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Los Tres Tesoros – San Bao (Artículo 1)

Según la visión Taoísta, la vida depende de Tres Tesoros: la Esencia (Jing), la Energía Vital (Qi)
y el Espíritu (Shen).
La ESENCIA o Jing se refiere al cuerpo físico, incluyendo todos los materiales básicos que lo
constituyen. La esencia es una forma potencial de energía, desde el cual el cuerpo extrae
energía cuando la necesita.
La esencia prenatal es esa fuerza original creativa del cosmos, la avidez universal por procrear
y perpetuarse. Cada individuo recibe una medida fija de esta esencia prenatal de la fusión del
esperma y el óvulo de su padre y madre. Tras nacer, esta esencia primordial se almacena tanto
en la corteza suprarrenal como en las secreciones sexuales de los órganos reproductivos
masculino y femenino. De esta manera pasa a la siguiente generación a través de la
reproducción sexual y por eso se le considera inmortal y auto perpetuante.
La esencia postnatal se extrae de la comida y el agua. Se almacena en el hígado, la sangre y la
médula espinal. Toma la forma de fluidos como hormonas, enzimas, neurotransmisores, fluido
cerebroespinal, fluido linfático, plasma sanguíneo y otras esencias bioquímicas. Se manifiesta
asimismo como género y sexualidad, aporta fuerza, vitalidad e inmunidad y es derrochada por
los hombres a través de una excesiva pérdida de semen, la mujer a través de la menstruación y
ambos a través del estrés, la desnutrición y la enfermedad. La esencia postnatal reside en el
sacro y está relacionada con las funciones sexuales y digestivas.
La ENERGÍA VITAL o Qi es la fuerza primordial de la vida, la cual recarga cada célula y tejido del
cuerpo y activa sus funciones vitales. Es la fuerza vital que activa cada función y maneja cada
proceso en el cuerpo, tanto voluntario como involuntario. Sin ella no funcionaría nada.
La energía prenatal es la potencia primordial que inunda el universo entero, donde se
manifiesta a sí misma como calor, luz, movimiento y otras energías universales. La energía
prenatal se manifiesta en los humanos como diversas energías asociadas con los principales
sistemas orgánicos, y como calor corporal, respiración, pulso, y otras formas de bioenergía.
Esta energía se obtiene de dos fuentes: una es de la transformación de la esencia prenatal
almacenada en la corteza suprarrenal y las glándulas sexuales. Cada persona nace con una
cantidad limitada de ella. La otra fuente se refiere al cielo y al cosmos.
La energía postnatal se obtiene de la comida, el agua, las hierbas y otros materiales
suplementarios, así como del aire. Los alimentos son digeridos para extraerles nutrientes
vitales, los que posteriormente el cuerpo transforma en energía. Cuando la energía del aire de
los pulmones se mezcla en la sangre con la energía de la tierra que proviene del sistema
digestivo, se forma lo que se conoce como “verdadera energía humana”, la fuerza
fundamental de la vida humana temporal.
La energía humana reside en el pecho y está estrechamente asociada con la respiración y la
circulación de la sangre, el corazón y los pulmones. Los textos médicos taoístas dicen que ‘la
energía conduce a la sangre’, lo cual significa que la sangre fluye donde va energía y que la
circulación de la sangre puede entonces ser controlada por la regulación de la respiración. Este
es uno de los principios fundamentales en la práctica del QIGONG.
El ESPÍRITU o Shen abarca todos los aspectos de la mente, ambas humana y primordial,
incluyendo conciencia y conocimiento, pensamiento y sentimiento, voluntad y empeño, y
reside en el corazón.
El espíritu prenatal es la mente primordial, el alma inmortal. Es la conciencia inmaterial y
reside en el corazón.
El espíritu postnatal se manifiesta a sí mismo como pensamiento y conciencia sensorial,
psiquis y ego personal, y como la noción de sí mismo. La mente humana postnatal reside en la
cabeza y se expresa a sí misma a través de las funciones cerebrales.
La gran mayoría de las personas permiten inconscientemente que los estímulos emocionales y
físicos, gobiernen su esencia y energía. Los Taoístas usan conscientemente sus mentes para
dominar sus energías, y sus energías pasan a controlar sus esencias.
Los Tres Tesoros son un aspecto de la trinidad fundamental que fluye a lo largo de la filosofía
Taoísta. Anatómicamente, los Tres Tesoros: Esencia, Energía Vital y Espíritu, se ubican en el
sacro, tórax y cerebro, donde ellos se manifiestan respectivamente como fluidos, respiración y
pensamiento.
San Bao (los Tres Tesoros) (Artículo 2)

Uno de estos conceptos fue el de la “energía vital” y como esta se expresa en el ser humano.
En sus estudios descubrieron que la energía se manifiesta de tres maneras que denominaron
como Tres Tesoros “San Bao”, también llamados Tres Orígenes “San Yuan” o Tres
Fundamentos “San Ben”, que para los taoístas forman el origen y raíz de la vida, creando un
vinculo que conecta al ser humano con el universo y que son: el espíritu “Shen”, la energía
vital “Qi” y la esencia “Jing”. El taoísmo utiliza esta teoría para explicar las actividades
fisiológicas del ser humano; así considera que el cuerpo es el templo de la vida y que la fuerza
de la vida proviene de la energía y es gobernada por el espíritu. “Shen”, “Qi” y “Jing” son tres
formas de energía diferentes que gobiernan el cuerpo, si existe algún desequilibrio entre ellas,
por agotamiento o insuficiencia, se compromete a todo el organismo. Estos Tres Tesoros antes
del nacimiento se encuentran agrupados para después, al nacer, separarse en tres
manifestaciones: la esencia “Jing” en el cuerpo, la energía “Qi” en la respiración y el espíritu
“Shen” en la mente.

- Jing: En chino la palabra “Jing” puede tener distintos significados, dependiendo de su uso.
Cuando es utilizada como esencia se considera como la fuente original de todos los seres vivos,
determinando la naturaleza y características de los mismos. En los seres humanos el “Jing” es
trasmitido por los padres “Yuan Jing” o esencia original, que es el que permite crecer y
desarrollarse. Después del nacimiento se absorbe el “Jing” de los alimentos y del aire,
convirtiéndolo en el “Qi” que abastece las necesidades del organismo. “Jing” es la raíz
de “Qi” y de “Shen”.
La cantidad y calidad de “Yuan Jing” dependerá de la salud y el estado emocional de los padres
en el momento de la concepción, mientras que la esencia adquirida dependerá de la calidad
del alimento, del aire, de los pensamientos y emociones y de la calidad del entrenamiento del
cuerpo y de la mente. Lo realmente importante es saber conservar y mejorar el “Jing” para que
dure toda la vida. Los taoístas ubican la sede del “Yuan Jing” en los riñones, por lo que prestan
especial atención en mantenerlos fuertes para evitar perdidas de esencia. El fortalecimiento
del “Jing” es el primer paso para conservar los Tres Tesoros. “Jing” puede producir “Qi”
quedando este alojado en el Dan Tian inferior “Xia Dan Tian” para un uso posterior.
Manejando bien “Jing”, se tendrá siempre suficiente “Qi”, sin embargo si se cometen abusos
llevando una forma de vida insana, se dañara y reducirá y cuando se agote se producirá la
muerte.
- Qi: La palabra “Qi” tiene una definición amplia, pero puede considerarse como la energía o
fuerza natural que llena todo el universo. Existen tres tipos de “Qi”: el proveniente del
cielo “Tian Qi”, el proveniente de la tierra “Di Qi” y el de las personas “Ren Qi”. Según la
medicina tradicional china el “Qi” y la sangre están estrechamente relacionados, ya que donde
va el “Qi” va la sangre. Se cree que la sangre es capaz de almacenar el “Qi” y que ayuda a
trasportar el “Qi” de aire a todas las células del cuerpo. Para que los órganos del cuerpo
funcionen adecuadamente se necesita un nivel adecuado de “Qi” para cada uno de ellos. La
calidad del “Qi” se ve afectada por el aire respirado, los alimentos ingeridos, los estados
emocionales y el estilo de vida. La perdida en el equilibrio del “Qi” produce enfermedades y en
ultimo termino la muerte.
El cuerpo humano contiene dos tipos de “Qi”: el original “Yuan Qi”, procedente del “Jing”
original antes del nacimiento y el postnatal “Hou Tian Qi”, que se extrae del “Jing” de los
alimentos y el aire. El “Qi” original también es llamado “Qi” de agua y esta relacionado con la
sabiduría, mientras que el postnatal es llamado “Qi” de fuego y se le relaciona con las
emociones. Ambos “Qi” deben estar equilibrados para que cuerpo y mente funcionen
correctamente. La sede del “Qi” postnatal se sitúa en el Dan Tian medio (plexo solar) y de ahí
baja a través de los meridianos al Dan Tian inferior (en el abdomen) donde se mezcla con el “Qi
original” y continúan su circulación hacia el Vaso Gobernador “Du Mai”, desde donde se
distribuye por todo el cuerpo. También este “Qi” mezclado se dirige al Vaso Impulsor “Chong
Mai” que asciende por la médula ósea hasta el cerebro, nutriéndolo y energizando el espíritu
“Shen”. Se cree que un “Shen” fuerte hace que el “Qi” funcione correctamente y se conserve
ya que “Shen” controla y dirige el “Qi”.

