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Año clave.
A excepción del Partido Justicialista que conformó un frente con el C.E.T denominado, sin falsas
humildades, como Frente Patriótico, el resto de los partidos políticos deberán solo superar el piso
que impone la ley para seguir hacia el comicio de junio.
Una vez más, mientras el resto de los precandidatos fijan su horizonte electoral para la elección
general, el PJ, principal motor político del flamante frente, expone ante la sociedad que pretende
seducir, una división que repite escenarios anteriores y que por lógica no puede aspirar a
resultados distintos.
Parafraseando a Einstein: "La definición de la locura es hacer la misma cosa una y otra vez
esperando obtener diferentes resultados".
Pareciera que la patología pisquiatrica persiste en los conductores del PJ de Chubut: buscar un
triunfo electoral pero reiterando los mecanismos de elecciones anteriores.
Resulta cuasi delirante suponer que el voto peronista va a favorecer al Partido Justicialista hoy
bajo la fachada del Frente Patriótico Chubutense. Hay otras formas de peronismo, que no son el
PJ.
Hasta días antes del cierre de listas referentes como el Intendente de Trelew, Adrian Maderna,
buscaron mantenerse en el partido político que les dio vida. Hasta diciembre Ricardo Sastre,
compañero de fórmula de Mariano Arcioni, no descartaba ir con la boleta del PJ. Sucesivos
ninguneos y zancadillas políticas los hicieron buscar opciones. Hasta la poderosa Cristina Kirchner
reclamaba desde Buenos Aires, una lista de unidad que incluya al gobernador Arcioni.
No pasó.
Todos saben que el adversario es superior a Macri o Menna, el enemigo es la política económica
nacional que desprecia a los patagónicos, que nos deja sin trabajo, nos empobrece, nos reduce a
un estado mental de supervivencia que nos quite rebeldía y poder de discusión.
Todos lo saben , menos la dirigencia del PJ, que de manera casi esquizofrénica pretende un
resultado distinto, el triunfo, cuando se repite en acciones que desde hace cuatro turnos
electorales lleva al PJ a una derrota cada vez más notoria. Un acto de locura, si confiamos en
Einstein.
Muchos peronistas se han mudado a otros espacios que mejor los contienen, los fundamentos
ideológicos persisten aunque las herramientas políticas son diferentes.
El poder político del peronismo es de tal magnitud, que el eje argumentativo de Cambiemos en
Chubut, es hacerles creer a los chubutenses que todos los males actuales de la provincia, son
responsabilidad de lo que ahora llaman, en otro neologismo duranbarbista, "panperonismo".
Los tarifazos, la inflación, el desempleo, el aumento de la pobreza es, supuestamente, culpa de los
16 años de gobierno peronista en Chubut? .
Pobre papel el de Menna, tener que recurrir cada vez que se lo enfrente a esa realidad a sacar el
discurso de la herencia, la corrupción de los Kirchner y el círculo rojo dasnevista.
Saben que deben buscar culpables afuera del gobierno nacional y el enemigo vuelve a ser el
peronismo, cuyos principios de federalismo, inclusión y trabajo están presentes en el "Chubut al
Frente". Es una lucha que tiene décadas en el país: los que están con los que menos tienen y los
que están con los que más tienen.