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En buena lógica, resumir la creación literaria del ser humano a lo largo de miles de años
en 200 libros es muy difícil. Tanto que, probablemente, cada lector podría hacer su propia
lista y ésta -siendo igual de acertada- presentaría variantes respecto a otras. Porque en
el aprecio de una novela, de un poema o de una pieza dramática hay siempre tintes
subjetivos.
No obstante, encontramos una serie de libros cuya calidad es unánimemente aceptada.
Además, y en este sentido, ordenarlos numéricamente no significa que los primeros sean
mejores que los que van detrás. Dicho de otra forma, no quiere decir que el situado en
el número uno sea la mejor obra literaria de la Historia puesto que, en esa elección, sí
que interviene fundamentalmente la subjetividad. El hecho de que los ordenemos
numéricamente responde a la intención de estructurar mejor nuestra lista. Pero, sin más
preámbulos y a modo de aperitivo, pasamos a comenzarla e iremos elaborándola poco
a poco y con sumo cuidado basándonos en fuentes como ‘The Guardian’, la Asociación
de Bibliotecas Públicas de Nueva York o ‘Newsweek’.
1. Guerra y Paz
En esta gran novela, Tolstoi narra las alternativas de la vida de numerosos
personajes de toda clase y describe como nadie la situación a lo largo de
casi cincuenta años de historia rusa, desde las guerras napoleónicas hasta
más allá de promediado el siglo XIX. En aquellos tiempos, la campaña de
los rusos en Prusia con la reputada batalla de Austerlitz, la campaña de los
ejércitos franceses en Rusia con la batalla de Borodín y el incendio de
Moscú, se entretejen las aventuras de dos familias nobles rusas, los
Bolkonska y los Rostov. Combinando con suprema destreza la historia y la
imaginación, el autor nos ofrece la epopeya de dos emperadores, Napoleón
y Alejandro.
Es difícil igualar la hondura y magnificencia de este relato que tiene por
escenario los salones de San Petersburgo y en las cárceles de Moscú, en
radiantes palacios y en los campos de batalla. Guerra y Paz es una novela
que trata sobre la invasión napoleónica a Rusia, donde el joven Pierre
Bezuchov asume su compromiso con Elena Kagarin, a quien después
abandona. Es participe del frustrado atentado contra Napoleón, es apresado
y allí, en ese momento es cuando descubre el significado de la vida. En la
familia Bolonski sobresale un viejo príncipe que vive solo, al ser abando-
nado por su hija María que, al huir del padre, se casa con Nicolás Rostov.
Andrés Bolonski hastiado de la convivencia con su esposa, marcha a la
guerra, es herido en Austerliz. La obra expone con magistral destreza y
demuestra que la historia del ser humano es la historia de la guerra, realidad
infausta que provoca desconcierto sentimental e intelectual en las almas
humanas. La presunción del invasor Napoleón tiene menor consideración
en cualquier humilde soldado.
Adentrarse en la lectura La Guerra y la Paz, novela de Tolstoi es situarse
ante un monumento colosal de la literatura, una de esas catedrales góticas
que se edificaban sin tener en cuenta el nombre del arquitecto y su época.
2. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
Madame Bovary es de esos libros que contienen tantos detalles que cada
vez que los lees puedes encontrar algo completamente nuevo y fascinante,
es de esas novelas que, en la medida que vas leyendo, te hace cuestio-
narte cómo algo puede estar tan perfectamente escrito que duele; hay quien
aborrece a Flaubert por sus minuciosas y amplias descripciones, pero a mí
me fascinan y de escribir un libro, me gustaría tener la calidad literaria que
hay en una novela tan maravillosa como lo es Madame Bovary.
Porque es, además, una novela que te golpea contra la realidad a punta de
construir ilusiones (y esto es bien ambiguo, pero es así) que terminan por
derrumbarse, simplemente porque la vida no funciona así, y es que Madame
Bovary es una obra de arte en el mayor sentido de la expresión, da la
sensación de que ha sido esculpida palabra por palabra, con frases que
parecen poesía y con descripciones que te dejan sin aliento y con ganas de
saber cómo coño algo puede estar tan malditamente bien escrito de una
manera preciosa.
La novela se basa en la vida de Emma Bovary, una joven de provincias,
casada con Charles Bovary, quien la ama pero es incapaz de satisfacerla y
comprenderla, con una hija inteligente y que ha heredado su mítica belleza,
tiene, en definitiva, todo lo que necesita para ser feliz, sin embargo, ella se
siente extremadamente aburrida de todo lo que la rodea, la insatisfacción va
creciendo dentro de sí hasta convertirse en una mujer liberal y adultera, cuya
soledad y desesperación la llevan a rebelarse contra su propio destino. Sé
que en un principio puede parecer que el tema principal es la vida
"pecaminosa" de una mujer insatisfecha en todos los sentidos, sin embargo,
para mi Emma representa esa desesperada búsqueda de algo mejor, esa
lucha contra el destino cruel que se nos presenta y no nos llena, ese deseo
de felicidad plena que, al final, nunca logramos alcanzar.
Es una historia que, al fin y al cabo, nos narra la historia de una mujer que
tiene todo con lo que cualquier chica de su época sueña, pero que cae en
el error de descuidar su propia alma, su templo.
5. Ulises
La Eneida Es una epopeya del siglo I a.C., escrita por el poeta Virgilio. Esta
gran obra épica latina en la cual se relatan las peripecias vividas por el joven
Eneas, hijo del pastor troyano Anquises y Venus, la diosa del amor, Afrodita,
no sólo enaltece al Imperio Romano adjudicándole un origen divino al
establecer que Rómulo y Remo fundadores de Roma –cabeza del Imperio
Romano- eran originarios de Alba Longa tierra fundada por Lulo, hijo de
Lavinia, la hija del rey Latino y Eneas, quien a su vez era hijo de Venus, y
por lo tanto linaje divino descendiente de los dioses, sino que además brinda
al lector la posibilidad de conocer la historia de los troyanos sobrevivientes
a la cruel guerra narrada por Homero en la Ilíada.
A lo largo de esta epopeya, Eneas no sólo navega hacia Italia, sino que
también visita el inframundo y hace una parada en Cartago en donde Dido,
también conocida como Elisa de Tiro, la primera reina de Cartago, se
enamora de él. El héroe de Troya se enfrenta a la muerte de sus seres
queridos y de diferentes personajes que intentan ayudarle a alcanzar su
destino, el cual Juno pretende truncar.
Incluidas en la lista de las cien mejores novelas del siglo XX, las Sonatas se
mueven siempre en el filo entre el amor y la muerte, siempre en escenarios
exóticos como Italia, México, la Navarra carlista y, por supuesto, Galicia, la
tierra de Valle-Inclán. Perversas, provocadoras, sutiles y siempre inquietan-
tes, el pintor realista gallego Víctor López-Rúa ha ilustrado esta edición,
distorsionando la realidad para aproximarse al mundo valleinclanesco. La
edición ha sido fijada por Luis Alberto de Cuenca, siguiendo la última edición
corregida en vida por el propio autor de las Sonatas.
Un nuevo salto en el tiempo para citar esta magnífica novela del norteameri-
cano John Steinbeck (Salinas, California, 1902-1968). Ambientada en el
contexto de la Crisis de 1929, narra la peripecia de la familia Joad, campe-
sinos expulsados de sus tierras en Oklahoma y obligados a emigrar a
California, donde se necesitaba mano de obra jornalera. Constituye un canto
a la justicia social y a la dignidad humana.
Como ocurre con otros autores, no será la única obra que mencionemos
de William Shakespeare. El rey de Dinamarca ha sido asesinado por Claudio,
su hermano, para así sucederle en el trono. Poco después, el fantasma del
monarca se aparece a su hijo, Hamlet, y pide venganza.
“Viajes a varios lugares remotos del planeta", conocida como "Los viajes de
Gulliver", es considerada la obra maestra de Swift. Demoró seis años en
escribirla, y el autor fue añadiendo reflexiones respecto de la naturaleza
humana y formuló una amarga burla a la sociedad inglesa y al género
humano, haciendo uso de un estilo narrativo intuitivo, agudo y sencillo. Así
fue como “Los viajes de Gulliver permaneció y sigue permaneciendo como
un clásico de la literatura infantil. Sumergirse en las páginas de Los viajes
de Gulliver es adentrarse en una aventura fascinante, participar del riesgo,
compartir los descubrimientos y las sorpresas que el capitán Gulliver
descubre en su arriesgado camino... En parte sátira demoledora, en parte
relato fantástico, Los viajes de Gulliver se ha convertido por derecho propio
en uno de los clásicos universales más leídos.
Matadero Cinco catapultó a Kurt Vonnegut como uno de los grandes ídolos
de la juventud norteamericana y se convirtió de inmediato en un clásico de
la literatura contemporánea. Una historia amarga, conmovedora y a la vez
divertidísima, de la inocencia confrontada con el apocalipsis, «una novela
con ribetes esquizofrénico-telegráficos», en palabras de su autor.
Un buen libro que mediante el absurdo y el humor nos acercan a uno de los
episodios más dolorosos de la II Guerra Mundial como es el bombardeo de
Dresde. En el fondo no es sino un ataque frontal a las guerras, en especial
a la fase final de las mismas donde aflora el odio y la sinrazón en su estado
más puro y donde en realidad no hay ni buenos ni malos, sólo víctimas.
