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La confusion des langues n'est plus une punition, le

sujet accède à la jouissance par la cohabitation des


langages, qui travaillent côte à côte: le texte de
plaisir, c'est Babel heureuse.
Roland Barthes

HIERONYMUS. Núm. 11. Humanismo y teoría de la trad...


HIERONYMUS. Núm. 11. Humanismo y teoría de la trad...
González Rolan T., Moreno Hernández A., Saquero Suárez-Somonte P.,
Humanismo y Teoría de la Traducción en España e Italia en la primera
mitad del siglo XV (Edición y estudio de la Controversia Alphonsiana),
Ediciones Clásicas, Madrid 2000, 457 pp.
La "Controversia Alphonsiana" o disputa pensamiento que se transmite (traducción
sobre distintos conceptos de Teoría de la ad sententiam) : la primacía de la forma o del
Traducción entre Alfonso de Cartagena y la contenido, reflexión que recorre los escritos
alianza inicial formada por Leonardo Bruni desde Petrarca hasta Vives. A la aemulatio o
con Pier Cándido Decembrio constituye, sin mejora del modelo a partir del que se tra-
lugar a dudas, uno de los hechos más duce, en el Renacimiento se impone una
importantes en la historia del Humanismo traducción cuyo objeto es recrear e imitar.
del s. XV. Las consideraciones sobre Teoría de la Tra-
Para comprender este episodio en su jus- ducción salpican con especial fuerza a la
ta medida y la amplia repercusión que al- traducción de obras como la Ética de Aris-
canzó, los autores comienzan en la intro- tóteles, hasta el punto de que a partir de
ducción por analizar el Humanismo espa- ellas se puede deslindar un Humanismo
ñol, período al que se denomina de huma- literario e involucionista, preferentemente
nismo vernáculo, caracterizado por "el uso preocupado por el estilo, de un Humanismo
prevalente del romance castellano en vez del científico y evolucionista (constituido por re-
o junto con el latín..., y también por la in- presentantes del Derecho, filósofos...), más
tensa actividad de traducción y adaptación interesado por el contenido y las ideas. El
al castellano de obras de autores clásicos" término medio entre ambas tendencias se
(p.20). Asimismo se hace inexcusable esta- encuentra en el Humanismo vernáculo o
blecer la relación entre este humanismo ver- vulgar, que se inclina a facilitar el acceso a
náculo y el clásico o latino y profesional, de los textos clásicos.
corte eminentemente filológico y fuente del En El Humanismo en el reinado de Juan II
anterior, que tiene su cuna en Italia. Pese a de Castilla se intentan desmontar algunos
una pretendida homogeneidad reflejada en tópica debidos en parte a la leyenda ne-
el interés por los studia humanitatis, el culto gra española, en parte a una tendencia
al latín ciceroniano, el sentimiento de un chauvinista de algunos autores italianos
período de crisis que demanda la recupe- (Boccaccio, Panormita): la diferencia en al-
ración inmediata del pasado clásico, la difu- gunos parámetros no implica que España
sión del legado griego o la defensa de los au- no haya sido permeable al Humanismo ita-
tores "paganos", se demuestra convincen- liano. Por el contrario, muchos datos de-
temente la existencia de diferentes líneas de muestran el acercamiento: la formación de
pensamiento. Una primera gran brecha se círculos culturales como el de Burgos, con
detecta en la concepción de la evolución Alfonso de Cartagena, Alfonso de Palencia o
histórica de la cultura: frente a los defen- Rodrigo Sánchez de Arévalo, o el apoyo a las
sores de una concepción involutiva, exclusi- traducciones vernáculas de autores clásicos
vamente anclada en la Antigüedad, se ali- y la creación de las primeras bibliotecas
nean aquellos que extendieron sus miras laicas en Castilla gracias a la nueva nobleza
hacia la ciencia o la filosofía y que creen en (Marqués de Santillana, Alvaro de Luna),
una mejora del nivel cultural de la Huma- que auna armas y letras. El rey Juan II se
nidad (concepción evolutiva). Figuras como convierte en el principal promotor de este
la de Poggio Bracciolini sirvieron para ten- cambio, y sobre todo a lo largo de la década
der un puente entre la recuperación del de 1430-40 se van incorporando las in-
ideal clásico y su proyección en el futuro. fluencias italianas. Bajo su auspicio se ini-
Por otro lado, poco a poco se va imponiendo cia un proyecto de traducción de obras la-
el uso de la lengua vulgar para exponer tinas al castellano para facilitar el acceso a
cualquier género literario. La traducción de la cultura, proyecto que ocupa al citado
obras de griego a latín despierta la con- Cartagena, al Tostado, a Juan de Mena.
troversia sobre si se debe ser lo más fiel Concretamente es a partir de 1439 cuando
posible al texto (traducción verbum de se pueden documentar contactos directos
verbo), según la tradición medieval, o al entre la Corona y los humanistas italianos,

