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NEGACIÓN DE PATERNIDAD

FICHA TÉCNICA CAS. Nº 3292-2006 LA LIBERTAD La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema
de Justicia Demandante: Luís Estuardo Bueno Castillo Demandado : Hortensia Isabel Beltrán
Aguilar Materia : Negación de paternidad Fecha de Res. : 24/01/2007 Fecha de publicación:
02/10/2007 (El Peruano), p. 22648 Pronunciamiento: Demanda FUNDADA Base legal : Código
Civil: Artículos 390º y 391º

Resumen: El acto de reconocimiento es un acto personal, unilateral, individual, formal e


irrevocable, por lo que el hecho que se haya consignado el nombre del supuesto padre en la
partida de nacimiento del menor, no constituye un reconocimiento en sí, tanto más, si aquel no
intervino en dicho reconocimiento. En ese sentido, no se puede negar la paternidad, si no ha
existido reconocimiento alguno previo.

RESOLUCIÓN

CAS. Nº 3292-2006 LA LIBERTAD. Negación de Paternidad. Lima, Catorce de mayo del año dos
mil siete.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA;
con los acompañados; con lo expuesto en el dictamen fiscal; vista la causa número tres mil
doscientos noventa y dos – dos mil seis, en Audiencia Pública de la fecha, y producida la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por doña Hortensia Isabel Beltrán Aguilar median.

