Técnica Contable y Financiera nº 15, enero 2019 , Nº 15 , 01 enero 2019 , Editorial Wolters

Kluwer

MERCADOS
FINANCIEROS

Autor:
Miquel Tarí Sánchez(1)
Especialista en Supervisión Bancaria
Banco de España

Basilea III no sólo modificó los niveles mínimos de capital requerido a los bancos, sino que
introdujo un límite a su apalancamiento e incorporó requerimientos cuantitativos de liqui-
dez. El autor analiza en este artículo el riesgo de liquidez de los bancos, así como los nuevos
requerimientos establecidos por Basiela III para mitigar este riesgo.

PAlAbRAS ClAvE
Basilea III, riesgo de liquidez, banca, entidades de crédito.

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Regulación del riesgo de

lIquIDEz en el sector
bancario

C
omo respuesta a la crisis finan-
ciera global y con el objetivo de
fortalecer el sistema financiero,
se promovieron una serie de
iniciativas por el Foro de Estabilidad Financie-
ra (FSB, Financial Stability Board por sus siglas
en inglés) y el G-20 que dieron lugar durante
2009 a una profunda reforma del marco re-
gulatorio que culminó con la aprobación de
los denominados acuerdos de Basilea III en la
Cumbre de Seúl en noviembre de 2010.(1)

La implementación de estas nuevas normas

(que se añaden a las que ya definía Basilea II y
modifica varios de sus puntos), ha venido pro-
duciéndose en un tiempo en el que, además,
en la Unión Europea se impulsó la denomi-
nada Unión Bancaria que supuso la creación
de distintas autoridades europeas encargadas
de la evaluación del correcto cumplimiento de
dicha normativa.

Para tratar de conseguir un sistema bancario

resistente y estable, Basilea III dio un enfoque
más amplio al que venía ofreciendo la regu-
lación prudencial hasta el momento, no solo
centrándose en la solvencia para evaluar la
fortaleza de las entidades de crédito (punto
que también se vio afectado mediante la exi-

(1) Cualquier opinión recogida en este artículo es res-

ponsabilidad exclusiva del autor y no refleja necesaria-
mente la opinión del Banco de España.

