Sei sulla pagina 1di 23

 E – 14-375

Infecciones de la mano
y de los dedos
S. Carmès, J.-R. Werther, C. Dumontier

Las infecciones de la mano resultan del encuentro de un germen, Staphylococcus aureus


casi siempre, transmitido por inoculación en la gran mayoría de los casos, y un contexto
cuya inmunocompetencia puede alterarse de forma temporal o definitiva. Aunque a
veces es posible una resolución del proceso infeccioso en la etapa inicial, sujeta a un tra-
tamiento médico bien realizado y vigilancia diaria, la mayoría de las veces los pacientes
son atendidos en etapa de abscedación, cuando el tratamiento sólo puede ser quirúrgico.
Aunque varía según la localización, el germen y el contexto, el tratamiento combina cua-
tro principios: elevación e inmovilización de la extremidad afectada, escisión de la puerta
de entrada y los tejidos necróticos o infectados, lavado abundante sin sutura del área
afectada, tratamiento antibiótico (en ocasiones) adaptado al análisis de las muestras
peroperatorias. En el postoperatorio es necesaria una inmovilización temprana, sin espe-
rar la cicatrización cutánea, tan pronto como el edema y el dolor hayan disminuido, para
limitar las secuelas, dominadas por la rigidez. Las infecciones de los dedos (panadizo)
son las más comunes y el panadizo pulpar es el más grave porque su diagnóstico es a
menudo tardío. En la mano, las infecciones de las vainas sinoviales o flemones de las
vainas son particulares por su semiología clínica y deben reconocerse precozmente. Las
infecciones de los espacios celulares se propagan por trayectos anatómicos bien defini-
dos. Las infecciones de los huesos son más infrecuentes, pero la erradicación del germen
conduce a resecciones óseas o articulares y, a veces, a la amputación.
© 2018 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Panadizo; Espacios anatómicos de la mano; Infección de la mano;


Muestras peroperatorias; Desbridamiento, Lavado

Plan ■ Otros diagnósticos diferenciales de una infección


de la mano o los dedos 15
■ Introducción 1 Quistes epidermoides 15
Frecuencia, epidemiología 1 Tumores malignos 15
Fisiopatología y principios del tratamiento 2 Gota y condrocalcinosis 16
Contexto 5 Reabsorción de calcificaciones 16
Gérmenes 5 Otros diagnósticos diferenciales 16
■ Cuadros relacionados 16
■ Infección de los dedos 6
Panadizo periungueal 6 Infecciones bacterianas de la piel: celulitis
Panadizo pulpar 6 o dermohipodermitis bacterianas 16
Panadizo de la cara anterior o lateral de los dedos Infecciones fúngicas 16
(6 de los casos) 8 Otras infecciones raras 17
Panadizo del dorso de la primera falange (antracoide, Caso particular de las onicomicosis 17
4 de los casos) 8 Infecciones por micobacterias 17
Panadizo flictenular 8 Infecciones por mordedura 19
Panadizo del dorso de la segunda falange 8 Fascitis necrosante y otras infecciones necrosantes 20
Inyecciones bajo presión 21
■ Infección de los espacios celulares de la mano 8
■ Conclusión 21
Espacios superficiales 8
Espacios profundos 8
Flemón de las vainas 10
■ Osteoartritis 13
 Introducción
■ Osteítis 14 Frecuencia, epidemiología
■ Infecciones que no deberían operarse 15 El revestimiento cutáneo de la mano tiene una doble
Panadizo herpético 15 función bacteriológica: una mecánica, por la constitución
Falso panadizo de Osler 15 de una barrera hermética que se opone a la penetración
Enfermedad de Orf o ectima contagioso 15 de los gérmenes que viven en su superficie, y la otra

EMC - Aparato locomotor 1


Volume 51 > n◦ 3 > septiembre 2018
http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(18)92753-X
E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

