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HISTORIA DE LAS IDEAS

POLITICAS
Cristianismo, democratísimo absolutista, política contemporánea, política argentina
Índice

El cristianismo 2
El democratísimo Absolutista 9
Doctrinas políticas contemporáneas 19
Las Ideas políticas en Argentina 38
Conclusión 41
Bibliografía 42

1
El cristianismo
El cristianismo vino a marcar un punto en la historia, consiguió un cambio en los
parámetros políticos/sociales. Aunque muchas civilizaciones paganas tuvieron
dificultades para cambiar su visión del hombre, ya que se negaban a concebirlo como
sustancia de valor espiritual inmensurable, con vocación de eternidad y fines propios
que trascienden el orden temporal, o sea, no reconocieron que el hombre solamente
por ser hombre era beneficiario de derechos inalienables.
Gracia, por ejemplo, si bien decía profesar la libertad, ya que el hombre podía
participar en el gobierno de la Polis, no era del todo cierto. El ser humano estaba
totalmente abocado a la sociedad, tanto vivo, como cuando pasara al mundo de los
muertos. No podía elegir su religión, la Polis era la que determinaba en que iban a creer
y eso se tenía que respetar. Cualquier deformación física determinaba en Esparta que
el recién nacido fuera arrojado desde el monte Taigeto. Tampoco Roma, a pesar de las
alturas que alcanzó la filosofía estoica llegó a elaborar una antropología que reflejara
cabalmente la jerarquía del hombre en el cosmos.
No sé quiere menos preciar los avances logrados por la visión romana, sin
embargo, corresponde al pueblo israelita la misión de elaborar los principios y los
fundamentos de un humanismo verdaderamente integral. El hombre pasó a ser visto
como hecho a imagen y semejanza de Dios.
Joseph Huby señalaba: “No es por sus victorias en los campos de batalla, ni como
iniciadores en el dominio de las ciencias, ni como creadores de obras de arte inmortales,
ni como fundadores de una jurisprudencia hecha para durar siglos que los israelitas han
adquirido un lugar prominente en la historia y en el desarrollo de las ideas políticas. El
interés que despierta este pueblo deriva de su cosmovisión ética y hondo sentido
religioso, de profundas consecuencias en la esfera política. Frente a un mundo en el que
prevalece el despotismo, el interés supremo o la grandeza del imperio, los hebreos
levantan el Decálogo como supremo estandarte para marcar la necesaria sujeción del
hombre en todo su proceder, incluso en el ámbito político, a normas objetivas
promulgadas por el Señor en el monte Sinaí”.1
La ley de los judíos encerraba una nota moral de amor y respeto al prójimo, sin
importar cuan débil o menos preciado fuese. Pregonaban la conducta justa, respeto,
amor, sobriedad y moderación, la misericordia y la limosna. Respeto y amor a Dios y al
prójimo, el perdón a quienes los habían ofendido, siempre ir por el camino de la luz,
1
Joseph Huby (1878-1948) Fue un Jesuita francés, profesor de la sagrada escritura, escritor de “Christus, historia de las
religiones” (1912).

2
basándose en los mandatos del Altísimo. Y ellos no lo consideraban una carga, por el
contrario, lo hacían con gozo. Era su luz y guía en la vida, protección, descanso y alegría.
Frente al despotismo, la injusticia o la gran maldad a la hora de obrar de los
poderosos actuaron con valentía, condenando transgresiones que ofendían a Dios y
agraviaban al pueblo. Como ejemplo de esto tenemos al profeta Nathan, quien no vaciló
a la hora de reprender severamente a David por transgredir el Decálogo, al enviar a la
muerte a su general Urías para apoderarse de su esposa Betsabé. El poderoso rey de
Israel confesó su falta, hizo penitencia para obtener el perdón de Dios y señaló con su
ejemplo que tanto gobernantes como gobernados están sometidos al imperio de la ley
moral.
El cristianismo prolonga y amplía el humanismo que recibe de Israel sin hacer de
menos los aportes culturales desarrollados por Grecia y Roma. La visión humanista
alcanza ahora dimensiones infinitas, porque el evangelio propone a todos los hombres,
como misterio de fe, que Dios se hace historia al asumir en Cristo la naturaleza humana.
Todo hombre, por la sola circunstancia de serlo, aparece adornado de una suprema
dignidad.
La proclamación de la igualdad en lo esencial, por encima de las diferencias
accesorias, no implicaba una ruptura con la tradición mosaica2. El mensaje de Jesús
importa no renegar de los profetas, sino llevar la revelación de Yahvé3 hasta sus últimas
consecuencias. El evangelio enseña que Dios quiere que todos los hombres se salven,
pero advierte que el último juicio versará sobre la actitud que observemos frente a los
más pequeños, a los más despreciados, a aquellos que el paganismo rechazaba o
subestimaba y que en la visión cristiana aparecen revestidos de renovada dignidad.
El cristianismo impulsa así un nuevo humanismo fundado no sólo el
reconocimiento de Dios, como causa eficiente y causa final del universo, a quien
debemos amor, adoración, sino en el servicio de Dios en el prójimo, por desvalido o
miserable que pueda parecer en su condición exterior. Afirma Linares Quintana4 “Fue
la doctrina predicada por Jesucristo la que produjo la más profunda conmoción hasta
hoy acaecida en la historia de la humanidad, y por ende en la historia de la lucha eterna
del hombre por la libertad”.

2
Dícese de la ley de Moisés, la del antiguo pueblo de Israel en la biblia hebrea, en hebrero se llama Torá (Ley)
3
Yahvé es el nombre propio utilizado en la biblia para designar y diferenciar al Dios de las religiones judeocristianas.
4
Segundo Víctor Linares Quintana (1909-2013) Fue jurista constitucionalista, académico, profesor universitario (UBA y
UNLP) y abogado argentino.

3
En el mundo pagano, los hombres no valían como tales sino en función de su
condición jurídica o de sus privilegios. La esclavitud era un dato sobre cuya necesidad
pocos discutían. Pero ahora el esclavo es acreedor al respeto que deriva de su condición
de redimido por la sangre de Cristo. San Pablo5 profetizaba el amor a todos, incluidos a
los esclavos ya que todos tenían un mismo Señor en el cielo que no hacia diferencia con
ninguna persona. También les advirtió que “Donde está el espíritu del Señor, está la
libertad” (2, 3-17), subrayando que quien es llamado por Dios, aunque sea siervo, es en
Dios libre (1, 7-22).
El cristianismo es una religión. Como lo señala García Venturini: “No es una
filosofía que viene a atacar a otra filosofía, sino un saber de salvación que, de suyo, está
más allá de la inteligencia humana, ya que sin ser irracional es suprarracional, sostenido
por la fe, recibido por revelación y atravesado por el misterio”. El reino del Señor,
aunque se prepara en el corazón de los hombres que peregrinan en la tierra, no
pertenece a este mundo y adquiere su plenitud más allá del tiempo y del espacio. El
cristianismo no es una doctrina política, como tantas que en la historia de las ideas
encontramos referidas de modo directo al ejercicio del poder temporal. Pero sus
principales morales, produjeron, de modo evolutivo, una modificación profunda de los
ordenamientos jurídicos y políticos entonces vigentes.
Aunque los apóstoles no predicaran la eliminación violenta e inmediata de
instituciones sin equidad como la esclavitud, poco importaba su subsistencia si los
siervos eran verdaderamente tratados como hermanos.
El nuevo humanismo plantea una nueva relación entre el hombre y el estado,
hasta ese momento en las civilizaciones desarrolladas en los alrededores de tierras
fértiles el predominio del estado era total. “Nadie –dice Bidart Campos6- había discutido
al Estado su poder absoluto antes de Cristo”. El hombre era considerado como una
porción de energía que podía ser utilizado para trabajos pesado, tareas faraónicas o
como elemento insustituible para la guerra, carecía de valor.
Varios autores han señalado que los helenos, e incluso los romanos, conocieron
algunas expresiones de libertad política que se traducían en la posibilidad de integrar
las magistraturas estatales y participar en la sanción, ejecución y aplicación de la ley.
Pero la libertad civil por virtud de la cual los hombres, sin discriminación alguna, tienen

5
Pablo de Tardo, de nombre judío Saulo de Tarso o Saulo Pablo y más conocido como San Pablo (S. V/X d.C. – S.
LVIII/LXVII), llamado el “apóstol de los gentiles”
6
German José Bidart Campos (1927-2004) fue un abogado, profesor (UB), decano y vicerrector (UCA), doctor (en
derecho y ciencias sociales recibido en la UBA), jurista y pensador argentino.

4
derechos en el Estado y frente al Estado, derivados de ordenamientos suprapositivos
que gobernantes y gobernados deben observar, fue evidentemente desconocida por el
pensamiento antiguo. El propio Sócrates7 declina la propuesta de evadir una sentencia
inicua porque no concebía la posibilidad de alzarse contra las leyes de la polis, ni siquiera
cuando se las había invocado para condenarlo a una muerte injusta.
Desde la aparición del humanismo cristiano la relación hombre-Estado cambia
ampliamente, ya que el Estado no es la máxima autoridad, sino que ahora el principio
de autoridad viene de Dios. Pero esto no suponía que justificara la designación de los
hombres inmorales y pérfidos8 que con frecuencia gobernaron el imperio romano.
Aunque en las sociedades que vinieron después se afianzó un criterio
interpretativo de estas leyes brindadas por el cristianismo, muchos hombres elaboraron
doctrinas absolutistas invocando un supuesto derecho divino.
En la visión cristiana el Estado ya no puede servirse de los hombres, sino que está
al servicio de ellos. Deben buscar el bien común, sujetos a normas objetivas y
heterónomas irrenunciables de inexcusable cumplimiento. El criterio fijado por Pedro9
era al que se debía concurrir de ser una ley inicua: “Es preciso obedecer a Dios antes
que a los hombres”.
Los romanos no lograban comprender esto, ya que para ellos el emperador era
un dios en vida y muerte, un dios que ordena, que está desligado de las leyes, lo que el
resuelve es ley, puede querer algo hoy y cambiar mañana y eso estaba bien. Era
menester que muriera el imperio para que reviviera lo que constituía la verdadera alma
del derecho romano, el principio de la equidad natural que inició su lucha con la sangre
de Virginia sobre el monte Sacro, que combatió por la palabra de los tribunos y por los
edictos de los pretores, y que encontró energías renovadas en la filosofía estoica pero
solo el cristianismo fue capaz de otorgar al derecho romano el triunfo definitivo.
“Era necesario –señala Ambrosio Romero Carranza10- el advenimiento del
cristianismo, religión de libertad como la calificó San Gregorio de Nisa, para que, al final,
triunfara definitivamente no solo el verdadero espíritu del derecho romano sino
también el principio del derecho natural, y para que brillara, con todo su esplendor, la
doctrina del derecho de resistencia a la opresión”. Esto significó que el ejercicio del
7
Socrates (470 a.C.-399 a.C.) Filósofo griego, considerado como uno de los más grandes, maestro de Platón, fue
acusado en el 399 a.C. de introducir nuevos dioses y corromper la moral de la juventud, fue envenenado con Cicuta,
método utilizado por los griegos como pena de muerte. Sócrates fue juzgado y declarado culpable.
8
Pérfido: Desleal, infiel o traidor, que falta a la fe que debe.
9
Simón Pedro (I a.C.-67) Uno de los discípulos más destacados de Jesús, pescador de oficio.
10
Ambrosio Romero Carranza (1904-1999) abogado, profesor universitario (UBA, dictó catedra en USAL), periodista,
político, historiador, filósofo, magistrado y líder intelectual católico argentino.

5
poder debe estar sujeto al gobierno impersonal de la ley, concebida como
ordenamiento de razón para el bien común, sin privilegios ni discriminaciones
arbitrarias.
Contribuyó a la paulatina comprensión de la libertad civil la definición que
claramente el Señor expone en el Evangelio de San Lucas11: “Dad al Cesar lo que es del
Cesar y a Dios lo que es de Dios”.
Esto quiere decir que el Estado ya no gobierna sobre todo el hombre, sino sobre
una parte, ya que lo espiritual, lo más íntimo pertenece al gobierno de Dios, es él quien
rige sobre lo moral/espiritual.
Este poder anti absolutista le va a permitir a cada hombre elegir sobre su espíritu,
religión, que leyes morales deben seguir, la intimidad de la conciencia y la libertad
interior deben ser siempre respetadas. En uno de sus pasajes San Lucas dice “La persona
humana tiene derecho a la libertad religiosa. Esta libertad consiste en que todos los
hombres han de estar inmunes de coacción, tanto por parte de personas particulares
como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en
materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia ni se le impida que
actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado con otros, dentro de los
limites debidos”. Además, declara que “el derecho a la libertad religiosa está realmente
fundado en la dignidad misma de la persona humana, tal como se la conoce por la
palabra revelada de Dios y por la misma razón natural. Este derecho de la persona
humana a la libertad religiosa ha de ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la
sociedad, de forma que llegue a convertirse en un derecho civil”.
La distinción entre lo perteneciente al Cesar y a Dios no es solo religioso, no
implica solamente quienes quieren adorar a un dios y quienes prefieren seguir luchando
en el coliseo con fieras a muerte. Sino que va más allá, se refiere a que ese gobierno
que antes era indiscutible ahora está limitado. No puede inmiscuirse en temas
espirituales o íntimos de la persona, familia o en su vida social. Todo esto generó la
convicción de que existe un ordenamiento suprapositivo, a cuyos parámetros de justicia
las leyes humanas deben ajustarse. El jusnaturalismo de los estoicos romanos, se
constituyó en una creencia compartida por los pueblos que recibieron las enseñanzas
del evangelio. La ley natural, concebida como participación de la ley eterna en el
hombre, se transformó en el sustento más sólido para el reconocimiento de los

11
Lucas el evangelista, considerado por la tradición cristiana el autor del evangelio según San Lucas y de los hechos de
los apóstoles. Fue discípulo de Pablo Tarso.

