Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
MATERIA :
PROFESORA :
INTEGRANTES :
Cecilia Andres Hernandez
Damaris Monserrat Navarrete Espinosa
Susana Berenice Perez Martinez
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
La alteración de la carne puede ser de dos tipos: endógena o exógena. Es decir, puede
ser producida por causas o agentes internos o externos que se encargan de propagar
infecciones o intoxicaciones. Además de los agentes endógenos y exógenos, la carne
puede ser alterada por agentes físicos, químicos y biológicos que favorecen el
crecimiento de microorganismos. Analiza más detalladamente esto a través del siguiente
esquema:
1.1 Los agentes exógenos o exteriores, que contaminan la carne convirtiéndola en una
carne alterada, son por lo general microorganismos que se desarrollan en el exterior de
la carne o del producto cárnico produciendo una serie de modificaciones.
Coloración: Alteración que se manifiesta en la carne modificando el color bien por colores
oscuros o tonos verdosos.
Olor: Alteración que se manifiesta en la carne al modificar el olor original por uno
desagradable al olfato humano.
2.2Agentes endógenos
Los agentes endógenos o internos que contaminan la carne son todos aquellos que por
efectos de los microorganismos modifican la carne en su estructura y composición
interna, produciendo una serie de alteraciones.
Reconoce algunas de esas
alteraciones a través
del siguiente
esquema:
CONTAMINACION QUIMICA EN LA CARNE
Los agentes químicos contaminantes están constituidos por materia inerte orgánica o
inorgánica, natural o sintética, que alteran o modifican la calidad de la carne, esta
modificación química puede llegar a afectar a los consumidores.
Algunos de los agentes contaminantes químicos son: gases tóxicos, metales pesados,
halógenos, ácidos orgánicos e inorgánicos, compuestos muy alcalinos, insecticidas,
cianuros y medicamento que son suministrados al animal ya que pueden ser causa de
contaminación química.
CLEMBUTEROL
Tiene una estructura química relacionada a las catecolaminas capaz de interactuar con
receptores adrenérgicos, generalmente del tipo b2 . Posee una vida media de acción prolongada
(contenido de átomos de cloro), con la particularidad de poder almacenarse en músculo, hígado
y riñón entre otros tejidos.
En México, Sagarpa, tanto en el ámbito estatal como en el federal, para mantener operativos de
vigilancia y control, para la erradicación del uso del CCL, emitió en 1999 la Norma Oficial Mexicana
NOM-061-ZOO-1999 (34), que prohibió su utilización en todo el territorio nacional. Esta norma,
en su capítulo cuatro, en las especificaciones zoosanitarias de los productos alimenticios para uso
animal, indica que es imperante adoptar buenas prácticas en la producción animal, a través de
una adecuada alimentación animal, lo cual puede minimizar los riesgos zoosanitarios, lo que a su
vez redundará en un incremento de la productividad en las especies para abasto. Al mismo
tiempo se hace hincapié en cuidar y salvaguardar la salud pública, evitando el uso de sustancias
prohibidas como el CCL.
El uso clandestino de CCL a dosis diez veces o superiores a la terapéutica, sin respetar el periodo
de retiro (40 a 60 días), antes del sacrificio de los animales para abasto, principalmente bovinos,
ha sido confirmado por varios investigadores a través de procesos de laboratorio (ensayo
inmunoenzimático, cromatografía de gases y cromatografía de líquidos de alta resolución),
reconocidos internacionalmente como métodos analíticos para la detección de esta sustancia.
En el registro de dos casos de intoxicación por consumir hígado de res contaminado con CCL, los
pacientes presentaron signos de tremor muscular, náuseas e incoordinación; tras la auscultación
mostraron un incremento de la frecuencia cardiaca (90/min) y aumento de la presión arterial
(140/80 mmHg), y en el examen hematológico se halló leucocitosis 12,1-12,2 G/L, acompañados
de neutrofilia (76,6-83,9%), hipercalemia (2,7-2,8 mmol/L) e hiperglucemia (172-218 mg/dL)(14).
Su uso a dosis elevadas puede provocar un depósito en diferentes órganos, principalmente en el
hígado. Esta acumulación puede inducir intoxicación en las personas que consuman dicho tejido.
