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HABLAR EN LENGUAS COMO EL ESPÍRITU DIRIJA A LA PERSONA, COMO

EVIDENCIA INCIAL DEL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO


Hechos 2:4 "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen"
REFERENCIAS BÍBLICAS:
Juan 15:26; Hechos 10:44-46; 19:1-7.
INTRODUCCIÓN: Los creyentes del Nuevo Testamento consideraban el hablar en
lenguas, o glosolalia (gr. Glossaislalo), una señal que da Dios con la cual
acompañaba el bautismo con el Espíritu Santo (Hch. 2:4; 10:45-47; 19:6). Ese
patrón bíblico para la vida llena del Espíritu todavía tiene vigencia para los
creyentes de la actualidad.
Dos cosas necesitamos saber acerca de esta doctrina, y son las siguientes:
I. EL ESPÍRITU DIRIJE A LA PERSONA EN EL HABLAR EN OTRAS LENGUAS
Hablar en lenguas es una manifestación del Espíritu Santo, es decir, que el
creyente habla inspirado por el Espíritu en una lengua (gr. Glossa) que nunca se
ha aprendido. Puede ser en lenguas humanas habladas y vivas (Hch. 2:6) o en
lenguas desconocidas en la tierra (1 Cor. 13:1). El caso es que son hablas según
el Espíritu Santo dirija a la persona, lo cual descarta que esta sea aprendida o
puesta en práctica por esfuerzo humano.
El hablar en otras lenguas puede ser falsificado por la iniciativa humana o la
actividad demoniaca. La Biblia advierte que no se crea a todo espíritu, sino que se
examinen las experiencias espirituales para ver si viene de Dios (1 Juan 4:1).
En la iglesia primitiva para tener validez el hablar en lenguas debía ser "según el
Espíritu les daba que hablasen" (Hechos 2:4). Para seguir la norma del Libro de
los Hechos, el hablar en lenguas tiene que ser el resultado espontáneo del ser
lleno del Espíritu Santo por primera vez. No es un fenómeno aprendido, ni puede
enseñarse diciendo a los creyentes que hable o repitan ciertas sílabas
incoherentes.
El Espíritu Santo advierte que en los últimos días dentro de la iglesia habrá
hipocresía (1 Ti. 4:1-2), señales y prodigios de parte de los poderes satánicos (Mt.
7:22-23; 2 Ts. 2:9) y obreros engañadores que se disfrazan de siervos de Dios (2
Cor. 11:13-15). Se debe prestar atención a esas advertencias sobre las
manifestaciones y señales espirituales falsificadas (Mt. 7:22-23; 2 Ts. 2:8-10).
Para discernir si el hablar en lenguas es genuino, es decir, verdaderamente del
Espíritu Santo, se buscan los resultados, según definición bíblica del bautismo con
el Espíritu Santo. Si alguien que dice hablar en lenguas no está consagrado a
Jesucristo y a la autoridad de las Escrituras y no procura obedecer la Palabra de
Dios, Cualesquiera manifestaciones que tenga no son del Espíritu (1 Jn. 3:6-10;
4:1-3; Mt. 24:11,24; Jn. 8:31; Gá. 1:9).
La Iglesia de Dios no tiene escuelas ni seminarios en donde se les enseñen a sus
miembros a hablar en otras lenguas. La Iglesia de Dios cree que el hablar en
lenguas es algo que se expresa espontánea y milagrosamente bajo el impulso del
Espíritu Santo (Hechos 2:4)
II. LAS LENGUAS SON UNA EVIDENCIA INICIAL DEL BAUTISMO CON EL
ESPÍRITU SANTO. Los pentecostales creen que las experiencias auténticas con
Dios resultan en evidencia, no en dudas. La iglesia apostólica pudo hablar con
denuedo acerca de las cosas que había experimentado, porque estaba
personalmente convencida de que eran ciertas. Una experiencia con Dios que
ofrezca seguridad y evidencia, es necesaria para todos los que dan testimonio al
mundo con confianza y convicción. Históricamente, Dios ha provisto señales
externas y prácticas de la obra interna de la gracia.
De manará que el hablar en otras lenguas es una evidencia exterior en el creyente
como resultado del bautismo de espíritu Santo en su vida.

