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INTRODUCCIÓN

Como ya lo hemos dicho en clase en repetidas ocasiones, la sabiduría


entendida desde el contexto israelita es no la acumulación de conocimientos sino,
como el arte del buen vivir basado en el temor de Dios y en la activación de las
vivencias.

El salmo 1 no es ajeno a esta realidad, como preámbulo a todo el salterio,


podemos decir, encierra todo el mensaje de los salmos y de la poesía hebrea, donde
la felicidad para el hombre va a radicar en el cumplimiento y la escucha de la ley del
Señor en contraposición al destino de los impíos (que cierran sus oídos y su vida a
la acción del Señor).

Podemos ver también en este salmo una fuerte influencia de la teología


retributiva donde el justo recibe recompensas por su piedad y los malvados son
castigados debido a su impiedad.

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SALMO 1

1 Dichoso el hombre que no sigue el consejo de impíos, ni se detiene en el


camino de pecadores, ni toma asiento con farsantes, 2 sino que se complace
en la Ley del Señor, y noche y día medita en su Ley. 3 Será como un árbol
plantado al borde de la acequia, que da fruto a su tiempo, y no se marchitan
sus hojas: cuanto hace prospera. 4 No así los impíos, no así. Son como polvo
que dispersa el viento. 5 Por ello, los impíos no se levantarán en el juicio, ni
los pecadores en la asamblea de los justos. 6 Porque el Señor vela sobre el
camino de los justos, mientras el de los impíos acaba en perdición. (EUNSA,
2007)

ALGUNOS DATOS PARA LA COMPRENSIÓN DEL SALMO

Los Salmos son composiciones poéticas, cuya finalidad es la alabanza, la


petición y el agradecimiento hacia Dios. Están contenidos dentro del Salterio (Libro
de los Salmos), y corresponden al género lírico.

Este salmo es el inaugural del libro y propone la división entre “los justos” y
“los pecadores”, presentando cuáles son las condiciones que se tienen que cumplir
para ser un justo y gracias a ello ser escuchado por la divinidad. Es conocido con el
título “El justo y los pecadores”; a través de ello presenta las dos únicas
posibilidades que existen para los hombres, de ser considerados por Dios. El título
configura una antítesis en cuanto a las características de los hombres y la cantidad;
el singular atribuido al justo puede ser considerado una hipérbole o exageración,
dando a entender lo difícil y sacrificado que es seguir la ley de Dios. (Navarra,
2010)

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El salmo se estructura en seis versículos simétricos, pues los tres primeros
se ocupan de la figura del justo y las tres siguientes del pecador, por lo que se
presentan dos momentos que son opuestos o antitéticos.

El primer momento que corresponde a la figura del justo, refiere en el primer


versículo a lo que el hombre no debe hacer; el segundo versículo presenta en forma
antitética qué debe hacer el hombre justo; y el tercer versículo, en una síntesis, cuál
es el primero que obtienen por cumplir con lo anterior.

El texto comienza con una bienaventuranza dirigida al hombre que sabe


cumplir la ley de Dios: “Bienaventurado el hombre…”. Lo que no debe hacer se
presenta a través de tres versos que configuran un paralelismo sinonímico entre sí,
porque utilizando diferentes palabras sugiere el mismo concepto que consiste en no
pecar al no compartir la vida con los pecadores. Los tres versos comienzan con una
partícula de negación “no…ni…ni…”, que al repetirse de forma idéntica producen
una anáfora, que da ritmo a los versos e intensifica la idea de negación. A su vez
esa reiteración puede considerarse un polisíndeton (reiteración de conjunciones),
que cumple la función de reafirmar la conducta de los justos como una continua
negación al mal: “no sigue el consejo de malvados/ ni se detiene en el camino de
pecadores/ ni se sienta en silla de escarnecedores…”. En la enumeración de estas
conductas aparece una gradación ascendente en los elementos asociados al mas:
“consejo-camino- silla”; el justo no sólo no escucha al pecador, sino que no sigue
su camino, su ejemplo de vida y no comparte nada con ellos. El término “camino”
puede ser considerado una metáfora de vida. (Navarra, 2010)

Esto sugiere que existe una separación total entre justos y pecadores, que
supone una marginación y discriminación hacia aquellos que no siguen la ley. Este
concepto pertenece al hombre del Antiguo Testamento, para quien quebrantar la ley
supone la pérdida definitiva de la gracia divina.