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FINANCIEROS
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gencia de un incremento de la cantidad y la
calidad de los recursos propios que debían
mantener las entidades), sino complementan-
do esos niveles de capital mínimos con unos
colchones adicionales de capital, con la intro-
ducción de un límite al apalancamiento y con
la incorporación de requerimientos cuantitati-
vos de liquidez. Todo ello, con el objetivo últi-
mo de preservar la estabilidad financiera.
UNA dE LAS pRINCIpALES
pREOCUpACIONES dE LOS
REgULAdORES y SUpERVISORES
A SIdO EL TRATAMIENTO
A OTORgAR AL RIESgO dE
LIUIdE
Una de las principales preocupaciones de
los reguladores y supervisores ha sido el tra-
tamiento a otorgar al riesgo de liquidez. En
el presente artículo nos centraremos en su
definición, así como en tratar de ofrecer una
visión general sobre los requerimientos que
Basilea III ha establecido.
EVOLUCIÓN NORMATIVA
La propia actividad bancaria, para realizar su
función de canalizar el ahorro hacia la inver-
sión incurre en un proceso de transformación
de plazos, captando depósitos a corto y pres-
tándolo a largo (en el ejemplo más sencillo,
captando depósitos a la vista de minoristas e
invirtiéndolo en hipotecas), lo que hace a los
bancos intrínsecamente vulnerables al riesgo
de liquidez y, debido a la interdependencia que
existe entre ellos, los problemas que se deri-
van de éste pueden llegar a afectar al conjunto
del sistema.
Este riesgo, como evidenció la crisis financiera,
no estaba lo suficientemente cubierto y bien
gestionado por numerosas entidades de cré-
dito, debido en parte a la abundante liquidez
que existía en el mercado en la fase previa al
:: úM 15 ::  219 ::
134
desencadenamiento de la crisis que hacía per-
cibir a los gestores que dicho riesgo de liqui-
dez era mínimo.
Durante esos periodos de agitación en los
mercados, se pusieron de manifiesto las im-
plicaciones que la evaporación de la liquidez
puede tener sobre las entidades y sobre el
sistema financiero en su conjunto, pudiendo
poner en riesgo la continuidad de bancos con
niveles de capital holgados.
Existen dos acepciones del riesgo de liquidez:
a) El riesgo de liquidez de fondos, que se aso-
cia al hecho de sufrir pérdidas por no te-
ner suficientes flujos de caja para cubrir las
salidas tanto esperadas como inesperadas,
presentes y futuras, que puedan produ-
cirse (que pueden venir por retiradas de
depósitos, por aportaciones de garantías
adicionales derivadas de margin calls, etc.).
El caso más extremo sería el de un pánico
bancario, en el cual, una o varias entidades,
debido a una retirada masiva de depósitos,
podrían acabar en liquidación o en resolu-
ción.
b) El riesgo de liquidez de mercado es el ries-
go de que una entidad no pueda deshacer
fácilmente una posición a precios de mer-
cado a causa de una insuficiente profundi-
dad(2) o de distorsiones en el mercado. Esto
llevaría a que el banco acabara sufriendo
pérdidas, teniendo que reducir considera-
blemente el precio, al encontrarse con ma-
yores horquillas (mayor bid-ask spread) en
el momento de la venta.
Por otra parte, y a efectos de gestión del
riesgo de liquidez de fondos de las entidades,
podríamos distinguir entre liquidez operativa
y estructural:
a) La liquidez operativa estaría centrada en
poder atender las obligaciones de pago con
el foco en el corto plazo.
(2) Cuanto mayor es el número de órdenes de com-
pra-venta, más profundo es el mercado.
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REgulACIóN DEl RIESgO DE lIquIDEz EN El SECtOR bANCARIO
b) El concepto de liquidez estructural está re-
lacionado con el riesgo de financiación, por
el cual una entidad no sería capaz de ha-
cer frente a sus obligaciones cuando éstas
van venciendo en el medio y largo plazo y
que pueden llevar a un incremento de los
costes financieros. Una incorrecta gestión
de la liquidez estructural puede dar lugar a
que el negocio de la entidad no esté siendo
financiado de un modo estable en el me-
dio y largo plazo con las correspondientes
consecuencias, dado que no resulta senci-
llo modificar una estructura de balance en
poco tiempo.
Las expansiones de balance que se produje-
ron en los años previos al estallido de la crisis
financiera se fueron financiando cada vez más
con fuentes de financiación menos estables y
tradicionales aumentando la dependencia de
las entidades de financiación mayorista a cor-
to plazo, que si bien es más barata dado que
la curva de tipos normalmente es ascendente
(por tanto, los tramos cortos de la curva exi-
girán un menor rendimiento), es también más
inestable en el momento en que cambian las
expectativas de los participantes en el merca-
