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El TFM puede realizarse en dos formatos: (a) como unidad didáctica o (b) como estudio,
análisis y propuesta de mejora de (i) materiales didácticos existentes, o (ii) lecturas de
literatura castellana para un curso o ciclo, o (iii) una metodología de enseñanza aplicada a la
lengua o la literatura en un curso o ciclo, (iv) o uso de las TIC en el aula aplicado a la enseñanza
de lengua y literatura en un curso o ciclo, o (v) estudio, análisis y propuesta de otros aspectos
de la lengua y la literatura. A continuación, se dan indicaciones para la realización del TFM
según cada formato y atendiendo a las partes que debe tener.
1. Síntesis personal de los conocimientos aportados por las diferentes materias del Máster
2. Relevancia e interés del tema
3. Fundamentación teórica
4. Metodología
5. Objetivos
6. Desarrollo del análisis
7. Conclusiones
BIBLIOGRAFÍA CITADA
ANEXOS (si los hay)
1. Síntesis personal de los conocimientos aportados por las diferentes materias del Máster
2. Contextualización de la unidad didáctica en la programación y el centro de enseñanza
3. Relevancia e interés del tema
4. Fundamentación teórica
5. Objetivos
6. Contenidos
7. Metodología
8. Actividades
9. Evaluación
10. Atención a la diversidad (optativo)
BIBLIOGRAFÍA CITADA
ANEXOS (si los hay)
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1. Síntesis personal de los conocimientos aportados por las diferentes materias del
Máster, tanto del Módulo Genérico, como del Específico y el Practicum, con la
justificación de las competencias que ha adquirido
Máximo: 10 páginas; se recomienda extenderse incluso algo menos, para dejar espacio
suficiente al trabajo en sí, que es lo importante, ya sea propuesta de mejora o unidad
didáctica.
Cualquiera que sea la modalidad elegida, todo TFM debe empezar con una sección dedicada a
la Síntesis personal de los conocimientos aportados por las diferentes materias del Máster,
tanto del Módulo Genérico, como del Específico y el Practicum, con la justificación de las
competencias que ha adquirido. Esta sección, que debe ocupar unas 5 o 10 páginas, es un
resumen de los conocimientos aprendidos en el máster y de las experiencias adquiridas en el
practicum, si bien es importante que no sea un resumen mecánico y desligado del TFM. Se
debe incluir en esta síntesis los aspectos que vayan a ser relevantes para el desarrollo del TFM,
explicando en qué sentido son pertinentes. Por ejemplo, si se va a realizar una unidad
didáctica sobre Romanticismo en 2º de Bachillerato, el estudiante puede incluir la experiencia
adquirida en el practicum sobre la enseñanza de esta materia en ese curso. Si se va a hacer una
propuesta de mejora para la integración de alumnos procedentes de países que no tienen la
misma lengua materna que la vehicular, se puede poner la experiencia adquirida en el
practicum con este tipo de alumnos. Si en el TFM se va a hablar, por alguna razón, de la
psicología de los adolescentes, se puede explicar en qué asignatura se ha aprendido esta
materia en el máster, indicando la bibliografía académica allí estudiada, pero no toda, sino
aquella que vaya a ser útil en el desarrollo del TFM.
Como se ve, este apartado de Síntesis debe estar enfocado a las necesidades de cada
TFM. Por eso, paradójicamente, aunque es la primera sección del TFM, conviene hacer este
apartado al final, cuando se sepa a ciencia cierta qué se va a tratar, y así, por tanto, elegir lo
necesario para el TFM, entre toda la teoría estudiada y entre todas las experiencias del
practicum.
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excluyen otras posibilidades: Identificación de problemas de aprendizaje en alumnos con
lengua distinta a la vehicular y propuesta de mejora en la enseñanza secundaria obligatoria.
