

29
Durante el segundo capítulo se expondrá detalladamente este concepto de libertad.
«Al ser la noción de persona el foco de atención de la obra mencionada, la exposición de
la libertad se desarrolla en función del estudio de esta noción y engarzada con otras
nociones que, en cierto modo, se derivan de la libertad y configuran la idea de persona
humana: transcendencia, integración, participación, etc.»139.

139
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 90.

30
CAPÍTULO II
LA LIBERTAD EN EL PENSAMIENTO DE WOJTYLA

1 El dinamismo del hombre

El hombre experimenta la libertad al actuar, desde el punto de vista objetivo.


Actuar es hacer-algo, el énfasis sobre la libertad se dirige hacia lo que se hace. Wojtyla
sostiene que la libertad es descubierta en la base de la eficacia de la persona en cuanto
sujeto140. Esta premisa de “en relación a la persona” o “con relación a la persona”, es muy
importante para el autor ya que esa es la razón de ser para el estudio que hace con relación
a la libertad y su correlativo denominado voluntad.

Inicia este estudio profundizando que, la acción, con relación al hombre, se da


básicamente de dos formas definidas, a saber: eficacia y lo que ocurre141. Es preciso, por
tanto, hacer la aclaración de lo que Wojtyla entiende en estos términos ya que a partir de
aquí se obtiene intelectualmente la base para profundizar en el tema de la libertad.

El primer término que es la eficacia, esta viene entendida a lo que respecta la


acción propiamente del hombre, es decir, en la que el hombre se experimenta como
actuante, «al actuar tengo la experiencia de mí mismo en cuanto agente responsable de
esta forma concreta de dinamización de mí mismo en cuanto sujeto»142, en otras palabras
es la manifestación de lo activo del hombre, se contiene en la frase «el hombre actúa»143,
y el requisito para que una acción sea proveniente la eficacia humana es que el hombre
sea plenamente consciente de ello.

El segundo término, lo que ocurre, hace referencia a lo que únicamente ocurre en


el hombre y que por ende es contrario a la eficacia, viene por tanto a manifestar la
pasividad, está contenida en la frase «algo ocurre en el hombre»144, a lo que Wojtyla va a

140
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 120.
141
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 80.
142
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 80.
143
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 80.
144
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 80.

31
designar con el término activación, que viene a ser más específicamente la dimensión
somato-biológica del hombre.

Finalmente Wojtyla sostiene que lo que únicamente ocurre en el hombre no tiene


una fuente dinámica que provenga propiamente de él; «le falta el elemento de la libertad
y de la experiencia de “podría, pero no es necesario”»145, ya que simplemente ocurre.

Como se ha mencionado al inicio, la base para hablar de libertad en el pensamiento


de Wojtyla es precisamente la eficacia y ella es denominada en Persona y Acción como
el dinamismo propio del hombre en cuanto que él es su autor.

«Al parecer entremezclada con la eficacia, la libertad y la eficacia determinan


conjuntamente no solo la actuación o las mismas acciones que son realizadas por el ego
personal, sino su bondad o su maldad moral, es decir, que el hombre se convierta en
moralmente bueno o malo en cuanto hombre»146. Wojtyla encuentra que la libertad se
manifiesta a través de las acciones moralmente buenas o malas del hombre, a partir de la
estructura del devenir del hombre que tiene su base para la moralidad en la eficacia y por
ello desempeña un papel decisivo en el actuar humano. Las acciones descienden del
ejercicio del momento de la libertad, la cual aparece perfectamente reflejada en la
experiencia del ser humano que se resume en la frase «podría pero no es necesario»147.
Nos damos cuenta que es más tomado no en el sentido de necesidad.

Esto viene también apoyado por la psicología que ha demostrado cómo los
elementos más significativos de la vida humana son la libertad y la verdad148.

Tenemos entonces que para Wojtyla la libertad viene identificada con la eficacia
en cuanto su momento decisivo. Por un lado constituye la estructura de “el hombre actúa”.
Y por otro lado la distingue estructuralmente de todo lo que únicamente ocurre en el
hombre149.

145
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 120.
146
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 119.
147
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 119.
148
Cf. WOJTYLA, K., Amor y Responsabilidad, Madrid, Razón y Fe, S. A, 1978, 56.
149
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 120.

32
2. La libertad y su relación con la voluntariedad humana.

Hay que resaltar que para el autor la manifestación y actualización de la eficacia


se da lugar a un correlativo en la potencialidad del hombre en cuanto sujeto, ese
correlativo es la misma voluntad. «Entre el “podría”, por una parte, y el “no es necesario”,
por la otra, se forma el “quiero” humano, que constituye el dinamismo propio de la
voluntad. La voluntad es lo que le permite al hombre querer»150, la voluntad, por tanto,
está siempre haciendo referencia al yo, es algo intrínseco que está en la estructura de la
persona.

Wojtyla en las lecciones de Lublín afirma que hay dos sentidos de entender la
voluntad, uno negativo y otro positivo: «la autonomía de la voluntad significa su libertad
en sentido positivo. En tanto negativamente la voluntad se caracteriza como
independencia de las influencias deterministas de las causas de la naturaleza»151, a
Wojtyla le interesa la primera, ya que hace referencia al yo, es la voluntad como
dependencia del yo152.

En la obra Amor y Responsabilidad menciona Wojtyla cómo sin la voluntad nada


tiene valor ni peso que corresponda a la esencia de la persona y cómo su valor personal se
encuentra estrechamente ligado a la libertad que es propiedad de la voluntad153.

El yo quiero viene identificado con la experiencia de la autodeterminación154, que


consiste en considerar que en el obrar conscientemente, el yo no solo es autor de sus
propios actos, sino que al mismo tiempo decide sobre sí, ya que la acción consiente liga
la propia acción al sujeto155. Es la autodeterminación la que va a revelar la libertad en
cuanto verdadero atributo de la persona, Wojtyla manifiesta que con su trabajo realizado
en Persona y Acción, está «considerando la libertad en cuanto realidad, la libertad que es
propiedad real del hombre y también atributo real de su voluntad»156, vale pues aquí hacer

150
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 120.
151
WOJTYLA, K., Lecciones de Lublin (I), 73.
152
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 109.
153
Cf. WOJTYLA, K., Amor y Responsabilidad, 58.
154
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 135.
155
Cf. MARÍN, J. L., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla: método, conciencia y subjetividad, tesis
doctoral”. Departamento de Filosofía. 296. Edición Digital:
https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/117598/TJLMM.pdf?sequence [17-10-2018], 308.
156
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 135.

33
la previa aclaración de que Wojtyla estudia la liberad en cuanto que es realidad de la
persona y no como ente en cuanto tal, sino como atributo de la persona específicamente
humana.

Describe que la estructura de la persona está caracterizada por el autogobierno y


la autoposesión, y es allí donde se apoya la autodeterminación, teniendo como base, para
esta, la dependencia del ego. Sobre esto dice Wojtyla que «la dependencia especial del
ego es la señal característica del dinamismo específico de la persona»157, dinamismo
especifico que, vale recordar, es su eficacia.

2.1 La dependencia en el ego para hablar de libertad

Para Wojtyla el ego está identificado con el sujeto personal, es este quien va a ser
sujeto y objeto a quien determinan los actos de la voluntad158, llega el autor a decir que
con la autodeterminación se llega a la objetivación del ego159, el cual es agente de las
acciones eficaces y experimenta lo que le ocurre160, es la experiencia interior de la
persona161.

Hace notar el autor que el realismo de la experiencia contradice al idealismo, que


puede estimar que la libertad esta resumida en la independencia de todos los factores
posibles; pero la realidad es que si no hay dependencia del ego en la dinamización del
sujeto, el resultado es la ausencia de la base real para la libertad162. Tal vez, al escuchar el
término libertad lo referenciemos con la total independencia, pues no, para el autor de
Persona y Acción hay una dependencia para la libertad y en la cual ella se sostiene.

Cuando no hay dependencia del ego hay ausencia de libertad, como en el caso de
los animales no racionales, pues aunque sean individuos, no cuentan con la libertad
debido a que no poseen conciencia de su ego, están por tanto dentro del esquema de la
dinamización de activación producto de la necesidad, en la cual la naturaleza dirige el

157
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 137.
158
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 140.
159
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 128.
160
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 97.
161
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 100.
162
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 138.

34
funcionamiento de un individuo163, por lo cual se puede afirmar que no sucede en ellos la
eficacia y por ende hay ausencia de libertad.

2.2 Supremacía de la persona sobre la voluntad

«La significación fundamental de la libertad del hombre, del ejercicio de su libre


voluntad, nos obliga a ver en la libertad, en primer lugar, esa autodependencia especial
que va unida a la autodeterminación. Decir que el hombre es libre, quiere decir que
depende principalmente de sí mismo en cuanto a la dinamización de su propio sujeto»164.
Estas líneas componen el significado fundamental de la libertad para Wojtyla y hacen ver
desde ya que la libertad no depende de lo exterior al hombre, sino de su ego y de su
elección como concretización de la voluntad, libertad que se manifiesta en su capacidad
para autodeterminarse, ya que por naturaleza la persona es dueña de sí misma, inalienable
e irremplazable, y en lo que realiza hay concurso de su voluntad y compromiso de su
libertad165.
Ahora volveremos a referirnos más específicamente al estudio que hace el autor
de Persona y Acción sobre la voluntad en cuanto a la capacidad de autodeterminación de
la persona.

Se descubre la estructura de la libertad en las voliciones, que son actos que


intencionadamente se dirigen hacia un valor que es su fin, que en otra forma de decirlo es
“yo quiero algo”, y se mantiene que, es el sujeto el que se dirige al objeto, se experimenta
una dirección libre de coacción o de necesidad, una volición se fija en un fin determinado,
es así como Wojtyla va a colocar como fundamental y primario la autodeterminación, ya
que es allí donde se manifiesta la voluntad166.

Hay que tener en cuenta que la voluntad está subordinada en relación con la
persona y no determina ni gobierna la persona, esto resulta importante, según dice
Wojtyla, para comprender el problema de la libertad, es así como introduce la frase de la

163
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 138.
164
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 140
165
Cf. WOJTYLA, K., Amor y Responsabilidad, 62.
166
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 141- 142.

35
libre voluntad con la cual hace relación al «podría pero no es necesario»167. «Como
consecuencia del poder exclusivo de la persona sobre la voluntad, la voluntad es la
capacidad de la persona para ser libre»168, «la libertad es una propiedad de la voluntad»169,
tenemos entonces que el hombre puede controlar su voluntad, tiene la capacidad de
autodeterminarse, la capacidad de elegir y decidir deliberadamente.