te escrito de fojas trescientos setenta y siete, contra la resolución de vista emitida por Tercera
Sala Civil de Corte Superior de Justicia de La Libertad de fojas trescientos cincuenta, del
veintiuno de junio del año dos mil seis, que declara Nula la sentencia apelada de fojas
doscientos cincuenta y seis, su fecha doce de agosto del año dos mil cinco, y dispone que el juez
de la causa disponga la realización de la pericia biológica del ADN. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: Que, el recurso de casación fue declarado procedente por resolución del diez de
noviembre del año dos mil seis, por la causal prevista en el inciso tercero del artículo trescientos
ochenta y seis del Código Procesal Civil, por la causal de contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso, señalando entre otras razones, que la resolución de
vista desnaturaliza la acción de impugnación de paternidad, pues sostiene que los numerales
trescientos noventa y trescientos noventa y uno del Código Civil (Art. 390 y 391 CPC), son claros
en señalar que el reconocimiento de la paternidad debe constar en el registro de nacimiento,
escritura pública o testamento, teniendo legitimidad únicamente la persona que ha reconocido
un menor a quién se le imputa la paternidad de un hijo concebido, lo que –sostiene- no ha
ocurrido en el caso de autos. Añade, que al estimarse la recurrida no se ha reparado en que el
reconocimiento es un acto formal y que le corresponde efectuar la declaración de paternidad
sólo al padre. Agrega que no resulta viable restarle valor a la prueba de ADN actuada en el
anterior proceso de alimentos, más aún si el hoy demandante no observó en modo alguno dicha
prueba, infringiéndose de esta forma lo dispuesto en el artículo ciento noventa y ocho del
Código Procesal Civil y el interés superior del niño. Finaliza, arguyendo, que no es posible en el
presente caso hacer uso del control difuso para admitir la presente demanda e inaplicar lo
dispuesto en el artículo cuatrocientos del Código Civil, pues el accionante interpuso la demanda
luego de treinta y seis meses de haber tomado conocimiento del referido proceso de alimentos
y luego de veinticuatro meses de la mencionada prueba de ADN. CONSIDERANDO: Primero.-
Que, la doctrina ha conceptuado el debido proceso como un derecho humano o fundamental
que asiste a toda persona por el sólo hecho de serlo, y que la faculta a exigir al Estado un
juzgamiento imparcial y justo ante un Juez responsable, competente e independiente, toda vez
que el Estado no solamente está en el deber de proveer la prestación jurisdiccional a las partes o
terceros legitimados, sino a proveerla con determinadas garantías mínimas que le aseguren tal
juzgamiento imparcial y justo, en tanto que el debido proceso sustantivo no sólo exige que la
resolución sea razonable, sino esencialmente justa; Segundo.- Que, conforme se desprende de
la revisión de los actuados, don Luis Estuardo Bueno Castillo interpone la presente demanda
negando la paternidad del menor José Manuel Bueno Beltrán que le atribuye doña Hortensia
Isabel Beltrán Aguilar, y que ha sido consignada por ésta última en la partida de nacimiento del
aludido menor nacido el veintitrés de septiembre de mil novecientos noventa y siete, conforme
aparece de la instrumental de fojas trece, precisando que con motivo de la prueba pericial de
ADN actuada en el proceso de Alimentos signado con el número mil doscientos tres – noventa y
nueve seguido entre las mismas partes, se ha concluido en un resultado positivo para su
persona; sin embargo, refiere que la misma se ha llevado a cabo con una serie de
irregularidades, pues la toma de muestras no se ha efectuado por el profesional encargado, no
habiéndose producido además la ratificación del informe pericial por la empresa encargada,
menos se ha efectuado un debate para aclarar el informe y las dudas que el mismo representa.
Tercero.- Que, el Juez de la causa, al expedir sentencia, ha declarado la improcedencia de la
demanda sustentada en que el actor no tiene legitimidad para obrar toda vez, que no puede
negarse o impugnar la paternidad de un hijo que no ha reconocido, al no darse ninguno de los
supuestos que prevén el Código Civil. Cuarto.- Que, el Colegiado Superior, absolviendo el grado,
ha declarado nula la referida sentencia, concluyendo que si bien el actor no ha efectuado el
aludido reconocimiento, está perfectamente legitimado para accionar, debido a que se ha
consignado y atribuido en la partida del menor la condición de padre, para lo cual inaplica el
artículo cuatrocientos del Código Civil(NE-1), en relación al plazo para interponer este tipo de
demandas, agregando que la pericia actuada en el proceso de alimentos, carece de eficacia por
no haberse efectuado de conformidad con lo que dispone el artículo doscientos sesenta y cinco
del Código Procesal Civil. Quinto.- Que, antes de analizar si se ha desnaturalizado la acción de
impugnación de paternidad, y como tal de los numerales trescientos noventa y trescientos
noventa y uno del Código Civil, es necesario hacer algunas precisiones en relación al acto de
reconocimiento de un hijo. Sexto.- Que, las doctrinas más recientes consideran que el
reconocimiento es un acto jurídico que consagra la aceptación voluntaria del hijo como tal por
uno o ambos padres; tratándose de hijos extramatrimoniales, es un acto jurídico facultativo,
esto es, voluntario, toda vez que nadie puede ser obligado a manifestar libremente su voluntad
de declararse padre o madre de un determinado hijo, con la única limitación que cuando el
padre o la madre lo hacen por separado, no pueden revelar el nombre de la persona con quién
hubiera tenido el hijo, así lo establece el artículo trescientos noventidós del Código Civil;
Séptimo.- Que, el acto de reconocimiento por regla general tiene las siguientes características;
