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INTRODUCCION

En este trabajo, y referente a la ética del notariado que no todo la que


brilla es oro, todo estudiante de nivel superior, se esfuerza para tener una mejor
calidad de vida superándose día a día; ya sea en lo personal, laboral, familiar,
estudiantil y profesional. Pero de una forma ética sin manchas ni acosta de
terceros, que luego nos podemos arrepentir y podría ser muy tarde, hay un dicho
que dice ni tanto que lo que me ni tanto que lo enfrié al santo, no hay que esperar
que las flores nos caigan del cielo, para tener flores hay que sembrar, hay que
preparar la tierra como; cortando toda la maleza, pero no de forma imprudente,
luego hay que asesorarse con un profesional en la materia. Que sea un
agrónomo y no con un zootecnista, si bien son de la misma rama, pero de la
misma técnica. Notario versus abogado, mientras el primero se rige por la
imparcialidad, el abogado por la parcialidad, en este último el abogado vela por
intereses propios de su cliente y el bienestar como abogado defensor, tendrá
todos los medios del aparato legal para defender su dicho en el litigio, el litigante
tiene un interés pecuniario. El notario vela por la imparcialidad y la objetividad en
cada documento que analiza en razón de esa facultad que le brida el estado, de
fedatario, de estas dos figuras cual tiene más ventaja una de la otra, si vemos la
vertiente.

El notario está más cohibido por su investidura pública, donde no puede


mostrarse al mejor postor, porque descalificaría su esencia de fedatario. Como
mencione antes para tener flores hay que prepararse, cuidar y asesorase ante
de iniciar, cual quiera que sea el trabajo por sencillo que sea, porque siempre
hay un deber y una obligación por cumplir, pero de una manera satisfactoria para
ambas partes.
ÉTICA DEL NOTARIO

Antecedentes Históricos

El derecho notarial actual tiene antecedentes, los cuales son distintos a


los del derecho registral, por lo tanto, estudiaremos los primeros en la presente
sede a efecto de conocer y comprender mas ampliamente el derecho actual, el
cual no es un conjunto de normas o dispositivos legales o derecho positivo, sino
que se tiene que conocer la evolución, a efecto de determinar mas ampliamente
la razón de ser de la situación actual.

Es decir, los legistas no estudian los antecedentes ni tampoco la historia


del derecho notarial, por lo tanto, teniendo en cuenta que el presente no tiene
como destinatarios a los indicados, desarrollaremos este tema pero de una
manera breve, lo cual permitirá realizar una lectura ágil, y de esta forma se pueda
tener una idea precisa del derecho notarial a través de la historia.

El estudio no sólo es de derecho peruano, sino también del derecho


español y de otros tiempos, por ejemplo se estudia el derecho romano antiguo,
dentro del cual no existía derecho notarial, pero si existían antecedentes dentro
del mismo, lo cual permite conocer y entender el derecho notarial de estos
tiempos, que poco a poco, y día a día ha desarrollado y sigue desarrollando, lo
cual es estudiado por los notarialistas y también por los estudiantes de pre grado
de derecho notarial.

Egipcios
La cultura egipcia ha sido poco estudiada en estos tiempos, sin embargo,
existen importantes antecedentes, lo cual amerita hacer historia del derecho
notarial desde dichos tiempos, es decir, constituye la sede para dejar constancia
que esta etapa es realmente muy importante en el estudio del derecho notarial.
En la cultura egipcia existió un antecedente de los notarios públicos
actuales, los cuales se dedicaban a redactar contratos, y a dichos personajes se
les conocía con el nombre de "Agoránomos"

Hebreos
Siempre ha sido un gusto para nosotros escribir o hacer citas de la cultura
hebrea, la cual aporta importantes elementos de juicio a efecto de determinar
que el derecho romano antiguo, no es todo el derecho, ni tampoco es toda la
historia del derecho, sino que el mismo constituye tan sólo una parte del mismo,
lo cual es fácil comprender cuando se estudian culturas distintas al derecho
romano.