6
derechos personales en el Estado y frente al Estado. En ella se encuentra el soporte del
constitucionalismo moderno y de las declaraciones de derechos.
Si bien a los romanos no les importaba que los cristianos adoraran a su propio
dios, si les molestaba que no adoraran a sus dioses paganos y no los reconocieran como
tales, por lo que empezaron las persecuciones ordenadas por emperadores, empezó a
correr sangre cristiana, los cazaban y se los tiraban a las fieras. Entre esas ejecuciones
estuvieron las vidas de San Pedro y San Pablo. Fueron siglos de santidad y purificación
por Europa, Asía y África. En esos tiempos asumir el pontificado romano significaba
aceptar anticipadamente la palma del martirio.
Finalmente, en 313, seis meses después de derrotar a todos sus rivales,
Constantino y Licinio expidieron el edicto de Milán, en cuyo texto se proclamó la libertad
religiosa: “Nos, Constantino y Licinio12, Augustos, hemos pensado que convenía
establecer las reglas por las cuales deben organizarse el culto y el respeto debidos a la
divinidad. Concedemos a los cristianos y a todos nuestros súbditos la libertad de
practicar la religión que prefieran. Hacemos, pues, saber nuestra voluntad para que la
libertad de abrazar y seguir la religión cristiana no sea negada a nadie, sino que se
considera como lícito a cada cual el consagrar su alma a la religión que le convenga. Esta
concesión que hacemos a los cristianos, la extendemos por igual a todos aquellos que
deseen seguir ese culto y sus ritos particulares. Conviene que todos los hombres, en lo
relativo a las cosas divinas, puedan seguir su propia conciencia”.
En los años posteriores al Edicto de Milán la predica cristiana fue perturbada por
la interrupción de diversas herejías. Muchos paganos se convirtieron al cristianismo sin
mayor preparación ni fe y llevando consigo sus vicios y preocupaciones mundanas al
seno de la iglesia, cooperando así al incremento de numerosos errores dogmáticos.
Los padres de la iglesia se distinguieron por su lucha contra las herejías. Se
denominó patrística a la doctrina teológica y filosófica expuesta por los padres de la
iglesia. Durante este periodo fue evidente el esfuerzo por conciliar la fe cristiana con los
aportes positivos de la sabiduría pagana. Varios filósofos combatieron con la pluma las
desviaciones religiosas que surgían entre los propios cristianos y a doctrinas como el
maniqueísmo13 y el gnosticismo14.

12
Flavius Galerius valerius Lincinianus Lincinius (250-325) emperador romano entre 308 y 324 y Flavio Valerio Aurelio
Constantino (272-337) Emperador romano entre 306 y 312 y de 312 a 324 y de 324 a 337
13
Maniqueísmo: doctrina religiosa que tuvo su origen en las ideas de Manes (S. III d.C.) y que se caracterizaba por creer
en la existencia de dos principios contrarios y eternos que luchaban entre sí, el bien y el mal, sin términos medios.
14
Gnosticismo: conjunto de corrientes sincréticas filosófico-religiosas que llegaron a mimetizarse con el cristianismo,
convirtiéndose en un pensamiento declarado herético después de una etapa de cierto prestigio entre los intelectuales
cristianos.

7
Las herejías que más preocuparon a los autores fueron el arrianismo, que negaba
la santísima trinidad; el nestorianismo, condenado por el concilio de Efes, el cual
reconoció a la santísima virgen María como madre de Dios; el donatismo, un
puritanismo que fue refutado por San Agustín; el monofisismo, negador de la
humanidad de Jesucristo; y el pelagianismo, que negaba el pecado original y la
necesidad de la gracia sobrenatural para lograr la salvación. Sus doctrinas fueron
también rebatidas por San Agustín.
La iglesia en su lucha contra las herejías, adquirió el nombre de católica (de la
palabra latina Catholicus y del griego Katholicos) que significa universal. San Ignacio,
obispo mártir de Antioquía, fue el primero en darle este nombre a la verdadera iglesia
cristiana: “donde quiera que esté Cristo allí está la iglesia católica”.

8
El democratísimo Absolutista
En el S XVI el pensamiento político se bifurca en dos grandes corrientes políticas.
Una, orientada hacia la afirmación de la persona humana, de su dignidad connatural y
de sus derechos inalienables, con expositores como Vitoria, Suarez, Mariana, San
Roberto, Sydney, Hooker y Locke. La otra corriente doctrinaria se nutre de las ideas
absolutistas sustentadas por los precursores de la Reforma protestante, por los
adherentes al amoralismo político de Maquiavelo y por los discípulos de Jean Bodin. En
el S XVII la figura cumbre del absolutismo es Hobbes.
Rousseau es el representante más cabal de la línea absolutista en el complejo S
XVIII. Aunque a veces confunde el significado de su obra ubicándolo en la línea liberal.
Tal vez sea impropio sostener que Rousseau15 “destrozó” el liberalismo político de Locke
y Montesquieu. Esta corriente de pensamiento proyectó una influencia decisiva en el
constitucionalismo que irrumpe en Occidente con la constitución de Filadelfia de 1787.
Y como lo ha demostrado Bidart Campos en su libro La Re-creación del Liberalismo, hay
aportes esenciales y no contingentes de esta doctrina política que mantienen actualidad
y vigencia en nuestro tiempo. Rousseau, a pesar de adherir en algunos de sus escritos a
una visión mitológica de la libertad, sirve de soporte, en última instancia, a
concepciones colectivistas que, a través de Hegel, en el S XX han culminado en los
satánicos totalitarismos: el fascismo, el nacionalismo y el comunismo.
En la obra de Rousseau proliferan las contradicciones y las oscuridades,
suscitándose así las interpretaciones más dispares. Desde el punto de vista político,
obsérvese que la sola circunstancia de que sus escritos oscilen entre el
ultraindividualismo en sus discursos y el colectivismo de El Contrato Social, resulta
suficiente para generar exégesis muy diversas. Los escritos de Rousseau significan una
verdadera rebelión del sentimiento contra la razón. Lo notable es que ello ocurre en
una época signada por el racionalismo de los enciclopedistas.
Tomaremos dos acepciones de naturaleza, la primera vinculada con la noción
aristotélico-tomista de esencia, que importa una cierta finalidad. Entonces, es natural
lo que responde a las exigencias e inclinaciones de la esencia, aquello a que las cosas
están ordenadas en razón de su tipo específico y, en definitiva, por el autor del ser.

15
Jean Jacques Rousseau (1712-1778) Polímata suizo francófono, escritor, pedagogo, filósofo, músico, botánico y
naturalista, y aunque definido como un ilustrado, presentó profundas contradicciones que lo separaron de os
principales representantes de esta rama, preromanticista.

9
La segunda está vinculada con un supuesto estado primitivo. Rousseau mezcla
ambas acepciones al referirse en sus libros al estado de naturaleza. El mismo seria no
solo el originario del hombre sino el estado para el cual fue creado.
Rousseau en el Discurso sobre la desigualdad expresa que se trata de “un estado
que ya no existe, que ha podido no existir, que probablemente no existiría jamás, y del
cual es necesario tener nociones justas para juzgar bien de nuestro estado presente”
Sobre la base de un hipotético estado de naturaleza Rousseau construye su teoría
política a pesar de reconocer que tal vez no exceda los límites de la ficción. No vacila en
describirlo aludiendo a la situación del hombre salvaje, privado de toda clase de luces,
más sensitivo que racional, cuyos deseos no van más allá de sus necesidades físicas, el
hombre salvaje, sujeto a pocas pasiones y bastándose a sí mismo, no tenía más que los
sentimientos y las luces propias de su estado, ni sentía más que sus verdaderas
necesidades, ni miraba más que aquello que creía tener necesidad de ver. En este
mitológico estado de naturaleza, el hombre es bueno y libre. La bondad no deriva de
adecuar la conducta de un código de leyes divinas o humanas, de ajustarse a cualquier
heteronomía. Para Rousseau los hombres en el estado de naturaleza “no son malos
precisamente porque no saben lo que es ser buenos”. Existen un grupo de falacias
teorizada cómo mitos y antinomias16 en las que se ve respaldada la teoría planteada por
Rousseau, que en este siglo han sido refutadas por Bleger17, el primer mito es el del
hombre natural para esta visión existe una esencia humana bondadosa y pura (creada
por Dios o no) y anterior a todo experiencia, esencia corrompida luego por la sociedad y
la cultura, al caer en el pecado y la tentación. En el caso de Rousseau, como de otros
filósofos, ese estado de naturaleza es anterior a la civilización, la que es vista como un
fenómeno artificial. Esta teoría fue refutada cuando el 1800 apareció en París el salvaje
de Aveyron, un niño que vivió perdido en el bosque hasta los 12 años, este niño salvaje
era violento y agresivo, muy lejos del hombre ideal y bueno del que hablan los
contractualitas y la Biblia.18
No media ni “el freno de la ley” y la ley del amor del cristianismo. Sólo “la calma
de las pasiones y la ignorancia del vicio”. Estamos en una visión según la cual el hombre
tiene autonomía por cuanto no se considera sujeto a las leyes divinas que desconoce ya
inexistentes leyes humanas. Por eso el hombre es libre, ha nacido libre. La libertad,

16
Los mitos y antinomias son la teorización de la manera en la que los filósofos trataban de explicar a la psicología y al
ser humano.
17
José Bleger (1922-1972) psiquiatra y psicoanalista argentino.
18
Fragmento tomado de Debates en Psicología, María Elena Colombo, capítulo 1-Dualismos en psicología

10
entendida en el sentido expuesto, es una exigencia absoluta de la naturaleza: toda
sumisión, cualquiera que sea, a la autoridad de un hombre, es contraria a la naturaleza.
La noción de justicia, que supone la aceptación de un ordenamiento de
heterónomo y trascendente, es ajena al estado naturaleza. Rousseau dice al respecto:
los hombres en la etapa primitiva “no tenían entre sí especie alguna de comercio, no
conocían, por consiguiente, la vanidad, la consideración, la estima y el desprecio, me
tenía la menor noción de lo tuyo y lo mío, mi verdadera idea de la justicia”.
La idea de absoluta autonomía propia del estado de naturaleza que en esa etapa
pre social el hombre tiene “un derecho ilimitado a todo lo que le tienta y puede
alcanzar”. Además, la “libertad natural” que el hombre tenía en este periodo inicial “no
tiene otros límites que las fuerzas del individuo”.
Los hombres en el estado de naturaleza, además de buenos y libra son
absolutamente iguales. No hay supremacías de ninguna naturaleza. El estado de
naturaleza, el puro y verdadero estado de naturaleza, es así el estado salvaje en el cual
han sido creados los hombres y han vivido durante miles de años. Comporta el
aislamiento vagabundo, la ausencia de todo lenguaje, de toda relación regular, el sueño
de la razón, la ignorancia de la moralidad.
Rousseau expresa: “El hombre ha nacido libre, y en todas partes está
encadenado”. La salida del estado de naturaleza, para pasar a etapas de vida
organizada, ha implicado a la esclavitud del hombre, la pérdida de la libertad ilimitada
y la autonomía que disfrutaba en el período pre social.
Fórmula una reflexión que ha sido tenía muy en cuenta por los autores marxistas:
“el primero a quien, después de cercar un terreno, se le ocurrió decir “esto es mío” y
halló personas bastante sencillas para creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad
civil. Cuantos crímenes, guerras, muertes, miserias y horrores abrir ahorrado al género
humano el que, arrancando las estacas o arrasando el foso, hubiera gritado a sus
semejantes: ¡Guardaos de escuchar a ese impostor; estáis perdidos si olvidáis que los
frutos son para todos y que la tierra no es de nadie!”.
La vida social, el derecho de propiedad, el Progreso de las ciencias y las artes,
lejos de constituir factores de perfeccionamiento humano, han conducido a los
descendientes de Adán el más crudo despotismo: no parece que presente desde luego
otra cosa que la violencia de los hombres poderosos y la opresión de los débiles. La
actividad comunitaria de los hombres había sido un factor de la decadencia y de pérdida
de los beneficios del estado de naturaleza: el lujo, la disolución y la esclavitud han sido