do, por su necesidad de ser renovada cons-
tantemente pudiéndose cortar y evaporar en
cualquier momento en que se cree un clima
de desconfianza.
Precisamente esto es lo que comenzó a su-
ceder en el verano del año 2007, y que evi-
denció la incorrecta gestión por parte de los
bancos de su liquidez, tanto operativa como
estructural. La prolongación de la falta de liqui-
dez en los mercados hizo que el sistema finan-
ciero sufriera fuertes tensiones que exigieron
la intervención de los bancos centrales tanto
en los mercados monetarios como proveyen-
do ayudas a entidades específicas.
Las dificultades que experimentaron ciertos
bancos se debieron a lagunas en los principios
básicos de gestión del riesgo de liquidez. En
septiembre 2008, el Comité de Basilea, con
el objetivo de promover una mejora en dicha
gestión, emitió el documento «Principios para
la adecuada gestión y supervisión del riesgo
de liquidez» donde realizaba una revisión del
documento original que había publicado en el
año 2000(3).
Para complementar esos principios cualitativos,
el Comité reforzó su marco de liquidez dentro
de las medidas acordadas en Basilea III median-
te la inclusión de las siguientes herramientas
que presentan objetivos distintos pero comple-
mentarios. Todas ellas han sido transpuestas al
ordenamiento jurídico europeo(4):
• Por una parte, una ratio de cobertura de
liquidez a corto plazo (LCR, Liquidity Cove-
rage Ratio,) que garantizaría que la entidad
tiene liquidez suficiente para hacer frente a
un período estresado de 30 días.
EL RIESgO dE LIUIdE dE
MERCAdO ES EL RIESgO dE
UE UNA ENTIdAd NO pUEdA
dESACER fCILMENTE
UNA pOSICIÓN A pRECIOS
dE MERCAdO A CAUSA dE
dISTORSIONES EN EL MERCAdO
• Por otra, una ratio de financiación estable
(NSFR, Net Stable Funding Ratio) que exigirá
a los bancos mantener un perfil de finan-
ciación estable en relación con la compo-
sición de sus activos y actividades fuera de
balance tratando con ello que las entidades
mejoren su liquidez estructural.
• Finalmente, unas herramientas de segui-
miento y monitorización del riesgo de liqui-
dez (ALMM, Additional Liquidity Monitoring
Metrics), para que el supervisor sea capaz
de medir otras dimensiones del perfil de
liquidez y de financiación de las entidades
(3) Documento original: Sound Practices for Managing
Liquidity in Banking Organisations, publicado en 2000.
(4) La transposición de Basilea III en Europa se hizo
a través de la Directiva 2013/36/UE, y del Reglamento
(UE) nº 575/2013 que es directamente aplicable sin que
requiera transposición nacional.
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FINANCIEROS
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y que no quedarían cubiertas con los dos
requerimientos cuantitativos mencionados.
LCR — RATIO dE COBERTURA dE
LIUIdE A CORTO pLAO
Desde el 1 de enero de 2018, la regulación
europea exige que la ratio LCR de los bancos
europeos se sitúe por encima del 100% (tras un
régimen transitorio que comenzó en octubre
de 2015 donde se comenzó a exigir un LCR
del 60%), y con su cumplimiento (que ha de
producirse tanto en base individual como con-
solidada) se garantiza que las entidades cuenten
con un colchón de activos de elevada liquidez
con el que hacer frente a las salidas previsibles
durante los siguientes treinta días, considerando
un escenario de financiación estresado.
En esa hipotética situación de estrés, la enti-
dad podría atender sus compromisos y se
conseguiría ganar tiempo para que, tanto los
gestores de la entidad como los supervisores,
pudieran buscar soluciones a los problemas
derivados de ese escenario (por ejemplo, me-
diante la venta de activos menos líquidos o
cambios en la gestión).
Activos Líquidos (Nivel 1 + Nivel 2A + Nivel 2B)
LCR = ≥ 100%
Salidas netas = (Salidas - Entradas (máx.75% s/salidas))
En cuanto al numerador de la ratio, para que
solo computen en el colchón aquellos activos
que sean fácilmente realizables en el mercado,
la norma exige que éstos cumplan una serie
de requisitos generales y operativos(5).
La norma admite una diversidad de instru-
mentos como activos líquidos. Atendiendo a
las diferentes «grados de liquidez» se estable-
cen tres categorías de activos líquidos compu-
tables dentro del colchón de liquidez (Nivel
(5) Entre otros requisitos: los activos deben estar li-
bres de cargas, no pueden ser emitidos por otra entidad
de crédito (a excepción de cédulas hipotecarias que sí
pueden computar en el colchón de liquidez en ciertos
casos), deben ser negociados en mercados organizados
y ser valorables con facilidad, además la entidad debe dis-
poner de un acceso sin trabas a sus activos líquidos para
poder convertirlos en efectivo con facilidad, el colchón