17. Al faro
La trama, más que en ningún otro libro que haya leído, es completamente
secundaria. La narración es un cúmulo de pensamientos, sensaciones y
sentimientos, un divagar en decenas de ideas y observaciones que hacen
que sea una novela un tanto difícil de seguir. Pero a pesar de la comple-
jidad de la narración, es todo un deleite. Es como leer un poema novelado.
Ese modo de narrar, de construir las frases, de transmitir… Hacen que te
des cuenta que estás leyendo a una de las Grandes de la historia de la
literatura, así con mayúsculas.
No creo que nadie acuda a una lectura de Virginia Woolf esperando que
haya acción. Suceden cosas, claro. Pero lo que suceden son percepciones,
experiencias, vivencias, pensamientos, reflexiones, gestos… Es recrear una
mente cualquiera en un día cualquiera, con todos los estremecimientos,
sacudidas y estímulos que recibe, en un fluir constante y vaporoso que, no
obstante, Virginia Woolf sabía captar, plasmar y recrear de forma ejemplar
y única. Muchas de las reflexiones y preguntas que se planteaba la propia
Virginia están ahí: el sentido de la vida, la imposibilidad de conocerse
absolutamente los unos a los otros, la imperfección de las relaciones
humanas (especialmente entre hombres y mujeres), el transcurso del
tiempo, la inamovilidad de los objetos, la maternidad, la memoria de la
infancia, la insensibilidad y la fuerza de la naturaleza…
18. Las desventuras del joven Werther
“El hombre nace para morir sin que le hayan conocido”, “Mal podemos
conocer la extensión de nuestras fuerzas si no las ponemos a prueba”,
“Vemos gente feliz que no nos debe su felicidad, y esto nos es insoportable”
“Es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras”,
“Lo que yo sé, cualquiera lo puede saber; pero mi corazón lo tengo yo sólo”.
19. Fuenteovejuna
Fuente Ovejuna es un pequeño pueblo, que está bajo el dominio del Co-
mendador del pueblo, Fernán Gómez de Guzmán, no respeta las leyes y
abusa de su poder, traicionando los principios feudales y comportándose
como un tirano, un hombre cruel sin escrúpulos que además si no lograba
seducir a las mujeres las tomaba igualmente por la fuerza. Pastores y
labradores padecen las injusticias del poder feudal.
Los siete volúmenes que componen esta gran obra son: Por el camino de
Swann, a la sombra de las muchachas en flor, el mundo de los Guermantes,
Sodoma y Gomorra, La prisionera, La fugitiva -la desaparición de Albertina,
el tiempo recobrado.
“Para dar a conocer la verdad no es necesario decirla, y quizá podamos captarla con mayor
certidumbre, sin necesidad de esperar a las palabras y sin siquiera tenerlas mínimamente en
cuenta, en mil señales externas e incluso en determinados fenómenos invisibles, que son,
en el mundo de los caracteres, lo mismo que los cambios atmosféricos en la naturaleza física.
Quizá podría haberlo sospechado, pues yo mismo, a la sazón, solía decir a menudo cosas
totalmente ajenas a la verdad, mientras las daba a conocer mediante tantísimas confidencias
involuntarias de mi cuerpo y de mis actos”. (del volumen III de “en busca del tiempo perdido”).
21. Hojas de hierba
Este libro del americano Walt Whitman resulta ser, más que un poemario, la
obra de toda una vida, ya que su autor pasó la suya añadiéndole composi-
ciones y retocando las ya existentes. Si tenemos en cuenta la época en que
fue escrito, presenta una absoluta modernidad, ya que toca temas como la
exaltación de la Naturaleza y del propio cuerpo humano. No obstante, se
trata de un libro misceláneo en el que, lo mismo cabe una elegía a Abraham
Lincoln que una exaltación de lo oriental en ‘Paso hacia la India’. No menos
moderna es la versificación.
Meses después, Borges recibe una llamada de Daneri que lo cambiará todo.
Este le dice que la antigua casa será demolida. Es allí cuando revela su
secreto: en el sótano se encuentra un Aleph, un punto desde el cual se pue-
de ver todo el universo simultáneamente, y del que necesita para escribir. Al
llegar al lugar, Borges descubre que desde el escalón diecinueve del sóta-
no puede verse el Aleph, una circunferencia de apenas unos centímetros de
diámetro que le permite verlo todo. El Aleph esconde un microcosmos
infinito dentro de sí. Quien ve a través del Aleph, después no puede sorpren-
derse de nada, porque en un instante lo habrá visto todo. Solo resta esperar
que la sombra del olvido pase, indefectiblemente, por la mente humana.
De allí en adelante, a Borges solo le queda conjeturar: ¿lo que vieron Daneri
y él fue un verdadero Aleph? Es así como Borges ficcional comienza a cons-
truir una serie de referencias y teorías sobre la existencia del Aleph.
Magistral novela del vasco Pío Baroja que pertenece a su trilogía ‘La raza’,
si bien puede leerse de forma independiente, ya que su autor agrupaba sus
obras de forma un tanto caprichosa. Indudablemente autobiográfica, cuenta
una etapa de la vida de Andrés Hurtado, primero como estudiante de
Medicina y, más tarde, como profesional de ella. Relato profundamente filo-
sófico, revela influencias de Nietzsche y Schopenhauer por su pesimismo
vital y no elude la crítica noventayochista al estado de postración de España.
Para Andrés Hurtado solo hay un principio irrefutable. Finales del siglo XIX.
El joven está empezando sus estudios universitarios de Medicina, pero le
resulta imposible tener fe en un sistema que premia el ego, las apariencias
y el amiguismo. Finge divertirse con sus compañeros, aunque tampoco
entre ellos logra encajar. Solo saben hablar de temas que él dejó atrás
cuando era un crío; salen por la noche a lugares que lo dejan indiferente y
aspiran a una vida cenicienta que a Andrés se le antoja vacía. Incluso entre
su familia se siente un extranjero, a pesar del cariño que profesa por su
hermano Luisito. La única excepción es el tío Iturrioz. Fue él quien lo condujo
por el camino de la ciencia, al que ahora se aferra como a los restos de un
naufragio.
Descrita por Vargas Llosa como una de las mejores novelas políticas jamás
escritas, la historia de los Trotta se enmarca en los últimos años de la Monar-
quía Austrohúngara, en Viena, capital del reino, pero también en provincias
y cerca de la frontera. Todos los acontecimientos apuntaban a que el fin del
Imperio estaba próximo y éste se comparaba con el Fin del Mundo, por la
gente normal, por el Ejército, pero sobre todo por una familia como la familia
Trotta, donde la admiración y el respeto por el Emperador y el orden estable-
cido adquirían tintes de ciega veneración. Así el autor retrata el comienzo
del fin de la Monarquía y la sensación de inevitabilidad de la Primera Guerra
Mundial. La ley ya no se respetaba y los nacionalismos y rebeliones de los
trabajadores estaban al orden del día, y lo enlaza con el declive del propio
Carl Joseph Trotta, cuyos sufrimientos le llevan a servir al Imperio en la fron-
tera donde toma contacto con el alcohol, el juego y la lujuria.
25. Cien años de soledad
Obra del francés Henri Beyle, más conocido por Stendhal (Grenoble, 1783-
1842). Ambientada en la época de las invasiones napoleónicas, cuenta la
historia del aristócrata italiano Fabrizio del Dongo, un joven al que su familia
pretende encumbrar en la política. Combina las aventuras con la sentimen-
talidad y el reflejo social de aquel tiempo, ahondando con precisión en la
psicología de los personajes. Se trata de una magnífica novela a la que su
compatriota Balzac calificó como la más relevante de su época.
La cartuja de Parma narra la historia de Fabricio del Dongo durante los
últimos años del dominio napoleónico en Europa. Su tía Gina, la fascinante
duquesa Sanseverina, y el amante de esta, el primer ministro del ducado,
urden un plan para promocionar la carrera del adorado sobrino en la corte
de Parma. Gina es objeto de las proposiciones del detestable príncipe
Ranucio, al que se ha jurado rechazar con todas sus fuerzas. Fabricio es
arrestado por homicidio y encerrado en la torre Farnesio. A partir de ahí, sus
aventuras estarán siempre rodeadas por la amenaza de la muerte y el
acecho de un amor inesperado.
La historia de Fabricio del Dongo, su amor por y con Clelia Conti, y sus rela-
ciones con personajes tan maravillosos e imborrables como Gina Pietra-
nera, duquesa Sanseverina, o el Conde Mosca, rebosa frescura, fuerza,
dramatismo, ironía y belleza por los cuatro costados. Una historia vibrante,
repleta de hallazgos literarios, frases para la posteridad, momentos insupe-
rables de tensión dramática, amores y desvaríos varios, personajes verosí-
miles pero excepcionales, son sólo algunos de sus maravillosos ingre-
dientes. En La Cartuja de Parma la acción más variada, las intrigas más
elaboradas y el amor más impredecible y desbocado, se suceden prodigio-
samente. Ese pequeño microcosmos que es la corte de Parma da una
muestra diáfana del profundo conocimiento que tenía Stendhal de la rica y
compleja condición humana, de sus acciones más elevadas… y de las más
abyectas. Su elaborada escritura y su fina ironía hacen el resto.