- Shen: La palabra “Shen” tiene diferentes significados dependiendo del contexto en que se
utilice. Puede traducirse como espíritu, dios, alma o inmortal. En los seres humanos vivos,
Shen es entendido como el espíritu dirigido por la mente. Esta mente puede ser
emocional “Xin” o racional “Yi”. Si el “Yi” controla al “Xin” entonces el “Yi” puede controlar el
“Shen” estimulándolo y energizandolo. Para que “Yi” controle el “Shen” sera necesario un
entrenamiento enfocado en el control de las emociones. “Shen” se define como una energía
de naturaleza luminosa, como inteligencia vital que dirige y gobierna. La sede del “Shen” se
encuentra emplazada en el Dan Tian Superior (en la frente). Los taoístas piensan que cuando el
“Shen” alcanza su grado mas alto de fortaleza la mente se vuelve mas ingeniosa, pudiéndose
sentir con mas agudeza trascendiendo la capacidad normal de la mente. También creen que
cuando las personas mueren su “Shen” no muere con el cuerpo inmediatamente y si este era
fuerte vivirá mas tiempo tras la muerte física, pudiendo buscar una nueva sede donde
reencarnarse a menos que se haya llegado al estado de iluminación abandonándose el ciclo de
reencarnación y así viviendo eternamente.
Mientras se esta vivo se puede utilizar el “Jing” y el “Qi” para alimentar el “Shen”, fortalecerlo,
conservarlo y protegerlo para, una vez llegado el fin, este “Shen” sea muy elevado. Cuando la
mente esta dispersa el “Shen” esta difuso y fuera de su sede, por lo que es necesario la
utilización constante del “Yi” para que este permanezca en su residencia. El “Shen” que es
mantenido por el “Yi” es el original “Yuan Shen”, es nutrido por el “Qi” de agua u original y su
raíz es el “Yuan Jing”. Este “Shen” es el que permite a las personas despejar la mente,
tranquilizarse y reforzar su voluntad. Según la teoría china cuando el “Qi” nutre el “Shen” este
se energiza a un nivel superior, lo que a su vez pone el “Qi” en circulación. Cuando el “Shen” es
fuerte, el “Qi” es fuerte y puede ser debidamente dirigido, obteniéndose salud y longevidad.
De igual modo el “Qi” soporta al “Shen” y si el “Qi” es débil también lo sera el “Shen”.
Para los taoístas el organismo humano forma un microcosmos reflejo del macrocosmos
universal, con sus propias trasformaciones cíclicas de energía. La salud y la longevidad
dependen de la armonía, el equilibrio y el mantenimiento de estas energías en los órganos. Allí
donde llega “Shen” llega “Qi”, donde llega “Qi” llega “Jing”. “Jing” necesita a “Qi” para
manifestarse y “Qi” no podría manifestarse bajo una forma individual sin el impulso de “Shen”,
o sin la presencia de “Jing” para definir el hilo conductor de sus transformaciones. Los
practicantes de estilos internos, mediante el entrenamiento, aprenden a fortalecer su “Jing”, a
convertirlo en “Qi” para después dirigirlo a la cabeza y nutrir el “Shen”. Este “Shen” energizado
sera el que gobierne la parte emocional de la persona. Estos procesos de conversión son los
que permiten obtener salud y longevidad, pero abandonándolos o usándolos mal se sufrirán
enfermedades y se acortara la vida.
(Artículo 3)

Los Tres Tesoros (三宝, San Bao) estan formados por:


 El Shen (Espíritu) 神
 El Qi (Energía) 氣
 El Jing (Esencia) 精
Es muy importante recalcar que los tres son diferentes estados de condensación del Qi.
El Jing es la energía más densa, es lo que podemos ver y palpar, el Qi es la energía que nos
mueve, la que nos da fuerza y el Shen es la energía más etérea y sutíl.
Para entender aun más el concepto y ver hasta que punto tiene influencia esta idea en la
cultura china, el propio caracter tradicional de Qi 氣 está compuesto por dos carácteres
simples, por un lado el de Vapor 气 y por otro el de Arroz 米.
El Qi puede ser tan inmaterial como el vapor y a la vez tan sólido y denso como el arroz.
El Jing
El Jing o Esencia, se debe dividir en dos ideas, por un lado abarca todas las sustancias
fundamentales de nuestro cuerpo, sangre, sudor, saliva, semen y todo el grupo de líquidos
orgánicos; y por otro, hace mención al Jing de Riñón que provienen de la teoría del Cielo
anterior y Cielo posterior.
El Cielo anterior es la energía ancestral, nuestro material genético.
El Cielo posterior son las sustancias obtenidas después de la metabolización de los alimentos y
del aire, y que sirve para recargar el Jing Anterior.
En clínica, una deficiencia de Jing de Riñón puede causar trastornos óseos, enfermedades
reproductivas y relacionadas con la sexualidad, retrasos en el crecimiento o trastornos en la
pubertad, por otro lado todas las malformaciones congénitas suponen una insuficiencia de
Jing.
El Qi
Como hemos mencionado antes, el Qi es todo y todo es Qi, todas las manifestaciones de la
naturaleza son expresiones de energía.
En Medicina China se reduce su significado, diferenciándolo un poco del resto de
manifestaciones, para poder realizar una práctica clínica más eficiente.
Las manifestaciones del concepto de Qi que más se utilizan en Medicina China son:
 Controlar las funciones de cada órgano
 La energía que circula por los meridianos
 Las diferentes capas de energía
 Los agentes climáticos externos
El Shen
El Shen es la salud espiritual y emocional, se ocupa de una parte de nuestras actitudes y
moldea nuestra personalidad, influyendo directamente en nuestra salud física.
Se divide en 5 “almas”, una para cada órgano de la teoría Zang Fu de la Medicina China y
tienen mucha relación con el estado de cada órgano.
Las manifestaciones clínicas para saber si hay falta de Shen aparecen en forma de enfermedad
mental o física, retraso en la comprensión, falta de personalidad, habla incoherente, tez pálida,
ojos sin brillo, sequedad en el pelo, siendo el Corazón el principal órgano de regulación.
El Shen es la manifestación del equilibrio con el todo, cuanto mejor estemos mentalmente
mejor estaremos físicamente.
La relación entre ellos
Los tres no pueden ser sin la existencia de los otros dos, se necesitan entre ellos, el Shen
promueve el Qi, el Qi carga cada día el Jing y el Jing ancla y nutre al Shen.
Desde la Medicina China se busca el equilibrio de los Tres Tesoros para asegurar una correcta
relación entre ellas y por ende el bienestar físico y mental.
(Artículo 4)

LOS TRES TESOROS :