a) es un acto de carácter personal, porque nadie más que el padre o la madre pueden afirmar la
existencia de un lazo de filiación con el hijo que reconoce, aun cuando por excepción puede
efectuarse mediante poder especial, o por los abuelos, o ciertos casos de incapacidad y de
ausencia; asimismo, b) es unilateral, desde que no requiere de la aceptación expresa del hijo
reconocido, excepto si es mayor de edad, c) es individual, pues solo liga al padre que reconoce
con el hijo reconocido, aun cuando proceda efectuarse en forma conjunta por ambos, d) es
formal toda vez que requiere de ciertas formalidades, así la ley en el numeral trescientos
noventa del Código Civil dispone que: “El reconocimiento se hace constar en el registro de
nacimiento, en escritura pública o en testimonio” y finalmente; e) es un acto irrevocable, toda
vez que no puede dejarse sin efecto una vez verificado el acto, lo que se funda en su naturaleza
declarativa sino en una razón moral y de seguridad jurídica. Octavo.- Que, si el acto de
reconocimiento no coincide con la realidad biológica, cabe la impugnación por el propio hijo, por
el padre o la madre que no intervino en dicho acto o por cualquier persona que tenga interés en
hacerlo, en tal virtud, dicha impugnación tiene por objeto contrariar o refutar un
reconocimiento, lo que implica discusión o debate judicial para enervar sus efectos. Noveno.-
Que, de la lectura de los numerales trescientos noventa y trescientos noventa y uno del Código
Civil, fluye que el acto de reconocimiento debe constar necesariamente en un documento, esto
es, ya sea en el acta de nacimiento o escritura pública o testamento, y resulta ser un acto formal
y expreso por la persona que lo hace, por lo que, es evidente que al demandar la negación de la
paternidad se ha efectuado en contravención a lo normado en las disposiciones antes glosadas,
toda vez que aun cuando se haya consignado el nombre del actor en la partida de nacimiento
del menor de fojas trece, ello no constituye un reconocimiento en sí, tanto más, si el sujeto
activo en este tipo de procesos lo constituye el padre o la madre que no interviene en él (acto
de reconocimiento), el propio hijo o por sus descendientes si hubiera muerto y por quienes
tengan interés legítimo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo trescientos noventa y cinco,
razón por la que se configura la causal de contravención propuesta. Décimo.- Que, el artículo
ciento noventa y ocho del Código Procesal Civil, regula lo que en doctrina se conoce como la
prueba trasladada, que no es sino aquella admitida y practicada en un proceso y hecha valer en
otro, verificándose que en el proceso número mil doscientos tres – noventa y nueve sobre
Alimentos seguido entre las mismas partes, cuyas copias certificadas corren de fojas doscientos
cinco a doscientos cuarenta y cuatro, se dispuso en la audiencia única la actuación de la prueba
pericial de ADN por parte de la juzgadora, verificándose la toma de muestra a fojas doscientos,
cuyo informe pericial corre a fojas doscientos veintisiete de autos, en la que se concluye que la
paternidad del actor sobre el menor hijo de la codemandada está demostrada con los referidos
análisis realizados. Décimo Primero.- Que, si bien, en el caso de autos, al tratarse de una prueba
pericial debe cumplirse el trámite que establece el numeral doscientos sesenta y cinco del C digo
Procesal Civil, de conformidad con lo dispuesto en el numeral ciento noventa y ocho del citado
cuerpo legal, para otorgar la validez de la prueba que reconoce la norma adjetiva, la misma debe
constar en copia certificada y haber sido actuada con conocimiento de la parte contraria contra
quién se invocan, presupuestos que se cumplen en el caso de autos, al haberse anexado a los
autos copias certificadas de la prueba de ADN que corre a fojas doscientos veintiséis a
doscientos treinta, siendo evidente el conocimiento del hoy demandante, quién ha tenido que
acceder a la toma de muestras conforme consta del acta que en copia certificada corre a fojas
doscientos veintiséis, por tanto, corresponde que sea evaluada por el juzgador al momento de
resolver la controversia. Décimo Segundo.- Que, finalmente respecto a la inaplicación del plazo
a que se contrae el numeral cuatrocientos del Código Civil, es del caso precisar que el fallo hace
referencia no sólo a la Constitución y a las normas internacionales que garantizan y reconocen el
interés superior del niño, y es en dicho sentido que se han emitido las ejecutorias supremas
invocadas en la resolución cuestionada. Décimo Tercero.- Que, mayor abundamiento, no se
puede perder que el propio actor ha solicitado vía acción judicial la Exclusión de Nombre
conforme aparece del folio quince del acompañado, demanda que ya sido admitida según fluye
de la resolución de fojas quince, del citado proceso. Décimo Cuarto.- Que, en consecuencia, es
evidente que se ha configurado la causal de contravención denunciada y corresponde amparar
el recurso de conformidad con lo dispuesto en el numeral trescientos noventa y seis del acotado
Código Procesal; por cuyas razones: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a
fojas trescientos setentisiete por Hortensia Isabel Beltrán Aguilar; CASARON la resolución de
vista de fojas trescientos cincuenta, del veintiuno de junio del año dos mil seis; ORDENARON
que la Sala expida nueva resolución con arreglo a las consideraciones precedentes;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Luis Estuardo Bueno Castillo contra Hortensia Isabel Beltrán
Aguilar, sobre negación de paternidad; y los devolvieron; Vocal Ponente señor Castañeda
Serrano.- SS. TICONA POSTIGO, PALOMINO GARCÍA, MIRANDA CANALES, CASTAÑEDA SERRANO,
MIRANDA MOLINA.
El vínculo jurídico de filiación extramatrimonial paterna puede establecerse de dos formas:

i) en primer lugar, está el reconocimiento por parte de padre, el cual, como señala la casación,
es un acto jurídico unilateral y voluntario; y,

ii) por otro lado, ante la ausencia del primero, tenemos la declaración judicial de paternidad
extramatrimonial, la cual se declara, entre otros casos, cuando se acredite el vínculo parental
entre el presunto padre y el hijo a través de la prueba de ADN u otra de igual o mayor certeza
científica.

Lo que ha suscitado en este caso, no se ajusta a ninguno de los supuestos anteriormente


descritos, pero es algo que pasa muy a menudo. Se trata de una madre que ha consignado el
nombre del supuesto padre en la partida de nacimiento de su hijo. Dicha anotación no es una
expresión de voluntad del padre, ya que no existe ninguna declaración de su parte en ese
sentido, simplemente es una anotación que no tiene ningún efecto jurídico. El nombre en
consecuencia, corresponde en principio, de la relación filial del padre y la madre con el menor,
así lo ha establecido el artículo 20º CC cuando señala que al hijo le corresponden el primer
apellido del padre y el primero de la madre. Quiere decir que, como regla, primero se debería
establecer la filiación para que, consecuentemente, se establezca el nombre del hijo que refleja
dicho vínculo filial. Lamentablemente, bajo dicha regla se impide que muchos menores puedan
ser inscritos con el apellido de sus padres, cuando no existe un reconocimiento o una
declaración judicial de paternidad previa que lo permita. Al respecto, el artículo 392º del Código
Civil (en adelante CC) señalaba que “Cuando el padre o la madre hiciera el reconocimiento
separadamente, no puede revelar el nombre de la persona con quien hubiera tenido el hijo.
Toda indicación al respecto se tiene por no puesta.” Bajo la vigencia de esta norma se prohíba,
para el caso de filiación extramatrimonial, que se señale como supuesto padre a cualquiera que
no estuviera presente para hacer su reconocimiento. Incluso, en caso se inobservé la norma,
consignando el nombre del supuesto padre sin que este haya declarado, se entendía como no
puesto y, además, no generaba ningún efecto jurídico. Dicha norma fue modificada con la
dación de la denominada Ley de Derecho al Nombre- Ley No. 27048 del 5 de abril de 2006 - que
derogó el artículo 392º, anteriormente citado, y modificó el artículo 21º del CC, el que hoy
señala lo siguiente: “Cuando el padre o la madre efectúe separadamente la inscripción del
nacimiento del hijo nacido fuera del vínculo matrimonial, podrá revelar el nombre de la persona
con quien lo hubiera tenido. En este supuesto, el hijo llevará el apellido del padre o de la madre
que lo inscribió, así como del presunto progenitor, en este último caso no establece vínculo de
filiación.” Dicha modificación busca que los niños nacidos fuera del matrimonio tengan la
posibilidad de contar con sus dos apellidos a pesar de que uno de los progenitores niega la
filiación. Sin embargo, el otorgamiento del apellido, al igual que la norma anterior, no implica la
existencia de una relación filial, la cual se determinará posteriormente en un proceso judicial.
Asimismo, se le da la posibilidad al supuesto padre de solicitar la exclusión de su nombre de la
partida en un proceso sumarísimo, si se demuestra la usurpación de nombre al que hace
referencia el artículo 28º CC. Cabe señalar que, según la jurisprudencia, la exclusión del nombre
del supuesto padre no acarrea la modificación del nombre del menor, pues este es un atributo
de la personalidad del que no puede ser despojado sin causarle grave daño (1). Bajo la nueva
regulación no queda muy claro si para que proceda la exclusión del nombre del supuesto padre
basta demostrar que la partida no está firmada por él y, además, no existe resolución judicial
que haya declarado la paternidad o si el padre debe probar que no existe parentesco entre el
menor y él, con lo cual se estaría volteando la carga de la prueba de paternidad. Al respecto,
considero que si el conflicto se resuelve vía proceso sumarísimo, no se puede determinar la
paternidad en dicho proceso pues dicha declaración se hace en un proceso de conocimiento, lo
que determina que el supuesto padre retire su nombre por el simple hecho de no haber firmado
la partida. Con las modificaciones dadas, si bien se resguarda el derecho al nombre, un nombre
ficticio que no refleja necesariamente una relación filial, no se ha solucionado el problema
principal que es facilitar las declaraciones de paternidad. Lo cual no solo brinda un nombre, sino
que realmente contribuye con la identidad del niño que tiene derecho a que se determine quién
es su padre y su madre. Lamentablemente, para lograr una declaración de paternidad se debe
pasar un proceso largo y engorroso por lo que muchas madres solteras prefieren el día de hoy
demandar por alimentos, sin pedir la declaración de filiación, a pesar de contar con una prueba
fehaciente como lo es la prueba de ADN. Lo que genera que se otorgue al menor el derecho a
una pensión alimentaría -bajo el régimen del hijo alimentista- sin ser reconocido como un hijo
real ni tener los derechos de estos. Consideramos, que luego de la implementación de la prueba
de ADN, una prueba que se puede realizar de forma rápida y tiene una altísima precisión
científica, no tiene sentido continuar con la figura de hijo alimentista. Sin embargo, ante la
existencia de un proceso extremadamente largo, como es el de declaración de paternidad, se ha
tenido que seguir manteniendo está figura, incluso en los caso, como el que estamos analizando,
en el que existe una prueba de ADN que arrojó un resultado positivo. Finalmente creemos que
junto a la implementación de la prueba de ADN se debió realizar las modificaciones necesarias
para que un proceso de filiación sea expedito y bajo el cual verdaderamente se ampare, entre
otros derechos, el derecho constitucional a la identidad.

SIN QUE EL ESPOSO HAYA NEGADO PATERNIDAD

Padre biológico puede reconocer a hijo de mujer casada

La Corte Suprema reconoció que la paternidad de un menor de edad correspondía a una


persona distinta al esposo de la madre, pese a que este no negó al hijo. Para ello inaplicó los
artículos 396 y 404 del Código Civil en un proceso de impugnación de paternidad iniciado por el
padre biológico. De esta manera tuteló el derecho a la identidad de un menor de edad sobre la
base del interés superior del niño.

La Corte Suprema declaró que un menor de edad no es hijo del esposo de la madre, sino de
un tercero. Y lo hizo sin que el marido haya negado la paternidad del menor, como lo exige
el Código Civil.

Dicho código reconoce la denominada “presunción de paternidad”, por la cual, el hijo nacido
durante el matrimonio tiene por padre al marido (art. 361). Es por eso que los artículos 396 y
404 del Código Civil establecen que el hijo de mujer casada no puede ser reconocido por el
padre biológico sino después de que el marido lo hubiese negado y obtenido sentencia
favorable.

Pese a ello, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema (Casación N° 2726-2012-DEL


SANTA), consideró que, por encima de dicha regulación, lo que está en juego es la
identidad biológica del menor. En ese sentido, precisó que las medidas a aplicar para definir
su filiación deben ser interpretadas conforme al principio de interés superior del menor.

Derecho a la identidad del menor prevalece sobre la presunción de paternidad


El Colegiado señaló que si bien la presunción de paternidad para los hijos nacidos dentro
del matrimonio es una regla de carácter imperativo, esta no es de fuerza absoluta,
admitiéndose prueba en contrario.

