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CLASIFICACIÓN FUNCIONAL DE LOS MÚSCULOS MASTICADORES

Dr. Roberto N. Botti


Od. José M. Flores

Dinámica mandibular

Para poder aproximarnos a entender la integración de las distintas partes del subsistema
estomatognático y comprender el papel que cada uno de ellos juega en las distintas actividades
del ser vivo como la respiración, deglución, fonación, postura etc. debemos partir de la premisa
de que cada integrante de este subsistema no actúa por si solo sino que interactúa con los
demás y que cada acción genera una reacción en todas las otras partes del sistema.

El estudio de los músculos masticadores no es un fin en sí mismo sino que es imprescindible


para entender la dinámica mandibular en conjunto y la actividad de la A.T.M. en particular.

Músculos Masticadores (una clasificación funcional)

Cuando clasificamos los músculos relacionándolos con una función como la masticación no
podemos aislar un pequeño grupo muscular como hacíamos al hablar de los músculos
masticadores clásicos. En un sencillo acto como el abrir la boca la acción de los músculos
depresores (suprahioideos) provocan el desplazamiento hacia atrás y abajo de la mandíbula el
que solo podrá realizarse si se inhibe por vía refleja el tono muscular de los elevadores. Estos
músculos suprahioideos no se hallan insertados sobre elementos rígidos e inmóviles sino por el
contrario en una estructura como el hueso hioides que se encuentra rodeado de masas
musculares que regulan su desplazamiento, al contraerse para deprimir la mandíbula
traccionan del hioides intentando desplazarlo hacia arriba y adelante ya que sus inserciones
(línea oblicua interna, apófisis geni y fosita digástrica) se encuentra en un plano anterior y
superior al del hueso; el componente vertical de este movimiento será compensado por el
aumento de la contracción de los músculos infrahioideos insertados hacia abajo en la cintura
escapular; y el componente antero posterior por la acción del estilohioideo, único músculo
suprahioideo con inserciones óseas en el hioides y por detrás de éste (apófisis estiloides. Toda
esta actividad en la cadena muscular (elevadores-suprahioideos-infrahioideos) no sería efectiva
si la cabeza no estuviera posicionada por los músculos posturales del cuello (de la nuca,
prevertebrales, laterales).

Por lo que hemos visto hasta el movimiento más pequeño y sencillo a través de interacciones
gobernadas por el sistema nervioso involucra estructuras alejadas de la A.T.M. pero
imprescindibles para su dinámica por lo que para clasificar los músculos desde el punto de
vista de la función masticatoria debemos forzosamente incluir a los que intervienen en el
posicionamiento del macizo cráneofacial y del hueso hioides. Al ser su actividad la indirecta
sobre la A.T.M. los consideramos masticadores accesorios.

En cuanto a los que actúan directamente sobre la mandíbula de acuerdo a su función podemos
dividirlos en depresores y elevadores. Dentro de los primeros habíamos ya comentado el
funcionamiento de la masa muscular suprahioidea. Cuando el movimiento se realiza en forma
inversa, es decir hacia arriba los músculos que actúan son los elevadores, masetero
pterigoideo interno y temporal, de este último sus fibras anteriores y oblicuas son efectivamente
elevadoras.

Pero los movimientos mandibulares como los de todo cuerpo en el espacio no se restringen a
un solo plano sino que incluyen un componente antero-posterior y lateral, estos
desplazamientos en el plano horizontal son gobernados principalmente por las restantes fibras
del temporal (fibras horizontales o posteriores) y el músculo pterigoideo externo su antagonista.
Debemos reconocer que los demás músculos anteriormente clasificados como elevadores o
depresores poseen un componente en el sentido horizontal, que adquiere una destacada
importancia en distintos períodos de la vida ya que en el lactante, en que la altura facial es
reducida, el componente propulsor del pterigoideo interno y el masetero son importantes para
el avance mandibular durante el amamantamiento, en el adulto dentado este es de una
significación relativa; por lo cual consideramos al pterigoideo externo y las fibras horizontales
del temporal como los verdaderos músculos estabilizadores en sentido antero-posterior y lateral
de la mandíbula.

Considerando todos estos puntos recordamos la clasificación funcional de los músculos


masticadores:

Otros grupos musculares que intervienen en el posicionamiento mandibular

La posición de reposo, postural o inoclusión fisiológica estática de la mandíbula clásicamente


es definida como aquella en que la mandíbula desciende atraída por la gravedad y
contrarrestado éste por el tono muscular de los músculos elevadores quedando las piezas
dentarias en inoclusión y separadas por el espacio libre interoclusal.

Esta definición a pesar de ser muy gráfica deja de lado elementos que innegablemente
mantienen esta posición.

El contacto bilabial, el de la punta de la lengua con la porción anterior de la bóveda palatina y el


del velo del paladar con el dorso de la lengua permiten que en estado de reposo la lengua
quede adosada a la bóveda palatina por la presión atmosférica externa. Este triple cierre bucal
puede perderse en cualquiera de sus puntos lo que permitiría la entrada de aire a los espacios
de Donders lo que provoca la caída de la lengua juntamente con el hueso hioides que a su vez
arrastra al cuerpo mandibular haciéndolo descender modificando su posición de reposo. El
sistema nervioso a través del reflejo miotático es responsable del tono muscular de los
músculos antigravitatorios (de los que forman parte los elevadores de la mandíbula y no los de
la mímica) este tono muscular a su vez recibe infinidad de estímulos de otras porciones del
sistema nervioso aumentándolo o disminuyéndolo. Es bien sabido que las situaciones de
estress desencadenan episodios de contracturas y dolores articulares o dentarios ya que al
aumentar el tono muscular modifica la posición de reposo disminuyendo el espacio libre
interoclusal.

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