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ISSN: 1409-4002
revistaespiga@uned.ac.cr
Universidad Estatal a Distancia
Costa Rica
A p o r t e s
cuento como un género literario, para lo
cual se parte de Horacio Quiroga y su
El cuento en Quiroga puede defi-‐‑
teoría del Decálogo en el cual establece los
nirse como una “producción con-‐‑
principales preceptos para definir este. No
cienzuda” que tiene como asidero
obstante, nuestra lectura se separa luego
su famoso Decálogo del perfecto
de este parámetro con el fin de tomar
distancia y establecer nuestra posición
cuentista, como la forma canónica
respecto a este, para lo cual se recurre a
de elaboración de texto; en otras
otros teóricos tales como Cortázar(maestro,
palabras, la literatura (el cuento)
por lo demás, de la literatura universal),
se debe asumir como un recetario
González y otros.
que debe ser seguido al pie de la
letra con el fin de alcanzar el mejor
Palabras clave
resultado. Dentro de su concep-‐‑
Cuento, decálogo, leif motiv, relato, litera-‐‑
ción, el cuento debe ser una espe-‐‑
tura fantástica
cie de obra de arte a la cual debe
intentar arribar el escritor. Ningún
relato, afirma, debe irse manifes-‐‑
tando a partir de la casualidad
sino que este debe estar plena-‐‑
• Licenciado en Filología Española y
mente prefigurado en la mente del
Máster en Literatura Latinoamericana.
escritor. El cuento no debe ser una
Profesor de la UCR y Productor
Académico en la UNED.
historia que se escriba sola, sino
Rec. 26-‐‑01-‐‑06 Acep. 19-‐‑04-‐‑06
que la primera palabra debe estar
Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007 99
funcionando en relación con la mismo se convierte en víctima de
última. De tal manera, en el cuento sus planteamientos, pues no todos
nada debe quedar al azar.
sus relatos están bien logrados, y
en algunos de ellos los finales, los
El mismo Quiroga define al cuen-‐‑
inicios, los desarrollos, la elabora-‐‑
tista como aquel que sabe contar,
ción de personajes o de acciones
es decir, aquel que es capaz de
no está bien logrados, por lo que
interesar al lector o al escucha de
termina en un discurso teórico sin
tal manera que, sea cual sea la his-‐‑
arraigo en la práctica.
toria, atrapa la atención e interesa.
Este escritor define tres cualida-‐‑
Esta relación entre cuento y cuen-‐‑
des básicas o primordiales que
tista no debe ser tomada de forma
todo buen cuentista debe poseer:
inocente, pues para la concepción
“...sentir con intensidad, atraer la
quiroguiana ambos son elementos
atención y comunicar con ener-‐‑
inseparables, que deben ser toma-‐‑
gía los sentimientos...”(Etcheverry
dos de modo complementario.
, 1957:); tales rasgos son, por lo
Todo cuentista debe apoyarse en
tanto, los elementos necesarios
los lineamientos de Quiroga para
que permiten a un relato alcanzar
convertirse en un escritor consu-‐‑
la intensidad necesaria para lograr
mado, es decir, en un “perfecto
su efecto.
cuentista”, lo cual implica toda
la carga subjetiva que le confiere
Quiroga reafirma el juicio de que
este escritor uruguayo al arrogarse
el cuentista nace y se hace: este es
la misión de definir lo que debe
poseedor de cualidades innatas
o no ser un buen cuento o uno
y habilidades que con el tiempo
malo. La envergadura que como
es capaz de mejorar. La brevedad
dios asume Quiroga, no lo hace
de cada cuento es precisamente el
escapar, sin embargo, en varios de
elemento que permite sostener la
sus relatos, de una elaboración no
atención requerida para capturar
siempre bien lograda ni tampoco
al lector o al oyente, en caso de un
acorde con los mismos principios
relato oral, señala; esta brevedad,
que postula, por lo cual su teoría
por lo demás, debe ser propia tam-‐‑
acerca de la elaboración de los
bién del cuento escrito.