El Uno engendra dos cosas,
luego tres cosas…
[Tao te king]
Los Tres Tesoros de la vida son] jing (esencia), Qi (energía) y shen (espíritu). Como el Yin y el
Yang, los Tres Tesoros son entidades claramente distintas pero completamente
interdependientes. A diferencia de las energías del Yin y del Yang, que impregnan tanto el
mundo animado como el inanimado, la esencia, la energía y el espíritu van asociados con la
vida, en especial la vida humana.
Entre los tres abarcan los tres niveles fundamentales de la existencia en todos los seres vivos:
el físico, el energético y el mental.
Los Tres Tesoros se consideran como preciosos dones del Tao, el legado natural de la vida que
todoslos seres vivos reciben al nacer, y son su fuerza y su equilibrio mutuo los que determinan
la salud y la longevidad humanas. En vista de su papel central en el taoísmo, tanto filosófico
como práctico, podemos referirnos a los Tres Tesoros como la «Trinidad taoísta». junto con el
Yin y el Yang y las Cinco Actividades Elementales, constituyen el marco teórico del diagnóstico
y la terapia en la medicina china, así como de las artes marciales y la meditación.
Jing: la esencia de la vida
En el interior del cuerpo se producen tres tipos básicos de jing. El primero es la esencia-sangre,
que engloba los distintos elementos vitales transportados por el torrente sanguíneo, tales
como los glóbulos blancos y rojos y las sustancias nutritivas de la alimentación absorbidas en el
intestino delgado. El segundo es la esencia hormonal, que se presenta en dos formas: esencia
vital y esencia-semen. La esencia vital incluye todas las hormonas vitales segregadas por las
diversas glándulas que componen el sistema endocrino del cuerpo, y que sirven para regular el
crecimiento, el metabolismo, la sexualidad, la inmunidad, el envejecimiento y demás. La
esencia-semen afecta, en los hombres, al esperma y hormonas masculinas relacionadas, y en
las mujeres, a los óvulos y hormonas femeninas relacionadas.
La tercera clase de esencia engloba los fluidos pesados como la linfa y los lubricantes que
rodean las articulaciones y otros tejidos conjuntivos (líquido sinovial), así como las lágrimas, la
transpiración y la orina. Estos últimos intervienen fundamentalmente en la excreción de los
productos de desecho y la disipación de la energía estancada. Estas tres clases de esencia junto
con el Qi reciben la denominación de los «Cuatro Humores Corporales Vitales».
La esencia y la energía están íntimamente relacionadas: «El Qi es el general de la sangre; si el
Qi se mueve, la sangre se mueve». Puesto que la sangre sigue al aliento, es razonable deducir
que una correcta respiración controla y favorece la circulación, lo cual, por cierto, constituye
uno de los objetivos básicos de los ejercicios de respiración taoístas.
Según la medicina china tradicional, los factores inmunológicos naturales y de resistencia a la
enfermedad se hallan principalmente en la esencia vital del organismo. Nos encontramos aquí
con otro caso evidente donde la medicina china se adelantó a la occidental en más de 2.000
años. En un artículo de portada publicado por la revista Time el 31 de marzo de 1980, aparecía
un detallado informe sobre la increíble eficacia curativa del recién descubierto factor
inmunológico «interferona». Las interferonas no son un producto sintético, como la mayoría
de los remedios occidentales, lo cual confirma la premisa básica de la medicina china de que la
inmunidad y la resistencia son factores naturales producidos en el interior del cuerpo en forma
de «esencia» sumamente refinada. Aún más notable resulta el hecho, establecido
científicamente, de que la interferona es producida en el cuerpo por sólo tres clases de células,
las cuales se corresponden exactamente con las tres formas de «esencia» que, según los
médicos chinos han dicho siempre, proporcionan los factores clave de la inmunidad.
Qi: la energía de la vida
Una premisa básica de la medicina tradicional china, directamente derivada de la filosofía
taoísta, es que todas las formas de vida del universo están animadas por una fuerza vital
esencial denominada Qi. Además de «energía», Qi significa literalmente «aliento» y «aire», y
es el equivalente exacto del término grana en el yoga de la India. Al igual que el propio Tao, el
Qi es invisible, silencioso, sin forma…, pero lo impregna todo.
Dentro del sistema humano, el Qi adopta muchas formas distintas. La forma más elemental se
llama yuan Qi, literalmente «energía primordial». Esta denominación hace referencia al
estallido original de energía pura que se produce en el momento de la concepción e infunde la
vida en el feto contenido en la matriz. Yuan Qi puede compararse a la energía potencial
almacenada en una batería. Esta energía comienza a disiparse en el instante mismo del
nacimiento, y la velocidad de disipación en cada individuo determina la duración de su vida. Un
motivo de que los niños sean- tanto más activos y enérgicos que los adultos es que todavía no
han contaminado ni disipado su energía original en la misma medida que éstos. Eso explica
también que la mala alimentación y la mala respiración no produzcan en los niños unos
síntomas tan graves como en los adultos, ya que aquéllos aún están protegidos por sus
poderosas «baterías» primordiales. Pero al recurrir a estas baterías para
compensar la mala nutrición y otros hábitos negativos, aceleran la velocidad de disipación de
la energía y siembran las semillas de una debilidad crónica en la edad adulta. Yuan Qi puede
tonificarse y cultivarse por medio de la dieta, hierbas, respiración correcta, vida sexual
regulada y otras disciplinas taoístas que tienden a «recargar» las baterías primordiales,
disminuyendo la velocidad de disipación y, por tanto, prolongando la vida.
Otra forma de Qi es la denominada yang Qi, que se refiere a la energía vital en su aspecto
volátil, cinético y activo. Es el tipo de energía que se acumula en el cuerpo durante la
excitación del acto sexual y se libera como un estallido en el orgasmo. Esta energía se asocia
con la calidez, la luz y el movimiento.
Yang Qi es como la energía extraída de una batería en forma de corriente eléctrica. Se absorbe
directamente de la atmósfera al respirar.
El cuerpo produce dos formas distintas de Qi a partir de las sustancias nutritivas esenciales que
el proceso digestivo extrae de los alimentos y el agua. Una de ellas se denomina ying Qi o
«energía nutritiva», que se extrae de los elementos más puros de la digestión y energiza los
órganos, glándulas,nervios, huesos y todos los tejidos vitales. El otro tipo es wei Qi, «energía
protectora», que se produce a partir de los subproductos más groseros de la digestión. Esta
energía circula por la superficie del cuerpo, justo por debajo de la piel, y protege al organismo
de los efectos nocivos de las energías ambientales extremadas, como calor, frío, sequedad,
viento, etc. Al moverse, puede percibirse de un modo semejante a un flujo de agua tibia
extendiéndose por la superficie del cuerpo.
Cuando el Qi de la tierra, extraído de los alimentos y el agua, se encuentra con el Qi del cielo,
absorbido del aire, ambos se mezclan en la corriente sanguínea para formar esa única variedad
de energía vital que confiere vida al organismo humano. Por eso la dieta y la respiración son
disciplinas fundamentales y complementarias para el cultivo de la salud y la longevidad: son
nuestras fuentes primeras de energía vital.
Según el Clásico del Emperador Amarillo, «todas las innumerables afecciones comienzan con la
energía.
En el momento en que existe un desequilibrio de energía, puede presentarse cualquier
afección».
A pesar de su papel central en la Trinidad taoísta de esencia, energía y espíritu, el Qi
representa el mayor obstáculo para los estudiantes occidentales de medicina tradicional china.
Aunque los científicos occidentales se enfrentan sin reparos con el radar, la radio, los rayos
gamma, la radiación ultravioleta, la electricidad y otras formas invisibles de energía, suelen
encabritarse como caballos salvajes cuando se les sugiere que unas corrientes cósmicas
semejantes fluyen por el organismo humano y lo controlan.
Al parecer, los franceses poseen una especial afinidad con la noción de Qi. Consideremos, por
ejemplo, la siguiente declaración del Dr. J. Belot:
Cuando consideramos la vida orgánica a la luz de la biofísica, encontramos que los fenómenos
eléctricos se hallan en la raíz de toda la vida celular y llegamos a la conclusión de que al final de
todo hay una carga eléctrica.
El Dr. René Allendy llegó a parecidas conclusiones:
En el pasado, la medicina y la biología veían la vida como una simple reacción química, es
decir, un intercambio completamente mecánico de átomos y moléculas. Aunque esto sigue
siendo cierto, hoy en día podemos interpretarlo con mayor exactitud, pues ahora sabemos que
estos intercambios dependen de un potencial eléctrico, de forma que la esencia de este
fenómeno se desplaza del átomo al electrón.
Esto, por supuesto, es lo que los adeptos taoístas vienen diciendo desde hace 3.000 años: que
toda la vida depende en último término del Qi (energía biónica) y que todas las funciones
vitales dependen en último término del Qi que circula en los órganos vitales, articulaciones,
nervios, sangre y demás tejidos orgánicos. La forma de retrasar el envejecimiento y evitar las
enfermedades consiste en «recargar» regularmente los tejidos del cuerpo con nuevos
suministros de puro Qi extraído de los alimentos frescos, el agua fresca, el aire fresco y una
vida sexual sana. Si bien los procesos bioquímicos son importantes para la salud, éstos a su vez
dependen completamente de un adecuado nivel de energía bioeléctrica para realizar sus
funciones.
El sistema energético humano está sometido a la influencia de diversos tipos de energía
ambiental, especialmente las condiciones meteorológicas, que los chinos acertadamente
denominan tian Qi, «energía celeste». El hombre y los demás seres vivos se hallan entre el
polo Yang positivo del Cielo y el polo Yin negativo de la Tierra, y la «energía celeste» del clima
pasa a través del sistema energético humano del mismo modo que la electricidad circula por
un conductor. Los chinos han conocido la estrecha relación entre condiciones atmosféricas y
salud humana desde hace milenios, pero la ciencia occidental apenas empieza a desvelar este
misterio.
Shen: el espíritu de la vida:
Shen engloba todas nuestras facultades mentales, entre las que se incluyen el pensamiento
racional, la intuición, el espíritu, la atención, la voluntad y el ego. El pensamiento tradicional
chino distingue cuatro aspectos principales en el espíritu: hun, el alma humana, asociada con
Vang y el Cielo; bo, el alma animal, asociada con Yin y la Tierra; yi, pensamiento y conciencia;
jir, intento y fuerza de voluntad.
A diferencia del dualismo occidental, que santifica el espíritu como una entidad independiente
situada por encima y más allá del cuerpo, el taoísmo considera el espíritu como el
florecimiento de la Trinidad taoísta, donde la esencia (cuerpo) sirve como raíz y la energía (Qi)
como tallo o tronco. Sólo unas raíces bien alimentadas y plantadas en un suelo fértil pueden
generar un tallo resistente y hermosas flores. Las raíces débiles y desnutridas y las ramas secas
y quebradizas sólo producen flores débiles y ajadas. En las escuelas más esotéricas del
taoísmo, los adeptos transmutan la esencia y la energía en espíritu puro mediante prolongados
ejercicios de respiración y meditación. Los seguidores de este camino cultivan los Tres Tesoros
por métodos exclusivamente internos, refinando su propia esencia interior y formando con el
tiempo una «perla misteriosa» que va creciendo con la práctica y confiere salud y longevidad al
adepto. Esta perla constituye el «embrión» de un cuerpo-espíritu.
El cuerpo-espíritu se corresponde aproximadamente con el cuerpo físico en cuanto a forma y
tamaño pero carece de sustancia material, aunque emite un aura de energía que es
perceptible por los adeptos avanzados y puede ser medida por la tecnología moderna. Estos
adeptos ayunan con frecuencia, controlan estrictamente su alimentación, mantienen el
celibato, viven en completa soledad y se pasan días y noches enteros sumidos en un profundo
trance, obtenido mediante la técnica de «sentarse quietos sin hacer nada». Todo ello fortalece
su cuerpo-espíritu, del mismo modo que un levantador de pesos fortalece su cuerpo mediante
el ejercicio físico. En el instante de la muerte, el adepto entra en su cuerpoespíritu, evitando
así la disolución de la conciencia y alcanzando la inmortalidad espiritual.
Este camino sólo es apto para monjes y anacoretas, pues exige decenios de disciplinada
devoción, un gran coraje,dedicación y un maestro cualificado, que en la actualidad resulta
sumamente difícil encontrar.
(Artículo 5)
Los Tres Tesoros

El cuerpo es el templo de la vida. La Energía es la fuerza de la vida. El Espíritu es el