Se hace necesario precisar que los hebreos contaron un antecedente de


los notarios actuales, los cuales eran los: escribas del rey, escribas del pueblo,
y escribas del estado. Los primeros del Rey tenían como principal función
autenticar los actos del Rey. Los segundos hacían las veces de los notarios
actuales. Y los últimos eran de varios de tipos[2]

Grecia
Como primer antecedente estudiaremos a Grecia, la cual es poco
conocida en la cual es poco conocida en estos tiempos, pero existieron tiempos
en los cuales fueron muy tomados en cuenta, por ello, debemos precisar que
esto depende de muchos factores, dentro de los cuales podemos citar el tiempo
en que son estudiados, así como la materia estudiada.

Grecia es poco estudiada, sin embargo, en algunos supuestos se justifica


investigar este importante antecedente del derecho notarial, sobre lo cual existe
poca información y pocas publicaciones.

Es necesario estudiar los antecedentes del derecho notarial existentes en


Grecia, en la cual existían distintos tipos formas, o tipos o modalidades de
notarios.
En este pueblo existían los Apógraphos o Singraphos, también eran
llamados Mnemones o Promnemones. Los primeros se consideraban como
verdaderos notarios, y en cada tribu existían dos de los indicados, los cuales
gozaban de mucha importancia.

Roma
De Roma se cita en forma habitual el derecho romano, sin distinguir el
derecho romano antiguo del derecho romano actual, lo cual trae como
consecuencia que muchos estudiantes y algunos abogados desconozcan la
diferencia entre los indicados.

Incluso se ha llegado a distinguir otras etapas, las cuales son posteriores


al derecho romano antiguo, las cuales deben ser estudiadas con bastante
cuidado a efecto de realizar el seguimiento histórico del derecho notarial, con lo
cual podremos en forma mas pormenorizada esta importante pero descuidada
disciplina jurídica.

A continuación, estudiaremos el derecho romano antiguo, pero sólo en lo


referido a los antecedentes del derecho notarial.

En el derecho romano antiguo existían cuatro sujetos que ejercían


funciones notariales, los cuales eran los siguientes: el escriba, el notarri, el
tabularius, y el tabellio. Pero para otros existen otros antecedentes, los cuales
son distintos a los indicados anteriormente, por lo tanto, podemos afirmar que
este no es pacífico dentro del derecho romano antiguo. Cada uno de los
mencionados tenía funciones diferentes en este antecedente, por lo tanto,
recomendamos un estudio más amplio de este importante tema, el cual está
orientado a estudiar entre otros temas el derecho romano antiguo.
Edad Media

La edad media constituye un período importante bastante importante en


la historia y es estudiado con dedicación, por ello, en esta sede queremos
brindarle algunas líneas citando para tal efecto importante doctrina nacional, que
esperamos sea suficiente para comprender la misma dentro de la historia del
derecho notarial.
En la edad media, denominado también etapa del "oscurantismo", por el
imperio de lo extremadamente religioso, pegado al dogma católico intolerable de
que la Iglesia era la verdad absoluta; el Notariado incipiente comienza a adquirir
revuelo intelectual y escriturario acrecentándose en importancia dentro de los
claustros monasterísticos (España, Francia), recogiendo además al vagaje
cultural del Asia, vía los conocimientos del álgebra, aritmética, geometría,
música, astronomía que secretamente llegaban de los Arabes a los monjes. En
esta etapa a quienes cumplían la función de notarios, de dar fe a los documentos
se les conocía como los notarios eclesiásticos.

En ésta época es cuando en el notariado se opera una evolución


importante. La baja edad media comprende aproximadamente los siglos XI al XV
de nuestra era. En esta etapa el notariado tiene ya un concepto definido donde
la función del notario es más completa y clara como legitimadora, consejera y
autenticante, además de ser entendida como "el arte del buen decir y escribir"
por la influencia de la corriente renacentista.

Italia y España fueron los dos centros de reactivación y evolución del


campo notarial, constituyendo con el tiempo el origen del notariado moderno de
tipo latino. Corresponde a esta época la Escuela de Bolonia y las primeras
disposiciones referentes al notariado contenidas en el Fuero Real, en el Código
de las Siete Partidas, en las Leyes del Estilo, etc.

Cabe señalar que la escuela de Bolonia constituye el movimiento científico


mas notable en el campo del derecho notarial, siendo su máximo representante
Rolandino Passaggiero, quién creó y enseñó la ciencia notarial dejando obras
famosas como "Summa Artis Notarial" entre otras. Se le llamó en doctrina como
el príncipe de los notarios.