Concluye, en ese sentido, que “el presupuesto de la previa negación de paternidad para la
declaración judicial de paternidad extramatrimonial, en los casos nacidos dentro del
matrimonio [artículos 396 y 404 del Código Civil], limita el derecho no solo del padre
biológico, sino que contraviene el derecho fundamental a la identidad del menor, quien por
ley y mandato constitucional el Estado está en la obligación de proteger”.

Bajo estas consideraciones, declaró fundado el recurso de casación y nulo el auto de vista.
Confirmó, de esta forma, la sentencia que estimó en primera instancia la demanda de
impugnación de reconocimiento de paternidad interpuesta por un padre biológico contra la
madre y el padre legal de una niña.

El caso concreto

El padre biológico de una menor de edad interpuso demanda de impugnación de


reconocimiento de paternidad contra la madre y el padre legal de su menor hija,
adjuntando como medio probatorio una prueba de ADN. Esta nació dentro del matrimonio
entre estas dos últimas personas, por lo que su filiación operó bajo la presunción de hijo
matrimonial.

La primera instancia declaró fundada la demanda, sin embargo, la segunda la declaró


improcedente. Esto porque, según el ordenamiento jurídico, el presunto padre biológico de
una menor de edad carece de interés para obrar para postular un proceso sobre
impugnación de reconocimiento de paternidad. Solo el padre legal o su representante legal
(madre) detentan dicha prerrogativa.

Por su parte, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema declaró nulo el auto de vista,
estimando la demanda presentada por el padre biológico. Para ello, no solo inaplicó los
artículos 396 y 404 del Código Civil sino que evaluó los informes psicológicos de la
menor y el estado constante de familia de la niña con el padre biológico y la madre
(los tres conviven y hacen vida familiar).
Impugnación de reconocimiento de paternidad extramatrimonial.

Puede impugnarse tanto por falta de veracidad biológica como por vicio de la voluntad,
respetándose los plazos y legitimación establecidos en el art. 141 C.C.

Impugnación de reconocimiento de paternidad extramatrimonial. Reconocimiento de


complacencia. Cuestión acerca de si el reconocimiento determinante de una filiación no
matrimonial no es impugnable por falta de veracidad biológica o únicamente por vicio de
consentimiento. Postura jurisprudencial: evolución. Puede impugnarse tanto por falta de
veracidad biológica como por vicio de la voluntad, respetándose los plazos y legitimación
establecidos en el art. 141 del Código Civil. El plazo de caducidad para el ejercicio de la acción es
de cuatro años.

PRIMERO. Resumen de los hechos probados.

1º El 4 de septiembre de 1998, D. Juan Miguel había reconocido al hijo de la Sra. Celsa , que en
aquel momento contaba con 9 años de edad, puesto que había nacido el 15 de julio de 1991.
Dos años más tarde, D. Juan Miguel contrajo matrimonio con la madre Dª Celsa .

2º El 22 marzo 2005, Dª Celsa presentó demanda de separación, dictándose medidas


provisionales. D. Juan Miguel presentó demanda impugnando la paternidad frente a su esposa
y al hijo D. Balbino , el 29 marzo 2005; en ella ejercitó la acción “de impugnación de la filiación
y/o nulidad del reconocimiento de filiación paterna”.

En la contestación a la demanda, se ejercitó, entre otras, la excepción de caducidad de la acción,


además de la oposición al fondo de la demanda.

3º La sentencia del Juzgado de 1ª Instancia e instrucción nº 4 de Ferrol, de 23 febrero 2007 ,


desestimó la demanda por apreciar la concurrencia de caducidad de la acción. El juez entiende
que: a) de los hechos narrados se deduce que nos encontramos ante un reconocimiento de
complacencia, en el que “el problema radica en determinar cómo puede impugnarse dicho
reconocimiento” ; b) después de exponer las diferentes alternativas en base a la doctrina de los
actos propios, la verdad biológica y la definición de la naturaleza del reconocimiento como acto
unilateral, personalísimo, formal e irrevocable, recoge la doctrina de esta Sala y concluye que
“[…] debe estimarse la filiación impugnada como matrimonial, debiendo estimarse la excepción
alegada de caducidad de la acción por haberse interpuesto la misma habiendo transcurrido en
exceso el plazo legal para ello”.

4º Apeló el demandante. La sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña, sección 3ª, de 23


febrero 2007, desestima el recurso de apelación. La sentencia centra el asunto de la siguiente
forma: “el problema primero a dilucidar en este asunto litigioso, es determinar si el que
reconoce una filiación extramatrimonial, ante el encargado del Registro civil, puede retractarse
posteriormente del reconocimiento”; b) “la única impugnación que cabe es la reconocida en el
Art. 141 CC y precisa: 1º Que haya sido realizada con error, dolo, violencia o intimidación, y 2º
Que no haya caducado; caducidad que se produce al año del reconocimiento o desde que cesó
el vicio del consentimiento[…]. En el caso que nos ocupa, no solo no se ha intentado justificar
ninguno de dichos vicios del consentimiento, sino que además, ha transcurrido el plazo de
caducidad”.
5º D. Juan Miguel interpone recurso de casación, al amparo del Art. 477, 2, 3º LEC, por interés
casacional. Fue admitido por auto de 18 noviembre de 2008.