No me extraña en absoluto, que, entre otros, Honore de Balzac la considera-
ra la novela más importante de su tiempo, André Gide la novela francesa
más grande de todos los tiempos, y que el mismísimo Tolstoi se viera influido
por ella (salvando las diferencias), para bien de su aclamada Guerra y Paz.
27. El proceso
Una de las mejores obras del español Benito Pérez Galdós (Las Palmas,
1843-1920). Su protagonista e hilo conductor es Juanito Santa Cruz, un
joven de familia acomodada que se casa con su prima Jacinta al tiempo que
mantiene relaciones con Fortunata, una muchacha de clase humilde. Pero
esta trama es lo de menos, pues el autor se sirve de ella para presentarnos
un colosal fresco de la sociedad madrileña de la Restauración.
La obra narra las relaciones de Juanito Santa Cruz con dos mujeres, una
esposa, Jacinta, y otra, su amante y madre de dos hijos, Fortunata.
El protagonista simboliza el prototipo del macho: egoísta, vago, grosero y
ególatra. Se casa con su prima Jacinta, a quien siempre ha visto como su
hermana, mientras que con Fortunata ha tenido relaciones y la abandona
en el momento de casarse. De aquellas relaciones nace un hijo, pero cuando
Santa Cruz se entera, decide buscarlos y no lo consigue porque Fortunata
sale de Madrid y se va a vivir a los prostíbulos, donde conoce a Maximiliano,
quien al cabo de un tiempo le propone matrimonio. Le ofrece una vida
decente, pero ella no puede olvidar a Juanito Santa Cruz, porque ha sido el
único hombre a quien ha amado, a pesar de lo sucedido.
Fortunata indecisa por su relación, pasa un tiempo en un convento para
aclarar u olvidar su pasado. Allí se encuentra con Jacinta, esta sin saberlo,
le comenta que su esposo la está buscando; tal noticia cambia sus
sentimientos, aunque se casa con Maximiliano tiene nuevamente relaciones
con el hombre de su vida y queda embarazada nuevamente. Al dar a luz se
entera que su lugar, junto a Maximiliano, ha sido ocupado por su mejor
amiga, Aurora, y sin ninguna precaución va al encuentro de esa mujer, con
tan mala suerte, que a consecuencia de unos golpes recibidos muere.
Maximiliano es internado en un manicomio, porque Fortunata le propinó
varios golpes que destruyeron sus zonas vitales. Al final, Maximiliano llega
a la conclusión que ambos se habían equivocado.
Fortunata y Jacinta es la obra cumbre de Benito Pérez Galdós sobre el
trasfondo de la Primera República, el golpe de Pavía y el inicio de la
Restauración, el gran narrador construye un vasto universo de ficción que
se mueve entre esos dos polos que son las mujeres que dan título al relato
y los mundos que representan. Ellas son los hilos conductores de esta
«selva de novelas entrecruzadas» animada por secundarios inolvidables y
muchas otras figuras de la más variada condición y mentalidad.
31. El corazón de las tinieblas
Cambiamos de época y género para citar esta tragedia de Jean Racine, figu-
ra destacada del Clasicismo francés. Trata el tema helénico de la suerte de
Andrómaca, esposa de Héctor que, tras morir éste a manos de Aquiles
durante la Guerra de Troya, es entregada como esclava a Pirro, hijo del
guerrero aqueo. Ceñido a las normas expuestas por Boileau en su ‘Arte
poético’, se trata de uno de los grandes dramas de las letras francesas.
El tema de la obra se remonta al personaje mitológico Andrómaca que, tras
la guerra de Troya, en la que Aquiles dio muerte a su esposo Héctor es en-
tregada como esclava a Pirro (Neoptólemo en la versión de Eurípides), hijo
de Aquiles. El mito de este personaje ya había sido tratado por Eurípides en
una obra homónima y se inspira en la Eneida de Virgilio y en Séneca.
Promediando la Guerra de Troya, Aquiles terminó quitándole la vida a
Héctor y a partir de este hecho los griegos empezaron a temen que el hijo
de éste y de Andrómaca, Astianacte, quisiera vengarlo. Por ello, enviaron a
Orestes para que reclamase a Pirro, rey de los troyanos, que le entregase
al muchacho. Ante esta posibilidad y para salvar a su hijo, Andrómaca se
ofreció a casarse con Pirro, que estaba enamorado de ella. Su idea era
quitarse la vida inmediatamente después para continuar siendo fiel a Héctor.
Pero Hermione, que a su vez amaba al Rey, despechada, pidió a Orestes
que lo matase. Cuando éste perpetra el magnicidio, los acontecimientos
terminan disparándose. Como vemos, la fuerza trágica de la obra prorrumpe
del propio sobrevenir de los hechos, que a su vez son promovidos por los
sentimientos de los personajes.
Ello se ve consolidado por la indudable capacidad dramática de Racine,
dando lugar a una composición que se ha mantenido vigente aun ante el
paso del tiempo y aún hoy se la rememora como ejemplo de tragedia per-
fecta. Racine conocía, sin duda, las variantes del mito, sin embargo, decidió
ser original en sus planteamientos, distanciarse de las versiones clásicas;
según Racine, la tragedia debe producir piedad y temor, debe provocar la
catarsis en el espectador. Los dos prefacios que se conservan de la
Andrómaca raciniana, se instruyen con unos versos de la Eneida de Virgilio.
Según Racine, en estos versos descansa el argumento de su Andrómaca:
“He aquí, en pocos versos, todo el argumento de esta tragedia”: Pero
Orestes, imbuido de un gran amor por la esposa que le había sido
arrebatada y acongojado por las furias de su crimen, le tomó desprevenido
y le dio muerte ante los altares paternos.
33. El Señor de los Anillos
La obra más famosa del británico Daniel Defoe (Londres, ¿1660? -1731) cuenta las
peripecias de un náufrago que pasa veintisiete años en una isla apartada de la
civilización, pero no desierta: cuando empieza a acostumbrarse a la soledad, descubre
que en ella vive también una tribu. Tras rescatar a un hombre al que ésta tiene prisionero,
traba amistad con él y lo bautiza como Viernes. Se trata, por tanto, de una novela de
aventuras, pero tiene un sentido más profundo: exalta la capacidad del ser humano para
adaptarse a situaciones adversas.
Extensa novela del germano Thomas Mann (Lübeck, 1875-1955), quien recibió el
Premio Nobel de Literatura en 1929 “principalmente gracias a ella”, según veredicto del
jurado. A grandes rasgos, narra la historia de la familia que le da título, prósperos
comerciantes de Lübeck, a lo largo de cuatro generaciones al tiempo que refleja el
devenir de los estados germánicos hasta convertirse en el Imperio Alemán o II Reich.
Drama del noruego Henrik Ibsen (Skien, 1828-1906), gran renovador del teatro europeo
en el siglo XIX. Así mismo, su protagonista, el doctor Stockmann, resulta uno de los
personajes más logrados del teatro contemporáneo. Cuando éste descubre que las
aguas del balneario del pueblo donde vive están contaminadas, se propone divulgarlo.
Pero, como la instalación constituye la principal fuente de ingresos del lugar, toda la
población se opone a él considerándolo un traidor.
Novela del ruso Boris Pasternak (Moscú, 1890-1960), también Premio Nobel de
Literatura, en su caso, en 1958. Muy popular debido a la extraordinaria versión
cinematográfica que de ella hiciera David Lean, cuenta la vida de Yuri Andréyevich
Zhivago, pero se centra especialmente en sus peripecias durante la Revolución Rusa de
1917 y la subsiguiente Guerra Civil entre bolcheviques y “rusos blancos”. No menos
accidentadas que la vida de Zhivago fueron las vicisitudes que atravesó la obra hasta
ser publicada en Occidente, pues -según ciertos investigadores- incluso la C.I.A. intervino
en ello. En cualquier caso, se trata de una magistral novela.
Obra del escritor germano Stefan Zweig (Viena, 1881-1942) difícil de encasillar
genéricamente pues toma distintos pasajes puntuales de la Historia para ofrecérnoslos
precedidos de un prólogo y novelados. Algunos de ellos son: ‘Cicerón. 15 de marzo de
44 antes de Cristo’, ‘La elegía de Marienbad: Goethe entre Karlsbad y Weimar. 5 de
septiembre de 1823′ o ‘El tren sellado: Lenin. 9 de abril de 1917′.
Libro del español Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, 1898-1936),
integrante de la Generación del Veintisiete. Escrito a raíz de su estancia en la gran ciudad
norteamericana, presenta un tono desolado ante la civilización moderna, alienante para
el ser humano. En cuanto a la forma, destacan el verso libre y las imágenes visionarias
de raigambre surrealista. Algunas composiciones como ‘Danza de la muerte’ o ‘La
aurora’ son realmente demoledoras.
Relato del norteamericano Dashiell Hammett (Condado de Saint Mary, Maryland, 1894-
1961) que constituye una de las novelas inaugurales del género negro. Es además el
primer caso del detective Sam Spade, genial creación del escritor estadounidense. En
esta ocasión, toda la trama se centra en torno a una estatuilla que perteneció al
Emperador Carlos V y a la que varios grupos de delincuentes siguen la pista.
