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¿SOCIEDADES DEL CONOCIMIENTO O SOCIEDADES REPLETAS DE INFORMACIÓN?

Profesor Pedro de J. Galindo


Institución Educativa Técnica Industrial

“En nuestros días, se admite que el conocimiento se ha convertido en objeto de inmensos desafíos
políticos, económicos y culturales, hasta el punto que las sociedades cuyos contornos empezamos a
vislumbrar bien pueden calificarse de sociedades del conocimiento”.

El conocimiento siempre ha estado desde sus inicios, en todos los tiempos y en todas las culturas se
ha hablado aunque de distintos modos, pero siempre ha estado ahí, tu y yo podemos hablar, podemos
comunicarnos por medio de signos, símbolos, la voz, el sonido, cada una de estas formas ha sido tan
valiosa en una cultura como la nuestra, desde los Chibchas, los Mayas, los Inca y demás culturas que
han habitado nuestro hermoso y extenso territorio colombiano donde el conocimiento, su desarrollo y
su arraigo cultural lo llevamos muy dentro de nosotros, en el que nuestros ancestros, abuelos y
tatarabuelos lo llevan con mucho amor; toda una historia que nos hace pensar en la evolución de cada
época, y de cada pequeña cultura, en la que por los medios tecnológicos y sociales, sólo queda unos
pequeños vestigios en los pobres y humildes campesinos que labran nuestra querida tierra.
Conocimiento que han utilizado para satisfacer sus propias necesidades, para poder subsistir; es así,
como conocemos las formas de tejer, de hacer un vestido o una ruana, de hacer poder sembrar una
semilla para producir el pan de cada día, el alimento necesario para el campesino y el ciudadano, el
pobre o el rico, semilla y alimento que sirve no solo al hombre sino también alimento para los animales
que son de nuestra propiedad; es ese mismo conocimiento que llega a nosotros y que es transmitido
de generación en generación en bien de la sociedad.

Como ha cambiado los tiempos dicen los abuelos y es verdad, antes para tener un conocimiento previo
era con mucho esfuerzo y mucho dolor, desde los padres y los maestros hasta llegar a la misma
sociedad; cada tribu lo producía para satisfacer sus necesidades y para poderse proteger de la tribu
vecina. Cada una de ellas era fuerte, tanto así que se llamó con el recorrer de los tiempos cultura, y
hoy, se le ha llamado “Sociedades del conocimiento” como dice Roberto Rossi en su libro. “Sociedades
del Conocimiento es la capacidad para identificar producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la
información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano”.
Llevar la información de un lugar a otro y poderla trasmitir es una circunstancia muy fácil, pero lo que
es más difícil para niños y jóvenes hoy día es llevar esa información con sentido de pertenencia, llevar
ese conocimiento de nuestros antepasados con orgullo y con amor. Como dice Roberto Rossi “El
conocimiento es importante en la medida en que se escriba, se hable y se promueva” de lo contrario
el hombre está llamado a desaparecer y su cultura también.

Planteo de manera inicial que hoy por hoy, hay un eje de brechas en la era digital; unos porque tienen
los medios y recursos necesarios y otros, porque no lo tienen y quisieran tener acceso a la información:
recursos económicos, analfabetismo, idioma TIC, integralidad física de las personas. Se podría decir
que funcionamos dentro de un espejismo, dentro de lo que supuestamente es “la sociedad del
conocimiento”, una cosa es lo que se muestra en el texto, lo que se plasma claritamente en el papel
con bordados finos y letras muy elegantes y otra cosa muy distinta es el contexto donde se vive a
diario donde estamos parados atisbando el mañana sin saber qué es lo que nos espera.
La sociedad del conocimiento que se ve en nuestro país, es un modelo de seguir, un poco de
instrucciones como las máquinas, donde se compran o se consiguen manuales para poder manejar y
sacar provecho de tales circunstancias. Esta realidad la vemos tan latente en cada uno de los jóvenes
con la música, la moda, el estilo de ser que no es propio del bogotano, del paisa, del pastuso o del
boyacense, sino que viene dado por otros patrones extranjeros que se plasman en nuestra cultura
dejando lo más preciado, aquello que nuestros ancestros valoraban, su música, su historia y sus
formas culturales. ¿Qué estamos viviendo sociedad del conocimiento o sociedades repletas de
información?