Edad Moderna
Ahora estudiaremos la edad moderna, pero sólo en lo referido al
notariado, de la cual estudiamos en esta sede los antecedentes. De esta edad
existen varias publicaciones, sin embargo, hemos advertido que en el derecho
peruano son temas casi totalmente descuidados.

Ya en la edad moderna la jerarquización de las normas en Partidas y


Códigos (España, Inglaterra, Francia, Portugal) adquieren vital importancia de
acuerdo a la realidad geográfica y política de la época; es así que en este
contexto aparecen siete partidas de Alfonso El Sabio, en la labor del notario se
comienza a sintetizar en deberes, obligaciones y derechos y de cierta
independencia en su labor cotidiana

Edad Contemporánea

Esta edad comienza aproximadamente a partir del siglo XVIII hasta


nuestros días, en la cual adquiere su forma actual; aparece mas perfeccionado
y evolucionado especialmente en los países de procedencia latina.

Entre los precedentes o primeras leyes orgánicas que representan esta


época podemos mencionar "Las Siete Partidas de Alfonso El Sabio X", que por
primera vez trata en forma expresa la institución notarial.

A partir del siglo XIX puede diferenciarse los siguientes funcionarios.


 Notarios Secretarios del Rey, con categoría de Ministros.
 Escribanos Reales, nombrados por el Rey.
 Escribano de otros oficios, los cuales intervienen en la contratación.
También debemos tener en cuenta la ley francesa del 16 de mayo de
1802, la ley española del 28 de mayo de 1862, entre otras. Con respecto a la
Iglesia, cabe señalar que tenía su propia jurisdicción con carácter oficial.

España
España constituye un antecedente bastante importante para el derecho
peruano y esto ocurre incluso en el derecho notarial, por lo tanto, en la presente
sede lo estudiaremos para conocer en forma más acuciosa este importante tema,
como son los antecedentes del derecho notarial peruano.

En España se distinguió primero la función de los jueces con la función de


los notarios, señalándose que los jueces fallaban en los procesos judiciales,
mientras que los notarios eran contratados para que no existan dichos procesos
mencionados.

El Fuero Juzgo "Primer Código General de Nacionalidad Española"


estableció en el siglo VI que los escribanos se dividían en escribanos del pueblo
y comunales, y en dicho tiempo las leyes sólo podían ser escritas y leídas por
los escribanos.

El derecho notarial español se encuentra más desarrollado que el derecho


notarial peruano, motivo por el cual algunos notarialistas peruanos han viajado a
España para especializarse o actualizarse en el derecho notarial, que si bien es
cierto son pocos los que han viajado, también es cierto que las novedades
doctrinarias y jurisprudenciales son abundantes, lo cual ha generado una serie
de copias del derecho español al derecho peruano, lo que debe merecer estudios
de derecho comparado.

Descubrimiento y conquista
A continuación estudiaremos el descubrimiento y conquista de
Sudamérica por parte de España, es decir, esta monarquía conquistó el Imperio
Incaico, es decir, debe tenerse nociones de derecho de la integración, por lo
tanto, dicho imperio se anexó a dicha monarquía pero no de manera horizontal,
sino en forma hegemónica.

Con la etapa del descubrimiento y conquista, las leyes de España se


aplicaron a los territorios recién conquistados, cambiando el sistema político
social que regía anteriormente, el cual era el sistema económico agrarista
incaico, por lo cual el sistema empleado para la estadística, el comercio, la
población, y hechos históricos aunados a las decisiones del Inca Soberano y
Señor de los Andes y territorios conquistados reunidos en los quipus y leídos
solamente por los amautas quipucamayoc; se oponía al sistema de la legislación
escrita contenidas en las leyes del toro, las siete partidas de Alfonso el Sabio,
las reales cédulas, las leyes de indias, las leyes de Real Castilla, aplicados por
las reales audiencias, el Virrey, el Consejo de Indias, y reales cabildos
conllevando a que los secretarios, se conviertan también en amanuenses y
correlativamente también en fedatarios, que sería los notarios de hoy, o
conocidos como escribanos en su oportunidad.