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como lo prueban las diversas epístolas con- lea se lo entregó a Francesco Pizzolpasso,
servadas. De hecho, las traducciones de auténtico moderador de la contienda, para
Bessarión, Decembrio o Bruni gozaron de que se lo hiciera llegar a L. Bruni. El ver-
una amplia difusión en el panorama espa- dadero debate, con cruce continuo de epís-
ñol de la época. tolas, se desarrolló entre 1436-39. A Bruni
La Controversia Alphonsiana, objeto cen- se le unió en segunda instancia Pier Cándi-
tral de este estudio, analiza en primer lugar do Decembrio. Pese a la escasa documen-
la traducción de la Ética de Aristóteles en el tación conservada sobre determinados as-
Medievo. Hasta la Edad Media sorprende el pectos, parece que al término de la Contro-
relativo interés que despertó este filósofo, versia los litigantes quedaron como amigos.
del que sólo se conocían las traducciones de Tras una lectura atenta del texto los au-
Boecio. Sin tener en cuenta las versiones tores manifiestan su propósito de emitir un
parciales de la obra a partir de originales juicio justo y lo más objetivo posible que
griegos o árabes (Hermann el Alemán), ya clarifique todos los planteamientos que en-
desde el s. XII, la primera traducción com- tran en juego, trocando fáciles dualismos y
pleta de la Ética a Nicómaco, en torno a polaridades por una valoración más exacta.
1240, se debe a Robert Grosseteste, con la De un simple conflicto entre Humanismo y
ayuda de maestros como Nicolás el Grie- Escolástica se ha pasado a resaltar la inter-
go, texto que, revisado por Guillermo de vención de Cartagena. De la mano de O. Di
Moerbeke, se convirtió en el más utilizado Camilo se consigue centrar el auténtico de-
en las Universidades. bate en la diferente caracterización del len-
Entre 1416-17, ya desde el prefacio de su guaje filosófico y de la elocuencia. Estudios
nueva traducción de la Ética a Nicómaco, más recientes se fijan en un Cartagena "teo-
Leonardo Bruni manifiesta un claro afán rizador y defensor del lenguaje especializa-
polémico contra la traducción anterior, típi- do en la traducción de obras científicas"
camente medieval (verbum de verbo), en el (p.108), lo que sirve de base para ofrecer
que esgrime todas sus críticas: desconoci- nuevos puntos de partida.
miento del griego, falta de competencia en la El primer punto de debate se centra en la
materia que se traduce, pérdida del elegante legitimidad de que a juristas y filósofos se
estilo del original, admisión de préstamos les reconozca la competencia debida en el
lingüísticos... Aboga por una traducción "li- terreno de la filosofía moral, frente al prejui-
teraria", que pretende recrear más que su- cio humanístico de Leonardo Bruni de la
perar al original. Por otro lado, resulta separación tajante entre filosofía y derecho.
extraño que Bruni defienda el estilo de una Cartagena le demuestra cómo el derecho tie-
obra de Aristóteles, en la que, como reflejo ne su fundamento precisamente en la filoso-
de su accidentada tradición textual, el texto fía, por lo que ambas materias son vasos co-
aparece un tanto descuidado formalmente. municantes, no excluyentes. Además, auto-
A la luz de la comparación de ambas ver- res que van desde Cicerón hasta Mussato o
siones, los estudiosos demuestran cómo la el propio Cartagena han sabido conjugar
traducción de Bruni no cesa de servirse de admirablemente ambas disciplinas.
la medieval hasta el extremo de que parece La consideración de la Filosofía Moral co-
una revisión de la misma. En definitiva, no mo disciplina inserta en los estudios huma-
se trata tanto de una crítica a una obra nísticos o en los científicos y sus posibili-
aislada como a un ideario y a un modo de dades de traducción constituye el corazón
traducir. de la disputa. En este punto el obispo de
Al paso de estas acusaciones, después de Burgos da un salto en el tiempo hasta con-
regresar de una embajada en Portugal escri- vertirse en precursor de la moderna Teoría
be Alonso de Cartagena un Tractatus, reco- de la Traducción, que establece una clara
gido posteriormente en unas Declamationes, diferenciación dependiendo del tipo de texto
en defensa de la traducción medieval. Des- del que se trate (técnico/literario), diferen-
pués de estudiar las hipótesis sobre el posi- ciación que se había perdido en la Edad
ble destinatario de la obra, se valora la pro- Media y entre los primeros humanistas.
gresión cronológica de la disputa, desarrolla- Ante la generalización de la traducción lite-
da en sucesivas fases. En 1432 habría en- raria, Cartagena distingue entre traduccio-
trado Cartagena en contacto con la obra de nes científicas, literarias y mixtas mediante
Bruni y escrito el texto antes citado. Dos el criterio de la eloquentia. Toda vez que ha
años después, durante el Concilio de Basi- establecido una frontera, analiza el carácter