Como se ve, este trabajo supone identificar un problema común a alumnos de todos
los cursos y de todas las materias, si bien es adecuado para la especialidad porque parte de un
hecho propio de la lengua y la literatura. El trabajo se puede enfocar de muchas maneras, pero
este tipo de investigaciones suelen basarse en dos aspectos: (i) estudio de campo a manos del
propio alumno del máster (por ejemplo, realización de encuestas a los alumnos de este tipo en
el centro donde se ha realizado el practicum) y (ii) fundamentación teórica (por ejemplo,
estudiar y citar bibliografía publicada por expertos en torno al mismo problema, qué
soluciones han ofrecido, si son aceptables para el centro estudiado, etc.). La fundamentación
teórica tiene una importancia especial en un aspecto concreto de este trabajo: la elaboración
de encuestas. Para hacer un trabajo de campo riguroso, no vale con inventarse las 20 o 25
preguntas que a uno se le pasen por la cabeza, sino que hay teoría sobre elaboración de
encuestas que debe ser la base para el diseño de la encuesta; incluso, puede que sea
recomendable adaptar una encuesta que haya sido usada por expertos para el mismo
problema en otros centros. En resumen, se trata de identificar el problema a partir de un
estudio de campo sólidamente fundamentado, y esta fundamentación teórica hay que citarla
debidamente a lo largo del trabajo.
Luego, se debe redactar el TFM explicando las conclusiones del estudio de campo.
Hecho esto, queda por ofrecer las soluciones para ese problema. Estas soluciones también
deben estar fundamentada con bibliografía, contrastando, por ejemplo, si ha habido
actividades para abordar este problema en otros centros que hayan resultado exitosas, o bien
justificando si las actividades diseñadas se basan en una metodología de apoyo u otra, etc.
Para desarrollar una investigación de este tipo de manera adecuada, se propone esta
estructura:
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destinatario de la propuesta de mejora; por ejemplo, si se trata de una problema detectado en
todos los estudiantes de todo tipo de materias en la ESO (en el caso, por ejemplo, de
problemas de estudio por carencias en la comprensión lectora, lo que afecta a todos los
estudiantes de todas las materias de primero a cuarto de la ESO), o bien, si se trata de un
problema detectado en un colegio concreto, y, dentro de ese colegio, en una asignatura y
grupo determinado (en el caso, por ejemplo, de que en una clase de lengua de 3.º de ESO,
ciertos estudiantes extranjeros no conozcan el castellano como lengua vehicular y se
propongan estrategias para compensar esas carencias en esos determinados alumnos dentro
de su grupo).
Una vez que se ha mostrado con datos y con leyes que la falta de dominio de la lengua
vehicular es relevante en la educación española actual, entonces se puede profundizar en la
fundamentación teórica de por qué puede convertirse en un problema. Así entendida, la
fundamentación teórica sería una especie de ampliación de la bibliografía usada para justificar
la relevancia del tema. Se trataría de explicar más abundantemente y con más bibliografía las
razones de por qué no saber la lengua vehicular es un problema para los alumnos y para el
sistema educativo, así como detallar los subproblemas ligados a ello: las dificultades que ello
genera en el aprendizaje de las distintas materias, las dificultades para la integración social en
el centro, etc.
• Objetivos
Los objetivos son aquellos puntos que se quieren conseguir con el trabajo de
investigación y deben señalarse en infinitivos. Siguiendo con el mismo ejemplo:
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✓ Estudiar la situación de los alumnos de secundaria cuya lengua materna no sea la
misma que le lengua vehicular
✓ Estudiar los problemas de aprendizaje particulares de estos alumnos por ciclo y curso
✓ …
El número de objetivos dependerá de cada TFM y del enfoque dado en cada TFM. En
todo caso, los objetivos deben estar relacionados tanto con la relevancia del tema, como con
la fundamentación teórico y la metodología. Como se ve, los objetivos aquí señalados tienen
que ver con algunas de las cuestiones señaladas más arriba. En este sentido, cabe señalar que,
dependiendo de cada TFM, los objetivos pueden ir detrás de la relevancia del tema o detrás de
la fundamentación y la metodología, según las necesidades de la redacción y de la
argumentación. Lo importante es que los objetivos sean algo derivado de la relevancia y/o de
la fundamentación y la metodología. Asimismo, los objetivos deben plantearse con vistas al
siguiente apartado de desarrollo del análisis y estudio, es decir, los objetivos que se persiguen
deben lograrse a través del contenido del siguiente apartado.
