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NUEVO SISTEMA DE JUSTICIA LABORAL

Introducción

Hablando en términos de Justicia Laboral, México es pionero al implementar desde


su origen de la rama en el país, modelos innovadores y vanguardistas para su
ejecución, desde su origen, en el cual se implementaron las juntas de conciliación y
arbitraje y que de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo que data de 1970 tienen
las siguientes características:

 Son órganos colegiados de integración tripartita: Están conformados por


representantes del Estado, de los trabajadores y de los patrones.
 No son tribunales: Como su nombre lo indica, son autoridades colegiadas
que resuelven los conflictos sometidos a su consideración mediante el
arbitraje. Por lo que sus resoluciones se denominan “laudos” y no sentencias.
 A pesar de que en su dinámica jurídica, formalmente, se impulsó su
autonomía; son órganos que pertenecen al Ejecutivo, ya de la federación, ya
de las entidades federativas.
 La jurisdicción entre éstas se divide precisamente en: federal y local.

También la misma Ley estableció la organización de dichas juntas quedando


compuesta por 33 de la siguiente manera:

 La Junta Federal
 Las 32 Juntas Locales distribuidas para cada una de las 32 entidades
federativas y en la Ciudad de México

Orgánicamente estas Juntas cuentas con su propio reglamento, establecen los


organismos que las auxiliarán. De manera ordinaria, el pleno de la junta, con su
Secretaría General, instalan juntas especiales, divididas por espacios geográficos o
materias. Las juntas especiales son aquéllas que, de manera general, conocen de
manera directa de los conflictos.

Gráficamente, esta estructura se representa de la siguiente forma:


Figura 1. Estructura del pleno de la junta de conciliación y arbitraje

Antecedentes y contexto de la reforma constitucional del nuevo sistema

Como ya se expuso, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, está


fue de las primeras en el mundo en incursionar en los llamados “Derechos de
Segunda Generación”, derechos que hacen referencia de manera tácita a los
derechos sociales.

Para tal efecto, hubo un congreso constituyente, que sin lugar a duda y dado en el
contexto social y político del país en que se desarrolló, la legislación en la materia
tuvo como primicia la de considerar a los sectores sociales más vulnerables al
integrarse personas de gran trascendencia social derivada de sus trayectorias
revolucionarias más que por abogados y políticos de carrera.

No obstante esto último y con la finalidad de sentar bases objetivas que garantizarán
observaciones mínimas, las actividades legislativas siempre se realizaron en el
marco del artículo 123.

Y fue así como se constituyeron los órganos que atenderían las problemáticas de
los trabajadores, pero siempre persiguiendo la instauración de un equilibrio social a
pesar de la desigualdad de las partes.
Y fue así como con la firma de un pacto federal que tuvo como marco la Constitución
de 2917 que, el país se encamino hacia un proceso de pacificación permitiendo a
diversos grupos deponer las armas y así entrar en una dinámica de dialogo
constructivo y un proceso de industrialización para la reconstrucción nacional en las
décadas siguientes.

Y bajo este mismo espíritu, el gobierno federal expone en 2016 una reforma en el
contexto de la reforma dictada en el 2012 que abrió paso a la modificación más
ambiciosa nunca antes realizada a la Ley Federal del Trabajo desde su creación.

Factores políticos, económicos, sociales y de producción que justifican su


elaboración.

Todo cambio estructural en materia de políticas públicas siempre obedece a


necesidades que los gobiernos tienen la necesidad de detectar, a partir de esta
detección es que instrumentan primeramente las iniciativas por parte del ejecutivo
para que, en el caso de los países democráticos, sean discutidas y legisladas en las
cámaras de representantes que componen al poder legislativo y así finalmente sea
el poder judicial quien avale dichos cambios o reformas.

En el contexto de la REFORMA LABORAL, y tras su análisis podemos determinar


los distintos factores que originaron el cambio, y es aquí donde podemos partir de
que “El principal objeto del Estado (Gobierno) es el de perseguir el bien común de
la sociedad y de todos y cada uno de sus integrantes” y partiendo de este argumento
como base y con fundamento en la creación la carta magna en 1917 y su primer
reforma datada en 1970, podemos decir que el Estado mexicano ha carecido de ese
interés y dejado de lado el bien común de sus gobernados en materia laboral.