Por otra darte, la experiencia de las lenguas que el cristiano recibe en el bautismo
con el espíritu, certifica que el espíritu Santo mora en el de una manera especial.
Con el propósito de ser testigo de cristo en el mundo.
Sin embargos los creyentes nunca deben ser animados a buscar una "experiencia
de lenguas” sino la plenitud de la presencia y el poder de Dios en sus vidas.
Cuando esto sucede, la certificación propia de la presencia del Espíritu ocurrirá
naturalmente. Los pentecostales no enseñan que las lenguas son la única
evidencia del bautismo del espíritu; de hecho, ni siquiera enseñan que es la
evidencia ,as importante. Simplemente creen que esta es la evidencia física
(Primera) del bautismo con el Espíritu Santo, en armonía con el modelo bíblico de
Hechos 2:4; 10:44-46 y 19:1-7.
En la experiencia del bautismo con en el Espíritu Santo las “lenguas”:
desempeñan la función de la señal de la presencia del Espíritu Santo. Jesús
profetizó que vendrían como una señal (Mr. 16.17), Pablo se refirió a ellas como
una señal (1 Co. 14.22), y Pedro las vio como un don-señal que confirmaban la
validez de la experiencia en el Espíritu Santo de los gentiles (compárese Hch
10.44-46 con 11.16, 17 y 15.7-9). De ahí que hablar en lenguas sea una señal
apropiada y esperada que confirma la presencia plena del Espíritu y ofrece al
creyente un vigoroso testimonio vivo.
III. OTROS ASPECTOS A CONSIDERAR
De acuerdo con lo que ya se expuso se consideran también los siguientes
principios sobre el hablar en lenguas:
• Hablar en lenguas bajo la inspiración del Espíritu Santo es el único don espiritual
que se identifica con la Iglesia de Jesucristo. De los otros dones, milagros y
manifestaciones espirituales hay evidencias en tiempos del Antiguo Testamento,
antes del día de Pentecostés. Este nuevo fenómeno se manifestó originalmente en
la Iglesia, se identifica de la forma única con la iglesia y fue ordenado por Dios
para la iglesia (1 Co 12:28; 14:21).
• hablar en lenguas representa el cumplimiento de profecías de Isaías y Jesús.
Comparece Isaías 28:11 con 1 Corintios 14:21, y Marcos 16:17 con Hechos 2:4;
10:46; 19:6; 1 Corintios 14:5, 14-18, 39.
• Hablar en Lenguas es una prueba de la resurrección y glorificación de Jesucristo
(Jn 16:7; 7 Hch 2:26).
• Hablar en Lenguas es una evidencia del bautismo en o con el Espíritu Santo
(Hch 2;4;10:45, 46;19:6)
• Hablar en Lenguas es un don espiritual para la edificación espiritual de la iglesia,
cuando se acompaña de la interpretación de lo que se dice (1 Co 14:5).
• Hablar en Lengua es un don espiritual para la comunicación con Dios en los
momentos de devoción privada (1 Co 14:15).
• Hablar en Lenguas es un medio a través del cual el Espíritu Santo Intercede por
nosotros en la oración (Ro 8:26; 1 Co 14;14; Ef 6:18).
• Hablar en Lenguas es un medio espiritual para el regocijo (1 Co 14:14;15; Ef
5:18, 19).
• La Aplicación que hizo pablo de la profecía de Isaías indica que hablar en
lenguas también sirve de «descanso» o «refrigerio» (ls, 28:12; 1 Co 14:21-22).
• Las lenguas se manifiestan tras la predicación de la palabra de Dios y la
confirman (Mc 16:17, 20; 1 Co 14:21-22).
CONCLUSIÓN: Por la evidencia del Nuevo Testamento, entonces, hablar en
lenguas es un idioma que no se aprende ni se gana por méritos sino que es una
expresión voluntaria y espontánea bajo el impulso del Espíritu Santo y es una
evidencia inicial del descenso de Él sobre los creyentes. Hechos 2:4
Cabe mencionar también que «hablar en lenguas» es un asunto privado, que
concierne a la auto-edificación del creyente (1 Co 14.2-4) en los momentos más
íntimos de su comunicación con Dios bajo el impulso del Espíritu Santo. Esta
experiencia «devocional» puede también ser puesta en práctica por acuerdo
colectivo, en reuniones de grupos donde no estén presentes personas no
creyentes o no informadas (1 Co 14.23).

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