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El segundo versículo comienza con una conjunción adversativa “sino”, que
indica que el mensaje a desarrollar es opuesto a lo expresado anteriormente. Esta
oposición está relacionada con el hecho que en este segundo versículo se presenta
lo que el hombre justo hace; este siente placer, “se complace” en la ley de Dios, la
cual “medita de día y de noche”; para el justo conocer la palabrada la divinidad es
un deleite que no debe suponer sacrificio. El verbo “meditar” indica el estudio y la
reflexión que hará de la misma en todo momento de su vida. La antítesis “de día y
de noche” cumple la función de presentar el día completo, por lo que tomando en
cuenta el verbo a quien este complemento de tiempo acompaña, se puede
considerar una hipérbole o exageración, pues parece imposible vivir la vida
meditando en la ley de Dios. Esto implica que el hombre que se guía por la ley y
sigue el camino del bien, siempre va a estar protegido por la divinidad, y aún en
sueños su mente sigue cumpliendo con las reglas. (Navarra, 2010)

Cumpliendo con estas condiciones, entonces será premiado, idea que se


presenta en el tercer versículo a través de la comparación del hombre con “un árbol
plantado a orillas de un río, que produce frutos a su debido tiempo y cuyas hojas no
caen y todo lo que hace prosperará”. La imagen del árbol utilizada sugiere la idea
de fortaleza que otorga al hombre justo el cumplir con la ley de Dios. Este árbol
plantado “a orillas de un río” obtiene su fuerza del agua que le da nutrientes y vida;
de la misma forma la palabra de Dios nutre al hombre justo. Al igual que el árbol
que obtendrá frutos y por lo tanto podrá continuar su ciclo y perdurar, el hombre
perdurará en el recuerdo de los otros hombres, en el de Dios y en el de sus frutos.
El final de esa sentencia muestra la concepción del hombre hebreo que asumía que
los premios y castigos se recibían desde esta vida, por ello “todo” lo que emprenda
el hombre justo “prosperará”. En cierta medida, esta frase iniciada con el adverbio
de cantidad “todo” puede considerarse una hipérbole, que apunta a mostrar la
actitud bienhechora de Dios. (Navarra, 2010)

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El segundo momento, que refiere a los pecadores, comienza de forma
inversa al anterior momento, pues primero menciona cuál será el castigo a través
de una comparación. Los pecadores no recibirán premio porque son “como el tamo
que arrebata el viento”; el tamo es el desecho que queda del lino y no tiene ninguna
utilidad. Es un elemento opuesto o antitético al árbol, tanto por su utilidad como por
su fortaleza. A través de la comparación se sugiere que el pecador no tiene la fuerza
que otorga la divinidad y no tiene destino, siendo arrastrado por el viento de un lado
a otro. Por ese motivo “no triunfarán los malvados en el juicio, ni los pecadores en
la asamblea de los justos”. Nuevamente se insiste en la diferenciación y la
separación entre justos y pecadores, no pudiendo los últimos triunfar sobre le bien.
Estos dos versos configuran un paralelismo sinonímico, aun cuando se produce una
elipsis, omitiendo en el segundo verso el verbo, ya que no es necesario mencionarlo,
pues ambas ideas están unidas con la conjunción “ni”. (Navarra, 2010)

El triunfo del bien sobre el mal se produce por decisión de “el señor”, quien
conoce y protege el “camino” de los justos y a su vez permite que el camino de los
pecadores se destruya. En este caso el término “camino” es considerado una
metáfora, que refiere a la vida del hombre. El salmo deja claro que sólo existen dos
tipos de vida posible: la de los justos y la de los que deciden desviarse y pierden
toda oportunidad de salvación. (Navarra, 2010)

ELEMENTOS DE LA POESÍA HEBREA PRESENTES EN EL SALMO 1


1,1 Dichoso el hombre que no sigue el Paralelismo antitético interno entre la
consejo de impíos, ni se detiene en el figura del justo y la figura del malvado
camino de pecadores, ni toma asiento Paralelismo sinonímico
con farsantes Paralelismo sintético

5
endíadis “noche y día ”
1,2 sino que se complace en la Ley del paralelismo sinonímico interno (ley-
Señor, y noche y día medita en su Ley ley)
En esta estrofa continua la figura del
paralelismo al que podemos denominar
1,3 Será como un árbol plantado al como climático, pes aquí la idea de lo
borde de la acequia, que da fruto a su que podemos llamar la primera parte del
tiempo, y no se marchitan sus hojas: salmo 1 llega a su clímax con la figura de
cuanto hace prospera. prosperidad del justo. ¿Acaso nos
podemos encontrar aquí también con
una personificación metafórica?
Paralelismo antitético externo, como
continuación del verso 3, donde la
prosperidad y bienestar del justo
1,4 No así los impíos, no así. Son contrasta con el destino contrario de los
como polvo que dispersa el viento. pecadores.
Aquí también podemos observar un
símil, marcado por la presencia del
adverbio de modo “como”
En esta segunda parte del salmo 1
notamos un cambio de sujeto, si la
primera se caracteriza por la mención
primera al justo de aquí en adelante el
sujeto principal será el impío
1,5 Por ello, los impíos no se Presencia del sinécdoque, marcado
levantarán en el juicio, ni los con el trágico destino de los malvados
pecadores en la asamblea de los paralelismo sinonímico
justos

6
6 Porque el Señor vela sobre el Paralelismo antiético interno
camino de los justos, mientras el de
los impíos acaba en perdición.