debe estar suficientemente diversificado, etc
:: úM 15 ::  219 ::
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1, Nivel 2A y Nivel 2B). En función de dichas
categorías, los activos sufrirán un recorte en su
valor de mercado a efectos de su inclusión en
el numerador de la ratio. Las principales cate-
gorías de activos líquidos son:
Activos Líquidos ecorte
Caja y Bancos Cebtrales 0%
Nivel 1 Deuda pública 0%
Cédulas hipotecarias (AA-) 7%
Deuda corporativa (AA-) 15%
Nivel 2A
Cédulas hipotecarias < (AA-) 15%
Acciones 50%
Nivel 2B Titulizaciones RMBS (AA) 25%
Deuda corporativa (BBB-) 25%
Además, en función del nivel al que corres-
pondan, tendrán unas limitaciones de compu-
tabilidad en el colchón, con lo que se pretende
que, por ejemplo, no se cumpla la ratio LCR
exclusivamente con acciones cotizadas. Las
proporciones mínimas exigidas serían las si-
guientes:
• Al menos el 60% del colchón de liquidez ha
de estar compuesto por activos de Nivel 1.
• Al menos el 30% del colchón de liquidez ha
de estar compuesto por activos de Nivel 1
distintos de cédulas hipotecarias considera-
das también como Nivel 1.
• Los activos de Nivel 2B pueden represen-
tar como máximo un 15% del colchón.
Pasando a analizar el denominador, las salidas
netas (salidas — entradas) pretenden recoger
los flujos de efectivo tanto de salidas como de
entradas de liquidez que se producirían en un
escenario estresado. Es por ello que se aplican
unos porcentajes a dichos flujos, tratando de
tener en consideración qué parte de esa fi-
nanciación recibida que vence sería renovada
y qué parte de las entradas provenientes de
financiación otorgada que vence en el hori-
zonte temporal de treinta días realmente en-
traría a la entidad.
Por consiguiente, las salidas de liquidez se cal-
cularán multiplicando los saldos pendientes de
distintas categorías de pasivos por los tipos a
los que se prevé que se retirarán, en función
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REgulACIóN DEl RIESgO DE lIquIDEz EN El SECtOR bANCARIO
de la estabilidad que se estima para estas fuen-
tes de financiación. Con ello, tendremos que,
por ejemplo:
• Depósitos minoristas que se encuentren
cubiertos por un Fondo de Garantía de
Depósitos y donde el cliente mantiene una
relación asentada con la entidad, tendrán un
índice de salida del 5% ya que son conside-
radas la fuente de financiación más estable.
• Otros depósitos minoristas (que, entre
otras cosas, no se encuentren cubiertos
por un FGD) se les aplicaría un porcentaje
de salida del 10%.
• Depósitos mayoristas, a grandes rasgos,
para calcular las salidas a incorporar al de-
nominador, se les aplicaría un porcentaje
que va desde el 25% para depósitos ope-
rativos, pasando por un 40% para aquellos
depósitos de entidades no financieras e in-
cluso llegando al 100% para depósitos de
otras entidades financieras.
En cuanto a las entradas de liquidez, podrán
ser incorporadas al denominador solamente
cobros contractuales de exposiciones que no
estén en situación de mora y respecto de las
cuales la entidad de crédito no tenga motivos
para esperar un incumplimiento en el hori-
zonte temporal considerado para la ratio LCR,
esto es, en treinta días.
Con el fin de que los bancos no dependan
únicamente de las entradas previstas para
cumplir con la ratio LCR, se limita el cómpu-
to de las entradas hasta el 75% de las salidas,
con ello se evita que se pueda cumplir la ratio
únicamente contando con las entradas dado
que uno de los objetivos principales de la nor-
ma es que las entidades construyan el colchón
de activos líquidos. Además, hay que tener en
cuenta que, dentro de ese horizonte de trein-
ta días, las salidas y entradas contractuales no
tienen por qué producirse al mismo tiempo.
Por último, cabe destacar que la ratio LCR
puede situarse temporalmente por debajo del
100% cuando la entidad se encuentre someti-
da a una situación de estrés. Bajo estas circuns-
tancias, la entidad de crédito debe ser capaz
de convertir con rapidez sus activos líquidos
en efectivo, sin recurrir a la liquidez de un ban-
co central o a fondos públicos. En el caso que
un banco no cumpla con la ratio LCR, deberá
presentar un plan de retorno al cumplimiento
y, hasta que éste no se produzca, deberá infor-
mar diariamente al supervisor de su posición
de liquidez.
NSfR — RATIO dE fINANCIACIÓN
ESTABLE NETA
Como complemento a la ratio de cobertura
de liquidez a corto plazo (LCR), se definió la
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FINANCIEROS
:: Miquel Tarí Sánchez ::
ratio NSFR. Como señalábamos anteriormen-
te, exigirá a los bancos mantener un perfil de
financiación estable en relación con la com-
posición de sus activos y posiciones fuera de