43. Lolita
Del ruso Vladimir Nabokov (San Petersburgo, 1899-1977), cuenta la obsesión sexual
del protagonista, un maduro profesor, por una adolescente así llamada. Aunque fue
tachada de pornográfica, la obra tiene otros niveles de lectura al margen de la mera
fijación erótica del docente. Así, puede entenderse también como crítica a una sociedad
excesivamente acomodaticia o como un estudio de la moral y las perversiones.
Novela del venezolano Rómulo Gallegos (Caracas, 1884-1969) considerada uno de los
clásicos de las letras hispanoamericanas. Es la historia de una terrateniente sin
escrúpulos capaz de aplastar a todo el que se opone a sus designios. Pero, en un sentido
más profundo, refleja el conflicto entre civilización y barbarie tan grato a los autores de
aquellas latitudes.
Drama del italiano Luigi Pirandello (Agrigento, 1867-1936) de enorme valor tanto por la
audacia de sus procedimientos teatrales como por su contenido. Éste es puramente
existencialista pues, a través de los personajes de una obra dramática, se centra en la
incapacidad del ser humano por adquirir personalidad propia en el mundo moderno. La
pieza es considerada uno de los clásicos del teatro del siglo XX.
46. Cuentos
Un gran relato del francés Louis-Ferdinand Céline (Courbevoie, 1894-1961). Ahora que
conmemoramos el centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial, esta novela es
una de las mejores que se han escrito sobre ella. El protagonista es Ferdinand Bardamu,
enrolado sin pensarlo mucho en el ejército galo y que termina desertando para iniciar un
periplo increíble por distintas partes del mundo, cada una de las cuales sirve al autor
para llevar a cabo una crítica demoledora -aunque no exenta de humor- de distintas
realidades. Así, la explotación colonial o el racismo en Estados Unidos. Su prosa,
extremadamente violenta y basada en el más crudo lenguaje oral fue, además, una
innovación para su época.
52. La ciudad y los perros
Del Nobel peruano Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936), es considerado uno de los
libros inaugurales del llamado “Boom” de la narrativa hispanoamericana. Nos traslada al
Colegio Militar Leoncio Prado, donde un grupo de jóvenes recibe formación castrense
pero también son educados para la vida. El eje argumental de la trama es el robo de las
preguntas de un examen y las consecuencias que ello acarrea. A lo largo del relato se
alternan los narradores e igualmente colectivo podríamos decir que es el protagonismo.
Y todo ello para criticar los valores que se inculcan en el ejército.
55. Sonetos
Del español Garcilaso de la Vega (Toledo, ¿1501?-1536), no puede decirse que sea un
libro en sentido estricto, sino que unos cuarenta de ellos han sido recopilados junto a sus
églogas. Con estas composiciones y junto a Boscán, adaptó la lírica italiana al castellano
y constituyen la mejor muestra de poesía renacentista en nuestra lengua. Muchas de
ellas son de tono amoroso y van destinadas a la dama de la corte Isabel Freyre.
56. El avaro
La novela más conocida del norteamericano Francis Scott Fitzgerald (Saint Paul,
Minnesota, 1896-1940) constituye un relato certero de los “felices años veinte” que
precedieron a la Gran Depresión. Su protagonista es Jay Gatsby, un millonario de
oscuros orígenes que ejemplifica a la perfección la figura del nuevo rico surgido al socaire
de la prosperidad económica del momento y, sobre todo, de la Ley Seca.
Ahora que conmemoramos el inicio de la Primera Guerra Mundial, es inevitable citar esta
novela del alemán Erich María Remarque (Osnabrück, 1898-1970), uno de los mejores
testimonios sobre los horrores de aquel conflicto que se hayan escrito. Su protagonista
es Paul Baümer, un muchacho que, tras alistarse como voluntario junto a un grupo de
amigos, será trasladado al frente donde vivirá experiencias capaces de transformar a los
hombres en bestias.
59. La Regenta
La gran novela de Leopoldo Alas, “Clarín” (Zamora, 1852-1901) es, como ‘Madame
Bovary’, un relato sobre el hastío vital. En este caso, la protagonista es Ana Ozores,
joven esposa del antiguo Regente de Vetusta, que se debate entre su fidelidad
matrimonial y las acometidas de dos personajes bien distintos: Álvaro Mesía, un “don
Juan” provinciano, y Fermín de Pas, poderoso magistral de la catedral. Pero, sobre todo,
la joven esposa lucha contra la insatisfacción de una vida vacía en una pequeña ciudad
cuyos habitantes, de paso, no salen muy bien parados.
Conjunto de relatos del británico Rudyard Kipling (Bombay, 1865-1936), Premio Nobel
de Literatura en 1907. Aunque contiene varias historias, la más conocida es la que
conforman los primeros cuentos: la historia de Mowgli, el niño perdido en la selva que es
criado por una manada de lobos. En suma, se trata de un libro infantil que contiene
lecciones morales.
61. Historia
Novela en verso del ruso Alexander Pushkin (Moscú, 1799-1837), que viene a ser una
suerte de autobiografía idealizada del propio autor. Pero, más que el contenido, interesa
la magistral forma poética que le confiere Pushkin, considerado el fundador de la
moderna literatura rusa.
63. El extranjero
Del francés Albert Camus (Mondovi, Argelia, 1913-1960), también ganador del Nobel
de Literatura en 1957. Su protagonista es el señor Mersault, quien comete un crimen
atroz y, tras ser apresado, no muestra ni arrepentimiento ni miedo sino un absoluto
escepticismo ante todo. Su apatía ante la misma vida le convierte en perfecto ejemplo
del existencialismo posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Poemario del checo Rainer María Rilke (Praga, 1875-1926), así titulado porque
comenzó a escribirlo en el castillo de ese nombre, situado en Trieste (Italia). Son diez
composiciones sobre temas variados cuyo nexo de unión es el Hombre en todos sus
aspectos. La obra es considerada una de las cimas de la lírica del siglo XX.
Breve pero enorme novela de Juan Rulfo (Jalisco, 1917-1986), pues compendia todas
las inquietudes de la idiosincrasia mexicana y, en buena medida, universal. A grandes
rasgos, cuenta el viaje de Juan Preciado en busca de su padre al fantasmagórico pueblo
de Comala, que se nos aparece como un territorio mitológico a la altura del Macondo de
García Márquez. En esta obra, vida y muerte aparecen estrechamente entrelazadas y su
influencia en el Realismo mágico fue enorme.
Poema épico del italiano Ludovico Ariosto (Reggio Emilia, 1474-1533) inscrito en el
más puro Renacimiento. Narra los amores del caballero Orlando y la bella Angélica
enmarcados en las leyendas carolingias y las cruzadas y rodeados por un sin fin de
historias secundarias.
67. Bomarzo
Magnífica novela histórica del argentino Manuel Mújica Láinez (Buenos Aires, 1910-
1984) escrita con gran virtuosismo. A partir del duque Pier Francesco Orsini, personaje
que existió realmente, construye un mosaico del Renacimiento italiano por el que desfilan
cortesanos, soldados, artistas y cardenales poderosos. Este aristócrata fue el creador de
los jardines cuyo nombre da título a la novela, plagados de figuras fantásticas y
monstruosas y que sirven al autor para desarrollar su visión del periodo renacentista y,
en sentido más amplio, de la civilización occidental. Además, ‘Bomarzo’ es un magistral
ejercicio de estilo.
68. Ensayos
Obra de Michel de Montaigne (Burdeos, 1533-1592) que crea este género literario en
sentido moderno. Considerados una cima del humanismo galo e inspirados en figuras de
la Antigüedad como Plutarco y Séneca, abarcan los temas más variados, desde la
Filosofía hasta la Historia, pasando por la Literatura.
70. Cuentos
Novela anónima publicada en el siglo XVI que funda el género picaresco. Viene a ser la
autobiografía de un muchacho que nos cuenta su infancia al servicio de varios amos y
cómo -en su creencia- ha ido ascendiendo socialmente hasta llegar a lo que cree “la cima
de la prosperidad”. Ésta no es otra cosa que ser pregonero de un pueblo y dejarse
engañar por su mujer pero, al menos, comer todos los días. Ha sido atribuida a distintos
escritores como Alfonso de Valdés, fray Juan de Ortega, Lope de Rueda e incluso
Fernando de Rojas, autor de ‘La Celestina’. Sin embargo, las investigaciones más
recientes parecen inclinarse por el poeta y diplomático Diego Hurtado de Mendoza.
72. 1984
Famosísima novela del británico George Orwell (Motihari, 1903-1950), uno de los más
lúcidos analistas de la sociedad moderna. Ambientada en una Londres futura que, a su
vez, está incluida dentro del gigantesco estado de Oceanía, nos presenta un sistema en
el que un Partido Único lo rige todo. Mantiene a los ciudadanos permanentemente
vigilados y entretenidos con objeto de que sean incapaces de pensar y, aunque pobres,
se mantengan sumisos. ‘1984’ acuñó el concepto de “Gran Hermano” y, si bien publicada
en 1949, como puede apreciarse es un retrato lúcido de la sociedad actual.