gobernador de la vida. Si uno de ellos se desbalancea, los tres son dañados. Cuando el
espíritu toma el mando, el cuerpo lo sigue naturalmente, éste arreglo beneficia a los Tres
Tesoros. Cuando el cuerpo guía el camino, el espíritu va solo, y esto daña a los Tres
Tesoros.
Wen-tzu Classic (siglo uno AC)
Todos los humanos nacen en este mundo dotados con los tres preciosos tesoros de vida, por
virtud de ellos estamos capacitados para existir, funcionar y pensar. Estos tesoros componen
nuestro legado natural, y el grado con el cual los protejamos y preservemos determinará el
estado de nuestra salud y el lapso de nuestras vidas. Aquellos que derrochan y abusan de los
preciosos tesoros de vida sufren la pobreza de la enfermedad crónica y de la muerte
prematura, mientras que aquellos que los cultivan y conservan disfrutan de la riqueza de la
salud y la longevidad.
La tradición Taoísta de China contiene el registro de investigación científica en curso más largo
del mundo, abarcando un período de al menos 5.000 años. Desde tiempos ancestrales, la salud
y la longevidad tuvieron un lugar preponderante entre los principales campos de interés
estudiados por los adeptos al Taoísmo, quienes ven el organismo humano como un
microcosmos del universo, completo con sus propios ‘cielo’ y ‘tierra’ internos, su propio ‘clima’
y ‘estaciones’, sus propias transformaciones cíclicas e intercambio natural de energías
universales.
En la visión Taoísta, los Tres Tesoros de los cuales depende la vida
son esencia (jing), energía (chee), y espíritu (shen). La Esencia se refiera al cuerpo físico de
carne y hueso, incluyendo todos los materiales básicos que lo constituyen, particularmente los
fluidos esenciales tal como hormonas, enzimas, y neurotransmisores. La Energía es la fuerza
primordial de la vida la cual recarga cada célula y tejido del cuerpo vivo y activa sus funciones
vitales. El Espíritu abarca todos los aspectos de la mente, ambas humana y primordial,
incluyendo conciencia y conocimiento, pensamiento y sentimiento, voluntad y empeño. A la
vez los Tres Tesoros (san ba), también se conocen como las Tres Maravillas (san chee),
funcionan como una sola unidad orgánica.
Cada uno de los Tres Tesoros tiene dos aspectos fundamentales, conocidos en la terminología
Taoísta como “prenatal” (hsien-tien) y “postnatal” (hou-tien), o primordial y temporal. El
aspecto prenatal son las cualidades puras que preceden al nacimiento e implantadas en el
embrión fertilizado en el momento de la concepción. Los aspectos postnatales son las
manifestaciones temporales las cuales se desarrollan después del nacimiento, comenzando en
el momento en el que se corta el cordón umbilical y el niño obtiene el primer aliento de aire.
Prenatalmente, los Tres Tesoros son una unidad amorfa e indivisible, pero ellos se separan
después de nacer y toman sus respectivos aspectos temporales, por eso se tornan vulnerables
de agotamiento y decadencia. Uno de los propósitos primarios de la alquimia Taoísta es
restaurar la unidad primordial y la pureza primordial de la esencia, energía y espíritu con el fin
de prevenir la enfermedad y la degeneración del organismo humano postnatal, retardando el
proceso de envejecimiento y prolongando la vida.
Realmente no hay un gran misterio en la alquimia Taoísta. Es simplemente cuestión de
aprender como emplear la mente para controlar la energía y por ende regular las
transformaciones bioquímicas esenciales y el funcionamiento de los órganos vitales del
cuerpo. La mayoría de las personas permiten pasivamente que los estímulos del entorno,
emocionales y físicos gobiernen su esencia y energía; los Taoístas usan activamente sus
mentes para dominar sus energías, y sus energías pasan a controlar sus
esencias. Accediendo a las potencias primordiales de nuestras mentes, podemos aprender
como aplicar la “mente sobre la materia” con el objeto de mantener la salud y logra la
longevidad de nuestros cuerpos.
La alquimia Taoísta revierte el constante proceso de debilitamiento y agotamiento de la
esencia, la energía y el espíritu ocasionadas por la vida ordinaria en el mundo material y lo
transforma en un proceso de aumento que preserva los Tres Tesoros y prolonga la vida. Este es
un proceso que cualquiera puede aprender y practicar, pero requiere una familiarización con
los principios básicos del universo que gobiernan la vida humana y su entorno natural. La única
condición requerida para ser un adepto al Taoísmo es la voluntad y la disciplina para tomar el
mando completo de su propia energía, comando completo de su propio cuerpo, y una
completa responsabilidad por su propia vida. El resto es simplemente una cuestión de método.
Esencia
La Esencia se refiere a las más altamente refinadas sustancias que constituyen el cuerpo
humano, es el sustento básico de la vida corporal. También traducido como “vitalidad”, la
esencia es una forma potencial de energía, como el líquido de una batería, desde el cual el
cuerpo extrae energía cuando la necesita. En el aspecto prenatal, la esencia es la primitiva
fuerza creativa del cosmos, la avidez universal por procrear y perpetuarse. Cada individuo
recibe una medida fija de esta esencia prenatal de la fusión del esperma y el óvulo provistos
por el padre y la madre. Después de nacer, cuando el cuerpo se desarrolla, esta esencia
primordial se almacena en lo que los chinos llaman las “glándulas riñón” (corteza suprarrenal
así como en las secreciones sexuales de los órganos reproductivos masculino y femenino). Esta
es pasada a la siguiente generación a través de la reproducción sexual y por esto es
considerada como inmortal y auto perpetuante.
La esencia postnatal es refinada y sintetizada desde los nutrientes extraídos de la comida y el
agua y es almacenada primariamente en el hígado, la sangre y la médula espinal. Toma la
forma de fluidos muy puros y potentes como hormonas, enzimas, neurotransmisores, fluido
cerebroespinal, fluido linfático, plasma sanguíneo, y otras esencias bioquímicas. Se manifiesta
a sí mismo como género y sexualidad, provee fuerza, vitalidad, e inmunidad y es fácilmente
derrochada en los hombres a través de una excesiva pérdida de semen, en la mujer a través
de la menstruac
ión, y en ambos géneros a través del estrés crónico, la desnutrición y la enfermedad. La
esencia postnatal reside en el sacro y está estrechamente relacionada con las funciones
sexuales y digestivas.
Energía
La energía es la fuerza vital que activa cada función y maneja cada proceso in el cuerpo
humano, tanto voluntarios como involuntarios. Es como la corriente eléctrica corriendo a
través de una computadora: sin ella no trabaja ninguna de las funciones. En el aspecto
prenatal, la energía es la potencia primordial que inunda el universo entero, donde se
manifiesta a sí misma como calor, luz, movimiento y otras energías universales. La energía
postnatal se manifiesta en los humanos como diversas energías asociadas con los principales
sistemas orgánicos, y como calor corporal, respiración, pulso, y otras formas de bioenergía. La
energía postnatal es polar y electromagnética y se caracteriza por su constante actividad y
transformación.
Los humanos extraen energía primaria prenatal de dos fuentes. Una es de la transformación de
la esencia prenatal almacenada en la corteza suprarrenal y las glándulas sexuales. Es
llamada yuan-chee(‘energía primordial’), y cada individuo nace con un aporte limitado de ella.
El convertir la esencia prenatal glandular en energía primordial requiere una avanzada forma
de alquimia Taoísta conocida como nei-gung (‘trabajo interno’). La otra fuente de energía
prenatal se llama tien (‘cielo’), la cual se refiere al cielo y al cosmos. Energías cósmicas del cielo
entran al cuerpo a través de la parte superior de la cabeza, mientras la luz se asimila a través
de la piel y de los ojos.
La fuente de la energía postnatal es llamada dee (‘tierra’), la cual se refiere a la comida, el
agua, las hierbas y otros materiales suplementarios, así como del aire. Los elementos dietarios
son digeridos para extraerles nutrientes vitales, los cuales luego el cuerpo transforma en
energía. La energía del aire es absorbida a través de los pulmones y puede ser cultivada con
una simple forma de ejercicios de respiración Taoístas conocidos como chee-gung (‘trabajo
con energía’). Cuando la energía del aire de los pulmones se mezcla en la sangre con la energía
de la tierra que proviene del sistema digestivo, se forma lo que se conoce como “Verdadera
Energía Humana”, la fuerza fundamental de la vida humana temporal.
La energía humana reside en el pecho y está estrechamente asociada con la respiración y la
circulación de la sangre, el corazón y los pulmones. Los textos médicos taoístas dicen que ‘la
energía conduce a la sangre’, lo cual significa que la sangre fluye donde la energía va y que la
circulación de la sangre puede entonces ser controlada por la regulación de la respiración. Este
es un principio fundamental de la práctica del chee-gung.
Espíritu
El Espíritu se refiera a la mente y todas sus variadas facetas y funciones. El espíritu prenatal es
la ‘mente de Tao’ primordial, el alma inmortal, la luz original de la conciencia. Él es el eterno
chispazo de conciencia el cual ‘no es nacido ni ha de morir’. Él es inmaterial, luminoso y reside
en el corazón.
El espíritu postnatal se manifiesta a sí mismo como pensamiento y conciencia sensorial, psiquis
y ego personal y como la noción de sí mismo. Aunque la mente original de Tao es abierta,
indiscriminada, no dualística, y perfectamente calma, su manifestación temporal en la mente
humana es cerrada, discriminativa, dualística, y siempre agitada. La mente humana postnatal
reside en la cabeza y se expresa a sí misma a través de las funciones cerebrales.
Cada ser humano posee la mente primordial de Tao dentro de su corazón, pero muy pocos son
conscientes de ello. A causa del auto engaño y la falta de claridad de la mente humana,
originadas en las percepciones sensoriales y como reacciones a conflictos emocionales, la
mayoría de las personas permanecen ciegos a la luz de su propio espíritu primordial hasta el
momento de la muerte, cuando todos adquieren un repentino impulso de él. Los más altos
estadios de la alquimia Taoísta y la meditación nos enseñan como controlar nuestros sentidos,
calmar nuestras emociones, y balancear nuestras energías, de manera que podamos ver
tranquilamente nuestro interior más allá de la mente humana con el objeto de restaurar la
conciencia de la mente primordial de Tao. Esta conciencia enriquece la vida y también nos
prepara para la muerte. Debido a que el espíritu primordial es el único aspecto de la mente
que ‘no ha nacido y que no muere’, aquellos que conocen esto no temen a la muerte, y este
conocimiento les da a ellos la perfecta libertad y ecuanimidad en la vida.
El sabio Taoísta Lu Tung-Ping, quien vivió durante la dinastía Tang (AC 618 – 905) y aún es
apreciado como una de los grandes padres de la filosofía Taoísta, describió los Tres Tesoros
como sigue, traducido aquí por Tomas Cleary:
Vitalidad : En el cielo, la vitalidad es como la Vía Láctea, es la luz del sol, la luna y las estrellas,
es la lluvia y el rocío, la nevisca y el granizo, la nieve y la helada. Sobre la tierra es agua,
arroyos, ríos, océanos, vertientes, manantiales, estanques y pantanos. En la gente es vitalidad,
la raíz de la esencia y la vida, el cuerpo de sangre y carne.
Energía : En el cielo, la energía es sustancia y forma, yin y yang, el movimiento de el sol, la luna
y las estrellas, el proceso creciente y menguante, nubes, niebla, neblina y humedad, es el
corazón del ser, evolución y desarrollo. Sobre la tierra, es poder, combustible, la médula de
miles de seres, la fuente de los ríos de las montañas, es la vida y la aniquilación, activación y
acumulación, es el pasaje del tiempo, florecimiento y declinación, ascendente y descendente.
En los humanos es energía, movimiento físico, actividad, hablar y percibir, el uso del cuerpo, la
conexión entre la muerte y la vida.
Espíritu: En el cielo, el espíritu es el eje, el verdadero director, el silencioso actor, él es la
esencia del sol, la luna y las estrellas, es el viento soplando, el trueno sonando; él es
compasión y dignidad, es la fuerza de la creación, el basamento del origen de los seres. En la
tierra, él es habilidad, comunión, apertura la forma de miles de especies, montañas y aguas, es
la paz y la quietud, la fu
ente de la estabilidad, es la calma, calidez y benevolencia. En los humanos, él es el espíritu, la
luz en los ojos, el pensamiento en la mente, es la sabiduría y la inteligencia, el conocimiento
innato y la capacidad; él es el gobernador de la vitalidad y la energía, conciencia y
entendimiento; es la base del armazón físico, el basamento de la duración de la vida.
Trinidad
Los Tres Tesoros son un aspecto de la trinidad fundamental que fluye a lo largo de la filosofía
Taoísta y de las prácticas esotéricas. Anatómicamente, los Tres Tesoros de esencia, energía y
espíritu ‘residen’ en el sacro, tórax y cerebro, donde ellos se manifiestan respectivamente
como fluidos, respiración y pensamiento. Energéticamente, los Tres Tesoros son asociados con
tres puntos de poder conocidos como ‘áreas de curación’ (dan tien), las cuales son los puntos
focales de la alquimia Taoísta esotérica. Las esencias se alían en el Campo Inferior de Curación,
ubicado detrás y un poco debajo del ombligo, y su nombre alquímico es ‘agua’. La energía se
acopia en el Campo Medio de curación en el pecho y es asociado con la respiración, el pulso y
el habla. Su identidad alquímica es ‘fuego’. El espíritu Postnatal es albergado en el Campo
Superior de Curación, ubicado detrás del punto que se encuentra entre las cejas, y se asocia
con las glándulas pituitariay el hipotálamo. En la alquimia Taoísta es conocida como el
‘embrión’.
Metafísicamente, los Tres Tesoros se originan en los ‘Tres Poderes’ de cielo, tierra y ser
humano. El cielo es la fuente del espíritu, y la tierra es la fuente de los elementos esenciales
que constituyen el cuerpo humano. Los humanos, quienes se ubican entre el cielo y la tierra,
son la fuente de la Unica fuerza conocida como Genuina Energía Humana, la cual fusiona el
espíritu del cielo con la esencia de la tierra para formar el cuerpo humano y manifestar la
mente humana.
Alquimia
Todos los humanos han nacido repletos con el pleno potencial de sus potencias innatas
primordiales. Durante el curso ordinario de la vida sobre la tierra, las demandas y distracciones
del mundo postnatal temporal, gradualmente agotan la esencia, disipan la energía, agotan el
espíritu, socavando la salud y acelerando la muerte. La mayoría de las personas son
constantemente distraídas por las demandas del cuerpo y sus insaciables apetitos de comida,
sexo y entretenimiento. En vez de atesorar sus cuerpos como ‘templos del espíritu’, abusan de
ellos para satisfacer sus apetitos animales. Por cierto, la mayoría de las personas de éstos días
tienen mejor cuidado a sus autos que a su propio cuerpo, invierten el dinero más
cuidadosamente que su energía, y consagran más tiempo y atención a la televisión que a sus
propias mentes. Ellos contaminan sus fluidos corporales esenciales con comidas poco
naturales y drogas tóxicas, derrochan su energía con estrés crónico y desórdenes emocionales,
y desgastan su espíritu con las miles de distracciones y deseos de la vida mundana. Incluso
aquellos quienes profesan interés en la vida espiritual a menudo fracasan en lograr progresos
significativos simplemente porque ellos descuidan el primer paso crucial de limpiar su
funcionamiento al nivel de la esencia y la energía. Cuando la esencia es contaminada y la
energía desequilibrada, el espíritu se desarrolla obscuro y débil.
La alquimia Taoísta revierte éste proceso de agotamiento primero por la purificación y
preservación de la esencia, luego por el equilibrio y conservación de la energía, y finalmente
cultivando y concentrando el espíritu. A través de un esotérico proceso de alquimia conocido
como ‘Triple Unidad’, la esencia purificada es convertida en energía, la cual es entonces
elevada y refinada a través de los centros de energía superiores hasta llegar al cerebro, donde
ella es nuevamente transformada para nutrir el espíritu. La Clasificación de las Terapias, un
texto médico Taoísta escrito 2.000 años atrás, dice:
‘El espíritu es sostenido por la energía, y la energía se obtiene de la transformación de la
esencia. La esencia se transforma en energía, y la energía se transforma en espíritu.’ Cuando,
suficientemente clarificado, energetizado y rejuvenecida, la mente humana es capaz de
restaurar su largamente perdida conexión con sus potencias primordiales, recargando por ello
los aspectos postnatales de los Tres Tesoros con sus antecedentes prenatales. Esto se llama
‘retornar a las fuentes’. A través del cuidadoso control y paciente cultivo de los aspectos
temporales de esencia, energía y espíritu manifestados en la vida humana, el adepto de la
alquimia Taoísta restaura un enlace directo con las infinitas potencias primordiales de la mente
universal de Tao.
Equilibrio y armonía
Los puntos pivotantes del modo de vida Taoísta son el equilibrio y la armonía. La salud y
longevidad se basan enteramente en el óptimo mantenimiento del equilibrio y armonía entre
los Tres Tesoros, entre las energías de los órganos vitales y entre el cuerpo humano y su
entorno natural.
Desde el punto de vista Taoísta, la enfermedad y la degeneración son originados no tanto por
las invasiones externas como sí por la ‘caída de la propia guardia’. Gérmenes, toxinas, y
‘energías negativas’ siempre están presentes en nuestro entorno, pero ellas pueden entrar y
causar daño solamente en un cuerpo cuya inmunidad y resistencia se arruinen por negligencia
y por un estilo de vida inapropiado. La salud y la longevidad no se sustentan en los doctores y
las drogas sino por la cuidadosa protección de los Tres Tesoros de vida, y el nacimiento de
cualquier enfermedad es una indicación clara de las propias falencias para mantener un
sistema de defensa vigoroso.
El camino del equilibrio y la armonía es vivir en concordancia y no en conflicto con la
naturaleza. Los principios primordiales del Tao se manifiestan a ellos mismos sobre la tierra en
la forma de la Madre Naturaleza, quien en forma impecable obedece y refleja los patrones
cíclicos del Tao. Por consiguiente, los Taoístas aprenden el Camino por observación e imitación
de la naturaleza. Aquellos que se adaptan a lo natural y aprenden como controlar sus energías
alcanzan una vida larga. Quienes desafían lo natural e intentan pervertir sus energías para
sacar ventajas y obtener placeres se degradan y mueren tempranamente.
El principio primario de la naturaleza es constante cambio e incesante flujo. Estos cambios y
fluctuaciones no son nunca arbitrarios ni caóticos. Ellos son cíclicos y siguen patrones
predecibles. Los principios universales de yin y yang, los Tres Tesoros, las Cinco Energías, y
otros patrones cíclicos se manifiestan clara y constantemente en la naturaleza, y por el estudio
de ellos el adepto aprende como adaptarse al mundo y prosperar entre lo denso y lo sutil.
Rígidos apegos a conductas habituales, objetos mater
iales, e ideas fijas van en contra del Tao y bloquean la propia capacidad de adaptación a un
mundo siempre cambiante. Flexibilidad, espontaneidad y completa libertad de pensamiento y
acción son el único camino para responder satisfactoriamente al flujo constante de la
naturaleza y para vivir en concordancia con el Tao.
El mundo moderno opera bajo la estúpida idea de que la ciencia y la tecnología pueden
‘conquistar la naturaleza’, por esa razón permiten que los seres humanos sean indulgentes con
cada uno de sus caprichos y manías. Nosotros cortamos bosques y desvalijamos los mares,
contaminamos el aire que respiramos y envenenamos el agua que tomamos, contaminamos
nuestros cuerpos con comidas artificiales y drogas sintéticas, y atrofiamos nuestras mentes
con distracciones triviales y conceptos fuera de lo natural. La red resultante de esta batalla
entre la naturaleza y los humanos es un entorno hostil que subvierte más que sustentar la vida
humana, y los que últimamente pierden son los propios humanos. El cuerpo humano es un
producto de la naturaleza altamente evolucionado, sin embargo es obvio que si destruimos
nuestro hábitat natural también nos destruimos a nosotros mismos, y ningún grado de ciencia
o tecnología puede salvarnos de nuestra propia auto destrucción. Nuestro única esperanza es
llamarnos a una tregua y restaurar nuestra armonía con la naturaleza largamente
interrumpida, y es aquí donde el antiguo Tao puede servir al mundo moderno. El Tao nos
provee con todo lo que necesitamos saber para vivir en concordancia con la naturaleza,
para beneficiarnos de la trinidad de cielo, tierra y humanos, y para proteger los preciosos
tesoros de esencia, energía y espíritu de los cuales depende nuestra vida.
Desgraciadamente, la mayoría de las personas gastan sus vidas enteras transitando el camino
de la disipación sin caer en la cuenta que es el más rápido atajo a la tumba. Como el sabio Lu
Tang-Ping dijo:
El cuerpo humano es compuesto enteramente de esencia, energía y espíritu. Si usted no
valora su esencia y la derrocha imprudentemente, es como derramar el agua dentro de
una copa agrietada. En vez de llenar la copia, ella chorrea hasta que se acaba hasta la
última gota. Si usted no derrocha su energía y no la derrocha imprudentemente, es como
poner incienso en carbón caliente y continuamente agregar combustible al fuego hasta
que el incienso se halla quemado y transformado en ceniza. Si usted no valora su espíritu
y lo malgasta indiscriminadamente, es como colocar una lámpara desprotegida al aire
libre y dejar que el viento sople hasta extinguirla.
El Tao ofrece una alternativa viable a la conducta auto destructiva de ‘vivir en forma liviana’,
un camino alternativo que conduce a la salud y la longevidad, previene la enfermedad y la
degeneración, cultiva la sabiduría, y protege los Tres Tesoros. El modo Taoísta de vida no
necesita ser fastidioso o ascético; de hecho, los Taoístas usualmente consiguen sacarle mucho
más a la vida que las personas ordinarias, incluyendo los placeres de la comida y el sexo,
precisamente porque ellos entienden tanto las limitaciones como las potencialidades de lo
natural. A pesar de esto pocas personas siguen éste camino, no porque él sea oscuro u oculto,
sino porque es un camino que debe ser transitado lentamente, paso a paso, enteramente bajo
nuestro propio poder, manejado solamente por la virtud de nuestra propia disciplina y
determinación. Este es un camino de total libertad e independencia, pero pocas personas
tienen la intención de ejercitar la senda del auto control y la auto confianza que la libertad
demanda. Com Hu Szu-Hui médico del emperador de China, escribió en su manual médico en
1330:
Los hombres de elevada antigüedad conocen el Tao y diseñan sus vidas en armonía de yin
y yang, viviendo in completa concordancia con los ritmos de la naturaleza. Ellos observan
moderación en la comida y la bebida regularmente en sus vidas cotidianas y no se agotan
a sí mismos alocadamente. Consecuentemente viven largas vidas. Pero la gente de hoy es
diferente. Sus vidas diarias son irregulares, comen y beben indiscriminadamente sin
conocer que evitar, y no observan moderación. Ellos dan a sí mismos demasiada
disipación, se dejan tentar libremente por comidas ricamente condimentadas, ignoran el
camino de la renunciación y están permanentemente insatisfechos con lo que tienen.
Consecuentemente la mayoría de las personas de hoy están arruinadas antes de cumplir
los 50 años.
(Artículo 6)

