FORJANDO UNIDAD

Cedant arma togae: ‘que las armas cedan a la toga’.

Palabras que Cicerón (jurista, político y filósofo romano) escribió en alabanza de su propio
consulado, afirmando la preeminencia del poder civil sobre el militar.
 PREFACIO

Forjando Unidad busca gestar estudiantes comprometidos con la Universidad

Diego Portales, para llevarla a un estado de desarrollo elevado en sus aristas políticas,
sociales, medioambientales y espirituales.

Forjando Unidad busca formar a sus integrantes para que puedan gestar una
forma renovada de convivencia. Condenamos firmemente la violencia de grupos no
autorizados a expresarla, el egoísmo y el abuso en todas sus formas hacia cualquier
persona. Anhelamos la armonía de los pueblos, con o sin relación al chileno. Nuestras
influencias son el humanismo, el laicismo, el pluralismo, el multiculturalismo, el respeto
y la fraternidad.

Nuestro objetivo es simple, pero de alta complejidad. Crear una universidad con
libertad, equidad y fraternidad. Una universidad más justa, unida y próspera.

Directiva Forjando Unidad

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 INTRODUCCIÓN

Forjando Unidad es una organización social y política cuyo objetivo es trabajar

por el bienestar de todos los miembros de nuestra comunidad estudiantil, conformado
por personas de distintos orígenes sociales, económicos y políticos. Todos somos parte
del mismo organismo, aunque tenemos distintos roles. Somos un cuerpo en el que cada
individualidad suma al colectivo con sus talentos y habilidades. Creemos que la
convivencia pacífica de personas con características distintas promueve la riqueza
social, cultural, económica y política, por medio del conocimiento de distintas miradas
de vida, experiencias y pensamientos que otras personas, por razones del destino, no
han vivido. Esencialmente, nos interesa desarrollar las destrezas y habilidades
individuales de cada miembro del grupo y de la comunidad, con el objetivo de que eso
haga crecer al colectivo en su totalidad.

Como lista, tanto en el plano social, político y filosófico, creemos firmemente que
la situación de nuestro país es producto de diversos problemas que no han sido tratados
por los principales actores políticos desde hace muchos años. Desigualdad
socioeconómica excesiva, magra situación en nuestra educación, salud pública, laboral
y medioambiental, dejados al letargo por un afán economicista de crecimiento que no
plasma sus efectos en la mayoría de la población. Ha generado en nuestra sociedad un
entendimiento técnico, en términos de eficiencia, evaluando lo correcto y lo incorrecto
según su nivel de productividad, dejando todas las esferas de la vida a la medición y a
la instrumentalización.

Estamos en un momento donde es posible promover nuestros principios y

valores y aprovechar de construir un relato y un modelo de una universidad mejor. Una
universidad pluralista y dinámica. Un modelo de comunidad basado en los ideales de
libertad, equidad, solidaridad y prosperidad, en el que sus miembros tengan un acceso
equitativo de oportunidades, que garantice el desarrollo de los derechos fundamentales

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y que eduque a sus individuos, mujeres, hombres y LGQBTI+, l@s empodere y l@s haga
conscientes de sus deberes.

Sabemos que nuestra universidad desea vivir con tranquilidad y felicidad, lo que
incluye un espacio estable y adecuado, una protección de sus bienes materiales,
inmateriales y espirituales, una relación fraterna con sus semejantes y la certeza de
tener líderes elocuentes, honestos y probos. En esta dirección proponemos ideas
orientadas a la disminución de la desigualdad, el mejoramiento de la gestión en
recursos, un cuidado del medioambiente y la mejor distribución del capital humano y
del poder político, en miras a trabajar de manera mancomunada con los centros de
estudiantes, la convivencia respetuosa y democrática y el desenvolvimiento personal y
colectivo de las personas.

No obstante, reconocemos a la vez que no tod@s l@s miembr@s de nuestro país

son iguales en sentido físico y espiritual. La convicción de Forjando Unidad enfatiza en
alcanzar la verdadera equidad por medio del reconocimiento de los Derechos Humanos
de todas y todos por igual. Nuestro objetivo en este sentido es, por tanto, distribuir la
justicia en partes idénticas y la libertad de autorrealizarnos como miembros para el
beneficio individual y colectivo, alcanzando la felicidad. Es esencial, de esta manera,
respetar la libertad espiritual de las personas y su pleno desenvolvimiento en el medio.