11
en todos los tiempos el castigo de los esfuerzos orgullosos que hemos hecho para salir
de la venturosa ignorancia en que la sabiduría eterna nos había situado.
Sostenía que la sociedad ha corrompido al hombre; que la agricultura y la
metalurgia, al generar la propiedad individual, han producido rivalidades, odios,
desigualdad y miseria; que la cultura ha degradado a los pueblos; que los filósofos son
una turba de charlatanes, en fin, que la humanidad ha perdido la bondad, la libertad y
la igualdad del estado de naturaleza.
Rousseau entiende que la salida del estado de naturaleza es irreversible. Así como
un adulto no puede retornar a la infancia, el hombre puede volver a la etapa pre social.
El filósofo está empeñado en hallar una fórmula que permia recuperar las ventajas del
estado de naturaleza. O sea, retornar por alguna vía metafórica o mitológica al Edén
perdido, al hipotético estado de naturaleza, al goce de una libertad ilimitada, con plena
autonomía, sin heteronomías opresivas, en síntesis, a la bondad y a la igualdad pre
social.
A través de una formula contractual cree posible recuperar la libertad perdida. El
esquema de Rousseau se encuentra íntimamente vinculado al desarrollado por
Hobbes19 en el Leviatán20. Rousseau expresa “bien entendidas, se reducen todas a una
sola: la enajenación total de cada asociado con todos sus derechos a toda la
comunidad”. La entrega, la alienación es completa. El hombre no reserva nada del
ámbito temporal ni del espiritual: “dándose cada uno sin reserva, la unión es todo lo
perfecta que puede ser y ningún asociado tiene ya nada que reclamar. Pues si le
quedaran algunos derechos a los particulares, como no habría ningún superior común
que pudiera fallar entre ellos y el público, siendo cada cual su propio juez, pretendería
en seguida serlo en todo”.
“Si se aparta del pacto social lo que no es de su esencia, resultará que se reduce
a los términos siguientes: cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su
poder bajo la suprema dirección general; y recibimos en corporación a cada miembro
como parte indivisible del todo. En el mismo instante, en lugar de la persona particular
de cada contratante, este acto de asociación produce un cuerpo moral y colectivo
compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea, el cual recibe de ese
mismo acto su unidad, su yo común, su vida y su voluntad. Esta persona publica que se

19
Thomas Hobbes (1588-1679) filosofo Ingles, considerado de los fundadores de la filosofía política moderna. Su obra
más conocida es el Leviatán.
20
Leviatán o La materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil (1651), su nombre hace referencia al
monstruo bíblico (Leviatán) de poder descomunal. Esta obra es marcadamente materialista, puede entenderse como
una justificación del estado absoluto, a la vez que, como la proposición teórica del contrato social, y establece una
doctrina de derecho moderno como base de las sociedades y de los gobiernos legítimos.

12
forma así, por la unión de todas las demás, tomaba en otro tiempo el nombre de la
ciudad, y toma ahora el de república o el de corporación política, la cual es llamada por
sus miembros Estado cuando es pasiva, soberano cuando es activa, Poder
comparándola con sus semejantes”.
Buscando la restauración de una mitológica y desenfrenada libertad, no sujeta a
limitaciones heterónomas, plenamente autónoma, desemboca en la recreación de un
Estado Absoluto: “Así como la naturaleza da a cada hombre un poder absoluto sobre
todos sus miembros, el pacto social lo da al cuerpo político sobre todos los suyos, y es
este poder el que, dirigido por la voluntad general, lleva el nombre de soberanía”.
El contrato social genera la voluntad general. Jacques Maritain21 advierte que “es
la voluntad propia del Yo común, engendrado por el sacrificio que cada uno ha hecho
de sí mismo y de todos sus derechos en el altar de la ciudad. En realidad, se trata de
una especie de Dios inmanente, misteriosamente evocado por la operación del pacto,
y de cuyos decretos la mayoría de los sufragios no son más que un signo”.
Rousseau explica cómo se forma la voluntad general: “el ciudadano consiente en
todas las leyes, incluso en aquellas que son aprobadas contra su voluntad, incluso en
las que le castigan cuando se atreve a violar alguna. La voluntad constante de todos los
miembros del Estado es la voluntad general: por ella son ciudadanos y libres. Cuando
se propone una ley en la asamblea del pueblo, lo que se les pregunta no es
precisamente si aprueban la proposición o si la rechazan, sino si es conforme o no a la
voluntad general, que es la de ellos: cada cual, al emitir su voto, dice su opinión sobre
el asunto, y del cálculo de votos se saca la declaración de la voluntad general. Y cuando
vence la opinión contraria a la mía, ello no prueba otra cosa, sino que me había
equivocado, y que lo que creía la voluntad general no lo era”.
La voluntad general es autónoma. Ello presupone una visión inmanentista
incompatible con la sujeción a cualquier ordenamiento divino o humano. “No hay ni
puede haber -dice Rousseau- ninguna clase de ley fundamental obligatoria para la
corporación del pueblo. El soberano por el simple hecho de ser, es siempre todo lo que
debe ser”. Justicia y moralidad surgen solo a partir del ejercicio de la potestad soberana
por la voluntad general. No hay lugar en este sistema para limitaciones efectivas al
ejercicio de esa potestad derivadas de la ley natural o aún de la ley divina.
La soberanía que ejerce la voluntad general es inalienable. No puede ser
enajenada: “La soberanía no puede ser representada, por la misma razón por la que no
puede ser enajenada: consiste esencialmente en la voluntad general, y la voluntad no
21
Jacques Maritain (1882-1973) filosofo católico francés, principal exponente del humanismo cristiano.

13
se representa; es la misma o es otra; no hay término medio. Los diputados del pueblo
no son, pues, ni pueden ser representantes, no son más que sus mandatarios; no
pueden concluir nada definitivamente. Toda ley no ratificada por el pueblo en persona
es nula; no es una ley”.
Rousseau nos conduce así a una situación límite: la democracia directa. Plantea
recaudos solo observables en reducida ciudades-estados, pero imposibles en cualquier
comunidad política de medianas o grandes dimensiones. Se ubica claramente en las
antípodas del pensamiento de Locke22 y Montesquieu23: “el pueblo inglés cree ser libre,
y se engaña mucho: no lo es sino durante la elección de los miembros del parlamento;
desde el momento en que éstos son elegidos, el pueblo ya es esclavo, no es nada. el
uso que hace de los cortos de momentos de su libertad merece bien que la pierda”.
La soberanía es indivisible. Así como rechaza la democracia representativa,
características del constitucionalismo occidental, con igual énfasis rechaza el principio
de división de poderes.
La soberanía es infalible: “la voluntad general es siempre recta y tiende siempre
a la utilidad pública”. La ley que se sancione el ejercicio de la soberanía no puede ser
injusta porque nadie es injusto para sí mismo.
Sobre la base de esta voluntad general que no puede equivocarse, qué es
indestructible, siempre constante, inalterable, pura, buena, surge imponente un
verdadero engendro que Bidart Campos denomina “aplastante totalitarismo de
mayorías”
Rousseau “el pueblo sometido a las leyes debe ser el autor de las mismas”. A
través de la voluntad general el pueblo ejerce la función legislativa, esta función es
indelegable hasta el extremo de carecer de validez cualquier ordenamiento que no
fuera sancionado o ratificado por la asamblea del pueblo. La ley deja así de ser “una
disposición de razón orientada al bien común, promulgada por aquel a cuyo cuidado
está la comunidad”.
Para Rousseau ley es lo que resuelva la voluntad general. No cabe en esta
perspectiva ningún freno objetivo y heterónomo a la función legislativa. No hay lugar
tampoco para el derecho de resistencia a la opresión. La noción de libertad como
expresión de un ámbito inviolable para el estado queda totalmente alterada y
22
John Locke (1632-1704) Filosofo y medico inglés, considerado como uno de los más influyentes pensadores del
empirismo y conocido como el padre del liberalismo inglés
23
Charles Louis de Secondat, señor de la Bréde y barón de Montesquieu (1689-1755) Filosofo y jurista francés cuya
obra se desarrolla en el contexto del movimiento intelectual y cultural conocido como la ilustración, fue uno de los más
relevantes especialmente por la articulación de la teoría de la separación de poderes.

14
desfigurada: “el que se niega a obedecer a la voluntad general será obligado a ello por
todo el cuerpo; lo cual no significa otra cosa, sino que se le obligará a ser libre”. La
voluntad general “siempre tiene razón”.
La función legislativa no puede ser ejercida por representantes, Rousseau
introduce en el esquema de su mítica democracia directa una figura circular que
denomina el legislador. Lo define como “un hombre extraordinario en el estado”, un
verdadero genio capaz de proyectar leyes que fijan rumbos decisivos. Puntualiza que el
que redacta las leyes no tiene ningún derecho legislativo: sólo la voluntad general obliga
a los particulares. el legislador es el superhombre que y a la voluntad general.
La función legislativa no es susceptible de ser representada. Pertenece al pueblo
y se exterioriza a través de la voluntad general. Todo lo referente al tema de las formas
de gobierno concierne únicamente a lo que Rousseau denomina “poder ejecutivo”.
El gobierno es desempeñado por “magistrados, reyes, gobernantes o príncipes.
Son simples oficiales del soberano, ejercen en su nombre el poder de que los ha hecho
depositarios, y qué puede limitar, modificar y retirar cuando le plazca, ya que la
enajenación de tal derecho es incompatible con la naturaleza del cuerpo social y
contraria al fin de la asociación”. Rousseau sostenía que la institución del gobierno no
es un contrato. El pacto al estilo de Suárez y Mariana aparece rechazado de modo
expreso: “la autoridad suprema no puede modificarse, como no puede enajenarse:
limitarla, es destruirla. es absurdo y contradictorio que el soberano se dé a sí mismo un
superior; obligarse a obedecer a un amor es entregarse en plena libertad”. Agrega “no
podría ser una ley ni un acto de soberanía”. En consecuencia, “sería ilegítimo”.
La supremacía que ejerce el titular de la soberanía sobre los simples comisario o
ejecutores que desempeñan funciones de gobierno es absoluta: “desde el instante en
que el pueblo se reúne legítimamente en asamblea soberana, cesa toda jurisdicción del
gobierno”.
Rousseau adhiere a la clásica división tripartita: democracia, aristocracia y
monarquía.
No se muestra partidario de la forma democrática. Considera que esto supone el
ejercicio del gobierno por todo el pueblo. Una suerte de “gobierno sin gobierno”.
Importa una identificación entre el soberano que hace las leyes y el gobierno que está
circunscripto al poder ejecutivo y a las cosas particulares. “Tomando el término en su
rigurosa acepción no ha existido nunca verdadera democracia ni existirá jamás. Si
hubiera un pueblo de dioses, se gobernaría democráticamente. Un gobierno tan
perfecto no es para hombres”.

15
“La monarquía no es conveniente más que para los grandes estados. En cuanto a
la aristocracia, afirma que puede ser natural, electiva o hereditaria. Señala que la
primera sólo conviene a pueblos sencillos; la tercera es el peor de todos los gobiernos.
La segunda es el mejor: es la aristocracia propiamente dicha”.
Rousseau se inclina por un régimen aristocrático fundado en la elección, en el
que “los más sabios gobiernen a la multitud”. Una verdadera meritocracia en la que las
capacidades tengan prioridad sobre las riquezas.
Considera que todos los gobiernos son mixtos: “mi gobierno simple y que todos
tienden a degenerar hacia la anarquía: la democracia degenera en oclocracia,
aristocracia y oligarquía y la monarquía tiranía”.
Rousseau establece vinculaciones entre las formas de gobierno, los climas y la
dimensión territorial de los estados: “en general, el gobierno democrático con bien a
los Estados pequeños, la aristocracia a los medianos, y la monarquía los grandes”.
Rousseau pone de manifiesto lo mucho que en él ha influido la visión pagana y
cristiana del hombre y el mundo. “Tenía -dice Jean Jacques Chevallier24- la nostalgia de
la unidad total, del bloque sin fisuras que esta ciudad antigua había realizado gracias a
la confusión de César y Dios. Y políticamente hablando tenía para los Estados modernos
las consecuencias del dualismo cristiano”.
la descripción que hace de las religiones paganas revela hasta qué extremo
estaba imbuido de especial consideración hacia las mitológicas religiones de Grecia y
Roma: “lejos de que los hombres combatieran por los dioses, eran los dioses, cómo se
ve en Homero25, los que combatían por los hombres; cada cual pedía al suyo la victoria,
y la pagaba con nuevos altares. Los romanos, antes de tomar una plaza, íntima van a los
dioses abandonarla, y cuando dejaban a los tarentinos sus dioses irritados, es que
consideraban esos dioses como sometidos a los propios y obligados a rendirles
homenajes. Dejaban a los vencidos sus dioses como les dejaban sus leyes. Una corona
al Júpiter del Capitolio solía ser el único tributo que imponían”.
lo notable es que el principio que distingue lo que es de Dios de lo que es del
César, que la historia de la humanidad ha significado un avance impresionante hacia la
libertad civil, estableciendo límites infranqueables a la autoridad política, es
menospreciado por el gobierno con palabras que revela la inspiración absolutista de su

