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Pero a los montes de Israel Ezequiel ha de profetizar: “El enemigo pensó que

tomaría posesión de ti y te saquearía (36:1-4). Has sufrido la afrenta de las


naciones pero las naciones que te rodean sufrirán afrenta también (36:5-7).
Sin embargo, tú llegarás a ser fértil y próspera, con muchos poblados.
Entonces conocerás que yo soy Jehovah. Mi pueblo vendrá a poseerte como
heredad (36:8-12). Los montes de Israel nunca más privarán a los hijos de su
pueblo (36:12-15).” Notas. 35:10 Dos naciones: es decir, Israel y Judá. 36:2
Las alturas eternas: mucho de Israel y Judá quedaba en la región montañosa
entre el mar Muerto y el Mediterráneo. 36:13 Tú devoras hombres y privas de
hijos a tu nación: aquí se presenta a los montes como contribuyendo a la
destrucción del pueblo. La expresión puede ser puramente poética; sin duda
muchos perecieron en escaramuzas bélicas en las zonas montañosas.

La restauración de Israel Este oráculo forma el corazón del libro de Eze. Su


mensaje es un resumen del libro. Israel había ofendido a Dios con
derramamiento de sangre e idolatría (18). Su castigo significaba dispersión
entre las naciones, es decir, exilio (19). No obstante, el Señor no les dejaría
allí. Regresarían a su tierra (24). El los purificaría y transformaría, y ellos le
seguirían (25-28). La tierra y su pueblo florecerían nuevamente (29-38). Las
naciones vecinas sabrían que Jehovah había obrado (36). El porqué el Señor
traería a su pueblo de regreso de su exilio está expresado claramente. No
tenía nada que ver con una bondad innata o mérito en el pueblo mismo.
Tenía que ver más bien con el deseo de Dios de que su nombre no fuera
profanado. El hecho mismo de que Israel estuviera en el exilio llevaba a otros
a pensar que el Dios de Israel o era incapaz o no quería cuidar de su propio
pueblo. Esta situación era denigrante para el carácter de Dios, y por esta
razón Dios restauraría a su pueblo (20-23). Este oráculo trae esperanza a
todos nosotros. Dios actúa para salvar, no sobre la base de nuestra dignidad,
sino por las riquezas de su misericordia. 16-38 Dios dice a Ezequiel, en otras
palabras: “Cuando Israel habitaba en su propia tierra, ellos la contaminaron
con su iniquidad. De modo que los dispersé por otras naciones. Sin embargo,
su dispersión profanó mi nombre, que es de interés para mí (16-21). Por lo
tanto, la palabra de Dios para Israel es: Por causa de mi nombre mostraré mi
santidad a las naciones por medio de vosotros. Entonces sabrán que yo soy
Jehovah (22, 23). Os traeré de vuelta a vuestra propia tierra y os purificaré.
Vuestro corazón de piedra será reemplazado por un corazón de carne.
Pondré mi espíritu en vosotros y haré que guardéis mis leyes. La tierra será
fructífera, y llegarás a detestar y avergonzarte de tu conducta pasada. No es
por causa de vosotros que yo hago esto (24-32). Cuando os purifique de
todos vuestros pecados, las ciudades serán reedificadas y la tierra cultivada
nuevamente. Las naciones que quedaron alrededor sabrán entonces que la
he restaurado toda (33-36). El pueblo de Israel será tan numeroso como
ovejas. Entonces sabrán que yo soy Jehovah (37, 38).” Notas. 25 Esparciré
… agua pura: una acción ceremonial de limpieza. 26 Corazón de carne: el
uso del término carne aquí no debe ser confundido con su uso en otras
partes de la Biblia, donde a menudo denota flaqueza o corrupción. En este
pasaje corazón de carne es contrastado con corazón de piedra, implicando
que la naturaleza fría como la piedra y dura de corazón del pueblo sería
reemplazada por una espiritualidad cálida y viva.

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