Este argumento toma forma cuando partimos del hecho de que el sistema de justicia
laboral fue creado bajo un contexto completamente diferente al que actualmente se
vive en el país, y este rezago permitió incentivar, por parte de los empleadores, que
los derechos laborales de los trabajadores optarán por pisotearlos y transgredirlos
de manera sistémica y deliberante generando en el trabajador el desincentivo y así
estos se desistan de los reclamos correspondientes.
Asimismo, el sistema de justicia laboral ha dejado a los empleadores inmersos en
una maraña de artículos que dificultan en todos los casos la impartición de justicia,
esto como resultado de la composición de la Junta de Conciliación y Arbitraje que
es tripartita y favorece sustancialmente el corporativismo y al sindicalismo.

De estos puntos y en resumen, el ejecutivo federal argumento a manera de


justificación para llevar a cabo la reforma laboral lo siguiente:

 El marco jurídico laboral ha quedado rebasado ante las nuevas


circunstancias demográficas, económicas y sociales.
 La legislación actual no responde a la urgencia de incrementar la
productividad de las empresas y la competitividad del país, ni tampoco a la
necesidad de generación de empleos.
 Subsisten condiciones que dificultan que en las relaciones de trabajo
prevalezcan los principios de equidad, igualdad y no discriminación.
 El anacronismo de las disposiciones procesales constituye un factor que
propicia rezagos e impide la modernización de la justicia laboral.

No obstante, el gobierno mexicano se queda corto en el cumplimiento de estos


puntos al momento de dictar la redacción de las modificaciones y adición de nuevos
artículos a la Ley Federal del Trabajo y en esencia favorecer a los empleadores
tomando él la figura regulatoria única y arropándolos a los patrones con el
argumento de incentivar la competitividad empresarial. Para sustentar esto último,
el gobierno mexicano antepone como indicadores:

1. El incremento en la rotación de personal;


2. La subida en la tasa de desempleo y;
3. La flexibilización de formas de contratación y despidos

Todos ellos ocurridos desde la década de los 80’s a nuestros días

También expone los argumentos de Productividad y la Globalización mencionando


que el “El ritmo en la modernización de las instancias impartidoras de justicia laboral
ha quedado desfasado frente a las necesidades y expectativas de la sociedad. Por
tanto, el siguiente paso es avanzar hacia una justicia laboral del siglo XXI (Congreso
de la Unión, 2016:4)”

Sin embargo e independientemente de los argumentos del Estado, es obvio que el


contexto político, social, económico y productivo del país es completamente
diferente al que existía en 1917 o 1970, hoy tenemos globalización, un estado más
democrático y una sociedad que demanda en tono de suplicia la existencia de un
estado de derecho eficaz y transparente.

A partir de esto, es que el ejecutivo federal solicita en 204 al CIDE (Centro de


Investigación y Docencia Económicas que realice una serie de foros de consulta
para tomar las opiniones de distintos sectores de relevancia jurídica nacional con el
fin de poder implementar diversos cambios estructurales.

Y fue en abril de 2015 que el CIDE emite su informe de resultados donde destacan
3 acciones fundamentales para llevar a cabo los cambios necesarios, estas
acciones son:

 La adopción de medidas para facilitar la solución de conflictos de los


ciudadanos con las instancias de la administración pública de los tres
órdenes de gobierno.
 La ampliación del uso de mecanismos alternativos de solución de
controversias, no vinculadas a la materia penal.
 La revisión del funcionamiento y la operación de las juntas de conciliación y
arbitraje.

En noviembre de 2015, se llevaron a cabo diversas juntas de trabajo denominadas


“Diálogos por la justicia cotidiana”. Donde se revisaron los puntos a tratar desde dos
ópticas de la problemática expuesta, por un lado los problemas que emanan de los
propios órganos jurisdiccionales y por otro, las malas prácticas segregadas en los
litigios inadecuadamente ejecutados en los procesos que dichos órganos
gestionaban.

Y Fue así como el Ejecutivo envió al senado su proyecto de decreto para reformar
los artículos 107 y 123 de la Constitución. Mismo que fue analizado y modificado
por las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales; de Justicia; de Trabajo y
Previsión Social, y de Estudios Legislativos, y que terminaría con la publicación en
el Diario Oficial de la Federación, el 24 de febrero de 2017.