Los Tres Tesoros: Jing, Qi y Shen

Los sabios y filósofos taoístas, desde antiguo, utilizan el término "Los Tres Tesoros" para
referirse a tres principios fundamentales en el cuerpo energético del ser
humano: ]ing (esencia), Qi (energía) y Shen (espíritu).

Se trata de realidades distintas, pero relacionadas entre sí de tal manera que cada una
depende de las otras. Los tres tesoros abarcan los tres niveles fundamentales de la existencia
en todos los seres vivos: el físico, el energético y el mental.

Jing (esencia) Es la sustancia esencial que confiere al organismo vivo la posibilidad de


desarrollarse y de reproducirse. El Jing determina la naturaleza y características de los seres
vivos y tiene dos orígenes:

1. Por herencia paterna: en el momento de la concepción mediante la fusión de los Jing


de los padres. Al Jing heredado se le llama Jing original y la calidad de esta esencia
original depende de la calidad de la esencia de los padres.

2. Por transformación de la esencia del aire y de los alimentos: A este Jing se le llama
Jing adquirido, o del "Cielo Posterior". Se extrae de la esencia de los alimentos y del aire
por lo que la calidad de este Jing depende de la calidad de los alimentos y del aire que
respiramos.

Ambos tipos de Jing conforman el Jing corporal, cuyo habitáculo físico se considera que está en
los riñones.

Qi (energía interna) El Jing heredado de nuestros padres se va convirtiendo en energía


interna, (Qi original) a medida que la vamos necesitando para vivir. Dicha conversión se
produce en los riñones y el Qi así elaborado se va depositando en el Dan Tien inferior,
situado 5 cm. debajo del ombligo y 3 cm. hacia el interior del abdomen, donde el Qi está
almacenado y listo para ser usado cuando el cuerpo lo necesita.
El Jing adquirido del aire y de los alimentos también se transforma en energía (Qi posnatal) y
se almacena en distintas partes del cuerpo, pero principalmente en el Dan Tien medio (plexo
solar).

El Qi posnatal desciende desde Dan Tien medio hasta Dan Tien inferior, mezclándose con el Qi
original para continuar juntos su recorrido por todo el cuerpo. Dependiendo de cómo y donde
se absorba el Qi, el cuerpo puede volverse demasiado yin o demasiado yang.

