Sei sulla pagina 1di 14

LAS 7 TROMPETAS DEL APOCALIPSIS HECHAS SIMPLE

No es necesario citar la diversidad de opiniones que han surgido en torno a la


interpretación de las trompetas del Apocalipsis en el adventismo, tema que representa el
“talón de Aquiles” para la IASD no solo por no estar aún definida respecto a esta
profecía1 sino porque junto con Dan.8 constituye uno de los dos pilares que señalan su
surgimiento como remanente final, debido a que Dan.8:14 anuncia un evento a
cumplirse en el cielo pero es Apoc.10 que anuncia el surgimiento del remanente final y
un chasco dulce/amargo que éste experimentaría en 1844. En el pasado la IASD ha sido
fuertemente atacada en relación a Dan.8, ahora es el turno de Apoc.10, que es parte de
las trompetas del Apocalipsis. El motivo por el cual no se ha entendido esta profecía
(las trompetas), creo es debido a tres errores que nuestros pioneros heredaron de
expositores anteriores en vez de dejarse llevar exclusivamente por el texto bíblico y
corroborar su exégesis por las revelaciones sistemáticas y amplias dadas a EGW. Por la
simpleza pretendida en este artículo, remitimos a los argumentos detallados y a la
bibliografía presentada por el autor en su libro Los Tres Ayees del Apocalipsis:
Interpretación Histórica de las Trompetas del Apocalipsis2.

TRES ERRORES BÁSICOS:

Primero, dejar de lado la secuencia de Daniel y del resto de Apocalipsis que muestra
reiteradamente que a la caída del imperio romano de occidente en 476 éste se continúa
en su acción en contra de los santos del Altísimo a través de Roma Papal y no de Roma
Oriental ni de Turquía. Segundo, afirmar que Apoc.10:1-11:14, -que es el surgimiento
del remanente y la resurrección de los dos testigos en el tiempo del fin-, son un
paréntesis o interludio entre la sexta y la séptima trompetas en vez de reconocer que es
parte de la sexta como lo deja explícito el águila (Apoc.8:13; 9:12; 11:14). Tercero:
usar una sola cita de EGW, ya sea futurista o historicista sin considerar todo lo que ella
recibió de luz en relación a la sección de Apoc.8-11 que aclaran la postura de EGW en
forma contundente.

Apartarse de Daniel y del resto de secuencias de Apocalipsis al considerar que la


continuación de la cuarta bestia de Dan.7 o Roma imperial que cae el 476 d.E.C. es
Roma Oriental y no el “cuerno pequeño” o Roma Papal. En Dan.2 después de las
piernas de hierro continúa el hierro romano pero mezclado con barro, y EGW dice que
el hierro de los pies y dedos es Roma Papal. En el cap.7 el cuerno pequeño de la cuarta
bestia que persigue a los santos, intenta cambiar los tiempos y la ley y tiene supremacía
por 3,5 tiempos es Roma Papal y no Constantinopla. En Dan.8 el cuerno pequeño es
Roma Imperial en su crecimiento horizontal y Roma Papal en su crecimiento vertical.
En Dan.11 después del ver.31 el rey del norte es Roma Papal quien sigue a la caída de
Roma Occidental y no Constantinopla. En la sección histórica (caps.1-6) el enemigo del
pueblo de Dios siempre es Babilonia, -por la arrogancia o idolatría de sus reyes-, y en

1
Ángel Manuel Rodríguez, “Issues in the Interpretation of the Seven Trumpets of the Revelation”,
Ministry, (Jan.2012): 6-9. La versión en castellano apareció posteriormente en la revista Ministerio
Adventista, de mayo-junio 2012, 8-12.
2
Lo mencionado en este ensayo es justificado exegética e históricamente en Héctor Urrutia, Los Tres
Ayees del Apocalipsis: Interpretación Histórica de las Trompetas del Apocalipsis (Chile: Wandersleben
Eirl, 2012).
Apocalipsis la Babilonia simbólica es Roma Papal (Apoc.17:5, 18), nunca
Constantinopla ni Turquía3.

En Apocalipsis, las 7 iglesias anuncian la apostasía de Jezabel que es otra figura de


Roma Papal; los caballos segundo al cuarto de los 7 sellos representan las persecuciones
de parte de Roma Imperial primero y luego de Roma Papal; en la sección central (12-
14) el Dragón de Apoc.12 es el Diablo actuando por medio de Roma Imperial (12:1-5) y
luego por medio de Roma Papal durante los 1260 días (12:6, 13-16), no de
Constantinopla. En Apoc.13:1-2 el Dragón como Imperio Romano -nos dirá EGW-
entrega su poder, trono y autoridad a la primera bestia, que otra vez es Roma Papal.
Toda la segunda mitad de Apocalipsis no deja lugar para Constantinopla ni Turquía, es
Babilonia y la falsa trinidad quienes se oponen a los planes de Dios y reciben sus juicios
siempre.

En las trompetas, después de la caída de Roma imperial Occidental en las 4 primeras, es


natural por lo tanto, ver el tormento y la caída de Roma Papal en las últimas tres, no de
Roma Oriental ni de Turquía. Satanás se ha empeñado en apartar la mirada de los
intérpretes de Roma Papal: los preteristas ubican todas las trompetas antes del
surgimiento del Papado; los futuristas después del “rapto” de la iglesia cristiana; y los
historicistas –que no se saltan la Era cristiana- han desviado su mirada desde Roma
Papal hacia Roma oriental. Los primeros muestran una desviación temporal y los
últimos, geográfica.

EGW insistió que la clave para entender los detalles complejos del Apocalipsis es
consultar las secuencias proféticas de Daniel: “Las cosas reveladas a Daniel fueron
complementadas luego por la revelación hecha a Juan en la isla de Patmos. . .
Revelación. . . que dio luz adicional sobre los temas que trató con Daniel. . . ambos se
relacionan con los mismos temas”4, “En el Apocalipsis. . ., está el complemento del
libro de Daniel”5, “las visiones de Juan corroboran las de Daniel y arrojan mucha luz
adicional sobre los temas allí introducidos”6, “Lo que le fue revelado a Daniel fue
complementado más tarde por la revelación que se le hizo a Juan en la isla de Patmos. . .
Leed el Apocalipsis en relación con Daniel. . . Estudiad el Apocalipsis en relación con
Daniel. . . Los libros de Daniel y Apocalipsis deben ser unidos y publicados juntos. . .
Mi idea era que los dos libros fueran unidos, el Apocalipsis después de Daniel, como un
libro que da más luz sobre los temas tratados en Daniel. El objeto es colocar estos
libros juntos, mostrando que ambos se refieren a los mismos temas”7, “Si la gente
hubiese entendido las visiones de Daniel, seguramente entendieran mejor las visiones
de Juan”8, “las profecías de Daniel y de Juan deben ser entendidas; ellas se interpretan
una a la otra”9. A la misma conclusión han llegado los eruditos modernos10. Creo que