relatos permanece más en el plano
Este escritor uruguayo experi-‐‑
de lo teórico que de lo práctico
y ello redunda más en una dis-‐‑
menta tanto en cuento como en
quisición que en una puesta en
novela, y si bien no todos sus
práctica, pues en ocasiones este
cuentos alcanzan la misma calidad
100 Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007
de acuerdo con los juicios de la
tar una acción que reviste un inte-‐‑
crítica tradicional, es como cuen-‐‑
rés fundamental: atrapar al lector
tista como logra la mayor parte de
en acontecimientos más o menos
sus reconocimientos como escri-‐‑
gratos, fundarlo como un ente acti-‐‑
tor, al tiempo que su producción
vo que se fusiona con los persona-‐‑
novelesca no pasa de ser modesta
jes y produzca -‐‑y se produzca-‐‑ con
y limitada. El mismo señala que
ellos. El cuento, en definitiva, es
el cuentista tiene la capacidad de
una acción que tiene como base
sugerir más de lo que dice, lo cual
la letra, que funciona como red y
es plenamente palpable en algunos
obliga, al lector-‐‑personaje captu-‐‑
de sus relatos. Es allí donde juega
rado, a penetrar (se) en la historia
un papel fundamental el carácter
y erigirse en una función paralela
sintético del relato, cualidad que
de lector y personaje. El cuento
no posee la novela.
obliga, seduce y conduce; el lector,
al interpretar, se deja conducir. En
El cuento en este escritor, y en tér-‐‑
Quiroga el cuento incorpora al
minos mayoritariamente estable-‐‑
lector, y lo asimila a un mundo en
A p o r t e s
cidos por la crítica literaria, es un
el que el dolor, la impotencia y el
género en el cual las acciones, pro-‐‑
fracaso asumen también una fun-‐‑
vistas de gran intensidad, con uso
ción de personajes recurrentes. El
de pocos personajes, y de carácter
cuento se manifiesta como el esce-‐‑
breve, presenta un determinado
nario en el cual el hombre (como
acontecimiento, que puede ser más
personajes textual) se muestra tal
o menos efectista. En el caso de los
como es: débil y salvaje, víctima
cuentos quiroguianos, lo fantástico
y victimario, carente de valores
adquiere una importancia funda-‐‑
que le permitan sobreponerse a la
mental, pues a partir de la presen-‐‑
crueldad de una naturaleza des-‐‑
cia de este elemento, sus relatos
piadada y de otros hombres devo-‐‑
adquieren una significación deter-‐‑
radores y sin piedad.
minada. No debe olvidarse que el
cuento en sí carece de moraleja, y
El cuento, como tal, persigue efec-‐‑
no necesariamente la procura, por
tos preconcebidos que intentan
lo cual el lector recibe e interpreta
producir un efecto cautivante en el
éste sin “suavizar”. Ello permite
lector. La ambientación debe estar
entonces ligar al cuento con una
en concordancia con los hechos
producción que por su particulari-‐‑
que se desarrollan textualmente,
dad misma no persigue el entrete-‐‑
incluso con el lector que, como ya
nimiento ni la diversión como fin
se ha dicho, debe ayudar a pro-‐‑
establecido, sino más bien presen-‐‑
ducir el texto, no solo mediante
Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007 101
la lectura, sino mediante la inter-‐‑
de de su decálogo, el texto es un
pretación misma; ello sin expre-‐‑
cuento en el cual debe haber inten-‐‑
sar abiertamente la complicidad
sidad, concisión, energía, capaci-‐‑
que el estado de ánimo del lector
dad sintética y un alto grado de
implica para la asimilación del
tensión a lo largo de su desarrollo.
efecto. El cuento remite a un entor-‐‑
Su “inspiración” de cuentos en
no que lo produce, lo condiciona y
que lo escabroso, la impotencia
lo permea, y se torna como mate-‐‑
del ser humano lo lleva, ante la
ria prima que posibilita el texto.
enajenación, a actos de violencia
Es allí donde lo fantástico pasa a
sumamente marcados, está dada a
formar parte vital de cada relato,
partir de su maestro: Edgar Allan
pues cruza al cuento y le confiere
Poe, otro de los productores de
una significación que el lector le
relatos en los cuales la intensidad
brinda al entrar en contacto con él.
es el eje fundamental en la concep-‐‑
Lo fantástico posibilita el significa-‐‑
ción escritural del texto.
do y significa por sí mismo.