Hoy por hoy nos preguntamos ¿qué pasa con nuestros jóvenes, qué cultura están formando, por qué
no les interesa lo propio de cada una de ellas? y las respuestas muchas veces las encontramos dentro
de nosotros mismos, dentro del ambiente donde nos movemos, los hemos enseñado a ser así, y el
estado ha ayudado a tal fin, a ser permisivo; pero son muchos los factores que inciden en el cambio
de época, cambio de cultura y de conocimiento, encontramos entre ellos igualmente, los medios de
comunicación, como la radio, la televisión, el internet, el celular donde se tiene todo al alcance, donde
se brinda información o desinformación de los aconteceres diarios.

Colombia y sus gentes algunos no valoran lo propio, sino lo extranjero, aquello que hace sentir bien
estar IN en el lenguaje de los jóvenes donde muchas veces se cae en el sin sentido de la vida y de los
valores, en la sociedad ligth del momento, donde se trata al otro, al niño al joven, al adulto y al anciano
con desprecio y no como un cúmulo de historia y de grandes recuerdos de una determinada
comunidad. Cuando se desprecia la vida y los grandes valores me pregunto ¿Qué sociedades estamos
construyendo? ¿Será necesario construir pensamiento o ya está todo dicho?

Cada día que pasa, la familia, el rol de amigos, la escuela, el colegio, los medios de comunicación,
entre ellos el internet y demás lo que hacemos es atiborrar al joven con un sinfín de conocimientos,
pero no les enseñamos a formar sociedad, a fomentar el diálogo, el respeto y demás valores, creando
en ellos espacios de información constructivista(Problema en el que deja de ser él mismo para
convertirse en otro); no les enseñamos a vivir en sociedad, a formar parte de la sociedad del
conocimiento brindándonos información veraz y oportuna cuando se llegue a necesitar ante un
dificultad. Si vamos más allá y nos damos cuenta del lenguaje utilizado y de la forma en que ellos se
comunican a través del celular, del chat y demás medios donde para algunos los sonidos son raros,
las palabras cuadriculadas y demás en una forma única donde el joven se entiende con mucha
facilidad y destreza, todo ello gracias a la tecnología que está a su alcance, pero en esto hay algo que
no convence y es que cuando está frente a una computadora o celular, le salen palabras y signos por
doquier, pero cuando es comunicación directa, diálogo coloquial, es donde viene los problemas, tal
vez por la pena, por la costumbre de estar al pie de un aparato inmóvil e inmutable que no le corrige
y no le juzga, por eso su forma de comunicación es corta, es sesgada. ¿Es esto una sociedad del
conocimiento o una sociedad con mucha información?

Pero qué decir de la medicina y la cantidad de medicamentos que salen al mercado, en donde
cualquier pasta o medicina sirve erradicar una enfermedad o dolor en el cuerpo, cuando en realidad
son calmantes que no traen ningún beneficio en el paciente, sino en el que la realizó. Cantidad de
nombres, cantidad de formas y precios, cantidad de sitios donde venden y reparten por doquier, sin
importar muchas veces si lo que se consume es para la salud y el cuidado del cuerpo o ¿no será más
bien lo contrario? Colombia es un país donde se tiene derecho a la salud y al cuidado por parte del
estado, pero que cuidado se está dando cuando hay tantos centros de salud en quiebra, donde no se
le paga el dinero honrado al médico que verdaderamente sabe. De igual manera los adelantos
científicos han ayudado en muchos casos a la salud de los pacientes, pero en otros casos no ¿cómo
es posible confiar en una máquina en un robot una cirugía y el cuidado de los pacientes, cómo es que
hemos confiado más ellas que en el mismo hombre? De la misma manera, así como existen
medicamentos buenos, la sociedad, los médicos y farmaceutas hacen y distribuyen drogas que están
perjudicando al mismo hombre. Si bien en las comunidades donde trabajamos como docentes
encontramos hombres y mujeres que con los remedios caseros curan cualquier dolor, la medicina de
mamá que da con amor y consta de unas hierbas y unas terapias, o la del vecino o el compadre que
ayuda a su prójimo haciendo todas los remedios necesarios de acuerdo a su sabiduría popular y en
verdad, eran muy efectivos; todas esas cosas hoy los jóvenes ya no las utilizan porque los adelantos
científicos, lo que viene en papeleta, lo que viene etiquetado y sellado es lo que vale, es el mejor
remedio para la cura de cualquier enfermedad. ¿Es esto una sociedad del conocimiento o una
sociedad llena de información?