simbiótica, en la que la piel acoge o simplemente tolera a bióticos, pero eran infecciones estreptocócicas, todas ellas
muchos y variados gérmenes que viven en su superficie, muy sensibles a los antibióticos y cuya virulencia hospi-
pliegues y criptas. Los gérmenes saprófitos residentes de talaria parece haber disminuido. En este artículo se insiste
la piel son todos grampositivos. Los gérmenes transitorios en el papel limitado que debe atribuirse a los antibióticos,
(estafilococo coagulasa positivo o S. aureus, estreptococo que no representan el tratamiento de las infecciones de la
betahemolítico, gérmenes gramnegativos de la flora mano y los dedos.
intestinal) tienen una apetencia particular por las regio-
nes cálidas y húmedas de la mano (comisuras, pliegues,
palmas húmedas). Es probable que la presencia de estos Fisiopatología y principios
gérmenes conduzca a la infección sólo si hay una puerta
de entrada a nivel de la barrera cutánea que permite que del tratamiento
los gérmenes de la superficie, residentes o transitorios, Las cuatro fases de la infección.
penetren en los espacios subcutáneos.
La mano es el órgano más expuesto a los traumatis-
Consecuencias prácticas
mos, y cualquier herida puede ser la entrada a muchos Excepto en casos raros, la infección sigue a una pene-
gérmenes. En una revisión de hace mucho tiempo, tración de gérmenes en los tejidos subcutáneos (heridas,
los traumatismos directos representaban casi el 50% de mordeduras, etc.). Después de un traumatismo pene-
todas las infecciones de la mano, las mordeduras huma- trante, todas las infecciones evolucionan en cuatro fases:
nas el 30%, las mordeduras de animales el 10% y las • la fase de invasión permite la selección, en la población
inyecciones de drogas el 10-15% [1] . Sólo un pequeño microbiana introducida debajo de la piel, de gérme-
porcentaje de infecciones de la mano corresponde a infec- nes patógenos, privilegiando el estafilococo dorado y
ciones postoperatorias [2] . En una revisión de 10 años de el estreptococo betahemolítico. Es asintomática y su
418 infecciones de la mano operadas, hubo 296 varo- duración depende de la velocidad del germen para mul-
nes (71%) y 122 mujeres (29%); la edad promedio de los tiplicarse. En las infecciones bacterianas más comunes
pacientes fue de 40 años (1-93), y el plazo entre el trau- dura 2-3 días, pero menos de 24 horas en caso de infec-
matismo y la intervención, de 10 días [3] . ciones por Pasteurella;
De manera tradicional, se distinguen los panadizos • la fase inflamatoria o flegmásica, de multiplicación
(infección de los dedos), los abscesos (infección de la bacteriana, se acompaña de signos inflamatorios loca-
mano) y los flemones (infección de las vainas). La pala- les, evidencia de la intensificación de la defensa del
bra panadizo corresponde a una «inflamación flemonosa huésped, que aún es reversible de forma espontánea
de los dedos de las manos o los pies» como lo define en su o debido a un tratamiento médico; se caracteriza por
tesis Paul Charpentier, cirujano general (Dissertation sur le dolor constante que desaparece por la noche, enrojeci-
panaris, París, 1815), con variaciones de definición según miento y edema moderado;
los autores. Para Ambroise Paré, el panadizo es un tumor • una vez en la fase de abscedación (colección), que
que se forma en el extremo de los dedos, y usa el origen corresponde a la limitación del proceso infeccioso en el
latino (panaricium) que designa «todas las inflamaciones espacio, el tratamiento sólo puede ser quirúrgico. Los
agudas (de los tejidos blandos) de los dedos, sea cual sea signos clínicos son patognomónicos, con dolor pulsátil
su naturaleza, extensión y profundidad». Parece que el que impide dormir y pueden ir acompañados de signos
término latino es una corrupción (según Freund) del tér- regionales (linfangitis, adenopatías) y sistémicos (fie-
mino de origen griego paroniquio, ␲␣␳␻␯υ␹´␫␣ (infección bre). «La primera noche sin dormir es una indicación
alrededor de las uñas), según los autores antiguos (Hipó- de cirugía» dijo Kanavel;
crates, Pablo de Egina, etc.). La palabra absceso, usada • la fase de complicación aparece en ausencia de trata-
para denominar las infecciones de la mano, proviene del miento o si el tratamiento no es adecuado. Se puede
latín abscessus, que significa colección purulenta, y la pala- observar una fistulización, que es un modo de curación,
bra flemón (de las vainas), del latín phlegmone, del griego aleatorio porque a menudo es insuficiente, o una difu-
antiguo ␸␭␧␥␮о␯␩, ´ phlegmonè «calor ardiente», donde no sión de la infección en cavidades (flemón de las vainas,
hay colección. De hecho, un panadizo puede no ser toda- artritis) o en estructuras frágiles, algunas de las cuales no
vía una colección, mientras que un flemón de las vainas se defienden de la infección (tendones, hueso, cartílago,
puede estar en la etapa de necrosis, por lo que la deno- etc.). Estas complicaciones son infrecuentes, sólo cinco
minación médica usual a veces no se ajusta a la realidad casos en una serie de 30 panadizos [11] , pero represen-
de la lesión. La Agence Technique de l’Information sur tan más del 10% en la experiencia actual de los autores
l’Hospitalisation (ATIH) de Francia encontró 17.484 inter- de este artículo y se relacionan con un tratamiento ina-
venciones por «panadizo» en 2013 y 7.803 por «flemón» decuado. La infección se difunde casi siempre por los
en 2014, pero la información de la hoja quirúrgica no mismos trayectos anatómicos. En el dedo y la cara pal-
siempre se correlaciona con la lesión anatómica. Por lo mar, la infección se disemina esencialmente en la vaina
tanto, estas cifras deben tomarse con precaución. de los flexores o en los pedículos.
Si bien todas las infecciones son posibles en la mano,
algunas son menos comunes que otras. Las infecciones
del extremo de los dedos son las más comunes y represen-
Exploración física
tan alrededor de un tercio de todas las infecciones de las La exploración física siempre comienza por la anam-
manos [4–6] . En una revisión de las publicaciones, la celu- nesis, en la que se busca el mecanismo del accidente, la
litis y las infecciones periungueales representan cada una fecha de los primeros síntomas y los tratamientos ya insti-
el 35% de las infecciones de las manos, el panadizo pulpar tuidos. También se buscan los antecedentes del paciente,
el 15%, los flemones de las vainas el 10%, los flemones de en particular los factores de inmunodepresión, el estado
los espacios celulares de la mano el 2%, las osteoartitis el de vacunación, especialmente con respecto al tétanos,
2% y las osteítis el 1% [7] . así como otros elementos que pueden orientar sobre un
Aunque la mayoría de las infecciones son benignas, un germen en particular (presencia o ausencia de animales
diagnóstico erróneo o un tratamiento inicial inadecuado domésticos, etc.).
pueden aumentar su morbilidad y conducir a la amputa- Localmente se buscan signos de inflamación: enrojeci-
ción o incluso la muerte, tanto en ausencia de tratamiento miento y dolor en la puerta de entrada o foco, calor y
como durante un tratamiento inadecuado [8, 9] . En 1942, tumefacción. El dolor pulsátil y que impide dormir señala
la mortalidad por flemones de la mano en Estados Unidos la abscedación, que a veces es visible por transparencia.
fue del 3% [10] . Se comunicó una mortalidad del 7-28% Se estudia la movilidad activa y pasiva de los dedos, y una
por infecciones de la mano antes de la era de los anti- posible posición antálgica.

2 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

raramente, puede revelar la presencia de gas en los tejidos


o signos de osteítis (cf infra).
Las pruebas de laboratorio (recuento de leucocitos,
velocidad de sedimentación globular [VSG] y proteína
C reactiva [CRP]) no tienen interés en la práctica en las
infecciones de la mano. Pueden confirmar una impresión
clínica [12] pero no eliminan una infección cuando son
normales, que es el caso más común y lógico cuando se
observa el volumen de tejido infectado. En el estudio de
Houshian, la CRP era normal en el 63% de las 418 infec-
ciones de la mano y superior a 20 mg/l en el 18,4% de los
pacientes. La VSG era normal en el 36,4% de los pacientes
Figura 1. Infección de la mano con edema global de la cara y superior a 30 mm/h en el 11,2% [3] . En esta serie, la VSG
dorsal. Obsérvese la abducción entre los dedos índice y medio fue una prueba de diagnóstico superior a la CRP.
como signo de un absceso comisural. Para el diagnóstico por imagen se puede usar ecografía
y resonancia magnética (RM). En las formas agudas, estas
exploraciones no son lo suficientemente específicas y pue-
den retrasar el tratamiento, por lo que rara vez se utilizan.
Una ecografía puede ayudar en localizaciones atípicas o
profundas a revelar una colección y su ubicación [9] .
La RM rara vez está indicada, pero también mostrará
una colección. También puede mostrar los primeros sig-
nos de lesión ósea en las osteítis, fascitis necrosante, etc.
Las muestras para análisis bacteriológico sólo son úti-
les si se extraen del área de pus y no de la superficie
de una lesión fistulizada. Por lo tanto, se obtienen en
el quirófano. En caso de afectación ósea, las muestras de
tejido deben preferirse al hisopado. Es importante llevar-
las rápidamente al laboratorio porque algunos gérmenes
Figura 2. Panadizo periungueal del pulgar con linfangitis del son frágiles. La prescripción debe ser detallada, en parti-
antebrazo que se extiende hasta el codo e indica la diseminación cular si se sospechan gérmenes atípicos cuyo crecimiento
regional de la infección. requiere medios de cultivo o temperaturas especiales.