El autor reconoce que aunque la autodeterminación es adecuada y hasta natural a


la persona hay una tensión entre su voluntad y su potencialidad corporal, su emotividad
y sus impulsos170. «La experiencia nos dice que es en esta tensión, más que en la simple
y pura determinación, donde se encuentra el puesto del hombre»171, no desconoce el autor
el gran atractivo que la carga emotiva puede sugerirle a la voluntad172.

Wojtyla a medida que va profundizando en el tema de la libertad y de su


correlativo, va también especificando lo que es la persona y su complejidad, a la par, va
completando la imagen de la persona, pues «las voliciones se desarrollan a partir de la
estructura de la persona»173. Esto señala la importancia que el autor le da al tema de
libertad al hacerlo real para el hombre y demostrar que está dentro de él y desde luego la
grandeza e importancia de la persona.

La imagen de la persona aparece más completa al lado de la transcendencia en la


acción que a causa de la libertad, es decir, de la autodeterminación es privilegio de la
persona174. Es de recordar que Wojtyla explica cada uno de los elementos que compone
la persona en su manifestación a través de la acción, a saber: la experiencia, la conciencia,
la eficacia y la trascendencia, para finalmente integrarlas en el principio de
complementariedad175, que expone magníficamente en Persona y Acción.

167
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 142
168
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 142
169
WOJTYLA, K., Amor y Responsabilidad, 67
170
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 145.
171
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 145.
172
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 112.
173
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 146.
174
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 145.
175
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 226.

36
2.3 Determinismo176 e indeterminismo177 en Wojtyla

Así Wojtyla pasa a considerar un sentido más específico del término libertad, y se
trata de su estructura descubierta en las voliciones, en cuanto, actos intencionados
dirigidos hacia un valor que es su fin178. Es así como la frase “yo quiero” comprende
también “yo quiero algo”, hay que tener en cuenta que aquí hay independencia entre el
acto de voluntad, fundado en el ego, y el objeto al que se dirige de manera intencional la
volición, al dirigirse ya se ha tomado la elección y decisión por tal objeto, queda entonces
a partir de aquí determinada nuestra volición, sin embargo también aquí se hace presente
el “podría pero no es necesario”179.

Tenemos que la independencia que existe entre el ego y el objeto del que ha hecho
mención el autor, que puede ser cualquier valor, queda justificado por la autodependencia.
«Así cualquier interpretación de la libre voluntad, para estar en conformidad con la
realidad, debe fundarse en el autodeterminismo del hombre en vez de flotar en el aire
insistiendo solamente en el indeterminismo»180.

De esta manera Wojtyla sostiene que el indeterminismo queda en segundo plano


en cuanto al aspecto funcional de la libertad, dándole entonces significado primordial y
fundamental al autodeterminismo181.

El dinamismo de la autodeterminación consiste en la utilización de la voluntad por


el hombre, esa libre voluntad cuando se manifiesta revela además que la persona la puede
controlar, tiene poder exclusivo sobre ella, «la voluntad es la capacidad de la persona para

176
Determinismo: La tesis central del determinismo dice que el hombre ya está fijado o "determinado" en
cierta dirección por diferentes causas que desconoce en el momento mismo y que, por tanto, su decisión
"libre" sólo sigue siendo de nombre. Los principales expositores de esta corriente fueron: Leibniz, Spinoza,
Freud y Skinner, cada uno con su tesis sobre el comportamiento del hombre. En el campo psíquico se
relaciona la negación de la libertad humana. MODERNA ENCICLOPEDIA ILUSTRADA, Vol. III, D-E, Barcelona,
Ediciones Nauta, 1973.
177
Indeterminismo: niega todo tipo de determinación e introduce el concepto de azar como móvil de todo
cambio. En otros campos niega la necesidad. Se habla de in indeterminismo psíquico en los sistemas
filosóficos que tienen como concepto central la libertad humana. Niega el principio del que dependen las
normas que rigen la determinación. (plan divino, principio de causalidad). MODERNA ENCICLOPEDIA
ILUSTRADA, Vol. V, I-L, Barcelona, Ediciones Nauta, 1973.
178
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 140.
179
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 140.
180
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 141.
181
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 141.

37
ser libre»182, por la libertad es como el hombre viene a dinamizarse.

2.4 La voluntad como capacidad de autodeterminación personal orientada


por el bien

El autor insiste que el objeto no puede determinar al sujeto, pues no es determinado


desde fuera, soy yo quien lo quiero y me muevo hacia fuera, si voy hacia un objeto es
porque lo estoy queriendo, y hago un esfuerzo, ya lo dice Wojtyla: «en el verdadero
querer, el sujeto no está nunca dirigido pasivamente hacia un objeto»183, pues en la
voluntad se encuentra la raíz del actuar humano y parte desde el momento de la decisión,
y está tendiendo al bien, «… un aspecto que pertenece a la naturaleza de todo “yo quiero”
–que está siempre orientado al objeto y consiste en un “quiero algo” es que está
constantemente preparado para salir en dirección al bien»184. Es así como la disposición a
tender hacia el bien sirve de base a todas las decisiones volitivas.

Junto a la interpretación que hace Beneytez, se habla de una «auto dependencia


peculiar de la voluntad, como facultad de la persona, significa indeterminación con
respecto a los objetos»185, es decir autodependencia subjetiva e indeterminación objetiva
conforman lo mismo, pero antes de que se tome la decisión por tal o cual objeto, está antes
la disposición natural de la voluntad hacia el bien186, ya que el hombre descubre una ley
en su interior que debe obedecer, que le dicta hacer el bien y evitar el mal187.

Se puede concluir que Wojtyla presenta cómo la voluntad está formada por la
autodeterminación y la intencionalidad. En la autodeterminación se hace referencia a la
significación fundamental de la libertad; en la intencionalidad es secundaria a la
autodeterminación y está integrada por esta, y revela el amplio significado de la
libertad188.

En la intencionalidad de la voluntad, se ve influida por unos motivos que la

182
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 142.
183
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 148.
184
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 150.
185
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 107.
186
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 108.
187
Cf WOJTYLA, K., Signo de Contradicción, Madrid, BAC, 1977, 179.
188
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 174-175.

38
estimulan, lo que presupone una forma específica de conocimiento que hace al hombre
querer algo, sin embargo hay diversa disponibilidad de la tendencia hacia el bien189, se
llega a la conclusión que la voluntad se refiere principalmente a la capacidad de decisión,
esto cuando los objetos que se presentan para la volición son varios. El autor le da mucha
importancia al hecho de elegir ya que «es aquí donde fenomenológicamente se aprecia el
estrecho enraizamiento de la voluntad en la estructura específica de la persona»190. Más
específicamente sobre este hecho dice Wojtyla: «por eso la voluntad queda
definitivamente incluida en la transcendencia vertical, que está asociada al autogobierno
y auto posesión como propiedades específicas de la estructura de la persona»191.

3. La autodeterminación y la relación con la conciencia

En este momento es necesario aclarar que al hablar de conciencia como la que


condiciona la voluntad, Wojtyla no cede a la absolutización de ella, como se llegó en el
racionalismo, pues «la conciencia no es sino el simple intelecto que guía la voluntad y la
acción»192. La concepción de ser consiente no equivale a, constituido por la conciencia y
a través de la conciencia, sino constituyendo la conciencia, ya que los actos están en la
conciencia y por ella nos experimentamos como sujetos193. He aquí la importancia de la
conciencia para Wojtyla al momento de hablar de libertad.

Obrando conscientemente yo no solo soy el autor del acto y de sus efectos


transitivos e intransitivos, sino que al mismo tiempo también decido sobre mí
mismo. La autoderminación es la dimensión más profunda y fundamental del yo
humano, a través de la cual el hombre en el acto se manifiesta como sujeto
personal194.

Desde el punto de vista metafísico, la persona es sujeto y objeto. Wojtyla precisa


que la autodeterminación coloca al ego, es decir al sujeto, en el lugar del objeto, la
objetivación es producida por la voluntad dentro del marco de la subjetividad195, significa

189
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 150-153.
190
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 113-114.
191
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 153-154.
192
WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, ensayos de antropología, Madrid, Palabra, 2005, 54.
193
Cf. WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 55-56.
194
WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 60.
195
Cf. WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 131.

39
pues que «la persona experimenta también que es él quien está determinado por sí mismo
y que sus decisiones hacen que se convierta en alguien, que puede ser bueno o malo»196.
Tenemos entonces que la autodeterminación está condicionada por la conciencia y que el
dinamismo de la voluntad debe estar orientado por la función objetivadora del
conocimiento, ya que nada puede ser objeto de la voluntad si no es conocido197, además
la función subjetivadora de la conciencia acompaña y complementa la voluntad pero no
la orienta o controla, se obtiene así que «la conciencia complementa y es el contrapeso de
la autodeterminación, y viceversa»198.

Para Wojtyla la significación fundamental de la libertad presupone la objetivación,


y hace notar cual es el papel del ego en la estructura de la libertad como su precondición.
«La precondición de la libertad es el ego concreto que al mismo tiempo que es sujeto, es
también el objeto determinado por los actos de la voluntad»199.

Es en la actuación consiente donde se puede apreciar la eficacia y la manifestación


de su subjetividad, Wojtyla, en forma de concatenaciones, expone cómo la eficacia está
basada en la autodeterminación y cómo el sujeto se determina a sí mismo eficazmente, es
también su propio objeto. «Es así como la objetivación entra dentro de la significación
fundamental de la libertad: condiciona la autodependencia que contiene la significación
fundamental de la libertad»200.

Dice Wojtyla en El hombre y su Destino que el término acciones humanas merece


más bien el nombre de acto de la persona ya que su autor es un yo consciente, y en esta
causalidad de la persona está contenido el momento de la voluntad y de la libertad201.

4. La experiencia de la libertad como respuesta a valores

Wojtyla manifiesta que al parecer la libertad se hace más presente en la capacidad


de elegir, ya que allí se confirma la independencia de la voluntad, se aprecia que el objeto
aun con su valor como fin de la voluntad, no la obstaculiza, e insiste que es solo la voluntad

196
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 132.
197
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 132-133.
198
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 133.
199
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 140.
200
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 140.
201
Cf. WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 60.58-59.

40
la que determina el objeto y reafirma su postura sentenciando que es mayor la
autodeterminación a la indeterminación. «Es así como el indeterminismo entra dentro de
la fórmula del autodeterminismo»202.