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• Conclusiones
Debe ser una especie de sumario de todo lo que se ha estudiado, para dejar claro el
trabajo realizado. De este modo, se da una visión global y concentrada de todo lo estudiado,
que ayuda a entender lo que se ha hecho y lo que se ha conseguido.
• Anexos
En los anexos, se pueden incluir materiales necesarios para ilustrar el desarrollo del
trabajo, sin que, de este modo, cuenten en el cómputo de las 60 páginas. Por ejemplo, si se ha
realizado una encuesta, se puede poner un anexo con todas las preguntas de la encuesta, otro
anexo con todas las respuestas, otro anexo con los porcentajes calculados en distintos
apartados a partir de las respuestas, etc. De este modo, los datos de la encuesta en bruto
están en el anexo, mientras que en el trabajo en sí lo que el estudiante debe es usar estos
datos de manera argumentada, pero sin ponerlos todos; es decir, a lo largo del trabajo, se usan
los datos significativos, de manera argumentativa, mientras que en el anexo se ponen todos
los datos en bruto.
En un TFM como unidad didáctica, hay que partir de una hipótesis de centro de
enseñanza: cada uno debe establecer un centro hipotético sobre el que se organiza su unidad
didáctica, determinando la ciudad en la que supuestamente está enclavado y las características
socioeconómicas del mismo. Esto es así porque no se puede hacer una unidad didáctica en
abstracto. Ahora bien, debe tenerse en cuenta un problema derivado de la estructura del TFM.
Toda unidad didáctica forma parte de una programación para un curso entero. Lo normal es
que la contextualización del centro se haga al comienzo de la programación y sea común a
todas las unidades didácticas, de modo que no es preciso repetir esta contextualización en
todas las unidades didácticas. Sin embargo, como el TFM es solo una unidad didáctica,
entonces tenemos que poner esta contextualización dentro de la unidad didáctica, a pesar de
no ser lo normal.
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• Contextualización de la unidad didáctica en la programación y el centro de
enseñanza
Se trata de explicar con las leyes de educación y con razones didácticas y filológicas por
qué un tema es relevante para la educación en general, para una etapa en concreto
(secundaria obligatoria o Bachillerato) y para un curso determinado. Estas razones se pueden
elaborar de dos maneras diferentes: (i) citando estudios de didáctica del tema en que esto ya
esté explicado, o bien, si no se encuentra bibliografía didáctica al respecto, (ii) generando
razones propias mediante el contraste de las leyes vigentes, la bibliografía de didáctica en
general y lo estudios filológicos.
Siguiendo con el mismo ejemplo anterior, se trata de explicar por qué es relevante y
por qué hay que enseñar el Romanticismo en 2º de Bachillerato. Para ello se debe hacer una
argumentación de lo general a lo particular: razones de por qué el Romanticismo debe
enseñarse en la educación española en general y la gallega en particular, razones de por qué
debe enseñarse en Bachillerato y razones de por qué debe enseñarse en 2º de Bachillerato.
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El uso de las leyes justifica, per se, la elección del tema del Romanticismo en la unidad
didáctica. Sin embargo, luego, se debe buscar y leer bibliografía sobre didáctica del
Romanticismo en educación secundaria y citar lo que los pedagogos han estudiado sobre la
idoneidad de este tema en 2º de Bachillerato, aparte de lo que dicen las leyes. Asimismo, se
pueden elaborar razones pedagógicas propias basadas en la bibliografía didáctica, en contraste
con la bibliografía de la especialidad. Por ejemplo, se puede partir de la bibliografía sobre la
psicología de los adolescentes en las diferentes etapas educativas, señalar la importancia del
desarrollo del yo en esta etapa (citando bibliografía psicopedagógica) y esgrimir que, por ello,
el Romanticismo es especialmente oportuno, porque es una literatura centrada en el yo, según
los estudios filológicos (que también deben citarse, como el libro canónico de Navas Ruiz).
