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Clasificación de los delincuentes segun escuela Positivista

CLASIFICACIÓN DE LOS DELINCUENTES DESDE LA PERSPECTIVA POSITIVISTA

Definición de Delincuente según la escuela Positivista:

El delincuente es un prisionero de su propia patología (determinismo biológico) o de procesos causales ajenos al


mismo (determinismo social): un ser esclavo de su herencia, encerrado en si, incomunicado de los demás, que mira
al pasado y sabe, fatalmente escrito, su futuro: un animal salvaje y peligroso.

Clasificación según Cesare Lombroso:

Fue considerado el padre de la antropología criminal. Para Lombroso, el delito no existe como tal, lo que sí existen
son delincuentes. Su principal aporte a la criminología fue su teoría del delincuente nato; esta teoría fue formulada
gracias a los resultados de más de cuatrocientas autopsias de delincuentes y seis mil análisis de delincuentes vivos.

A partir del método experimental inductivo que empleaba en hospitales, Lombroso establece que Los delincuentes
con delitos graves en común tienen taras genéticas. Como ser:

• protuberancia en la frente.

• pómulos salientes.

• ojos achinados.

• protuberancias en el cráneo.

Ademas Lombroso Distinguía siete grupos de delincuentes:

1. El criminal Nato (Atávico):

Lombroso al examinar distintos delincuentes, llegó a una conclusión de que el criminal no es un hombre común si no
que por sus característicos rasgos morfológicos y psíquicos, constituye a un tipo especial. Este criminal según
Lombroso presenta signos de inferioridad orgánica y psíquica como:

Menor capacidad craneana.

Mayor diámetro bizigomático.

Gran capacidad orbitaria.

Escaso desarrollo de las partes anteriores y frontales.

Contrastando con el gran desarrollo facial y maxilar (pragmatismo).

La insensibilidad moral y la falta de remordimientos.

La imprevisión en grado portentoso.

Una gran impulsividad

2. Delincuente Loco Moral:

Según Lombroso es el Estado psicopatológico que impide o perturba la normal valoración de la conducta desde el
punto de vista moral, pero dejando subsistente la capacidad cognoscitiva y volitiva. La descripción que Lombroso da
de este loco moral son las siguientes:

son sujetos de peso de igual o mayor a la normal


El cráneo tiene una capacidad igual o superior a la normal, y en general no tiene diferencia con los cráneos
normales.

La sensibilidad psíquico- moral es, por lo tanto una sublimación de la sensibilidad general.

Son personas antipáticas que no conviven casi con nadie, odian con o sin motivos.

Son hábiles en la simulación de la locura.

Es muy vanidoso, es propia de los criminales natos como de los locos morales, vanidad morbosa, para ser de su
vida algo muy elegante.

Son personas bastante excitables, crueles, indisciplinados, etc.

Es excesivamente egoísta pero a pesar de eso es altruista, aunque solo sea una forma de perversión de los afectos.

3. Delincuente Epiléptico:

Individuo que sufre de epilepsia y comete a causa de esta enfermedad un delito. Generalmente cometen delitos
violentos. Una característica de estos delincuentes es que siempre utilizan armas blancas para cometer delitos
violentos. Las características en los criminales epilépticos son:

Destructividad.

Tendencia al suicidio

Cambios de humor

Amnesia

Vanidad

Doble personalidad para escribir

4. El Delincuente Loco:

El delito en éstos no es más que un episodio en su anomalía mental, es considerado criminalmente inimputable. En
esta clase de delincuentes se considera, al alcohólico y al histérico. Ademas Lombroso hace una diferencia entre los
delincuentes locos y los locos delincuentes, siendo los locos delincuentes los enfermos dementes, sin capacidad de
entender o de querer, que cometen algún crimen sin saber lo que hacen, en cambio el delincuente loco es el sujeto
que ha cometido un delito y después enloquece en prisión.

5. El Delincuente Ocasional:

A los delincuentes ocasionales Lombroso los divide en pseudo-criminales, criminaloides.

a) DELINCUENTES PSEUDO-CRIMINALES

Están constituidos en los siguientes subgrupos:

1) Aquellos que cometen delitos involuntarios, que no son reos a los ojos de la sociedad y de la antropología, pero
no por eso son menos punibles.

2) Los autores de delitos, en los cuales no existe ninguna perversidad, y que no causan ningún daño social, pero que
son considerables ante la ley, y aunque no parezcan para nosotros delitos lo son, algunos se cometen por necesidad
o por dura necesidad.
3) Los culpables de hurto, de incendio, heridas, duelos, en determinadas circunstancias extraordinarias, como la
defensa del honor, de la persona, de la subsistencia de la familia etc.

4) Se encuentran también en los delitos de falsedad.

b) CRIMINALIODES

1) Son aquellos en que un incidente los lleva al delito, sujetos con cierta predisposición, pero que no hubiera llegado
al delito de no haberse presentado la oportunidad, la ocasión hace al ladrón.