“ Punto importante “ Punto importante


Recordar los principios del tratamiento
Recordar el patrón evolutivo de las infec- • El diagnóstico es exclusivamente clínico: tener
ciones de la mano cuidado con las formas parcialmente tratadas
• La fase de inoculación es casi constante, puede
(manipulación por el paciente o alguien de su
pasar inadvertida y es asintomática. entorno, antibioticoterapia incompleta). Buscar
• La fase de inflamación se traduce por un dolor
signos de extensión (linfangitis, adenopatía).
que disminuye por la noche. Es la única fase que • El dolor que impide dormir es un signo de abs-
puede recibir tratamiento médico. cedación aunque el pus no sea visible.
• La fase de abscedación se traduce por dolor • Buscar los factores favorecedores: contexto
pulsátil que impide dormir. Es una urgencia qui- de inmunodepresión, patología local incluyendo
rúrgica. heridas y cuerpos extraños, que justifique la pres-
• La fase de complicación traduce un tratamiento
cripción sistemática de radiografías.
inadecuado de la fase precedente. • Una infección puede ocultar otra: indagar
acerca del estado de vacunación, en particular res-
pecto al tétanos.
Luego se buscan los signos de extensión de la infección:
localmente, casi siempre es un edema que se extiende
hasta el dorso de los dedos o la mano (Fig. 1). Puede ser
una linfangitis visible en la cara anterior del antebrazo Principios del tratamiento
o a veces sólo «palpable» en forma de una induración Uso de la ecuación de Altemeier
dolorosa (Fig. 2).
William A. Altemeier (1910-1983) nació en Cincinnati
Mediante palpación de las áreas ganglionares se busca
donde hizo toda su carrera como cirujano, dejando el béis-
una adenopatía que puede ser epitroclear (en las infec-
bol por la cirugía, y se hizo famoso sobre todo por sus
ciones del borde cubital de la mano y los dedos) o
trabajos en infecciones. De él se conoce la clasificación
axilar.
en cuatro clases de contaminación que sirve de base para
La búsqueda de signos sistémicos (fiebre, cansancio,
la National Nosocomial Infections Surveillance (NNIS) de
etc.) suele ser negativa. Sólo el 7% de los pacientes ten-
Estados Unidos, por ejemplo. También se conoce la ecua-
drían fiebre de 38 ◦ C [11] . En el estudio de Houshian, el
ción predictiva de las infecciones del sitio quirúrgico con:
71,3% de los pacientes no tenía aumento de tempera-
tasa de infección = N (magnitud de la contamina-
tura, el 15,8% tenía menos de 38,5 ◦ C y el 5,3% más de
ción) × V (virulencia del germen)/R (resistencia del
38,5 ◦ C [3] .
huésped a la infección)
que se usará para pensar en el tratamiento de infeccio-
Pruebas complementarias nes demostradas de la mano.
Una radiografía siempre es esencial para la búsqueda de N es un número entero, una sola bacteria nunca causará
un cuerpo extraño o una lesión subyacente (fractura). Más una infección, se necesita un inóculo significativo para

EMC - Aparato locomotor 3


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

crear una infección. Se necesitan 100.000 bacterias para signos clínicos, retrasando el inicio de un tratamiento
impedir la cicatrización, infectar una herida o conducir adecuado. Los AINE también son un factor de riesgo
un injerto de piel a la necrosis. para el desarrollo de fascitis necrosante [13] .
V es la capacidad de un germen para producir una infec- En la fase inflamatoria se puede justificar un trata-
ción. Para algunos gérmenes la virulencia es casi nula, y miento médico, es decir, además de las prescripciones
nunca serán responsables de una infección. La virulencia anteriores, se puede considerar la antibioticoterapia.
del germen a menudo se confunde con su resistencia a los Desde la aparición de la penicilina, se discute si es posi-
antibióticos: un estreptococo puede ser sensible a todos ble o no un tratamiento «médico» en las infecciones de
los antibióticos, pero en la práctica los estreptococos son la mano [14] . Los autores de este artículo son reacios a
responsables, incluso en personas sanas, de las infecciones usar antibióticos, excepto en casos aislados, porque no
bacterianas más graves: por ejemplo, fascitis necrosante. pueden tener ninguna actividad en el pus, por definición
El piociánico (Pseudomonas aeruginosa) tiene la particulari- no vascularizado; por otro lado, la frecuente tabicación
dad de ser muy visible (verde manzana), detectable por su de los procesos infecciosos limita aún más su difusión.
olor y por crecer muy fácilmente en todos los medios de Dado que a menudo es muy difícil estar seguro de que
cultivo, donde inhibe el crecimiento de otros gérmenes. el proceso no se encuentra ya en fase de abscedación,
Su capacidad para producir infecciones de tejidos blandos se teme atenuar una infección ya constituida y ser más
es mucho más discutible. Durante una cicatrización diri- perjudiciales que beneficiosos. Los autores de este artí-
gida, el piociánico que se encuentra en la herida durante culo prefieren un tratamiento médico tópico con el uso
la cicatrización desaparece espontáneamente tan pronto de antisépticos transcutáneos (sobre todo baños transcu-
como lo hace la necrosis. V debe considerarse como un táneos de hexamidina) o compresas con alcohol diluido.
parámetro intrínseco del germen (la capacidad de desa- Si se usan antibióticos, la evolución debe ser favora-
rrollar una infección en condiciones favorables) sobre el ble dentro de las 24 horas, como ya señaló Lowden en
cual no se tiene acción. 1951 [15] . Este antibiótico debe ser lo suficientemente
R es un parámetro que generalmente se entiende como amplio como para cubrir los gérmenes posibles y ser total-
la resistencia general del huésped, disminuida en caso mente eficaz. Por lo tanto, es necesario que el prescriptor
de diabetes, síndrome de inmunodeficiencia adquirida revise al paciente a las 24 y 48 horas para asegurarse
(SIDA), leucemia, etc., pero también es el parámetro de que la curación sea «completa». A la menor duda,
sobre el que actuará el cirujano si se acepta que tam- incluso si el paciente parece estar mejor, la escisión
bién es la resistencia local del huésped. Por lo tanto, quirúrgica evitará la evolución hacia las complicacio-
un tejido necrótico tiene una resistencia que puede esti- nes.
marse como tendente hacia 0 (para T = NV/R. Se tiene Tanto en la fase de abscedación como en la de secuelas,
entonces lim[R ≥ 0] T = 1). La presencia de necrosis el desbridamiento, es decir, la escisión de todos los teji-
retrasa o impide la curación y promueve la sobrein- dos necróticos o infectados, es necesario y requiere vías
fección. Una infección en necrosis (R = 0) permitirá de acceso centradas en la puerta de entrada para facilitar
que se desarrollen gérmenes muy poco patógenos (V la ampliación en caso de diseminación de la infección.
débil). La extirpación por el cirujano de tejido necró- La vía de acceso debe permitir la preservación de la frágil
tico curará la «infección» sin antibiótico, mientras que vascularización de la piel adyacente y no debe cruzar de
la terapia con antibióticos aislada (incluso intravenosa) manera perpendicular los pliegues de flexión para impe-
será ineficaz. Esto es también lo que hace el cuerpo dir una retracción secundaria. En caso de duda, hay que
cuando no se trata: la evolución espontánea es a menudo centrar la incisión, según lo propuesto por Kanavel, en el
hacia la curación por fistulización y desbridamiento autó- área más sensible que se encuentre a la palpación (prueba
geno. de Hueter).
Por supuesto, la cirugía también tenderá a disminuir N La cirugía debe hacerse en condiciones de iluminación
(«reducción del inóculo»), pero es probable que la ciru- y equipo adecuados, es decir, más bien en un quirófano.
gía no reduzca en más de un factor de 100 o 1.000 la La anestesia debe ser de calidad y nunca se debe admi-
cantidad de gérmenes, cuya velocidad de crecimiento es nistrar anestesia local en tejidos inflamatorios (doloroso,
considerable. La eficacia de la cirugía séptica radica mucho ineficaz y con tendencia a propagar la infección). Por lo
más en su capacidad para eliminar el 100% de la necro- tanto, debe efectuarse como mínimo en la base del dedo
sis. (panadizos periungueales y pulpares) o en forma de un
bloqueo axilar.
Consecuencias prácticas La escisión de los tejidos infectados se efectúa siem-
Serán parte del tratamiento en todas las fases: pre con torniquete. Es convencional inflar el torniquete
• la elevación del miembro sobre el nivel del ventrículo simplemente levantando el miembro, sin maniobras de
derecho, lo que previene el edema de declive y ayuda vaciado de las venas. Un torniquete de dedo es perfecta-
con el drenaje linfático y venoso; mente posible.
• el reposo (brazo en cabestrillo o incluso férula de El primer paso es la escisión de la puerta de entrada,
inmovilización en posición intrínseca plus) reduce el cuando se conoce, y luego de los tejidos infectados (bis-
dolor y limita la posibilidad de propagar la infección turí, tijeras, cureta, etc.). En este momento se toman
por los trayectos anatómicos. La aplicación de calor las primeras muestras bacteriológicas. Aun cuando rara
húmedo mejora la comodidad del paciente y pro- vez se administran antibióticos en el postoperatorio, el
mueve la vasodilatación local, factor de mejor respuesta conocimiento del germen es necesario para los estudios
inmunitaria del paciente (y una mejor circulación de epidemiológicos, en caso de evolución desfavorable o si se
antibióticos si es necesario). La movilización se fomenta considera necesario el tratamiento con antibióticos. Una
tan pronto como desaparecen los signos inflamatorios vez eliminada la puerta de entrada, se sigue por los tra-
agudos; yectos de extensión de la infección (deslizando la punta
• la profilaxis del tétanos si es necesario, en particu- de una tijera se corta la piel adyacente protegiendo los
lar en las infecciones telúricas y relacionadas con pedículos).
mordeduras; La segunda etapa de descontaminación se cumple
• analgésicos, porque las consecuencias son dolorosas. mediante lavado después de la extirpación de los tejidos.
No se administran antiinflamatorios no esteroideos El lavado debe ser abundante («dilution is the solution to
(AINE), porque incluso si se descubre una baja activi- pollution», «la dilución es la solución a la contaminación»,
dad bacteriana para algunos AINE, las publicaciones dicen los anglosajones) porque disminuye el inóculo y eli-
sugieren que la adición de AINE aumenta el riesgo de mina cuerpos extraños. Es mucho más eficaz cuando se
complicaciones infecciosas al tiempo que reduce los realiza rápidamente [16] .