Shen (espíritu, mente) Es difícil encontrar en nuestro idioma una palabra que equivalga a
Shen. Normalmente, y dependiendo del contexto, se traduce por espíritu, alma, mente, divino,
dios, etc. El Shen no tiene sustancia pero es la fuerza que proporciona expresión y apariencia a
nuestro Jing. El Shen reside en el Dan Tien superior (tercer ojo). Dicen los taoístas y budistas
que nuestro Jing y nuestro Qi alimentan y fortalecen nuestro Shen. Cuando el chi es abundante
el Shen se estimula y eleva. El Shen elevado proporciona energía y vitalidad a nuestra
expresión así como claridad mental y capacidad de concentración, cualidades
fundamentales para dirigir chi al cuerpo de modo eficiente.
(Artículo 7)

LOS TRES TESOROS : I JING QI SHEN


Los Tres Tesoros, Las Tres Joyas, Los Tres Orígenes, Los Tres Fundamentos: “En el Cielo hay tres
tesoros, el Sol, la Luna y las Estrellas, en la Tierra hay tres tesoros, el Fuego, el Agua y el Viento,
en el hombre hay tres tesoros, Jing, Qi, Shen” Jing, Qi y Shen forman la base de la alquimia
interna taoísta, son las materias primas sobre las que deberá trabajar el practicante de Chi
Kung y al igual que el escultor depura la piedra para rescatar la escultura que encierra en su
interior, nosotros iniciamos un proceso de refinamiento de la energía a través del cuerpo y la
respiración para despertar nuestra consciencia y con ello la verdadera dimensión espiritual del
ser humano. El objetivo de este artículo es presentar de una manera integrada estos tres
aspectos de la estructura energética del ser humano, viendo las relaciones que existen entre
ellos y próximamente los iremos tratando uno por uno para su mejor comprensión. Es
importante tomar en cuenta que Jing, Qi, Shen son aspectos de la energía y aunque la palabra
Qi define de forma genérica la energía esta toma diferentes nombres según sus cualidades o
grados de elaboración. JING: significa esencia, quinta esencia, esperma, energía esencial y es la
materia prima o fuente original de la que está formada nuestro ser. Tenemos dos tipos de Jing,
uno que heredamos de nuestros padres a partir del Jing del padre y del Jing de la madre y que
incluye las características genéticas de la especie humana, la propia de nuestra raza y
ancestros, esta energía sirve de base para elaborar en lo sucesivo las energías que vamos a
adquirir a partir de los alimentos y líquidos que ingerimos y del aire que respiramos, también
será la base de nuestro mundo psicológico y emocional posterior, por ello es muy importante
el periodo de formación del embrión en el vientre materno, porque está formando su esencia
y lo que le pase a la madre en el tiempo de gestación le va a influir al nuevo ser, también es
muy importante la forma en que el bebé se va haciendo independiente energéticamente de la
madre (este tema será tratado en el próximo articulo rev. febrero). Esta energía esencial se
almacena en los riñones, una parte viene de lo heredado y otra parte del excedente de energía
que cada órgano tiene y se la cede a los riñones, así estos se convierten en “los depositarios de
la esencia”. Esta energía Jing tiene también una relación muy estrecha con la energía sexual,
(los órganos genitales para la medicina china son una extensión de los riñones) y con los
líquidos del cuerpo, líquidos del interior y del exterior de la célula, líquidos entre los diferentes
tejidos, liquido céfalo-raquídeo y con las secreciones hormonales. Así la energía esencial Jing
se convierte en el soporte material que permitirá posteriormente la formación de materia
orgánica, huesos, piel, tejido adiposo, sangre, etc. El Jing se relaciona de forma directa con el
primer Dan Tien como su lugar de residencia, este espacio energético está situado en la zona
de la pelvis entre el ombligo y la columna. QI: el Qi es la energía vital, es decir la energía que es
capaz de crear materia a partir de la respiración y del Qi propio de cada órgano, viene a
interactuar con la energía Jing que prepara el terreno fisiológico y su efecto se va a manifestar
generando temperatura corporal, esto es equilibrio entre frio y calor y esta alternancia dará
como consecuencia movimiento, este movimiento lleva a transformaciones en la química del
organismo y con ello en todo el sistema bio-eléctrico. Así pues, el Qi es el responsable de las
acciones dinámicas, químicas y bioeléctricas de nuestro cuerpo. Gracias a la acción del Qi de
cada órgano se generan tejidos, así el Qi del pulmón genera piel, el Qi del riñón genera huesos,
el del hígado músculos y tendones, el del bazo tejido adiposo y el del corazón genera sangre. El
Qi se asocia como lugar de residencia con el segundo Dan Tien, situado tradicionalmente en el
pecho, en relación con el sistema cardio-respiratorio. SHEN: significa espíritu, divino, inmortal,
alma. El ser humano vive en interrelación con un medio, constantemente esta reconociendo lo
que le rodea, recibiendo impulsos energéticos de afuera, respondiendo y adaptándose física y
anímicamente a su entorno, es decir conocemos y respondemos a los estímulos externos, esta
es una función de nuestra conciencia y nuestras emociones, pudiendo adaptar estas
respuestas emocionales a nuestra voluntad. Estos recursos de conocimiento, adaptación
emocional y voluntad, están generados a partir de la energía propia de cada órgano, pues cada
órgano tiene su propio Shen. Por ello el Shen es la energía mas refinada y también la mas
costosa de fabricar para el organismo, ya que necesita el soporte del Jing y el aporte del Qi (la
agitación mental agota nuestras energías). En todas las tradiciones se ha observado la quietud
mental como un aspecto fundamental para obtener la paz del espíritu y dentro del Chi Kung
esta es la base en que se fundamenta nuestro trabajo, la mente debe estar tranquila para
podernos concentrar en lo que hacemos, es importante observar la relación entre respiración
y estado emocional. Una mente calmada sirve para regular la respiración y con ello el Qi y con
nuestra intención podemos dirigir el aliento y la energía hacia el primer Dan Tien, favoreciendo
así nuestra reserva de energía esencial. El Shen esta en relación con el tercer Dan Tien, la
cabeza y el cerebro. Lo importante de todo esto es ver que Jing, Qi y Shen están en perfecta
interrelación, Jing (esencia), Qi (energía), Shen (espíritu) se apoyan y dependen uno de otro
dando como resultado el ser humano que somos.
(Artículo 8)

Los Tres Tesoros (San Bao) Jing, Qi y Shen (Esencia, Energía y Espíritu)

Teoría con que se explican las actividades fisiológicas del cuerpo humano.

Los Tres Tesoros se refieren a Jing (la esencia), Qi (la energía vital) y Shen (el espíritu), se
denominan tesoros porque el agotamiento o insuficiencia de cualquiera de ellos compromete
a todo el organismo. Se consideran el origen y raíz de la vida y tambien se les llama las tres
raíces (San Yuan).

Jing, Qi y Shen son tres formas diferentes de energía que gobiernan el cuerpo (Xing) que es la
forma en la que se manifiestan mediante metamorfosis (Hua).
Jing significa la parte más original y refinada de todas las cosas. Jing existe en todo. Es la fuente
original de todos los seres vivos y determina la naturaleza y características de los mismos. Es la
raíz de la vida. El Jing es indispensable para la presencia del Shen.
Qi es la energía interna del cuerpo. El Jing necesita el Qi para manifestarse. El Qi no podría
manifestarse bajo una forma individual sin el impulso del Shen para configurarlo, o sin la
presencia del Jing para definir la trama y el hilo conductor de sus transformaciones.
Shen es el espíritu. Es lo que nos hace humanos. El Shen debe nutrirse con Qi. El Qi depende
de la fuerza de Shen.

Los tres tesoros del cuerpo son la esencia, el aliento y la energía espiritual.
La intuición clara y perspicaz es la energía espiritual; aquello que penetra
por todas partes y se mueve en círculos es el aliento; los humores y los
líquidos que embeben el cuerpo es la esencia. Si se quiere distinguirlos
según su función, la energía espiritual controla y gobierna, el aliento
preside la aplicación de las órdenes, la esencia preside la transformación y
la generación. Cada uno tiene su función específica y sigue las órdenes del
jefe. Si se quiere distinguirlos desde el punto de vista de su utilización, la
esencia puede transformar el aliento, el aliento puede transformar la
energía espiritual. Allí donde llega la energía espiritual, llega el aliento. Allí
donde llega el aliento, llega la esencia.

Sutra del Sello del Corazón. Lu Qianxu.

Un cuerpo sin esencia y sin aliento es parecido a una lámpara sin aceite. Si
hay aceite y no hay aliento, no hay vida. Lo mismo sucede si hay aliento
pero no hay aceite. Cuando la cantidad de aliento es suficiente, se puede
comenzar la práctica que consiste en "añadir aceite" Cuando la cantidad de
aceite es suficiente, se pueden unir los alientos.

La práctica auténtica consiste en sublimar la esencia surgida de los cinco


cereales, después en transformar la esencia seminal.

Weisheng Shenglixue mingzhi. Zao Bichen.


JING esencia

Jing significa la parte más original y refinada de todas las cosas. Jing existe en todo. Es la fuente
original de todos los seres vivos y determina la naturaleza y características de los mismos. Es la
raíz de la vida.
El que tiene suficiente esencia, se siente fuerte y se adapta a los cambios del medio ambiente
y no es fácil que sea atacado por los factores patógenos. El que tiene déficit de esencia, se
siente débil y tiene menos capacidad de resistencia a las enfermedades.
Hay dos clases de Jing
Jing innato
Jing del Cielo Anterior (Xian Tian Zhi Jing)
Energía Ancestral

Jing adquirido
Jing del Cielo Posterior (Hou Tian Zhi Jing)
Energía Adquirida

El Jing innato forma parte de las energías hereditarias, del "cielo anterior". El Jing adquirido es
sintetizado por el cuerpo, en el "cielo posterior".
La esencia de la estructura física se llama la esencia reproductiva o también esencia congénita,
la esencia con la que se mantiene la función vital se llama esencia del alimento, o sea la
esencia adquirida del alimento.
La primera es la substancia fundamental para la reproducción y la última es transformada de
los alimentos constantemente y es algo indispensable para mantener las actividades vitales y
el metabolismo orgánico.
Cuando los órganos internos están llenos de la esencia vital se la conserva en los riñones y se
transforma en la esencia reproductiva. La esencia consumida puede ser nutrida y completada
de la esencia adquirida de los alimentos.
Cuando Jing se agota se produce la muerte.

"Cielo Anterior" y "Cielo Posterior"

"En medicina china se llama "cielo anterior" a lo que precede a la concepción, o en un sentido
más restringido a lo que precede al nacimiento.
En el taoísmo, el "cielo anterior" representa lo no manifiesto, es decir, el plano de la causalidad
más allá del plano manifestado de los material. Por estensión, las energías del "cielo anterior"
son aquellas que preceden al surgir de la vida.
El "cielo posterior" es lo que pertenece al orden de lo manifiesto, de lo material. Las energías
del "cielo posterior" son aquellas que el individo autónomo, una vez nacido, metaboliza por sí
mismo a partir del aire y de los alimentos."