Si el objeto lograra determinar al sujeto de manera intencional, no sería posible la


autodeterminación, las decisiones, el querer, sería suprimida la persona. Por lo tanto si
existe la persona, ella es idéntica a la existencia de un centro concreto de libertad203. Para
el autor cada caso de autodeterminación es la actualización en un caso concreto de la
libertad204.
El autor se refiere a la libertad intencional, la que no elimina la posibilidad de que
el hombre este condicionado por el mundo, dice que en especial por el dominio de los
valores. «Su libertad no es libertad de los objetos o valores, si no, libertad para los objetos
y valores»205, «Wojtyla quiere remarcar así que condicionamiento y libertad no son
conceptos contrapuestos, sino que se reclaman mutuamente. La libertad no se ejerce en el
vacío sino frente a valores»206.

Dice textualmente Wojtyla en sus ensayos de antropología que «Cuando hablamos


de la necesidad de la elección, tal necesidad no se opone a la libertad, más bien, al
contrario, consiste propiamente en la libertad, la libertad del querer se manifiesta en el
hombre como la necesidad de escoger entre los valores y de decidir»207.

Tenemos entonces que en nuestra realidad como seres humanos estamos en el


mundo compartiéndolo con los demás seres, sometidos a las leyes de la naturaleza, e
incluso a la de nuestra especie, es evidente que son muchos los factores que nos
condicionan como lo son las diversas circunstancias en las que estamos, pero es allí, en
esa base y a partir de ella donde nos vamos haciendo por medio de la eficacia, por esto
afirma el autor de Persona y Acción que «El hombre no es solo el agente de su actuación,
es también su creador»208, soy libre para elegir, para autodeterminarme. Libre para… más

202
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 154.
203
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 155.
204
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 205.
205
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 155
206
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 114.
207
WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 139.
208
WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 85

41
no libre de… vale la aclaración de que la voluntad es libre, y simultáneamente debe buscar
el bien que corresponde a su naturaleza. «Es libre en la búsqueda y en la elección, pero no
es libre de la necesidad de buscar y de elegir»209.

Comenta Wojtyla que cuando se basa únicamente en la dependencia del mundo de


los objetos, muchos concluyen que hay determinismo moral, llegando así a rechazar la
libertad y la persona. «El determinismo adopta forma materialista cuando una determinada
preconcepción de la materia trata de intervenir en la interpretación de la experiencia de la
persona, en vez de dejar que la experiencia presente todas sus pruebas al final»210.

La observación materialista sobre el determinismo para Wojtyla no es el lugar


adecuado, insiste en que «se debe dejar que la experiencia hable por sí misma y hasta el
final»211. Comenta la postura del determinismo sobre la motivación, que concibe a la
voluntad como determinada por la presentación del objeto, es decir que nadie desea lo que
no se ha presentado cuando lo hace a este obedecería la elección y la voluntad212.

Dice Wojtyla en una de su audiencias generales de 1986 que no se debe aceptar un


determinismo materialista que atenta contra la dignidad de la persona.

Esto no significa la anulación de la determinación inmanente en las leyes de la


naturaleza, sino la exclusión de ese determinismo materialista, que reduce toda la
existencia humana al reino de la necesidad, aniquilando prácticamente el “reino de
la libertad”, que, en cambio, el Creador ha destinado al hombre213.

Comenta el autor cómo en el determinismo materialista hay una simplificación


fundamental, que sacrifican los aspectos esenciales de la experiencia y la persona bajo un
modelo esquemático de pensamiento214. Tal vez el autor haga referencia al término de
simplificación fundamental por el hecho de que en la concepción materialista todos los
actos del hombre son predecibles y no queda por tanto lugar para hablar de libertad215.

209
WOJTYLA, K., Amor y Responsabilidad, 67.
210
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 155.
211
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 155.
212
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 156.
213
WOJTYLA, K., En audiencia general 23-4-1986 “El hombre imagen de Dios, es sujeto de conocimiento
y de libertad”, Edición Digital: https://w2.vatican.va/content/john-paul-
ii/es/audiences/1986/documents/hf_jp-ii_aud_19860423.html [8-10-2018].
214
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 156.
215
Cf. VÉLEZ, J., El hombre un Enigma, 144-145.

42
Llega a mencionar que existe una línea de pensamiento determinista la cual sostiene que
la representación es la que dirige la voluntad216.

Para explorar los datos de la experiencia, apunta Wojtyla que, se puede recurrir al
método fenomenológico217. Llega de esta manera a la conclusión que la originalidad
dinámica de los actos de la voluntad permite refutar el determinismo moral, ya que la
decisión tiene una especificidad dinámica propia que es esencial en la voluntad. «La
relación se establece con el mismo objeto, mientras la presentación solo lo establece, y,
por tanto, permite y condiciona la decisión»218, esa presentación, sin embargo, pone a la
voluntad en condición de deliberación. Hace caer en cuenta Wojtyla que la tesis
determinista no logra encontrar la diferencia que hay entre la causa real y la condición de
una relación con un objeto219.

En otras palabras se entiende que la motivación de los objetos es la condición de


la autodeterminación, sirve para que la voluntad salga de su situación actual en el sentido
de que la incita a ello220, la voluntad tiene el rasgo característico de dirección deliberada,
elegida y decidida hacia su objeto221.

Se puede concluir que para Wojtyla la mera presentación del objeto no tiene la
capacidad de estimular el impulso de la voluntad, si se analiza cada caso de quiero hay
una respuesta individual y única, vuelve a insistir Wojtyla que no se puede analizar a la
voluntad como entidad en sí misma, sino que es en la estructura de la persona, así la
voluntad se presenta como autodeterminación222, se puede decir que forman unidad, pues
ya dice el autor que en el verdadero querer se está tendiendo hacia un fin, al mismo tiempo
que se decide, y es que la voluntad está profundamente en la estructura de la persona, que
cada vez que hay un quiero auténtico se actualiza el autogobierno y la autoposeción
propios de la persona223.

216
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 156.
217
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 156.
218
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 156.
219
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 156.
220
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 164.
221
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 167.
222
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 157.
223
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 171.

43
5. La verdad sobre el bien, base de la elección y transcendencia de la persona en la
acción

Dice Wojtyla en audiencia general que el hombre tiene una capacidad cognoscitiva
que no se limita a los sentidos esto le ayuda a distinguir entre la verdad y la no verdad, ya
el hombre tiene dentro de sí una relación esencial con la verdad, que determina su carácter
de ser trascendental224, ya que de la misma forma como la naturaleza humana se identifica
por la racionalidad, la naturaleza racional se identifica por la libertad, estas son señales de
la personalidad225.

En la praxis constatamos que el hombre tiene necesidad de elección, Wojtyla


afirma que tal necesidad no se opone a la libertad, antes bien en ello consiste la libertad,
esa necesidad de escoger y elegir son los que alimentan la espontaneidad de los actos de
la voluntad226.

La capacidad de elegir y decidir permite descubrir la referencia a la verdad, ante


los objetos que se presentan a la voluntad, «este principio es intrínseco a la misma
voluntad y al mismo tiempo constituye la esencia de la elección»227. Es así como se logra
entender a la elección y decisión en su originalidad dinámica, en vista de esto se establece
como condición indispensable el conocimiento de los objetos para dar respuesta a los
motivos, sin embargo, esta referencia se deriva de la misma voluntad, en la que ella se
acomoda a la verdad, confía en la verdad. «Wojtyla muestra que la voluntad no es en sí
un acto de conocimiento, pero que se refiere de modo específico al conocimiento de la
verdad y depende de él»228.

Wojtyla utiliza el término rendición de la voluntad a la verdad, y que este sería


«base para la transcendencia de la persona»229, transcendencia que es debida a la
autodeterminación, a la libre voluntad. «La persona transciende sus acciones porque es
libre y solo en la medida en que es libre»230, y esa libertad de la voluntad está ligada por

224
Cf. WOJTYLA, K., “El hombre imagen de Dios, es sujeto de conocimiento y de libertad”, Edición Digital.
225
Cf. WOJTYLA, K., Padre y Pastor, Madrid, BAC, 2014, 165.
226
Cf. WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 139-140.
227
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 160.
228
SEIFERT, J, “Verdad, Libertad y Amor en el Pensamiento Antropológico y Ético de Karol Woftyla”,
Edición Digital: http://www.scielo.org.co/pdf/cteo/v39n91/v39n91a07. Pdf [15-08-2018].
229
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 170.
230
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 161-162.

44
naturaleza a la racionalidad, la voluntad tiene relación natural con la verdad231.

En su obra Amor y Responsabilidad Wojtyla manifiesta explícitamente cómo la


verdad condiciona a la libertad y si el hombre esta desprovisto de aquella facultad para
conocer la verdad estaría condenado a ser determinado, los bienes que percibe se
apoderarían de él, decidirían plenamente de sus actos y de su orientación; pero es la verdad
la que le da una actitud independiente respecto a ellos y eso le hace posible que este en
sus manos el determinarse232. «La facultad de alcanzar la verdad le posibilita al hombre el
decidir de manera independiente acerca del carácter y de la orientación de sus propios
actos. Ahora bien, en esto consiste la libertad»233. Beneytez, hablando de libertad en
Wojtyla, menciona que esa autonomía de la persona en el obrar, ese ser uno mismo, desde-
sí, es el que determina y efectúa su acción234.

Pero la persona no se realiza solo por la mera acción, ella debe de estar ligada al
verdadero bien, bien que se experimenta en la conciencia. Se trata de la verdad del bien,
no es una verdad en sentido objetivo o meramente abstracta, sino que es entendida como
vivencia, es la verdad sobre el bien de la persona, es un bien que consiste en el
perfeccionamiento de la naturaleza inacabada, la verdad del bien que lo realiza en cuanto
persona, es el bien que depende solamente de la libre autodeterminación de la persona, el
bien de la praxis235.

El autor deja claro que la elección y la toma de decisiones se realiza haciendo


referencia a la verdad del objeto reconociéndolo como un bien positivo, presuponiendo
una experiencia cognoscitiva de la verdad236, en este sentido, la conciencia no es solo
espejo del mundo y lo exterior, sino que ella busca la preeminencia de la verdad de las
cosas237. Si el consentimiento de la motivación que crean los valores es libre e implica el
momento de la decisión libre, se puede afirmar que se trata de un asentamiento netamente

231
Cf. WOJTYLA, K., Padre y Pastor, 165.
232
Cf. WOJTYLA, K., Amor y Responsabilidad, 57
233
WOJTYLA, K., Amor y Responsabilidad, 57.
234
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 106-107.
235
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 361-363.
236
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 167.
237
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 364.