3
Para un análisis minucioso y respaldo bibliográfico ver Héctor Urrutia, Profecías Apocalípticas de
Daniel, (Chile, Wandersleben Eirl, 2012).
4
Ellen White, Testimonio para los Ministros, (Biblioteca Electrónica), 114-118. Todo lo destacado en las
siguientes citas es nuestro.
5
Ibíd., Los Hechos de los Apóstoles, 469.
6
Ibíd., Primeros Escritos, (EUA: Publicaciones Interamericanas, PPPA, 1962), 139.
7
Ibíd., Testimonios para los Ministros, 112-114.
8
Ibíd., Testimonios Selectos tomo 2, (Biblioteca Electrónica), 198.
9
Ibíd., “God's Plan for the Relief of Avondale School” (1900), Pamphlets, 135, p.5.
10
Ver por ejemplo G. K. Beale, The Use of Daniel in Jewish Apocalyptic Literature and in the Revelation
of St. John, (Oregon: Wipf and Stock, 1984).
es claro descubrir quienes, según Daniel, serían los enemigos que enfrentaría el pueblo
de Dios del nuevo pacto a través de la Era cristiana.

El segundo error es considerar que la sexta trompeta termina en Apoc.9:21 y Apoc.10:1-


11:14 es un interludio o paréntesis entre la sexta (9:13-21) y la séptima (11:15-18/19).
El águila de 8:13 interrumpe la secuencia de toques de trompetas después de las 4
primeras para anunciar las últimas tres a las que llama ayees: la quinta trompeta es el
primer ay, la sexta el segundo ay y la séptima el tercer ay. Inmediatamente después del
anuncio de los 3 ayes por parte del águila en 8:13 Apoc.9:1 comienza el toque de la
quinta trompeta y en 9:12 el águila afirma que “el primer ay pasó y he aquí vienen dos
ayes después de este”, lo que es seguido por el toque de la sexta trompeta (9:13), y el
águila vuelve a anunciar que “el segundo ay [la sexta trompeta] pasó he aquí el tercer ay
viene pronto” (11:14) e inmediatamente comienza la séptima trompeta (11:15). Además
las conexiones lingüísticas y otros detalles exegéticos muestran la unidad de esta
sección (9:13-11:14) como la sexta trompeta.

El tercer error es aferrarse de una única cita de EGW como la que aparece en Mensajes
Selectos11 donde menciona las trompetas como paralelas a las copas, cita demasiado
escueta y que en el contexto no se ocupa de interpretar cada trompeta ni sus símbolos.
Por su lado los que defienden la postura de los pioneros e intentan justificar sus errores
defienden la cita del Conflicto12, donde ella narra los aciertos de los pioneros que
permitieron la credibilidad de sus seguidores, solo que es en la segunda mitad del libro
donde ella relata las visiones que a ella se le revelaron respecto a Daniel y Apocalipsis,
y no vuelve a mencionar esta interpretación (de Litch) ni dedica un capítulo siquiera a
desarrollarla como hace con la mayoría de las revelaciones dadas a Daniel y a Juan que
los pioneros también defendían.

11
“Tendrá lugar la batalla del Armagedón, y ese día no debe encontrar a ninguno de nosotros durmiendo.
Debiéramos estar completamente despiertos, como vírgenes prudentes que tenemos aceite en nuestras
vasijas y en nuestras lámparas. El poder del Espíritu Santo debe estar sobre nosotros, y el Capitán de las
huestes del Señor estará a la cabeza de los ángeles del cielo para dirigir la batalla. Solemnes eventos
ocurrirán en el futuro. Sonará una trompeta tras otra; una copa tras otra serán volcadas en forma
sucesiva sobre los habitantes de la tierra. Escenas de enorme interés están casi sobre nosotros, y estas
cosas serán indicaciones seguras de la presencia de Aquel que ha dirigido en todo movimiento agresivo,
que ha acompañado la marcha de su causa a través de todos los siglos, y que ha prometido
bondadosamente estar en persona con su pueblo en todos sus conflictos hasta el fin del mundo. El
defenderá su verdad. El hará que ésta triunfe. El está listo para suplir a sus fieles de motivos y poder de
propósito, inspirándoles esperanza y valor en la creciente actividad cuando el tiempo esté muy cercano”,
Elena de White, Mensajes Selectos, 3 vol. (Buenos Aires: ACES, 1985), 3:487, Manuscript Releases,
14:287.
12
“En 1840 otro notable cumplimiento de la profecía despertó interés general. Dos años antes, Josías
Litch, uno de los principales ministros que predicaban el segundo advenimiento, publicó una explicación
del capítulo noveno del Apocalipsis, que predecía la caída del imperio otomano. Según sus cálculos esa
potencia sería derribada “en el año 1840 de J. C., durante el mes de agosto”; y pocos días antes de su
cumplimiento escribió: “Admitiendo que el primer período de 150 años se haya cumplido exactamente
antes de que Deacozes subiera al trono con permiso de los turcos [se refiere a la quinta trompeta], y que
los 391 años y quince días comenzaran al terminar el primer período, terminarán el 11 de agosto de 1840
[se refiere a la sexta trompeta], día en que puede anticiparse que el poder otomano en Constantinopla será
quebrantado. Y esto es lo que creo que va a confirmarse.”—Josías Litch, en. Signs of the Times, and
Expositor of Prophecy, 10 de agosto de 1840. En la fecha misma que había sido especificada, Turquía
aceptó, por medio de sus embajadores, la protección de las potencias aliadas de Europa, y se puso así bajo
la tutela de las naciones cristianas. El acontecimiento cumplió exactamente la predicción”. El Conflicto,
382-383. De esa manera Litch creía que la quinta trompeta iba desde 1299 hasta 1449, la sexta desde
1449 hasta 1840, y la séptima desde 1844 en adelante, viendo a Apoc.10:1-11:13 como interludio entre la
sexta y la séptima trompetas.
En ambos casos (futuristas y seguidores de Litch) están obligados a dejar de lado las
citas explícitas que EGW asegura recibió en visión para aclarar secciones de las
trompetas, citas que suman decenas en sus escritos, incluso secciones enteras de sus
libros y que posteriormente mencionaremos. Hay un principio hermenéutico que reza:
“ninguna cita particular y compleja debe ser usada para interpretar todo el pensamiento
de un escritor, sino más bien sus declaraciones amplias y sistemáticas deben ser usadas
para interpretar sus declaraciones únicas y complejas”. En cierta ocasión una persona
me mostró una cita donde EGW decía que Dios le dictó un mensaje profético, lo que
ésta persona usaba para demostrar que EGW creía en la inspiración verbal, pero en base
al principio hermenéutico que hemos citado le recordé que ella explica en forma amplia
su postura sobre la inspiración (dinámica) en toda la introducción del Conflicto Cósmico
y en un capítulo completo de Mensajes Selectos, y era en base a estas declaraciones
amplias, sistemáticas y explícitas que deberíamos entender su comprensión sobre la
inspiración no sobre una sola cita aislada, solo aceptando todo lo que ella dice de ese
tema debemos tratar de entender su declaración única. En la sección histórica del
Conflicto EGW también justifica la actitud de los pioneros de poner fechas para la
segunda venida pero en la segunda mitad al narrar sus revelaciones ataca esta actitud13.