QI - aliento, hálito, energía

"El aliento es el cielo, es lo que pone en comunicación, es el viento, es el movimiento, son las
transformaciones, es la respiración, es lo ligero y lo que asciende, lo que vuela, lo que se
dispersa, lo que abre, lo que brilla, es la luz. El aliento puede ocultar la sombra y contener la
forma."
Daozang.
El Qi participa de la naturaleza del Agua, se desplaza de lo más alto a lo más bajo,
equilibrándose. Puede encauzarse pero no controlarse pues se desborda. Circula por ríos y
canales que pueden obstruirse, se acumula en depósitos que sirven para regularlo y constituye
mares, pozos y manantiales.
Para conservar la salud es necesario renovar continuamente la energía mediante aire y
alimentos adecuados y que el Qi fluya continuamente por los meridianos sin obstrucciones.
Qi interviene en todos los procesos del cuerpo.

SHEN - espíritu

Shen es la fuerza que nos mantiene vivos. La energía espiritual y psíquica, la parte divina del
ser, de naturaleza esencialmente luminosa. No tiene substancia, pero proporciona expresión y
apariencia a Jing.

El Shen es la divinidad celeste de la que han surgido las diez mil cosas

Shuowen.

Espíritu es aquello cuyo principio interno se puede comprender aun cuando


no se escuche. Es difícil explicarlo con palabras. Cuando mucha gente
observa un mismo fenómeno, algunas pueden observar el espíritu. Se trata
de la percepción personal de ese fenómeno, semejante a cuando entre la
niebla movida por el viento aparece de pronto la luz del sol: esto se conoce
como espíritu.

Ba Zheng Shen Ming Lun (Neijing)

Lo que nos ha otorgado el cielo, es la virtud y lo que nos ha dado la tierra,


es la energía, la virtud del cielo baja y la energía de la tierra asciende, de
modo que Yin y Yang se reúnen para dar vitalidad a todo el ser. Así es que la
materia básica de la vida es la esencia, lo que produce la reunión de la
esencia de Yin y Yang, es la vida; quien lleva el Shen es el alma, y el que sale
y entra con la esencia es el Espíritu.
Zhen Jiu Jia Yi Jing

La naturaleza luminosa del ser, se particulariza en el hombre en cinco aspectos: Shen, Hun, Po
y sus dos aplicaciones: Yi y Zhi, que arraigan en los cinco órganos y estan relacionados con los
cinco agentes (elementos).

Aspectos del Espíritu


Elemento Madera Fuego Tierra Metal Agua
Órgano Hígado Corazón Bazo Pulmón Riñón
Espíritus Hun Shen Yi Po Zhi

Shen Designa toda la actividad anímica del hombre. Se dice que el Shen de una persona reside
en el corazón y se puede ver fácilmente en sus ojos. Los ojos de quien tiene buen shen
centellean y están vivos.
Hun Yang, se relaciona con el cielo, genera los proyectos y gobierna el inconsciente.
Desencadena los impulsos necesarios para emprender una acción. Se halla en relación con el
atavismo, el instinto hereditario, la fuerza de la palabra, las pulsiones y las pasiones. Controla
la imaginación y desempeña un papel esencial en todo acto de creación.

Acompañando al Shen, está lo que va y viene que denominamos el Hun.


LingShu

Po Yin, se relaciona con la Tierra, es la parte de la consciencia más corporal, determina las
acciones y reacciones del organismo destinadas a escoger, sin que intervenga la mente, lo que
es útil para su supervivencia y a rechazar lo que le es perjudicial. Se expresa en los instintos
primarios (succión, deglución...), y más particularmente en el instinto de conservación,
vinculado al apego inconsciente al cuerpo.

Asociado al Jing, entrando y saliendo, es lo que llamamos el Po.


LingShu

Yi es la parte de nuestra mente responsable del registro de las experiencias, de su clasificación,


conservación, compilación y reformulación. Directamente unido a la memoria, gestiona la
capacidad de integrar y reproducir informaciones.

Zhi corresponde a la voluntad, a la determinación, a la capacidad para realizar una intención.


Aporta autoridad y afirmación al yo.
(Artículo 8)

TEORÍA DE LA UNIFICACIÓN DE SUSTANCIAS. LOS TRES


TESOROS

LA TEORÍA DE LOS TRES TESOROS

La teoría de los Los Tres Tesoros o las Tres Maravillas o Joyas es uno de los
conceptos nucleares de la Medicina Tradicional China.

Como medicina basada en concepto de que todo es la suma de sus partes, es decir, la salud y
comprensión de la naturaleza humana se basa en el equilibrio entre sus diferentes partes. Unas
partes son los órganos y entrañas, las sustancias vitales (Qi, Sangre y Líquidos Orgánicos), las
propias emociones y estados de las psique o mente , los factores climáticos y las energías
telúricas del planeta Tierra ( campos electromagnéticas) y las de la Galaxia.

Los tres aspectos que forman y definen los Tres Tesoros son: el JING, el QI y el SHEN.

JING.

Nuestra concepción y llegada al mundo depende de la Fuente Congénita o Sustancial


Basal congénitaque nos dan nuestros progenitores, lo que se conoce en MTC como “el Cielo
Anterior”. A esta Fuente se le llama el Yuan Qi (Qi Fundamental) ubicado en el Riñón y
se materializado como JING (esencia) y se nutre constantemente por la Sustancia
Basal adquirida (generada por la alimentación).

El JING es la forma más densa de Qi. Una forma perceptible y visible. Como sustancia
primigenia que es y que recibimos en una cantidad fija al nacer no la podemos aumentar. Todo
lo que podemos conseguir es que se desgaste lentamente (longevidad) para transmitir el máximo
a nuestros descendientes. Solo podemos mantenerla y para ello hay que practicar una adecuada
higiene de vida para que su desgaste sea lo más lentamente posible.
Para ello debe haber un equilibrio entre la actividad y el reposo (dormir las horas que cada uno
necesita naturalmente y por la noche “hay que nutrir el Yin”; Alimentación adecuada
en calidad y cantidad; no debilitar los riñones y sus glándulas suprarrenales con excesos
de actividad sexual.

Algunos estudios comparan al Esencia o JING con la capacidad que tiene el organismo de
generar enzimas. Por, tanto, las comilonas, sus mezclas de diferentes tipos de alimentos y
aditivos químicos como los residuos tóxicos que acompañan la elaboración de esos alimentos o
comestibles agotan nuestras reservas de generación enzimática y merman nuestro JING.

“El JING es un saquito”, el tesoro más sagrado que tenemos el que nos da nuestros rasgos
genéticos: raza, color y tipo de pelo, constitución y estructura ósea, capacidad de resistencia,
reproducción,..
El encanecimiento y caída del pelo son unos de los signos más habituales entre otros del
deterioró de la esencia.

La esencio o JING tiene unos ciclos de crecimiento, maduración para las mujeres y los hombres,
según, explica el Huang Di Nei Jing. “Tratado de Medicina Interno del Emperador Amarillo”
M o H
14 o 16 años: La energía del Riñón crece: Ovulación y generación de espermatozoides.
28 o 32 años: La energía del Riñón llega a su pico: Fase de maduración.
49 o 64 años: La energía del Riñón se debilita y envejece: Menopausia y andropausia.
Fin de la energía recibida; a partir de ahora se vivirá sólo con la energía.

QI

No existe una traducción exacta de este término. Sin embargo, lo que más se acerca a él es
energía vital; también se ha conocido y se conoce como éter, orgón, pranan, biocampo, … Su
naturaleza es inmaterial, pero sus movimientos y manifestaciones son claramente perceptibles
a través de los efectos de su acción. Todo cuanto existe es QI en sus diferentes formas y estados
de condensación. La MTC considera el Qi como la base de cualquier proceso vital, es decir, el
QI es la Vida en sí misma.

El QI tiene su Fuente o “Cielo Posterior” de la Sustancia Basal adquirida de los alimentos y


la que captamos con la respiración.

Los órganos principales encargados de los procesos alimentarios son el Hígado, Bazo-
Estomago. En la respiración tenemos el Pulmón.

Con la mente podemos dirigir el QI y “El Qi comanda la Sangre” al tener la capacidad de


impulsarla.

A nivel debemos saber que Qi sólo hay uno en el universo, pero sus manifestaciones son
múltiples y se clasifican con diferentes nombres. Todo ello es el fruto de la práctica terapéutica
al conocer los diferentes procesos vitales en los seres vivos.
SHEN

La traducción más acertada sería mente o espíritu. También podemos verlo como la “psique” de
Aristóteles. Forma parte de todos los procesos cognitivos y psicoemocionales. Digamos que el
SHEN abarcaría desde los niveles de emoción y pensamiento hasta lo que se puede entender
como alma. El SHEN no es perceptible ni visible.

La MTC consideran que el SHEN se encuentra arraigado en el Corazón (otras escuelas de


Medicina China lo ubican en el cerebro) y presenta cinco aspectos o funciones, vinculadas cada
una de ellas a un órgano concreto: el “alma etérea” al Hígado; el “alma corporal” al
Pulmón; el “intelecto” al Bazo; la “voluntad” al Riñón; y el “alma consciente o mente ” al
Corazón, que es además el depositario del conjunto de todas ellas y responsable de muchas
actividades mentales. Actividades como el conocimiento, sabiduría, memoria, conciencia,
ideas, sueño, percepción,…

Todas las emocionas mal gestionadas terminan por afectar al Corazón.

El SHEN se refleja en el brillo de los ojos y la mirada. Unos correctos movimientos naturales y
reacción normal con el entorno es característico de un Shen vigoroso, en cambio, sin ganas de
hablar o habla alterada, apatía, confusión mental, ojos apagados, etc; marca desequilibrios.

____

Para terminar, podemos observar las existentes analogías entre la teoría de Los Tres Tesoros de
la medina china y el concepto de “cuerpo, mente y espíritu” que solemos utilizar aquí.

Tenemos que reflexión como el pensamiento occidental y precisamente después de René


Descartes marcará la división entre la RES EXTENSA (cosa extensa - cuerpo) y la RES
COGITANS (cosa pensante - mente) provocando unos sólidos asentamientos donde el espíritu y
el cuerpo son divisibles entre ellos. Donde sólo la “actividad del entendimiento” (el
racionalismo) es la única garantía de la verdad.
Todos estos conceptos se consolidaron durante el periodo de La Ilustración en el auge de la
ciencias naturales, haciendo que hoy en día el paradigma actual de la mente lógico-critica
occidental nos provoque dificultades para comprender conceptos tan importantes y decisivos en
la vida de cualquier organismo como son el Qi, la teoría unificadora de los Tres Tesoros y en
general, todas las disciplinas medicas que parten del principio de globalidad y armonía donde
todo esta interrelacionado y no existe divisiones entre el cuerpo y el espíritu.
Capítulo III

Espíritu, Esencia y Aliento

L
A VIDA ES UNA REALIDAD enigmática que no se puede captar y que anima
a todos los seres. Al no poder la ciencia moderna retener sino los hechos
accesibles a la observación, es incapaz de definir la vida. Por ello, los
biólogos], conscientes de esta dificultad, hablan de «organismos vivos» y
se basan en el concepto de función y no en la existencia de un principio vital.
Así, al excluir la metafísica de la ciencia, se retiene la finalidad de la vida sin
comprender su esencia.
En la Medicina china, la vida se basa en tres conceptos esenciales, lla-
mados a veces San Bao (Tres Tesoros): Shen (Espíritu), Jing (Esencia) y Qi
(Aliento o Energía). Sin embargo, como uno de los fundamentos de la
medicina china es la relación permanente entre las fuerzas espirituales y
materiales, tanto en el ser humano como en el universo, estos tres conceptos
se abordan siempre junto con el de Xing (Forma, Cuerpo).
En la vida humana, el cuerpo no puede funcionar sin el impulso per-
manente del Espíritu, y éste sólo puede considerarse en el contexto del
funcionamiento corporal. Esta teoría esencial hace que la medicina china no
pueda fundarse sobre una concepción radicalmente materialista, a pesar del
discurso que se encuentra en ciertas obras publicadas bajo el régimen
comunista chino. Tampoco puede basarse en una representación
exclusivamente espiritualista, sobre el que a veces se han apoyado los
occidentales en su búsqueda de una mística exótica.
La medicina china es fruto de una filosofía naturalista, en la que las
actividades ¡neníales, emocionales, fisiológicas o sociales son las expre-
siones múltiples de un mismo principio vital.

