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FICHA TÉCNICA CAS. Nº 3292-2006 LA LIBERTAD La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema
de Justicia Demandante: Luís Estuardo Bueno Castillo Demandado : Hortensia Isabel Beltrán
Aguilar Materia : Negación de paternidad Fecha de Res. : 24/01/2007 Fecha de publicación:
02/10/2007 (El Peruano), p. 22648 Pronunciamiento: Demanda FUNDADA Base legal : Código
Civil: Artículos 390º y 391º
RESOLUCIÓN
CAS. Nº 3292-2006 LA LIBERTAD. Negación de Paternidad. Lima, Catorce de mayo del año dos
mil siete.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA;
con los acompañados; con lo expuesto en el dictamen fiscal; vista la causa número tres mil
doscientos noventa y dos – dos mil seis, en Audiencia Pública de la fecha, y producida la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por doña Hortensia Isabel Beltrán Aguilar median.
te escrito de fojas trescientos setenta y siete, contra la resolución de vista emitida por Tercera
Sala Civil de Corte Superior de Justicia de La Libertad de fojas trescientos cincuenta, del
veintiuno de junio del año dos mil seis, que declara Nula la sentencia apelada de fojas
doscientos cincuenta y seis, su fecha doce de agosto del año dos mil cinco, y dispone que el juez
de la causa disponga la realización de la pericia biológica del ADN. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: Que, el recurso de casación fue declarado procedente por resolución del diez de
noviembre del año dos mil seis, por la causal prevista en el inciso tercero del artículo trescientos
ochenta y seis del Código Procesal Civil, por la causal de contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso, señalando entre otras razones, que la resolución de
vista desnaturaliza la acción de impugnación de paternidad, pues sostiene que los numerales
trescientos noventa y trescientos noventa y uno del Código Civil (Art. 390 y 391 CPC), son claros
en señalar que el reconocimiento de la paternidad debe constar en el registro de nacimiento,
escritura pública o testamento, teniendo legitimidad únicamente la persona que ha reconocido
un menor a quién se le imputa la paternidad de un hijo concebido, lo que –sostiene- no ha
ocurrido en el caso de autos. Añade, que al estimarse la recurrida no se ha reparado en que el
reconocimiento es un acto formal y que le corresponde efectuar la declaración de paternidad
sólo al padre. Agrega que no resulta viable restarle valor a la prueba de ADN actuada en el
anterior proceso de alimentos, más aún si el hoy demandante no observó en modo alguno dicha
prueba, infringiéndose de esta forma lo dispuesto en el artículo ciento noventa y ocho del
Código Procesal Civil y el interés superior del niño. Finaliza, arguyendo, que no es posible en el
presente caso hacer uso del control difuso para admitir la presente demanda e inaplicar lo
dispuesto en el artículo cuatrocientos del Código Civil, pues el accionante interpuso la demanda
luego de treinta y seis meses de haber tomado conocimiento del referido proceso de alimentos
y luego de veinticuatro meses de la mencionada prueba de ADN. CONSIDERANDO: Primero.-
Que, la doctrina ha conceptuado el debido proceso como un derecho humano o fundamental
que asiste a toda persona por el sólo hecho de serlo, y que la faculta a exigir al Estado un
juzgamiento imparcial y justo ante un Juez responsable, competente e independiente, toda vez
que el Estado no solamente está en el deber de proveer la prestación jurisdiccional a las partes o
terceros legitimados, sino a proveerla con determinadas garantías mínimas que le aseguren tal
juzgamiento imparcial y justo, en tanto que el debido proceso sustantivo no sólo exige que la
resolución sea razonable, sino esencialmente justa; Segundo.- Que, conforme se desprende de
la revisión de los actuados, don Luis Estuardo Bueno Castillo interpone la presente demanda
negando la paternidad del menor José Manuel Bueno Beltrán que le atribuye doña Hortensia
Isabel Beltrán Aguilar, y que ha sido consignada por ésta última en la partida de nacimiento del
aludido menor nacido el veintitrés de septiembre de mil novecientos noventa y siete, conforme
aparece de la instrumental de fojas trece, precisando que con motivo de la prueba pericial de
ADN actuada en el proceso de Alimentos signado con el número mil doscientos tres – noventa y
nueve seguido entre las mismas partes, se ha concluido en un resultado positivo para su
persona; sin embargo, refiere que la misma se ha llevado a cabo con una serie de
irregularidades, pues la toma de muestras no se ha efectuado por el profesional encargado, no
habiéndose producido además la ratificación del informe pericial por la empresa encargada,
menos se ha efectuado un debate para aclarar el informe y las dudas que el mismo representa.