Estableciendo esos tres puntos clave analizaremos las trompetas desde la séptima hacia
atrás, pero antes nos detendremos brevemente en el contexto seccional de las trompetas
(8:1/2-11:18/9)14. Es bien reconocido el paralelismo antitético de los sellos con las
trompetas, ambos muestran septetos sucesivos divididos en 4 y 3, la sucesión indica
historia en vez de contemporaneidad, por ejemplo al hablar de la quinta trompeta se
entiende que la sexta es posterior y la cuarta anterior, lo mismo para con los sellos. El
símbolo de caballos en los primeros cuatro sellos evoca un conflicto, mientras que el
primer caballo es victorioso, desde el segundo es muy claro que la iglesia simbolizada
por los caballos comienza a ser vencida por un enemigo, el caballo rojo representa las
persecuciones por parte de Roma imperial (aprox. 100-313), que ya estaban
comenzando en tiempos de Juan y sus iglesias (Apoc.1:9); el caballo negro representa la
oscura época de transición entre Roma Imperial Occidental y Roma Papal (aprox. 313-
538), el caballo amarillo claramente representa las persecuciones de los cristianos fieles
por parte de Roma Papal desde 538 hasta 1798. El clamor de los mártires del quinto
sello (6:9-11) contra “los moradores de la tierra”, con la mención del altar del sacrificio
en el atrio, debiera ser seguido en el tipo por la entrada de esa sangre y el incienso al
altar del lugar santo, lo que es visto por Juan en el prólogo de las siete trompetas (8:1/2-
6). Es más, se hace mención explícita de “las oraciones de los santos”, y las únicas
oraciones/clamores de los santos desde Apoc.1 en adelante son las del quinto sello, de
manera que los juicios de las trompetas son la respuesta a los clamores de los santos. Si
los santos están muertos en el quinto sello es porque fueron martirizados en los sellos
anteriores (desde el 100 aproximadamente hasta 1798), y las trompetas debieron haber
tenido un rol en ese periodo. Si las 7 copas son llamadas las 7 plagas postreras, las 7
trompetas deben representar plagas históricas, por otra parte las plagas postreras
muestran el juicio y destrucción de la Babilonia resucitada de su herida mortal (la que
recibió en 1798), lo que hace preguntarse ¿dónde se le muestra a Juan la actuación de
Dios en contra de Roma Imperial que oprimía a Juan y a sus iglesias, que es la cuarta

13
Ibíd., El Gran Conflicto, 419-21 y 509-510 respectivamente.
14
El comienzo y término de la sección de las trompetas dentro del libro de Apocalipsis lo analizo en el
“Apéndice B: Delimitación de la Sección de las Trompetas”, en mi libro Los Tres Ayees, pp.101-109.
bestia de Daniel 7, y contra Roma Papal medieval, que es el cuerno pequeño anunciado
por Dan.7 y el poder que es representado por el caballo amarillo del cuarto sello?

Las 7 trompetas no siguen un paralelo exacto con los 7 sellos ya que los juicios
retributivos deben ser posteriores a los delitos que los ameritan, además –como
mencionamos- las persecuciones de Roma imperial comienzan recién con el caballo
rojo. Por otro lado el águila de 8:13 separa las trompetas en dos bloques de 4 y 3; el
blanco de las trompetas también es distinto en las 4 primeras de las 3 últimas, mientras
en las 4 primeras afecta al entorno inanimado, en las tres últimas afecta al ser humano
apóstata en particular; las 4 primeras son excesivamente breves pero las últimas
demasiado extensas, etc. De modo que las 4 primeras trompetas son la respuesta divina
a los mártires del imperio romano por medio de las 4 tribus que en orden sucesivo y
secuencial atacaron el entorno del imperio hasta que acabaron con él. Pero las tres
últimas, son posteriores a la caída del imperio romano y afectan al Papado que continúa
la política de Roma imperial por 1260 años. En la quinta trompeta hay una orden para
atormentarlo y en la sexta para destruirlo, o darle un golpe mortal, lo que permite el
surgimiento del remanente de 1844 (Apoc.10) y la resurrección de los dos testigos
opacados por 1260 años por este poder (Apoc.11:2-3) que liderarán al remanente final
para preparar al mundo para la segunda venida de Cristo, que es parte de la séptima
trompeta.

SÉPTIMA TROMPETA:

El toque de la séptima anuncia la recepción del reinado de gloria de Cristo (11:15-17),


el NT señala que el comienzo del reino de gracia de Cristo comenzó tras su victoria de
la cruz al ascender al santuario celestial, pero el reino de gloria es aún futuro para los
autores del NT, precisamente es Daniel quien nos informa que el Hijo del hombre recibe
“el reino, el poder y la gloria”, es decir, el reino de gloria al final del juicio investigador,
en el lugar santísimo del santuario celestial, previo a su segunda venida (Dan.7:13-14),
lo mismo afirma haber visto en visión EGW, quien describe a Cristo recibiendo el reino
de gloria al finalizar el juicio investigador que coincide con el fin de la gracia:

Se me señaló la época en que terminaría el mensaje del tercer ángel. . .


Vi ángeles que iban y venían de uno a otro lado del cielo. Un ángel con
tintero de escribano en la cintura regresó de la tierra y comunicó a Jesús que había
cumplido su encargo, quedando sellados y numerados los santos. Vi entonces que
Jesús, quién había estado oficiando ante el arca de los diez mandamientos, dejó
caer el incensario, y alzando las manos exclamó en alta voz: “Consumado es”. Y
toda la hueste angélica se quitó sus coronas cuando Jesús hizo esta solemne
declaración: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea
inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo,
santifíquese todavía”.
Todos los casos habían sido fallados para vida o para muerte. Mientras Jesús
oficiaba en el santuario, había proseguido el juicio de los justos muertos y luego el
de los justos vivientes. Cristo, habiendo hecho expiación por su pueblo y
habiendo borrado sus pecados, había recibido su reino. Estaba completo el
número de los súbditos del reino, y consumado el matrimonio del Cordero. El
reino y el poderío fueron dados a Jesús y a los herederos de la salvación y Jesús
iba a reinar como Rey de reyes y Señor de señores.
Al salir Jesús del lugar santísimo, oí el tintineo de las campanillas de su
túnica. Una tenebrosa nube cubrió entonces a los habitantes de la tierra. Ya no
había mediador entre el hombre culpable y un Dios ofendido. . . Entonces vi que
Jesús se despojaba de sus vestiduras sacerdotales y se revestía de sus más regias
galas. Llevaba en la cabeza muchas coronas, una corona dentro de otra15.