24
Jean Jacques Chevallier (1900-1983) Profesor de la facultad de derecho y ciencias económicas de parís, jurista e
historiador y académico francés del S. XX, miembro de la academia de ciencias políticas y morales (1964-1983)
25
Homero (S. VIII a.C.) es el nombre dado al aedo griego antiguo a quien tradicionalmente se le atribuye la autoría de
las principales poesías épicas griegas (La Ilíada y la Odisea)

16
pensamiento: “vino Jesús a fundar en la tierra un reino espiritual; lo que, separando el
sistema teológico del sistema político, hizo que el estado dejará de ser uno y causó las
divisiones intestinas que no han dejado nunca de agitar a los pueblos cristianos”. Agrega
que “como siempre hubo un príncipe de leyes civiles, de este doble poder resultado un
perpetuo conflicto de jurisdicción que hizo imposible los estados cristianos toda buena
política; y nunca se ha podido llegar a saber a quién había que obedecer, si a la jerarquía
civil o a la eclesiástica”.
Rechaza la distinción entre las potestades. No llega advertir que esa
diferenciación se encuentra en la base de todo régimen de genuina libertad. Tal vez su
indiferencia de los derechos individuales le hayan llevado a no comprender que el
reconocimiento de estos sólo ha sido posible a partir de la prédica del mensaje
evangélico que fijó límites que los gobernantes no debían superar.
Resulta así comprensible que Rousseau elogia al islam, como sistema político y
religioso: “Mahoma tuvo propósitos muy sanos, coordinó bien su sistema político, y
mientras subsistió bajo el dominio de los califas, sus sucesores, la forma de su gobierno,
este gobierno fue exactamente uno, y bueno en este sentido”. También parece lógico
brinda especial homenaje al padre del totalitarismo contemporáneo: “el filósofo
Hobbes26 es el único que ha visto bien el mal y el remedio, que se ha atrevido a proponer
reunir en una de las dos cabezas del águila y centrarlo todo lo une la unidad política, si
la cual ni el estado ni el gobierno estarán nunca bien constituidos”.
Rousseau lleva su neopaganismo y su absolutismo hasta el extremo de expresar
que “la ley cristiana es en el fondo más perjudicial que útil para la fuerte constitución
del Estado”. Se refiere a tres especies de religión: “la primera, sin templos, sin altares,
sin ritos, limitada al culto puramente interior al dios supremo y a los deberes eternos
de la moral, es la religión del Evangelio”. Rousseau la denomina religión del hombre, no
del ciudadano. Piensa que desde el punto de vista del interés del Estado no resulta
favorable: “lejos unir los corazones de los ciudadanos al estado, los aparta de él como
de todas las cosas de la tierra: no conozco nada más contrario al espíritu social”.
La segunda especie de religión es la del paganismo, qué le da al estado sus dioses,
sus patrones propios y tutelares, zorritos y su culto exterior. La considera mala en
cuanto está fundada en el error, la mentira y la intolerancia, pero la estima “buena en
tanto un el culto divino con el amor a las leyes y porque, haciendo de la patria el objeto

26
Thomas Hobbes (1588-1679) Filosofo inglés considerado uno de los fundadores de la política moderna, su obra más
conocida es el Leviatán (1651) donde sentó las bases de la teoría contractualista, de gran influencia en el desarrollo de
la filosofía política occidental.

17
de la adoración de los ciudadanos, les enseña que servir al estado es servir al Dios
tutelar”.
Las palabras más duras las reservas para la tercera especie de religión, en la que
incluya al catolicismo. Los hombres quedan sujetos a dos legislaciones, dos patrias, y
deberes contradictorios. Afirma enfáticamente que “están evidentemente mala, que
enfrentarse en demostrarlo es perder el tiempo. Todo lo que rompe la unidad social no
vale nada”.
en rigor rinde homenaje a la iglesia al conocer que han sido un factor que impuso
vayas infranqueables al absolutismo que predominaba en la antigüedad pagana.
Propone el establecimiento de “una profesión de fe puramente civil, cursos
artículos corresponde al soberano fijar, no precisamente como dogmas de religión, sino
como sentimientos de sociabilidad, sin los cuales es imposible ser buen ciudadano y
súbdito fiel”. Agrega que “los dogmas de la religión civil deben ser sencillos, pocos,
enunciados con precisión, sin explicaciones ni comentarios. La existencia de La divinidad
poderosa, inteligente, benéfica, previsora y providente, la vida futura, la felicidad de los
justos, el castigo de los malos, la santidad del contrato social y de las leyes”.
Rousseau, que se consideraba un apóstol de la tolerancia, no vacila en
constituirse en propulsor de la más absurda intolerancia. Afirma que quién se niega a
aceptar los dogmas de la religión civil, puede ser desterrado. Pero si “alguien, después
de haber reconocido públicamente esos mismos dogmas, se conduce como no
creyendo en ellos, es necesario que sea condenado a muerte: ha cometido el mayor de
los crímenes, ha mentido ante las leyes”.

18
Doctrinas políticas contemporáneas
Es una movimiento jurídico y político que se expande con vigor a partir de la
Constitución de Filadelfia (1787) y tiendas y al reconocimiento de los derechos
inherentes a la persona humana no sólo en el estado sino también frente al estado. No
le interesa a la simple ordenación de las competencias supremas del estado. no se
conforma tampoco por la libertad política que reconoce determinados grados de
participación a los ciudadanos. El constitucionalismo surge, fundamentalmente, para
salvaguardar la libertad civil y establecer límites que el estado no debe vulnerar.
Resulta evidente que el jusnaturalismo constituye uno de los presupuestos más
sólidos del constitucionalismo. Ello no excluye que el jusnaturalismo haya sido
deformado abandonado por determinarse escuelas filosóficas y jurídicas que también
han procurado influir en la evolución del constitucionalismo.
Para el pensamiento cristiano Dios es la causa eficiente trascendente y primera
del orden. En tal perspectiva, no es posible desvincular a la ley natural es un cuento
Supra positiva. Por el contrario, la ley natural es concebida como participación de la ley
eterna en el hombre.
La tendencia jusnaturalismo fue la valla de contención más sólida que encontró
en el amanecer de la edad moderna el absolutismo. Hobbes y Maquiavelo27
pretendieron prescindir el jusnaturalismo para torcer la corriente del pensamiento
occidental hacia concepciones políticas a las que el hombre queda doblegado ante el
estado todo poderoso. Los escolásticos del s. XVI contribuyeron a poner los cimientos
del constitucionalismo contemporáneo, fundaron las libertades civiles y políticas en la
existencia de una ley natural trascendente.
Los derechos del hombre que proclama el constitucionalismo se asientan en una
visión humanista que reivindica la dignidad inherente a toda persona humana, y en una
perspectiva jusnaturalismo que otorga sólido sustento a la incorporación de aquellos a
los ordenamientos positivos.
Para el jusnaturalismo hay una verdad sustancial: la declaración de los derechos
no es un acto gracioso de otorgamiento; no crea esos derechos, sino que simplemente
los comprueba y lo reconoce, positivizándolos. Planes a separar su carácter de naturales

27
Nicolás Maquiavelo (Nicoló di Bernardo dei Machiavelli) (1469-1527) Diplomático, funcionario, filósofo político y
escritor italiano, considerado padre de la ciencia moderna. Figura relevante en el renacimiento italiano, en 1513
escribió su tratado de doctrina política titulado El Príncipe, póstumamente publicado en Roma en 1531.

19
y primarios, porque su fuente de origen está más allá de la Constitución o la ley que los
formulan: está en el derecho natural o en el ideal de justicia.
Constitucionalismo que se inspiran Montesquieu reconoce como características
las siguientes: 1) la ley fundamental tiende a garantizar los derechos individuales frente
a cualquier extralimitación estatal. 2) la Constitución se encuentra codificada y su
supremacía se garantiza mediante resortes políticos o jurisdiccionales. 3) en su parte
orgánica la Constitución desde el principio de separación de poderes a fin de neutralizar
concentraciones que pueden tener actualizaciones tiránicas. 4) la Constitución debe
contener un catálogo tabla de derechos individuales que las leyes positivas no pueden
vulnerar.
El constitucionalismo occidental muestra de sus inicios dos vertientes
fundamentales. Una, inspirada por el pensamiento de Montesquieu y la Constitución
americana de 1787, tiende al presidencialismo, al federalismo y a la forma republicana
de gobierno. La otra, impregnada por las ideas de Rousseau, enaltece a la voluntad
general lo popular como fundamento de toda ley y otorga primacía el órgano legislativo.
se orienta hacia el centralismo y el unitarismo y ha ejercido influjo en las constituciones
sancionadas en Francia y otros países.
Después del proceso revolucionario de Francia, restaurado los borbones en el
trono, no se produce el pleno establecimiento del antiguo régimen. Comienza a
prevalecer el constitucionalismo. Madame Staël sintetiza: “luego de la revolución como
la de Francia, la monarquía constitucional es la única posibilidad de paz”.
Los llamados liberales doctrinarios serán los encargados de impulsar el
constitucionalismo en Francia, bregando por la moderación y el equilibrio,
reivindicando la libertad anunciada en 1789, pero repudiando los excesos cometidos
durante el terror.
Benjamín Constant28 es el primero en distinguir claramente entre la libertad de
los antiguos, o libertad política, que se escribe a la posibilidad de participar en la
actividad gubernamental, y la libertad civil, que se manifiesta en el goce efectivo de los
derechos individuales. A juicio de Emile Faguet29, el liberalismo de Constant fija límites
incluso al gobierno elegido por la mayoría: “Por libertad entiende el triunfo de la
individualidad, tanto sobre la autoridad que quisiese gobernar mediante el despotismo,
cómo sobre las masas que reclaman el derecho de sojuzgar La minoría a la mayoría”.

28
Henri-Benjamín Constant de Rebecque (1767-1830) Filosofo, escritor y político francés de origen suizo
29
Auguste Émile Faguet (1847-1916) Ensayista y crítico literario francés

20
Marcel Prélot30 considera que para Benjamín Constant una sola forma de
gobierno es buena: a que centenaria soberano, en que todo está regulado por una
constitución que adopte el principio de la separación de los poderes y garantice las
libertades. Constant se inclina por la monarquía constitucional para hacerte el sistema
republicano en tanto sea constitucional. “Entre la monarquía constitucional y la
república, la diferencia es de forma. Entre la monarquía constitucional y la monarquía
absoluta, la diferencia es de fondo”. Para Constant nada y más repudiable que el
absolutismo. El padre del liberalismo doctrinario escribe: “Ninguna autoridad sobre la
tierra es ilimitada, ni la del pueblo ni la de los hombres que se dicen sus representantes,
ni la de los reyes a cualquier título que reinen ni la de la ley que, no siendo sino la
voluntad del pueblo o del príncipe, según sea la forma de gobierno, debe estar
circunscripta dentro de los mismos límites que la autoridad de la cual emana”. Tales
límites deben estar fijados por la constitución, al positivizar normas que deriven de la
ley natural.
Pierre Paul Royer-Collard31 es otra destacada figura del liberalismo doctrinario,
se opone con énfasis a Napoleón, acordando prioridad a la persona humana frente a
cualquier pretendida omnipotencia estatal: “Nosotros, personas individuales e
idénticas, verdaderos Héroes hechos a imagen de Dios y dotadas de inmortalidad
tenemos entre nuestra gloriosa facultad de discernimiento religioso; pero Dios no se lo
ha dado a los Estados, quienes lo tienen los mismos destinos”.
Royer-Collard se inclina por la monarquía constitucional, refutando el supuesto
derecho divino de los Reyes. Francisco Guizot32 es el continuador sus ideas, auspicia en
su curso sobre las instituciones de Francia el advenimiento al gobierno de los sectores
integrantes de la clase media.
Chateaubriand33 pertenece también a la corriente del liberalismo político.
Sumisión de la libertad reconoce un fundamento trascendente: “la libertad no proviene
del pueblo ni del Rey, me sale del derecho político sino del derecho natural, guantes

30
Marcel Prélot (1898-1972) Político francés quien se desempeñó en varios ámbitos de la política, desde la docencia en
la facultad de derecho de la universidad de parís y como rector en la academia de Estrasburgo hasta el rol de senador y
como fundador del partido democrático popular. Entre sus obras se puede citar La Ciencia Política, un análisis amplio
del panorama político del momento, pero con un valor teórico siempre vigente.
31
Pierre-Paul Royer-Collard (1763-1845) Político y filósofo francés, cuya profesión fue la abogacía, ejerciendo en el
parlamento de París. En 1790 se hizo parte del consejo de la ciudad, pero rompió con él en 1792. Entre 1789 y 1803 fue
elegido para los quinientos y destituido, formó parte del “consejo secreto realista”
32
François Pierre Guillaume Guizot (1787-1874) Historiador y político francés. Participó del gobierno durante la
monarquía de Luis Felipe de Orleans y fue líder de los doctrinarios.
33
François-René, Vizconde de Chateaubriand (1768-1848) Diplomático, político y escritor francés considerado el
fundador del romanticismo en la literatura francesa.