Tercero.- Que, el Juez de la causa, al expedir sentencia, ha declarado la improcedencia de la
demanda sustentada en que el actor no tiene legitimidad para obrar toda vez, que no puede
negarse o impugnar la paternidad de un hijo que no ha reconocido, al no darse ninguno de los
supuestos que prevén el Código Civil. Cuarto.- Que, el Colegiado Superior, absolviendo el grado,
ha declarado nula la referida sentencia, concluyendo que si bien el actor no ha efectuado el
aludido reconocimiento, está perfectamente legitimado para accionar, debido a que se ha
consignado y atribuido en la partida del menor la condición de padre, para lo cual inaplica el
artículo cuatrocientos del Código Civil(NE-1), en relación al plazo para interponer este tipo de
demandas, agregando que la pericia actuada en el proceso de alimentos, carece de eficacia por
no haberse efectuado de conformidad con lo que dispone el artículo doscientos sesenta y cinco
del Código Procesal Civil. Quinto.- Que, antes de analizar si se ha desnaturalizado la acción de
impugnación de paternidad, y como tal de los numerales trescientos noventa y trescientos
noventa y uno del Código Civil, es necesario hacer algunas precisiones en relación al acto de
reconocimiento de un hijo. Sexto.- Que, las doctrinas más recientes consideran que el
reconocimiento es un acto jurídico que consagra la aceptación voluntaria del hijo como tal por
uno o ambos padres; tratándose de hijos extramatrimoniales, es un acto jurídico facultativo,
esto es, voluntario, toda vez que nadie puede ser obligado a manifestar libremente su voluntad
de declararse padre o madre de un determinado hijo, con la única limitación que cuando el
padre o la madre lo hacen por separado, no pueden revelar el nombre de la persona con quién
hubiera tenido el hijo, así lo establece el artículo trescientos noventidós del Código Civil;
Séptimo.- Que, el acto de reconocimiento por regla general tiene las siguientes características;
a) es un acto de carácter personal, porque nadie más que el padre o la madre pueden afirmar la
existencia de un lazo de filiación con el hijo que reconoce, aun cuando por excepción puede
efectuarse mediante poder especial, o por los abuelos, o ciertos casos de incapacidad y de
ausencia; asimismo, b) es unilateral, desde que no requiere de la aceptación expresa del hijo
reconocido, excepto si es mayor de edad, c) es individual, pues solo liga al padre que reconoce
con el hijo reconocido, aun cuando proceda efectuarse en forma conjunta por ambos, d) es
formal toda vez que requiere de ciertas formalidades, así la ley en el numeral trescientos
noventa del Código Civil dispone que: “El reconocimiento se hace constar en el registro de
nacimiento, en escritura pública o en testimonio” y finalmente; e) es un acto irrevocable, toda
vez que no puede dejarse sin efecto una vez verificado el acto, lo que se funda en su naturaleza
declarativa sino en una razón moral y de seguridad jurídica. Octavo.- Que, si el acto de
reconocimiento no coincide con la realidad biológica, cabe la impugnación por el propio hijo, por
el padre o la madre que no intervino en dicho acto o por cualquier persona que tenga interés en
hacerlo, en tal virtud, dicha impugnación tiene por objeto contrariar o refutar un
reconocimiento, lo que implica discusión o debate judicial para enervar sus efectos. Noveno.-
Que, de la lectura de los numerales trescientos noventa y trescientos noventa y uno del Código
Civil, fluye que el acto de reconocimiento debe constar necesariamente en un documento, esto
es, ya sea en el acta de nacimiento o escritura pública o testamento, y resulta ser un acto formal
y expreso por la persona que lo hace, por lo que, es evidente que al demandar la negación de la
paternidad se ha efectuado en contravención a lo normado en las disposiciones antes glosadas,