4 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

Este lavado se efectúa con agua o con solución salina tratamiento (esteroides, inmunosupresores, citotóxicos,
fisiológica porque los antisépticos, por un lado, no tienen etc.). Hay que agregar el tabaco, un factor desfavorable
la autorización de comercialización para aplicarse en las en varias series.
heridas y, por otro, son inhibidos por el suero. Además, Los pacientes inmunodeprimidos tienen infecciones
por su acción citotóxica es probable que impidan la cica- por gérmenes «típicos» con evolución atípica o infeccio-
trización. Los pocos trabajos que se han llevado a cabo nes atípicas [21] . Los diabéticos representan el 7-58% de los
han demostrado la falta de interés de los antisépticos en pacientes hospitalizados por una infección de la mano. La
las infecciones e incluso la superioridad del agua sola sobre neuropatía periférica, las microangiopatías, los trastornos
el jabón [17–19] . de la cicatrización y la depresión inmunitaria de origen
¡El lavado se realiza sin presión! La presión mayor celular son los factores que explican la alta frecuencia de
a 15 Psi aumenta el traumatismo al tejido y difunde infecciones y la presentación tardía de estos pacientes. La
bacterias en el tejido sano. Las irrigaciones a alta pre- hiperglucemia promueve la proliferación local de bacte-
sión difunden líquidos en 14 ± 1 mm alrededor de la rias, sobre todo del grupo Staphylococcus [21] . Una infección
herida, mientras que a baja presión la difusión es de profunda, a menudo polimicrobiana, es más frecuente en
3 ± 1 mm. Por último, un muy buen estudio de más de los diabéticos y su cuidado se complica a menudo [22] . El
3.000 casos mostró que la presión de lavado no influía, 60% de los diabéticos tenía una complicación frente al
después de 12 meses de seguimiento, en el número de 10,7% de los no diabéticos (p < 0,001) [3] . Por último,
reintervenciones por infección o por trastornos de la cica- estos pacientes diabéticos necesitan más intervenciones
trización cutánea u ósea en las fracturas abiertas [19] . De quirúrgicas para obtener su curación y son más frecuente-
la misma manera, no es aconsejable exprimir pus presio- mente amputados (48%) que los no diabéticos (5%) [21, 23] .
nando sobre tejidos que ya son frágiles, debido al riesgo La combinación de diabetes e insuficiencia renal es el fac-
de propagar la infección. tor pronóstico más importante para las infecciones de la
Los autores del artículo dejan abiertas todas las áreas mano.
que se han infectado, incluidas las articulaciones de la
mano. Usan una interfaz no adherente para limitar el
dolor del primer apósito y compresas húmedas (solución Gérmenes
salina) en grandes cantidades, y la inmovilización es parte
del tratamiento. La gran mayoría de las infecciones de la mano son de
No recomiendan el uso de drenaje con tira de goma, origen bacteriano, y Staphylococcus aureus es responsable
mecha de gasa y otros dispositivos. Creer que las bac- en más de dos tercios de los casos [3] . En una serie de 1.507
terias se precipitarán en la tela o plástico para arrojarse pacientes operados por infección de la mano, S. aureus
fuera de la herida es bastante ingenuo. En cambio, un resistente a la meticilina (meti-R) representó el 53% de
cuerpo extraño no vascularizado en un tejido infec- las muestras positivas, S. aureus sensible a la meticilina
tado es sin duda una fuente de infección a largo (meti-S) el 23%, estreptococos el 25% e infecciones poli-
plazo. microbianas el 20% de los casos [24] .
Los antibióticos postoperatorios son muy cuestiona- En una serie de 330 panadizos (incluidas todas las
bles en la opinión de los autores de este artículo y, localizaciones), S. aureus representó el 55% de los casos,
como muchos otros [20] , no prescriben antibióticos en Staphylococcus epidermidis el 6%, Streptococcus el 12% y una
el postoperatorio en la mayoría de las infecciones sim- infección polimicrobiana el 25% [11] . En otro estudio del
ples. Después del drenaje, las infecciones estafilocócicas mismo hospital parisino, S. aureus representó el 54% de
se curan desde el primer apósito y los antibióticos pue- 454 panadizos, Streptococcus el 26%, Enterobacteriae el 6% y
den enmascarar un drenaje insuficiente o una evolución una afectación polimicrobiana el 21% [25] . Los pacientes se
desfavorable. Esta actitud es menos estricta en caso de infectan con sus propios gérmenes en general y el lavado
complicaciones y en pacientes inmunodeprimidos, aun- de manos sigue siendo una medida eficaz para prevenir
que no hay argumentos científicos formales. La primera infecciones.
curación se efectúa idealmente dentro de los 2 días y El estafilococo produce un pus espeso unos pocos días
luego, si la evolución es favorable, al menos una vez por después de la inoculación y la inflamación sigue siendo
semana. Una curación cada 2 días no parece aportar nin- principalmente local. Las infecciones que ocurren durante
gún beneficio. la inoculación en medio agrícola pueden estar relaciona-
La terapia de presión negativa puede ayudar con la cica- das con gérmenes grampositivos, gramnegativos e incluso
trización cuando la pérdida de piel es considerable, una anaerobios. Los consumidores de drogas con mayor fre-
vez que ha pasado el episodio infeccioso, pero es difícil de cuencia tienen gérmenes orofaríngeos, al igual que los
aplicar en los dedos. niños y las víctimas de mordedura humana. Las infeccio-
El tratamiento quirúrgico no siempre permite la nes por estreptococos (10% de los casos) a menudo causan
curación. De 418 pacientes, 62 (14,8%) desarrollaron celulitis y linfangitis extensa (10% de los casos) debido a
complicaciones (revisión quirúrgica, rigidez, amputación, la producción enzimática responsable de una extensión
etc., sobre todo en pacientes diabéticos) y 356 (85,2%) se tisular necrótica rápida. Los gérmenes gramnegativos y las
curaron [3] . bacterias anaerobias producen pus de olor desagradable.
Las infecciones por Pasteurella se observan precozmente
(menos de 24 horas) en caso de mordeduras de animales.
Contexto Las infecciones postoperatorias suelen estar causadas por
S. aureus [26] .
Los factores que promueven la aparición de una infec- Las infecciones polimicrobianas representan el 20-50%
ción (resistencia) son locales y generales. Los factores de las infecciones según las series, e incluso el 60-90% en
locales son la existencia de un traumatismo previo del algunas series prospectivas [27, 28] . Se ven más en las morde-
dedo (tejidos necróticos y mal vascularizados), la pre- duras humanas, en diabéticos y drogadictos, y son estos
sencia de un cuerpo extraño, trastornos circulatorios o pacientes quienes tienen la mayor tasa de complicacio-
linfedema, la existencia de eccema o psoriasis (reservo- nes [27] .
rios con bacterias y debilitamiento de la barrera cutánea). Actualmente, las infecciones por S. aureus a menudo
Los factores generales están relacionados con la inmuno- están relacionadas con gérmenes meti-R, con incidencias
depresión relacionada con la comorbilidad del paciente del 34-78% de las infecciones de la mano en publicacio-
(diabetes, insuficiencia renal, tumores malignos, tras- nes de Estados Unidos [29] . En Francia, la prevalencia de
plante, alcoholismo, desnutrición, insuficiencia vascular, S. aureus meti-R disminuyó en un 50% entre 2006 y 2012,
después de cirugía bariátrica, vejez) o son secundarios a un y no hay cifras disponibles para las infecciones de la mano.