El problema potencial en salud pública se debe a la concentración de este en los alimentos
ingeridos. Los efectos derivados de la ingesta de productos contaminados con CCL son:
adormecimiento de las manos, temblor, dolor muscular, nerviosismo y cefalea. En sobredosis
agudas extremas, no derivadas de la ingesta de productos con residuos, sino resultado de una
sobredosis (dopaje) accidental de productos farmacéuticos de la línea humana que contienen
clembuterol, se acentúa la taquicardia, el adormecimiento, el nerviosismo, el temblor muscular,
y puede haber necrosis del miocardio por disminución de la perfusión generada por el
acortamiento de la diástole, etapa en la que se lleva a cabo la irrigación del miocardio por las
coronarias . Además, puede originar un aumento en la presión sanguínea, enfermedades
tiroideas, alergias, y puede provocar la muerte por falla cardiaca (infarto al miocardio).
todos los productos de aves de corral se rociarían con un agente tal como fosfato trisódico, agua
clorada, o clorito de sodio antes de llegar a los consumidores. El cloro y el ácido peracético se
utilizan para tratar el pollo en la planta de procesamiento. Ambos son sustancias químicas tóxicas
que causan daño a los pulmones, entre otros peligros para la salud.
A pesar del aislamiento sanitario en que se encuentran los pollos en las naves, la cama sobre la
cual caminan representa un área altamente contaminada debido a la cantidad de materia fecal
que diariamente se acumula junto con la orina. En este entorno se encuentran bacterias
patógenas como la E.Coli, Salmonella, por lo que están presentes externamente en las superficies
de las patas, plumas y piel en forma de polvo y materia fecal seca.
A la carne de cerdo se le ha atacado por años, acusándola de ser grasosa, muy mala
para el colesterol y encima asociándola con males como la cisticercosis, más conocida
como la triquina. Nada más lejos de la realidad, teniendo en cuenta que la carne de
cerdo, correctamente procesada y proveniente de especímenes criados con un
adecuado control sanitario y alimenticio, resulta ser muy buena para la salud y
sorprendentemente mejor, en algunos casos, que el pollo o la carne de res.
Esta carne contiene hierro que es muy importante para la formación de glóbulos rojos y
para combatir la anemia. Dicho hierro es procesado mejor cuando lo contienen las
carnes. También nos provee de magnesio, bueno para los músculos, los huesos y para
procesar algunas enzimas. Y no olvidemos el potasio que es beneficioso también, pues
este mineral es diurético.
Aun así la carne de cerdo puede presentar un sin número sustancias tóxicas y anti
nutricionales procedentes de diferentes fuentes las cuales pueden generar diferentes
intoxicaciones, enfermedades y reacciones adversas.
El consumo de la carne de cerdo cada vez se hace más complejo, debido a las sustancias
que se le añaden y que se consideran perjudiciales para la salud del consumidor, a las
carnes de las granjas se les añaden una serie de sustancias que se transfieren a quienes
consumen dichos alimentos y podrían acarrear una serie de posibles consecuencias.
Sustancias químicas
En las carnes de res, cerdo y pollo, principalmente, se ha detectado una serie de
sustancias que se administran a los animales durante su crecimiento antes de ser
sacrificados. Este tipo de sustancias químicas producen en los animales una rápida
engorda, lo que no ocurre cuando se les alimenta con pastura.
Algunas de estas sustancias químicas poco conocidas para el común de la gente son el
clembuterol, cimaterol, fenoterol, ritodrine, terbutaline, y salbutanol, entre algunos otros
que se elaboran con base en hormonas. Estas sustancias se inyectan en los animales para dar
a la carne la apariencia de frescura y calidad, pues aumentan la masa muscular y reducen la
grasa; con la finalidad de llamar la atención de los consumidores.
Dioxinas
Hormonas
Antibióticos
Arsénico
Bencimidazoles
Cadmio
Cloranfenicol
Mercurio
Plomo
Sulfonamidas
Benzoato de sodio
Nitratos
Sulfitos
Bacterias y parásitos
BIBLIOGRAFIAS.