Lección 4:

MÓDULO IV
Racismo en la educación I
Actividades de la semana

 Recorrer la Lección IV

 Mirar el video Jogo do Privilégio Branco

 Participar en el foro de discusión (individual)

 Entregar quinto avance del glosario (sub-grupal)

Págin

 Lección 4archivo
 Foro de participación individual
 Glosario Colaborativo.Tarea
 Los invitamos a ver los siguientes materiales:
 Video: Jogo do Privilégio Branco

LECCIÓN IV: Racismo en la educación I

A través del juego del privilegio blanco, el Instituto de Identidad de Brasil muestra como se puede percibir la
desigualdad racial que, por un lado, genera una situación de desventaja que afecta todos los aspectos de la
vida de los/as afrodescendientes y, por el otro, una situación de privilegio en la población no
afrodescendiente. Como se observa en el video, la educación no es una excepción.

En cuanto a ello, el estudio Barómetro de las Américas relaciona el logro educativo con el color de piel de las
personas, y arroja que existen jerarquías sociales basadas en el color de piel, según la premisa de que:
quienes portan colores de pieles más claros tienden a alcanzar mejores niveles educativos que las personas
de pieles más oscuras. A este fenómeno se lo denomina pigmentocracia y da cuenta de la generación y
permanencia de desigualdades raciales en los ámbitos educativos de los países de América Latina y el
Caribe (Telles y Steele, 2012).

Datos de la desigualdad étnico-racial en el sistema educativo uruguayo

En Uruguay, las desigualdades entre personas afrodescendientes y el resto de la población tienen una
de sus manifestaciones más visibles en el terreno de la educación. Los datos estadísticos muestran que
las personas afrodescendientes tienen niveles educativos inferiores, mayores niveles de analfabetismo,
menor tasa de asistencia a centros educativos, mayor rezago y mayor repetición que el resto de la población
(UNICEF, 2010; Cabella et al, 2013; OPP-MIDES, 2015).

“A pesar de que las sucesivas generaciones de uruguayos logran acumular más años de estudio, las brechas
educativas entre blancos y afrodescendientes permanecen prácticamente inalteradas (…) El resultado no
sorprende si se considera que la evidencia disponible indica que el sistema educativo es neutro respecto a
estas desigualdades, lo que equivale a decir que no actúa a favor de modificar la brecha; de acuerdo a
González y Sanroman “es un resultado acorde al hecho de que no hay políticas educativas específicas
dirigidas a los afrodescendientes”
(Cabella y Nathan, 2013/2014: 34).