Dice Roberto Rossi: “La utilización de las tecnologías de la información y la comunicación para edificar
sociedades del conocimiento debe orientarse hacia el desarrollo del ser humano basado en los
derechos de este.” En cierto sentido debemos tener en cuenta que los jóvenes buscan aprender a
manejar estas herramientas y por cierto, las manejan muy bien, lo más fácil y convincente es también
que adultos y ancianos; osea, todos aprender a manejar las nuevas tecnologías; pues antiguamente,
la sociedad del conocimiento la lideraban los sabios, hoy día todos tenemos esa posibilidad. Hay que
aprender a conocer el lenguaje de los jóvenes, de las nuevas generaciones para ir a la vanguardia de
los adelantos científicos y tecnológicos, en cierto sentido serán siempre buenos en la medida que
ayude al desarrollo de la humanidad y no a construir la inesperada destrucción del hombre, del mundo
en general. Los profesionales de la salud y la educación estar comprometidos en la formación ágil y
veraz de la información buscando de ello lo ético y lo indispensable para la formación del joven y de
la misma sociedad; pues, los adelantos científicos y las nuevas tecnologías deben ayudar a fortalecer
cada cultura, cada comunidad y no lo contrario, a desconocerla y olvidarla, pues, pueblo, municipio o
vereda que no conoce su cultura, está llamada a desaparecer.

He hablado de los adelantos científicos y de la nuevas tecnologías que van apareciendo actualmente,
todo lo que esto implica y la transformación de la nuevas comunidades, en definitiva de nuestros
municipios; pues el lema del gobierno nacional es que todos estemos conectados, que haya una mejor
educación y sobre todo su famoso lema “Prosperidad para todos” pero resulta que si vamos más a
fondo de nuestras comunidades de los pueblitos más alejados de las grandes ciudades, de aquellos
en donde la ciencia y la tecnología solamente la conocen los ricos, los que tienen una medio
estabilidad económica, donde los medios de comunicación como la televisión no llega, en donde a
duras penas suena el radio de la emisora local, pero con cierto ruido porque las ondas sonoras no
alcanzan a llegar, las vías están en las peores condiciones y a lo lejos se ven humildes y hermosas
casitas que rodean la escuela sencilla en medio de la naturaleza, que aunque olvidadas por el gobierno
nacional y por los políticos corruptos, vive en paz y armonía entre sus gentes. Hasta allí aunque el
lema prosperidad para todos, conectividad para todos y los medios de comunicación lejanos de todo;
en aquel lugar siempre habrá un profesor, un hombre o una mujer que trabaja en bien de todos, que
vive en la entrega y el servicio para que todos tengan la misma información y puedan estar unidos
para trabajar juntos. Sin internet, sin televisión pero con mucho amor van formando una sociedad del
conocimiento en el que dejan grandes valores y virtudes para las futuras generaciones.
Dice Roberto Rossi “Estos medios son a los que tienen con facilidad acceso las poblaciones de bajos
recursos; podemos concluir el avance de tecnologías han venido complementando para que la brecha
digital no sea imposible en sus supresión”. Pero las desigualdades en las sociedades de la información
son muy grandes, mientras unos tienen al alcance toda la información posible para interactuar con
otros países, con otras formas culturales, repletos de información que no saben cómo actuar, con poca
proyección; otros viven con la mísera información que les llega, ya que no cuentan con los medios
necesarios. El gobierno nacional, debería darse cuenta de ello, que haya una igualdad, que tanto los
niños del centro de una población como los del campo tengan las mismas oportunidades, pues una
cosa son los números, las cifras que muestran, los resultados supuestos que han obtenido y otra cosa
muy diferente es la realidad en donde estamos. Es importante que todos estemos comprometidos en
esta tarea de estar informados de todo lo que pasa a nivel local, pero también a nivel mundial, que
todos tengamos acceso a la información para solucionar los conflictos y problemas de una
determinada región yendo a la par en el desarrollo de las grandes ciudades.