SEGUNDO. Se van a examinar conjuntamente los dos primeros motivos. El Primer motivo
atribuye a la sentencia recurrida la infracción, en concepto de interpretación errónea y
consecuente aplicación indebida, del Art. 141 CC, en relación con el Art. 138 CC, así como la
infracción por interpretación errónea y consecuente inaplicación del Art. 140.1 CC y lo que
fundamenta el interés casacional del recurso, pues las sentencias no abordan la cuestión
planteada en este debate. Cita la sentencia de 27 mayo 2004. Dice que se pretende impugnar
una filiación que no está de acuerdo con la realidad y no el reconocimiento en sí, para seguir la
doctrina de la Sala en orden a dar prioridad a la verdad biológica. El Segundo motivo denuncia la
inaplicación del Art. 140.1 CC , pues las sentencias recaídas en este pleito han obviado que dicho
artículo es la base de la acción ejercitada y con ello no han entrado en la cuestión de fondo,
pues la acción del Art. 140.1 CC carece de plazo de caducidad para su interposición, con cita de
la STS de 28 abril 1994 .

Ambos motivos se desestiman .

Antes de entrar a examinar los argumentos del recurrente, hay que puntualizar el objeto del
recurso, que, en definitiva es el del proceso, es decir la impugnación de un reconocimiento de
conveniencia. La pregunta que se plantea en el presente recurso es si el reconocimiento
determinante de una filiación no matrimonial no es impugnable por falta de veracidad biológica,
sino únicamente por vicio de consentimiento.

TERCERO. La falta de una línea constante en la resolución de estos problemas en las sentencias
de esta Sala puede ser la causante del planteamiento de varios litigios, en los que es posible
citar como apoyo sentencias distintas de la Sala, siempre en el tema de los llamados
reconocimientos de conveniencia. Ciertamente, esta situación puede ser debida a que tampoco
la regulación legal hace referencia a los efectos de estos reconocimientos, que no se contemplan
en la regulación del Código civil y tampoco en la ley 25/2010, del Libro II del Código civil catalán.

Entre los diversos supuestos que se han planteado a esta Sala en relación a este tema hay que
destacar el problema relativo a si se aplica el Art. 140 CC a hijos reconocidos antes del
matrimonio de sus padres, aunque después éstos hubieran contraído matrimonio, adquiriendo
así la condición de hijos matrimoniales, es decir, cuál es la regla de impugnación que debe
aplicarse.

A) En contra de la impugnación, se pronuncian las siguientes sentencias:


– La sentencia de 28 de marzo de 1994 dijo que debía aplicarse el Art. 140 y reconoció
legitimación activa al padre con independencia de la posesión de estado.

– En la sentencia de 14 julio 2004 , los recurrentes invocaban el Art. 141 CC . Hubo un


reconocimiento libre y voluntario, después de contraer matrimonio con la madre y aceptando
que la reconocida no era hija biológica. Se dice que lo que late en la demanda es un intento de
revocar el reconocimiento y disponer así del estado civil. Dice la sentencia que las razones
alegadas para no aplicar la caducidad “no son suficientes ni válidas para apartarse de un
régimen legal que es preciso respetar por atender al interés del hijo tal y como el legislador ha
considerado más conveniente protegerlo” .

-En cambio, la sentencia de 14 junio 2004 estima los motivos de impugnación en un caso de una
menor nacida dentro de los 180 días siguientes al matrimonio después de haberse demostrado
la esterilidad del marido de la madre: ” Ambos motivos, cuyos argumentos esenciales se han
expuesto, se estiman. En el caso litigioso estamos en presencia del nacimiento del menor
durante el matrimonio, pero dentro de los ciento ochenta días siguientes a su celebración, que
es el supuesto previsto y regulado en el art. 117 Cód . civ. y en el que el ex-marido no pudo
lógicamente destruir la presunción de paternidad matrimonial mediante su declaración
auténtica en contrario, debido a que estaba incurso en las dos excepciones que en el citado
precepto imposibilitan el desconocimiento de la paternidad. La filiación matrimonial se asienta
en reconocimientos de la misma por el actor, como puede apreciarse de la exposición de los
hechos probados en que se basan las fundamentaciones de los dos motivos. Así las cosas, no
puede aceptarse el criterio de la sentencia recurrida, que estimó caducada la acción de
impugnación de la paternidad matrimonial por aplicación del art. 136 , cuando el que debió
serlo es el art. 138, inciso primero. Según su texto, existen reconocimientos que determinan
conforme a la Ley una filiación matrimonial, y la sentencia de esta Sala de 20 de junio de 1.996
declaró que ello implicaba la remisión, entre otros preceptos, al art. 117 . “.