Tras la implementación de la reforma y su ejecución, la Comisión Unidad de Puntos


Constitucionales, de Justicia, de Trabajo y Previsión Social, así como de estudios
legislativos, realizo un diagnostico acerca de dicha implementación, pero antes de
ver los puntos que menciona, es importante entenderla desde dos preceptos
fundamentales.

Por un lado la de los Centros de Conciliación, como se menciona anteriormente,


uno de los puntos expuestos por el CIDE para una óptima implementación es la del
fortalecimiento de los centros de Conciliación y la revisión objetiva de las malas
prácticas instrumentadas por estos. Bien pues en el nuevo sistema de justicia
laboral, este fortalecimiento tiene como objeto el de ser el único medio de solución
de los conflictos y esto lo ha de lograr a través de diversos organismos de naturaleza
administrativa tanto para la federación como para cada una de las juntas instaladas
en cada una de las entidades federativas.

La creación de estos nuevos centros de Conciliación tiene como objeto la


eliminación de toda mala práctica acuñada por las anteriores Juntas donde se
instrumentaban ofertas ficticias hacia los trabajadores con la finalidad de dilatar el
proceso y dando oportunidad a los patrones de instrumentar actos con la finalidad
de justificar el despido incluso con la asesoría de la propia junta.

Estos centros tienen como características principales que:

 Son organismos descentralizados de la administración pública (federal y


local).
 Son especializados en materia laboral, y actuarán con imparcialidad.
 Poseen personalidad jurídica y patrimonio propio.
 Cuentan con autonomía técnica, operativa y presupuestaria.
 Tienen facultades de decisión y de gestión.
 Se dedicarán a la conciliación y asuntos registrales colectivos.
 El titular del organismo será designado a propuesta del ejecutivo, con la
aprobación del Congreso que corresponda según el periodo.

Y los requisitos constitucionales para ser titular del centro son:

 Contar con capacidad y experiencia en materia laboral y conciliatoria.


 Que no haya ocupado ningún cargo en ningún partido político.
 No haber sido candidato a ningún cargo de elección popular en los tres años
anteriores a su designación.
 Gozar de buena reputación.
 Que no haya sido condenado por delito doloso.

Para cerrar, es importante destacar que la reforma tiene como principio la de


respetar las facultades de las entidades federativas dejando libre la construcción de
la normatividad de los centros estatales.

Por otro lado, la reforma contempla a los Órganos Judiciales Laborales, es


conveniente recordad que antes de la reforma, la impartición de justicia se
encontraba monopolizada por el estado a través de las Juntas de Conciliación y
Arbitraje, bien pues el cambio fundamental se centra en que la impartición de justicia
no estará centrada en ámbito político – administrativo del estado, sino en el poder
Judicial de la Federación y el de las entidades y de esto emana la creación de los
“Tribunales Laborales”, con esto el fin que se busca, y que es mencionado por la
cámara de diputados en 2016, dice “Preservar en todo sentido su esfera de
derechos laborales [de los trabajadores] individuales y colectivos y otorgar la
competencia para su conocimiento y resolución a los poderes que tienen a su cargo
la función de impartir justicia sin ninguna otra representación o interés que la
emanada de la supremacía del orden constitucional y de su deber de instruir y
resolver de conformidad con la premisa del imperio de la ley”.

Derivado de la creación de estas instancias, los procesos para la resolución de


controversias laborales tienen dos vertientes.

Por un lado las individuales en donde:


1. Etapa conciliatoria, Al menos una audiencia obligatoria
2. Ejercicio de la acción y desahogo, Presentación de la demanda y
contestación
3. Instrucción
4. Juicio, Dictado de sentencia

Por otro lado, las colectivas

1. Huelga para obtener la celebración de un contrato colectivo de trabajo


2. Paros.
3. Negociación colectiva, recuento de trabajadores cuando existan conflictos
entre sindicatos sobre su representación y votaciones de los miembros
(especialmente en asuntos de representatividad, firma y registro de contratos
colectivos).
4. Registro de contratos colectivos de trabajo, de organizaciones sindicales y
procesos administrativos relacionados.

Para transitar hacia la reforma, podemos mencionar lo siguiente como los aspectos
a considerar para dicho fin:

 El decreto entró en vigor el 25 de febrero de 2017.


