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UNIVERSIDAD DE BOGOTA JORGE TADEO LOZANO

MATERIA: TEORÍAS POLÍTICAS CONTEMPORANEAS


PROFESOR: MARIO FORERO
ESTUDIANTE: FELIPE PINILLA VARGAS

ENSAYO FINAL CORTE I

LOS PARTIDOS POLITICOS: ¿REFLEJO DE LA NATURALEZA HUMANA?

ABSTRACT

Los partidos políticos reflejan la naturaleza humana. Guiado por sus características
biológicas, el ser humano ha hecho de la evolución un medio para adquirir habilidades,
proezas y virtudes, la razón es una de ellas. Cuando se intenta explicar el fundamento de
un hecho político, las teorías políticas nos suelen abordar en la creación cultural,
representada en una construcción social. Los partidos políticos son ejemplo de esa
construcción, ya que demuestra el uso de la razón dispuesta al desarrollo del ejercicio
político. Distintas teorías basaran su estudio en marcos biológicos (conservadores) y
algunos en demostrar que los hechos políticos, son resultado de marcos culturales
(liberales). El siguiente ensayo, propondrá la creación de los partidos políticos (una
coalición de ciudadanos) como un fenómeno cultural y político.

Palabras clave: Naturaleza Humana. Partido político. Razón. Cultura. Evolución.

INTRODUCCIÓN

El ser humano es un ser maravilloso e impresionante, capaz de grandes hazañas, y


grandes tragedias. Se ha hablado de la naturaleza del hombre, única entre las especies.
Diferente a grandes rasgos con seres de otras especies, como los animales, de tierra, de
mar y de aire. La pregunta fundamental, que los científicos y grandes pensadores se han
hecho, es ¿Qué hay detrás de esa naturaleza que nos lleva a actuar de cierta manera?

La discusión torna sentido, o por lo menos, la teoría política nos da una serie de
soluciones. El ser humano en su esencia, tiene una característica fundamental (entre
muchas otras) que lo distinguen de la conducta animal, la razón pues, se convierte en el
ingrediente oculto, el toque secreto, ese que nos hace actuar de tal manera, esa que nos
explica que dos personas, no piensan ni actúan igual, con ciertas excepciones claro. Se
relacionan dos conceptos fundamentales, uno de ellos, será la cultura, como
construcción social de la realidad. Ésta es la que agrupa toda la identidad que el hombre
ha creado a su imagen, a su comportamiento, a sus ideales y metas. La costumbre, por
otro lado, elaborada en un periodo de tiempo y por acciones repetitivas, producto directo
de la razón, nos hace ser lo que somos, personas, con miedos, con actitudes, con una
personalidad acorde con el carácter y el temperamento heredado (por la genética), entre
otras cualidades, defectos y virtudes.

Esas construcciones sociales, es decir, todo a lo que llamaremos cultura, son la piedra
angular de la naturaleza humana. Es ahí, donde el político, efectúa su azar, hace y
practica el ejercicio del poder. Donde los hombres y mujeres, por medio de conductas
previamente analizadas, definen qué lineamientos seguir, hacia donde proseguir. La
ética, la empatía, el respeto, en fin, la cadena de valores creada por el ser humano, el
derecho, son reflejo de la conducta humana, pero ¿Cómo entender lo anterior en
aspectos de la teoría política? Y principalmente ¿Qué nos dicen las teorías políticas
acerca de la naturaleza humana?

En el presente ensayo, hablaremos de la relación que tienen los partidos políticos con la
naturaleza humana. Algo ambicioso, pues su explicación debe remontarse a tiempos del
Renacimiento, con el texto de El Príncipe (1532) de Maquiavelo; el aporte que Antonio
Gramsci da a la teoría política, explicando el origen y fundamento de los partidos políticos,
como “nuevos príncipes” de la sociedad moderna (2011) y principalmente; dilucidar el
actuar del político de acuerdo a los métodos planteados en las teorías de El concepto de
lo Político de Carl Schmitt (2002), además de la importancia del individuo para Heywood,
entre otros conceptos.

¿A QUÉ NOS REFERIMOS CON NATURALEZA HUMANA?