73. Drácula
Novela del británico Bram Stoker (Clontarf, 1847-1912) que se encuentra entre los
relatos de terror más importantes de la Historia de la Literatura en tanto crea uno de los
mitos del género: el vampiro por excelencia. No es la de Drácula la primera aparición de
estas criaturas en la narrativa (tal honor corresponde a John William Polidori, secretario
de Lord Byron con su relato ‘El vampiro’) pero si es la mejor versión de tales personajes
legendarios y, sobre todo, la que más fortuna ha tenido. Stoker lleva al conde Drácula
desde las montañas de los Cárpatos hasta el mismo Londres para perpetrar sus orgías
de sangre.
74. Gog
Profunda novela del italiano Giovanni Papini (Florencia, 1881-1956) en tanto muestra
sus inquietudes existenciales. El protagonista es un millonario que gasta su dinero
comprando entrevistas con destacadas personalidades. Pero también es un ser
despreciable que encarna todo lo peor de la sociedad moderna.
Obra del austríaco Robert Musil (Klagenfurt, 1880-1942) que constituye otra magnífica
muestra del existencialismo de principios del siglo XX. Su protagonista es Ulrich, un
matemático de treinta y dos años que decide consagrar doce meses a pensar qué va a
hacer con su vida. La acción, con el trasfondo de la sociedad austro-húngara anterior a
la Primera Guerra Mundial, es mínima, hasta el punto de que muchas veces no sabemos
de qué trata la novela. Pero, en definitiva y como la anterior, es una demoledora crítica
del mundo moderno.
Monumental poema en quince libros del latino Publio Ovidio Nasón (Sulmona, 43 antes
de Cristo- 17 después de Cristo). Es una composición épica que narra la historia del
mundo desde sus orígenes hasta el momento en que Julio César es deificado.
77. Los intereses creados
Drama del español Jacinto Benavente (Madrid, 1866-1954), Premio Nobel de Literatura
en 1922. Tomando como modelo los personajes de la Comedia del Arte italiana, narra
las andanzas de Crispín y Leandro, dos pícaros que hacen creer a los demás que poseen
riquezas y así logran convencer al acaudalado Polichinela de que permita la boda de su
hija con el segundo de ellos. El rico descubre el engaño pero no puede evitar el
casamiento ya que con él ganan todos sus vecinos, quienes así cobrarán las deudas
contraídas por los pillos. La obra es una crítica al mundo de las apariencias en que se
desenvuelve la sociedad.
79. En el camino
81. Utopía
Obra del humanista y político británico Tomás Moro (Londres, 1478-1535) cuyo título
extenso es “Libro del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía”,
suficientemente indicativo de su contenido. En efecto, se trata de un ensayo donde
expone su forma de entender el gobierno de las naciones.
Drama del griego Sófocles (Atenas, 496-406 antes de Cristo) que constituye el máximo
exponente de la tragedia tal como la concebían los antiguos helenos. A partir de un
infausto oráculo que señala que el protagonista matará a su padre y se casará con su
madre, Edipo atraviesa una serie de vicisitudes y casualidades que llevarán
inexorablemente al cumplimiento de aquella predicción y que, lógicamente, conducirán
a la obra a un final atroz.
83. El perfume
Extraordinaria novela del germano Patrick Suskind (Ansbach, Baviera, 1949) que
constituye, al tiempo, una reflexión sobre la condición humana y un portento de
capacidad descriptiva a través de los sentidos. Su protagonista es Jean-Baptiste
Grenouille, un joven de infancia desdichada con una extraordinaria capacidad olfativa
que le lleva a obsesionarse con la creación del perfume perfecto, aunque para lograrlo
deba convertirse en asesino.
Primera novela del castellano Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) pero no por ello
menos magistral. Es una indagación sobre la muerte desarrollada a través de la
trayectoria vital de Pedro, el protagonista, un muchacho huérfano acostumbrado a ver
morir a todos aquellos que ama o aprecia.
Heptalogía del británico Clive Staples Lewis (Belfast, 1898-1963) que constituye una de
las obras maestras de la fantasía. Sus siete relatos están protagonizados por Aslan, un
león legendario que ha creado el país de Narnia, y los hermanos Pervensie, todos ellos
rodeados por un mundo mágico poblado por malvadas brujas, animales parlantes y seres
mitológicos. En un sentido más profundo, viene a ser una muestra de la lucha entre el
Bien y el Mal.
87. El gatopardo
Relato de aventuras con no poco de fantasía del francés Julio Verne (Nantes, 1828-
1905), considerado, junto a Herbert George Wells, el creador de la ciencia ficción. Tras
encontrar un pergamino que explica como llegar al núcleo terrestre, el profesor Otto
Lidenbrock se dispone a realizar tan arriesgado viaje junto a su sobrino Axel y el guía
Hans. En su periplo atravesarán mil peligros para descubrir que las entrañas del planeta
ocultan un mundo increíble y muy distinto del que existe en la superficie.
Novela del nigeriano Chinua Achebe (Oglibi, 1930-2013) que constituye, al tiempo, un
fresco de las distintas etnias que habitan en su país y una muestra del choque entre los
colonizadores blancos y los pueblos indígenas. Además, refleja con tristeza como éstos
últimos van perdiendo sus ancestrales costumbres para occidentalizarse. Su
protagonista es Okonkwo, un luchador del pueblo igbo.
Aunque sólo sea por tratarse del gran historiador de Roma y por las dimensiones de su
creación, merece figurar aquí la colosal obra de Tito Livio (Padua, 59 antes de Cristo-
17 después de Cristo), un conjunto de ciento cuarenta y dos libros que, como su propio
título indica, narran el devenir de Roma desde su legendaria fundación por Rómulo y
Remo hasta después de Julio César, por cierto, otro gran historiador.
Brutal relato del Nobel Camilo José Cela (Iria Flavia, 1916-2002) que dio lugar a una
corriente literaria calificada como “Tremendismo”. A medio camino entre la picaresca y
las técnicas naturalistas, un reo cuenta desde la cárcel su vida, marcada por el
determinismo de la herencia y el medio, hasta convertirse en asesino. Fue, además, la
novela que supuso el renacer de la narrativa española tras la Guerra Civil.
93. Cantos
Libro de poemas del italiano Giacomo Leopardi (Recanati, 1798-1837), quizá el más
grande exponente del Romanticismo en su país. Aunque su perfección formal lo acerca
al neoclasicismo, el contenido y el tono son genuinamente románticos por su pesimismo
y por mostrar al Hombre perdido en un mundo inhabitable donde no halla acomodo.
94. Solaris
Magnífica novela de ciencia ficción del polaco Stanislaw Lem (Leópolis, 1939-2006),
uno de los grandes del género. El título alude al nombre de un planeta en el que no existe
tierra firme sino un inmenso océano dotado de vida propia y, según apuntan los indicios,
de inteligencia. Allí llega Kris Kelvin para investigar la extraña conducta de los tres
astronautas que se encuentran en el único observatorio habilitado en el planeta. Sin
embargo, le ocurrirán extraños sucesos.
Otro clásico del terror creado por la británica Mary Wollstonecraft (Londres, 1797-
1851), quien adoptó el apellido Shelley de su esposo, el conocido poeta Percy Bhysshe.
Fue escrita en Villa Diodati, durante una velada en la que también estaba presente el
polémico Lord Byron. Narra la historia del doctor Frankenstein, un científico que crea un
ser vivo a partir de partes de cadáveres y mediante descargas eléctricas. Sin embargo,
su criatura termina rebelándose contra él. Como toda gran novela, puede interpretarse
de diversas formas pero una de las que más fortuna ha hecho la califica como una crítica
a la experimentación científica descontrolada.
96. Babbit
Excelente novela del norteamericano Sinclair Lewis (Sauk Centre, Minnesota, 1885-
1951), Premio Nobel de Literatura en 1930. A través de un respetado vendedor de fincas
y su familia, el autor satiriza a la clase media estadounidense, más preocupada por las
apariencias que por vivir con plenitud.
97. Rimas
Magnífico libro de poesía del español Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836-1870).
De contenido sentimental, evidencian la superación del Romanticismo por su tono
intimista y una sencillez formal que, no obstante, oculta un enorme trabajo de depuración
poética.
Inclasificable obra del portugués Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935), como por otra
parte son casi todas las suyas. Presentado como una autobiografía de Bernardo Soares,
uno de los heterónimos del autor, viene a ser un diario íntimo compuesto de todo tipo de
reflexiones dispersas tanto sobre asuntos de la vida cotidiana como de otros de mayor
enjundia filosófica.
99. Pigmalión
100. La modificación
Obra del francés Michel Butor (Mons-en-Baroeul, 1926) que constituye uno de los
mejores exponentes del “Nouveau roman”, corriente narrativa surgida en Francia en los
años cincuenta del pasado siglo y que se caracterizaba por la ruptura con la novela al
modo tradicional para escribir al impulso del flujo de conciencia y con gran virtuosismo
estilístico. Su protagonista es León, un hombre que toma el tren hacia Roma para
reunirse con su amante. Durante el viaje, va reflexionando sobre su pasado, su presente
y su futuro.