Esta misma cita se encuentra en la segunda mitad del Conflicto donde ella explica
lo que se le reveló16, pero además de esta amplia exposición del comienzo de la séptima
trompeta o comienzo del reino de gloria de Cristo, ella consistentemente en el Conflicto
afirma esta misma verdad, nunca más vuelve a apoyar la posición de Litch que implica
que la séptima trompeta comienza en 1844, por ejemplo: Afirma que Jesús al ascender
al cielo se sentó en el trono de la gracia, “no todavía ‘sobre el trono de su gloria’; el
reino de gloria no le ha sido dado aún. Sólo cuando su obra mediadora haya terminado,
‘le dará el Señor Dios el trono de David su padre’, un reino del que ‘no habrá fin’.
Lucas 1:32, 33” Conflicto, 468; “Después de recibir el reino, vendrá en su gloria, como
Rey de reyes y Señor de señores, para redimir a los suyos” Conflicto, 480; “Y todos los
que por el testimonio de las Escrituras aceptan las mismas verdades [que Cristo
comenzó en 1844 su obra en el lugar santísimo], siguiendo por la fe a Cristo mientras se
presenta ante Dios para efectuar la última obra de mediación y para recibir su reino a la
conclusión de ésta—todos ésos están representados como si entraran en las bodas”
Conflicto 480-481; “‘Y he aquí en las nubes del cielo como un hijo de hombre que
venía, y llegó hasta el Anciano de grande edad, e hiciéronle llegar delante de él. Y fuéle
dado señorío, y gloria, y reino; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron; su
señorío, señorío eterno, que no será transitorio, y su reino no se corromperá’. Daniel
7:13, 14. La venida de Cristo descrita aquí no es su segunda venida a la tierra. El viene
hacia el Anciano de días en el cielo para recibir el dominio y la gloria, y un reino, que le
será dado a la conclusión de su obra de mediador” Conflicto, 533.
El que la séptima trompeta comience a sonar cuando acabe la gracia y el plan de
salvación sea consumado, lo deja claro el Ser glorioso de la sexta trompeta al jurar que
cuando comience a sonar la séptima “el misterio de Dios se consumará” (Apoc.10:7),
los autores del NT dejan claro que el misterio de Dios que fue revelado en Cristo es el
plan de salvación (Rom.16:25; Efe.3:3, 9; 6:19;Col.1:26; 1Tim.3:16) que será
consumado cuando Cristo concluya su obra en favor del pecador al terminar la gracia.

Continúa el toque de la séptima trompeta afirmando que al recibir Cristo el reino eterno,
ocurrirán 4 cosas: “y se airaron las naciones, y tu ira [de Dios] ha venido, y el tiempo de
juzgar a los muertos y de dar el galardón a tus siervos. . . ” (11:18). Estos 4
acontecimientos coinciden con las 4 secciones finales del Apocalipsis de acuerdo a la
estructura aceptada por la mayoría de los eruditos adventistas y muchos no adventistas:

Prólogo (1:1-8)
Escena Introductoria (1:9-20)
Las Siete Iglesias (2:1-3:22)
Escena Introductoria (4:1-5:14)
Los Siete Sellos (6:1-8:1)
Escena Introductoria (8:2-6)
Las Siete Trompetas (8:7-11:18)
Escena Introductoria (11:19)
15
Elena de White, Primeros Escritos, 279-280.
16
Ibíd., Conflicto, 671-672
La Ira de las Naciones (12:1-15:4)
Escena Introductoria (15:5-8)
La Ira de Dios (16:1-18:24)
Escena Introductoria (19:1-10))
El Juicio Final (19:11-20:15)
Escena Introductoria (21:1-8)
La Nueva Jerusalén (21:9-22:5)
Epílogo (22:6-21)17.

“La ira de las naciones” será el resultado del obrar del Dragón en el tiempo final contra
el remanente: “y el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer guerra contra
el resto de la descendencia de ella. . .” (12:17), lo que es desarrollado en los caps.13-14.
“La ira de Dios” sin mezcla de misericordia es vertida en las 7 copas “porque en ellas se
consumaba la ira de Dios” (15:1), es decir, las 7 plagas postreras de los caps.15-18. “El
tiempo de juzgar a los muertos” impíos18, es el juicio que trae el jinete del caballo
blanco contra los impíos en su segunda venida (Apoc.19:11-21) y el juicio durante y
posterior al milenio de Apoc.20 que afirma que “los muertos fueron juzgados por las
cosas que estaban escritas en los libros según sus obras” (20:12), únicas dos
oportunidades en la Biblia que habla de un juicio a los muertos. Finalmente “el
galardón a los santos” es la Nueva Jerusalén y en medio de ella el trono divino como es
descrito en Apoc.21-22, de hecho la palabra galardón ocurre solo dos veces en el
Apocalipsis, en la séptima trompeta (11:18) y en Apoc.22:11-12. De modo tal que la
séptima trompeta anuncia todo lo que acontecerá una vez que Cristo reciba el reino
eterno de gloria al finalizar el tiempo de gracia, por eso el águila no vuelve para
anunciar que el tercer ay pasó, ya que el reinado de Cristo es por los siglos de los siglos
(Apoc.11:15; Dan.7:13-14). Lo anterior es corroborado por EGW con otra visión que le
fue dada para explicar estos eventos:

Al principiar el santo sábado 5 de enero de 1849, nos dedicamos a la oración con


la familia del Hno. Belden en Rocky Hill, Connecticut, y el Espíritu Santo
descendió sobre nosotros. Fui arrebatada en visión al lugar santísimo, donde vi a
Jesús intercediendo todavía por Israel. En la parte inferior de su ropaje, llevaba
una campanilla y una granada. Entonces vi que Jesús no dejaría el lugar
santísimo antes que estuviesen decididos todos los casos, ya para salvación, ya
para destrucción, y que la ira de Dios no podía manifestarse mientras Jesús no
hubiese concluido su obra en el lugar santísimo y dejado sus vestiduras
sacerdotales, para revestirse de ropaje de venganza. Entonces Jesús saldrá de
entre el Padre y los hombres, y Dios ya no callará, sino que derramará su ira
sobre los que rechazaron su verdad. Vi que la cólera de las naciones, la ira de
Dios y el tiempo de juzgar a los muertos, eran cosas separadas y distintas, que se
seguían unas a otras. También vi que Miguel no se había levantado aún, y que el
tiempo de angustia, cual no lo hubo nunca, no había comenzado todavía. Las
naciones se están airando ahora, pero cuando nuestro Sumo Sacerdote termine su
17
Jon Paulien, “The Role of the Hebrew Cultus, Sanctuary, and Temple in the Plot and Structure of the
Book of Revelation”. AUSS 33/2 (1995): 248.
18
Cuando Josep Bates utilizó Apoc.11:18 para aplicarlo al Juicio Investigador de los muertos justos,
Elena de White le aconsejó que mejor buscase otros textos para apoyar esta verdad, no éste, ver C.
Mervyn Maxwell, “The Investigative Judgment: Its Early Development”, Doctrine of the Sanctuary: A
Historical Survey, (Washington, DC: RH PA, 1989), 153, citado por J. Gajardo, “Respuesta”, (artículo no
publicado), 6.
obra en el santuario, se levantará, se pondrá las vestiduras de venganza, y
entonces se derramarán las siete postreras plagas.
Vi que los cuatro ángeles iban a retener los vientos mientras no estuviese
hecha la obra de Jesús en el santuario, y que entonces caerían las siete postreras
plagas. Estas enfurecieron a los malvados contra los justos, pues los primeros
pensaron que habíamos atraído los juicios de Dios sobre ellos, y que si podían
raernos de la tierra las plagas se detendrían. Se promulgó un decreto para matar a
los santos, lo cual los hizo clamar día y noche por su libramiento. Este fue el
tiempo de la angustia de Jacob. Entonces todos los santos clamaron en angustia
de ánimo y fueron libertados por la voz de Dios. Los 144.000 triunfaron. Sus
rostros quedaron iluminados por la gloria de Dios19.

Esta simple exégesis y el respaldo de EGW muestra que la postura de nuestros pioneros
que la sexta trompeta, para ellos Apoc.9:13-21 sonaba desde 1449 hasta 1840,
Apoc.10:1-11:14 era un paréntesis entre esta y la séptima trompeta y que ésta última
comenzaba a sonar desde 1844 con el comienzo del juicio investigador no es lo que a
EGW se lo reveló. Aunque EGW menciona un acierto de Litch en su sección narrativa
del Conflicto Cósmico, no concuerda con las visiones que ella recibió de la séptima
trompeta -y que describe en el mismo libro-, que señalan que ésta comenzará a sonar al
finalizar la gracia, no antes. EGW al explicar el conflicto final interpreta la séptima
trompeta y por ende la sexta en forma distinta a Litch20. Al mismo tiempo queda claro
que solo la séptima trompeta se cumplirá al finalizar la gracia, las otras seis son
anteriores a las 7 plagas postreras, ocurren durante la historia de la gracia, lo que no
permite usar las revelaciones de EGW para justificar la interpretación futurista.

SEXTA TROMPETA:

Si la séptima trompeta comienza al finalizar la gracia, y de acuerdo al águila los tres


ayes son anunciados y seguidos en forma inmediata, entonces la sexta trompeta termina
cuando acaba la gracia. Pero ¿cuándo comienza? Primeramente es necesario recordar,
que la cuarta trompeta termina con la caída de Roma imperial en 476, lo que indica que
los tres ayes, son posteriores, habíamos deducido también que el enemigo del pueblo de
Dios y de su ley que indican Daniel y Apocalipsis que sucederá a esta caída del imperio
romano es Roma Papal desde el 538 en adelante, pero la quinta trompeta no anuncia la
caída ni destrucción de este poder sino solo su tormento (Apoc.9:3-6), es la sexta la que
anuncia su destrucción. Por otro lado, el águila afirma que los tres ayes (o trompetas
quinta, sexta y séptima) son contra “los que moran en la tierra” (8:13), y los clamores de
los mártires sacrificados en el tiempo de la supremacía papal culpan de su martirio en el
quinto sello a “los que moran en la tierra” (6:9-11), “los que moran en la tierra” son los
que siguen a la primera bestia de Apoc.13 (13:8). Es interesante que un águila
interviene tres veces en Apocalipsis, primero llamando al caballo amarillo que trae
martirio por 1260 años (6:7-8), segundo cuando anuncia los tres ayes contra el poder
que oprimió por 1260 años, y finalmente cuando libra a la mujer de la persecución del
dragón por 1260 años (12:14).

19
Elena de White, Primeros Escritos, 36-37, las cursivas son nuestras. Ver también E. de White,
Conflicto, 287; Manuscript Release, N° 1469, (Letter 47, 1902): 221-222.
20
Elena de White, Gran Conflicto, 671-672; ver también en Manuscript Release, N° 1469, (Letter
47, 1902): 221-222.
El comienzo de la sexta trompeta está en Apoc.9:13-16, donde una voz desde el altar de
oro -donde son ofrecidas las oraciones de los mártires-, da la orden de desatar a 4
ángeles atados sobre “el gran rio Éufrates”. Primeramente la orden desde el altar del
incienso vincula en forma especial esta trompeta con la respuesta a los mártires del
quinto sello (6:9-11; 8:2-6), además nos sitúa todavía en el lugar santo, lo que indica
que es anterior pero cercano al cambio de escenario celestial de 1844. Los cuatro
ángeles que permiten el obrar del poder inquisidor contra los santos son desatados para
matar en la hora, día, mes y año señalados21. Ya que esta destrucción afecta al reino que
se asienta sobre las aguas del Éufrates22 (Babilonia, Apoc.17:1, 15, 18) queda claro que
es una herida de muerte contra este reino. Al consultar al resto de las profecías
apocalípticas de la Biblia comprobamos que efectivamente hay una fecha señalada, que
es el final de los1260 años, en 1798 para la herida de muerte de la Babilonia simbólica,
como también habrá una caída futura y definitiva para la Babilonia resucitada
(Apoc.18:1-4).
Este juicio (de la sexta trompeta) se concreta a través de un ejército incontable de
caballos, que señala muy bien a los soldados franceses que movilizaron a los mayores
ejércitos vistos en la historia humana hasta esa fecha y que provocaron la herida de
muerte a la gran ciudad que se asienta sobre las aguas del Éufrates. Es interesante
además que las langostas de la quinta trompeta tienen rey (Apoc.9:11) aunque las
literales no lo tienen (Prov.30:27), pero los caballos de la sexta no, ya que Francia se
levantó contra el rey y contra el Papa.

Pero los que no murieron con este juicio “no se arrepintieron ni dejaron de adorar a los
demonios, ni a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no
pueden ver ni oír ni andar” (9:20), cita tomada de Daniel 5:4 y 23 donde la mano divina
registró en la pared la herida de muerte a la Babilonia literal porque adoró,-con los
vasos del templo de Jehová-, a los dioses de oro, de plata, de bronce, de hierro, de
madera y de piedra que no ven, ni oyen, ni saben.