Como se ve, se logra así una combinación de leyes, bibliografía sobre pedagogía y
bibliografía filológica para la justificación del tema: el tema per se queda justificado por la
legislación, pero luego se dan razones pedagógicas en general (psicología de los estudiantes en
el desarrollo del yo) y se contrasta con bibliografía filológica sobre la materia (teoría sobre el
yo romántico, estudios sobre Rosalía de Castro). No hay que explicar la teoría romántica en sí,
sino usarla para apoyar la justificación pedagógica del tema para la etapa en que se va a
enseñar el Romanticismo.
• Fundamentación teórica
Se trata de explicar las bases teóricas del tema elegido: mostrar que se conoce la
materia de la especialidad, tanto desde el punto de vista filológico, como desde el punto de
vista pedagógico. Ahora bien, esto no significa que se deba explicar toda la teoría de la materia
ni hacer largas disquisiciones sobre didáctica, sino exponer algunos de los aspectos claves del
tema, citando bibliografía filológica, actualizada y de calidad (véanse las recomendaciones
sobre el uso de bibliografía, más adelante), y exponer algunos ejemplos sobre aplicaciones de
ese tema en la enseñanza.
Por seguir con el mismo ejemplo, no se trata de escribir páginas y páginas sobre la
estética romántica, principales autores, etc. Se trata de plantear un estado de la cuestión
sobre lo que se conoce filológicamente en torno al Romanticismo y lo que se ha estudiado
sobre la aplicación del Romanticismo en la enseñanza reglada.
Desde el punto de vista filológico, se puede partir de dar una breve explicación: que es
un movimiento de la primera mitad del siglo XIX con tales y cuales características, según tal y
cual estudiosos (se pone citas de esos estudios). No hay que pasar entonces a explicar el
Romanticismo por extenso, sino otras cuestiones que puedan ser útiles para planear la unidad
didáctica. Por ejemplo, la manera de entender el Romanticismo y el Romanticismo en España
ha cambiado: no es lo mismo la postura de Allison Peers, que negaba que en España existió
realmente el Romanticismo, que la postura de Navas Ruiz, que da argumentos para
contradecir a Allison Peers y confirmar que sí hubo Romanticismo en España. No se trata de
explicar la teoría de Allison Peers al detalle ni la de Navas Ruiz al detalle. De lo que se trata es
de mostrar que se conoce este cambio de punto de vista, citando a Allison Peers y a Navas Ruiz
de vez en cuando, y ello para fundamentar la unidad didáctica: la unidad didáctica se centrará
en el Romanticismo en España sobre la fundamentación teórica ya aceptada, desde Navas Ruiz
(entre otros) de que existe Romanticismo en España. Además, como estamos considerando
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que es un centro de enseñanza gallego, entonces se deben citar estudios sobre el
Romanticismo en Galicia, para mostrar que en efecto hay peculiaridades propias, que, por
cierto, vendrían a avalar el interés de la legislación de esa comunidad por enseñar el
Romanticismo en sus escuelas.
Desde el punto de vista didáctico, hay que hacer un recorrido sobre estudios que
hayan abordado ya cómo enseñar el Romanticismo en secundaria. Explicar que según tal o cual
pedagogo, el Romanticismo se puede enseñar de tal o cual manera (y poner cita). Explicar que
según otro pedagogo, no es conveniente enseñar el Romanticismo de tal manera porque tiene
tales efectos negativos en el proceso de aprendizaje (y poner cita). Señalar que ha habido
estudios de campo a partir de encuestas a alumnos y profesores de tal y cual país, analizando
la opinión de alumnos y profesores sobre la enseñanza del Romanticismo (y citar los resultados
de las encuestas). De este modo, se puede concluir que, con base en esta fundamentación
teórica, la presente unidad didáctica pretende seguir la metodología de tal o cual pedagogo en
la enseñanza del Romanticismo y evitar los errores mostrados por las encuestas realizadas por
tal o cual estudio. Luego, en el resto de la unidad didáctica, hay que asegurarse de que en
efecto las actividades, evaluación, etc., se basan en esta metodología de enseñar el
Romanticismo, con explicaciones de por qué tal o cual actividad se adecua a la misma.