balance, tratando con ello que las entidades
mejoren la posición de liquidez estructural. Di-
cha ratio se calcularía del siguiente modo:
Activos Líquidos (Nivel 1 + Nivel 2A + Nivel 2B)
LCR = ≥ 100%
Salidas netas = (Salidas - Entradas (máx.75% s/salidas))
La ratio NSFR se define como el cociente en-
tre la cantidad de financiación estable dispo-
nible y la cantidad de financiación estable re-
querida, exigiendo la norma que las entidades
mantengan una ratio NSFR, como mínimo, del
100% en todo momento.
La financiación estable disponible, que se co-
rrespondería con los recursos propios y ajenos
que cabe esperar que sean estables durante el
horizonte temporal de un año, que es el con-
siderado por el NSFR. A la hora de calibrar ese
factor de estabilidad, el documento de Basilea
aplica determinados porcentajes (por ejemplo,
a los fondos propios computables para la ra-
tio de capital y aquellos pasivos con un plazo
de vencimiento igual o superior a un año se
les aplicaría un 100%, un 95% para aquellos
depósitos considerados estables, un 0% para
aquella financiación mayorista que venza en el
año siguiente, etc.).
Por otra parte, el denominador recoge la fi-
nanciación estable requerida, y estaría com-
puesto por los valores de las distintas partidas
de activo y posiciones fuera de balance de la
entidad, multiplicado por unos porcentajes
que vendrán definidos en función del plazo de
vencimiento y del valor de liquidez. Con ello se
pretende obtener el importe que tendría que
ser financiado de forma estable, ya sea debido
a que el activo fuese renovado o que no pu-
diese ser «monetizado»(6) en el mercado (por
ejemplo, el efectivo tendría un porcentaje de
financiación estable requerido del 0%, la deuda
(6) Las entidades tienen diversas formas de “moneti-
zar” los activos. Además de la realización en mercado
se podría obtener liquidez con garantía de esos activos
(siendo la principal vía las operaciones de REPO).
:: úM 15 ::  219 ::
138
pública del 5%, aquellos activos con un perío-
do de carga superior a un año se les aplicaría
un 100%, etc.).
Con el cumplimiento de la NSFR se pretende
prevenir la excesiva transformación de plazos,
así como hacer que los bancos dependan en
menor medida de la financiación mayorista
a corto plazo que en épocas de bonanza o
de política monetaria ultra laxa, puede dar
la sensación de estar siempre disponible y a
unos costes relativamente baratos. Con ello, se
conseguiría reducir la probabilidad de que una
posible agitación de las fuentes de financiación
a las que la entidad recurre frecuentemente,
acabe deteriorando su posición de liquidez.
El documento «Basilea III: Coeficiente de Fi-
nanciación Estable Neta» cuya última versión
fue publicada por el Comité de Basilea en oc-
tubre de 2014, establecía que la ratio NSFR se
convirtiese en norma el pasado 1 de enero
de 2018. Sin embargo, la calibración de dicha
ratio en Europa, se está llevando a cabo en
el paquete de reforma(7) de Basilea III de la
Comisión Europea, por tanto, los factores de
financiación estable disponible y requerida, así
como la entrada en vigor de su requerimiento,
se encuentran todavía por concretar a nivel
europeo.
ALMM - AddITIONAL
LIUIdITy MONITORINg
METRICS (ERRAMIENTAS dE
SEgUIMIENTO dE LIUIdE)
Junto con los dos requerimientos cuantitativos
sobre el LCR y el NSFR señalados, el Comi-
té desarrolló una serie de información que
las entidades deben presentar al supervisor
(herramientas de seguimiento) que aportan
información sobre otras dimensiones del per-
fil de riesgo de liquidez y de financiación de
los bancos.
En Europa, la CRR (Reglamento UE
nº575/2013) establecía el mandato para que
(7) http://europa.eu/rapid/press-release_IP-16-3731_
en.htm
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REgulACIóN DEl RIESgO DE lIquIDEz EN El SECtOR bANCARIO
la Autoridad Bancaria Europea (EBA) las desa-
rrollara con el objetivo de que las autoridades
competentes pudieran obtener una visión glo-
bal del perfil de riesgo de liquidez. La EBA mo-
dificó parcialmente el texto original emitido
por el Comité e incorporó otras adicionales y
finalmente, tras su aprobación por parte de la
Comisión, vienen siendo reportadas al Super-
visor en su totalidad desde marzo 2018(8) en
los siguientes estados:
• La escala de vencimientos es una herra-
mienta supervisora que informa de las sa-
lidas y entradas contractuales de flujos de
efectivo a la fecha de referencia. En base
a dicha herramienta se pueden analizar los
desfases de liquidez (salidas superiores a
entradas) y si podrían ser cubiertos por los
activos disponibles por la entidad (si existe
suficiente capacidad de contrapeso) o si,
por el contrario, desde la gestión financiera