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polisémico y sinonímico de los textos litera- En último lugar, al reconocimiento de la
rios y los opone a la biunivocidad y exacti- importancia del latín se une una no menor
tud de los términos científicos, dejando así valoración de las lenguas vernáculas. A los
patente la necesaria especialización de la iniciales planteamientos inmovilistas del
traducción. En las traducciones literarias Humanismo se les fue imponiendo un rela-
que realizó destaca su propósito de traer el tivismo histórico en conjunción con una
autor al lenguaje del lector, el respeto por el concepción cultural evolutiva de la Historia.
sentido del original y la alta estima en la Al mismo tiempo se van desarrollando los
que tiene a la retórica; en las científicas distintos idiomas y literaturas nacionales,
aboga por el recorrido opuesto: del lector al que reciben todo el apoyo por parte de los
autor. La línea apuntada en esta última di- autores de la Controversia. En concreto, en
rección entronca directamente con estudios Cartagena se advierte un intento de conci-
modernos sobre la traducción de obras cien- liación de las corrientes involutiva y evo-
tíficas como los de J. Calonge: se exige no lutiva, lo que verá su continuación a finales
sólo un conocimiento general de las lenguas del s. XV y a lo largo del s. XVI.
de entrada y de salida, sino un dominio en El libro que nos ocupa trata de textos
los conceptos especializados y en su expre- que son esenciales para la comprensión del
sión formalizada, ya que un error en este Humanismo en España y, muy especial-
apartado afecta directamente a la ciencia mente, de la Teoría de la Traducción, y lo
misma. Si se profundiza aún más en la re- hace estableciendo un riguroso criterio de
flexión sobre el lenguaje científico, se com- edición, imprescindible para el conocimiento
prueba la "modernidad" del discurso del científico de ellos. La traducción es muy
obispo castellano, al defender ya la mensu- correcta, en un cuidado castellano, y los
rabilidad o univocidad de los términos, y la extensos comentarios son muy valiosos para
universalidad o comprensión uniforme de la analizar mejor los textos y, como se puede
Ciencia por toda la Humanidad. Asimismo, apreciar en el índice de nombres, para mu-
admite préstamos lingüísticos y transcrip- chos aspectos de las relaciones entre el hu-
ciones de la lengua de origen según las ne- manismo español y el italiano.
cesidades, en contra de Bruni, que ni si-
quiera admite las trasliteraciones. Ante las
vigorosas réplicas de su contrincante, como
su desconocimiento de la lengua griega,
observamos cómo Cartagena se impone in-
vocando a una ratio o universalidad que le
ampara. De igual modo demuestra cómo Ci- Rafael Fernández Muñoz
cerón o Séneca no son las mejores vías para
llegar a Aristóteles.

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