Siguiendo a esta herida de muerte (Apoc.9:13-21) se describe al ser divino que


desciende envuelto en una nube y sus pies como columna de fuego con el librito abierto
en su mano (Apoc.10:1), EGW dice que este descenso se cumple inmediatamente
después de 1798, el atuendo del Ser divino de este capítulo nos recuerda el éxodo del
remanente de Egipto después de las plagas que destruyeron al imperio que los oprimió
por un periodo definido también (430 años). El arcoíris sobre su cabeza alude al pacto
que Dios concertó con el remanente del arca diluvial después de destruir a los impíos
impenitentes.

Los dos testigos de Apoc.11 que actuaron durante el periodo de supremacía del poder
inquisidor (11:2-3, no en Constantinopla), resucitarán en este tiempo del fin para liderar
al remanente sacado de la Babilonia moderna. Del mismo modo Josué y Zorobabel

21
Para ver la imposibilidad sintáctica y exegética de ver esta frase temporal como un periodo ver Urrutia,
Los Tres Ayees, 35-36 con sus notas de pie de página, 153-154.
22
El Éufrates es mencionado tanto en la sexta trompeta como en la sexta copa, y son las únicas
menciones del NT, los pioneros creían que en ambas menciones había que entender la figura en sentido
literal como el río que marcaba el límite del imperio Turco en sus tiempos, pero el AT y Juan en
particular lo usan como sinécdoque de Babilonia, así como Sión para referirse a Jerusalén o el Nilo para
referirse a Egipto, hoy por ejemplo la torre Eiffel se usa para designar a París y el Amazonas para
designar a Brasil. Además que los personajes, lugares, situaciones, etc., que en el AT son literales y
locales, Juan los usa en forma simbólica y universal, el mismo contexto de la sexta trompeta es simbólico
también.
lideraron al remanente de la Babilonia daniélica (Zac.3-4), y Moisés y Aarón lideraron
al remanente de Egipto. Estos dos testigos apocalípticos son todos los profetas y
apóstoles juntos en los dos testamentos quienes lideraron a Miller y a muchos otros que
proclamaron la profecía de Dan.8:14.

No es necesario mencionar donde EGW comenta Apoc.10:1-11:13 ya que en forma


amplia y reiterada señala el cumplimiento de esta profecía desde 1798, por ejemplo:
“desde 1798 el libro de Daniel ha sido desellado, la ciencia de las profecías ha
aumentado y muchos han proclamado el solemne mensaje del juicio cercano.”23 LeRoy
Froom señala que fue el cumplimiento de la herida de muerte del papado en 1798 lo que
permitió entender Dan.8:14 a Miller y a muchos otros y trajo el chasco dulce/amargo de
Apoc.10:8-1024.

QUINTA TROMPETA:

La quinta trompeta es anterior a 1798, puesto que una vez que termina esta debe ser
tocada la sexta (Apoc.9:12), y debe comenzar después de la caída del imperio romano
en el S. V. Claramente las langostas con sus peculiares características son usadas en el
AT para representar ejércitos voraces (Juec.6:5; Jer.51:13-30; Joel 1:3-6; 24-5, 25), si
consultamos a cualquier fuente histórica quién atormentó al Papado y a los países
católico-romanos durante casi todo su periodo de supremacía (los 1260 años) hay una
sola opción: los seguidores de Mohamed o musulmanes, en sus distintas
manifestaciones.
A continuación cito un breve párrafo de mi libro que deja en claro el cumplimiento
histórico de estas langostas: “Tan pronto como el obispo de Roma tomó el poder civil y
comenzó a perseguir a los ‘herejes’, la fe del islán comenzó a herir y a conquistar el
territorio católico. El historiador católico Hertling reconoce que ‘la Iglesia [Católica
Romana] y el Islam son, pues, los grandes rivales en la historia religiosa de la
humanidad’, ‘Vemos, pues, que la aparición del Islam en la liza de la historia universal
desde el siglo VII, es un acontecimiento de trascendental importancia para la historia de
la Iglesia. Sus efectos sobre los destinos de ésta fueron, ya desde un principio, de la
mayor gravedad’25. Los historiadores se sorprenden al comentar: ‘Palestina, Siria y
Egipto el suelo clásico de la iglesia primitiva cayó en manos de Mahoma. Veintiún
años después de la muerte de Mahoma el reino musulmán era tan grande como lo había
sido el Imperio Romano’26. En 707 el norte de África cayó en manos de los árabes, en
711 establecieron el califato de Córdova en España, aunque su blanco era otro. Schaff
advierte: ‘fortalecidos por tales éxitos, los árabes cruzaron los Pirineos y alardeaban27
que ellos rápidamente establecerían sus caballos en la catedral de San Pedro en
Roma’28. Pero como es sabido, Carlos Martel en 732 detuvo por primera vez en 110

23
Elena de White, El Conflicto, 405.
24
Froom afirma que después de 1798 en hombres de todo país y de toda confesión religiosa hubo un
vuelco en el estudio de Daniel, desde Dan.7 a Dan.8 y de los 3,5 tiempos a los 2300 días, “Se devoraron
este libro”, ver especialmente LeRoy E. Froom, The Prophetic Faith of our Fathers, (Washington:
Review and Herald Publishing Association, RHPA, 1946-54) 4: 208, 211-212.
25
Ludwig Hertling, Historia de la Iglesia, (Barcelona: Editorial Herder, 1989), 124.
26
Philip Schaff, History of the Christian Church: Mediaeval Christianity, (Michigan: B. Eerdmans
Publishing Company, 1910), 4:172.
27
O “se jactaban”, en el original dice: “boasted”.
28
Schaff, 4:172.
años la hégira musulmana. A estas langostas se las liberó para atormentar, pero no se
les permitió quitar la vida al sistema papal”29.