EMC - Aparato locomotor 5


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

Figura 3. Panadizo periungueal. La delgadez del


revestimiento cutáneo hace que la abscedación sea
rápidamente visible (A, B).

A B

Si se decide la antibioticoterapia, la elección de los


antibióticos dependerá del germen y la gravedad de la
infección, del paciente y sus antecedentes, así como datos
epidemiológicos infecciosos de la ubicación. Una opinión
colectiva consensuada es una excelente idea.
Es clásico administrar antibióticos por vía intravenosa
para infecciones de las vainas tendinosas e infecciones
óseas, pero no hay argumentos formales para esto, sólo
costumbres. Las infecciones de tejidos blandos pueden
tratarse por vía oral y la duración teórica del tratamiento
es de 14-21 días.
Los estadounidenses recomiendan una combinación
de trimetoprima- sulfametoxazol con rifampicina como
tratamiento de primera línea, con una transición a cefa-
lexina o amoxicilina si el estafilococo es sensible. En
Francia, se prescribe más bien la asociación amoxici-
Figura 4. Evacuación sin anestesia de un panadizo periun-
lina/ácido clavulánico sola como tratamiento de primera
gueal deslizando una hoja de bisturí debajo del pliegue. Por
línea. Si se sospecha infección por Staphylococcus meti-R,
supuesto, debe lavarse bien.
la trimetoprima-sulfametoxazol es eficaz y de bajo coste.
También se puede usar clindamicina. La vancomicina
puede usarse por vía intravenosa en pacientes hospitali- vés de heridas, pero también en cuidados de manicuras o
zados. en pacientes que se muerden las uñas o se arrancan los
Las infecciones por mordedura humana plantean pro- helomas (uñeros). Los gérmenes causales más comunes
blemas difíciles. En la boca humana se han aislado son S. aureus, seguidos de estreptococos piógenos, Pseudo-
más de 40 tipos de bacterias y hasta 190 en pacientes monas y Proteus.
con gingivitis o periodontitis. S. aureus y estreptococos Los signos clínicos comienzan con dolor y enrojeci-
alfa hemolíticos son los más frecuentemente encon- miento junto a un pliegue lateral. El tratamiento médico
trados, seguidos de Eikenella corrodens, que representa es posible.
aproximadamente un tercio de las bacterias demostra- En la etapa de abscedación, el dolor impide dormir,
das. La particularidad de esta bacteria gramnegativa y el pus, a menudo visible, se expande alrededor de la
es ser sensible a la penicilina y la ampicilina, pero uña, incluso debajo de la lámina ungueal (Fig. 3). El trata-
resistente a oxacilina, meticilina, nafcilina y clindami- miento sólo puede ser quirúrgico. Dado que el pliegue es
cina [30] . relativamente poco sensible, cuando el absceso es limi-
Las mordeduras de perros rara vez se infectan (2-20%), tado es posible deslizar una hoja de bisturí debajo del
pero las de gatos lo hacen con frecuencia (40-80%). Se pliegue y, sin anestesia, vaciar el pus y lavar de forma
trata de Pasteurella multocida en el 80% de las mordeduras abundante [29, 32] (Fig. 4). Si no, la técnica utilizada es la
de gato y casi el 60% de las mordeduras de perro. La par- extirpación del pliegue adyacente a la colección, pero deja
ticularidad de Pasteurella es dar signos muy tempranos de en aproximadamente el 25% de los casos una distrofia
infección (< 24 horas). Las mordeduras de animales en la ungueal significativa durante la cicatrización. Los anglo-
mano no deben suturarse y se deben recetar antibióticos sajones proponen incisiones de los pliegues según Kanavel
(a diferencia de la cara) [31] . Muy a menudo, amoxicilina y colocan una interfaz para dejar abierto el pliegue y dre-
3 × 1.000 mg/día; alternativa: doxiciclina 200 mg/día en nar. La ablación de la uña puede ser necesaria si el pus
una sola toma, durante 5-7 días. pasa por debajo [32] .
En los niños pequeños hay que ser cautelosos con la
vulnerabilidad de la matriz, que puede destruirse rápida-
 Infección de los dedos mente.
Los autores de este artículo no usan antibióticos
Bajo el término «panadizo», es habitual diferenciarlos postoperatorios en estas infecciones, pero es una reco-
según su localización. mendación clásica de las publicaciones [29, 32, 33] .