Emancipación

Cuando nos desligamos de España, vía emancipación, se mantuvo


algunas instituciones básicas, pero posteriormente se aprobó normas propias,
las cuales son poco conocidas.

INICIOS DE LA REPUBLICA
El estado peruano existe desde 1821, y un hito importante es el Código
de Enjuiciamientos en Materia Civil peruano de 1852, el cual distingue cuatro
tipos, clases o variedades de escribanos, los cuales son los siguientes:

a) Escribanos de Cámara en las Cortes.


b) Escribanos Públicos (notarios públicos).
c) Escribanos del estado (Secretarios de Juzgado)
d) Escribano diligenciero.

En su artículo 228 se precisa que las obligaciones de los escribanos


públicos son las siguientes:

a) Extender escrituras de acuerdo con las minutas.


b) Archivar las minutas y formar libros.
c) Manifestar las escrituras.
d) No exhibir los testamentos mientras viva el testador.

PRIMERA LEY DEL NOTARIADO PERUANA


En 1911 se aprueba en la legislación peruana o derecho positivo peruano,
la ley 1510, la cual contiene la primera ley del notariada peruana, la cual
constituye un gran avance para dicho tiempo, por ello, recomendamos su estudio
para hacer historia del derecho peruano. Es decir, antes de esta norma en el
derecho peruano no existía ley del notariado, la cual fue poco estudiada, sin
embargo, en algunos textos apareció publicada como anexo, por ejemplo,
aparece en libro de Victorino HERRERA CAVERO, esta publicación se realizó
en varias ediciones y para su tiempo constituyó un gran avance académico, pero
para estos tiempos es un trabajo un poco más asequible.

SEGUNDA LEY DEL NOTARIADO PERUANA


Posteriormente se expidió el decreto ley 26002, que aprobó la segunda
ley del notariado peruana, la cual suprime los testigos notariales, novedad
legislativa que fue adecuadamente difundida, cuando nos encontrábamos en los
últimos años de los estudios años de pre grado de derecho. Esta norma es mas
extensa y contiene disposiciones mas detalladas y al igual que la primera ley del
notariado, no tiene reglamento.

LEY DE COMPETENCIA NOTARIAL


Posteriormente se expidió en el derecho peruano la ley de competencia
notarial, la cual constituye un importante instrumento legislativo del derecho
positivo peruano, que ha sido aprobado para descongestionar el Poder Judicial
de asuntos poco complejos, habiendo cumplido sus fines respecto de los
procesos de sucesión intestada, ya que se han tramitado e inscrito en registros
públicos muchos de estos procesos, sin generar ningún problema de aplicación,
motivo por el cual se amplió la competencia notarial a otros procesos, los cuales
son los siguientes: divorcio, convocatoria a asamblea y unión de hecho.

Esta norma ha sido materia de algunas publicaciones, en las cuales se ha


comentado sus alcances y novedades en el derecho peruano, que esperamos
tenga una aplicación más amplia, es decir, esperamos que en un futuro existan
más procesos de competencia notarial, para que el Poder Judicial concentre sus
esfuerzos en asuntos más complejos, y otra ventaja de estas normas es que el
estado no ya no gasta dinero en estos procesos, los cuales como primera etapa
son de competencia alternativa, pero en un futuro debe pasar en forma integral
a los notarios públicos.

Decreto legislativo del notariado


Esta es la norma actual, es decir, se encuentra vigente, es del 2008, y no
hemos tenido acceso a libros de otros autores en los cuales se la haya
comentado, sin embargo, nosotros hemos publicado algunos libros con esta
nueva normatividad.

REGLAMENTO DEL DECRETO LEGISLATIVO DEL NOTARIADO


El decreto legislativo del notariado ha sido reglamentado, y luego
modificado, para finalmente haberse aprobado un tuo de dicho reglamento, el
cual constituye una novedad para el derecho peruano, sin embargo, debemos
precisar que en el derecho español, hace muchos años ya se contaba con
reglamento notarial, lo cual ha motivado diversas opiniones, algunas de las
cuales son a favor y otras en contra.
DEFINICIÓN DE NOTARIO PÚBLICO SEGÚN CÓDIGO NOTARIAL
El notario público es el profesional en Derecho, especialista en Derecho
Notarial y Registral, habilitado legalmente para ejercer la función notarial.