21
bien del derecho divino; imágenes de Dios que diga al hombre a su libre arbitrio, de Dios
que lo puso condiciones a la palabra cuando otorgó la palabra al hombre”.
Partidario de los Borbones, ayer a la restauración, pero rechaza la pretensión de
restablecer sus y limitaciones el antiguo régimen. Procura así “vincular la Constitución
con los partidarios del antiguo régimen, conciliar a los independientes con la
monarquía”. Según Prélot hay en Chateaubriand “una curiosa y dolorosa tensión entre
las dos pasiones que lo obsesionan: la de la monarquía, a la que se considera el hígado
por el honor, y la de la Libertad, a la que está ligado por el corazón”.
1830 fin de la actividad de los Borbones, Chateaubriand César acciones políticas.
5 años después le escribe a Tocqueville34: “con toda certeza entramos a la era
democrática: la idea democrática está en todas partes, socava todos los tronos y a
rumba todas las aristocracias. Se la podrá combatir, los accidentes podrán detener su
desarrollo: mas, hágase lo que se hiciera, y dígaselo que se dijere, la victoria definitiva
será para ella”.
Alexis de Tocqueville adscripto a la corriente del liberalismo político, para el los
Estados Unidos tienden a una mixtura en la que junto a las libertades políticas y civiles
adquiere una función preponderante la igualdad. “La libertad no es el estado principal
y continuado que desechar los pueblos cuyo estado social es democrático. Lo que ellos
aman con amor eterno es la igualdad”. Algunos años después sostener que la
democracia es la libertad combinada con la igualdad.
El liberalismo británico de los s. XVIII y XIX se caracteriza por sus orientaciones
pragmáticas. Tiene especial inquietud por la búsqueda de la felicidad y la utilidad. Esa
expresión más acentuada se aproxima al materialismo y el hedonismo. Su existencia
corrobora lo expuesto por Jorge García Venturini cuando sostiene que “el liberalismo
estuvo siempre bastante lejos de la unidad conceptual. En todo momento apareció
como una fórmula abierta, dinámica, matizada, según el teórico y las circunstancias de
turno”.
Jeremías Bentham35 es uno de los propulsores del liberalismo inglés. En su
pensamiento salía del empirismo individualista y el espíritu racionalista, inclinado al
utilitarismo. Ejerció una plausible influencia en el campo de la penología, auspiciando el

34
Alexis Henri Charle de Clérel, vizconde de Tocqueville (1805-1859) Pensador, jurista, político e historiador francés,
precursor de la sociología clásica y uno de los más importantes ideólogos del liberalismo; bisnieto del también político y
ministro de Luis XVI, Guillaume-Chrétien de Lamoignon de Malesherbes.
35
Jeremy Bentham (1748-1832) Filosofo, economista, pensador y escritor inglés, padre del utilitarismo.

22
panopticon36 o sistema de cárceles modelo con amplias posibilidades de trabajo para
los reclusos. Proyecto constituciones para los nacientes países hispanoamericanos sin
moverse de su despacho ni conocer las condiciones reales de las nuevas repúblicas. Su
colaborador más íntimo fue James Mill37, enemigo del estado intervencionista. Se
observa en su obra un profundo respeto por el individuo y la actividad privada. A juicio
de García Venturini, “sin dejar de ser un empirista a la manera clásica y un determinista
en materia social y política, Expo new liberalismo de fuertes resonancias éticas…
colocando sobre su indeclinable empirismo y utilitarismo, un idealismo abierto y
generoso”.
El liberalismo británico culmina en Herbert Spencer38, imbuido de las enseñanzas
de Charles Darwin39, procura proyectarlas en el ámbito político y social. Considera que
la naturaleza tiende a la preservación de los más aptos y útiles, favoreciendo esta
circunstancia el bienestar general, “la selección natural es un fenómeno de la evolución
que se define como la reproducción diferencial de los genotipos de una población
biológica, o sea que a través de las generaciones solo las características que les sirvan
van a continuar desarrollándose, mientras que aquellas que sean inútiles en la
adaptación al entorno van a ir desapareciendo, por lo que solo los más aptos van a
sobrevivir”40. A su juicio la intervención del estado y la legislación positiva
frecuentemente tienden a sofocar la iniciativa privada, valorando el proceso que
emergería de la espontánea evolución. Se opone a los liberales de la época de Gladstone
a quien se atribuye haber promovido la injerencia estatal en las obras y servicios
públicos, multiplicando los controles y la burocracia, y favoreciendo la instalación de
una nueva esclavitud.

36
Panopticon o Panóptico: Tipo de arquitectura carcelaria ideada hacia fines del S. XVIII. El objetivo de la estructura
panóptica era permitir a su guardián, guarnecido en una torre central, observar a todos los prisioneros, recluidos en
celdas individuales alrededor de la torre, sin que estos puedan saber si son observados. El fin era provocar en los
reclusos un estado consciente y permanente de visibilidad que garantizaría el funcionamiento automático del poder.
37
James Mill (1773-1836) Historiador, economista, politólogo y filósofo escoces. Estudio en la escuela parroquial y
luego en la academia Montrose, donde permaneció hasta la inusual edad de diecisiete años y medio. Luego ingresó en
la universidad de Edimburgo, donde se distinguió como erudito en la antigua Grecia.
38
Herbert Spencer (1820-1903) Naturalista, filosofo, sociólogo, psicólogo y antropólogo inglés. Desarrolló una
concepción omnímoda de la evolución como el desarrollo progresivo del mundo físico, los organismos biológicos, la
mente humana, la cultura humana y las sociedades. Exponente entusiasta de la evolución, escribió acerca de esto antes
que lo hiciera Darwin.
39
Charles Robert Darwin (1809-1882) Naturalista inglés, reconocido por ser el científico más influyente de los que
plantearon la idea de la evolución biológica a través de la selección natural, justificándola en su obra de 1859 El Origen
de las especies
40
Fragmento sacado de Wikipedia

23
Una corriente a la que algunos han denominado catolicismo liberal, cuyos
representantes “han amado siempre caracterizarse por la divisa Dios y Libertad”.
Se trata del grupo que bajo la dirección de Felicité de Lamennais41 publica en
Francia, entre octubre de 1830 y noviembre de 1831, el diario “L’ Avenir”, reclamando
a las autoridades el reconocimiento de las libertades de conciencia, enseñanza y
asociación. Lamennais acosado por Los partidarios del Antiguo régimen clausura el
diario hasta tanto se expida el sumo pontífice. Gregorio XVI42, luego de alguna demora,
emite la encíclica "Miriari Vos", en la que no menciona a "L' Avenir", mi condena a la
democracia ni a la libertad. Sólo condena la pretensión de dar carácter absoluto a
ciertas libertades, identificando antesis verdad y error. No formulaba ninguna objeción
a lo que León XIII43 denominar a tolerancia civil y que hoy llamamos libertad de
expresión, de religión, de enseñanza, etc., y que se traducen regímenes pluralistas que
permiten la difusión de diversas corrientes de pensamiento, por respeto a las personas
que las profesan, sin que eso importe identificar en tesis verdad y error.
Lamennais acato inicialmente las directivas pontificias. La escuela "menesiana"44
no era condenada en forma absoluta por la encíclica mirari vos. Tan sólo se censuraban
algunas exageraciones y el empeño en rescindir de inmediato el concordato que
regulaba las relaciones entre la iglesia y el estado. Lamennais se apartó de la iglesia al
publicar su libro las palabras de un creyente. "En un estilo apocalíptico -comenta Reneé
Zeller- Lamennais así Hablar a Cristo en las palabras de un creyente, para condenar, no
solamente a los reyes sino también al papá y a toda la jerarquía eclesiástica". El papa
refuto Esta obra en la encíclica Singulari Nos, y manifestó que " era un libro pequeño de
tamaño, pero grande en perversidad".
Otra figura descollante de la corriente católica que se empeña en afirmar el
sentido Genuino de la libertad es el padre Enrique Lacordaire45. Se aparta de Lamennais
cuando éste se subleva contra el Romano pontífice y permanece fiel a la ortodoxia
católica. "Amante de la Libertad -comenta Bidart Campos- se titula liberal
independiente; pero su liberalismo partida del postulado de que donde no está Dios, el

41
Hugues-Félicité Robert de Lamennais (1782-1854) Filosofo, teólogo católico y político francés, condenado por las
encíclicas Mirari Vos de 1832, por su pensamiento católico liberal y la Singulari Nos de 1834, por persistir en sus ideas.
42
Gregorio XVI, bautizado como Bartolomeo Alberto Cappellari Pagani Gesa (1765-1846) Religioso camaldulense,
elegido el 254º Papa de la iglesia católica entre 1831 y 1846
43
León XIII, bautizado como Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci (1810-1903) Elegido como el Papa 256º de la
iglesia católica. Su pontificado se desarrolló entre 1878 y 1903
44
Los hermanos de la instrucción cristiana de Ploërmel, también conocidos como menesianos forman una congregación
religiosa laica católica dedicada a la enseñanza, fundada en 1819 por Jean-Marie de La Mennais.
45
Jean-Baptiste Henri Lacordaire (1802-1861) Político, orador y religioso francés.

24
amor de la libertad sólo engendra anarquía y despotismo; sólo el evangelio proporciona
el orden que regula y nutre la libertad".
También pertenece Federico Ozanam46 fundador de las conferencias de San
Vicente de Paul. Junto con Lacordaire y el abate Enrique Maret47, publica el periódico L'
Ere Nouvelle al tiempo de instalarse en Francia la Segunda República (1848). En el
prospecto que anunció su aparición para el 15 de abril de 1848, Ozanam, Lacordaire y
Maret sintetiza en su adhesión incondicional a la iglesia católica, su respeto por las
personas que profesan otros cultos y su decisión de luchar por la vigencia integral de La
Libertad: "Pedimos, para nosotros y para todo el mundo, las libertades que hasta hoy
nos han sido negadas y que la América protestante a nadie rehúsa desde el día glorioso
de su emancipación. Nosotros pedimos, pues, la libertad de Educación, de enseñanza y
de asociación sin las cuales las otras libertades son impotentes para formar hombres y
ciudadanos".
No menos descollante fue la actuación de Carlos de Montalembert48 defensor
entusiasta de la libertad de enseñanza, desafío al monopolio Estatal existente en tiempo
de Luis Felipe49 abriendo una escuela en París, junto a Enrique Lacordaire y Carlos
Coux50, al margen de toda autorización oficial. Procesados ante la cámara de los pares
del reino, los tres realizan una vibrante defensa de la libertad de enseñanza. Aunque
condenados a pagar una multa, salen victoriosos por la resonancia de sus discursos.
Montalembert, par de Francia (1830-1848) y diputados del Doubs (1848-1857), a
quién Sainte-Beuve51 define como orador caballeresco, intrépido y brillante, se aparta
de Lamennais cuando esté se alza contra Roma y permanece toda su vida fiel a la iglesia
y la santa sede. Montalembert considera que la libertad "lejos de ser hostil a la
autoridad, sólo con ella puede existir". Distancia sí del individualismo anárquico y de

46
Frédéric Antoine Ozanam (1813-1853) Academico y escritor francés del laicado católico. Profesor de historia de la
literatura extranjera en la Sorbona, por lo que se le puede considerar uno de los precursores de la literatura
comparada.
47
Henry Maret (1837-1917) Periodista y político francés. Fue miembro de la cámara de diputados desde 1881 hasta
1906.
48
Charles Forbes René de Montalembert (1810-1870) Político, periodista, historiador y publicista francés, destacado
exponente del catolicismo liberal. Discípulo de Lamennais, quiso contrarrestar la influencia de los intransigentes en los
organismos de opinión y buscar un mayor público para su propuesta.
49
Louis-Philippe Ier de France (1773-1850) Último rey de Francia, reinando con el título de “Roi des français” entre
1830 y 1848, llevando implícito con ello el título de copríncipe de Andorra.
50
Le conde Charles de Coux (1787-1864) Economista francés, militante de la corriente liberal en el cristianismo social,
se opuso a la tendencia realista. Considerado por Paul Misner como “La primera manifestación clara del catolicismo
social en Francia”.
51
Charles Augustin Sainte-Beuve (1804-1869) Crítico literario y escritor francés. Su método crítico se basaba en el
hecho de que la obra de un escritor siempre era el reflejo de su vida y podía ser explicada a través de ella.