Panadizo periungueal Panadizo pulpar


Es la infección más común de los dedos (casi el 50% Entre las infecciones distales de los dedos, la localiza-
de las infecciones de los dedos) y se produce por una ción pulpar representó el 6,4% de 420 infecciones del
penetración bacteriana debajo del pliegue ungueal a tra- miembro superior [34] . Parece disminuir en frecuencia, ya

6 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

tratamiento médico al 10% de sus casos. El riesgo es ate-


nuar la presentación clínica y hacer creer al paciente que
está mejor. El 16% de los pacientes de Lowden se presen-
taron tarde o fueron tratados de manera imperfecta [15] .
Un tercio de los pacientes de los autores del artículo
había recibido antibióticos. En su serie, los pacientes que
tuvieron recidiva después del tratamiento habían reci-
bido antibióticos con mayor frecuencia (80% frente al
21% para aquéllos sin tratamiento antibiótico previo),
sus muestras fueron más a menudo negativas (lo que
no permite instaurar con certeza un tratamiento antibió-
tico adaptado en postoperatorio si es necesario). Desde el
punto de vista médico-legal, es una pérdida de oportuni-
dad.
Figura 5. Apariencia típica de un panadizo pulpar con un El pus se concentra en el centro del pulpejo (almoha-
pulpejo muy hinchado, pero el edema no supera el pliegue inter- dilla grasa, fat pad de los anglosajones), que es el punto
falángico distal. de menor resistencia porque en este lugar las bandas colá-
genas son menos numerosas [36, 37] . La idea de un pulpejo
compartimentado por tabiques fue introducida por Kana-
que los panadizos pulpares representaban el 16,2% de vel en 1912, pero no es precisa. El pulpejo es ciertamente
una serie de 2.700 infecciones de la mano en 1951 [15] un elemento cerrado, pero no hay divisiones, sino sólo
y el 12% de 330 infecciones de los dedos en la década de tabiques fibrosos que forman un entramado complejo que
1980 [11] . La mitad eran varones con un promedio de edad fija la piel a la falange, a la manera de un «paracaidista
de 44 años y la otra mitad mujeres con un promedio de unido a su paracaídas» [38] . Se crean múltiples comparti-
edad de 53 años. mentos intersticiales que contienen glándulas sudoríparas
El panadizo pulpar sigue a una inoculación directa por y grasa. Aunque el pus se puede extender por todo el pul-
picaduras de plantas, fragmentos de vidrio, abrasiones pejo, está sobre todo en su parte distal, y la idea de colapsar
y pequeñas heridas que son la causa principal [6] , pero los tabiques es, por un lado, inapropiada porque no agrega
la puerta de entrada es desconocida en el 25% de los nada al drenaje quirúrgico y, por otro lado, corre el riesgo
casos [35] . Algunos panadizos son iatrogénicos y a veces se de crear una inestabilidad del pulpejo que habrá perdido
los denomina panadizos por pinchazo del dedo, en rela- su fijación [5, 37, 38] .
ción con las punciones del pulpejo realizadas para medir Según lo propuesto por Kanavel, muchos autores,
la glucemia en los diabéticos. incluso en publicaciones recientes, recomiendan una inci-
Según las series, los más afectados son los dedos pulgar sión en J (palo de hockey), algunos incluso proponen
e índice o el dedo medio [35, 36] . El diagnóstico se basa en el incisiones en «boca de tiburón» o cruzando de un lado
antecedente de traumatismo penetrante, seguido rápida- a otro del pulpejo con colapso de los tabiques y, a veces,
mente por dolor pulpar. Se siente que este dolor es mayor colocación de un drenaje. En estos artículos, el argu-
que en el panadizo periungueal y se acompaña de una mento para estas incisiones laterales es que una incisión
tumefacción del pulpejo que no supera el pliegue interfa- directa puede causar la abertura y la inoculación de la
lángico distal (excepto complicaciones) [23, 36] (Fig. 5). La vaina y la sección de las anastomosis arteriales o nervio-
pérdida de la elasticidad del pulpejo indica una colección sas. Según los autores de este artículo, todo esto puede
bajo tensión [6, 11] . El pus no siempre es visible, y la tensión resultar incorrecto o incluso peligroso. El trabajo anató-
del tejido asociada con el dolor que impide dormir basta mico mostró que había tabiques para colapsar. Cuando la
para establecer el diagnóstico. infección es central, que a menudo es el caso, el absceso
La recuperación espontánea de cierta flexibilidad del predomina en el centro del pulpejo, y una incisión directa
pulpejo señala la destrucción de la falange [4] . permite drenarlo sin dañar los tejidos menos enfermos en
La causa más común de complicación actualmente es los lados. Por último, si el cirujano es lo suficientemente
una abscedación atenuada por la prescripción de anti- torpe como para cortar todo con una incisión en el pul-
bióticos (un tercio de los casos de los autores de este pejo, será igual de peligroso con las incisiones laterales que
artículo). Los signos clínicos son moderados, el dolor es toman la mitad o incluso todo el pulpejo. Sin embargo,
aceptable para los pacientes, el pulpejo se vuelve infil- este debate es tan antiguo como las publicaciones sobre el
trado y duro, pero la infección progresa. Esto conduce a tema desde Pilcher, Bolton y Lowden [4, 14, 15] , quienes con-
una osteítis o incluso a la diseminación de la infección sideraron que las incisiones en J eran peligrosas y preferían
a la vaina de los flexores o a la articulación. En la serie una incisión directa. Kilgore hizo hincapié en la necesidad
de Lowden, 72 de 438 pacientes (16%) tenían una osteí- de una incisión directa y longitudinal en lugar de una inci-
tis y fueron los pacientes que consultaron tardíamente sión lateral o transversal [37] . Al igual que otros [11, 36] , los
los que estaban en mayor riesgo [15] . En la experiencia autores de este artículo prefieren incisiones directas en el
de los autores de este artículo, los pacientes que consul- área más tensa.
taron tarde (plazo promedio de 9 días con extremos de En cambio, una incisión simple no es suficiente. Es
2-30 días) fueron aquéllos que habían recibido antibió- importante extirpar los tejidos desvitalizados subyacen-
ticos, a veces asociados a AINE. Cuatro pacientes (8%) tes porque acelera la cicatrización, proporciona oxígeno,
presentaron osteítis o necrosis pulpar en la primera con- que es el elemento más bactericida que existe, y sólo deja
sulta y tres fueron amputados, entre ellos un joven de tejido sano. La piel está tan tensa que los nervios y las arte-
20 años de dos dedos. rias están alejados de la hoja del bisturí. Por último, hay
S. aureus es responsable del 80% de los panadizos del que mantenerse a 3-5 mm del pliegue distal para evitar la
pulpejo, lo que también se verifica en la serie de los autores abertura de la vaina.
de este artículo [29, 35] . En Estados Unidos, las infecciones No hay que drenar porque el drenaje no es más que un
por S. aureus meti-R serían más frecuentes en los pana- cuerpo extraño que queda en un tejido infectado. El 40%
dizos del pulpejo que en las otras localizaciones de la de los pacientes reintervenidos en la serie de los autores
mano. de este artículo tenían un drenaje [35] .
En la serie de Lowden, sólo los pacientes que se A la menor duda, es necesario legrar la falange y, en caso
presentaron en los primeros 4 días después de la inocu- de osteítis comprobada, eliminar todo el hueso patológico
lación (18% de los casos) pudieron recibir tratamiento (todo lo que se arrastra con una cureta manipulada con
médico [15] . Los autores de este artículo pudieron prescribir firmeza sin arrancar).