toda vez que aun cuando se haya consignado el nombre del actor en la partida de nacimiento
del menor de fojas trece, ello no constituye un reconocimiento en sí, tanto más, si el sujeto
activo en este tipo de procesos lo constituye el padre o la madre que no interviene en él (acto
de reconocimiento), el propio hijo o por sus descendientes si hubiera muerto y por quienes
tengan interés legítimo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo trescientos noventa y cinco,
razón por la que se configura la causal de contravención propuesta. Décimo.- Que, el artículo
ciento noventa y ocho del Código Procesal Civil, regula lo que en doctrina se conoce como la
prueba trasladada, que no es sino aquella admitida y practicada en un proceso y hecha valer en
otro, verificándose que en el proceso número mil doscientos tres – noventa y nueve sobre
Alimentos seguido entre las mismas partes, cuyas copias certificadas corren de fojas doscientos
cinco a doscientos cuarenta y cuatro, se dispuso en la audiencia única la actuación de la prueba
pericial de ADN por parte de la juzgadora, verificándose la toma de muestra a fojas doscientos,
cuyo informe pericial corre a fojas doscientos veintisiete de autos, en la que se concluye que la
paternidad del actor sobre el menor hijo de la codemandada está demostrada con los referidos
análisis realizados. Décimo Primero.- Que, si bien, en el caso de autos, al tratarse de una prueba
pericial debe cumplirse el trámite que establece el numeral doscientos sesenta y cinco del C digo
Procesal Civil, de conformidad con lo dispuesto en el numeral ciento noventa y ocho del citado
cuerpo legal, para otorgar la validez de la prueba que reconoce la norma adjetiva, la misma debe
constar en copia certificada y haber sido actuada con conocimiento de la parte contraria contra
quién se invocan, presupuestos que se cumplen en el caso de autos, al haberse anexado a los
autos copias certificadas de la prueba de ADN que corre a fojas doscientos veintiséis a
doscientos treinta, siendo evidente el conocimiento del hoy demandante, quién ha tenido que
acceder a la toma de muestras conforme consta del acta que en copia certificada corre a fojas
doscientos veintiséis, por tanto, corresponde que sea evaluada por el juzgador al momento de
resolver la controversia. Décimo Segundo.- Que, finalmente respecto a la inaplicación del plazo
a que se contrae el numeral cuatrocientos del Código Civil, es del caso precisar que el fallo hace
referencia no sólo a la Constitución y a las normas internacionales que garantizan y reconocen el
interés superior del niño, y es en dicho sentido que se han emitido las ejecutorias supremas
invocadas en la resolución cuestionada. Décimo Tercero.- Que, mayor abundamiento, no se
puede perder que el propio actor ha solicitado vía acción judicial la Exclusión de Nombre
conforme aparece del folio quince del acompañado, demanda que ya sido admitida según fluye
de la resolución de fojas quince, del citado proceso. Décimo Cuarto.- Que, en consecuencia, es
evidente que se ha configurado la causal de contravención denunciada y corresponde amparar
el recurso de conformidad con lo dispuesto en el numeral trescientos noventa y seis del acotado
Código Procesal; por cuyas razones: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a
fojas trescientos setentisiete por Hortensia Isabel Beltrán Aguilar; CASARON la resolución de
vista de fojas trescientos cincuenta, del veintiuno de junio del año dos mil seis; ORDENARON
que la Sala expida nueva resolución con arreglo a las consideraciones precedentes;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Luis Estuardo Bueno Castillo contra Hortensia Isabel Beltrán
Aguilar, sobre negación de paternidad; y los devolvieron; Vocal Ponente señor Castañeda
Serrano.- SS. TICONA POSTIGO, PALOMINO GARCÍA, MIRANDA CANALES, CASTAÑEDA SERRANO,
MIRANDA MOLINA.