del banco deberán plantearse monetizar
otros activos menos líquidos, refinanciar
ciertos pasivos o captar nueva financiación
llegado el momento (por ejemplo median-
te la emisión de nuevos instrumentos).
• Concentración de la financiación por con-
traparte: esta plantilla tiene por objeto re-
copilar información sobre la concentración
de la financiación de los bancos declaran-
tes y que, al reportar a las diez principales
contrapartes de pasivo, permite la identifi-
cación por parte del Supervisor de aque-
llas contrapartidas tanto mayoristas como
minoristas cuya retirada podría dar lugar a
problemas de liquidez.
• Concentración de la financiación por tipo
de producto: en esta plantilla las entidades
informan sobre la concentración de su fi-
nanciación desglosando por tipología de
financiación, es decir, si ésta es minorista
(8) Fueron totalmente incorporadas al ordenamiento
jurídico europeo mediante el Reglamento de Ejecución
(UE) nº 2017/2114 de la Comisión por el que se modi-
fica el Reglamento (UE) nº 680/2014 en lo que respecta
a las plantillas e instrucciones. Venían siendo reportadas
parcialmente desde abril 2016 a raíz del Reglamento
de Ejecución (UE) nº 2016/313 publicado en marzo de
2016.
(informando sobre los depósitos a la vista,
a plazo, importe cubierto por FGD, etc.)
y/o mayorista (informando también sobre
si se encuentra colateralizada (repos, bonos
garantizados, cédulas hipotecarias,…) o no.
• Precios según diversas duraciones de la fi-
nanciación: esta plantilla da información al
Supervisor del volumen medio de las ope-
raciones y de los costes de financiación en
que está incurriendo la entidad a distintos
plazos (desde 1 día hasta superior a 10
años).
LA ESCALA dE VENCIMIENTOS
ES UNA ERRAMIENTA
SUpERVISORA UE INfORMA
dE LAS SALIdAS y ENTRAdAS
CONTRACTUALES dE fLUjOS
dE EfECTIVO A LA fECA dE
REfERENCIA
• Renovación de la financiación: en este es-
tado, las entidades reportan lo sucedido en
cada uno de los días del último mes, infor-
mando sobre el volumen de fondos que ha
ido venciendo, cuánto ha sido renovado, así
como sobre nueva financiación obtenida.
• Concentración de la capacidad de contra-
peso por emisor/contraparte: en esta últi-
ma plantilla, las entidades informan sobre la
concentración de las diez mayores tenen-
cias de activos líquidos o líneas de liquidez
que le han sido concedidas y con las que la
entidad contaría en la fecha de referencia
para cubrir posibles déficits de financiación.
CONCLUSIONES
Como se puede observar en el último EBA
Risk Dashboard(9) que la Autoridad Bancaria
Europea publica trimestralmente y donde tra-
(9) https://www.eba.europa.eu/risk-analysis-and-data/
risk-dashboard
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FINANCIEROS
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ta de resumir los principales riesgos y vulnera-
bilidades que observa en el sector bancario de
la Unión Europea, el requerimiento de liquidez
LCR (en vigor en Europa desde octubre de
2015), viene cumpliéndose holgadamente por
parte de los bancos europeos.
Por su parte, las entidades españolas han veni-
do presentando desde el inicio de la serie una
ratio LCR algo superior a la media de la Unión
Europea, alcanzando una media ponderada
del 156,9% para los datos correspondientes a
marzo 2018 (frente al 147% de la Unión Euro-
pea), que puede venir derivado de un modelo
de banca más tradicional que presenta unas
estructuras de balance más sencillas donde
una gran cantidad de los activos líquidos es-
tán representados por deuda pública y donde
existe una gran base de depósitos minoristas.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta
gRfICO 1 :: MEdIA pONdERAdA LCR pOR SISTEMAS
BANCARIOS NACIONALES dE LA UE
que la ratio LCR puede presentar una elevada
volatilidad.
Aunque es cierto que tanto la posición de li-
quidez a corto plazo, como la gestión de este
riesgo por parte de las entidades y las herra-
mientas de que dispone el Supervisor han me-
jorado sustancialmente respecto a la situación
de partida, no debe caerse en la complacencia
puesto que existen importantes incertidum-
bres que deben considerarse, entre otras, se
podría destacar las siguientes:
• Impacto de la normalización de la política
monetaria por parte de los bancos centra-
les tanto en la volatilidad en los mercados
como en los posibles aumentos de los cos-
tes de financiación y, por ende, en los planes
de financiación de las entidades.
• En el tránsito al denominado Basilea IV, la
Comisión Europea publicó el pasado 23 de
noviembre de 2016 el paquete de reforma
(CRR(10), CRD(11), BRRD(12), SRMR(13)) sobre
el cuál se está trabajando y que, por tanto,
deja todavía abierta la incertidumbre regu-
latoria.

