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Globalización en Guatemala

El proceso de globalización se caracteriza por una organización mundial de la producción que lleva a cabo
por las grandes empresas privadas, por la globalización financiera y por la interdependencia económica.

La gran competitividad a escala mundial esté obligando a los países a ampliar sus mercados dentro de sus
regiones, abriendo negociaciones entre gobiernos, grandes compañías y empresarios para formalizar los
Tratados de Libre Comercio, dejando a las organizaciones sociales de dichos países fuera de las grandes
decisiones.

Uno de los desafíos económicos más grandes es la pobreza y la ruta más segura para reducirla
sostenidamente es el crecimiento económico, que requiere de políticas económicas orientadas hacia la
integración de la economía mundial. Para esto es necesaria la participación de Gobiernos y a las
Organizaciones no Gubernamentales. Los cambios políticos y tecnológicos que conducen el proceso de
globalización económica tienen muchas consecuencias no económicas

La globalización en Guatemala, un país en vía de desarrollo y no cuenta con el apoyo suficiente de un avance
tecnológico y científico. Ha contado con un conflicto interno armado más de 36 años, con otras crisis
económicas y el deterioro de la sociedad por la falta de las necesidades básicas; todo esto se ha convertido
en un obstáculo y muchas veces en un pretexto para estancarnos y no avanzar en este campo.

Se finaliza el conflicto interno armado, logrando la firma de un Acuerdo de Paz. Este acuerdo, pese a sus
limitaciones, debe ser la oportunidad e instrumento, dentro de un sistema democrático, para desarrollar
equitativamente al país y erradicar la pobreza, modernizarlo, hacerlo competitivo y darle una personalidad
propia en la esfera internacional.

En nuestro país de Guatemala, nos hablan de modelos para el desarrollo económico que han funcionado en
otros contextos, donde la macroeconomía se potencia. Mientras los sectores sociales continúan en la pobreza
crónica sin darles ninguna otra opción, más que vivir fuera de las fronteras patrias. Emigrar, es lo que ha
hecho casi la mitad de la población, pues no se puede quedar en nuestro país esperando la intervención de
las naciones poderosas del mundo, traiga beneficios económicos a esta región y mucho menos seguridad
que respetaría la soberanía nacional.

En nuestro país las incertidumbres de la ciudadanía esperan solución a la corrupción, que se mejoren las
ofertas de trabajo en lo cuantitativo y en lo cualitativo, las condiciones de vida de la mayoría de la población.
Se espera contar con seguridad social, implicaría salud preventiva y curativa, resguardo contra la
delincuencia, gozar del arte, de la cultura, de la educación, de la ciencia y de la justicia.

En el siglo XXI Guatemala debe ser un país integrado y unido que desempeñe un papel preponderante en
el área Centroamericana y el Caribe, incluyendo México, y tenga una presencia importante y propia en el
concierto de las naciones.

La integración nacional debe ser un esfuerzo emprendedor y progresivo, mediante un proceso donde todas
las etnias y grupos sociales de Guatemala trabajen juntos para desarrollar al país y transformarlo en una
nación productiva, ejemplar y respetada por todas las demás naciones del mundo.

Guatemala debe ser un país donde nacionales y extranjeros disfruten visitarlo, invertir y hacer negocios en
él y residir en él. Debe ser un país que con calidad de trabajo, tecnología, eficiencia organizativa y
justicia contribuya a la prosperidad material y al desarrollo espiritual y cultural de sus habitantes y del
mundo. Debe ser un país de ciudadanos esforzados, cultos y educados, responsables y productivos con
un profundo interés por sacar adelante al país y a sus coterráneos.

Debe ser un país donde cada ciudadano esté tranquilo y se sienta seguro y cómodo. Esto significa que
la prosperidad no sea sólo material sino también implique ausencia de peligro del crimen organizado, de
accidentes, de contaminación del medio ambiente y con una adecuada y eficiente red de seguridad social,
pública y privada para la protección de la salud. Debe ser un país de ciudadanos satisfechos, viviendo en
paz y democracia y tratando de obtener el máximo provecho del proceso de globalización.

Lo primero que hay que aceptar es que la globalización está ya asentada en nuestras relaciones con otros
Estados, lo cual implica el no disponer de mucho tiempo para actuar y aprestarnos a vivir con ella. Es
necesario entonces cambiar el rumbo de nuestro país lo cual implica un riesgo, ni la economía micro o macro
crece si no se arriesga algo.

Nuestro Estado tiene que verse en un escenario de corto, mediano y largo plazo, respondiéndose preguntas
básicas como ¿Cuál es nuestro inventario de recursos humanos? ¿Qué tenemos para ofrecer en condiciones
de ventaja a otros países? ¿Qué recursos naturales tenemos que no tengan otros países cercanos? ¿Cuál es
nuestra capacidad de ampliar el círculo de socios comerciales actuales? ¿Está nuestra economía sana, o
requiere de un tratamiento especial? ¿Cuánta capacidad de endeudamiento tenemos? ¿Cuál es nuestra
infraestructura más desarrollada? ¿Cuál es la imagen económica, política y social que el mundo tiene de
nosotros? ¿Nuestra estructura de administración pública es capaz de actuar con la agilidad que los tiempos
requieren? ¿Se tiene una propuesta clara y concreta acerca de la descentralización en la administración
pública? ¿Cuál es la jerarquización de los problemas sociales internos?

Solo estructurando un plan estratégico práctico, sin profundas elaboraciones teóricas que impidan que los
guatemaltecos comunes y corrientes lo entendamos con facilidad, y reforzarlo con un liderazgo político que
haga sentir en la población una tranquilidad por quienes conducen la nave, se puede armar esta
impostergable visión globalizada del Estado guatemalteco.

Uno de los cambios más visibles que ha traído consigo la globalización es la fusión de compañías que en el
pasado reciente eran acérrimas competidoras. Se fusionan grandes bancos, compañías fabricantes de
automotores, de computadoras, solo nos falta ver fusionados a los grandes fabricantes de refrescos de cola.

En Guatemala la mayor parte de empresas desarrolladas están situadas en el sector de los servicios,
comerciales y financieros, por lo que la estrategia iría orientada a estimular la fusión de las empresas de
capital nacional como una rápida respuesta a la avalancha que se avecina. Ya existe un reciente caso de la
fusión de dos bancos antiguos que han comprendido el mensaje.

En el lado público todavía no se ha visto en tiempos de la globalización ningún intento de formalizar


fusiones de Estados porque esto sería tomado como un atentado a la soberanía.

Globalizar el conocimiento y la información a través de herramientas como el INTERNET ha sido un punto


positivo para nuestro país. Sin embargo, aún no existe una claridad en cómo podemos aprovecharnos de esta
ventaja informática.

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