El vínculo jurídico de filiación extramatrimonial paterna puede establecerse de dos formas:
i) en primer lugar, está el reconocimiento por parte de padre, el cual, como señala la casación,
es un acto jurídico unilateral y voluntario; y,
ii) por otro lado, ante la ausencia del primero, tenemos la declaración judicial de paternidad
extramatrimonial, la cual se declara, entre otros casos, cuando se acredite el vínculo parental
entre el presunto padre y el hijo a través de la prueba de ADN u otra de igual o mayor certeza
científica.
La Corte Suprema declaró que un menor de edad no es hijo del esposo de la madre, sino de
un tercero. Y lo hizo sin que el marido haya negado la paternidad del menor, como lo exige
el Código Civil.
Dicho código reconoce la denominada “presunción de paternidad”, por la cual, el hijo nacido
durante el matrimonio tiene por padre al marido (art. 361). Es por eso que los artículos 396 y
404 del Código Civil establecen que el hijo de mujer casada no puede ser reconocido por el
padre biológico sino después de que el marido lo hubiese negado y obtenido sentencia
favorable.
Concluye, en ese sentido, que “el presupuesto de la previa negación de paternidad para la
declaración judicial de paternidad extramatrimonial, en los casos nacidos dentro del
matrimonio [artículos 396 y 404 del Código Civil], limita el derecho no solo del padre
biológico, sino que contraviene el derecho fundamental a la identidad del menor, quien por
ley y mandato constitucional el Estado está en la obligación de proteger”.
Bajo estas consideraciones, declaró fundado el recurso de casación y nulo el auto de vista.
Confirmó, de esta forma, la sentencia que estimó en primera instancia la demanda de
impugnación de reconocimiento de paternidad interpuesta por un padre biológico contra la
madre y el padre legal de una niña.
El caso concreto
Por su parte, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema declaró nulo el auto de vista,
estimando la demanda presentada por el padre biológico. Para ello, no solo inaplicó los
artículos 396 y 404 del Código Civil sino que evaluó los informes psicológicos de la
menor y el estado constante de familia de la niña con el padre biológico y la madre
(los tres conviven y hacen vida familiar).
Impugnación de reconocimiento de paternidad extramatrimonial.
Puede impugnarse tanto por falta de veracidad biológica como por vicio de la voluntad,
respetándose los plazos y legitimación establecidos en el art. 141 C.C.
1º El 4 de septiembre de 1998, D. Juan Miguel había reconocido al hijo de la Sra. Celsa , que en
aquel momento contaba con 9 años de edad, puesto que había nacido el 15 de julio de 1991.
Dos años más tarde, D. Juan Miguel contrajo matrimonio con la madre Dª Celsa .
SEGUNDO. Se van a examinar conjuntamente los dos primeros motivos. El Primer motivo
atribuye a la sentencia recurrida la infracción, en concepto de interpretación errónea y
consecuente aplicación indebida, del Art. 141 CC, en relación con el Art. 138 CC, así como la
infracción por interpretación errónea y consecuente inaplicación del Art. 140.1 CC y lo que
fundamenta el interés casacional del recurso, pues las sentencias no abordan la cuestión
planteada en este debate. Cita la sentencia de 27 mayo 2004. Dice que se pretende impugnar
una filiación que no está de acuerdo con la realidad y no el reconocimiento en sí, para seguir la
doctrina de la Sala en orden a dar prioridad a la verdad biológica. El Segundo motivo denuncia la
inaplicación del Art. 140.1 CC , pues las sentencias recaídas en este pleito han obviado que dicho
artículo es la base de la acción ejercitada y con ello no han entrado en la cuestión de fondo,
pues la acción del Art. 140.1 CC carece de plazo de caducidad para su interposición, con cita de
la STS de 28 abril 1994 .