Señala Julio Cortázar en el artículo
El relato comporta, además, una
“Algunos aspectos del cuento”,
cualidad que le es innegable: la
en Obra crítica (tomo 2) que, en
capacidad de producir tensión, de
un cuento de calidad, se escoge o
ahogar al lector, y no dejarlo respi-‐‑
limita una imagen o un aconteci-‐‑
rar. Las posibles interpretaciones
miento:
que éste genere exaltan también su
valor como tal. Ello se ha de palpar
...que sean significativos, que
claramente en “El almohadón de
no solamente valgan por sí
mismos sino que sean capa-‐‑
plumas”. El cuento, tal como se lo
ces de actuar en el espec-‐‑
ha entendido en términos genera-‐‑
tador o en el lector como
les, implica una necesaria breve-‐‑
una especie de apertura...”
dad que lo separa de la novela, que
(Cortázar, 1994:371).
puede poseer una extensión ilimi-‐‑
tada. A diferencia de aquella, este
lo cual no escapa de la concepción
debe ser condensado, evitar los
que se maneja en los relatos de
rodeos innecesarios y desembocar
Quiroga en los cuales un deter-‐‑
en el punto álgido de su desarrollo
minado suceso se erige como el
sin grandes preámbulos. La mane-‐‑
eje básico en torno al cual se desa-‐‑
ra en que tal escritura se realice, es
rrollan los acontecimientos. Indica
lo que dará el éxito o el fracaso al
Cortázar que el cuento debe ser
relato. Para el mismo Quiroga, y
incisivo, punzante, no debe dar
de acuerdo con lo que se despren-‐‑
descanso al lector. Debe, por lo
102 Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007
tanto, atrapar a este, ahogarlo en el
En relación con el decálogo que
mejor sentido de la palabra, pues
enuncia este escritor uruguayo,
sus hechos están condensados. La
cabe resaltar, sin embargo, que de
tensión que este logre provocar en
los diez mandamientos que esboza
el lector es su principal caracterís-‐‑
para lograr el cuento perfecto, solo
tica, y lo que hace de él un relato
uno de ellos resume un aspec-‐‑
que logra culminar un efecto. Si
to realmente importante, pues los
esto se logra, el cuento marcha por
demás son todos prescindibles,
el camino indicado, nada importa
pues nuestro interés, de acuerdo
qué tan trivial resulte el tema uti-‐‑
con nuestro trabajo, se centra bási-‐‑
lizado, señala el escritor argentino.
camente en el último de ellos. El
Cuando el cuento atrapa al lector
décimo mandamiento indica: “No
e influye de alguna forma en él,
pienses en tus amigos al escribir,
ha logrado el objetivo propuesto,
ni en la impresión que hará tu his-‐‑
es decir, se erige como un relato
toria”; el resto del mandamiento
eficaz en tanto logre un efecto que,
lo elidimos, en la medida en que
generalmente, corresponde al ele-‐‑
también lo consideramos prescin-‐‑
A p o r t e s
mento fantástico como un mani-‐‑
dible, debido a que no vamos a
festador de aquello que sobrepasa
explotar el interés de un supuesto
lo natural y cae en el plano de lo
autor por el mundo interno que
inexplicable. De tal manera, lo fan-‐‑
se “produce” en el nivel de los
tástico en el cuento raya en aquello
personajes, de los cuales él mismo
que se convierte en el efecto que
podría ser parte como una más.
culmina, con una excusa de vero-‐‑
Así, lo demás adviene en con-‐‑
similitud, lo inverosímil.