25
todo despotismo. Afirma que el absolutismo es "de todos los gobiernos el que siempre
ha expuesto a la iglesia en los mayores peligros". El rechazo debe extenderse a todo
tipo de absolutismo, ejercido por la muchedumbre o por una sola persona. Para el
gobierno liberal debe ser sinónimo de moderación y respeto: "Bajo un gobierno liberal,
la iglesia no domina en el orden político y esa dominación no está dentro de sus deseos
ni de sus intereses, quien tiene algo que vale mil veces más que el poder: derechos".
Manuel Río ha destacado que los católicos liberales estaban en las antípodas de
cualquier "sincretismo acomodaticio". También se oponía del liberalismo orientado "en
el sentido del egoísmo absoluto" o del libertinaje.
La encíclica Quanta Cura y el Syllabus de Pío IX52 no significaron ninguna censura
para la tesis de Lacordaire, Ozanam y Montalembert. En el Syllabus se condenan
proposición y que muchos sostenían el nombre de una supuesta versión del Progreso,
la civilización y el liberalismo. Se rechazan así desviaciones filosóficas y teológicas como
el panteísmo, el naturalismo, el racionalismo absoluto, la equiparación en tesis de todas
las religiones, la imposición del matrimonio civil, la sujeción de la iglesia al Estado, el
nacionalismo exagerado, el repudio de la ley divina, el desconocimiento de Dios como
origen primero de la autoridad, el monopolio Estatal de la enseñanza y otras violaciones
a la libertad religiosa. La condena contenida en la última proposición del syllabus,
referida la imposibilidad de que la iglesia se concilia con "el progreso, el liberalismo y la
civilización moderna", debe interpretarse en fusión de todo el contexto del documento
de Pío IX de lo expresado en la alocución lamdudum cernimus, a la cual remite
expresamente. En efecto después de exponer los sistemas creados por los enemigos de
la iglesia como la última palabra de Progreso y civilización, Pío IX declara: "Si por
civilización hay que entender los sistemas inventados... Para debilitar y tal vez destruir
a la iglesia, nunca podrán la santa sede y el Romano pontífice al llenarse con una
civilización semejante". El mismo Está circunscripto a las desviaciones filosóficas,
teológicas y políticas reseñadas en el syllabus y sostenidas por un laicismo agresivo
hasta la iglesia católica. De ninguna manera aparecen cuestionadas posiciones como las
de Lacordaire y Ozanam, presión de la que Marcel Prélot denomina un liberalismo
católico ortodoxo.
El racionalismo es una corriente filosófica que se desarrolló en Europa continental
durante los siglos XVII y XVIII, que posteriormente fue subdividida por los historiadores,

52
Pío IX o Pío Nono, nacido como Giovanni María Battista Pellegrino Isidoro Mastai (1792-1878) ducentésimo
quincuagésimo quinto papa de la iglesia católica y el último soberano de los Estados Pontificios. Su pontificado de 31
años y 8 meses (1846-1878), ha sido el segundo más largo de la historia de la iglesia, o el más largo si se descarta a San
Pedro. Beatificado por Juan Pablo II.

26
en dos bloques antagónicos: racionalismo y empirismo. es un largo e intenso epílogo
metafísico a los grandes progresos de la ciencia del Renacimiento. En él, la filosofía
adopta el paradigma matemático de la geometría y el paradigma experimental de la
física, oponiéndose tanto al escepticismo pirrónico como al formalismo escolástico. Sus
características principales son:

*Confianza en el poder de la razón.


*Postulación de las ideas innatas
*Utilización del método lógico-matemático para explicar los razonamientos del
empírico y confirmarlos cuando ello es posible
Formulada por René Descartes53, que se complementa con el criticismo de
Immanuel Kant54, y que es el sistema de pensamiento que acentúa el papel de la razón
en la adquisición del conocimiento, hecho en contraste con el empirismo, que resalta
el papel de la experiencia, sobre todo el sentido de la percepción.

El racionalismo se identifica ante todo con la tradición que proviene del filósofo
y científico francés del siglo XVII René Descartes, quien decía que la geometría
representaba el ideal de todas las ciencias y también de la filosofía. Descartes aseguraba
que solo por medio de la razón se podían descubrir ciertas verdades universales,
contrario en su totalidad a la idea que manejaba el movimiento empirista. A partir de
aquellas verdades es posible deducir el resto de contenidos de la filosofía y de las
ciencias. Manifestaba que estas verdades evidentes en sí eran innatas, no derivadas de
la experiencia. Este tipo de racionalismo fue desarrollado por otros filósofos europeos,
como el holandés Baruch Spinoza55 y el pensador y matemático alemán Gottfried

53
René Descartes, también llamado Renatus Cartesius (1596-1650) Filosofo, matemático y físico, considerado como el
padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los epígonos con luz propia en el umbral de la
revolución científica.
54
Immanuel Kant (1724-1804) Filosofo prusiano de la ilustración. Fue el primero y más importante representante del
criticismo y precursor del idealismo alemán. Considerado uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna
y de la filosofía universal.
55
Baruch Spinoza, también conocido como Baruch de Espinoza o Benedict, Benito o Benedicto (de) Spinoza o Espinoza
(1632-1677) Filosofo neerlandés de origen sefardí hispano-portugués, heredero del crítico del cartesianismo,
considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del S. XVII junto con Descartes y Leibniz.

27
Wilhelm Leibniz56. Se opusieron a ella los empiristas británicos, como John Locke57 y
David Hume58, que creían que todas las ideas procedían de los sentidos.

El racionalismo sostiene que la fuente de conocimiento es la razón y rechaza la


idea de los sentidos, ya que nos pueden engañar; defiende las ciencias exactas, en
concreto las matemáticas. Descartes quería volver a la filosofía en un conocimiento
científico, por lo tanto, darle un método científico, por lo que se basó en las
matemáticas, que se consideraban como una ciencia segura, por ello se dio a la tarea
de describir el principio de la matematización, en su libro titulado Discurso del método,
para realizar una investigación filosófica, el método consiste de cuatro reglas: 1.-
Evidencia: solo es verdadero todo aquello que no emite ninguna duda al pensamiento.
2.- Análisis: Reducir lo complejo a partes más simples para entenderlo correctamente.
3.- Deducción: Permitir a la operación racional deductiva el peso de la investigación,
para encontrar las verdades complejas a partir de la deducción de las simples. 4.-
Comprobación: Comprobar si lo descubierto a partir de la razón fue conseguido a través
de estas reglas antes mencionadas.
El racionalismo nasistodológico ha sido aplicado a otros campos de la
investigación filosófica. El racionalismo en ética es la afirmación de que ciertas ideas
morales primarias son innatas en la especie humana y que tales principios morales son
evidentes en sí a la facultad racional. El racionalismo en la filosofía de la religión afirma
que los principios fundamentales de la religión son innatos o evidentes en sí y que la
revelación no es necesaria, como en el deísmo. Desde finales del siglo XIX, el
racionalismo ha jugado un papel antirreligioso en la teología.
El término racionalismo tiene un significado muy amplio: en general, llamamos
racionalista a toda posición filosófica que prima el uso de la razón frente a otras
instancias como la fe, la autoridad, lo irracional, la experiencia empírica, etc. Es
racionalista todo aquél que cree que el fundamento, el principio supremo, es la razón.
Junto con ello, cabe ser racionalista en relación con un género de cuestiones y no serlo
en relación con otro. El término racionalismo se usa comúnmente en la historia de la
filosofía para designar una cierta forma de fundamentar el conocimiento: cabe pensar

56
Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) Filosofo, matemático, lógico, teólogo, jurista, bibliotecario y político alemán.
57
John Locke (1632-1704) Filosofo y medico inglés, considerado como uno de los más influyentes pensadores del
empirismo inglés y conocido como el Padre del Liberalismo Clásico, uno de los primeros empiristas. Influido por las
ideas de Bacon realizó una importante contribución a la teoría del contrato social.
58
David Hume (1711-1776) Filosofo, economista, sociólogo e historiador escoces, constituye una de las figuras más
importantes de la filosofía occidental y de la ilustración escocesa.

28
que el conocimiento descansa en la razón, o que descansa en la experiencia sensible;
así, puesto que valoraron más la razón que los sentidos, podemos llamar racionalistas a
Parménides59, Platón60 y Descartes; y podemos decir que Aristóteles61, Santo Tomás62
y, por supuesto, Hume, tienden al empirismo, dado el valor que dieron a la experiencia
sensible o percepción.
Por su parte el historicismo es una tendencia filosófica, inspirada en las ideas de
Benedetto Croce63 y Leopold von Ranke64, que considera toda la realidad como el
producto de un devenir histórico. Concibe al ser esencialmente como un devenir, un
proceso temporal, que no puede ser captado por la razón. Concibe el devenir como
historia y utiliza más la ciencia del espíritu. Según el historicismo, la filosofía es un
complemento de la historia. Su tarea consiste en llevar a cabo una teoría de la historia.
Esta se propone efectuar una exploración sistemática de los hechos históricos.
La llamada Escuela histórica del Derecho reconoce como antecedentes la idea
jurídica de los sofistas griegos en la antigüedad, y las de Giambattista Vico65 en la edad
moderna. La referida escuela alcanzó su más alto desarrollo en Alemania con las obras
de Friedrich Karl von Savigny66, Georg Friedrich Puchta67 y Gustav von Hugo68. Antes, en
Inglaterra, Edmund Burke69 en su ensayo Reflexiones sobre la Revolución Francesa
(1790) había criticado duramente dicho movimiento político, señalando la necesidad de
inspirar toda acción social en la historia, el hábito y la religión. La metodología del
historicismo indica que la filosofía es un complemento de la historia.

59
Parménides de Elea (entre 530 a.C. y 515 a.C.- S.V a.C.) Filosofo, escritor, poeta y legislador, escribió una sola obra, un
poema filosófico en verso épico.
60
Platón (427 a.C.-347 a.C.) Discípulo de Sócrates, filosofo, mentor de Aristóteles
61
Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.) Discípulo de Platón, filosofo, apodado “El Estagerita”, “El Filósofo”
62
Tomás de Aquino (Santo Tomás) (1224/1225-1274) Teólogo y filósofo católico perteneciente a la orden de
predicadores, considerado como el principal representante de la enseñanza escolástica y una de las mayores figuras de
la teología sistemática.
63
Benedetto Croce (1866-1952) Escritor, filósofo, historiador y político italiano. Destacada figura del liberalismo
64
Leopold Von Ranke (1795-1886) historiador alemán, considerado uno de los más importantes del S. XIX y nombrado
como uno de los padres de la historia científica.
65
Giambattista Vico (1668-1744) Abogado y filósofo de la historia napolitano. Notable por su concepto de verdad como
resultado del hacer (Verum Ipsum Factum)
66
Friedrich Karl Von Savigny (1779-1861) Jurista alemán, profesor de la Universidad de Marbugo (1803-1808) y de
Landshut (1808-1810) y el primer catedrático de derecho romano en la Universidad de Berlín.
67
Georg Friedrich Puchta (1798-1846) Jurista alemán, pertenece a la escuela pandectística, cuyas teorías y aportaciones
sobre el derecho romano influirían notablemente en las doctrinas romanistas posteriores.
68
Gustav Von Hugo (1764-1844) Jurista Alemán y uno de los fundadores de la escuela histórica del derecho, junto con
Savigny y Windscheid.
69
Edmund Burke (1729-1797) Escritor, filósofo y político, considerado el padre del liberalismo conservador británico,
tendencia que él llamaba Old Whigs (viejos liberales), en contraposición a los New Whigs (nuevos liberales, de ideas
progresistas) quienes apoyaban la revolución francesa, de la que Burke fue acérrimo enemigo.

29
Su tarea consiste en llevar a cabo una teoría de la historia. Esta se propone
efectuar una exploración sistemática de los hechos históricos. Los hechos científicos,
artísticos, técnicos, políticos o religiosos pueden ser considerados hechos históricos
porque tienen importancia para la vida del hombre. El historicismo sostiene que no
debe existir una teoría histórica con esquemas previos que imponga sobre el pasado.
Ranke postula que debe ser el pasado el que hable; el historiador no tiene boca. Pone
de manifiesto un método, el filológico, que consiste en el recurso a los documentos
escritos oficiales.
En el año 1824 Ranke publica "Historia de los Pueblos Romanos y Germánicos
(1494-1514)". Éste es el primer libro del tipo de historia historicista, y va a incluir el
programa ideológico de esa nueva historia. El contenido analiza un conflicto entre la
monarquía francesa y la española por los territorios de Italia, la tesis de Ranke es que
Europa surge como el conflicto entre los pueblos románicos y los germánicos. Lo
importante del libro es el método, el enfoque que da al asunto. Por eso publica un
apéndice donde expone sus métodos, a la vez que critica a los autores anteriores que
habían escrito sobre esa historia, por ejemplo, a Guicciardini70, que en su Historia de
Florencia hace algo que es insostenible, que es recurrir a la novela, ya que Ranke cree
que hay que acudir a los documentos para saber con seguridad lo que había ocurrido
(Ranke se basa para este libro en los informes de los embajadores venecianos).
Entre los principales exponentes destacamos a escritores como Benedetto Croce,
quien además destacó como historiador y político. La teoría de Croce es fuertemente
historicista e influyó en autores como Antonio Gramsci71 y Giovanni Gentile72. Según su
teoría, la historia tiene también un preciso horizonte gnoseológico, porque en primer
lugar es conocimiento, y conocimiento contemporáneo, por lo que la Historia no es el
pasado, sino que está viva en cuanto su estudio está motivado por un interés que surge
en el presente. La historiografía es también útil para comprender la racionalidad más
profunda del proceso del espíritu, no siendo un conocimiento abstracto, sino de hechos
y experiencias bien precisas. El conocimiento histórico nos ilumina sobre la génesis de
los hechos. Otro autor que sobresale es Giambattista Vico, abogado y filósofo de la
historia napolitano. Notable por su concepto de verdad como resultado del hacer
(verum ipsum factum). Toda su doctrina, todos sus puntos de vista en torno del
conocimiento y de la historia, son elaborados en oposición al cartesianismo —como
70
Francesco Guicciardini (1483-1540) Filosofo, historiador y político italiano.
71
Antonio Gramsci (1891-1937) Filosofo, teórico marxista, político y periodista italiano. Uno de los fundadores del
partido comunista italiano, encarcelado bajo el régimen fascista de Benito Mussolini.
72
Giovanni Gentile (1875-1944) Filosofo idealista, neo-hegeliano, educador y político fascista italiano. La doctrina
hegeliana del autodenominado “filosofo del fascismo” sirvió de base intelectual para el fascismo italiano y fue co-
escritor de la doctrina del fascismo junto a Mussolini.