45
personal, es una decisión para el bien238. «Conjuntamente con el conocimiento intelectual
y su relación con la verdad, se pone la libertad de la voluntad humana, que está vinculada,
por intrínseca relación, al bien»239.

«Wojtyla mantiene, así, que la libertad no es primariamente la elección entre el


bien y el mal sino la elección para el bien. Entendida de esta manera, la libertad es, en su
sentido más hondo, una respuesta a valores»240. Como lo va a manifestar en audiencia
general, donde afirma que «La orientación del hombre hacia el bien sólo se logra con el
uso de la libertad. La dignidad humana requiere que el hombre actúe según su conciencia
y libre elección [...]»241.

Por tanto cada vez que alguien decide o elige se está presuponiendo que hace un
juicio para saber cuánta relación tiene con la verdad242. Así también queda claro cómo el
atractivo que proporciona la carga emocional, tal como muestra la experiencia, no anula
la dinamicidad activa propia de la voluntad: «su capacidad de hacer depender la conducta
humana de la verdad del valor y no sólo de su fuerza emocional»243.

Según nos refiere Burgos hay que precisar que la libertad tratada en Persona y
Acción es entendida no únicamente como elección, si no que va mucho más a profundidad,
ya que es a partir de las elecciones como la persona termina por autodeterminarse, y esto
viene sostenido por la certeza de autodominio y de autoposesión distintivos de la
persona244, por eso se afirma que la voluntad tiene la capacidad no solo de actuar sino que,
quien la ejecuta, tiene la capacidad de convertirse en algo245.

López reafirma que la antropología de Wojtyla es siempre dinámica y que la


verdad ordena a la libertad, es así como la persona muestra su ser y se prueba su búsqueda

238
Cf. SEIFERT J., “Verdad, libertad y amor en el pensamiento antropológico y ético de Karol Wojtyla”,
Edición Digital.
239
WOJTYLA, K., “El hombre imagen de Dios, es sujeto de conocimiento y de libertad”, Edición Digital.
240
SEIFERT J., “Verdad, libertad y amor en el pensamiento antropológico y ético de Karol Wojtyla”, Edición
Digital.
241
WOJTYLA, K., “El hombre imagen de Dios, es sujeto de conocimiento y de libertad”, Edición Digital.
242
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 171.
243
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 112.
244
Cf. BURGOS, J. M, Introducción al personalismo. 151.
245
Cf. WOJTYLA, K., Padre y Pastor, 166.

46
constante de autodeterminación y realización246. Vale tener en cuenta el comentario que
hace López sobre la verdad, ya que está en el sentido en que Scheler lo explicó, y consiste
en que identifica el valor de una cosa desde la relación que tiene con la persona y no por
el valor que en sí mismo puede suponérsele como objeto247, se trata de una verdad
axiológica248, como lo afirma el mismo Wojtyla:

La elección, así como la toma de decisiones, cada una a su propia manera, se


realizan haciendo referencia a la verdad del objeto reconocido como un bien
positivo. En una y en otra se presupone la experiencia cognoscitiva de la verdad,
pues esta experiencia contiene la verdad sobre el objeto que lo hace aparecer como
un bien. Evidentemente estamos pensando en la verdad axiológica, que es distinta
de la verdad ontológica y lógica249.

Esta verdad axiológica hace parte del conocimiento teórico, y es el factor más
importante en la estructura de la actuación, tanto así que Wojtyla llega a decir que conocer
se convierte en querer250, el querer consiste en captar la verdad del valor251.

El hombre desde su racionalidad se pone en relación con la verdad y la realidad, y


es esta relación de la que deviene la plena trascendencia de la persona solo cuando ella no
actúa contra la verdad, tenemos que la antropología filosófica de Wojtyla culmina en la
unificación de la visión de la trascendencia humana en tanto que la persona se adecúa
libremente al verdadero bien252.

El autor hace un importante aporte esclareciendo la relación de verdad y libertad


«La tensión provocada entre el orden objetivo de las normas y la libertad interior del
sujeto-persona se descarga por medio de la verdad, mediante la convicción de la
autenticidad del bien. De este modo, se explica que la verdad no anula la libertad sino que
la emana y por ello mismo se comprende que el deber demuestra que la persona es libre
al actuar»253. Una vez que existe esta dependencia del bien con respecto a la verdad, se

246
Cf. LÓPEZ, A., “Karol Wojtyla y su visión personalista del hombre”, Edición Digital.
247
Cf. LÓPEZ, A., “Karol Wojtyla y su visión personalista del hombre”, Edición Digital.
248
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 115.
249
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 167.
250
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 167.
251
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 115.
252
Cf. SEIFERT J., “Verdad, libertad y amor en el pensamiento antropológico y ético de Karol Wojtyla”,
Edición Digital.
253
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 136.

47
forma en el interior de la persona una nueva realidad llamada normativa, que viene
expresada mediante normas que ulteriormente serán una regla eficaz para la acción
humana. En esto consiste la ética normativa de nuestro autor254, quien afirma además que
verdad y libertad, si no están juntas perecen miserablemente255.

Esa verdad sobre el hombre puede ser conocida por la moral inscrita en el corazón
de cada uno, y es la garantía del futuro de la libertad256, pues «la norma que emana desde
la ley natural del hombre que lo conduce al bien, es la primera etapa necesaria en el camino
de la libertad»257.

6. La libertad y su relación con la responsabilidad

La libertad tiene relación con la responsabilidad en el sentido de que «el hombre


en cuanto actúa por eficacia, es autor de X, es responsable de X»258, esta relación de la
responsabilidad con la eficacia está presuponiendo la obligación, es una obligación ante
uno mismo, una autorresponsabilidad que encarna a la voluntad y la libertad de la persona,
se es responsable de sí mismo y ante sí mismo259. «La persona se tiene a sí misma como
objeto de su responsabilidad en virtud de que posee en sus manos su propio destino, pues
nadie puede ser responsable de lo que no depende de sí»260.

La autorrealización, además, es sinónimo de la felicidad, resalta el autor que el


podría pero no es necesario que expresa la libertad, no basta para darle la felicidad al
hombre aunque sea una condición indispensable para ella. La felicidad se debe identificar
es con la realización de la libertad mediante la verdad261. Pero esa actualización puede
estar en desacuerdo con la conciencia, en desacuerdo con la verdad, por tanto esto equivale
a decir que el hombre puede realizarse y puede no realizarse como persona262. Esto deja
claro la potencialidad que el hombre tiene, se puede formar o se puede deformar, y que

254
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 363.
255
Cf. WOJTYLA, K., Fides et Ratio, Bogotá, Paulinas, 2014, Numeral 90.
256
Cf. GARCÍA, E., Las 100 claves de Juan Pablo II, 200.
257
WOJTYLA, K., El Esplendor de la Verdad, Bogotá, Paulinas, 2012, Numeral 13.
258
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 197.
259
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 197.
260
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 140.
261
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 203.
262
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 205.

48
esa potencialidad es una cualidad de la voluntad263.

El hombre solo se puede realizar en el acto moralmente bueno, ser bueno significa
realizarse como persona264, «La libertad, entendida como autodeterminación, desvela así
toda su significación ontológico-ética: es la condición por la que la persona humana
determina el status óntico-ético de su existencia»265.

«La libertad se expresa mediante la eficacia, y la eficacia conduce a la


responsabilidad, que a su vez, revela la dependencia de la libertad en relación con la
verdad; pero esta relación de la libertad hacia la verdad constituye el significado real de
la conciencia en cuento factor decisivo para la transcendencia de la persona en sus
acciones»266.

7. La libertad no es egoísta

Finalmente refiere Beneytez sobre Wojtyla y su pensamiento sobre la libertad que


la realización del hombre es plena cuando deviene un don para los demás. Como si en lo
profundo de la estructura personal estuviera dictada la ley del don de sí. Es la realidad que
conecta con el ejercicio de la libertad: tanto la autoposesión como el autodominio revelan
una disponibilidad particular al don de si, al don desinteresado. Queda definido así que
sólo quien se domina puede hacer un ofrecimiento de sí mismo; de modo desinteresado
de sí. Concluye Beneytez que Autoposesión y autodonación se reclaman mutuamente en
la analítica wojtylana de la libertad267.

Se logra afirmar que la libertad llega a su plenitud cuando se afirma en el amor, ya


que él no consiste en el dominio, sino en la libertad, en el caso del amor esponsal, son dos
libertades unidas que luchan por una realización común268.

Si privamos a la libertad humana de esta perspectiva, si el hombre no se esfuerza


por llegar a ser un don para los demás, entonces esta libertad puede revelarse
peligrosa. Se convertirá en una libertad de hacer lo que yo considero bueno, lo que

263
Cf. WOJTYLA, K., Padre y Pastor, 166.
264
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 129.
265
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 131.
266
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 209.
267
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 160.
268
Cf. BURGOS, A., (ed.) en la introducción de WOJTYLA, K., El don del amor, 13.

49
me procura un provecho o un placer, acaso un placer sublimado. Si no se acepta la
perspectiva del don de sí mismo, subsistirá siempre el peligro de una libertad
egoísta. Peligro contra el que luchó Kant; y en esta línea deben situarse también
Max Scheller y todos los que, después de él, han compartido la ética de los
valores269.

De esta manera nuestro autor expone desde su pensamiento filosófico el tema de


la libertad que es tan importante tanto en la antropología como en la ética filosófica. El
autor ha presentado lo necesario para hablar de libertad humana y las implicaciones que
conlleva donde entiende la libertad como autodeterminación y como un asunto de
responsabilidad270. Queda ahora pues, analizar filosóficamente y valorar el alcance de
nuestro autor en la filosofía y de manera especial su pensamiento sobre la libertad.

269
WOJTYLA, K., Cruzando el umbral de la esperanza, Milán, Norma, 1994, 208- 209.
270
Cf. LÓPEZ, A., “Karol Wojtyla y su visión personalista del hombre”, Edición Digital.

50
CAPÍTULO III
ANÁLISIS FILOSÓFICO SOBRE LA LIBERTAD EN EL PENSAMIENTO DE
WOJTYLA

La libertad es comprendida no solo como elección, sino como autodeterminación


de la persona a través de sus elecciones, esto es antropológicamente posible gracias a la
estructura de autodominio y de autoposesión características de la persona 271. De entrada
vemos cómo nuestro autor nos brinda una mirada positiva sobre la libertad, como una
propiedad de la persona que nos vislumbra su dignidad y su irreductibilidad, esta última
realidad constituye el mayor interés de Wojtyla, a la que lógicamente llega por la
libertad272.
La primera idea que comúnmente llega a nuestra mente al querer entender la
libertad parece que hace referencia a la indeterminación, pero la libertad humana consiste
en determinarse, decidirse ya que el hombre siempre se encuentra en un contexto, su
libertad es determinada con capacidad de elección273. Es bien sabido que el hombre no es
un ser programado y para que obre recurre a su voluntad, la cual es iluminada por la
inteligencia para querer o no querer algo274.