Tenemos la convicción que gobernar con sabiduría y honestidad es la forma más

adecuada de hacer las cosas y es por ello que, tomando nuestra experiencia del trabajo
en poblaciones, comunidades y organizaciones sociales, presentamos en este
documento los principios y valores que moldean nuestro accionar.

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 PRINCIPIOS RECTORES

Todo nuestro accionar político y social se basa en siete pilares esenciales para
que toda persona pueda buscar su felicidad libremente y sin temor. Estos siete
principios rectores son los siguientes:

1.- Principio de la dignidad y a la seguridad personal: toda persona debe ser

vista como un fin y no como un medio. Rechazamos los razonamientos que tienen como
fin la instrumentalización del ser humano y/o la obtención de un fin que no ponga
atención a un trato humanitario hacia las personas. Todas las personas tienen una
dignidad inalienable e indisponible, que les permite ser reconocidas como sujetos
autónomos con derecho a desenvolver su proyecto de vida y a la seguridad personal,
tanto en su cuerpo como en los espacios físicos donde se desenvuelve en el medio.

2.- Principio democrático: consideramos que la democracia es un sistema que,

estando en buena salud, permite el desenvolvimiento de los individuos en un marco
recíproco de respeto de su integridad y libertad de pensamiento. La sociedad tiene la
legitimidad de tomar decisiones relevantes por la vía democrática, lo que a su vez le
otorga legitimidad a esa decisión. Esta es la democracia entendida por los antiguos
filósofos, considerablemente lejana a la que tenemos hoy en día.

Rechazamos con énfasis el uso de la violencia hacia cualquier grupo o persona,

tolerando sólo aquella de carácter defensiva y legítima aceptada por la comunidad, bajo
un orden democrático.

3.- Principio de trabajo con las bases: nuestro compromiso social y político va
de la mano con un trabajo realizado por todos los integrantes de Forjando Unidad, de
carácter mancomunado con nuestra comunidad. El trabajo técnico junto al político y
social van de la mano. El primero entrega una perspectiva objetiva y científica, el
segundo manifiesta la importancia de un punto de vista interno: conocer desde adentro
los problemas de las personas y los propios. Para los miembros de Forjando Unidad, es

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imprescindible conocer la amplia gama de individuos que componen nuestra
comunidad, con el objeto de interiorizarse en la diversidad de cuestiones que aquejan
a nuestra comunidad.

La mejor forma de solucionar los problemas de la gente es conociéndolos, y la

mejor forma de conocerlos es adentrarse en ellos, vivirlos y/o empatizarlos con las
personas que los sufren, desde nuestro lugar en la Mesa Directiva y en el diálogo y toma
de decisiones con el Pleno de Federación.

4.- Principio de equidad socioeconómica: es esencial poseer una visión a largo

plazo en cuanto al crecimiento económico y el desarrollo social del país. El crecimiento
es fundamental para que una sociedad pueda prosperar, pero debe estar acompañado
de la equidad y la justicia. Por esta razón, es necesario que el Estado provea a todas las
personas la igualdad de oportunidades desde el momento en que se nace. La finalidad
es que todas las personas puedan tener la habilidad de optar por el proyecto de vida
que estimen para sí mismos de la forma más libre posible.

Todas las personas tienen el derecho a un trabajo y remuneración dignas, a una

salud óptima y socialmente comprometida, a una educación que ayude a desarrollar un
pensamiento crítico y creativo que se adecúe a los nuevos tiempos. No obstante, toda
lucha para la equidad debe ir de la mano con la sustentabilidad y la conciencia del
rendimiento de los recursos. No creemos que en medidas que sean rentables social y
políticamente en el corto plazo e insostenibles en el largo plazo, tanto conceptual como
materialmente.

Como Forjando Unidad, tanto en el plano interno como el externo, tenemos la

tarea fundamental de desplegar las medidas fundamentales para lograr este principio,
el cual debe tener en su mirada el servicio a la sociedad y al ecosistema, de manera
integral, pulcra, transparente y proactiva.

