Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
No pocos jugadores son idolatrados por la hinchada y llevan apelativos como "Rey"
"Príncipe" "Maravilla" como si fueran dioses, y quizás se lo creen. Recordemos por
tanto a los César de Roma que les decían:
"Respice post te, hominem te esse memento" (Mira hacia atrás y recuerda que sólo
eres un hombre)
Con esta frase, un esclavo que iba junto a César en el carro triunfal le recordaba que
no era un dios, a pesar de los agasajos a los que tenía que hacer frente un general
vistorioso en la Roma Republicana.
Los líderes no tienen cargos. Para demostrar su grandeza ellos no necesitan sentirse
por encima de nadie. Los líderes son los que influyen en otros porque tienen visión,
toman decisiones, asumen la responsabilidad por los resultados, y son humildes. Los
líderes no dan ordenes, dan el ejemplo.
En 2 Timoteo 2, por ejemplo, Pablo usa siete metáforas diferentes para describir los
rigores del liderazgo. Describe al pastor como maestro (v. 2), soldado (v. 3), atleta (v.
5), labrador (v. 6), obrero (v. 15), instrumento (vv. 20-21) y esclavo (v. 24). Todas esas
imágenes evocan ideas de sacrificio, trabajo, servicio y dificultades. Hablan con
elocuencia de las complejas y variadas responsabilidades del liderazgo espiritual.
Ninguna de ellas hace que el liderazgo luzca glamoroso.
Los pastores no tienen estatus social. En la mayoría de las culturas, los pastores
ocupan los peldaños más bajos de la escala social. Es apropiado, ya que nuestro
Señor dijo: "Sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el
que sirve" (Lucas 22:26).