101. Ivanhoe
Tragicomedia del irlandés Samuel Beckett (Dublín, 1906-1989) considerada una de las
cimas del “Teatro del absurdo”. Y, en efecto, ningún sentido tiene su argumento: Vladimir
y Estragón son dos vagabundos que pasan la obra aguardando a un tal Godot pero en
ningún momento se nos dice quién es éste, por qué le esperan ni, por supuesto, aparece.
Es un voluntario absurdo que pretende simbolizar la propia vida humana, considerada
por el autor como carente de significado.
Una de las novelas más conocidas del francés Honoré de Balzac (Tours, 1799-1850),
maestro del Realismo y uno de los grandes autores de las letras galas. Esta obra
pertenece a su monumental ‘Comedia humana’, el más colosal proyecto literario que se
hayan emprendido nunca, pues tenía la pretensión de reflejar fidedignamente toda la
sociedad francesa de la época. Para hacerlo, Balzac se propuso escribir casi ciento
cuarenta novelas de las que llegó a completar unas ochenta y cinco. En efecto, son éstas
un fresco amplísimo no sólo de la Francia de su tiempo sino de la condición humana en
general. ‘Papa Goriot’ forma parte del subgrupo titulado “Escenas de la vida privada” y
ofrece todo un microcosmos de la sociedad en el que destaca la figura de Goriot, un
anciano al que sus hijas apartan de su lado después de haber sacrificado todo por ellas.
Novela del estadounidense John Kennedy Toole (Nueva Orleans, 1937-1969) quien
ganó con ella el Pulitzer a título póstumo en 1981. Cuenta la vida de Ignatius J. Reilly,
un hombre estrambótico cuyas tesis chocan frontalmente con la sociedad moderna pero
debe abandonar sus ideales poéticos para hacer algo tan prosaico como buscar trabajo.
Es una obra ácida y disparatada pero también amarga. Tan magistral es la figura del
protagonista que se le ha comparado con don Quijote.
106. Archipiélago Gulag
109. Leviatán
Excelente novela del norteamericano Paul Auster (Newark, 1947) que, a través de una
trama policíaca, indaga en los recovecos de la creación literaria. Benjamín Sachs, un
escritor de efímera popularidad, muere mientras manipulaba una bomba. Su amigo y
colega Peter Aaron (trasunto de Auster) decide escribir su biografía antes de que la
versión oficial la tergiverse. Como decíamos, la obra reflexiona sobre dos formas de
entender el oficio de escribir: de una parte, la comprometida social y políticamente y, de
otra, la puramente artística. Además y ello es común a todas las novelas de Auster, un
azar insondable rige las vidas de los personajes.
110.Orgullo y prejuicio
La mejor obra de la británica Jane Austen (Steventon, 1775-1817), que ha sido varias
veces llevada al cine y la televisión. Se trata de una comedia romántica cuyos
protagonistas son la orgullosa Elizabeth Bennet y el atractivo Fitzwilliam Darcy, quienes
mantienen varios acercamientos y desencuentros sentimentales. Al tiempo, la autora los
rodea de un sin fin de personajes secundarios muy bien trazados.
Libro del Nobel japonés Yasunari Kawabata (Osaka, 1899-1972) que constituye una obra
cimera del preciosismo literario. La trama es, en consecuencia, poco importante. Discurre
en torno a la ceremonia del té y el encuentro de Kikuji con dos mujeres, la señora Ota y
Chikako, que fueron amantes de su padre. Pero lo realmente destacable de la obra es la
precisión y el virtuosismo con que el autor nos describe los objetos cotidianos y las cosas
sencillas de la vida.
113. Cancionero
114. La Celestina
Magistral novela del estadounidense Herman Melville (Nueva York, 1819-1891) que
constituye el mejor relato marino de la Historia de la Literatura. El ballenero ‘Pequod’
persigue a un gran cachalote que ha privado a su capitán, Ahab, de una pierna. Pero,
más que sobre la caza de Moby Dick -así se ha bautizado al animal- la obra trata sobre
las obsesiones autodestructivas, en este caso el ansia de venganza del marinero.
Extenso poema del Premio Nobel Thomas Stearns Eliot (Saint Louis, Missouri, 1888-
1965) que es, al tiempo, un reflejo demoledor del desengaño respecto al progreso de la
Humanidad que siguió a la Primera Guerra Mundial y un magnífico ejemplo de la
experimentación formal de las vanguardias. Su influencia en la lírica posterior ha sido
enorme.
Probablemente la mejor obra dramática del sueco August Strindberg (Estocolmo, 1849-
1912). La protagonista, que da título a la obra, es una joven de buena posición que
seduce a un criado. Con ello y según los cánones de la época, ha mancillado el honor
de su familia al relacionarse con un sirviente pero al tiempo, éste, como hombre, tiene
poder sobre ella. En suma, la obra analiza la lucha de clases y el papel sumiso que la
mujer tenía en la sociedad.
Grupo de cinco novelas escritas por el francés François Rabelais (Chinon, ¿1494?-
1553). Narra las aventuras de estos personajes, padre e hijo y dos gigantes bondadosos
y glotones, con fuertes dosis de humor escatológico y un tono absolutamente vulgar. El
nombre del segundo de ellos ha dado lugar al adjetivo “pantagruélico” que se usa para
calificar la abundancia de comida.
Probablemente la obra más destacada del carmelita San Juan de la Cruz (Fontiveros,
Ávila, 1542-1591), figura principal de la poesía mística española. Bajo la forma simbólica
del encuentro de dos amantes, expresa el proceso por el que el alma entra en contacto
con la Divinidad y, formalmente, es de una belleza extraordinaria.
Clásico de la narrativa juvenil norteamericana escrito por Mark Twain (Florida, Missouri,
1835-1910). Cuenta las aventuras del personaje que le da título y su amigo Huckleberry
Finn, un muchacho marginal que ha aprendido a arreglárselas solo. Al tiempo, Twain
construye un magistral retrato de la vida a orillas del gran río Mississippi. Tal fue su éxito
que el autor escribió una secuela también excelente titulada ‘Las aventuras de
Huckleberry Finn’.
Si bien hay distintas recopilaciones de los relatos del danés Hans Christian
Andersen (Odense, 1805-1875), cualquiera de ellas merece figurar en esta lista tanto
por su calidad como por su valor imperecedero. Obras como ‘La sirenita’, ‘El patito feo’,
‘El soldadito de plomo’ o ‘La cerillera’ han inspirado películas, musicales e incluso
pinturas y esculturas e hicieron del escritor nórdico uno de los más grandes creadores
de historias para niños de todos los tiempos. Mucha menos fama obtuvieron,
curiosamente, sus novelas y dramas para adultos.
124. Medea
Obra del norteamericano John Dos Passos (Chicago, 1896-1970) considerada una de
las grandes novelas sobre Nueva York. Tomando como nexo la estación central de
Manhattan, cuenta la vida de distintos personajes que pasan por ella. Algunos sólo
aparecen una vez pero otros se relacionan entre sí y volvemos a encontrarlos páginas
adelante. Sin embargo, la gran protagonista es la propia ciudad de Nueva York como
escenario de las ilusiones de mucha gente que, al fin, se van al traste.
Una de las mejores obras del filósofo alemán Friedrich Nietzsche (Röcken, 1844-1900),
que compendia en buena medida toda su cosmovisión. Esta constituido por una serie de
relatos y discursos que el autor pone en boca del profeta Zoroastro, también llamado
Zarathustra.
Magnífica novela del británico Graham Greene (Berkhamsted, 1904-1991) que posee
enorme profundidad espiritual. Ambientada en el México de los años veinte, cuando el
Gobierno emprendió una brutal persecución contra los cristianos -la conocida
como “Guerra Cristera”-, narra la peripecia del padre José, un sacerdote católico que se
debate entre sus sentimientos de culpa y la ayuda a los demás.
131. Azul
Libro del nicaragüense Rubén Darío (Metapa, 1867-1916) que inaugura el Modernismo
hispanoamericano, posiblemente la escuela más importante de la lírica en castellano de
los últimos cien años. Contiene relatos en prosa y poemas de una exuberancia formal y
belleza extraordinarios.
132. El principito
Una de las pocas novelas del británico Óscar Wilde (Dublín, 1854-1900).
Entremezclando realidad y fantasía, narra la vida hedonista de un personaje que se
mantiene perennemente joven mientras la pintura que le ha hecho Basil Hallward
envejece por él. En un sentido más profundo, es un canto a la belleza física acorde con
las tesis del decadentismo finisecular.
Novela del alemán Herman Hesse (Calw, 1877-1962) que constituye un fiel reflejo de
las inquietudes existenciales de su autor. Cuenta la vida de Harry Haller, un hombre
solitario que no encaja bien con la sociedad. Técnicamente quizá sea la mejor obra de
Hess pues presenta diversos y acertados puntos de vista con objeto de completar la
personalidad del protagonista.
136. Historia de la vida del buscón llamado don Pablos
Título bajo el que agrupó algunos de los relatos de Edgar Allan Poe (Boston, 1809-1849)
otro gran creador de narraciones breves: Julio Cortázar. También podría calificárselos
como “de terror” pero es que se trata de un tipo de historias que no recurren a apariciones
fantasmales, vampiros u otras figuras clásicas sino que despiertan el miedo en el lector
apelando a lo más profundo de su subconsciente. Dicho de otra forma, el terror procede
de los más atávicos temores del ser humano. Algunos como ‘El pozo y el péndulo’, ‘La
caída de la casa Usher’ o ‘Ligeia’ son realmente magistrales.