Biología: etimológicamente, «estudio de la vida».


60 COMPENDIO DE MEDICINA CHINA

1. El concepto de Shen

a) Ideograma (véase la página 57).

Parte izquierda (Ski): un altar de donde asciende el humo. Clave de


los rituales, de la revelación, de los signos, de la influencia celestial. Mos-
trar, manifestar.
Parte derecha {Shen) (tiene varias interpretaciones posibles): ya sean
volutas de humo procedentes de un sacrificio (expresión de la devoción
que se eleva hacia las divinidades), o bien un torbellino de rayos en medio
de las nubes (manifestación, expansión de los poderes celestiales); o bien,
dos manos que se oponen para tender una cuerda (alternancia, adaptación)
o ceñir un cinturón. Informar, comunicar.

b) Definición

Conciencia organizadora, de esencia celestial, que se expresa en el


conjunto de las funciones del organismo, permitiéndole comunicar y adap-
tarse permanentemente a su entorno. Espíritu, conjunto de funciones psí-
quicas y espirituales. Esto corresponde a la definición general del Shen.
Sin embargo, éste se expresa más específicamente bajo cinco formas:
• El Shen propiamente dicho, en relación con el Corazón, coordina el
psiquismo y configura (como se configura un ordenador) al ser humano.
Es responsable de la coherencia de la personalidad y se expresa en los
aspectos más elevados de la inteligencia, particularmente en la capacidad
de manejar las situaciones y de adaptarse en las mejores condiciones al
medio que le rodea, sacando partido de las energías exteriores e interiores
del organismo. Cuando funciona correctamente, la mente está clara, el
corazón sereno y el discurso es inteligible. Su deficiencia provoca un esta-
do depresivo, timidez, incapacidad de tener una percepción justa de las
situaciones, originando una tendencia a quejarse sin cesar y, en casos gra-
ves, a una desestructuración de la personalidad. Cuando el Shen está per-
turbado, hay euforia, incoherencia, confusión...
• El Hun, en relación con el Hígado, genera los proyectos y proporcio-
na toda su riqueza al inconsciente (sueños, deseos...). Es una fuerza diná-
mica que desencadena los impulsos necesarios para emprender una acción.
Se halla en relación con el atavismo, el instinto hereditario, la fuerza de la
palabra, las pulsiones y las pasiones. Como controla la imaginación,
desempeña un papel esencial en todo acto de creación, permitiendo la ela-
boración de una estrategia. Su deficiencia reduce los impulsos, los deseos
ESPÍRITU, ESENCIA Y ALIENTO ól

y el entusiasmo y ocasiona un empobrecimiento de la imaginación y una


incapacidad para concebir planes de acciones futuras. Cuando el Hun está
perturbado, el sueño es agitado, se tienen sueños violentos o pesadillas, los
proyectos son excesivos e incoherentes, la imaginación desbocada y las
pulsiones incontrolables.
• El Po, en relación con el Pulmón, es la parte de la conciencia más
corporal, que determina las acciones y reacciones del organismo destinadas a
permitirle escoger, sin que intervenga la mente, lo que es útil para su
supervivencia y a rechazar lo que le es perjudicial. Se expresa en los instintos
primarios (succión, deglución...), y más particularmente en el instinto de
conservación, vinculado al apego inconsciente al cuerpo. Está simbó-
licamente muy cercano a la Sangre, como el Hun lo está al Qi. Su deficiencia
origina una pérdida del instinto de conservación, vulnerabilidad y desinterés.
Cuando el Po está perturbado, se observa un estado obsesivo unido a un
miedo al futuro.
• El Yi, en relación con el Bazo, es la parte de nuestra mente responsable
del registro de las experiencias, de su clasificación, conservación, com-
pilación y reformulación. Directamente unido a la memoria, gestiona la
capacidad de integrar y de reproducir informaciones, ya que estas dos fases
son complementarias, especialmente en el aprendizaje. Cuando funciona el
Yi, se comprende fácilmente, se retiene con comodidad, se concibe bien y se
enuncia con claridad. En caso de deficiencia, la memoria es débil y la
conceptualización confusa. Cuando el Yi se halla perturbado, la memoria se
vuelve obsesiva, es imposible desapegarse de las experiencias del pasado y
las experiencias y las ideas fijas estorban la mente.
• El Zhi, en relación con los Riñones, corresponde a la voluntad, a la
determinación, a la capacidad para realizar una intención. Es indispensable
para llevar a término una acción, sin dejarla que se desvíe por los obstáculos.
Aporta autoridad y afirmación del yo. Su deficiencia produce miedo, un
carácter indeciso y cambiante, desánimo y sometimiento a la adversidad.
Cuando el Zhi se expresa demasiado, se observa temeridad, tiranía,
autoritarismo y obstinación.
La actividad funcional de cada órgano depende de las inducciones que le
son transmitidas a partir de estos «Espíritus viscerales», cada uno de los
cuales se encarga de un aspecto particular de la personalidad, de las emo-
ciones y de los modos de comportamiento específicos.
62 COMPENDIO DE MEDICINA CHINA

2. El concepto de Jing

a) Ideograma (véase la página 57)

Parte izquierda (Mi): un brote de cereal (arroz o mijo) o granos de


arroz sobre un tallo. Esto evoca al mismo tiempo la idea de alimento y de
semilla, es decir, lo que mantiene la vida y la perpetúa.
Parte derecha (Qing): color azul o verde. El elemento superior repre-
senta una planta que crece. Por debajo, es decir, en lo invisible, bajo la tie-
rra, es encuentra la clave del cinabrio, símbolo alquímico taoísta, represen-
tado por el horno alquímico en el que éste hace sus cocciones. Esto evoca
la importancia de las transformaciones sutiles e invisibles que se operan en
las raíces de la planta y que la permiten crecer y desarrollarse conforme a
su naturaleza intrínseca.

b) Definición

Etimológicamente, grano de primer orden. Por extensión, cualidad


superior, selección noble, esencia, producto de un refinamiento, de una
destilación o de una transformación.
En medicina: esencia vital, trama de la vida contenida en el grano o en
la semilla de un ser, que le permite desarrollarse según los criterios de su
especie. Por ejemplo, es el Jing el que hace que una bellota sólo pueda
producir una encina y que todo el desarrollo del árbol esté presente en su
semilla, en estado latente invisible. Por una parte, se define el Jing innato,
transmitido por los padres en el momento de la concepción y que es el ori-
gen de los fenómenos de transformación que permitirán la formación y la
individualización del Qi. Por otra parte, el Jing adquirido es producido a lo
largo de toda la vida por las transformaciones metabólicas que dependen
del Qi. Así, el Jing (innato) es indispensable para la formación, la indivi-
dualización y la actividad del Qi que, a su vez, es necesario para la produc-
ción del Jing (adquirido), el cual completa, mantiene y compensa, en cierta
medida, el Jing innato.
«El Qi vuelve al Jing [...] la transformación engendra el Jing [...] la
transformación del Jing produce el Qi» (Su Wen, 5).
ESPÍRITU, ESENCIA Y ALIENTO 63

3. El concepto de Qi

a) Ideograma (véase la página 40)

Vapor que se eleva del arroz cuando se le cuece, produciendo movi-


miento, energía. Aire, aliento, energía.

b) Definición

En sentido amplio, conjunto de las energías y sustancias que están pre-


sentes en la naturaleza y el ser humano. Siendo la Energía vital universal, el
Qi está presente en todas las manifestaciones de la naturaleza. Según la
antigua concepción, es el elemento fundamental en la constitución del uni-
verso, capaz de producir todas las cosas gracias a sus movimientos y sus
transformaciones. Es indispensable para la constitución del organismo y el
mantenimiento de su actividad vital.
En medicina china, el término Qi reagrupa diversos conceptos, particu-
larmente:

— Conjunto de todos los sustratos y funciones del cuerpo. Así pues, la


sangre, los líquidos orgánicos, el metabolismo y la presión arterial
pueden incluirse en el concepto de Qi.
— Actividad fisiológica de las visceras.
— Energía que circula en los meridianos y en sus ramificaciones.
— Energías climáticas básicas, que son seis (Liu Qi), y que pueden
transformarse en Energía patógena (Xue Qi).
— Capa del Qi (Qi Feri): una de las cuatro etapas de la penetración de
las enfermedades del Calor (Wen Bing).
— Fuerza de contención y de propulsión de la Sangre en la dialéctica
<2¿/Sangre.

4. Conclusión

Estos tres conceptos, Shen, Jing y Qi, son difíciles de definir en pocas
palabras y su campo semántico se reduce considerablemente cuando se
intenta traducirlas, reduciéndolas a una palabra o a una expresión sucinta.
Permiten y requieren la introducción de otros términos como Xing (la forma
corporal, el aspecto material del ser) y Hua (la transformación, la
metamorfosis, los cambios de estado que son consecuencia del carác-
64 COMPENDIO DE MEDICINA CHINA

ter impermanente del mundo manifestado y que se basan en la actividad del


Qi).
Los conceptos de Shen, Jing y Qi son indisociables. Sin Shen, conciencia
organizadora, la vida no puede manifestarse. Por otra parte, el Jing es
indispensable para la presencia del Shen en el cuerpo, tal como lo expresa el
siguiente principio taoísta: «La transformación del Jing hace el Shen (Jing
Hua Wei Shen).» Sin embargo, el Jing en sí mismo no tiene ni forma ni
movimiento, sino que necesita el Qi para entrar en actividad.
Además, el Qi es necesario para producir y mantener la presencia del
Shen, que no podría mantenerse sin que sean reguladas y mantenidas la
Sangre, las Visceras y los Meridianos, controlados y recorridos por el Qi.
Finalmente, el Qi no podría manifestarse bajo una forma individual sin el
impulso del Shen para configurarlo, o sin la presencia del Jing para definir la
trama y el hilo conductor de sus transformaciones.

Shen, Qi y Jing (caligrafía en cursiva del autor).

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