Dice Roberto Rossi: “La sociedad del conocimiento con la ayuda de la sociedad de la información
puede contribuir a resolver un número considerable de problemas políticos, económicos,
sensibilización de la gente, prevención de desastres, y al desarrollo mundial”. Hoy por hoy Colombia,
en las sociedades del conocimiento debe tener como eje central la prevención de desastres, los
valores familiares y sociales, empezar a construir una nueva sociedad; no es invertir en el
armamentismo para acabar ideologías revolucionarias y bipartidistas sino en la salud y en la
educación, pues si se tiene un nación saludable e inteligente aportará mucho a la construcción de la
paz y el bienestar social. Ayudar a los adelantos científicos. En el tema de las investigaciones,
Colombia es uno de los países que poco aporta a esto; ejemplo muy claro es Manuel Elkin Patarroyo,
ya que recibe poca ayuda por parte del gobierno nacional, mientras si invierten en otras cosas que no
son tan importantes como el militarismo y demás. Los jóvenes buscan aquello que está en boga,
aquello que produce dinero, por eso algunos buscan como estar en los grupos armados, otros en las
fuerzas militares, pero ser excelentes profesionales, excelentes médicos, abogados, ingenieros no…
porque eso no produce pasión, no produce interés, visto esto desde las mismas políticas de estado.
Los adelantos científicos y tecnológicos como no producen dinero no es algo que apasione, los jóvenes
lo ven con desinterés y desidia. Otro punto importante para las sociedades del conocimiento es que
en Colombia hace falta mucha ética y moral como estándar básico, el estado no se detiene en la
persona sino en el número, en el individuo. Número no en lo personal y sus valores morales, éticos,
sociales, políticos y religiosos, sino en las masas, en la sociedad.

Colombia es un país muy rico en su diversidad de sus gentes, su cultura, sus paisajes y animales,
flora y fauna, en la hidrología y demás productos sacados del subsuelo que están siendo vendidos a
otros países generando con ello más pobreza y desempleo día a día. Se está formando una sociedad
del conocimiento llena de conformismo y paternalismo, haciendo que los pobres cada día sean más
pobres por las migajas que caen de los ricos, acostumbrados a que todo nos lo den; mientras que
ellos cada pueden acumular más capital, más tecnología y pueden seguir en la vanguardia de los
países desarrollados por los adelantos científicos y tecnológicos, a costillas de los países en proceso
de desarrollo. Es ahí donde vemos sociedades repletas de información pero con poca tecnología a su
alcance, sociedades que llevan su historia, pero con personas capaces, poco animadas y preparadas
para escribir a contar su historia. Hemos perdido ese principio de libertad de expresión, no escribimos,
no informamos, no somos comprometidos por lo nuestro, por aprender cada día más; por capacitarnos
para formar sociedad, tenemos mucha historia, mucho conocimiento al interior de cada comunidad
pero con poca tecnología, tenemos mucha riqueza material, pero sin tecnología al alcance. Es ahí
donde profesionales y demás integrantes del estado estamos llamados a contar nuestras historias, a
formar parte de la cultura, a generar aportes valiosos a la sociedad del conocimiento.

¿Sociedad del conocimiento, una revolución en la Investigación, la ciencia, tecnología y la innovación,


una participación de todos? La humanidad está viviendo en una revolución tecnológica, donde se pide
calidad de los productos, pero a la vez la multiplicación de todos ellos en aras a la mejor forma de
calidad de vida en todas las comunidades. Existen actualmente nuevas formas para distribuir el
conocimiento y hay que reflexionar de acuerdo a la información que recibimos, ser críticos y reflexivos.
El Internet nació con fines militares, ahora es otra cosa, la humanidad lo ha utilizado como forma de
comunicación de información, como una zona de esparcimiento e integración de toda la humanidad.
El sector privado lo comercializó y la internet, la televisión, la radio degeneraron las mismas
sociedades del conocimiento. Encontramos diferentes estereotipos de cultura como las tribus
Urbanas. El estudiante ya no está con la familia sino en los medios tecnológicos; eso mismo ha
generado que la educación haya perdido cierta validez por la misma tecnología, ya que todo está al
alcance y ella misma le explica el proceso de formación y de información que desee. Pero lo único
que no le puede enseñar es a cómo vivir y ver en el otro el rostro de Dios de ser más humano con lo
humano, de ver a su alrededor y valorar lo que tiene, la familia, la escuela, el municipio, la vereda, el
lugar donde vive.