En la actualidad la libertad se percibe distorsionada y reducida al liberalismo


simplista y al libertinaje275 expresado en las ideologías, en donde hay esmero irracional
por hacer lo que cada quien quiera hacer sin acatar las reglas ni reparar las consecuencias
de su actuar. Ciertos modos de entender la libertad, que hoy tienen gran eco en la opinión
pública, distraen la responsabilidad del hombre sobre la responsabilidad ética. Se dice que
lo importante es ser libre, serlo del todo, sin frenos ni ataduras, obrando según los propios
juicios que en realidad son frecuentemente simples caprichos cuyo influjo llega a ser

271
Cf. BURGOS, J., Introducción al personalismo, 151.
272
Cf. PALAU, G., “Karol Wojtyla, Filosofo”, 79.
273
Cf. AMENGUAL, G., Antropología filosófica, 259.
274
Cf. VÉLEZ, J., El hombre un Enigma, 143.
275
Libertinaje es definida por la Real Academia como: Desenfreno en las obras o en las palabras. Curioso
oír sobre frenos en esta época, que precisamente no se quiere ni frenos ni límites de ninguna especie, pues
dicen muchos ilusos, que con hacer, decir o pensar cualquier cosa, se es realmente libre. Porque
precisamente, repiten, se piensa que cada uno tiene su verdad. Y en realidad, aunque le pese, no tiene ni la
verdad ni la libertad. En conclusión podemos decir que el libertinaje es desenfreno en las obras o en las
palabras, y ningún desenfreno tiene ventajas. YESSENIA GONZALES, http://ziy2.blogspot.com/[12-11-2018].

51
devastador276. Por eso hoy es necesario hablar de libertad.

Wojtyla fue un hombre interesado por el estudio de la persona, a esto lo motivó su


personalidad abierta al contacto humano fruto de su misma historia, forjada en el trágico
clima de la guerra que proporciona un ambiente de falta de libertad. Una vez que es
enviado a continuar sus estudios filosóficos en Roma, junta la perspectiva académica con
la experiencia fruto de su pastoral, esto lo convierte en humanista cristiano277.

Tiene que enfrentar el marxismo y centra su atención en la persona y la acción,


pero él mismo manifiesta que su interés por el hombre como persona estuvo presente
desde hace mucho tiempo, ya que desde siempre le ha apasionado más el hombre que las
ciencias naturales278, y se ocupó de él como tema central de su actividad pastoral, pues en
las preguntas que le hacían los jóvenes se daba cuenta de que estaban relacionadas más
con la manera de vivir, lo relacionado con el mundo y el trabajo, los problemas del amor
y del matrimonio, ámbitos que llevan implícita la libertad. Es así como nuestro autor entra
al campo de los interrogantes sobre la existencia humana279.

Por eso Wojtyla ha ayudado a entender que la libertad es lo más propio de la


persona y que el hombre tiene la responsabilidad de autodeterminarse, es decir que sus
acciones conscientes le hacen devenir como bueno o malo moralmente280, y que por tal
motivo para hablar de libertad hay que hacerlo desde la realidad del hombre, pues de no
ser así, ella corre el riesgo de desviarse hasta caer en un idealismo injustificable281. Es de
apreciar el esfuerzo que hace el autor para lograr especificar la libertad desde este punto
de partida, ya que es así como logra poner sólidos fundamentos antropológicos para dar
solución a problemas relacionados con la libertad282.

En lo referente al uso de la libertad, ella contiene una dimensión individual y


colectiva, al problematizar la libertad su solución requiere ser sistemática, pues si el

276
Cf. GARCIA, E., Las 100 claves de Juan Pablo II, 204.
277
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 89-95.
278
Cf. RICCARDI, A., Juan Pablo II: la biografía, 97-100.
279
Cf. WOJTYLA, K., Cruzando el umbral de la esperanza, 205-206.
280
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 361.
281
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 135.
282
Durante los años que permaneció en Lublin (1954-1961) Wojtyla se convenció de que, antes de elaborar
una ética filosófica fundamental, era necesario construir una antropología sobre bases sólidas. El resultado
de sus reflexiones antropológicas es Persona y Acción (1969).

52
hombre es libre puede usar bien o mal su propia libertad283. Es importante estudiar la
libertad en el pensamiento de Wojtyla pues desde la antropología demuestra que ella es lo
más propio de la persona284. «Lo cual resulta antropológicamente posible por la estructura
de autodominio y de autoposesión características de la persona»285.

Y pues frente estos últimos tiempos donde se ha pretendido prescindir de la


dimensión ética en el uso de la libertad, distrayendo así la atención del hombre de toda
responsabilidad ética, Wojtyla con sus reflexiones busca fundamentar la ética desde una
perspectiva racional, considerándola como filosofía moral con método propio para atajar
el problema de la relatividad y el subjetivismo, tomando el paradigma tomista a la base de
su filosofar y también elementos de la modernidad haciendo que su pensamiento sea
original y profundo286.

Wojtyla presenta la libertad como tarea de la persona que debe cumplir, aquella no
existe si no está junto a la verdad y presenta que «la libertad está hecha para el amor»287,
en él encuentra su plena realización. El autor viene a sostener que mediante la libertad, el
hombre está llamado a acoger y realizar el verdadero bien y es allí donde la libertad es
auténtica288.

La dirección metodológica de Persona y Acción va de la acción a la persona ya


que la acción la revela289. Por ese motivo, el aporte que hace el autor a la antropología
filosófica tiene que ver con la persona tal como ella se revela y tal como simultáneamente
deviene por medio de su acción. Para entender a la persona en acción, nuestro autor
examina primeramente la relación entre la conciencia y la acción. Con relación a la
conciencia hace la diferencia entre el sentido adjetivo y el sentido sustantivo, distinción
que está relacionada con la filosofía de la libertad ya que la persona nunca se dirige
solamente hacia el objeto exterior de sus actos, sino que ella deviene en algún sentido el

283
Cf. WOJTYLA, K., Memoria e Identidad, Madrid, La Esfera de los Libros, 2005, 19.
284
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 361.
285
BURGOS, J.M, Introducción al personalismo, 151.
286
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 150-151.
287
WOJTYLA, K., Amor y Responsabilidad, 67.
288
Cf. WOJTYLA, K., Memoria e Identidad, 23.
289
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 32.

53
objeto primario de su acción libre290. Estas líneas son primordiales en el desarrollo de su
reflexión sobre la libertad, es un buen argumento para que el hombre tome cuidado de su
acción consciente.

1. La experiencia como punto de partida

La obra filosófica de Wojtyla trata primordialmente temas de antropología y de


ética que no las presenta como disciplinas aisladas ya que ambas estudian el ser
humano291, dentro de las cuales la libertad ejerce un papel fundamental pues para nuestro
filósofo «el estudio de los aspectos éticos de la acción requiere habitualmente un análisis
previo de los aspectos estrictamente ontológicos, de los que se ocupa en buena parte, la
antropología filosófica»292.

La antropología que elabora Wojtyla es integral y la experiencia interior – exterior


de la persona permite ver el espíritu humano, lo atestigua la conciencia moral, la libertad,
la dignidad de la inteligencia y la búsqueda de la verdad293.

Nuestro filósofo tiene una antropología integral y su filosofía parte de los


conocimientos que aporta la experiencia al hombre y a partir de allí emprende un proceso
de reflexión para descubrir el contenido ontológico profundo e inherente a la misma
experiencia294. Pues bien, dos de las aportaciones que Wojtyla hace a la filosofía según
opina Marín295, son: que la base de todo filosofar y de toda reflexión es la experiencia; y
que la libertad entendida como autodeterminación hace posible concebir de modo integro
la persona296.

290
Cf. SEIFERT J., “Verdad, libertad y amor en el pensamiento antropológico y ético de Karol Wojtyla”,
Edición Digital.
291
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 149.
Marín utiliza el término coimplicadas para referirse a la manera que tiene Wojtyla de relacionar la ética y la
antropología como ciencias que estudian al ser humano.
292
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 89.
293
Cf. PALAU, G., “Karol Wojtyla, Filosofo”, 80.
Graciela Palau es licenciada en Gestión y Organización educativa – Univ. Austral. Medalla de oro.-
Profesora especializada en Filosofía, Psicología y Pedagogía. Escuela Pte. Roque Sáenz Peña.
294
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 89.
295
José Luis Marín Moreno. Profesor de Metafísica y Ética en el Instituto Pontificio Juan Pablo II. Murcia
España.
296
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 371.

54
La libertad es una cualidad de la acción humana que es objeto de la conciencia y
por tanto susceptible de ser experimentada en el ámbito de la subjetividad, esto quiere
decir que se logra estudiar a partir de la información procedente de la vivencia subjetiva
de la libertad297.

Manifiesta Beneytez298 que la experiencia de la libertad es el punto departida del


conocimiento de la misma libertad y es la experiencia la fuente de la que se alimenta
prolongadamente la reflexión filosófica sobre esta realidad humana299. Como se ha
afirmado anteriormente Wojtyla parte su investigación desde la experiencia y además ella
va a ser el punto máximo de validación en el proceso cognoscitivo humano300.

El estudio wojtylano de la libertad se desarrolla en estrecha conexión con la


experiencia, cabría describirlo como una reflexión en torno a tal experiencia,
destinada a obtener una imagen intelectual o interpretación fidedigna del objeto de
la experiencia. La experiencia permite corroborar en cierto modo el valor científico
de la libertad301.

Es verdad que el hombre experimenta la libertad al actuar como una de sus


propiedades del obrar. Por tanto hay que analizar el obrar humano y se logra discernir dos
aspectos profundamente unidos entre sí, a saber: el aspecto objetivo u objeto de la acción
y el aspecto subjetivo que es propiamente el sujeto de la acción. A Wojtyla, según afirma
Beneytez, le interesa el sujeto de la acción por lo tanto se centra en el análisis del aspecto
voluntario del acto humano, de esta manera se justifica que el estudio de la libertad inicia
por el análisis de la voluntariedad humana302.

