1.

Modalidad oracional

Cuando nos comunicamos por medio del lenguaje hacemos más que transmitir una
información. Todos los enunciados que pronunciamos o escribimos se encuentran cargados
de subjetividad porque adoptamos una actitud en el momento de su actualización. En ese
sentido, un enunciado puede presentarse de diversas formas, por ejemplo:

Está jugando River Plate

¿Está jugando River Plate?
¡Está jugando River Plate!
Ojalá que juegue River Plate

Para explicar las distintas posibilidades de producción, la gramática estudia la estructura

formal que asumen las oraciones para expresar determinados valores de modalidad
oracional (Hidalgo, 2001) y propone la siguiente clasificación:

a) Oraciones enunciativas: el hablante expone un hecho verdadero o falso y no reclama la

intervención del interlocutor. Estas oraciones pueden ser afirmativas o negativas, según
afirmen o nieguen lo enunciado en el mensaje.

Algunas marcas lingüísticas para reconocer esta clase de oraciones son:

 Presencia de verbos conjugados en modo indicativo
 Uso de adverbios o locuciones adverbiales: no, nunca, efectivamente, evidentemente, en
absoluto, ciertamente.
 Pronombres indefinidos: nadie, nada, ninguno.
 En las negativas, reiteración de elementos: no quiero nada, “Nadie nada nunca”
(Novela de Juan José Saer).

Ejemplos:
Nunca volveré a esta casa.
Evidentemente,
Referencias bibliográficas

Hidalgo, A. (2001). “Modalidad oracional y entonación. Notas sobre el funcionamiento

pragmático de los rasgos suprasegmentales en la conversación”, en Moenia, 7.
Universidad de Santiago de Compostela. (pp.271-292).