• Objetivos
Los puntos anteriores son la parte más teórica y compleja: se trata de mostrar que se
conoce la teoría filológica y didáctica sobre el tema en concreto (el Romanticismo), citándola,
pero no para contar la teoría sobre el tema, sino para mostrar que el tema es relevante en un
determinado curso y que los estudios filológicos y didácticos sobre el tema justifican la unidad
didáctica que se va a desarrollar.
Los objetivos consisten en lo que el docente quiere que los alumnos aprendan en un
sentido amplio. Esto no es solo contenido teórico sobre el tema, sino una multitud de
cuestiones que se han debido estudiar en el Máster. Estos objetivos deben enunciarse con
infinitivos y es necesario que se deriven de la relevancia del tema y de la fundamentación
teórica:
(ii) Aprender la estética del Romanticismo en España, con sus principales autores y obras
de literatura
(iv) Aprender la estética del Romanticismo en Galicia, con el caso particular de Rosalía de
Castro
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(v) …
Ahora bien, no todos los objetivos deben estar relacionados con la teoría del
Romanticismo. La enseñanza secundaria es transversal, de modo que debe haber otros
objetivos, por así decir, colaterales. Por ejemplo:
(iii) …
Cada uno, en su TFM, puede poner tantos objetivos como considere oportuno, pero en
la relevancia del tema y en la fundamentación teórica debe haber suficiente información de la
que emanen esos objetivos. Si se quiere poner como objetivo el de “desarrollar la capacidad
del estudiante de conocerse a sí mismo”, entonces se debe haber explicado en la relevancia
del tema que las leyes prevén que todas las materias contribuyan al desarrollo de los
estudiantes como personas (y citar las leyes), se deben citar estudios ya existentes que
muestren que el Romanticismo puede contribuir en el aula al conocimiento del yo (y citar esos
estudios) y se debe fundamentar todo esto señalando que la filología en efecto ha mostrado
que el Romanticismo se basa mucho en el yo (y citar estudios).
• Contenidos
Los contenidos son de facto las cosas que queremos que los estudiantes aprendan en
el aula. La tendencia es considerar que estos contenidos son la materia que hay que estudiar.
Sin embargo, desde la LOGSE, está extendida la necesidad de que los contenidos sean algo más
que la materia en sí. Las diferentes reformas educativas han cambiado la manera de plantear
los contenidos, y aquí se ofrece una opción entre otras posibles:
✓ …
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(ii) Habilidades o Saber hacer
✓ …
✓ …
Estos tres apartados se pueden hacer en uno solo o, si se hacen por separado, deben ir
perfectamente coordinados, porque la metodología consiste en el cómo el docente va a
conseguir que los alumnos aprendan los contenidos y alcancen los objetivos. Esto implica las
actividades, secuenciación en el tiempo, forma de evaluación… Cada estudiante en su TFM
deberá elegir cómo es más efectivo organizar estos tres apartados y elegir las actividades,
determinar cómo secuenciar, cómo evaluar… Para ello, deben tenerse en cuenta varias cosas.
Ante todo, hay que plantear una unidad didáctica propia de la educación actual, sin
caer en las actividades de toda la vida, con patrones repetitivos del tipo: leo, resumo, expongo,
etc. Hay que diseñar actividades alternativas, capaces de atender las necesidades de alumnos
del siglo XXI y captar su atención en el nuevo contexto social, incluyendo, por ejemplo, el uso
de las TIC.
En todo caso, no hay que excederse: se trata de hacer una unidad didáctica, no una
programación de todo un curso. Hay que poner objetivos, contenidos y, por tanto, actividades
suficientes, pero también medir que sea realmente posible realizar todo lo propuesto en el
tiempo determinado. Para ello, en este apartado es muy importante la secuenciación
cronológica, no solo de las actividades, sino de la unidad didáctica dentro de la programación.