Nuestro autor encuentra que la persona se manifiesta a través de las acciones en


las cuales lo más característico es la libertad303. Este es un planteamiento importante para
descubrir lo esencial de la persona ya que es la acción el elemento clave para acercarse a
ella tal como ésta se presenta en la conciencia y se valora que el autor parte de la

297
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 161.
298
Sacerdote católico, Licenciado en filosofía de la Universidad de Navarra. Son citas tomadas del extracto
de su Tesis Doctoral presentada en la Facultad Eclesiástica de Filosofía de la Universidad de Navarra.
Pamplona 1991.
299
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 161.
300
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 19.
301
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 161.
302
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 161.
303
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 89.

55
experiencia, de esa manera da un gran aporte a la filosofía planteando con su estudio que
la base de todo filosofar, y por tanto, el punto de partida de toda reflexión es la
experiencia304.

2. Acción y autodeterminación

Persona y Acción es un estudio que pretende investigar la estructura del ser


personal del hombre, esta estructura la va a encontrar en la estructura personal de la
autodeterminación y no en la naturaleza, por tal motivo Wojtyla no se interesa tanto en
estudiar la naturaleza humana, le interesa es descubrir mediante el método
fenomenológico las notas fundamentales de la persona que le permitan caracterizarlo en
lo que tiene de subjetivo, personal e irrepetible305.

La acción es el elemento clave para obtener un acercamiento al hombre como


persona306. El examen de la acción humana representa la ruta metodológica más
conveniente para descifrar los rasgos preeminentes del ser personal del hombre. Una de
las características más destacadas de la acción, que marca un rasgo específico de la
persona humana es la libertad, que se identifica con la autodeterminación de la persona en
el obrar, es algo exclusivo de la persona y será para Wojtyla la línea preferida para analizar
el ser de la persona humana. Es por la libertad como la persona se define307.

Hay que resaltar que Wojtyla afronta correctamente su trabajo respecto a la libertad
ya que en Persona y Acción, está «considerando la libertad en cuanto realidad, como
libertad que es propiedad real del hombre y también atributo real de su voluntad»308, es
decir que la estudia en cuanto verdadero atributo de la persona, como algo que le incumbe
intrínsecamente y no como objeto aparte del ser personal309. Se valora positivo este punto
de partida con el cual desarrolla su exposición sobre la libertad ya que concuerda con la
filosofía actual que «rechaza los racionalismos que pretenden captarla con conceptos

304
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 371.
305
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 296.
306
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 371.
307
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 89.
308
WOJTYLA, K., Persona y Acción, 135.
309
Cf. VÉLEZ, J., El hombre un Enigma, 146.

56
estáticos y abstractos»310, es así como nuestro autor logra usar el término de
autodeterminación, como algo que compromete el ser de la persona.

La libertad es entendida como autodeterminación en su sentido especifico,


queriendo subrayar el carácter de subjetividad del yo. Manifiesta Marín que en Wojtyla la
acción consiente liga la propia acción al sujeto, lo que permite dos cosas: lo primero es
que es allí donde se logra descubrir la acción intransitiva, es decir la acción consciente
como la raíz de la autodeterminación, ya que es el sujeto el que se modifica cuando
modifica un estado de las cosas en el mundo y lo segundo es que la autodeterminación
muestra de forma extraordinaria la subjetividad en su cara más objetiva311.

La autodeterminación aparece gracias a la estructura formada por la autoposeción


y el autogobierno, expresa Marín que es necesario que se considere la autoposeción para
poder interpretar adecuadamente la vivencia de yo quiero, ya que en la autodeterminación
el hombre decide sobre sí mismo, cosa que solo se puede hacer si primero se posee a sí
mismo. Junto a la autoposecion aparece el autodominio, que es el autogobierno de la
persona. Wojtyla sostiene que es por medio de la autodeterminación como cada persona
se autogobierna y es dueño de sus actos, y no solo eso, sino que también se hace; es fruto
de sí mismo, de su libertad, de sus opciones libres312, en el sentido de que el obrar humano
se acompaña de su hacerse como hombre bueno o malo.

Sostiene con relación a esto Seifert313 que el hombre se posee a sí mismo en la


libertad, la actualización de su ser procede solo de él mismo, su ser se le pone en sus
manos314. Marín explica que el estudio que hace Wojtyla sobre la acción es que el hombre
esta in fieri, es decir, que está constantemente haciéndose, y llega a ser bueno o malo y
esto mediante la libertad, y la libertad es la raíz del mismo fieri de la moralidad humana315.
De esta manera se logra sustentar que la libertad es un asunto de responsabilidad y

310
VÉLEZ, J., El hombre un Enigma, 146.
311
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 308.
312
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 331.
313
Josef Seifert filósofo austriaco, seguidor de una fenomenología realista. Estudió en las universidades de
Salzburgo y Múnich. Enseñó en la Universidad de Salzburgo y de 1973 a 1980 dirigió el programa de
doctorado en Filosofía de la Universidad de Dallas. Estudió con Robert Spaemann, Balduin Schwarz,
Gabriel Marcel y cooperó con Karol Wojtyla.
314
Cf, SEIFERT J., “Verdad, libertad y amor en el pensamiento antropológico y ético de Karol Wojtyla”,
Edición Digital.
315
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 310.

57
podemos valorar positivamente la vía que da el autor para entender desde este ámbito la
libertad humana como un continuo hacerse que si embargo puede orientarse al bien o al
mal.

Sin embargo la libertad como autodeterminación no es algo que se haya insertado


por nuestro autor, está si en la base de su pensamiento, pero aparece desde Aristóteles, los
estoicos y en especial con los padres alejandrinos, en especial Gregorio de Nisa 316, un
texto de Gregorio, según nos refiere Marín, dice: «No solo somos padres de nosotros
mismos sino que con nuestras elecciones nos vamos dando la forma que queremos»317. Es
este el sentido profundo de la autodeterminación wojtylana por la que se afirma que somos
creadores de nosotros mismos318.

Marín manifiesta que la concepción del hombre que se crea a sí mismo, está muy
cerca del existencialismo, sobre todo de Sartre quien sostiene que el hombre es un hacerse.
Sin embargo la libertad para Sartre es una condena, para Wojtyla un torbellino de
creatividad; para Sartre la ciega existencia precede a la esencia, en cambio en Wojtyla los
análisis fenomenológicos ponen de relieve y pretenden sacar a la luz la esencia humana
en su más alta expresión319, imprime así nuestro autor el carácter positivo de la libertad
como la que revela lo más digno de la persona.

Con la visión que da nuestro filósofo sobre la libertad, se separa en parte de la


tradición clásica y corrige al menos dos cuestiones de capital importancia: la primera es
que al poner al yo personal éste viene considerado con la dualidad sujeto objeto, y esta
metodología era imposible de ser apreciada en la libertad tomista, ya que el polo de la
subjetividad no era tematizado en esta tradición; la segunda es que pone de relieve que el
carácter de intencionalidad de la voluntad no explica enteramente su propio dinamismo,
esta es referida al propio sujeto, pone así aspectos nuevos a la antropología de la
libertad320.

En el fondo Wojtyla subraya que la libertad tiene un carácter realista, es una

316
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 333.
317
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 334.
318
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 334.
319
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 335.
320
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 355 - 356.

58
«experiencia que brota de la propia dinamización del sujeto que se experimenta a sí mismo
como sujeto que solo depende de sí»321.

Wojtyla desarrolla el término de autodeterminación asentando la base de la


estructura en la autoposecion y el autodominio, la presenta como autodependencia no
como independencia. Una vez planteado esto, pasa a desarrollar lo que él llama sentido
desarrollado de la libertad, que consiste en la libertad entendida en su aspecto claramente
intencional, que responde a la experiencia: puedo, pero no tengo que322, que contiene una
base importante para la moral. Es de resaltar la labor de Wojtyla al poner la libertad con
total dependencia del yo y que esto no representa un obstáculo para ella, sino más bien
que en cada decisión el sujeto determinado pone en juego todo el fondo de su propia
subjetividad en la autorreflexión, así la libertad resulta quedar situada en la experiencia de
libertad concreta y real323.

3. La voluntad como propiedad interior de la persona que le permite elegir

El momento en el que con mayor claridad se ve la libertad de una acción es en la


elección. «En la elección interviene inseparablemente unidos dos aspectos específicos del
dinamismo de la voluntad denominados momento activo y representativo del acto de la
voluntad»324.

Se logra ver que existe una dualidad de estos momentos que van unidos entre sí,
dejando clara la naturaleza activa y representativa del acto de voluntad, por tal motivo
nuestro autor destaca la tesis en la que define a la motivación o momento representativo
del acto voluntario como parte del proceso global de la voluntad y por ende debe de ser
examinado dentro de ese proceso325. En el capítulo anterior encontramos que nuestro autor
reconoce la tensión entre su voluntad y su potencialidad corporal, su emotividad y sus
impulsos326. No desconoce el gran atractivo que la carga emotiva puede sugerirle a la

321
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 356.
322
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 356 - 357.
323
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 357.
324
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 161.
325
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 162.
326
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 145.

59
voluntad327, dejando claro que en su obra Persona y Acción tiene en cuenta el verdadero
puesto del hombre, que quiere y actúa mediante la voluntad.

El autor discierne las limitaciones de los planteamientos kantiano y scheleriano


sobre la voluntad, a los que no duda en calificar de determinismos representacioncitas328,
ya que luego de analizar la síntesis sobre el bien que hace SantoTomás de Aquino, en la
cual es un bien que perfecciona al hombre cuando lo ejecuta, y al analizar el concepto de
bien en Kant y en Scheler, se da cuenta de que estos han perdido el carácter realista del
bien, ya que el formalismo legal de Kant y el emocionalismo de los valores en Scheler no
contribuyen a la perfección del hombre. Unido a esto, la voluntad desaparece
prácticamente del ámbito ético para dar paso a la razón práctica o al sentido moral, es aquí
donde nuestro autor se esmera en resaltar el papel de la voluntad dentro de la acción
humana, que en el estudio de la persona no se puede dejar de lado ya que ella busca lo que
le conviene al hombre en su ser329.

Se valora como positivo que para Wojtyla aunque el momento representativo de


un objeto forma parte del momento electivo y hace que sea posible e incluso lo condiciona,
sin embargo no lo agota, pues en su estudio descubre que el yo es el objeto primario y el
fundamental del acto electivo, por esto se habla de autodeterminación ya que en ella está
el contenido esencial de la libertad que viene verificado en la capacidad del hombre para
elegir330. Es muy cierto que no hay nada fuera de la voluntad que la interpele de forma
absoluta, y esto lo ha aceptado Wojtyla, pero este no se queda solo allí, pues para él «lo
fundamental de la libertad no es la independencia con respecto a los objetivos, sino la
dependencia del propio yo»331, revelando de nuevo que la libertad es una propiedad del
ser personal.