 Las legislaturas (federal y locales), cuentan con un año (hasta el 25 de
febrero de 2018) para realizar las reformas necesarias con el propósito de
completar la implementación del nuevo sistema de justicia laboral.
 Las Juntas de Conciliación y Arbitraje seguirán en operaciones hasta que se
hayan constituido los organismos a los que se refiere la reforma. Transmitirán
los procesos y procedimientos a su cargo a éstos, y cesarán sus funciones.
 Los asuntos que hayan iniciado antes del inicio de funciones de los nuevos
organismos serán tramitados con la legislación anterior.
 El Ejecutivo tendrá el mismo plazo de un año para proponer al titular del
Centro de Conciliación.
 Las Juntas de Conciliación y Arbitraje transferirán los procesos y
procedimientos a su cargo a los nuevos organismos en cuanto éstos inicien
sus funciones.

Y para finalizar la argumentación del presente ensayo, la Comisión Unidad de


Puntos Constitucionales, de Justicia, de Trabajo y Previsión Social dicto una lista de
inconsistencias y problemáticas de la reforma expuestas desde la óptica que día a
día viven los trabajadores mexicanos y que con mayor frecuencia presenta su vida
laboral. Dichos puntos son como sigue:

 Se confunde la conciliación con la posibilidad de cita o descuento en las


obligaciones irrenunciables de los trabajadores.
 Simulaciones de despidos injustificados en casos en que el trabajador
termina la relación sin que quede constancia por escrito.
 Simulaciones de despidos justificados.
 Simulaciones de reinstalaciones hasta conseguir el despido justificado.
 Actuaciones desmotivadas, pruebas falsas y fraude procesal.
 Simulación de hechos para incorporar demandas y alargar el proceso para
obtener mayor importe por salarios caídos.
 Distorsión de la oralidad en dictados de audiencias que alargan
innecesariamente.
 Empleo de la prueba pericial para dilatar el proceso, así como sesgos
arbitrarios en los dictámenes.
 Normas jurídicas que establecen distinciones discriminatorias para las
mujeres.
 Extorsión a las empresas mediante simulación de emplazamientos a huelga.
 Retraso en la entrega de notificaciones y exhortos por parte de los actuarios.
 Asignación de funciones de naturaleza administrativa a los órganos de
impartición de justicia del trabajo.
 Asimetría de los representantes obreros y patronales en las Juntas de
Conciliación y Arbitraje, con relación al presidente de la misma, lo que genera
el desinterés de aquéllos del cumplimiento puntual de sus funciones.
 Dificultades para la ejecución de los laudos.
 Insuficiencias administrativas en los órganos jurisdiccionales.
 Vicios en los conflictos sobre la titularidad de un contrato colectivo de trabajo.
 Existencia de “contratos de protección” en detrimento de los derechos de los
trabajadores, al registrarse contratos colectivos de trabajo sin conocimiento
de éstos.
 Falta de homologación para la resolución de asuntos que guardan
características muy parecidas entre órganos jurisdiccionales.

Conclusión

Dados los puntos expuestos desde el punto de vista histórico y actual que vive la
implementación de la Reforma Laboral, puedo concluir que solo nos encontramos
al principio de un hecho de relevancia tal que marcara el antes y después de cómo
se viven las relaciones trabajadores – patronales de México.

Donde el reto tendría como principal objetivo el de equilibrar dicha relación partiendo
de la necesidad de fortalecer la seguridad laboral y de los patrones para que no se
vean diezmadas por malas prácticas hacia el interior de las instancias
gubernamentales y de justicia, la productividad y competitividad coadyuvando a
incrementar la productividad y competitividad del país hacia el extranjero en un
mundo globalizado pero siempre en un marco hegemónico y equitativo donde todos
los actores tangan certeza jurídica.

El reto principal que representa la implementación de la reforma se deberá centrar


en la eliminación de toda simulación que hasta febrero de 2017 los patrones podían
realizar con el auspicio de las autoridades conciliatorias y legales en el marco de
una Ley caduca.

Por otro lado, pero no menos relevante, el incentivar la relación trabajador sindicato
haciendo a este último más participativo deberá de impulsar la desaparición de los
gobiernos corporativos y del presidencialismo que hoy día se encuentra en aún
presente.
Y dado que con encontramos solo al principio, el gobierno entrante deberá de
redefinir la estrategia para garantizar a los trabajadores y los patrones una mejor
relación ya que lamentablemente se observa esta reforma como un instrumento
para apuntalar el neoliberalismo y la flexibilización del mercado donde el trabajador
se seguirá viendo como una pieza para servir a los intereses de los patrones.

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