Antes de entrar a examinar los argumentos del recurrente, hay que puntualizar el objeto del
recurso, que, en definitiva es el del proceso, es decir la impugnación de un reconocimiento de
conveniencia. La pregunta que se plantea en el presente recurso es si el reconocimiento
determinante de una filiación no matrimonial no es impugnable por falta de veracidad biológica,
sino únicamente por vicio de consentimiento.
TERCERO. La falta de una línea constante en la resolución de estos problemas en las sentencias
de esta Sala puede ser la causante del planteamiento de varios litigios, en los que es posible
citar como apoyo sentencias distintas de la Sala, siempre en el tema de los llamados
reconocimientos de conveniencia. Ciertamente, esta situación puede ser debida a que tampoco
la regulación legal hace referencia a los efectos de estos reconocimientos, que no se contemplan
en la regulación del Código civil y tampoco en la ley 25/2010, del Libro II del Código civil catalán.
Entre los diversos supuestos que se han planteado a esta Sala en relación a este tema hay que
destacar el problema relativo a si se aplica el Art. 140 CC a hijos reconocidos antes del
matrimonio de sus padres, aunque después éstos hubieran contraído matrimonio, adquiriendo
así la condición de hijos matrimoniales, es decir, cuál es la regla de impugnación que debe
aplicarse.
-En cambio, la sentencia de 14 junio 2004 estima los motivos de impugnación en un caso de una
menor nacida dentro de los 180 días siguientes al matrimonio después de haberse demostrado
la esterilidad del marido de la madre: ” Ambos motivos, cuyos argumentos esenciales se han
expuesto, se estiman. En el caso litigioso estamos en presencia del nacimiento del menor
durante el matrimonio, pero dentro de los ciento ochenta días siguientes a su celebración, que
es el supuesto previsto y regulado en el art. 117 Cód . civ. y en el que el ex-marido no pudo
lógicamente destruir la presunción de paternidad matrimonial mediante su declaración
auténtica en contrario, debido a que estaba incurso en las dos excepciones que en el citado
precepto imposibilitan el desconocimiento de la paternidad. La filiación matrimonial se asienta
en reconocimientos de la misma por el actor, como puede apreciarse de la exposición de los
hechos probados en que se basan las fundamentaciones de los dos motivos. Así las cosas, no
puede aceptarse el criterio de la sentencia recurrida, que estimó caducada la acción de
impugnación de la paternidad matrimonial por aplicación del art. 136 , cuando el que debió
serlo es el art. 138, inciso primero. Según su texto, existen reconocimientos que determinan
conforme a la Ley una filiación matrimonial, y la sentencia de esta Sala de 20 de junio de 1.996
declaró que ello implicaba la remisión, entre otros preceptos, al art. 117 . “.