Quizá no sea éste el mejor libro del chileno Pablo Neruda (Parral, 1904-1973) en cuanto
a su calidad poética pero probablemente sí es el más sentido y el más bello por su
hondura humana. Como su propio título indica, se trata de composiciones sentimentales
de gran belleza.
Una de las mejores novelas del británico Herbert George Wells (Bromley, 1866-1946),
considerado, con Julio Verne, el creador de la ciencia ficción. Un científico logra construir
una máquina que le permite viajar en el tiempo. Movido por el afán de conocer el futuro
de la Humanidad, viaja hasta miles de años después de su época para descubrir que el
mundo no ha progresado sino retrocedido. Se halla poblado por los “Eloi”, unos seres
primitivos que, además, son presa de otra raza más agresiva, los “Morlock”. La obra, en
consecuencia y en sentido profundo, es una reflexión sobre el futuro del género humano.
140. Hambre
Novela del Premio Nobel noruego Knut Hamsun (Vaga, 1859-1952) que, publicada en
1890, se anticipó a las corrientes narrativas de principios del siglo XX por su abundante
utilización del monólogo interior. El protagonista es un hombre cualquiera del que sólo
sabemos que vive míseramente en la actual Oslo y -como el título indica- pasa hambre,
sensación que el autor nos expone morosamente. En consecuencia, se trata de un relato
de gran profundidad existencial.
142. El cortesano
Excelente novela publicada por el alemán Alfred Döblin (Stettin, 1878-1957) a finales
de los años treinta. Su eje argumental es la peripecia de Franz Biberkopf, quien sale de
la cárcel e intenta rehacer su vida. Pero el título, que se refiere a uno de los centros
neurálgicos de Berlín, no es casual. Porque la obra tiene protagonista colectivo: todos
los individuos, variados y de distintos ámbitos, que se cruzan en la trayectoria de
Biberkopf. En este sentido, podríamos decir que esta novela sería a la ciudad alemana
lo que ‘Manhattan Transfer’ a Nueva York. Además, Döblin introduce en su obra muchas
de las técnicas narrativas más renovadoras entonces, tales como el monólogo interior,
la variedad de puntos de vista y la mezcla de registros lingüísticos.
Largo poema narrativo (10000 versos arrítmicos) del inglés John Milton (Londres, 1608-
1674) que recrea la parábola de Adán y Eva para reflejar, en un sentido más profundo,
temas como el Mal y el sufrimiento.
145. Nana
Novela del francés Émile Zola (París, 1840-1902), creador del Naturalismo literario.
Como en su momento hiciera Honoré de Balzac en su ‘Comedia humana’, Zola se
propuso reflejar la sociedad francesa en una serie de relatos: ‘La saga de los Rougon-
Macquart’, a la que pertenece ‘Nana’. Éste es el apelativo que recibe la protagonista,
Anne Copeau, quien trabaja como actriz de variedades y se prostituye para conseguir de
los hombres lo que desea. Pertenece a la rama familiar de los Macquart y se ve afectada
por sus taras genéticas.
146. Contraluz
Una de las mejores creaciones del norteamericano Thomas Pynchon (Long Island,
1937), tan buen escritor como escurridizo personaje del que apenas existen fotos y que
ha publicado tan sólo ocho novelas a lo largo de 50 años. En ella y a su peculiar manera,
hace un recorrido por la Historia Universal en el periodo que abarca desde la Exposición
de Chicago en 1893 hasta después de la Gran Guerra. Entrelaza un sin fin de tramas y
escenarios que van desde Londres hasta el Hollywood del cine mudo e incluye
personajes reales como Groucho Marx o Bela Lugosi.
Magistral novela del cubano Alejo Carpentier (1904-1980) uno de los grandes escritores
que abrieron el camino al llamado “Boom de la narrativa hispanoamericana”. Es un relato
histórico que, a grandes rasgos, cuenta los efectos que tuvo en el Caribe la Revolución
Francesa. Pero en ella destaca el barroquismo estilístico del autor que completa una
extraordinaria obra.
Recopilación de textos infantiles del francés Charles Perrault (París, 1628-1703) que
proceden, en la mayoría de los casos, de la tradición oral. En consecuencia, el mérito del
autor fue recogerlos y darles forma literaria. Algunos de ellos han alcanzado la
inmortalidad: ‘La bella durmiente’, ‘Caperucita Roja’, ‘Pulgarcito’, ‘Cenicienta’ o ‘El gato
con botas’.
150. Pinocho
Popular novela infantil del italiano Carlo Collodi (Florencia, 1826-1890). La forma
clásica del argumento puede resumirse en que el carpintero Gepetto crea un muñeco de
madera que cobra vida. A partir de aquí, Pinocho se convierte en un verdadero truhán
que atraviesa numerosas peripecias. La idea original de Collodi era escribir una suerte
de relato picaresco por lo cual el protagonista terminaba colgado de un árbol en castigo
a sus fechorías. Sin embargo, sus editores le convencieron para que continuara la obra
hasta convertirla en una novela infantil, una historia de redención en la que el
protagonista acababa por arrepentirse y ser premiado. Y esta versión es la que ha hecho
enorme fortuna literaria.
Magnífica novela del británico Robert Louis Stevenson (Edimburgo, 1850-1894) que
indaga sobre el Bien y el Mal y, en definitiva, sobre la complejidad del ser humano. Jekyll
es un afamado científico convencido de que en toda persona conviven en permanente
lucha aquellos extremos y logra una pócima que consigue separarlos. Así, él mismo se
transforma en Mr. Hyde o, lo que es lo mismo, en su propia parte malvada. Pero las
consecuencias serán funestas.
No es la más popular pero sí una de las mejores novelas del norteamericano Ernest
Hemingway (Oak Park, Illinois, 1899-1961), Premio Nobel de Literatura en 1954.
Santiago es un viejo pescador cubano que tanto por sus ya escasas fuerzas como por
mala suerte hace tiempo que no captura nada. Tenía un ayudante joven, Manolín, pero
su padre lo ha enrolado en otra embarcación. Sin embargo, un día logra sacar un gran
pez espada que le permitirá recuperar su prestigio ante sus colegas. Para su desgracia,
los tiburones se lo arrebatan dejando sólo el esqueleto. Este argumento representa una
parábola de la lucha del ser humano contra las adversidades aún cuando las energía
flaquean por la edad. Con ella, Hemingway obtuvo el Premio Pulitzer en 1953.
159. Os Lusíadas
Largo poema épico de Luis Vaz de Camoes (Lisboa, ¿1524?-1580) considerado una de
las cimas de la literatura portuguesa. Escrito en octavas reales, cuenta los orígenes
legendarios de su país. Luso, hijo del dios Baco, conquistó el territorio del oeste
peninsular y creó Portugal.
160. Dune
Clásico de la ciencia ficción escrito por el norteamericano Franz Hebert (Tacoma, 1920-
1986) que recibió los premios Hugo y Nébula. Es la primera y también la mejor de una
saga que incluso fue continuada por el hijo del autor. Nos traslada a un lejano futuro en
el que un Imperio Galáctico domina el Universo. En este contexto, un muchacho llamado
Paul Atreides que pertenece a la aristocracia está destinado a convertirse en líder de los
guerreros Fremen pero también en mesías y quizá en mártir.
161. Platero y yo
La obra más popular del español Juan Ramón Jiménez (Moguer, 1881-1958), Premio
Nobel de Literatura en 1956. Publicada hace ahora justamente 100 años, es una
narración plena de lirismo destinada a los adultos (como el propio autor se encargó de
señalar), aunque por su contenido y sencillez se adapta muy bien a los niños. En este
sentido, tiene dos lecturas: una literal y otra simbólica. A grandes rasgos, presenta los
diálogos que el narrador entabla con un burro llamado “Platero” sobre los más diversos
temas tanto de la vida cotidiana como de mayor hondura espiritual.
162. Yo Claudio
Obra del británico Robert Graves (Wimbledon, 1895-1985) en la que este emperador
romano narra la historia de su propia familia, la Julio-Claudia, desde el asesinato de Julio
César (44 antes de Cristo) hasta el gobierno de Calígula (también asesinado en el año
41 después de Cristo). Se trata, en suma, de una novela que recorre la vida de Roma en
esta etapa decisiva con un rigor y una amenidad extraordinarios.
Estremecedora novela del norteamericano Ken Kesey (La Junta, Colorado, 1935-2001)
basada en sus propias experiencias como enfermero en un hospital psiquiátrico y como
consumidor de psicotrópicos. Su protagonista es Randle McMurphy, un presidiario que
se las ingenia para ser enviado a un centro mental. En éste se comportará como un
rebelde pero, sobre todo, sufrirá los siniestros tratamientos que allí se aplican, capaces
de dejar a un hombre en estado vegetativo. En 1975, Milos Forman rodó una magistral
película basada en la obra con un Jack Nicholson enorme en el papel de McMurphy.