30
quedó dicho—, y a la concepción de su tiempo que hacía de la física la ciencia
paradigmática. Su enfoque según el cual el hombre puede conocer, en propiedad, lo
que es producto de su hacer, lo lleva a sostener que la Naturaleza, obra divina, puede
ser pensada, pero no «entendida». Sólo Dios, que lo ha hecho todo, puede tener una
comprensión total de todo.
En política, se denomina conservadurismo al conjunto de doctrinas, corrientes,
opiniones y posiciones, generalmente de centroderecha y derecha, que favorecen
tradiciones y que son adversas a los cambios políticos, sociales o económicos radicales,
oponiéndose al progresismo.
En lo económico, los conservadores históricamente se posicionaron como
proteccionistas, en oposición al libre mercado. Sin embargo, durante el siglo XX algunos
de los partidos conservadores adoptaron posiciones económicas liberales al fusionarse
con partidos de esta tendencia, aliados en la defensa del sistema socio-económico
capitalista, en oposición al socialismo y el comunismo. Consecuentemente, en la
actualidad en el conservadurismo político coexisten diversas posturas sobre lo
económico. A la fusión entre ambas posturas se la denomina comúnmente como
liberalismo conservador.
Así, dentro de la misma corriente algunos buscan mantener las condiciones
presentes o un progreso paulatino dentro de un orden social heredado, otros buscan
volver a situaciones anteriores, por lo que existe una cierta confusión —incluso dentro
de la misma cultura política— acerca de quiénes serían, en un momento dado,
conservadores.
Inversamente, se ha alegado que "el conservadurismo moderno a menudo se
disuelve en una forma de liberalismo", encarando la paradoja de que, lo que es llamado
conservadurismo, en un sentido importante, no es conservadurismo. "En su
compromiso con el progreso, la derecha persigue prosperidad económica y poder
nacional a desmedro de las preocupaciones tradicionales por la autoridad y la
comunidad, perdiendo de vista algunos puntos centrales de la visión conservadora:
autoridad, deber y sentido de lugar, lo que lleva a pensar que estos son tiempos para
ser conservador".
En lo social, preferencia por concepciones organicistas o naturalistas de la
sociedad y los individuos, en las cuales la ley y el derecho natural juegan un papel
central. Valorización de la libertad tanto como fuente de cohesión social, como
sirviendo una necesidad humana profunda. Preferencia por el “orden” establecido,
tanto social como jurídico, lo que se expresa en el orden público, también por las

31
tradiciones como base estable de gobernabilidad, por el nacionalismo. Desconfianza
por teorías “metafísicas” de la sociedad, como dijo Michael Oakeshott73: “Un plan para
resistir toda planificación puede ser mejor que lo opuesto, pero pertenece al mismo
estilo de políticas”. En lo económico, preferencia por la propiedad privada y la prudencia
fiscal. Sin embargo, el conservadurismo no es, en general, adverso por principio al
intervencionismo (generalmente para promover o defender la industria “nacional” o el
desarrollo de actividades que se ven como esenciales para el bien o interés nacional.
El término conservador fue introducido al vocabulario político por Chateaubriand
en 1819 para referirse a quienes se oponían a las ideas antecedentes y resultantes de
la Revolución francesa o, más en general, a las ideas y principios que emergieron
durante la Ilustración, y que en cierta medida planeaban la restauración del Antiguo
Régimen. Esta oposición, que tuvo características específicas en diferentes países, se
vio fortalecida como consecuencia de los sucesos de esa revolución y las guerras. Así,
por ejemplo, Michael Sauter escribe: “Para concluir, el conservadurismo es un producto
tanto de los periodos pre-revolucionarios y revolucionarios de Francia. Tiene varios
orígenes y apareció en varios países de formas diferentes. Pero si hay algo que podemos
decir de su historia es que la Revolución francesa generó un ímpetu para convertir al
conservadurismo en un movimiento. Aquellos que había hecho campaña contra
cualquier cambio antes de 1789 repentinamente se convirtieron en profetas”. O, en las
palabras de un personaje moderno que se considera conservador: “las raíces del mal
son histórico-genéticamente las mismas en todo el mundo occidental. El año fatal es
1789, y el símbolo de la inequidad es el gorro frigio de los jacobinos. Su herejía es la
negación de la personalidad y de la libertad personal. Su manifestación concreta es la
democracia de masas jacobina, todas las formas de colectivismo nacional y estatismo,
el marxismo que produce el socialismo y el comunismo, el fascismo y el nacional-
socialismo. Izquierdismos en todas sus variedades y manifestaciones modernas, a las
que en EE.UU. se aplica, perversamente, el buen término ‘liberalismo’”.
La diferencia fundamental entre el conservadurismo moderado y el reaccionario
reside en su visión del papel de la democracia y otras instituciones progresista o
producto del iluminismo. Para la tradición moderada, quizás mejor encontrada en “el
conservadurismo liberal de Edmund Burke (1729-1797), a diferencia del
conservadurismo continental de su época, aceptó la democracia como forma de
gobierno”. Este conservadurismo “En los hechos (....) propició cambios de hondo calado
y trascendencia (los derechos políticos británicos, o los derechos sociales
73
Michael Oakeshott (1901-1990) Filosofo británico especialmente interesado por la filosofía política, la filosofía de la
historia, de la educación, de la religión y de la estética. Considerado como uno de los intelectuales conservadores más
significativos del S. XX.

32
bismarckianos)”, esta versión del conservadurismo es, a menudo, llamada “liberal”, así,
por ejemplo, Rosemary Radford Ruether observa: “Hay un conservadurismo económico
y político, de libre mercado, capitalismo libre de cualquier regulación del gobierno,
usualmente unido a un fuerte nacionalismo, como el número uno del mundo, lo que
lleva a priorizar el apoyo para la policía y un presupuesto grande para el ejército. Este
tipo de conservadurismo no es tradicionalmente religioso o conectado con el
cristianismo”.
Sin embargo, cabe mencionar que fue esta misma corriente moderada la que dio
origen, posteriormente, a un conservadurismo fundamentalista, que Radford Ruether
define como emanando del “fundamentalismo propiamente protestante” (op cit). Esta
versión ha encontrado expresión generalmente en el neoconservadurismo el cual es
representada por personajes tales como Leo Strauss74 e Irving Kristol75, etc. y se
caracteriza por la adhesión en lo económico al neoliberalismo y a valores nacionalistas
y religiosos tradicionales en lo social y político.
La otra gran corriente del conservadurismo apareció en los países que fueron
directamente afectados por los desarrollos políticos y sociales de la Revolución
francesa, “en rechazo a ésta, al liberalismo político y al racionalismo de la Ilustración,
defendiendo las instituciones del Ancien régime y declarándose enemigo de la
secularización de la política y de la sociedad. El conservadurismo o conservatismo, como
también se le conoce, se sustenta en tres valores: la autoridad, la lealtad y la tradición.
Rinde culto a la espiritualidad y al valor de lo inconmensurable”. En ese sentido, puede
ser descrito como “reaccionario”, buscando una reafirmación, no solo de formas
políticas, sino sociales anteriores, que se percibían como una restauración de los
principios de la autoridad monárquica absoluta y del (generalmente) catolicismo como
fuente única de valores y estabilidad social: “Los conservadores franceses oscilaban
hacia la Iglesia católica como una fuente de estabilidad y tradición. La Iglesia trajo de
regreso a la vida cotidiana un sentido de jerarquía y un orden orgánico (Por supuesto
que aquí hay una conexión implícita al romanticismo.) Pero en las regiones católicas de
Europa, especialmente en Francia, Italia y España, este tipo de conservadurismo
religioso tendría una atracción inherente”.
Un desarrollo extremo de esta última posición se encuentra en las sugerencias
de Carl Schmitt76, quien fue uno de los principales ideólogos del Movimiento

74
Leo Strauss David (1899-1973) filosofo político y clasicista germano-estadounidense.
75
Irving Kristol (1920-2009) Publicista considerado el fundador del neoconservadurismo estadounidense.
76
Carl Schmitt (1888-1985) Jurispublicista, politólogo y filósofo jurídico alemán, adscrito a la escuela del llamado
realismo político, lo mismo que a la teoría del orden jurídico.

33
Revolucionario Conservador de Alemania. Su propuesta se basa en la afirmación que la
función central de un Estado es la necesidad de instaurar un poder de “decisión”
efectivo, que termine con la guerra interna, cosa que no es posible, en su opinión, en
un Estado liberal, en el cual no se puede justificar la exigencia del sacrificio de la vida en
favor de la unidad política. Estas sugerencias tuvieron, junto a otras del Movimiento
Revolucionario Conservador, una importante influencia en la elevación al poder del
Nazismo77 y constituyen aún en el presente las bases teóricas tanto de percepciones
conservadoras "duras" como origen moderno de la alegada tendencia del
conservadurismo a depender de líderes o "hombres del momento".
El tradicionalismo político no es necesariamente una postura conservadora o
reaccionaria, pues puede limitarse a una actitud moderada ante los cambios, ya sean
de pequeña o gran magnitud (revolución); pero lo más habitual históricamente ha sido
la actitud contrarrevolucionaria de quienes han sido denominados tradicionalistas. A
pesar de ello, ciertas ideologías o movimientos políticos que abogan por una revolución
social (como los que sustentaron los gobiernos de Nasser en Egipto o Perón en
Argentina) se han identificado con un ideal de tradiciones dinámicas. Tradicionalismo
radical es la denominación de una corriente política e intelectual en torno a la revista
Tyr. Para Max Weber el tradicionalismo se opone al capitalismo.
El nacionalismo es una ideología y movimiento sociopolítico que surgió junto con
el concepto de nación, propio de la Edad Contemporánea, en las circunstancias
históricas de la llamada era de las Revoluciones (Revolución industrial, Revolución
burguesa, Revolución liberal) desde finales del siglo XVIII. También puede designar al
sentimiento nacionalista y a la época del nacionalismo. El nacionalismo está más
orientado hacia el desarrollo y el mantenimiento de una identidad nacional basada en
características compartidas como la cultura, el idioma, la etnia, la religión, los objetivos
políticos o la creencia en un ancestro común. Por lo tanto, el nacionalismo busca
preservar la cultura nacional. A menudo también implica un sentimiento de orgullo por
los logros de la nación, y está estrechamente relacionado con el concepto de
patriotismo. En algunos casos, el nacionalismo se refirió a la creencia de que una nación
debería poder controlar el gobierno y todos los medios de producción.
Como ideología, el nacionalismo pone a una determinada nación como el único
referente identitario, dentro de una comunidad política; y parte de dos principios
básicos con respecto a la relación entre la nación y el Estado:

77
Nacionalsocialismo (en alemán Nationalsozialismus) comúnmente acortado a nazismo, es la ideología del régimen
que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del partido nacionalista obrero alemán de Adolf Hitler.