tradicción en el tanto en que al
dejar de pensar en la opinión de
Para Quiroga, el escribir es arte y
los demás saldría sobrando toda
este arte solo se logra con esfuerzo
la demás elaboración del decálo-‐‑
y confianza, ideas que se hacen
go, pues así bastaría únicamente
manifiestas a lo largo del Decálogo
con producir autocomplacencia, al
del perfecto cuentista. Así, tal con-‐‑
margen de los demás juicios. El
cepción de “perfecto”, que aplica
asumirse como uno más del texto,
para sus diez mandamientos defi-‐‑
y elidir la idea de un lector implíci-‐‑
ne, de manera tajante, cómo se
to extra relato, lo limita a un ámbi-‐‑
llega a ser insuperable en el arte
to muy delimitado del quehacer
de producir o más bien crear, tal
literario y lo ficcionaliza. Tal frase,
como él mismo lo dice, cuentos.
sin embargo, la rescatamos, pues
creemos que ella define, mejor que
Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007 103
el resto de los mandamientos o
go de serias limitaciones textua-‐‑
preceptos, parte del ser mismo
les. En consecuencia, cabe valorar
de un cuento “logrado”: el olvi-‐‑
la posibilidad, necesaria creemos
do del destinatario, pues el cuen-‐‑
-‐‑pues en este caso no se da una
to es una producción que debe
excepción-‐‑ de que la teoría del
permanecer al margen del lector
decálogo no responda plenamen-‐‑
que habrá de entrar en contacto
te a los lineamientos dados por
con él. La lectura que hacemos
Quiroga, pues este es más escritor
del decálogo y de este último en
que teórico, y sus planteamientos
particular tiene su asidero funda-‐‑
en el decálogo no pasan de meras
mental en el cuestionamiento de lo
indicaciones de lo que puede ser
señalado predominantemente en
un perfecto escritor y un perfecto
la crítica y en el abordaje que esta
cuento, cuyo asidero fundamental
ha realizado de la narrativa quiro-‐‑
es la experiencia de la escritura. De
guiana. Nuestro objetivo último es
tal manera que sus mandamientos
separarnos de lo que ha sido casi
son una especie de receta que no
una norma hasta el momento para
pasa a más. Tal vez Quiroga en el
intentar un nuevo enfoque. Ante
fondo piense que no escribe bien
ello, el relato no debe ser obligado
más que aquel que esté capacitado
a complacer a un potencial lector
para hacerlo. Si así fuese, su teoría
(des)conocido, pues ello lo obli-‐‑
ha de caer por su propio peso. La
ga a definir cauces no escogidos
razón para realizar estos señala-‐‑
por sí mismo, sino a complacer al
mientostiene como fin el hecho de
destinatario o lector. De tal forma,
dejar en claro que ciertamente el
el lector debe entrar en contacto
rioplatense es más cuentista que
luego con este para producirse
teórico, por lo cual sus juicios no
mutuamente y establecer, en ese
poseen un rasgo más que de opi-‐‑
momento, una relación dialógica.
nión, de doxa, con carencia de
Es a partir de ese momento en que
una valoración teórica pertinente
se debe establecer el primer con-‐‑
y de autoridad. El escribir un buen
tacto entre ambos, en el cual una
cuento no garantiza un adecua-‐‑
relación amor-‐‑odio irá dando paso
do manejo teórico en trono a la
al proceso de interpretación nece-‐‑
producción misma de lo literario.
sario para la producción mutua.
Esta es quizás la gran carencia que
El establecer destinatarios a priori
acompaña a este.
obliga a implantarle horizontes al
relato, es decir, delimitaciones de
Para Quiroga, el escritor debe asu-‐‑
sentido que hacen correr el ries-‐‑
mir la responsabilidad de hacer de
su propia obra un escrito original.