B) A favor de la impugnación se encuentran las sentencias que cita en su motivo el recurrente.


La sentencia de 27 mayo 2004 trataba de un supuesto parecido al que nos ocupa en este recurso
de casación, en una filiación matrimonial por posterior matrimonio del padre reconocedor con
la madre efectuado antes de casarse. Se admitió el recurso, declarando la nulidad del
reconocimiento, por aplicación del Art. 140 CC , porque entiende que “lo que deja expuesto
autoriza a que el Art. 140 , al referirse expresamente a la filiación no matrimonial, se está
proyectando a los hijos nacidos sin que los padres se hubieran casado, como a los nacidos antes
del matrimonio y no resultan hijos biológicos[…] incluyéndose en el concepto de progenitor a
quien formal mente figura como tal, ya lo sea por reconocimiento o por otro título […]”.
– La sentencia de 12 julio 2004 y con apoyo en la antes citada de 27 mayo de 2004 , considera
que un reconocimiento de este tipo no respeta la primacía de la verdad biológica, que se dice
exigida en el Art. 39 CE , por lo que “pese a los desvíos de una conducta acorde con los modelos
de asunción de lo antes querido, […]sería una clamorosa irregularidad mantener un
reconocimiento de filiación en contra de lo así sabido por los propios interesados[…]”.

C) No es hasta las sentencias de 29 octubre 2008 y 5 diciembre del mismo año que reproduce la
anterior, que no se produce una decisión coincidente en relación con el reconocimiento de
complacencia. La sentencia de 29 octubre 2008 trata un caso de impugnación de la filiación
reconocida por el hijo de los demandantes ya fallecido. Se alega interés casacional por oponerse
a las sentencias que se citan, y se denuncia infracción del Art. 140 CC por aplicación indebida, y
del 141 CC por inaplicación. Se dice que nos hallamos ante un reconocimiento de complacencia,
cuya única causa de impugnación es el vicio del consentimiento. Los argumentos de ambas
sentencias se centran en señalar que de las sentencias de la Sala no se puede extraer “de forma
concluyente el criterio interpretativio en cuya oposición por la sentencia recurrida se resume el
interés casacional…..conduce a rechazar de manera definitiva. Es posible impugnar la filiación no
matrimonial determinada por el reconocimiento, aun siendo de mera complacencia, por falta de
correspondencia con la verdad biológica, con las condiciones de legitimación y plazo para el
ejercicio de la acción establecidos en el Art. 141 CC ”

Por tanto, aunque finalmente no se determinó cuál era el interés casacional por haberse
desestimado los recursos de casación, de las sentencias citadas en el apartado C) se pueden
extraer las siguientes conclusiones, que deben aplicarse en el recurso que nos ocupa:

1ª La filiación no matrimonial determinada por el reconocimiento puede impugnarse a través


del art. 141 CC si se demuestra que en dicho reconocimiento concurrió un vicio de la voluntad.

2ª El art. 140 CC permite también la impugnación de este tipo de filiación.

3ª En cualquier caso, deben respetarse las condiciones de legitimación y plazos para el ejercicio
de la acción establecidos en el art. 141 CC .

CUARTO. Visto lo anterior, debe responderse al recurrente que la sentencia que ha aplicado el
art. 140 CC no ha infringido la jurisprudencia de esta Sala, entendida en el sentido expresado en
el anterior Fundamento jurídico, porque es posible utilizar la vía del art. 140 CC , en cuyo caso, el
plazo de caducidad para el ejercicio de la acción es de 4 años y no se puede acusar a la sentencia
recurrida de no haber entrado en el fondo del asunto porque ha apreciado la caducidad.
El presente recurso va dirigido a hacer decir a la Sala que se ha ejercitado una acción que no
tiene plazo de caducidad, porque se denuncia la aplicación del art. 141 CC, cuando debería
haberse aplicado el 140 CC. Como ya se ha dicho, la jurisprudencia ha entendido que hay dos
vías para impugnar este tipo de filiación, según si se recurre a los vicios del consentimiento o a la
propia filiación determinada por el reconocimiento. La impugnación de la filiación no
matrimonial determinada por el reconocimiento, con fundamento en la falta de ajuste a la
realidad biológica, tiene cómoda cabida en el art. 140 CC , que por otra parte no excluye la
posibilidad de impugnar por vicio del consentimiento, como han dicho las sentencias de 29
octubre y 5 diciembre 2008 , ya citadas.

QUINTO. Tercer motivo. La infracción del Art. 140.1 ha llevado al Tribunal a no entrar en la
cuestión de fondo que es la existencia o no de posesión de estado. Hay que darle un significado
distinto al de simple inscripción paterna o materna, porque de otra forma carece de sentido el
Art. 140.1 y 2 , porque no existe acción de impugnación que no se base en una previa inscripción
registral. Alega la falta de cariño y entendimiento entre el menor de edad y el recurrente y
señala que el Art. 39 CE exige la protección de los hijos y clama contra la inexactitud de la
determinación de la paternidad.