TÉRMINOS CLAVES:
Justo, impío, bendición y castigo

TEOLOGÍA Y ESTRUCTURA DEL SALMO 1

En su estructura, proclama primero la dicha del hombre que sigue la Ley de


Dios (vv. 1-3), y luego, en antítesis, el fracaso de aquél que se aleja de ella (vv. 4-
6). La expresión «dichoso el hombre que…» (v. 1) se irá repitiendo hasta veintiséis
veces en los salmos, indicando la actuación con la que el hombre encontrará su
felicidad. Nuestro Señor Jesucristo proclamará definitivamente quién es el hombre
«dichoso» o «bienaventurado»: aquel que pertenece al Reino de los Cielos (cfr Mt
5,1 - 11; Lc 6,20 - 23). (EUNSA, 2007)

Sal 1,1 - 3 El hombre justo es caracterizado ante todo por su conducta,


alejada de la de quienes desprecian la Ley divina. Los términos «seguir»,
«detenerse» y «tomar asiento» indican tres estadios sucesivos de alejamiento de la
conducta recta (v. 1). El justo busca y encuentra en la Ley de Dios el criterio para
orientar su vida (v. 2). Será feliz porque tendrá éxito (v. 3). La imagen del árbol
frondoso significa la prosperidad y el bienestar.

Sal 1,4 - 6 Con el árbol firme (v. 3) contrasta la paja o el polvo de la era
dispersados por el viento, con la que se compara la vida de los impíos y los

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pecadores (v. 4). Éstos no podrán imponerse sobre los justos (v. 5) porque, en
definitiva, es el Señor quien juzga la conducta de unos y otros (v. 6). La oración de
Sal 1 invita a seguir leyendo el libro, pues «es en los salmos donde encontramos
los sentimientos de alabanza, gratitud y veneración que el pueblo elegido está
llamado a tener hacia la ley de Dios, junto con la exhortación a conocerla, meditarla
y traducirla en la vida» (II, 1993)

El Salmo consiste de tres estrofas:

Estrofa 1 (v.1-3)

Describe la vida del hombre ‘justo’, de tres maneras:

1. Lo que NO hace (v.1)

 “No anduvo…” (v.1a)


 “ni estuvo…” (v.1b)
 “ni…se ha sentado” (v.1c)

2. Lo que SI hace (v.2)

 Se deleita en la Ley de Dios (v.2a)


 Medita en la Ley de Dios (v.2b)

3. Los resultados – los frutos de esta clase de camino dan una vida
(v.3):

 Fresca (v.3a)

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 Fructífera (v.3b)
 Permanente (v.3c)
 Próspera (v.3d)

2. Estrofa 2 (v.4-5)

Describe la vida del hombre ‘injusto’, también de tres maneras (aunque


resumido):

1. ‘No permanecerán’ – “son como el tamo que arrebata el viento” (v.4)

2. ‘No serán aprobados en el juicio’ – “no se levantarán…en el juicio” (v.5a)

3. ‘No integrarán el pueblo de Dios’ – “[no estarán] en la congregación de


los justos” (v.5b).

3. Estrofa 3 (v.6)
Describe el destino final de estos dos hombres:

 Dios Cuida del Justo (v.6a)


 El ‘Injusto’ Perecerá (v.6b)

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BIBLIOGRAFÍA
EUNSA. (2007). Biblia de Navarra edicion popular . Pamplona, Navarra: EUNSA.
II, S. J. (1993). Veritatis Splendor. Ciudad del Vaticano: San Pablo.
Navarra, F. d. (2010). Libros poeticos y sapienciales Tomo II. Pamplona, Navarra:
EUNSA.

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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN .......................................................................................... 1

SALMO 1 ...................................................................................................... 2

ALGUNOS DATOS PARA LA COMPRENSIÓN DEL SALMO ..................... 2

ELEMENTOS DE LA POESÍA HEBREA PRESENTES EN EL SALMO 1 .... 5

TÉRMINOS CLAVES: ............................................................................... 7

TEOLOGÍA Y ESTRUCTURA DEL SALMO 1 ............................................. 7

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................... 10

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