104 Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007
Sin embargo, no omite, tal como
mas en la mayoría de los casos,
lo dice en el Decálogo, la posibi-‐‑
quienes sobrepasan esta extensión
lidad de imitar si la influencia del
no hacen más que producir textos
“maestro” es sumamente fuerte,
rellenos que en nada contribuyen
pues el logro de la personalidad
a la calidad del relato. A esto se
no se da de la noche a la mañana,
agrega el hecho de que en la ela-‐‑
afirma.
boración de un relato, este debe
poseer las palabras que creamos
Asimismo, señala que por lo gene-‐‑
necesarias y no atiborrarlo de adje-‐‑
ral la tarea de elaborar un relato,
tivos débiles y sin sustancia. La
en cuanto a temática se refiere, es
posesión de ideas, el tener siempre
relativamente fácil; no obstante,
algo que decir, contribuye eficaz-‐‑
hay ocasiones en las cuales cuesta:
mente al autor y al texto; la sola
...un ojo de la cara los dos o
posesión de estilo no lo es todo,
tres datos vivos sin los cuales
sino solamente una cualidad más,
el relato, todo el paciente edi-‐‑
a la cual se le debe adicionar la
ficio levantado con mayor o
capacidad de expresión. El gran
A p o r t e s
menor acierto, bambolea y se
cuentista tiene una característica
desmorona como un castillo de
que escapa del lector común o del
naipes” (Etcheverry, 1957:35).
estudiante: al escribir, sabe exacta-‐‑
mente cuál es el adjetivo preciso
De tal manera que para Quiroga el
que su cuento requiere, conoce
cuento es, como él mismo señala,
los matices, las sutiles diferencias
aquel que cuenta con los mismos
que le permitan captar el adjetivo
elementos que el cuento oral, que
exacto, requerido; los sinónimos
expresa una historia interesante
no lo engañan; allí radica la dife-‐‑
y breve que le permite al lector
rencia. La palabra justa debe estar
poner toda su atención. Así, el
por encima de cualquier otra. En
cuento se convierte en una expre-‐‑
breves palabras, el cuento, dice
sión de fuerte tensión. Quiroga
Quiroga, debe poseer soltura,
afirma que el cuento debe des-‐‑
energía y brevedad, además de
posesionarse de adornos o digre-‐‑
sobriedad y concisión. Estas son
siones que entorpezcan su ritmo,
características que definen a los
y que para la producción de un
grandes cuentistas y a los grandes
relato no son necesarias más de
relatos. En resumidas cuentas, dice
3500 palabras, lo cual no obvia que
que el cuento corto es el cuento de
haya excepciones que sobrepasen
verdad.
este límite y que se constituyan
en relatos perfectamente logrados;
Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007 105
A todo lo anterior se puede agre-‐‑
ma el propio Quiroga. Los grandes
gar que para este escritor urugua-‐‑
maestros, señala, han construido
yo, aquel que escribe recurriendo
cuentos o relatos inmortales a par-‐‑
a oraciones superfluas, no es un
tir de simples estados de ánimo.
cuentista, sino alguien que pierde
el tiempo y se lo hace perder al lec-‐‑
La lectura de maestros de la lite-‐‑
tor. La seguridad de lo que se debe
ratura universal: Poe, Lugones,
decir, y hacia adónde se va, son
Dostoievsky enriquecen y deli-‐‑
mitan su estilo: El cuento corto
las cualidades intrínsecas de todo
buen escritor. El verdadero arte
que tanto propugna, de una sola
del cuento radica en cómo iniciarlo
acción y un inicio que prepara el
y en cómo terminarlo, de manera
final, son elementos muy propios
que resulte grato y capte, en todo
de sí.
momento, la atención del lector.