2) La imitación.

3) La cárcel como esta ahora es la ocasión para asociarse al crimen.

4) Finalmente están los que son apresados por engranajes de la ley.

6. Delincuentes Pasionales:

Para Lombroso un delincuente pasional no puede ser un delincuente loco, tampoco tiene aspectos atávicos, ni
epilepsia, ni locura moral, por lo tanto tiene que ser un sujeto con otras características, y estas son:

1) Rareza (5 a 6 %) entre los delitos de sangre.

2) Edad entre 20 y 30 años

3) Sexo: 36 % de mujeres, el cuádruple de los demás delitos

4) Cráneo sin datos patológicos.

5) Belleza de la fisonomía, casi completa ausencia de caracteres, que se notan tan frecuente en criminales y locos.

6) A la belleza del cuerpo responde la honestidad del alma

7) Afectividad exagerada

8) Anestesia momentánea en el momento del delito.

9) Conmoción después del delito.

10) Suicidio o tentativa de este inmediatamente después del delito.

11) Confesión: al contrario de los delincuentes comunes, no oculta el propio delito, lo confiesan a la autoridad
judicial como para calmar el dolor y el remordimiento.

7. La Delincuente Femenina:

Lombroso sospechaba que las mujeres destinadas a cometer crímenes desarrollaban una fuerza inusual, en tanto
que las prostitutas se dedicaban a este comercio debido a su particular belleza. Tales planteamientos resultan
difíciles de reconciliar con la observación directa, y Lombroso, tras años de estudiar fotos de delincuentes femeninas,
de medir sus cráneos y cuantificar sus bíceps y tatuajes, se encontró prácticamente donde había empezado. Los
signos inequívocos de degeneración, como deformaciones craneales o hirsutismo simiesco, se manifestaban en muy
contadas ocasiones. Con el tiempo, Lombroso cayó en la cuenta de que las delincuentes femeninas mostraban
menor cantidad de signos de degeneración por la simple razón de que eran menos evolucionadas que los hombres.
Con lo cual, las mujeres primitivas resaltaban menos entre los restantes miembros de su sexo. Dedujo que, puesto
que las mujeres son, por naturaleza, más sumisas ante la ley que los hombres, la infrecuente criminal femenina ha
de ser genéticamente masculina. Por ende, las mujeres condenadas sufrían un doble ostracismo: el legal y el social.
Lombroso dice: “En consecuencia, esta doble excepción hace de la mujer criminal un verdadero monstruo”.
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INGENIEROS; José “Clasificación psicopatológica de los delincuentes”

Desarrolla una clasificación científica de los delincuentes fundada en su psicopatología que sostiene ser el
resultado natural del estudio clínico del carácter (anormal) de los delincuentes. La psicopatología criminal
nos muestra ciertos tipos en quienes la desadaptación delictuosa de la conducta es el resultado de
perturbaciones predominantes en alguna de las funciones psíquicas fundamentales. Ellos constituyen los
tipos puros, delincuentes por anomalías morales, por anomalías intelectuales y de la voluntad. Junto a ellos
existen tipos en quienes predominan al mismo tiempo las anomalías de dos funciones; son los tipos
combinados o compuestos. También la clínica ofrece ejemplos de individuos profundamente degenerados,
en los cuales coexisten la ausencia de sentido moral, las anomalías intelectuales y la impulsividad, su
conducta y sus actos marca el mas alto grado de inadaptabilidad social y de temibilidad, representan el tipo
completo entre los caracteres criminales.

-Delincuentes por anomalías morales: hay individuos que son incapaces de imitar la moral de su sociedad y
de adaptar su conducta a las normas usuales de la vida honesta. Los sentimientos basicos de piedad y
probidad no pueden arraigar en ellos. Son hombres que viven sin moral. Los caracterizó Lombroso como
delincuentes natos (a los que pretendió atribuirles ciertos estigmas morfológicos que con el tiempo se
consideraron comunes a otras formas de degeneración). En los amoralescongénitos la conducta delictuosa es
un resultado de profundas causas orgánicas, nacen predestinados a no adaptar su conducta a la moral del
medio en que viven. (ej. Loca moral infanticida) Ellos son excepciones en la población criminal si se los
compara con otros sujetos cuyo “sentido moral” evidentemente mediocre e inestable, ha declinado poco a
poco bajo influencias de los factores externos. Su carácter amoral es adquirido, han llegaod a formarse una
personalidad social pero las circunstancias nocivas han concurrido a plasmarlos en la malvivencia habitual,
donde su conducta se aparte de la moralidad vigente. Con frecuencia caen bajo la sanción de la ley penal
individuos cuya conducta es habitualmente honesta, ellos representan la amoralidad accidental o
perturbación transitoria del sentido moral.

Engloba los delincuentes mas intensamente degenerados de mayor temibilidad, nada o poco reformables.