Aunque este poder literalmente atormentó al imperio romano “cristianizado” durante


todo el periodo de la supremacía papal, hubo cinco meses proféticos en que
atormentaron directamente la sede papal en Roma. Este periodo corresponde a los SS.
IX y X, cuando el Papado ya estaba fuertemente establecido y los 3 cuernos ya habían
sido arrancados, periodo de la mayor corrupción e idolatría del Papado, en que incluso
hubo papas que adoraban al demonio en forma explícita, y muchas otras cosas que los
historiadores se sonrojan al comentar. En este periodo los musulmanes ya establecidos
en el norte de África y España invadieron casi diariamente y luego se establecieron en
todas las islas del Mediterráneo, todas las ciudades importantes del sur y del norte de
Italia e incluso tomaron el Vaticano en 846 saqueando las capillas de San Pedro y de
San Pablo. Fue el periodo de mayor tormento para el Vaticano y los mismos
contemporáneos reconocieron que eran juicios de Dios por la apostasía de la Iglesia,
mientras los Papas se lamentaban como Job prefiriendo la muerte antes que la vida30,
solo citaremos unos pocos ejemplos: “Los musulmanes se establecieron en el sur y el
norte de Italia, recorrían las costas del país saqueando y destruyendo pero ‘el peligro
más apremiante amenazaba a la sede de San Pedro’31. “En 876 ‘los sarracenos llegaron
a ser tan fuertes en Italia que amenazaban seriamente la misma existencia del Estado
Papal’”32. Fue el periodo más tormentoso para el Papado romano “la literatura de los
SS. IX y X, los documentos, las deliberaciones de los concilios están llenos de estas
lamentaciones”33. Este periodo más tormentoso de la Iglesia Romana comenzó el 28
enero del 814 con la muerte de Carlomagno, llamado por los historiadores “el protector
de la Iglesia”34, para los historiadores la muerte de Carlomagno produjo un cambio tan
significativo que en esta fecha dividen la Edad Media Temprana de la Alta. Pero este
periodo tormentoso terminó dos años después de la coronación de Otón I el Grande,
coronado el 02 de febrero de 962, “de este modo, a los 162 años de la coronación de
Carlomagno. . . se restablecía el Imperio Occidental”35. “fue entonces cuando nació el
Sacro Imperio Romano Germánico, título que sobrevivió hasta que Napoleón I lo
suprimió en 1806”36, el que produjo la herida de muerte para el Papado o segundo ay
con la sexta trompeta. Sin embargo, la coronación de Otón I no fue el hecho más
significante, sino el 03 de enero de 964 cuando el Papa Juan XII fue destituido del trono
pontificio, pero “Otón recobró Roma para Juan XII”37, inaugurando una nueva era de
protección papal. El historiador Henry Sheldon hablando de los reyes alemanes afirma:
“los más distinguidos en su línea de reyes fueron los primeros dos, Henry el Fowler y
Otón I. . . el segundo en ambición y fuerza personal recordaba la imagen de
Carlomagno”38. Jones comenta: “la nueva cabeza del Imperio de occidente entonces,

29
Urrutia, Los Tres Ayees, 130.
30
Ver los historiadores citados en Ibíd., 137-144.
31
Louis Halphen, La Evolución de la Humanidad, Segunda Sección Orígenes del Cristianismo y la Edad
Media: Carlomagno y el Imperio Carolingio, (México: Editorial Hispano Americana, 1955), 51: 300.
32
Alonzo Trévier Jones, Ecclesiastical Empire, (Battle Creek, Michigan: RHPA, 1901), 294.
33
Marc Bloch, La Evolución de la Humanidad, Sección Segunda: Orígenes del Cristianismo y Edad
Media, (México, s/d, 1958), 52: 7, 8
34
Juan Dacio, ed., Diccionario de los Papas, (Barcelona: Ediciones Destino, 1963), 58.
35
Agustín Saba, Historia de los Papas, (Barcelona: Editorial Labor, S.A., 1951), 1: 455.
36
Jones, 69.
37
Saba, 1: 458.
38
Henry C. Sheldon, History of the Christian Church: The Mediaeval Church, (Massachusetts:
Hendrickson Publishers, 1988), 2: 66.
restauró a la Iglesia todos los territorios”, al morir “fue colocada esta importante y
notable cláusula: ‘salvando nuestro propio poder y aquel de nuestro hijo y
descendientes’”39. Los 150 años de mayor tormento contra Roma Papal cubren
entonces, desde enero del 814 hasta enero del 964.

Algunos usan ciertos detalles de las trompetas quinta y sexta para darles una
interpretación o aplicación futura, en la quinta es la mención de los sellados y en la
sexta la mención de los 4 ángeles atados sobre el Éufrates, ambos detalles mencionados
en Apoc.7 que describen claramente el fin de la gracia. Al no reconocer que el tiempo
de gracia acabó para una ciudad impía o incluso para Jerusalén en repetidas ocasiones
del AT y NT y siempre el Señor protegió a un remanente fiel sellándolos para salvación
(ej. Éxo.12-13; Eze.9:1-6). Significaría que las trompetas o por lo menos desde la
quinta ocurren después de finalizar la gracia como las plagas postreras. Pero las claras
diferencias entre el sello final de Apoc.7 con el lenguaje histórico de las quinta y sexta
trompetas y las diferencias entre las trompetas y las copas no lo permite.

Después del sellamiento de la quinta trompeta “los árboles” no son dañados (9:4), pero
después del sellamiento de Apoc.7 “los árboles” si son dañados, puesto que no serían
dañados “hasta que” ocurra el sellamiento (7:3). Además sabemos que después de 1844
no hay otra profecía de tiempo en Daniel ni Apocalipsis por lo que los 5 meses
proféticos de esta trompeta deben ser históricos. En cuanto a los cuatro ángeles atados
de la sexta trompeta están atados en torno al río Éufrates en cambio los cuatro ángeles
de Apoc.7 están en los cuatro ángulos de la tierra, lo que sugiere un juicio universal en
contraste con el juicio localizado de la sexta trompeta que afecta solo a la gran ciudad
que se asienta sobre el Éufrates (Apoc.16:13-14; 17:1, 5, 18). Además, en esta trompeta
son los ángeles los atados pero en Apoc.7 son los vientos los retenidos por los ángeles;
en relación a la frase “yo oí su número” que se repite en ambos textos, en Apoc.7 se
refiere al número de los sellados, los 144.000, pero en la sexta trompeta es el número de
los caballos, que es 200.000.000. Por último se nos dice claramente que la gracia
continúa hasta el fin de la sexta trompeta (Apoc.9:20-21; 10:11; 11:13-14). La similitud
entre Apoc.7 y las siete trompetas es el juicio contra los apóstatas y la protección del
pueblo de Dios, en cuanto al momento de su cumplimiento y a la amplitud geográfica
abarcada por estos juicios (Apoc.7 con las trompetas 5ª y 6ª) no hay similitud.

En cuanto a la cita de EGW: “Solemnes eventos están aún por ocurrir delante de
nosotros. Trompeta tras trompeta debe ser tocada; copa tras copa derramada una detrás
de la otra sobre los habitantes de la tierra”. Efectivamente en tiempos de EGW y aun en
el 2015 todavía no han sido tocadas todas las trompetas puesto que estamos viviendo en
la sexta y falta que suene la séptima. Esta cita en inglés, literalmente no está en futuro,
sino dice: “debe ser tocada trompeta tras trompeta” porque no usa ni “will” ni “shall”
que son los auxiliares de futuro en inglés. Las copas que son derramadas “una detrás de
la otra” en orden sucesivo, son mencionadas después de las trompetas dando a entender
que las trompetas las preceden, pero ambas están conectadas con el futuro porque la
séptima aún no suena y ninguna de las plagas todavía. Es interesante que EGW
comience el párrafo refiriendo a la batalla de Armagedón, la que ocurrirá durante la
séptima copa, ya que en la sexta se prepara el lugar para que ocurra pero aún no se
desata (Apoc.16:13-16). Pero si EGW estuviera escribiendo en un perfecto orden

39
Jones, 307.
secuencial no podría mencionar trompeta tras trompeta ni copa tras copa después de
mencionar la batalla de Armagedón (la séptima copa).