El motivo se desestima.

La desestimación de los dos primeros motivos y la confirmación de la sentencia recurrida que


apreció la concurrencia de caducidad, impide a esta Sala entrar a examinar el presente motivo.
NEGACIÒN DE LA PATERNIDAD* (Artículo 363 del código civil)

TITULO I - Filiación matrimonial

CAPITULO PRIMERO - Hijos matrimoniales

1. Artículo 361º.- Presunción de paternidad

El hijo nacido durante el matrimonio o dentro de los trescientos días siguientes a su disolución
tiene por padre al marido.

2. Articulo 36

2º.- Presunción de hijo matrimonial

El hijo se presume matrimonial aunque la madre declare que no es de su marido o sea


condenada como adultera.

3. Artículo 363º.- Negación de la paternidad

El marido que no se crea padre del hijo de su mujer puede negarlo:

a) Cuando el hijo nace antes de cumplidos los ciento ochenta días siguientes al de la celebración
del matrimonio.

b) Cuando sea manifiestamente imposible, dadas las circunstancias, que haya cohabitado con su
mujer en los primeros ciento veintiún días de los trescientos anteriores al del nacimiento del
hijo.c)

Cuando está judicialmente separado durante el mismo período indicado en el inciso 2; salvo que
hubiera cohabitado con su mujer en ese período.d)

Cuando adolezca de impotencia absoluta.e) Cuando se demuestre a través de la prueba del ADN
u otras pruebas devalidez científica con igual o mayor grado de certeza que no existe
vínculoparental. El Juez desestimará las presunciones de los incisos precedentescuando se
hubiera realizado una prueba genética u otra de validez científicacon igual o mayor grado de
certeza.(*)(**
LA NULIDAD O ANULABILIDAD DE RECONOCIMIENTO DE UN HIJO

I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:a. ¿La demanda de nulidad y anulabilidad de


reconocimiento de un hijo es competencia de los juzgados civiles o juzgados de
familia? b. ¿Es correcto demandar ambas pretensiones de naturaleza civil, por
cuanto, de conformidadcon el artículo 395 del Código Civil, está prohibido la
revocación del reconocimiento de un hijo?II. CASOS.Primer Problema:Gustavo, un
hombre de buena posición económica, decide reconocer al hijo de Patricia, a pesar
que no es suyo, con la promesa de la madre que presionará al verdadero padre para
que loreconozca. Sin embargo el tiempo pasa, y no se materializa la promesa
otorgada. En vista deello, Gustavo, con ayuda de un abogado interpone una
demanda nulidad de acto jurídico sobre elacto de reconocimiento del menor, en
base al numeral 05 del artículo 219 del Código Civil(simulación absoluta) en un
juzgado civil, dirigiéndola contra la madre de éste último;interponiéndola
inicialmente ante un juzgado de familia, habiendo sido declarada improcedente, por
cuanto el artículo n° 395 del Código Civil, imperativamente niega la posibilidad de
“revocar el reconocimiento de un hijo” (Sentencia de vista n° 1420-2006 Sala
Especializada de Familia).Segundo Problema:Alfredo interpone una demanda de
anulabilidad de acto jurídico por presunto dolo en elreconocimiento ante un
juzgado civil, dirigiéndola contra Silvia (madre) y Guillermo (hijo), alhaber
reconocido como su hijo a un menor nacido dentro del matrimonio, al haberle
hecho creer la madre que el hijo que tuvo era suyo, cuando realmente no lo era.
Ésta demanda fue declaradaimprocedente en las 02 instancias de la Corte Superior
de Justicia de Lima, por cuanto, el proceso debía ser conocido por el juzgado de
familia, vía acción de negación de paternidad, por cuanto el hijo había nacido dentro
del matrimonio (Casación n° 2705-2007).Tercer Problema:Una pareja de esposos de
edad avanzada (abuelos) interpone una demanda de nulidad de acto jurídico por
simulación absoluta del reconocimiento como “hija” a su nieta, ante un juzgadocivil,
habiendo llegado hasta la Corte Suprema de la República donde se determinó
amparar definitivamente su pretensión. (Casación n° 1230-96 Huaura).III.
DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO EN QUE SE DESARROLLA EL PROBLEMA.Que existe una
gran discrepancia y confusión entre la gran mayoría de los Magistrados de
losJuzgados Civiles y Juzgados de Familia de las diversas instancias, al determinar
indistintamenteque son o no son competentes, para conocer las pretensiones de
nulidad y anulabilidad sobre elreconocimiento de un hijo, sin tener en cuenta,
realmente la naturaleza jurídica del actocelebrado por parte del supuesto padre,
dentro de las negocio jurídico, regulado por el Libro IIdel Código Civil.Esto ha
suscitado que la gran mayoría de los justiciables se sientan confundidos al
nocomprender ante que juzgado debe interponer su demanda y que pretensión
demandar cuando se presente éste tipo de controversia.
II. IV. JUSTIFICACION.

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