Al igual que se dijo más arriba en torno a la contextualización de la unidad en su programación
y centro, hay que poner una nota señalando la duración estimada para esta unidad en el
tiempo total de la programación, por ejemplo: “considerando que la programación general
abarca tres trimestres, esta unidad se inserta en el trimestre ¿? y se prevé que abarque ¿?
sesiones de 50 minutos cada una durante ¿? semanas, según la secuenciación siguiente”. En
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este sentido, es importante elaborar un cronograma, secuenciando lo que se pretende hacer
en cada sesión, cuándo tendrán lugar las evaluaciones, el trabajo que hay que hacer en casa,
etc.
También hay que considerar que no existe un modelo correcto: según las actividades
que cada uno elija, habrá que poner más o menos (dependiendo de lo largas que sean cada
una de las actividades), habrá que elegir una forma de evaluación u otra, etc. Lo importante es
que quede claro lo que se va a hacer, cómo se va a hacer, la variedad, eficacia didáctica e
interés de las diversas actividades y la secuenciación en el tiempo, asegurándonos de que es
realista (no se puede hacer siete actividades en una sesión de 50 minutos, por ejemplo) y de
que se ofrecen actividades que puedan motivar a los alumnos.
Por lo que respecta en particular a la evaluación, hay que distinguir entre la evaluación
de las actividades particulares y la evaluación general; esta última incluye no solo la evaluación
de los alumnos, sino también de las propias actividades y del docente. Por lo que respecta a la
evaluación de los alumnos:
(i) Hay que considerar tanto la evaluación de las distintas actividades, como lo que
cuentan estas en el marco común de la evaluación de toda la unidad. Por ejemplo,
el ejercicio de escritura creativa cuenta un 10% de la nota de la unidad didáctica.
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Como ya se ha dicho con respecto a otras cuestiones, estos son solo ejemplos: cada
TFM puede determinar la evaluación como sea necesario. Además, los ejemplos aquí dados
son muy simplificados.
• Atención a la diversidad
• Anexos
Lo más habitual es incluir recursos didácticos, es decir, los materiales que el docente
les da a los alumnos para las actividades, etc. Estos materiales, dada la extensión total del
TFM, deberían insertarse como apéndice y fuera del total de páginas del trabajo en sí.
Ejemplos:
(i) Un modelo de examen. En este caso, es conveniente añadir una explicación que
justifique por qué se ha hecho ese modelo, qué cosas se evalúan en ese modelo y
por qué (justificándolo en los objetivos, contenidos, fundamentación teórica), etc.
(ii) Un modelo de evaluación del profesor. En este caso, es conveniente añadir una
explicación que justifique por qué se ha hecho ese modelo, qué cosas se evalúan
en ese modelo y por qué (justificándolo en bibliografía sobre didáctica), etc.
(iii) Si se usa libro de texto, marcar las lecciones del libro de texto correspondientes a esta
unidad. En este caso, es importante a lo largo de la unidad (especialmente en la
metodología) hacer referencia al libro de texto usado, cómo usarlo, qué
actividades requieren su uso en clase o en casa, etc. Asimismo, convendría dar una
explicación que justifique la elección de este libro de texto frente a otros del
mercado e intentar que esta explicación está justificada en bibliografía didáctica.
(iv) Si no se usa libro de texto, se pueden incluir aquí (si así se desea) unos “apuntes”
elaborados por el docente sobre los contenidos conceptuales que deben estudiar
los alumnos. Por ejemplo, unos apuntes sobre Romanticismo. Si se hace esto, es
aquí donde podría desarrollarse la teoría sobre el tema… Pero, claro, se trata de
apuntes para alumnos de secundaria, de modo que no puede ser el desarrollo de
un tema a nivel de Universidad, sino el desarrollo de la materia adaptado para
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cada nivel: lo que esos estudiantes tienen que estudiar, no todo lo que se sabe del
Romanticismo. Por ejemplo, unos apuntes de Romanticismo sobre lo que los
alumnos de 2º de Bachillerato tienen que estudiar.