• En este, se incorporará el requerimiento y

la calibración de la ratio NSFR exigible a las
entidades europeas.

• Incertidumbres sobre el volumen de pasi-

vos a emitir por parte de las entidades en
función del requerimiento de MREL(14).

(10) Capital Requirements Regulation (UE) nº 575/2013

Fuente: EBA Risk Dashboard — Data as of 2018 Q1
TABLA 1 :: EVOLUCIÓN MEdIA pONdERAdA LCR
BANCOS ESpAÑA VS TOTAL SISTEMA BANCARIO UE
2016
(11) Capital Requirements Directive 2013/36/EU
(12) Bank Recovery and Resolution Directive 2014/59/EU
(13) Single Resolution Mechanism Regulation (EU) No
806/2014
(14) Minimum Required Eligible Liabilities – requeri-
miento de fondos propios y pasivos con capacidad de
absorber pérdidas en el caso de que el supervisor de-
clare la entidad inviable, se determina entidad a entidad.
2017 2018 Accea a:
SÓLO EN
www.revista-

sep-16 dic-16 mar-17 jun-17 sep-17 dic-17 mar-18

contable.es

ES 149,1% 147,9% 143,9% 151,6% 153,5% 151,1% 156,9%

EU 140,4% 141,3% 144,7% 145,6% 144,6% 148,3% 147,0% Bibliografía

Fuente: EBA Risk Dashboard — Data as of 2018 Q1

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 Técnica Contable y Financiera nº 15, enero 2019 , Nº 15 , 01 enero 2019 , Editorial Wolters
Kluwer

BOSCH

La prueba pericial
contable en las
jurisdicciones civil, penal,
contencioso-administrativa
y laboral (7.ª Edición)
La presente obra (7.ª edición) se ha convertido ya en un
referente para el estudio de la prueba pericial contable
en su más amplio sentido (incluida la prueba pericial
económica o económico-financiera).

Esta obra se presenta como un instrumento de consulta

imprescindible para la preparación de dictámenes e informes
periciales en materia contable y económica.

En los distintos órdenes jurisdiccionales se plantean con frecuencia También

situaciones en las que la determinación de los presupuestos en digital
sobre los cuales debe ser aplicada la norma exige conocimientos
de índole económica o financiera, bien por versar el proceso sobre
el objeto de carácter directamente económico, bien porque deban
dirimirse controversias sobre actos o hechos que llevan consigo
consecuencias de índole patrimonial o económica. La presente
obra permite configurar y, en su caso, interpretar correctamente
una prueba pericial en materia contable y económica.

Autor: José Carlos Balagué Doménech Tu libro en Smarteca,

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Kluwer

AUDITORIÁ

Autor:
Salvador Sánchez Jiménez
Universidad de Jaen

La
continuidad
de la
empresa
en los
informes
De AUDITORíA

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