EMC - Aparato locomotor 7


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

En las infecciones del dorso de la mano, la ausencia de


límite de estos espacios explica que las infecciones a este
nivel sean responsables de un edema global, difuso, con
mucha frecuencia sin zona de colección visible o palpa-
ble. El pus puede estar ausente, pero el desprendimiento
peroperatorio de tejido es a menudo impresionante. El
diagnóstico diferencial con la celulitis suele ser difícil y la
ecografía puede ser útil.
El drenaje quirúrgico consiste en extirpar una posi-
ble puerta de entrada. Si es necesario ampliar, es mejor
hacer dos incisiones, una en el borde radial del índice y
otra en el borde cubital del quinto metacarpiano para no
exponer los tendones. El lavado debe ser particularmente
Figura 6. Aspecto típico de un panadizo antracoide, centrado abundante. Los autores de este artículo desaconsejan fuer-
en un pelo, de ahí su localización habitual en el dorso de la temente la colocación de un drenaje.
primera falange. Las infecciones de los espacios comisurales están limi-
tadas por delante por el ligamento palmar interdigital
Panadizo de la cara anterior o lateral de proximalmente y el ligamento natatorio distal y late-
los dedos (6% de los casos) ralmente, pero no hay fijación cutánea por detrás. Esto
explica que las infecciones cuya puerta de entrada es
Este absceso del dedo se encuentra en un área lo sufi- con mayor frecuencia palmar (fisura cutánea, callo por
cientemente gruesa como para que a menudo sea difícil fricción, etc.) produzcan un edema dorsal significativo
saber hasta dónde llega la infección. Tan pronto como asociado con la diseminación del pus en un área menos
llega en profundidad puede extenderse, ya sea a lo largo compartimentada. Los anglosajones hablan de aspecto
de los pedículos con difusión del edema y dolor o bien en en «mancorna» (collar-button infection). La presencia de
la vaina, produciendo a veces cuadros dudosos de flemón pus en la comisura es responsable de la abducción de los
de ésta. Durante la escisión siempre hay que verificar la dedos, signo clínico muy importante, que permite dife-
integridad de la vaina. También hay que tener cuidado, renciar estas infecciones de las del dorso de la mano que
en una grasa a menudo inflamatoria y difícil de disecar, no van acompañadas de abducción de los dedos (Fig. 1).
para no dañar el pedículo vasculonervioso. El tratamiento se basa en los mismos principios, pero para
drenar con eficacia aquí se necesitan dos incisiones, una
Panadizo del dorso de la primera anterior y otra posterior. Ninguna incisión debe cruzar el
falange (antracoide, 4% de los casos) borde libre de la comisura debido al riesgo de una retrac-
ción cicatricial (Fig. 8).
Es un panadizo superficial y localizado, centrado en un
pelo (Fig. 6). Dado que el tendón extensor está protegido
durante mucho tiempo, rara vez produce complicaciones. Espacios profundos
En la mano se describen tres espacios: el espacio tenar,
Panadizo flictenular el espacio mediopalmar y el espacio hipotenar. Un espacio
une el antebrazo y la mano (espacio de Parona) [6, 9, 41–43] .
Es una ampolla infectada que a menudo despega de Se agregan las cinco vainas digitales o digitocarpianas que
forma amplia todos los tejidos de la cara dorsal de los rodean los tendones flexores (cf infra) (Fig. 9).
dedos (Fig. 7). La extirpación de la flictena, sin dolor, Las infecciones en el espacio profundo son secundarias
basta para curar al paciente y se puede efectuar fuera del a heridas penetrantes o la diseminación de una infec-
quirófano. ción, en particular durante la ruptura de la vaina en los
flemones de los flexores [9, 40] , muy rara vez de origen
Panadizo del dorso de la segunda hematógeno.
falange El conocimiento de la anatomía es esencial para mane-
jar adecuadamente estas lesiones y todos los trabajos se
Más infrecuente (9% de los casos), es potencialmente refieren a la publicación original de Kanavel en 1906,
grave porque la infección subcutánea se difunde con rapi- quien estudió la difusión del yeso de París mezclado con
dez al desprender la piel en un área grande y puede glicerina y diluido con agua en 48 manos [44] .
conducir a una necrosis impresionante. El riesgo es alcan-
zar el tendón extensor y la articulación interfalángica. Espacio tenar
La mayoría de las infecciones involucran el espacio
tenar [6] . Situado en el borde radial de la mano, está limi-
 Infección de los espacios tado proximalmente por la base de la mano y distalmente
por la fascia transversa a unos 2 cm de las comisuras. Su
celulares de la mano límite posterior es el músculo aductor del pulgar y por
delante los flexores del índice y la aponeurosis palmar.
En una serie de 1998 representaban el 5-15% de las
El límite externo es la confluencia de la aponeurosis del
infecciones de la mano [6] y pasaron al 77% de los casos en
aductor del pulgar y de la aponeurosis sobre la primera
una revisión de 2014 [39] . El conocimiento de la anatomía
falange del pulgar. El límite interno es el que conduce
es esencial porque permite saber adónde se propagará la
a la discusión. Kanavel [44] , luego Beye [43] y Flynn [10]
infección y dónde se harán las incisiones [40] . En la mano
han descrito una membrana «hermética» que parte del
se describen varios espacios anatómicos, que son profun-
tercer metacarpiano en profundidad, a nivel de la inser-
dos y bien delimitado, o superficiales y mal limitados.
ción del aductor del pulgar, y termina por dentro del
flexor del índice, separando el espacio tenar del espacio
Espacios superficiales mediopalmar, denominado septo fascial oblicuo o tabique
mediopalmar.
Existen dos en el dorso de la mano, uno supraaponeu- Los trabajos más recientes muestran que el espacio
rótico y otro subaponeurótico. Se asocian tres espacios mediopalmar es único en proximal, pero que distalmente,
interdigitales o comisurales. lugar de paso de los flexores y los lumbricales, está

8 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

Figura 7. Panadizo flictenular. La apa-


riencia es siempre impresionante con
esta ampolla llena de pus (A), pero cuya
extirpación se puede hacer fácilmente, a
veces sin anestesia (B).

A B

Figura 8. Los abscesos comisurales


siempre deben drenarse mediante dos
incisiones separadas, una dorsal (A) y otra
palmar (B), como en estos dos pacientes
con abscesos de la primera comisura.

A B

4
1

2 5

3
1 2 6
A B C

Figura 9.
9 A, B. Representación esquemática de los diversos espacios anatómicos en la mano, donde
7 se localizan los abscesos profundos. 1. Absceso tenar; 2. absceso del espacio mediopal-
4
8 mar.
6 3 C, D. Representación esquemática de las vainas digitales y digitocarpianas y su proximi-
dad anatómica con el espacio de Parona. 1 y 7. Vaina cubital en el túnel carpiano; 2.
cúbito; 3. pronador cuadrado; 4. vaina radial; 5. radio; 6. espacio de Parona; 8. flexor
2 5
cubital del carpo; 9. nervio mediano.

dividido en ocho compartimentos por tabiques. El del del aductor del pulgar, se extiende al dorso de la primera
borde cubital del índice corresponde al tabique medio- comisura. La limpieza requiere, al igual que en las otras
palmar pero no es hermético ni particular [42, 45] . comisuras, dos incisiones, una palmar en el eje del pliegue
Clínicamente, la primera comisura está hinchada y el de oposición del pulgar y otra dorsal a lo largo del primer
pulgar está en abducción palmar irreducible (Fig. 8A). metacarpiano. Es importante raspar en profundidad hasta
Cuando la infección se disemina más allá del borde distal el «tabique oblicuo».