34
*El principio de la soberanía nacional: que mantendría que la nación es la única
base legítima para el Estado.
*El principio de nacionalidad: que mantendría que cada nación debe formar su
propio Estado, y que las fronteras del Estado deberían coincidir con las de la nación.
El término nacionalismo se aplica tanto a las doctrinas políticas como a los
movimientos nacionalistas: las acciones colectivas de movimientos sociales y políticos
tendientes a lograr las reclamaciones nacionalistas.
En ocasiones también se llama nacionalismo al sentimiento de pertenencia a la
nación propia, algo en principio identificable con el patriotismo, pero distinto si va más
allá del sentimiento e incorpora contenido doctrinal o acción política en un sentido
concreto.
La historiografía también usa el término nacionalismo para referirse la época del
nacionalismo: el periodo histórico de formación de las naciones y el surgimiento de la
ideología y movimientos nacionalistas, lo que ocurrió en torno al siglo XIX, coincidiendo
con las revoluciones liberales o revoluciones burguesas. n el siglo XX se produce una
renovación del nacionalismo, en el periodo de entreguerras vinculado al fascismo, y tras
la Segunda Guerra Mundial vinculado al proceso de descolonización y al
tercermundismo, cuando surgen numerosos grupos denominados Movimiento de
Liberación Nacional.
El socialismo es un sistema social y económico caracterizado por el control por
parte de la sociedad, organizada con todos sus integrantes, tanto de los medios de
producción como de las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en los mismos. El
socialismo moderno es, en primer término, por su contenido, fruto del reflejo en la
inteligencia, por un lado, de los antagonismos de clase que imperan en la moderna
sociedad entre poseedores y desposeídos, capitalistas y obreros asalariados, y, por otro
lado, de la anarquía que reina en la producción. La RAE define así el término socialismo:
“Sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración
colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes”. El
socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva consciente
de la vida social y económica.
Subsisten sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la
centralización de la administración económica mediante el Estado como única instancia
colectiva en el marco de una sociedad compleja, frente a la posibilidad de formas
diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por vías
autogestionarias como de mercado, así como mediante el empleo de pequeñas

35
unidades económicas socialistas aisladas y autosuficientes. El primer acto en que el
Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad: la toma
de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad, es a la par su último
acto independiente como Estado.
Existen también discrepancias sobre la forma de organización política bajo el
socialismo para lograr o asegurar el acceso democrático a la sociedad socialista a clases
sociales o poblaciones, frente a la posibilidad de una situación autocrática por parte de
las burocracias administrativas.
Las formas históricas de la organización social de tipo socialista pueden dividirse
entre determinadas evoluciones espontáneas de ciertas civilizaciones de carácter
religioso y las construcciones políticas establecidas por proyectos ideológicos
deliberados. De estas se destacan, respectivamente, el Imperio inca y la Unión
Soviética78.
El constitucionalismo social es un movimiento universal que defiende y promueve
la incorporación a las constituciones de los derechos sociales que tuvo su inicio con la
sanción de la Constitución de México de 1917, resultado directo de la Revolución
mexicana; en Argentina, con la Constitución de la Provincia de Mendoza en 1916; en
Alemania, con la Constitución de la República de Weimar en 1919; y en España con la
Constitución española de 1931.
Las constituciones sancionadas en el siglo XIX, a cuyo esquema responde la
argentina de 1853, seguían el modelo liberal y sólo consideraron los derechos del
individuo sin tomar en cuenta su posición en la sociedad. Las constituciones sociales
que aparecen en el siglo XX agregaron los llamados derechos sociales en los cuales se
contempla la posición del individuo en la sociedad, fundamentalmente en su carácter
de trabajador.
En general, el derecho del trabajo se incorpora a las constituciones del mundo
con la necesidad de reconstrucción luego de la posguerra: Francia (1946), Suiza (1947),
Italia, Luxemburgo (1948), etc. En los Estados Unidos surgió la Carta de la Seguridad
Social.
En Latinoamérica, incorporaron los derechos sociales, entre otras, las
constituciones de México (1917), Perú (1933), Uruguay (1934), Cuba (1940), Brasil
(1946), Argentina (1949, 1957), El Salvador (1950).

78
La unión soviética oficialmente llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) fue una república federal
marxista-leninista que existió en Eurasia entre 1922 y 1991.

36
La creación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 1919, con
dirección tripartita de gobiernos, sindicatos y empleadores, y las invocaciones del
Preámbulo de su Constitución, de validez mundial.

37
Las ideas políticas en Argentina
La oligarquía aparecida a partir de la codicia de los gobernantes sabía que era
inestable, no tenía una base social sobre la cual sostener su poder, pero a la vez creía
que era mejor que ellos mismos representaran al país antes que los recién llegados de
Europa. Con la presidencia de Roca79, los antiguos ideales liberales se fueron
confundiendo y modificando, siempre con el temor de que los inmigrantes le sacaran el
poder a la oligarquía. Así, separaron de plano las cuestiones políticas y económicas. Las
primeras orientadas en un camino conservador; con respecto a las últimas se tomaron
medidas renovadoras.
Los oligarcas de turno consideraron prudente evolucionar en el aspecto
económico. Por esta razón impulsaron la llegada de capital extranjero al país a pesar de
los riesgos que esto podía acarrear. En cuanto a la política, se renovó el sistema jurídico
para adaptarlo a la nueva sociedad que se estaba formando en Argentina; además
pretendían eliminar la influencia de la Iglesia sobre el Estado a fin de que el poder de
éste quedara solamente en manos de la oligarquía.
Para conseguir la concentración de poder en la presidencia Julio A. Roca y Miguel
Juárez Celman80 recurrieron al unicato81. Este sistema político basado en el
autoritarismo, el fraude y la violencia se reservaba para sí toda la autoridad para tomar
decisiones, y provocó la desaparición del régimen republicano y la centralización del
poder de una manera casi absolutista.
Ante esta posesión anticonstitucional del poder ciertamente no había una
oposición bien definida que luchara por devolver a la patria los derechos y valores que
le habían sido arrebatados. Obviamente, los partidos políticos, como la Unión Cívica
Radical82; los diputados, como Eduardo Wilde83; y aquellos que reconocían en las

79
Alejo Julio Argentino Roca (1843-1914) Político, militar y estadista argentino, artífice de la conquista del desierto, dos
veces presidente de la nación (1880-1886/ 1898-1904) y máximo representante de la generación del Ochenta.
80
Miguel Ángel Juárez Celman (1844-1909) Abogado y político argentino. Su carrera estuvo marcada por la influencia
de su concuñado Julio Argentino Roca, que lo impulsó a la carrera legislativa. Destacado impulsor de la separación
Iglesia y Estado y un liberal de corte aristocrático, fomentando la educación pública y la inmigración. Décimo presidente
de la nación desde 1886.
81
Unicato es el nombre con el cual se designa al sistema de influencias políticas basado en las canonjías, prebendas y
castigos que, desde los órganos del poder constitucional, tiene por finalidad reunir en la figura institucional del
presidente de la república, la calidad de jefe indiscutible y único del partido gobernante, sin necesidad de declaración
expresa y formal.
82
Unión Cívica Radical (UCR) partido político fundado en 1891 por Leandro N. Alem
83
José Eduardo Wilde (1844-1913) Médico, periodista, político, diplomático y escritor argentino, uno de los exponentes
de la llamada generación del 80.

38
actitudes de la nueva generación de presidentes poco interés en la nación, pero muchas
ansias de riqueza eran los opositores al sistema surgido en los últimos años.
Para alcanzar sus ideales de fortuna, debieron lograr que las tierras aumentaran
su valor y a la vez conseguir quien las trabajara, de ahí la necesidad de una política
inmigratoria. Con el objeto de atraer capitales extranjeros que modernizaran el país, se
ofrecieron beneficios muy provechosos para los que quisieran invertir, pero que a largo
plazo iban a traer pérdidas a la nación. Los empréstitos destinados a la edificación de
obras públicas debían ser devueltos en algún momento, pero aun así continuaban
endeudándose.
Después de la crisis de 1889, vieron que no eran convenientes las medidas
económicas extremistas y se moderaron sin renunciar a sus anhelos iniciales. Así, los
capitales extranjeros empezaron a llegar una vez más, proporcionando enormes
beneficios a la oligarquía. En 1902, las primeras manifestaciones obreras que
reclamaban mejores salarios y jornadas más reducidas fueron fuertemente reprimidas,
poniendo a la vista el lado más conservador de los gobernantes. A pesar de esto,
tuvieron un pensamiento muy liberal en el momento de sancionar las leyes de Registro
Civil y de Educación Común, las cuales fueron largamente discutidas. La consecuencia
de estas sanciones fue la disminución del poder de la Iglesia en la sociedad argentina.
La crisis de la oligarquía se produjo por la contradicción que se fue acentuando
entre los ideales liberales y los democráticos. El presidente Pellegrini84 (1890-1892),
quien en un principio era un arduo defensor del liberalismo y los principios
antidemocráticos, cambió de parecer ante los reclamos democráticos del pueblo y
modificó el sistema electoral. Estas modificaciones fueron suprimidas por el presidente
Manuel Quintana85 durante su presidencia (1904-1906). Joaquín V. González86, ministro
de Interior durante la segunda presidencia de Julio A. Roca (1898-1904) y ministro de
Justicia e Instrucción Pública durante la de Manuel Quintana (1904-1906), también
reconoció la importancia de los problemas sociales que empezaban a desarrollarse.

84
Carlos Enrique José Pellegrini (1846-1906) Abogado, retratista, periodista, traductor público y político que se
desempeñó en la legislatura nacional y el ministerio de guerra y marina, fue electo vicepresidente en el año 1886.
Décimo primer presidente de la nación, asumió como consecuencia de la renuncia de Juárez Celman.
85
Manuel Pedro Quintana (1835-1906) Abogado, político y estadista argentino, presidente entre 1904 y 1906 cuando
fallece, aunque ya había pedido licencia por enfermedad delegándole el mando a su vicepresidente José Figueroa
Alcorta.
86
Joaquín Víctor González (1863-1923) Prominente político, historiador, educador, masón, filósofo, jurista y literato
argentino, gobernador de La Rioja y varias veces ministro, fue el nacionalizador de la Universidad de La Plata y fundador
del Instituto Superior del Profesorado de Bs As. Miembro de la RAE y de la corte permanente de arbitraje internacional
de la Haya. Falleció siendo senador.

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Las actitudes que tomaron Pellegrini y González fueron las primeras que
reivindicaron la decisión del pueblo, pero no las últimas. Por el contrario, ahora que la
oligarquía se debilitaba era innegable la necesidad de perfeccionar el sistema electoral.
En 1912, Roque Sáenz Peña87 (1910-1914) sancionó la ley de voto secreto y obligatorio,
que le hizo perder su poderío a la oligarquía.
En 1916, Hipólito Yrigoyen88 llegó a la presidencia por medio del sistema de voto
establecido por Roque Sáenz Peña. Él estableció el nacionalismo como sistema de
gobierno, y promovió un personalismo que provocó el desprecio de algunos hombres
de otros partidos políticos. El liberalismo, sin embargo, siguió presente en los ideales de
otros partidos políticos; el seguidor más activo de estas ideas fue Lisandro de la Torre89,
fundador del Partido Demócrata Progresista.

87
Roque Sáenz Peña (1851-1914) Abogado y político argentino, combatiente voluntario del ejercito de Perú en la
guerra del pacífico. Presidente de la nación entre 1910 y 1914 por el sector modernista del partido Autonomista
Nacional, quien promulgó la ley Sáenz peña o ley 8.871 que instauró el voto universal, secreto y obligatorio.
88
Hipólito Yrigoyen (1852-1933) cuyo nombre era Juan Hipólito del Sagrado Corazón de Jesús Yrigoyen, político
argentino, figura relevante de la UCR, dos veces elegido como presidente de la nación. Primer presidente de la Nación
en ser elegido democráticamente por medio del sufragio secreto y obligatorio establecido por la ley Sáenz Peña.
89
Lisandro de la Torre (1868-1939) Dirigente político, abogado y escritor argentino. Se recibió de abogado en 1890 por
la UBA. Su tesis sobre régimen municipal, así como otros trabajos, lo llevaron a pensar la importancia de la autonomía
municipal, la cual sería incluida recién en la reforma de la constitución de 1994. En 1898 fundó el periódico “La
República”.

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Conclusión
En conclusión, todo hecho histórico está relacionado de manera directa o
indirecta con alguno precedente. Desde el principio de los tiempos la humanidad viene
marcando nuestro camino, somos lo que somos hoy por la valentía de los grandes
héroes, por los errores cometidos. Básicamente somos como una cadena, una
consecución de eslabones todos entrelazados.
De ese mismo modo repetimos errores, pasamos de estar regidos por el
despotismo que nos imponía hasta la religión que debíamos profesar, de creer que todo
estaba regido por dioses o por un Dios omnipotente y omnipresente, que nos había
creado a su imagen y semejanza. Nos liberamos de la religión y lo material, volvimos a
caer, nos volvimos a separar y así sucesivamente una y otra vez.
Podría decirse que somos animales de costumbre, o tal vez masoquistas, damos
cien pasos hacia el frente y retrocedemos mil, todo eso que con su sangre consiguieron
para nosotros en el fragor de la batalla lo perdimos en cinco segundos por caer en
promesas vacías, por imposición de los déspotas o simplemente porque no valoramos
el esfuerzo ajeno.
En fin, hubo quienes nos engrandecieron, quienes nos abrieron puertas, nos
dieron mucho de lo que tenemos y en agradecimiento volvemos a creer que la tierra es
plana.

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Bibliografía
Debates en psicología- Colombo, María Elena
Historia de las ideas Políticas- Rodríguez Varela, Alberto
Las ideas políticas en Argentina- Romero, José Luis
en.Wikipedia.org
es.wikipedia.org

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