En leyes, reglamentos, acuerdos y documentos, cuando se use la palabra


notario debe entenderse referida al notario público.

Deberes del notario


Además de las obligaciones y los deberes resultantes de la presente ley,
los notarios públicos están obligados a tener una oficina abierta al público y
brindar los servicios que se les requieran, de lo cual solo pueden excusarse por
causa justa, moral o legal. Deben asesorar debidamente a quienes les soliciten
los servicios para la correcta formación y expresión legal de su voluntad en los
actos jurídicos que realicen.

Prohibiciones del Notario


Prohíbase al notario público:
a) Atender asuntos profesionales de particulares en las oficinas de la
Administración Pública.
b) Autorizar en la Administración Pública, instituciones estatales
descentralizadas o empresas públicas, de las cuales reciba salario o
dieta, actos o contratos jurídicos donde aparezcan como parte sus
patronos o empresas subsidiarias.
c) Autorizar actos o contratos en los cuales tengan interés el notario,
alguno de los intérpretes o los testigos instrumentales, sus
respectivos cónyuges o conviviente.
d) Autorizar actos o contratos contrarios a la ley, ineficaces o los que
para ser ejecutados.
e) Ejercer el notariado, simultáneamente, en más de tres instituciones
estatales descentralizadas y en empresas públicas estructuradas
como entidades privadas.
Responsabilidades
Los notarios públicos son responsables por el incumplimiento de sus
obligaciones y deberes profesionales, así como por la violación de las leyes y
sus reglamentos. Esta responsabilidad puede ser disciplinaria, civil o penal.
Carecerá de validez cualquier manifestación de las partes en que el
notario sea relevado de responsabilidad por el incumplimiento de sus
obligaciones.

Responsabilidad Civil
La indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por la actuación
del notario público a los otorgantes, partes o terceros, será cubierta una vez que
lo establezca una resolución judicial firme, dictada en la jurisdicción común o la
vía disciplinaria. Para indemnizar, se hará efectiva la garantía rendida, sin
perjuicio de la responsabilidad personal del notario por cualquier saldo en
descubierto.

Responsabilidad penal
Compete a los tribunales penales establecer la responsabilidad penal de
los notarios conforme a la ley.

Responsabilidad disciplinaria
Los notarios serán sancionados disciplinariamente, según este código,
por el incumplimiento de la ley, sus reglamentos, las normas y los principios de
la ética profesional, las disposiciones que dicten la Dirección Nacional de
Notariado y cualquiera de sus órganos encargados de cumplir funciones
relacionadas con la actividad notarial.

El notario tiene por obligación de guardar el secreto profesional ante todo


el mundo en todas las cuestiones que le sean dadas a conocer en marco del
desempeño de su profesión y sus empleados también están obligados a guardar
el secreto profesional.
La confidencialidad notarial es la base principal para la actuación y trabajo
en conjunto que brinde confianza a los clientes.

De este modo se puede también discutir un asunto confidencial con el


notario con toda franqueza. Esto también es necesario porque una de las tareas
centrales del notario público es explorar los hechos y así determinar con mayor
precisión los intereses y objetivos de las partes.

Secreto profesional
Los notarios están obligados a guardar el secreto profesional de las
manifestaciones extra protocolares expresadas por las partes y demás
interesados en el acto o contrato.

Identificación de los comparecientes


Los notarios deben identificar, cuidadosamente y sin lugar a dudas, a las
partes y los otros intervinientes en los actos o contratos que autoricen. Los
identificarán con base en los documentos legalmente previstos para el efecto y
cualquier otro que consideren idóneo.

En el acto o contrato notarial, deben indicar el documento de identificación


y dejarse copia en el archivo de referencias, cuando lo consideren pertinente.
Capacidad de las personas

Los notarios deberán apreciar la capacidad de las personas físicas,


comprobar la existencia de las personas jurídicas, las facultades de los
representantes y, en general, cualquier dato o requisito exigido por la ley para la
validez o eficacia de la actuación.