Marín manifiesta que es importante dejar claro que la voluntad tiene una
intencionalidad, y que está dirigida hacia los objetos, mas no hacia el sujeto, advierte que
una lectura superficial de los textos de Wojtyla parece indicar que hay un doble

327
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 112.
328
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 162.
329
Cf. MORA, R., (ed.) en la introducción de WOJTYLA, K., Lecciones de Lublin (I), 19-20.
330
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 162.
331
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 311.

60
movimiento intencional, es decir que, me dirijo conscientemente al objeto de mi querer y
a la vez me dirijo hacia mí, pero no es así. Es en el movimiento intencional, que va hacia
fuera, donde el hombre se hace bueno o malo actualizando su yo332, según lo da a entender
Marín en su interpretación, esa actualización se da automáticamente, pues, con un acto
bueno el hombre se hace bueno y con un acto malo el hombre se hace malo. En palabras
más precisas, la acción libre deviene en algún sentido el objeto por la gran influencia que
el hombre tiene sobre sí mismo333.

El autor de Perona y Acción mediante el análisis fenomenológico, trata de


descubrir el momento propio de la voluntad, según esto, no se reduce a la vivencia de cada
quiero, sino que se manifiesta claramente como propiedad interior de la acción realizada
por la persona334.

Se resalta como contribución a la filosofía que con la definición que da nuestro


autor sobre la voluntad, ella pasa de ser una facultad superior del alma para convertirse en
una propiedad de la persona335 y afirma además que la autodeterminación revela lo más
íntimo de la subjetividad personal336, por dos motivos: el primero es que la
autodeterminación se constituye mediante la autoposeción y el autogobierno y esto
posibilita que el yo sea a la vez sujeto y objeto no intencional; es decir, aun que voy al
objeto que quiero con esa acción me modifico; y el segundo motivo es porque es fruto de
la acción transitiva, cuando es la acción intransitiva la que revela la verdadera interioridad
del hombre337.

Wojtyla se desmarca de la tradición filosófica que ha tendido a identificar el acto


de la volición como mero acto intencional, esto es, ha subrayado el “algo” a lo que
mi volición va referido. En cambio, expresa nuestro autor emprende la tarea de
centrarse en el “quiero” que expresa en sí mismo la objetividad de la
autodeterminación338.

332
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 311,
333
Cf. SEIFERT J., “Verdad, libertad y amor en el pensamiento antropológico y ético de Karol Wojtyla”,
Edición Digital.
334
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 312.
335
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 312.
336
WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 60.
337
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 314.
338
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 326-327.

61
La transcendencia vertical es la aportación más interesante que hace Wojtyla
respecto del tema de la voluntad y la libertad339. Ella consiste en que la acción que se
realiza afecta al sujeto, el sujeto queda objetivado340, para el mismo es objeto en cuanto
que es confín, es decir, se autorealiza hasta ser pleno341 y para los otros es objeto cuyo uso
único es el amor, «la persona solo puede ser objeto de amor»342, pero lo central aquí es
que el hombre es sujeto y objeto de su acción, de esta manera se puede sustentar que cada
acción que sea consciente está comprometiendo el ser de la persona, y lo hace responsable
de tal.

4. Realidades que hacen posible y afirman la libertad

Todas estas realidades que hacen posible una libertad auténtica o que la afirman
tienen como base principal la relación entre la libertad y la verdad del bien343, que ahora
damos paso a analizar.

4.1 Libertad y verdad del bien

Sin embargo puede surgir el problema de la falta de conocimiento de la verdad del


valor de una acción, ya que la autodeterminación de la persona en el obrar para Wojtyla
se presupone el conocimiento de la verdad del objeto de la elección, dice Beneytez que
«no es posible autodeterminarse si no se tiene conciencia de que se conoce en su verdad
el objeto de la elección»344.

Pues en el pensamiento de Wojtyla hemos afirmado que conocer se convierte en


querer345, el querer consiste en captar la verdad del valor346, por lo que podemos ahora
afirmar que solo en la medida en que la persona amplía su conocimiento axiológico podrá
aumentar simultáneamente el campo de su libertad, y por tanto, si permanece ciega a

339
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 328.
340
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 353.
341
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 169.
342
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 354.
343
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 158.
344
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 162.
345
Cf. WOJTYLA, K., Persona y Acción, 167.
346
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 115.

62
ciertos valores, se puede decir que posee una limitación en su libertad. Pues si al bien que
uno responde no fuera cierto y la persona fuera consciente de ello no sería libre, ya que el
hombre no puede defender sus acciones sin basarlas en algún juicio de la realidad, ya que
la voluntad depende del conocimiento de la verdad347.

Ante la realización o no realización de la persona, ella puede usar su libertad para


el bien o para el mal convirtiéndose en moralmente bueno o malo, esto revela la
contingencia del hombre, a este problema nuestro autor lo llama la conciencia moral348,
donde la realización además de revelar la libertad como autodeterminación, revela
también su dependencia de la verdad para que ella no fracase miserablemente349.

Se obtiene entonces que la «libertad humana no debe ser entendida como mera
independencia, sino como dependencia efectiva de sí, (es decir del yo personal) y de la
verdad que esta junto a sí»350. Se concluye así, con la afirmación que hace Marín, que la
persona no se realiza solo por el hecho de llevar acabo la acción, sino porque esa acción
está ligada al bien verdadero, pero esa verdad no está en sentido objetivo, sino de la verdad
bien vivida en la conciencia, que en Wojtyla no corre el riesgo de subjetivismo, es una
verdad entendida sobre todo en sentido moral351, teniendo en cuenta que la libertad en el
fondo es respuesta a valores, es una libertad para el bien.

«La verdad compromete la libertad, ya que en cada acción humana el precio del
error estará presente como riesgo de si en la propia acción»352. La verdad que Wojtyla
pretende encontrar es su investigación es la verdad de lo auténticamente humano, esto lo
encuentra en el interior de la acción consciente y libre. Nuestro filósofo ha logrado con la
libertad como autodeterminación, una concepción íntegra de la persona353.

Precisamente esta relación de la voluntad con la verdad del bien de los objetos es
la que funda la libertad de autodeterminación y de elección, la cual se actualiza de modo

347
Cf, SEIFERT J., “Verdad, libertad y amor en el pensamiento antropológico y ético de Karol Wojtyla”,
Edición Digital.
348
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 361.
349
Cf. WOJTYLA, K., Fides et Ratio, Numeral 90.
350
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 361.
351
Cf, MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 361.
352
MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 367.
353
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 368.

63
autónomo. Si la voluntad tuviese solo la tendencia intencional al bien, la
autodeterminación y la elección serían imposibles354.

La autodeterminación es una actividad específica de la persona, ya que Wojtyla


identifica en el hombre un ser inteligente355, esta autodeterminación incluye los aspectos
de la trascendencia y la integración que son complementarios entre sí 356. «La
trascendencia es la capacidad por la que la persona determina por sí misma su obrar según
la verdad: designa la supremacía operativa personal respecto a los dinamismos
naturales»357,

Wojtyla maneja el concepto de la praxis libre, por parte del hombre en su


experiencia de autodecisión, en la que se aprecia que el ser humano en la praxis es sujeto
y objeto de ella. Nuestro autor insiste en la relación entre la libertad y la verdad donde «la
primacía de la experiencia de la praxis no implica un precedencia de la libertad sobre la
verdad, sino la revelación de una verdad que solo se produce en la praxis libre»358.

Nuestro autor presenta una libertad humana que está fundamentada en la verdad
humana, ya que si no es así, la libertad sería pura ilusión359, como lo afirma él mismo en
Fides et Ratio: «En efecto, verdad y libertad, o bien van juntas o juntas perecen
miserablemente»360. Esta relación es muy importante que sea tenida en cuenta en nuestros
días donde se ha pretendido separar la una de la otra y ya nuestra sociedad percibe sus
consecuencias como la del libertinaje que se da en las ideologías.

4.2 libertad y deber

Lo necesario para que surja el deber es la consideración del bien que se tenga sobre
él361. «La tensión provocada entre el orden objetivo de las normas y la libertad interior del
sujeto-persona se descarga por medio de la verdad, mediante la convicción de la

354
Cf. PÉREZ, J., (ed.) en la introducción de WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 16.
355
Cf. LÓPEZ, A., “Karol Wojtyla y su visión personalista del hombre”, Edición Digital.
356
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 162.
357
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 163.
358
PÉREZ, J., (ed.) en la introducción de WOJTYLA, K., El Hombre y su Destino, 16.
359
Cf. PALAU, G., “Karol Wojtyla, Filosofo”, 78.
360
WOJTYLA, K., Fides et Ratio, Numeral 90.
361
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 166.

64
autenticidad del bien y al ejecutarlo se manifiesta que la persona se adecua a ese bien que
a la vez lo perfecciona como persona y el mismo deber demuestra que el sujeto es libre al
actuar»362.

Cuando se tiene conciencia de la dependencia del bien con respecto a la verdad, se


forma en el interior de la persona una nueva realidad llamada normativa, que viene
expresada mediante normas que ulteriormente serán una regla eficaz para la acción
humana. En esto consiste la ética normativa de nuestro autor363, Esa verdad sobre el
hombre puede ser conocida por la moral inscrita en el corazón de cada uno, y es la garantía
del futuro de la libertad364.

De este modo se puede decir que «la norma que emana desde la ley natural del
hombre que lo conduce al bien, es la primera etapa necesaria en el camino de la
libertad»365, y que «la ley o la norma no se oponen a libertad sino que a hacen posible, se
reclaman mutuamente»366. Por tanto Wojtyla motiva a que se haga uso responsable de la
libertad, no movidos por la coacción, sino guiados por la conciencia del deber que la
persona tiene sobre sí misma367, ya que es su realización la que está en sus manos, es su
propia felicidad.

4.3 Libertad y responsabilidad

Wojtyla identifica al hombre como un ser inteligente y libre, al que le es propio un


modo de subjetividad que germina del hecho de que cada persona se experimenta a sí
misma como responsable de sus propias acciones, Wojtyla reacciona contra toda visión
materialista de la persona y entiende la libertad como un asunto de responsabilidad368, ya
que la libertad se halla íntimamente vinculada a la voluntad como capacidad de respuesta
y por ello a la responsabilidad de la persona369.

362
BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 136.
363
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 363.
364
Cf. GARCÍA, E., Las 100 claves de Juan Pablo II, 200.
365
WOJTYLA, K., El esplendor de la verdad, Numeral 13.
366
WOJTYLA, K., El esplendor de la verdad, Numeral 17.
367
Cf. WOJTYLA, K., El esplendor de la verdad, Numeral 31.
368
Cf. LÓPEZ, A., “Karol Wojtyla y su visión personalista del hombre”, Edición Digital.
369
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 140.