-Delincuentes por anomalías intelectuales: sus actos antisociales son el resultado de sensaciones mal
interpretadas, de perturbaciones de la imaginación, de juicios inexactos, de razonamientos ilógicos, de
incoherencia de una disociación de los elementos constitutivos de la personalidad conciente. Las anomalías
pueden diferir por su origen y evolución, implicando una temibilidad diferente. En ciertos casos el delito es
producido por una afección mental congénita, de origen constitucional, la inadaptación de la conducta es el
resultado de deficiencias intelectuales que impiden al individuo adquirir una personalidad social. Con mayor
frecuencia las perturbaciones intelectuales son adquiridas, bajo la influencia de factores externos que
encuentran un temperamento dispuesto a ello. La experiencia empírica contrasta con la legislación penal,
mientras esta absuelve por irresponsables a los alienados, permitiendo muchas veces volver a la vida social a
sujetos que ya han delinquido, la practica corriente permite secuestrar preventivamente a ciertos alienados
peligrosos, anticipandose a la misma declaración civil de insania. Este problema es de los mas esencfiales
para la defensa social y su solución está en reemplazar el concepto de responsabilidad penal por el de la
temibilidad del delincuente. Esta constituido por delincuentes de degeneración mediana, con predominio de
causas adquiridas sobe las congénitas, mas o menos susceptibles de reformas, la secuestración debe tener en
cuenta su rehabilitación para volver al seno de la sociedad.

-Delincuentes por anomalías volitivas: una desproporción entre las exitaciones y las reacciones suelen
caracterizar a todos los impulsivos, su fisonomía mórbida se completa agregando que entre la exitación y la
reacción no intervienen los elementos moderadores habituales. En los impulsos congénitos la anomalía se
revela desde la infancia. El tipo más acabado es el impulsivo nato suele ser el delincente epiléptico. Causas
adquiridas durante la vida pueden modificar hondamente el carácter individual traduciendose en una pérdida
progresiva del dominio de sus propios actos. Delincuentes cuya conducta está ligeramente desadaptada a la
vida social con predominio de los factores externos u ocasionales, fácilmente reformables poco peligrosos.
- delincuentes por anomalías psiquicas combinadas: toda anormalidad afectiva, intelectual o volitiva, no se
presenta aislada, sino predominante en el desequilibrado. El delincuente nato suele tener anomalías de sus
funciones intelectuales y volitivas, el delirante homicida las tiene de su voluntad y sus sentimientos. La
combinaciónde anomalías morales e intelectuales es frecuente en los degenerados hereditarios, en las
obsesiones pasionales, etc.

La Justicia Penal negaría su propia función como órgano defensor de la sociedad si al declarar la
irresponsabilidad de un alienado peligroso le dejara abiertas las puertas de asilo para que mañana pudiera
recuperar su libertad y dar rienda suelta a tendencias antisociales repetidamente demostradas. La justicia
posee un doble fin: garantizar la seguridad social contra los individuos peligrosos y tutelar la persona de los
sujetos incapaces de adaptar su conducta a las condiciones de lucha por la vida propias de nuestro medio
social.

Actos delictuosos: en todos estos fenómenos es necesario estudiar las clases de factores para llegar a su
comprensión clara y sintética. En primer término, los factores propios del medio en que actúan el victimario
y la victima, en segundo lugar; la personalidad fisio-psiquica del delincuente en sus relaciones con el acto
delictuoso.

-problema del estado mental del delincuente ante la ley. Implica el estudio de 4 cuestiones:

- es un alienado o un hombre normal?

La ley penal no se propone clasificar caracteres psicológicos, sino defender los intereses del grupo social de
acuerdo con los cuales difiere en el espacio y evoluciona en el tiempo. Cada época, cada grupo social tiene
una moralidad y mentalidad media dentro de la cual oscilan todas las mentalidades individuales,
adaptándose a las condiciones objetivas. La tolerancia esta limitada en el terreno de aquellas catividades que
pueden ser nocivas para el grupo o algunos de sus miembros. Socialmente se considera que un individuo
está alienado cuando las diferenciaciones de su funcionamiento psiquico hacen inadaptable su conducta al
ambiente en que vive. El limite entre el desequilibrio y la locura está señalada por la capacidad o
incapacidad de adaptación al medio.

Rechaza la hipótesis del libre albedrío en que se funda el criterio de responsabilidad que preside las
disposiciones jurídicas de toda la legislación penal.

El criterio que va penetrado en todo el derecho penal en formación se aparta de la preocupación de la


responsabilidad penal para atender a la defensa social adaptada a la temibilidad de los delincuentes. La
temibilidad y la reformabilidad solo pueden inferirse del estudio del carácter de los delincuentes, en él
intervienen un elemento congénito y un elemento adquirido (su educación social). este estudio no debe ser
exacto ya que los nuevos criterios penales tienden a personalizar el estudio psicológico de los delincuentes
para individualizar la pena y servir mejor a la defensa social.

La defensa social no debe atender a la naturaleza del delito cometido sino al peligro implicado por el
hombre que la comete.

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