Competencia material de la función


La persona autorizada para practicar el notariado, en el ejercicio de esta
función legitima y autentica los actos en los que interviene, con sujeción a las
regulaciones del presente código y cualquier otra resultante de leyes especiales,
para lo cual goza de fe pública. Las dependencias públicas deben proporcionarle
al notario toda la información que requiera para el cumplimiento óptimo de su
función

Uso de idioma extranjero


Cuando algún compareciente o interesado no comprenda el español,
deben intervenir un traductor oficial u otro aceptado por las partes y el notario
público, salvo que este entienda el idioma del compareciente. En tal caso, el
notario, bajo su responsabilidad, efectuará la traducción legal del texto, si todos
los interesados en el acto o contrato lo consintieren. El interesado debe quedar
enterado del texto del documento en el idioma que conoce.

Si, al otorgar un instrumento público, se presentare el acto escrito en


idioma extranjero, en el archivo de referencias se conservará el documento o
una copia de él autenticada por el notario.
COMPARACIÓN DEONTOLÓGICA ENTRE LA ÉTICA DE LOS NOTARIOS Y
ABOGADOS

CARNELUTTI es "... quien más ha insistido en estas ideas,


contraponiendo la labor del notario, no ya a la del juez, sino a la del abogado,
utilizando para ello la clásica trilogía romana del cayere, responderé, postulare:
"Postulare es la actividad del defensor. Responderé es una actividad común al
defensor y al notario. En esto, cualquiera se puede dirigir tanto al uno como al
otro para la resolución de una duda jurídica.

Cayere es, en fin, la función específica del notario. Y es preciso entender


bien en qué consisten su carácter y su dificultad... El negocio puede ocultar en
su regazo una litis; ahora bien, entre el abogado y el notario el cometido está
distribuido de tal forma que, mientras aquél interviene cuando la litis ya ha
estallado o está para estallar, la obra del notario tiende primordialmente a que
no estalle; por eso la figura del defensor es diversa de la del notario, más bien
inversa".

Para establecer estas diferencias en el ordenamiento jurídico


costarricense este estudio se fundamenta en la forma en que están organizadas
ambas profesiones y en las normas deontológicas que los diferencian según la
normativa vigente, sin que se pretenda ser exhaustivo:

1. Los requisitos morales para el ejercicio de la abogacía y del notariado son


diferentes.

a) El primer requisito para ser notario es Ser de buena conducta es un


requisito deontológico y no técnico, en cambio el primer requisito para
ser abogado es técnico y no deontológico.
Los requisitos morales que se le exigen a un notario son mayores
que los que se exigen al abogado, según está estipulado en las leyes
respectivas.

La razón es muy simple: en el notario los aspectos deontológicos


están por encima de los técnicos, pues al ser el notariado una función
pública, los efectos de sus errores y faltas tienen mayor incidencia en
la comunidad que los del abogado. A la idoneidad técnica del notario
hay que agregar la idoneidad moral.

El notario "es sobre todo un hombre de buena fe, y en lo íntimo de


quien acude a él, se busca un consejo jurídico, pero transido de
Justicia y de sentido ético, ese sentido ético civil, válido para todos, y
que entre todos debemos encontrar para averiguar los puntos
fundamentales de la sociedad".

El ejercicio del notariado se obtiene demostrando la idoneidad


moral y se puede perder por razones morales.

Por eso, igualmente, el Estado, puede denegar la licencia notarial


a quienes no cumplen con este esencial requisito.

i) El requisito de "Buena conducta" se prueba aportando una


declaración jurada que indique que el solicitante no tiene los
impedimentos de ley).

b) Otro requisito para obtener la licencia de notario público es "No tener


impedimento legal para el ejercicio del cargo"

c) "En cuanto a los requisitos que deben cumplirse para poder ejercer el
notariado, la mayor parte de la doctrina los clasifica en aquellos
relativos a aspectos físico, a aspectos morales y a aspectos
intelectuales".

PRINCIPIO DE PROBIDAD
Este principio, también considerado como universal, hace referencia a
la honestidad del profesional. Honestidad consigo mismo, como ser
humano y profesional, con los demás en cuanto a sus servicios.

Hace referencia al respecto que debe tener el profesional con sus


clientes, en el caso del abogado, y con los comparecientes en el caso del
notario, a quienes tiene que tratar con absoluta objetividad e imparcialidad
explicando las implicaciones de sus actuaciones, y donde debe haber un
estricto apego a la legalidad. Por eso se dice que la función del abogado
es parcial pero objetiva, y la del Notario: imparcial y objetiva.