LAS CUATRO PRIMERAS TROMPETAS:

Las 4 primeras trompetas afectan al Imperio Romano provocando finalmente su caída:


1ª Visigodos, liderados por Alarico 395-412 (Apoc.8:7); 2ª Vándalos, liderados por
Genserico 429-477 (Apoc.8:8-9); 3ª Hunos, liderados por Atila 434-452 (Apoc.8:10-
11); 4ª Hérulos, liderados por Odoacro 476-488 (Apoc.8:12). Es increíble como los
historiadores describen la caída de Roma describiendo exactamente a estos 4 poderes y
en el mismo orden dado en la profecía.

Como Daniel es la clave para entender Apocalipsis, todas las secuencias proféticas de
Daniel señalan a Roma imperial como el cuarto poder, que sería más férreo y
devastador que los 3 anteriores, las tribus bárbaras que derrotaron al imperio, excepto
los Hunos, fueron arrianos y están representados por los 3 cuernos que fueron
arrancados en el S. VI y que permitió el surgimiento del quinto poder o cuerno pequeño
(Dan.7:8), que es la continuación del imperio pagano. Fue el imperio romano también
quien traería la muerte al Príncipe del pacto (Dan.11:22); y es el poder que desterró a
Juan y oprimía a las 7 iglesias a quienes fue dirigido el Apocalipsis (Apoc.1:9). Aunque
el tema central del Apocalipsis es la segunda venida (1:8), no podemos negar su
cumplimiento histórico y significativo para los lectores de Juan, la introducción de la
caída de Jerusalén el año 70 por un sector de nuestros teólogos no era lo que preocupaba
a Juan ni a sus iglesias, ni afectó a los cristianos de los siglos posteriores, de hecho ese
evento había ocurrido 3 décadas antes del Apocalipsis.

Esa interpretación adoptada de la tradición protestante anterior a Miller e introducida al


adventismo por Edwin Thiele en 194940 tiene problemas insalvables, aquí sólo
mencionaremos algunos. Para estos autores las 1ª, 2ª, 5ª y 6ª trompetas son
interpretadas recurriendo al método histórico de interpretación y las 3ª y 4ª usando el
método idealista, “es decir, no como eventos o personas concretas, sino como principios
teológicos o como realidades espirituales”41. Esta postura además, estipula como
blanco de los juicios de algunas trompetas a los enemigos del pueblo de Dios: 1ª
Jerusalén (Aunque algunos se refieren a esta trompeta como un ataque al pueblo de
Dios), 2ª Roma, 5ª y 6ª Bizancio, y el blanco de los juicios de otras contra el mismo
pueblo de Dios: 3ª la caída espiritual del papado envenena el cristianismo, las
Escrituras, el plan de salvación y provoca persecución a los santos; 4ª el papado en
tinieblas, se refiere a la Edad Media y todos los dolores que la inquisición trajo a los
verdaderos cristianos, por ejemplo: Maxwell, resume la cuarta trompeta como: “el
ministerio sacerdotal de Jesús: el sol de justicia, la luz del mundo, con centro en el
santuario celestial, entenebrecidos por el nuevo sacerdocio instituido por la iglesia”42.
Recuérdese que los juicios de las trompetas son contra los opresores del cristianismo
fiel no contra éste. Al examinar el texto griego en detalles se desmoronan todos los
argumentos de esta postura, pero no es nuestra intención en este artículo.

40
Edwin R. Thiele, Outline Studies in Revelation, (Berrien Spring, MI: Emmanuel Missionary College,
1949), 172-183.
41
Helio Olivares, A Son de Trompetas: un análisis de Apocalipsis 8 al 11 y su interpretación entre los
adventistas (Chile: Klamor, 2001), 26-27.
42
C. Mervyn Maxwell, Apocalipsis: sus revelaciones, (Argentina: ACES, 1991), 256, 259, 263-265.
Aunque no queremos explayarnos en esta presentación es importante destacar el papel
fundamental de estas 4 tribus bárbaras en la caída del imperio romano y el surgimiento
de Roma Papal como anunciaba Daniel, por ejemplo, Constantino I el Grande en 313
dio un decreto para tolerar al cristianismo e instituyó el Papado en 319, pero fue
Teodosio I el Grande quien hizo del cristianismo la religión oficial del imperio con el
decreto de Tesalónica el 380, y fue el mismo quien entró en alianza con los visigodos,
por este motivo Alarico comenzó su invasión del imperio el 395, cuando murió
Teodosio. El objetivo de Alarico era apoderarse del norte de África “el granero del
imperio” para manejar la economía del mundo y tener el control del Mediterráneo, pero
murió cuando cruzaba el Mediterráneo después de saquear Roma y los Vándalos de la
segunda trompeta cumplieron el plan de Alarico trayendo los juicios sobre el mar. Es
importante el papel del Papa más que del emperador para librar a Roma de Alarico y
después de Atila. Otro hecho significativo era la importancia religiosa del mar, que era
un dios para los romanos (Neptuno) y de los ríos que eran gobernados por espíritus
protectores del imperio, y el sol y los astros “heridos” en la cuarta trompeta que fueron
adorados y traspasados al cristianismo en la aureola de todos los santos y en la
veneración del primer día de la semana. Semejante a las plagas sobre Egipto que son
aludidas en el lenguaje de estas 4 trompetas, no solo causan la caída del imperio sino
también es un ataque a sus dioses43 lo que concuerda con el contexto general de Daniel
y Apocalipsis que nos presentan un conflicto cósmico centrado en la verdadera
adoración (Apoc.4:8-11; 5:8-14; 7:9-12; 9:20-21; 11:15-17, etc.). Finalmente los
mismos protagonistas de este periodo reconocieron que las invasiones bárbaras eran
juicios divinos contra un imperio romano cristianizado apóstata. Recuérdese que Roma
imperial cae cuando es Católico Romano, no como un imperio pagano. EGW dice que
los cuatro imperios antiguos serían permitidos por Dios prosperar hasta recibir la luz
divina, y solo después del rechazo de ésta vendría su caída y el fin de la gracia sobre
ellos.

Héctor Urrutia Hernández.

43
“ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová” (Éxo.12:12, ver también Núm.33:4;
Éxo.9:14, 16)

Potrebbero piacerti anche