Jézer González, en el artícu-‐‑
Las frases cortas, indica, son la
lo “Teoría y práctica del cuen-‐‑
mejor forma de terminar los rela-‐‑
to en Hispanoamérica” señala en
tos, así como el “leit motiv”. Para
Quiroga las oposiciones locura-‐‑
iniciarlo, sin embargo, recomien-‐‑
cordura, lucidez-‐‑delirio, norma-‐‑
da algunas formas: los comienzos
lidad-‐‑anormalidad, es decir, una
exabruptos, que le dan vigor al
serie de contrarios que guían la
relato; las oraciones complemen-‐‑
acción y permiten mantener el
tarias, ya que toman al lector por
suspenso; a lo cual se unen el
sorpresa, y lo hacen desinteresar-‐‑
fracaso, el terror y la derrota que
se; el comienzo en condicional; el
sufren los personajes en general y
no inicio con diálogos, ya pasado
que simbolizan la impotencia del
de moda; frases como “Era una
hombre ante el mundo. Nosotros
hermosa noche de primavera...” y
señalaríamos una oposición más,
“Había una vez...”, las cuales que-‐‑
la cual está directamente ligada
dan en función del resto, si este es
con nuestro objeto de estudio, y
bueno; no olvida tampoco en insis-‐‑
que tiene que ver con el posiciona-‐‑
tir en el uso del lugar común, el de
miento que asumen los personajes
la contraposición de adjetivos, el
y que les permite definirse como
del folklore, el del color local, el de
hombres o mujeres al margen del
las ciencias técnicas, el del estilista
aspecto biológico que recubre y
sobrio, etc., que pueden utilizarse
descubre a cada uno.
para elaborar un relato.
Así, todo lo señalado anteriormen-‐‑
Cualquier situación le permite al
te permite afirmar, entonces, que
escritor construir su relato, reafir-‐‑
106 Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007
el cuento en Quiroga, y en general,
proyecciones tan vastas como la
es un escrito breve en el que la
más elaborada de las nouvelles.”
mínima cantidad de elementos se
(Cortázar, 1988: 105). El propio
constituyen en su emblema fun-‐‑
Cortázar señala que, al elaborar un
damental y en el que, como en la
cuento, intenta que este se produz-‐‑
literatura en general, la capaci-‐‑
ca de alguna forma por sí mismo,
dad de interpretación se da en el
en la medida en que el lector, al
momento en que este y el lector
entrar en contacto con éste, tenga
entran en contacto, sin tener que
la sensación de que lo que lee se ha
definir antes una relación obliga-‐‑
autoengendrado, sin necesidad de
da de comunicación, esto es, que
un demiurgo. El cuento debe ser,
entre uno y otro no se ha dado una
indica el mismo escritor argentino,
relación a priori que obligue a esta-‐‑
una especie de criatura rechazada
blecer direcciones de sentido antes
por el escritor, la cual da paso a una
del encuentro. Con esto lo que se
acción exorcisadora, separadora,
pretende señalar es el hecho de que
que liberta y da independencia a
se interpreta a partir del momento
uno y otro. El cuento es una acción
A p o r t e s
en que se entra en contacto con
neurótica, de la que solo se puede
el relato. Tal lectura implica, por
liberar llevándola a la escritura,
lo demás, la producción de otro
apunta Cortázar. El cuento, por lo
texto que no es más que la visión
tanto, es un acto de liberación, y el
permeada por los intertextos que
cuento fantástico, principalmente,
“maneja” el lector. De tal manera
es aquel transido de tal neurosis.
que el relato se fundamenta en esa
El cuento bien logrado, el gran
capacidad ahorrativa y productiva
cuento, es aquel que ha permitido
que todo cuento debe tener, y que
tal acto liberador; los que carecen
en autores como Poe, Quiroga y
de esto son solo producciones de
Salazar Herrera, entre otros, se da
oficio, apunta Cortázar. La catar-‐‑
de forma clara. De tal forma, como
sis es imprescindible, productora
señala Julio Cortázar en el texto
irremplazable del acto de escritu-‐‑
“Del cuento breve y sus alrede-‐‑
ra. Así, el texto bien logrado surge
dores”: “...lo siempre asombroso
de un lugar ominoso, en el que
de los cuentos contra el reloj está
las ideas revolotean ansiosas, y
en que potencian vertiginosamen-‐‑
que al salir hallan en el lector un
te un mínimo de elementos, pro-‐‑
potencial enamorado, con el cual
bando que ciertas situaciones o
establece una aventura amorosa
terrenos narrativos privilegiados
que absorbe a este, lo enajena en
pueden traducirse en un relato de
el transcurso de la lectura y solo
Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007 107
le permite “regresar” exhausto, sin
a “Todos los cuentos” (Quiroga,
fuerzas, al intentar nuevamente
1993) señalan que Horacio Quiroga
comunicarse con el entorno. El
fue el inventor del cuento en
autor de Rayuela recalca que la
Latinoamérica al hacer lo que Poe
escritura de un cuento absorbe de
había efectuado anteriormente.