La honestidad debe ser reflejada por el profesional y así exigirlo a sus


comparecientes, en caso de no poderse llegar a ese nivel, vía diálogo, el
notario debe abstenerse de ejecutar el acto, si éste tiene implicaciones
negativas.

“El Notario Público que autorice y expida documentos estando


suspendida la vigencia de la función notarial, incurre en un ejercicio al
margen de la ley, por cuanto violenta el ordenamiento notarial, y su
conducta es reprochable desde el punto de vista ético moral, cuando
conociendo la causa impeditiva, proceda a brindar el servicio notarial a los
usuarios que concurran en vía de un asesoramiento.

Con este actuar, el fedatario afecta la fe pública, de la cual éste es


revestido. Este ocultamiento, implica la violación a la ley en la materia, los
principios y las normas ético moral del decoro, probidad y lealtad hacia los
usuarios, o la misma fé pública”.
Otro comportamiento contrario al principio en cuestión sería el
cobro excesivo de los honorarios, con suspensión de hasta un mes de
acuerdo a la importancia y gravedad de la falta. Situación que no sólo
afecta a los usuarios, sino también a los colegas, generándose una
“competencia desleal”.

PRINCIPIO DE DIGNIDAD Y DECORO


Estos dos principios, hacen referencia a la imagen que el
profesional tiene de sí y la imagen que proyecta en el desempeño de
sus funciones.

El principio del decoro hace referencia al honor, al respeto del


profesional. El principio de dignidad hace referencia a la excelencia, el
realce tanto a nivel privado como profesional, configurando la
reputación y el respaldo del prestigio de la profesión que ejerce.

Una situación donde se vería violentado dicho principio es en el


préstamo del protocolo, pues la asesoría y asistencia del notario es
personalísima y no puede ser sustituida, mucho más si con esta
práctica se promueve el ejercicio de la profesión por parte de personas
que no están capacitadas ni habilitadas para el ejercicio de la función.

La imagen de la profesión se verá menoscabada en tanto que


cualquier persona podría portar el protocolo y realizar instrumentos
contrarios a la ley o por lo menos, en el mejor de los casos, no dar la
asesoría necesaria a los comparecientes.

El usuario busca los servicios de un profesional, éste es el


responsable y “carecerá de validez cualquier manifestación de las
partes en que el notario sea relevado de responsabilidad por el
incumplimiento de sus obligaciones”.
PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA
Este principio, al igual que los que le siguen, son considerados
como sectoriales, y hace referencia a la exigencia del profesional de
ser el director de todo el ciclo cartular y de procesos no contenciosos
en Sede Notarial.

No debe haber injerencia externa que dirija irresponsablemente la


generación de los documentos notariales, mucho menos los
instrumentos públicos en cuanto a la información que en ellos se
consigne y la documentación que se debe guardar en el respectivo
protocolo de referencia.

PRINCIPIO DE LIBERTAD PROFESIONAL

Este principio hace referencia a la opción, a la libre determinación


del profesional de escoger ejercer la función del notariado, pero es más
restringida que en el caso del abogado, en el que se amplía a la
libertad de escoger tanto su clientela como su especialidad. En el caso
del notario se restringe a la escogencia de la ubicación de su oficina,
su horario de atención, pero no a su función estrictamente profesional
donde está obligado a realizar todos los trabajos que se le soliciten a
excepción de que tenga una causa justa legal o moral.

PRINCIPIO DE DILIGENCIA
Este principio hace referencia al cuidado, a la agilidad, al celo, al
esmero, a la prontitud, ligereza en la ejecución del trámite solicitado,
obliga al notario a realizar todos los trámites de las inscripción del
documento, en el caso de que así sea, o de cumplir con todas las
formalidades del caso para que el instrumento tenga la debida eficacia
jurídica.
Dicho principio está regulado en el artículo 34 del Código Notarial,
donde se estipulan los alcances de la función, dirigidos todos ellos a
lograr la concreción de la solicitud por parte del o los otorgantes.