C) No es hasta las sentencias de 29 octubre 2008 y 5 diciembre del mismo año que reproduce la
anterior, que no se produce una decisión coincidente en relación con el reconocimiento de
complacencia. La sentencia de 29 octubre 2008 trata un caso de impugnación de la filiación
reconocida por el hijo de los demandantes ya fallecido. Se alega interés casacional por oponerse
a las sentencias que se citan, y se denuncia infracción del Art. 140 CC por aplicación indebida, y
del 141 CC por inaplicación. Se dice que nos hallamos ante un reconocimiento de complacencia,
cuya única causa de impugnación es el vicio del consentimiento. Los argumentos de ambas
sentencias se centran en señalar que de las sentencias de la Sala no se puede extraer “de forma
concluyente el criterio interpretativio en cuya oposición por la sentencia recurrida se resume el
interés casacional…..conduce a rechazar de manera definitiva. Es posible impugnar la filiación no
matrimonial determinada por el reconocimiento, aun siendo de mera complacencia, por falta de
correspondencia con la verdad biológica, con las condiciones de legitimación y plazo para el
ejercicio de la acción establecidos en el Art. 141 CC ”
Por tanto, aunque finalmente no se determinó cuál era el interés casacional por haberse
desestimado los recursos de casación, de las sentencias citadas en el apartado C) se pueden
extraer las siguientes conclusiones, que deben aplicarse en el recurso que nos ocupa:
3ª En cualquier caso, deben respetarse las condiciones de legitimación y plazos para el ejercicio
de la acción establecidos en el art. 141 CC .
CUARTO. Visto lo anterior, debe responderse al recurrente que la sentencia que ha aplicado el
art. 140 CC no ha infringido la jurisprudencia de esta Sala, entendida en el sentido expresado en
el anterior Fundamento jurídico, porque es posible utilizar la vía del art. 140 CC , en cuyo caso, el
plazo de caducidad para el ejercicio de la acción es de 4 años y no se puede acusar a la sentencia
recurrida de no haber entrado en el fondo del asunto porque ha apreciado la caducidad.
El presente recurso va dirigido a hacer decir a la Sala que se ha ejercitado una acción que no
tiene plazo de caducidad, porque se denuncia la aplicación del art. 141 CC, cuando debería
haberse aplicado el 140 CC. Como ya se ha dicho, la jurisprudencia ha entendido que hay dos
vías para impugnar este tipo de filiación, según si se recurre a los vicios del consentimiento o a la
propia filiación determinada por el reconocimiento. La impugnación de la filiación no
matrimonial determinada por el reconocimiento, con fundamento en la falta de ajuste a la
realidad biológica, tiene cómoda cabida en el art. 140 CC , que por otra parte no excluye la
posibilidad de impugnar por vicio del consentimiento, como han dicho las sentencias de 29
octubre y 5 diciembre 2008 , ya citadas.
QUINTO. Tercer motivo. La infracción del Art. 140.1 ha llevado al Tribunal a no entrar en la
cuestión de fondo que es la existencia o no de posesión de estado. Hay que darle un significado
distinto al de simple inscripción paterna o materna, porque de otra forma carece de sentido el
Art. 140.1 y 2 , porque no existe acción de impugnación que no se base en una previa inscripción
registral. Alega la falta de cariño y entendimiento entre el menor de edad y el recurrente y
señala que el Art. 39 CE exige la protección de los hijos y clama contra la inexactitud de la
determinación de la paternidad.
El motivo se desestima.
El hijo nacido durante el matrimonio o dentro de los trescientos días siguientes a su disolución
tiene por padre al marido.
2. Articulo 36
a) Cuando el hijo nace antes de cumplidos los ciento ochenta días siguientes al de la celebración
del matrimonio.
b) Cuando sea manifiestamente imposible, dadas las circunstancias, que haya cohabitado con su
mujer en los primeros ciento veintiún días de los trescientos anteriores al del nacimiento del
hijo.c)
Cuando está judicialmente separado durante el mismo período indicado en el inciso 2; salvo que
hubiera cohabitado con su mujer en ese período.d)
Cuando adolezca de impotencia absoluta.e) Cuando se demuestre a través de la prueba del ADN
u otras pruebas devalidez científica con igual o mayor grado de certeza que no existe
vínculoparental. El Juez desestimará las presunciones de los incisos precedentescuando se
hubiera realizado una prueba genética u otra de validez científicacon igual o mayor grado de
certeza.(*)(**
LA NULIDAD O ANULABILIDAD DE RECONOCIMIENTO DE UN HIJO