5.- Principio del respeto al medioambiente: el crecimiento a expensas de la

devastación medioambiental es un craso error, pues este daño repercutirá en las

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futuras generaciones y en la flora y fauna. Necesitamos una visión a mediano y largo
plazo cuyo fin sea preservar el ecosistema. El crecimiento económico debe estar de la
mano con la protección del medioambiente. Las dinámicas del mundo moderno dejan
en evidencia lo importante que es la innovación y el progreso tecnológico para alcanzar
un desarrollo sustentable.

La protección medioambiental no sólo implica proteger la naturaleza y

preservarla, este concepto también manifiesta la necesidad de potenciar una
urbanización mesurada y que resguarde la calidad de vida futura. Por esta razón, es
fundamental que las y los estudiantes puedan tomar decisiones resolutivas en torno a
estas temáticas, siendo artífices del destino de sus respectivos espacios.

6.- Principio de la equidad de género: dentro del respeto de las personas y la

prohibición de discriminación por motivos odiosos, tenemos la convicción que las
personas son libres de autorrealizarse, de vivir en un “ser” sin quedar atada al “estar”,
a la realidad contingente. Los individuos tienen el derecho de vivir una performatividad
que no lo encadene a imposiciones culturales relativos al género, y no ser marginados
al no coincidir con la performatividad imperante en los tiempos pasados.

Asimismo, estamos a favor del cuestionamiento de las relaciones culturales que

generan la sujeción de la mujer hacia el hombre sin justificación. Ningún miembro de la
sociedad puede estar sujeto a una relación de poder con otros miembros sin una
justificación; y en caso de que haya, que no sea razonable y viole sus derechos y
dignidades. Todas las personas son iguales en dignidad y derechos, y como tal, no
pueden existir a la vez relaciones de poder injustificadas, mantenidas por la costumbre
o imposición de arquetipos culturales.

En consecuencia, al ser todos iguales en dignidad y derechos, no pueden existir

diferencias arbitrarias, injustas y/u odiosas, que se basen en argumentos propios de
relaciones de sujeción a construcciones sociales no razonables bajo el contexto social e
histórico.

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 7.- Principio de la solidaridad: en la acción social y política nos veremos en el
dilema de invertir tiempo en la comunidad o en nosotros mismos. Tenemos la
convicción que tenemos que dar nuestro mayor esfuerzo en el trabajo social y político
sin necesariamente esperar una retribución. Nuestro nivel de exigencia y diligencia
debe ser mayor al normal en los temas y habilidades que más hemos desarrollado a lo
largo de los años. Sin esfuerzo no habrá frutos, y sólo un esfuerzo bien distribuido en
los campos de nuestras especialidades y aptitudes aumentará las probabilidades la
desarrollar una sinergia eficiente, eficaz y consciente.

Nuestra visión global de las cosas no debe estar bajo el yugo del pensamiento
económico ni instrumental, sino el comunicativo y altruista, porque nuestro fin último
es simple y conciso: ayudar a que la universidad sea mejor y viva en mejores
condiciones. Que las y los estudiantes alcancen su felicidad y realización.

***

Forjando Unidad tiene como fin último la concreción de un proyecto

transformador a nivel universitario, que convierte a la universidad en un espacio más
fraterno, amable y justo. Algunos han conocido la pobreza en sus facetas más crudas y
otros han conocido la fortuna, la comodidad y una vida tranquila bajo condiciones
estables.

Nuestra motivación es el poder para modificar y no el poder por el poder. Todo

rol o participación que otorgue poder debe ser realizado a conciencia y con
responsabilidad. El poder tiene la capacidad de cambiar un sistema social, político,
económico, cultural y espiritual injusto, desigual e ineficiente; sin embargo, también
tiene la capacidad de generar caos, violencia, beneficio personal y dominación. Es por
ello que pensamos que el poder debe ser aprovechado de buena manera para que tenga
un papel virtuoso y no nocivo. Como dice el conocido aforismo, “el poder tiende a
corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”, y es deber de Forjando

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Unidad convertirse en un equipo con influencia de cambio hacia la equidad y la justicia
de forma consciente, sustentable y responsable.

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