PRINCIPIO DE DESINTERÉS
Este principio apunta a la exigencia que se pide al profesional de
que atienda todos los asuntos con el mismo nivel de profesionalismo,
independiente del monto de cada una de sus actuaciones y mantener
su imparcialidad. Por eso existe la prohibición de autorizar actos o
contratos en los cuales tenga un interés particular, así como si hay un
interés de los intérpretes, los testigos instrumentales, los respectivos
cónyuges o convivientes, ascendientes, descendientes, hermanos,
tíos o sobrinos por consanguinidad.

Dicho principio se encuentra regulado en el artículo 35 del Código


Notarial donde se estipula “Como fedatarios públicos, los notarios
deben actuar de manera imparcial y objetiva en relación con todas las
personas que intervengan en los actos o contratos otorgados en su
presencia”

De igual manera, dentro de los alcances de la función notarial, en


su inciso b, tenemos: “Informar a los interesados del valor y
trascendencia legales de las renuncias que hagan, así como de los
gravámenes legales por impuestos o contribuciones que afecten los
bienes referidos en el acto o contrato”.

Con respecto a este punto, es claro que la información se debe dar


y debe quedar constancia de la misma en el instrumento, no se trata
de un estribillo, sino de una adecuada asesoría a las partes.

PRINCIPIO DE INFORMACION
El notario debe, dentro de esta exigencia, valorar la capacidad de
las personas físicas, comprobar la existencia de la personas jurídicas,
las facultades de los representantes y cualquier otro dato o requisito
exigido por la ley para la validez o eficacia de la actuación, dicha
valoración deberá ser realizada por el mismo notario, no pudiendo
delegar la misma en otras personas o tomando como base
documentos presentados ante él, por parte de los comparecientes, sin
haber verificado la autenticidad y vigencia de los mismos.

PRINCIPIO DE SECRETO PROFESIONAL


Este principio apunta a que el notario debe guardar el principio del
secreto profesional en todas las manifestaciones extra protocolares
expresadas por las partes y demás interesados en el acto o contrato,
según artículo 38 del Código Notarial, sea antes, durante o posterior-
mente al acuerdo que se llegue.
CONCLUSION

Con este trabajo de investigación, nos queda muy claro que la ética
notarial está muy marcada, en cuanto a que no es una profesión como todas, el
que notario se debe a sus principios morales y espirituales, antes de emitir un
criterio debe mirar adelante, atrás, a los lados y por su puesto hacia arriba porque
allí esta, Dios el que nos vigila, de todo lo que hacemos y de qué forma lo
hacemos, el notario trabaja de forma imparcial y neutral donde los intereses
públicos superan los personales ya que tiene que cargar con una cruz, muy
pesada en comparación con la del abogado que puede hacer muchas funciones,
que el notario está impedido de realizar por su fe pública y que no puede ofrecer
sus servicios, ya que si los ofrece, pierde esa transparencia de fedatario el
estado tiene la obligación de buscar alternativas para este gremio, que esta
maniatado de pies y manos

El notario no debe de involucrarse con empresas, porque estaría del otro


lado de la calle beneficiando a su patrono, o a las empresas que pagan sus
honorarios, es en este punto donde un notario no debe de llegar, a legalizar
actividades que no son propias de un notario, un ejemplo claro es una empresa
vendedora de licores, en la cual el notario autenticaría los permisos para vender
ese producto, infiriendo las potestades de los municipios, que son los únicos
entes de otorgar esa patente.

Claro hay empresas y notarios que se prestan para ese tipo de ilícitos, y
engañan a toda la ciudadanía en general, bueno para ser notario lejos de pasar
por una universidad, y llevar un curso intensivo de notariado, hay que tener ética,
amor por el trabajo que realizamos y como lo efectuamos.
BIBLIOGRAFÍA

 Código de Ética del Notario Peruano


 Revista de Ciencias Jurídicas Nº 112 (153-170) enero-abril 2007
 La Deontología como base de la función notarial", en Contribuciones a las
Ciencias Sociales, Mayo 2012 – (LUYO, Denis y PEREZ, Alemán)
 Revista de Ciencias Jurídicas Nº 112 (153-170) enero-abril 2007 –
Universidad de Costa Rica – Facultad de Derecho.
 http://inforlegal.blogspot.com

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