tal manera que la angustia, la ale-‐‑
Ello, indica Castillo, le permitió
gría, el estado de ánimo, en defini-‐‑
sistematizar el cuento y darle la
tiva, que gobierna a los personajes,
categoría de género literario, lo cual
es el mismo que ha de sufrir quien
se convierte en su invaluable apor-‐‑
escribe en ese momento. El cuento
te a la producción de este tipo a
exige, según Cortázar, una plena
nuestras letras. Así, detrás de su
identificación del escritor y los
producción, pugnan por salir sus
personajes o acontecimiento, una
grandes temáticas: el horror y la
penetración a un estado de trance
muerte como fantasmas que se yer-‐‑
en el cual ambos parecen ser uno
guen de manera permanente, y en
solo y el entorno queda de lado.
los cuales la selva, el hombre y los
En definitiva, el cuento o relato es
animales se anudan en ocasiones
una manifestación independien-‐‑
de forma casi indivisible, haciendo,
te del escritor, el cual es solo un
de la gran mayoría de los relatos,
medio para la expresión de aquel.
un mundo en el cual el dolor y la
Cortázar apunta las características
debilidad del hombre se concate-‐‑
primordiales que todo buen cuen-‐‑
nan de manera indisoluble.
to debe tener:
El propio Quiroga señala no solo
...la tensión, el ritmo, la pul-‐‑
la importancia de la brevedad del
sación interna, lo imprevisto
relato, sino su concepción acer-‐‑
dentro de parámetros pre-‐‑
ca de la importancia de escribir
vistos, esa libertad fatal que
con un objetivo claro y una meta
no admite alteraciones sin
delimitada acerca del contenido
una pérdida irrestañable. Los
mismo del cuento. La inspiración
cuentos de esta especie se
pasa a un segundo plano, para dar
incorporan como cicatrices
paso a la producción, a la capa-‐‑
indelebles a todo lector que
cidad del escritor de elaborar los
los merezca: son criaturas
mundos textuales, ya preconcebi-‐‑
vivientes, organismos com-‐‑
dos. Asimismo, apunta que cada
pletos, ciclos cerrados y res-‐‑
relato debe tener prefijado lo que
piran (Cortázar, 1988:113).
ha de contener, pues todo término
Algunos, tales como Abelardo debe poseer una función específica
Castillo en la “Introducción”
en él, es decir, no deben mani-‐‑
108 Espiga 14 y 15, enero-diciembre, 2007
festarse al azar, no deben sobrar
“¡Pobre argumento! -‐‑decíase-‐‑
calificativos, ni deben presentarse
.¡Pobre cuento!” Más tarde,
términos desligados del resto; en
con la historia breve, enér-‐‑
resumen, para Quiroga, el relato
gica y aguda de un simple
parece ser una maquinaria perfec-‐‑
estado de ánimo, los gran-‐‑
tamente estructurada, en la cual
des maestros del género han
no sobran ni faltan piezas. De esta
creado relatos inmortales.
manera, se presenta la elaboración
En la extensión sin límites del
literaria como una producción más
tema y del procedimiento en
que como una creación.
el cuento, dos calidades se
han exigido siempre: en el, el
De acuerdo con lo anterior, este
poder de transmitir vivamen-‐‑
uruguayo en “Todos los cuentos”,
te y sin demora sus impresio-‐‑
de 1993, define este como una his-‐‑
nes; y en la obra, la soltura,
toria capaz de atrapar al lector gra-‐‑
la energía y la brevedad del
cias a su brevedad y a su interés:
relato, que la definen.
