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Nací el 24 de junio de 1935 en la Comuna de Lautaro, Provincia de Cautín IX Región de la

Araucanía, Chile. Soy hojo del matrimonio formado por Fernando Teillier Morín y Sara
Sandoval Matus, nieto de los emigrantes franceses Georges Teillier Panellier. Mi infancia
transcurrió en el sur de Chile, en la Araucanía, mi vida cotidiana estuvo marcada por el
contacto directo con la naturaleza y una forma de entender la tradición capaz de articular en
un mismo enfoque rasgos culturales, sociales e históricos chilenos, franceses y mapuches.
A mi ascendencia francesa me acoplé a la tradición mapuche, y prontamente, a través de la
literatura, un sentido aún más universal.
Anécdota «No recuerdo haber intentado escribir poema alguno hasta los doce años de edad.
La poesía me parecía algo perteneciente a otro mundo y prefería leer en prosa. Leía como si
me hubiesen dado cuerda»

Por esto, desde los 12 años yo escribía prosa y poesía, fue a los 16, en la ciudad
de Victoria donde escribí, mi "primer poema verdadero", esto quiere decir, "el primero que
vi, con incomparable sorpresa, como escrito por otro". Gran parte de los poemas que
componen mi primer libro, "Para ángeles y gorriones" (1956), los cuales nacieron sobre el
pupitre del liceo.
En 1953, con 18 años de edad, yo emprendí viaje a Santiago para cursar estudios superiores
ingresando en el Instituto Pedagógico a estudiar Historia, seguí mi vocación por rescatar la
tradición, y de ello alimentar mi creación poética.
Mi matrimonio no fue el mejor, ya que mi esposa se fue a Perú y se caso al escritor peruano
José María Arguedas
Recibí diferentes tipos de premios peros los más importantes fueron:
-Gabriela Mistral
-Municipal
-Premio Eduardo Anguita: fue por la Editorial Universitaria al poeta vivo más importante
de Chile.
Mis obras son:
Para ángeles y gorriones
El cielo cae con las hojas
El árbol de la memoria
Los trenes de la noche y otros poemas
Poemas del País de Nunca Jamás
Poemas secretos
Crónica del forastero
Muertes y maravillas
Para un pueblo fantasma
La isla del tesoro
Cartas para reinas de otras primaveras
El molino y la higuera
Hotel Nube
En el mudo corazón del bosque

Ahora les voy a presentar un poema de mi libro “Árbol de la memoria”

Te gusta llegar a la estación


cuando el reloj de pared tictaquea,
tictaquea en la oficina del jefe-estación.
Cuando la tarde cierra sus párpados
de viajera fatigada
y los rieles ya se pierden
bajo el hollín de la oscuridad.

Te gusta quedarte en la estación desierta


cuando no puedes abolir la memoria,
como las nubes de vapor
los contornos de las locomotoras,
y te gusta ver pasar el viento
que silba como un vagabundo
aburrido de caminar sobre los rieles.
Tictaqueo del reloj. Ves de nuevo
los pueblos cuyos nombres nunca aprendiste,
el pueblo donde querías llegar
como el niño el día de su cumpleaños
y los viajes de vuelta de vacaciones
cuando eras —para los parientes que te esperaban-
sólo un alumno fracasado con olor a cerveza.

Tictaqueo del reloj. El jefe-estación


juega un solitario. El reloj sigue diciendo
que la noche es el único tren
que puede llegar a este pueblo,
y a ti te gusta estar inmóvil escuchándolo
mientras el hollín de la oscuridad
hace desaparecer los durmientes de la vía.

Y su respectivo análisis sería:

-Anáfora:

Cuando el reloj de pared tictaquea,


tictaquea en la oficina del jefe estación.

-Personificación:

Cuando la tarde cierra sus párpados.

-Comparación:

Cuando no puedes abolir la memoria


como las nubes de vapor.
-Personificación y Comparación:

Y te gusta ver pasar el viento


que silba como un vagabundo
aburrido de caminar sobre los rieles

-Comparación:
Los pueblos cuyos nombres nunca aprendiste,
el pueblo donde querías llegar
como el niño el día de su cumpleaños
y los viajes de vuelta de vacaciones

-Personificación:
El reloj sigue diciendo
que la noche es el único tren
que puede llegar a este pueblo
Y este sería mi siguiente poema llamado “Carta a Mariana”

¿Qué película te gustaría ver?


¿Qué canción te gustaría oír?
Esta noche no tengo a nadie
A quien hacerle estas preguntas.

Me escribes desde una ciudad que odias


A las nueve y media de la noche.
Cierto, yo estaba bebiendo,
Mientras tú oías Bach y pensabas volar.

No creí que iba a recordarte


Ni creí que te acordarías de mí.
¿Por qué me escribiste esa carta?
Ya no podré ir solo al cine.

Es cierto que haremos el amor


Y lo haremos como me gusta a mí:
Todo un día de persianas cerradas
Hasta que tu cuerpo reemplace al sol.

Acuérdate que mi signo es Cáncer,


Pequeña Acuario, sauce llorón.
Leeremos libros de astrología
Para inventar nuevas supersticiones.

Me escribes que tendremos una casa


Aunque yo he perdido tantas casas.
Aunque tú piensas tanto en volar
Y yo con los amigos tomo demasiado.
Pero tú no vuelves de la ciudad que odias
Y estás con quien sabe qué malas compañías,
Mientras aquí hay tan pocas personas
A quien hacerles estas simples preguntas:
¿Qué canción te gustaría oír,
Qué película te gustaría ver?
¿Y con quién te gustaría que soñáramos
Después de las nueve y media de la noche?”

Y su análisis sería:

-Actitud del hablante: Es una actitud apostrofica porque se refiere a un tú y se dirige con
fuerza o intensidad al objeto en este caso a la mujer
-Objeto lirico: La carta a la mujer

-Motivo lirico: es extrañar a la mujer


-Temple de ánimo: tiene un temple de ánimo pensativo-

Conclusión
En este trabajo aprendí sobre un gran poeta chileno Jorge Teillier, comenzó con su pasión
de escribir a temprana edad y llegó a encarnar su talento en su forma de vida dando énfasis
no al significado, sino al “ser” poeta.
Opinión personal
Creo que Teillier fue un poeta conocido, partiendo desde la comuna de Lautaro asta todo
chile, hasta en este colegio es conocido por compañeros de curso, él tenía un carácter
simple y un ego menor a los demás poetas de su época.

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