165. El Cid
Drama del francés Pierre Corneille (Ruan, 1606-1684), considerado uno de los
máximos exponentes del clasicismo galo. A su vez, se basa en ‘Las mocedades del Cid’,
obra de Guillén de Castro y, en efecto, se centra en la juventud del héroe castellano.
Una de las mejores aventuras del sin par Sherlock Holmes creado por Arthur Conan
Doyle (Edimburgo, 1859-1930). En ella, el detective y su fiel Watson deben averiguar
qué se oculta tras una supuesta criatura demoníaca dispuesta a cumplir la maldición que
desde hace siglos persigue a la familia Baskerville.
La mejor novela del italiano Umberto Eco (Alessandria, 1932). Ambientada en una
abadía medieval en la que se suceden varios crímenes, combina elementos de la
narrativa histórica, la policíaca y de la reflexión filosófica. Al lugar llega un franciscano
llamado, curiosamente, Guillermo de Baskerville con su discípulo el joven Adso de Melk
(narrador de la historia) para investigar los asesinatos. Es un relato de gran amenidad
pero también de profunda erudición que ha sido llevado al cine en 1986 por Jean-
Jacques Annaud con Sean Connery como protagonista.
171. Macbeth
Magnífica novela del británico William Golding (Newquay, 1911-1993), Premio Nobel de
Literatura en 1983. Un avión en el que viaja un grupo de muchachos se estrella en el
desierto. Éstos tienen entonces que sobrevivir y se crean jerarquías de mando con las
que no todos estarán de acuerdo. Profundamente simbólica, la obra reflexiona sobre la
pérdida de la inocencia infantil y, en sentido más profundo, sobre la naturaleza humana,
con la presencia del Bien y del Mal.
175. La Metamorfosis
Novela breve de Franz Kafka (Praga, 1883-1924) pero que sintetiza todas las
inquietudes del escritor checo. Narra la historia de Gregorio Samsa, quien una mañana
se despierta convertido en un repugnante insecto. Ello provoca el rechazo de todos hacia
él. La trama simboliza la crisis existencial tan propia de Kafka, quien siempre muestra al
ser humano como una criatura perdida y sola en un mundo que no entiende.
176. Beloved
Compleja obra de la norteamericana Toni Morrison (Lorain, Ohio, 1931), ganadora del
Nobel de Literatura en 1993. A través de distintos puntos de vista y de varias historias
entrelazadas, constituye una estremecedora descripción de la esclavitud y, en suma, una
denuncia del racismo.
177. La muerte de Artemio Cruz
Obra del polaco Henrik Sienkiewicz (Wola Okrzejska, 1846-1916), también ganador del
Nobel en 1905. Ambientada en tiempos de Nerón, su tema central son los amores del
patricio Vicinio y la plebeya cristiana Ligia. Pero el autor construye un enorme fresco de
la Roma imperial y refleja la persecución sufrida por los cristianos como alegoría de la
que sufría su propio país por parte de Rusia.
La mejor novela del británico Malcolm Lowry (Cheshire, 1909-1957) iba, en principio, a
formar parte de una trilogía pero las otras dos obras jamás fueron escritas. Cuenta el
hundimiento moral y material de Geoffrey Firmin, antiguo cónsul inglés en la ciudad
mexicana de Cuernavaca. Lowry tardó diez años en escribir esta novela de indudable
tono autobiográfico, lo cual nos da idea de las reelaboraciones a que sometió el texto.
Junto a ‘El alcalde de Zalamea’, el mejor drama del español Pedro Calderón de la
Barca (Madrid, 1600-1681) cuyo argumento, hondamente filosófico, se centra en la
libertad humana para elegir frente al Destino. Segismundo ha sido confinado en prisión
por su padre, el Rey Basilio para evitar que se cumplan oscuros presagios. Tras ser
liberado, se comporta despóticamente y vuelve a su cárcel. Pero, rescatado por el
pueblo, se muestra como un gobernante justo burlando así su destino.
Magnífico libro infantil de la sueca Selma Lagerlöf (Marbacka, 1858-1940), así mismo
Premio Nobel de Literatura en 1909. Su protagonista es un niño que, debido a su
egoísmo, es hechizado por un hada. Convertido en un ser diminuto, viaja por toda Suecia
a lomos de un ganso y, al tiempo que conoce la geografía y las costumbres de su país,
aprende valores como la solidaridad.
182. Muerte de un viajante
Drama muy popular de Arthur Miller (Nueva York, 1915-2005) que constituye una
atronadora denuncia del llamado “sueño americano”. Éste viene a consistir en que todos
los estadounidenses tienen libertad e igualdad de oportunidades para alcanzar sus
objetivos en la vida y los pueden conseguir con esfuerzo y constancia. A grandes rasgos,
su argumento es el siguiente: Willy Loman es un hombre que ha trabajado siempre hasta
la extenuación y ha inculcado en sus hijos el citado “sueño americano”. Sin embargo,
todo se trastoca cuando es despedido y comprueba que sus ideales se desmoronan
como un castillo de naipes.
Uno de los mejores y más conocidos relatos del alemán E. T. A. Hoffman (Königsberg,
1776-1822), representante del llamado “Romanticismo negro” por sus historias de terror.
Nathanael es un joven traumatizado por la terrible muerte de su padre, de la que
considera culpable a un extraño individuo con el que éste se relacionaba llamado
Coppelius. Cuando conoce a un creador de autómatas llamado Coppola, cree estar ante
aquel siniestro personaje. Al tiempo, cae rendido ante Olimpia, una muchacha que no es
lo que parece.
184.Tirano Banderas
185. La madre
Obra del ruso Máximo Gorki (Nizhny Nóvgorod, 1868-1936) cuya calidad demuestra
que, incluso con intención propagandística de unas ideas políticas, se puede hacer
magnífica literatura. Cuenta las peripecias de Pável, un revolucionario en tiempos del Zar
que es detenido. Entonces será su madre la que continúe con sus actividades.
Singular novela del norteamericano Philip Roth (Newark, 1933) tanto por su estructura
como por su contenido. La primera consiste en un largo monólogo de Alexander Portnoy
ante su psicoanalista, el doctor Spielvogel. Y el segundo consiste en que el citado
paciente cuenta al terapeuta toda su vida haciendo hincapié en su conducta sexual más
bien problemática. Se trata de una obra muy divertida.
Muy popular por sus distintas versiones cinematográficas es esta gran novela del
francés Pierre Choderlos de Laclos (Amiens, 1741-1803) centrada en la vida libertina
de la aristocracia gala de su tiempo. El Vizconde de Valmont y la marquesa de Merteuil,
antiguos amantes, se envían cartas donde describen sus aventuras sexuales.
188. Yerma
Junto a ‘Los tres mosqueteros’, la gran novela del francés Alejandro Dumas
padre (Villers-Cotterêts, 1802-1870). Su protagonista es un joven marinero llamado
Edmundo Dantés, quien va a parar a la cárcel por una denuncia falsa de sus amigos
Danglars y Fernando, éste último pariente de Mercedes, prometida del héroe. Tras huir
de la prisión del Castillo de If y enriquecido gracias al tesoro de otro reo, pone en marcha
una terrible venganza contra los traidores.
Probablemente, la mejor novela del germano Günter Grass (Danzig, 1927). Óscar
Matzerath nos cuenta su propia historia desde un hospital psiquiátrico: a los tres años se
negó a seguir creciendo a causa de que el mundo de los adultos (estamos en la Alemania
de los años veinte) le desagradaba. Pese a ello y siempre acompañado de un tambor,
muestra plena madurez mental. Profundamente simbólica, la novela ha tenido enorme
éxito.
Más que una novela, es una tetralogía del británico Lawrence Durrell (Jalandhar, India,
1912-1990). Ambientada en esa ciudad egipcia, cuenta las peripecias de varios
personajes, que se repiten vistas desde diferentes perspectivas. Y todo ello
experimentando con el tiempo, el espacio y las técnicas narrativas de una forma que
recuerda a Joyce o Proust.
Una de las novelas más conocidas de la británica Ágatha Christie (Torquay, 1890-
1976), figura de la narrativa policíaca a la que se bautizó como “la Gran Dama del
Crimen”. Diez personas sin aparente relación entre sí son convocadas a pasar un fin de
semana en una mansión de la isla del Negro. Una vez allí, comprueban que su anfitrión
no está, sólo les ha dejado una carta donde señala que les ha conocido en distintos
momentos del pasado. Pronto empezarán los asesinatos.
Uno de los grandes dramas del norteamericano Eugene O’Neill (Nueva York, 1888-
1953), Premio Nobel de Literatura en 1936. Andrew y Robert Mayo son dos hermanos
que aman a la misma mujer. Finalmente, ésta opta por uno de ellos y el otro se embarca
junto a su tío Scott. Pero, al cabo de los años, todos se dan cuenta de que deberían
haber seguido su destino y no lo hicieron.
Ahora que conmemoramos el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, viene
muy al caso incluir esta novela satírica del checo Jaroslav Hasek (Praga, 1883-1923),
probablemente la primera obra antibelicista de la Literatura. Ambientada en aquel
conflicto, asistimos a las aventuras de este soldado cobardón respecto del que nunca
queda del todo claro si es tonto o demasiado listo.