A p o r t e s
El cuento literario (...) cons-‐‑
Tan específicas son estas
ta de los mismos elementos
cualidades, que desde las
sucintos que el cuento oral, y
remotas edades del hombre,
es como este el relato de una
y a través de las más hon-‐‑
historia bastante interesante
das convulsiones literarias,
y suficientemente breve para
el concepto del cuento no ha
que absorba toda nuestra
variado. Cuando el de los
atención.
otros géneros sufría según
Pero no es indispensable,
las modas del momento, el
adviértenos la retórica, que
cuento permaneció firme en
el tema a contar constituya
su esencia integral. Y mien-‐‑
una historia con principio,
tras la lengua humana sea
medio y fin. Una escena trun-‐‑
nuestro preferido vehículo
ca, un incidente, una simple
de expresión, el hombre con-‐‑
situación elemental, moral o
tará siempre, por ser el cuen-‐‑
espiritual, poseen elementos
to la forma natural, normal e
de sobra para realizar con
irremplazable de contar.
ellos un cuento.
Extendido hasta la novela,
Tal vez en ciertas épocas la
el relato puede sufrir en su
historia total -‐‑lo que podría-‐‑
en su estructura. Constreñido
mos llamar argumento-‐‑ fue
en su enérgica brevedad, el
inherente al cuento mismo.
cuento es y no puede ser otra
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cosa que lo que todos, cultos
El cuento cumple así su función,
e ignorantes, entendemos por
prescindiendo de adornos innece-‐‑
tal” (Quiroga, 1993:1195, 1196).
sarios.
De este señalamiento, extraído
Es esa su concepción simplificada
de uno de los textos teóricos de
del quehacer literario, del hacedor
Quiroga, “La retórica del cuento”,
del cuento “perfecto” según su
se asume una postura totalmen-‐‑
teoría, a pesar de que en algunos
te clara acerca de la concepción
de los relatos de la producción
que este escritor posee del cuento.
quiroguiana se halla un desfase
Es así como las cualidades prio-‐‑
evidente de la perfección plantea-‐‑
ritarias que este encuentra en un
da y el producto literario.
relato y que deben cumplirse ple-‐‑
namente para hacer de un texto de
este carácter una producción total-‐‑
Bibliografía
mente lograda, corresponden a la
Arrieta, Rafael Alberto (1961). Introducción
al modernismo literario. Segunda edición.
brevedad y a la capacidad de cap-‐‑
Editorial Columba. Buenos Aires.
turar al lector en esa historia, casi
Borges et al. (1985). Literatura fantástica.
sumiéndolo en ella. Así, señalará
Ediciones Siruela. Madrid.
más adelante en ese mismo artícu-‐‑
lo, que los grandes maestros de la
Bratosevich, Nicolás (1983). El estilo de
narración corta han sido aquellos
Horacio Quiroga en sus cuentos. Editorial
Gredos, S.A. Madrid, España.
que han logrado conjugar estas
Cortázar, Julio (1994). Obra crítica (tomo
características de manera indisolu-‐‑
3). Editorial Alfaguara. Madrid.
ble y perfecta.
Etcheverry, José Enrique (1957). Horacio
De tal manera, el cuento debe ser,
Quiroga y la creación artística.
según su criterio, una estructura
Jitrik, Noé (1967). Horacio Quiroga: una obra
perfecta en la cual los términos
de experiencia y riesgo. Arca Editorial.
de más no hacen sino opacar su
Montevideo, Uruguay.
claridad, su perfección y lo anulan
Leante, César (1987). “Un cuento per-‐‑
como tal. Acude a la metáfora del
fecto”, en Cuadernos Hispanoamericanos.
arco en el cual el cuento es la fle-‐‑
Número 443, Madrid.
cha que debe partir directamente
Meléndez, Concha (1985). Cuentos hispano-‐‑
a su destino sin desviaciones de
americanos. Editorial Orión. Méjico.
tipo alguno, y sin dejarse adornar
Quiroga, Horacio (1993). Todos los cuentos.
por mariposas que puedan estro-‐‑
Colección Archivo. España.
pear su vuelo en un intento vano
de realzar la majestad de este.
_ Anaconda (1942). Ediciones
Anaconda. Buenos Aires, Argentina.
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