Es tarea necesaria que desde el ámbito educativo se valore y se rescate lo propio, lo autóctono.
Nuestro compromiso es rescatar la humanización que la tecnología y los medios de comunicación nos
han robado. Es humanizar más y no lo contrario; pues, la tecnología no nos está formando como
personas sino como máquinas, caminamos a la par de lo que hemos construido aun cuando el
conocimiento y la información debe ser para construir al hombre y a la sociedad en todas sus
dimensiones, ya que el conocimiento es base del desarrollo personal y social. En cada etapa ha estado
el conocimiento través de los años, los medios son los que han cambiado en su forma de decirlos y
de transmitirlos humanamente y tecnológicamente.

Tener la promoción y la proyección hacia los otros lugares es una tarea importante que debe hacer el
gobierno nacional y las ONG, para rescatar lo valioso de las culturas, lo valioso de nuestras gentes, la
idea no es quedarnos estáticos, ensimismados, encerrados en nuestro egoísmo, sino tener la
capacidad de análisis y de ingenio para llegar a los lugares más recónditos del mundo sin despreciar
lo nuestro, tener toda la información posible para saber valorar lo nuestro.

El conocimiento siempre va a producir competitividad, eficacia y eficiencia en la calidad de los


productos, pero gracias a ello podemos crecer en el desarrollo industrial y comercial generando
progreso en nuestras sociedades. Si valoramos la edad adulta de nuestras gentes donde se
encuentran los posos de la sabiduría y la ciencia, donde está toda la experiencia, nuestros niños y
jóvenes serán grandes emprendedores de desarrollo de un país; por eso es importante que todos los
centros de formación, que todas las Instituciones, empezando por la mía donde trabajo como docente,
empecemos a enseñarle a los estudiantes lo propio de la cultura nuestra, el deber de valorarla,
estimarla y estar comprometidos con ella, para que desde ahí, miremos las nuevas culturas y de ellas
saquemos lo bueno para que de esta manera proyectemos la nuestra, formando así sociedades de
conocimiento y no sociedades repletas de información como expresa Roberto Rossi cuando dice:

“La sociedad exige innovaciones tecnológicas, científicas y epistemológicas en cada disciplina y


procesos educativos, porque cada día la oferta del mercado y la demanda exige que los individuos
sean competentes en varias disciplinas, por lo tanto, las pedagogías deben ser menos rígidas y más
centradas en el educando”.
Para concluir, se pude decir que:

• Tan solo por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. Nosotros les damos el
conocimiento a los jóvenes y ellos deciden por su propia libertad, en bien de la sociedad.
• La persona es la que genera el pensamiento, el conocimiento; el conocimiento ha producido
la industria, pasamos de una escuela que enseñaba a una escuela tecnológica.
• El conocimiento es autónomo y es bueno para generar competencias.
• Con el conocimiento y los avances científicos va a disminuir muchísimos indicadores de
pobreza, de salud, de violencia, antes se morían de viruela sarampión y demás, hoy gracias
al conocimiento ya existe otra forma de conocimiento para darle solución a las enfermedades
que van apareciendo en el transcurso del tiempo.
• Es necesario estructurar roles de conocimiento, pero en Colombia hay una brecha de esa
sociedad de la información.
• Es necesario formar esos nuevos pensamientos, los nuevos líderes de la sociedad.
• En la tecnología los inventos han estado ahí, unos han servido a la humanidad, para su
bienestar social y para su desarrollo, pero otros han sido la destrucción del mismo hombre.
• Fortalecimiento de lo local, las comunidades deben comenzar desde lo micro, lo particular,
para llegar a lo macro y no viceversa.
• La iniciativa es lo que hace falta, porque el conocimiento siempre ha estado ahí.