65
Pues bien, el hombre en la acción consciente se experimenta como causa eficiente
de su obrar y de su realizarse, esto permite que salga a la luz de la fenomenología la
responsabilidad370.

5. La plena libertad es el amor

Wojtyla logra superar la visión atea de la voluntad, que tenía un tinte contrario al
amor cristiano de entrega. Con sus escritos afirma que la libertad tiene su máxima
expresión en la entrega. Para él, la libertad no es una autonomía opuesta a la de los
demás371.

Durante los años en que su patria estuvo sometida al comunismo, fue cuando más
se afianzo el su convencimiento de que solo en la verdad, el hombre llaga a la realización
plena de la libertad. Esa libertad que depende de la medida del amor del que la persona
sea capaz372. «Solo el encuentro con la verdad y el amor que libera conduce a la realización
plena de sí mismo»373.

Nuestro autor es el filósofo de la libertad en el servicio del amor, ya que son pocos
los que han profundizado el tema de la libertad humana, y menos que la hayan encarnado
como la encarno en su vida. Se le reprochaba de no tener ningún minuto libre en su agenda
laboral, pero el respondía que todos sus minutos eran libres374.

Wojtyla en sus escritos muestra a la persona no como objeto, sino como un sujeto
que tiene la capacidad de intimidad, que es capaz de conocer y desear el bien, por tanto
un ser que es capaz de determinarse. Es un ser libre porque su acción parte de sí mismo y
con ello se modela así mismo. Con su actuar se hace mejor o peor, él se autorealiza con
sus acciones libres y responsables375.

En este punto del análisis sobre el pensamiento de tema en nuestro autor


revisaremos la norma personalista con la finalidad de apreciar la magnitud de lo que puede

370
Cf. MARÍN, J., “La raíz fenomenológica de Karol Wojtyla”, Edición digital, 233.
371
Cf. BURGOS, A., en la introducción de Wojtyla, K, El don del amor, 14.
372
Cf. PALAU, G., “Karol Wojtyla, Filosofo”, 76.
373
PALAU, G., “Karol Wojtyla, Filosofo”, 76.
374
Cf. PALAU, G., “Karol Wojtyla, Filosofo”, 78.
375
Cf. PALAU, G., “Karol Wojtyla, Filosofo”, 9.

66
llegar a ser la libertad entendida desde el bien verdadero, que sin duda es un aporte a la
filosofía de tinte personalista y al pensamiento cristiano.

Formula desde el ángulo pastoral el concepto de norma personalista que consiste


en traducir el mandamiento del amor al lenguaje de la ética filosófica. Norma que está
presente en la ética kantiana, constituye el segundo imperativo donde especifica que la
persona no puede ser tratada como objeto de goce. «Sin embargo, Kant no ha interpretado
de modo completo el mandamiento del amor, que no se limita a excluir cualquier
comportamiento que reduzca la persona a mero objeto de placer, sino que exige más: exige
la afirmación de la persona en sí misma»376. En el sentido personalista el mandamiento
del amor se encuentra en las palabras del Concilio que afirma cómo el hombre se encuentra
plenamente a través de un don sincero de sí a los demás, eso es lo esencial del amor, y el
hombre «es la única criatura que Dios ha querido por sí misma»377, así se afirma a la
persona por el solo hecho de ser persona la cual se realiza mediante el amor378. La regla
positiva a la que llega Wojtyla dicta que «la persona es un bien tal, que solo el amor puede
dictar la actitud apropiada y valida respecto de ella»379.

Wojtyla ha comentado que si se priva a la libertad humana de esta perspectiva de


la afirmación de la persona mediante la donación, la libertad puede revelarse peligrosa. Se
convertiría en una libertad de hacer lo que yo considero bueno, lo que me procura un
provecho o un placer sublimando. Se caería en el peligro de una libertad egoísta 380.
Podemos afirmar que nuestro autor ha elaborado sistemáticamente el concepto de libertad
humana cuya finalidad es el amor de entrega, característico de la doctrina cristiana.

Con lo expuestos en estas páginas no se pretende agotar el tema de la libertad, lo


que se ha buscado es mencionar las vías de solución que el filósofo personalista Wojtyla
sugiere. Son básicamente tres nociones relacionadas entre sí en las que aparece la voluntad
entendida como capacidad que tiene la persona de responder a valores teniendo en cuenta
ante todo la verdad del bien que conlleva cada acción, la reafirmación del valor de la

376
WOJTYLA, K., Cruzando el umbral de la esperanza, 207.
377
CONCILIO VATICANO II, Gadium et Spes, Numeral 24.
378
Cf. WOJTYLA, K., Cruzando el umbral de la esperanza. 208
379
BURGOS, J.M, Introducción al personalismo, 148.
380
Cf. WOJTYLA, K., Cruzando el umbral de la esperanza. 208-209.

67
persona y la realización de la persona entendido como fenómeno intransitivo381, derivado
de la acción personal382.

Con este análisis filosófico se quiere motivar para que se continúe profundizando
y valorando las líneas personalistas de este autor que, según nos refieren quienes le han
estudiado, contiene gran riqueza de matices y enfoques, además de la actualidad de las
cuestiones tratadas, como lo es el tema de la libertad, a las cuales el autor reviste
originalidad por su fundamento metodológico383, a recordar: la fenomenología y el
tomismo analizadas desde el personalismo.

Podemos concluir que nuestro autor ha dado grandes aportes a la antropología y


la ética en el tema de la libertad pero, al igual que en la ciencia, no se puede dar por
concluido el tema y es necesario continuar profundizando, pues sobre la libertad a lo largo
de la historia de la filosofía se ha dicho y se seguirá diciendo mucho.

381
Intransitivo: Beneytez hace referencia a las demisiones de la acción humana: transitiva e intransitiva.
Esta última es la acción cuyo efecto permanece en el propio sujeto que actúa. Es la impronta que la acción
deja en el sujeto agente, en su interior. Es donde el hombre mismo se transforma al actuar esto lo demuestra
la experiencia. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 126.
382
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 158.
383
Cf. BENEYTEZ, G., La libertad en el pensamiento de Karol Wojtyla, Pdf, 168.

68
CONCLUSIÓN

Se ha logrado conocer el pensamiento de Wojtyla sobre la libertad por medio del


estudio de su biografía y de sus reflexiones sobre el tema basándonos principalmente de
su obra Persona y Acción y escritos de otros autores sobre su pensamiento y filosofía. Así
se ha cumplido con el objetivo de replantear las bases racionales para que la libertad no
sea menoscabada y no se pretenda separar de las realidades que la hacen posible y la
afirman.

Se logró adquirir la noción del método base sobre el cual Wojtyla elaboró su
reflexión ética y antropológica donde sobresale la experiencia como punto de partida y
punto de validación en el proceso cognoscitivo humano. Pues Wojtyla es radicalmente
empírico y utiliza el método fenomenológico para conocer al hombre desde su acción en
la cual es importante su libertad. Wojtyla lo hace teniendo presentes las bases tomistas.

Encontramos que Wojtyla con su visión sobre la libertad se separa en parte de la


tradición clásica y corrige al menos dos cuestiones de capital importancia: a la libertad
tomista injerta el tema de la subjetividad y supera la visión atea de la voluntad, resaltando
si, que es propiedad de la persona.

Se analizó que la libertad está de manera genuina en la determinación consiente,


teniendo como base el yo personal consciente en cada elección que la procura y deviene
sobre sí mismo, dando paso a la modificación de la persona. A esto se le conoce como
autodeterminación. El hombre debe realizarse, no es libre de, sino que es libre para, y solo
lo logra cuando orienta su acción al verdadero bien. Por tanto dependencia del ego y su
relación con la verdad hacen posible la libertad. En otras palabras, se debe tener en cuenta
que la libertad depende fundamentalmente de la verdad pues tiene una relación esencial y
constitutiva. Por tanto al separarlas, la libertad fracasa.

69
Se analizó que la norma que emana desde la ley natural del hombre que lo conduce
al bien, es la primera etapa necesaria en el camino de la libertad, y que la ley o la norma
no se oponen a libertad sino que a hacen posible, se reclaman mutuamente.

Luego de haber analizado la libertad desde el pensamiento de Wojtyla podemos


decir que ser verdaderamente libre no significa hacer todo aquello que gusta o provoque
hacer. Se encontró que la libertad está corriendo el peligro de volverse egoísta. El mal
entendido de la libertad es que en el fondo hay una proliferación de egoísmo, donde la
persona cree poder hacer lo que él considera bueno porque le da provecho o placer. Para
que la libertad sea auténtica debe orientarse al verdadero bien y la verdad las cuales
perfeccionan al hombre.

Se analizó que la libertad tiene dependencia del ego, es decir del sujeto personal,
donde es él quien tiene la última palabra sobre los objetos externos que le motivan, por lo
cual el sujeto es responsable de sus acciones. Wojtyla entiende la libertad como un asunto
de responsabilidad principalmente ante sí mismo ya que está en sus manos el destino. Hoy
se debe afrontar el uso responsable de la libertad, tanto en la dimensión personal como
social.

Se ha logrado definir que la libertad debe de ser tratada dentro de la experiencia


del mismo hombre, para que no se quede solo como un concepto definido por sí mismo y
se desvincule además de la realidad misma del hombre, que es donde debería vincularse.
Se definió que la base antropológica para la libertad se halla precisamente en la
autodeterminación, por las características de autodominio y autoposeción propias de la
persona, donde el yo personal es el que tiene la última palabra sobre sus acciones.

Se reafirmó que la máxima expresión de la libertad es el don de sí. Podemos decir


que la libertad no es un fin, sino un medio que conduce a la realización de la persona y la
afirma como tal desde el amor cristiano.

El presente trabajo de síntesis sobre la libertad en el pensamiento de Karol Wojyla


es un logro que sirve de motivación intelectual por la filosofía de la libertad en su sentido
genuino como conocimiento y orientación para la vida desde la razón, enmarcada desde

70
la antropología y la ética filosófica dentro de la corriente personalista que tiene buena
apertura en el pensamiento cristiano.

Por lo tanto se espera que se continúe profundizando en este tema tan importante
para nuestra vida, y tan controvertido en nuestros días. Hace parte de las dimensiones
humanas que si se fundamentan desde la antropología tendrán por si solas la fuerza de
sostenerse, pero necesitan ser analizadas desde la filosofía para captar su valor.

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