Heywood en su texto “Introducción a la teoría política” (2011), en su apartado Naturaleza


humana (pp.1-2), señala lo siguiente:
Emplear un concepto de naturaleza humana, sin embargo, no significa
reducir la vida humana a una caricatura unidimensional. La mayoría de los
pensadores políticos es claramente consciente de que los seres humanos
son criaturas complejas, multifacéticas, hechas de elementos biológicos,
físicos, psicológicos, intelectuales, sociales, y quizá espirituales. El
concepto de naturaleza humana no solamente no oculta o ignora esta
complejidad, sino que intenta imponer orden en él considerando que ciertos
factores son “naturales” o “esenciales”. (2011. pp.1)

Es claro el aporte que nos da Heywood con su teoría política. La naturaleza humana
corresponde a todas las características que nos distinguen de otros seres que habitan en
la tierra. Distingue Heywood un factor muy importante, establece la diferencia y la
complejidad del ser humano dentro de los factores “naturales” o “esenciales”. Y es que,
para el analista político, quien intenta comprender la sociedad del ahora, siglo XXI o el
siglo pasado, no podrá guiarse por las teorías evolucionistas de Darwin y científicos
ilustres, pues la ciencia política, como ciencia social, diferencia su método de las ciencias
exactas en su objeto a analizar, el sujeto, específicamente, al individuo.

La razón, se convierte, como se dijo anteriormente, en esa característica que hacen del
ser humano, único entre los demás. Dentro de los aspectos “naturales” referenciados por
Heywood (2011), podemos relacionar el modelo evolucionista, explicando, el impacto
biológico que represento, que el hombre (homo), pasara de moverse en cuatro patas
(como primates) y volverse un animal bípedo (uso de las extremidades inferiores).
Cuando se llegó a la etapa evolutiva del Homo sapiens-sapiens, el hombre se convierte
en un ser pensante, con razón, con capacidad de aplicar juicios de valor, diferenciar lo
bueno y lo malo (supervivencia) y empezar, en lo que transcurre de la historia humana,
trabajar en su mente, en su cerebro, convertir las ideas en realidad.

Por otro lado, se suelen evidenciar distintas corrientes de conocimiento, como el


Darwinismo social, que pretende aplicar la lógica de la selección natural al
funcionamiento de la sociedad (Teoría de tinte conservador). De primera mano, por
motivos de comprensión de este ensayo, se comprenderá lo contrario. La cultura será el
modelo por el cual, para efectos políticos, la que moverá las razones por las cuales, el
ser humano hace lo que hace y crea lo que crea.

EL HOMBRE Y LA POLÍTICA: ¿SON LOS PARTIDOS POLÍTICOS LOS “NUEVOS


PRINCIPES”?

El análisis de la historia y principalmente, de cómo eran las sociedades en los anteriores


siglos, nos permite comprender y aprender de los errores cometidos por nuestras
generaciones pasadas. Las transformaciones culturales son un buen punto de partida,
porque es a partir de lo cotidiano, que nacen las grandes proezas y hechos históricos.
Los analistas y expertos en la comprensión de la naturaleza humana, entablan los
distintos sistemas de creencias, muy diferentes al que un ciudadano común, pudo haber
tenido en la Italia renacentista a un ciudadano del siglo XXI. La construcción social de los
valores, de las costumbres, se vuelven así, en la representación de lo político y la política,
pero ¿Cómo relacionar la cultura con los sistemas de creencias?

Cristina Seijo y Karina Villalobos, en su artículo académico “La ética social y la


dignificación de la vida humana: un alcance epistémico en la sociedad” (2011), relacionan
la ética como una expresión del ser humano, donde la empatía de igual manera, se
desarrolla por la cultura y tradición de la costumbre que pasa por generaciones:

Según Capella (2008), la ética social o pública trata de las acciones de un


ser humano, cuyos efectos directos recaen sobre la propiedad ajena.
Abarca las normas de comportamiento en convivencia, frente a los demás.
En tal sentido, la ética social permite toda relación beneficiosa para las
partes, prohíbe toda relación perjudicial para al menos una parte, y
solamente obliga al cumplimiento de los contratos libremente pactados.

Es con este ejemplo, que nos adentraremos en fundamentar ese actuar humano, basado
en la fundamentación de Antonio Gramsci, de hecho, parece esa ética social, la misión
de los partidos políticos actuales ¿O no es así? Y es que parece ser, que un partido
político, demuestra la naturaleza humana en el ejercicio político, pues la cultura, vista
desde la teoría liberal, nos llevó a la creación de estos contextos de participación.
Definamos primero, que será Política bajo la mirada del texto “El concepto de lo político”
(2002) de Carl Schmitt. La política, para este autor, abarca todas las dimensiones de la
convivencia humana, junto con su concepto de “amigos y enemigos”, el que determinó
otra forma de explicar la política. ¿Cómo pensar en lo político como un escenario ajeno
a la posibilidad de la lucha?, ¿Que es la guerra para Schmitt?