BIBLIOGRAFÍA

Rossi, Roberto (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Madrid.
Hernández Ortega, José. Pennesi Fruscio, Massimo. (2011). Experiencias educativas en las
aulas del siglo XXI. Innovación con TIC, editorial Ariel, S.A., Madrid.
Burgos A., José Vladimir. Lozano, Armando. (2011). Tecnología educativa y redes de
aprendizaje de colaboración. Retos y realidades de innovación en el ambiente educativo.
Editorial Trillas, México.
INFOGRAFÍA
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▪ http//www.unesco.org/es/worldreport.
▪ http://wikipedia.org/wiki/Peter_Drucker
▪ http://www.youtube.com/watch?v=zLLL2V2q8UA
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▪ http://www.theatlantic.com/election/connection/ecbig/soctrans.htm.
▪ http://www.uni-bielefeld.de/tdrc/publications/workingpaper_d.htm#2000
▪ http://archiv.ub.uni-bielefeld.de/wissensgesellschaft 2001.

LOS RETOS DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO EN COLOMBIA


Educación

22 Mar 2015 - 4:45 PM


Óscar Almario, candidato a la rectoría de la U. Nacional

Óscar Almario, PhD en Antropología Social y Cultural de la Universidad de Sevilla en España y


candidato a la rectoría de la U. Nacional, escribió para El Espectador una columna sobre los
diversos cambios que ha traído para el país la globalización.

En el mundo globalizado actual, la llamada “sociedad del conocimiento” se entiende como el uso
intensivo de los sistemas educativos y de la ciencia, la tecnología y la innovación (CT&I) para
transformar realidades sociales, económicas, políticas y culturales adversas, en función del
desarrollo integral, la preservación del medio ambiente, el aprovechamiento sostenible de los
recursos, la generación de movilidad e inclusión social, y el logro de la estabilidad social y política
de los países.

Las posibilidades que se abren para el país en un escenario de eventual posconflicto o


posacuerdos, se deben aprovechar para dar un salto cualitativo en la agenda educativa y
científica. En esa dirección, transformar, consolidar, proyectar y complementar los sistemas
nacionales educativo y de CT&I resulta estratégico. La transformación de la educación y del
conocimiento científico debe acompañar las transformaciones del país y sus regiones, y propender
por un nuevo modelo de desarrollo que beneficie al conjunto de la población y especialmente a
los actualmente excluidos.
La sociedad del conocimiento en Colombia se debe llenar de contenidos reales, con financiación
adecuada, con articulaciones y sinergias, con una agenda de prioridades nacionales y regionales,
sin perder de vista el radar de las comunidades científicas y culturales mundiales. La calidad y
cobertura general del sistema educativo debe ser una prioridad nacional. Las universidades deben
avanzar en la excelencia académica, atendiendo a las señales internacionales (fronteras del
conocimiento, complejidad e interdisciplinas) y realizando las adaptaciones necesarias a nuestra
realidad y escala (nacional y regional). Es menester equilibrar formación básica, teórica y aplicada,
currículos flexibles e inserción en las realidades laborales y profesionales. Varias universidades
deben avanzar con prontitud a universidades de investigación, lo que requiere de climas internos
propicios y los estímulos necesarios, inversión significativa, la formulación de agendas de
conocimiento y programas de investigación que sean relevantes a nivel nacional e internacional.
Estas universidades deben tener una relación fluida con el sistema de CT&I, que debe fijarse
metas importantes, como por ejemplo lograr que el gasto en investigación sea 2 puntos del PIB
durante dos o tres décadas, la reorientación de los recursos de regalías, la búsqueda de
financiación internacional, la formación de institutos especializados en temáticas de gran impacto
(biodiversidad, marítimos y portuarios, ingeniería y materiales, reordenamiento territorial y urbano,
reforma agraria, instituciones sociales y políticas, ciudadanías, identidades y culturas, entre otros),
la formación del talento humano científico (doctores, magíster, especialistas y expertos) en
distintos campos, y la articulación entre comunidades científicas, empresarios y políticas públicas.

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