(v) …
4. Bibliografía
A grandes rasgos, la bibliografía debe contener ítems sobre (i) normativa legal, (ii)
didáctica en general, (iii) didáctica de la lengua y la literatura en particular y, en su caso, (iv)
filología en torno al tema elegido; también se puede incluir aquí el libro de texto usado para la
unidad didáctica (en caso de usarse uno).
Hay que tener en cuenta que la búsqueda de bibliografía es un trabajo conjunto entre
el tutor y el alumno. Para empezar, el tutor le dará al alumno una bibliografía con la que
comenzar a familiarizarse con lo necesario. Sin embargo, el alumno no puede esperar que el
tutor le facilite toda la bibliografía, por dos razones. Por un lado, como trabajo de máster que
es, el alumno debe aprender a buscar las fuentes bibliográficas por sí mismo. Por otro, cada
TFM requiere su propia bibliografía, según las necesidades particulares y según se vaya
avanzando. Para ello, se ofrecen más abajo unas recomendaciones sobre cómo buscar
bibliografía. Por último, ha de tenerse en cuenta que el tutor podrá prestar más apoyo en
recomendaciones bibliográficas relacionadas con la especialidad, dado que en gran medida la
bibliografía didáctica debe venir de lo estudiado en el máster, y, a partir de esta formación, el
alumno debe estar capacitado para buscar bibliografía específica sobre didáctica del tema
concreto de su unidad.
Es verdad que muchos alumnos a distancia, sin acceso a una biblioteca universitaria
cercana, tendrán dificultades para consultar una bibliografía variada. Sin embargo, la UNED
cuenta con una amplia red de bibliotecas en los centros asociados y existen bases de datos de
investigación muy útiles como DIALNET (https://dialnet.unirioja.es/) y la Biblioteca Virtual
Miguel de Cervantes (http://www.cervantesvirtual.com/), que son de libre acceso. También
hay bases de datos de pago, como JSTOR o MLA International Bibliography, a las que se puede
acceder de manera gratuita con la cuenta de alumno de la UNED. Una vez identificado en el
campus UNED con el usuario UNED y la contraseña, se puede acceder al sistema
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LINCEO+UNED:
http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,505432,93_25992941&_dad=portal&_schema=
PORTAL LINCEO es un buscador que permite encontrar materiales bibliográficos en todas las
bases de datos existentes. Aquellos ítems de pago por los que la UNED tenga contratado el uso
los pueden usar los alumnos de manera gratuita y leerlos online o descargarlos.
En Dialnet, Biblioteca Virtual Cervantes o LINCEO los alumnos pueden hacer búsquedas
por palabras clave para encontrar artículos o libros cercanos a sus necesidades para el tema de
TFM; en algunos casos, estos artículos y libros solo estarán disponibles en bibliotecas a las que
hay que desplazarse en persona, pero en muchos casos los artículos y libros pueden
consultarse online en estas bases de datos.
Se recomienda, por tanto, que los alumnos partan de unos cuantos ítems bibliográficos
que le ofrezca su tutor. Una vez leído esto o a la vez que se va leyendo, cada alumno puede
encontrar más bibliografía, adecuada a sus necesidades, de dos maneras:
(i) Buscar en las bases de datos otra bibliografía contenida en la bibliografía ya leída
(ii) Buscar en las bases de datos señaladas otra bibliografía por palabras clave
relacionadas con su tema y con la didáctica de su tema
En este sistema, cuando se cita algo sólo se hace referencia al apellido del autor en el
cuerpo del texto, la fecha de publicación del ítem bibliográfico y la página concreta de la cita.
Por ejemplo:
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Libros
Capítulos de libros
Artículos en revistas
Ricardo Navas Ruiz, El romanticismo español (Madrid: Cátedra, 2004), pp. 215-
216.
Luego, la bibliografía final se debe poner del siguiente modo, con el apellido antes del
nombre y la fecha después de la editorial (aquí se divide entre libros, capítulos de libros, etc.,
para mostrar las diferencias de cómo citar cada tipo de ítem, pero en el trabajo no se debe
diferenciar por tipos, sino solo atenerse al orden alfabético de apellidos):
Libros
Capítulos de libros
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Artículos en revistas
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