Los fenómenos políticos deben ser vistos como antagonismos de índole diversa capaz
de agrupar personas y formar distintas causas de combate. La guerra, para el caso de
Schmitt, no maneja un principio bélico, sino es una posibilidad latente en el ambiente
político. Bajo esta premisa hablaremos de los partidos políticos y su relación con el
concepto de príncipes de Maquiavelo, que posteriormente Gramsci, relacionará con los
partidos políticos actuales. Podemos citar lo siguiente:

De todos modos, en la conciencia política del Renacimiento la religión era


el consentimiento y la Iglesia era la sociedad civil, el aparato de hegemonía
del grupo dirigente, el cual no tenía un aparato suyo propio, o sea, no tenía
una organización cultural e intelectual, sino que sentía como tal la
organización eclesiástica del universo. No han salido aún de la Edad Media
sino por el hecho de concebir y analizar abiertamente la religión como
‘instrumentum regni’. (1973, pp, 287)

Por lo anterior, basaremos la interpretación de las palabras de Gramsci, estableciendo el


concepto de moderno príncipe a la concepción que tenia de los movimientos políticos.
De lo que se sigue que la expresión del moderno príncipe es un partido político.

¿Cómo es un partido político hoy? Es una coalición de ciudadanos, en busca de la


participación pública y que, por lo general, mediante su estructura, ideología y lenguaje
político crean un método efectivo para impactar en la esfera social, afectando así, la
cultura y la tradición política. La competencia, será esencial en este entorno. Los partidos
políticos (como el concepto del príncipe de Maquiavelo), serán los que determinen ese
ejercicio político de amigo-enemigo que Schmitt nos propone, entendiendo que, así como
la ética y la empatía son construcciones sociales de la realidad, los partidos políticos son
construcciones políticas que representan esas características de dominio y supremacía,
con una característica agregada: Serán los militantes de cada partido, los directos
implicados en la respuesta a dichas inconformidades. El uso de la violencia, se volverá
legítima.

CONCLUSIONES

El análisis expuesto, nos permite establecerlas bases para definir la creación de los
partidos políticos. Se podrá comprender como es la naturaleza humana, el porqué de sus
acciones, estableciendo relaciones de las construcciones sociales, como la ética, la
cultura y la política.

Comprender la naturaleza humana, es el reto que los historiadores y analistas políticos


que ellos han decidido emprender. Definir por qué el ser humano actúa así, suele verse
desde dos polos distintos: la teoría científica (Darwinismo social) y la teoría política
(Cultura). Estas relaciones nos permiten comprender, la dirección que las ideologías,
principalmente las conservadores y liberales respectivamente y modelos de conducta,
analizados como sistemas de creencias que el ser humano adopta.

Desde este ensayo, se plantea la razón como rasgo definitivo que diferencia al hombre
de las demás especies. Es esta razón le permite, pensar y actuar en beneficio propio o
colectivo. Los partidos políticos son ejemplo de ello, pues el comportamiento de los
hombres que pertenecen a uno, suele ser de competencia, como lo aclara Schmitt en su
concepto de amigo-enemigo, donde estarán en plena armonía y competitividad, haciendo
que el enemigo, mejore sus capacidades y sea mejor en el ejercicio político. Lo mismo
pasará con el amigo.

El concepto de “nuevos príncipes” que Gramsci nos habla de un análisis contemporáneo


al análisis de Maquiavelo. Los partidos políticos se convierten en un entorno donde la
naturaleza humana junto con sus construcciones sociales hace practica activa de la
política.

REFERENCIAS
- Zanotti, G. J. (2010). LA FILOSOFÍA POLÍTICA DE LUDWIG VON
MISES. Procesos De Mercado, 7(2), 109-145.
- Seijo, C., & Villalobos, K. (2011). La ética social y la dignificación de la vida
humana: Un alcance epistémico en la sociedad. Clio America, 5(9), 99-111.
- Schmitt, C., & Conde, F. J. (2002). El concepto de lo político. Editorial Struhart.
- Fernández, A. N. (2011). La teoría del estado y del poder en Antonio Gramsci:
claves para descifrar la dicotomía dominación-liberación. Nómadas, 29(1), 1-20.
- POLITICA, C. D. C. TEORIA Y PRAXIS POLITICA: EL PENSAMIENTO DE
ANTONIO GRAMSCI.
- GRAMSCI, A. (1973). Antología. México. Siglo XXI
- Heywood, A. (2010) Introducción a la teoría política. Tirant lo Blanch
- Maquiavelo, N. (1532). El príncipe.
- Capella, F (2008). Ética individual y social. Artículo publicado en la revista Ecuador
Ciencia. Ciencia, Tecnología, Educación y Libertad. Pág.
Http://www.ecuadorciencia.org/articulos.asp?id=6170. 25-09-2010.

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