EMC - Aparato locomotor 9


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

Espacio mediopalmar y el primer interóseo dorsal. Una infección del espacio


mediopalmar puede contaminar la vaina de los flexores
Este espacio profundo está ubicado detrás de los ten- delante de él. Por último, una infección tenar puede pene-
dones flexores y la bolsa cubital. Los límites proximales trar en el espacio mediopalmar y viceversa en las formas
y distales son idénticos a los del espacio tenar. El límite graves, extendiéndose a través de la mano, lo que puede
radial es el tabique oblicuo fascial, y el límite cubital, la conducir a un síndrome del túnel carpiano agudo [49] o
aponeurosis del espacio hipotenar. Una infección de este diseminarse en el espacio de Parona [50] debido a la necro-
espacio es difícil de diagnosticar. La mano está muy ede- sis tisular y la licuefacción de los tejidos infectados [44, 47] .
matosa, globalmente, y hay que pensar en ello cuando La difusión distal de la infección se efectúa por los lum-
la palma ha perdido su concavidad natural (Fig. 9). La bricales hacia las comisuras.
movilización de los dedos anular y medio también es muy El diagnóstico diferencial principal de las infecciones de
dolorosa [29] . la mano consiste en episodios relacionados con los depó-
La limpieza es difícil porque la mano está muy com- sitos de cristales (gota, condrocalcinosis o calcificaciones).
partimentada en este nivel. Hay que abrir ampliamente La terapia antibiótica postoperatoria es habitual. Según
para obtener una exposición suficiente y no causar lesio- la revisión de Turker, 2-3 días de antibióticos intravenosos
nes iatrogénicas de los pedículos, que son difíciles de ver seguidos de 7-10 días de antibióticos por vía oral serían
en estos tejidos inflamados. suficientes [39] . Otros autores han propuesto irrigaciones
continuas (100 ml/h durante 1-2 días). También se reco-
Espacio hipotenar mienda una revisión quirúrgica en caso de no mejoría
Raramente está infectado. Éste es un espacio potencial significativa [6] .
entre la fascia de la eminencia hipotenar y los múscu-
los hipotenares. Su límite radial está constituido por el Flemón de las vainas
tabique que conecta la aponeurosis palmar media a la
diáfisis del quinto metacarpiano, y su piso, por el quinto También se atribuye a Kanavel la primera descripción,
metacarpiano y los músculos hipotenares. El techo y el en 1905, del flemón de las vainas de los tendones flexores
borde cubital están constituidos por la aponeurosis de de los dedos [51] . Ésta es una emergencia quirúrgica por-
la eminencia hipotenar. Como éste es un espacio muy que la infección, ubicada en el espacio sinovial entre la
cerrado, una de las características clínicas es que las infec- capa visceral epitendinosa y la capa parietal, causa disten-
ciones en este espacio no causan edema en el dorso de la sión por la presión y reduce tanto la vascularización del
mano [40, 46, 47] . tendón como su nutrición sinovial. Puede conducir a la
necrosis del tendón y a la destrucción de la capa sinovial
Espacio de Parona que permite el deslizamiento tendinoso. La condición de
hermeticidad de la vaina hace que la infección se extienda
Éste es un espacio que se extiende hasta el antebrazo, rápidamente a toda la vaina y, en las formas más avanza-
proximal al borde superior del retináculo de los flexores. das, rompa las barreras anatómicas para extenderse por
El techo está representado por los flexores cuyos cuerpos la mano, a las otras vainas de los flexores e incluso a la
musculares forman el límite superior del espacio. El fle- muñeca por el espacio de Parona [32] .
xor largo del pulgar por fuera y el flexor cubital del carpo
por dentro forman los límites laterales. El piso está cons- Anatomía de las vainas de los flexores
tituido por el pronador cuadrado en el tercio distal y la
membrana interósea en los dos tercios proximales. Este Hay clásicamente tres tipos de vainas: la vaina sinovial
espacio sirve como comunicación entre las vainas radial y común de los tendones flexores, que se extiende desde el
cubital en el túnel carpiano y con el espacio mediopalmar túnel carpiano hasta la palma de la mano, la vaina sinovial
más distalmente. del tendón flexor largo del pulgar y las vainas sinoviales
Las infecciones son infrecuentes. Son consecutivas a de los cuatro dedos largos. Cada vaina está constituida
una infección de la vaina radial (siete casos) o cubital por dos capas entre las que circulan los tendones. Estas dos
(dos casos) en la serie de Sharma, y siete pacientes tenían capas forman un tubo sinovial cerrado en ambos extremos
una compresión aguda del nervio mediano [48] . En esta a nivel de la interfalángica distal, mientras que proximal-
serie, un estreptococo betahemolítico estuvo involucrado mente el borde de la vaina está unos 15 mm antes de la
en más del 50% de los casos. articulación metacarpofalángica.
Para la limpieza de estas infecciones es necesario abrir La vaina del flexor largo del pulgar siempre se comunica
el túnel carpiano y la cara anterior del antebrazo en su con la vaina radial y, en consecuencia, el fondo de saco
tercio inferior. Una incisión «muy cubital» a lo largo del proximal de la vaina se proyecta a 3-4 cm por encima del
flexor cubital del carpo permite proporcionar una cober- pliegue distal de la muñeca.
tura cutánea a los flexores y el mediano al final de la La vaina del dedo meñique se describe clásicamente
intervención. como el equivalente de la vaina del pulgar pero, en la
Las infecciones de los espacios profundos de la mano práctica, existe una comunicación sólo en el 30% de los
son infrecuentes, pero fuente de graves secuelas cuando el casos [52] . En efecto, el trabajo de Phillips mostró que el
tratamiento es incorrecto [8, 39] , mientras que, por el con- 50% de las vainas se detenían frente al ligamento palmar
trario, un tratamiento temprano y adecuado deja pocas transverso (como los otros dedos largos) y que el 20% lo
secuelas [46] . hacían frente a la polea A1, mientras que en sólo el 30%
El organismo causal suele ser S. aureus en el 50-80% de de los casos se continuaron con la bolsa cubital del túnel
los casos [9, 40, 46, 47] , pero una revisión reciente de 94 casos carpiano. Como consecuencia, el flemón de la vaina del
muestra que S. aureus meti-R se ha vuelto predominante meñique, excepto en casos especiales, requiere una inci-
en Estados Unidos [39] . Varias publicaciones informan sión por arriba del pliegue metacarpofalángico.
infecciones con gérmenes atípicos (en particular Myco- Existe una comunicación entre la vaina cubital de los
bacterium tuberculosis u otras micobacterias) que no deben flexores en el túnel carpiano y la vaina del índice en el
ignorarse. 5,1% de los casos, del dedo medio en el 4,0% y del anular
Aunque el carácter «hermético» de los espacios des- en el 3,5%. Se han descrito otras variantes más infrecuen-
critos está sujeto a discusión, las infecciones profundas tes.
tienden a permanecer localizadas en el espacio contami- En el túnel carpiano, las vainas cubital y radial están
nado [10, 44] . En las formas avanzadas, sin embargo, una comunicadas en el 50-80% de los casos; de ahí la apari-
infección del espacio tenar puede extenderse hacia atrás ción de flemones móviles, sobre todo entre la vaina del
pasando alrededor del borde distal del aductor del pulgar meñique y la del pulgar [49] .

10 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

Flemones de las vainas de los dedos


La infección de la vaina se produce esencialmente por
inoculación directa, herida o mordedura. Los flemones
por difusión de un foco cercano son más infrecuentes,
pero se incluyen entre las complicaciones de los panadi-
zos. Sólo representan cinco de 115 casos de flemones de
los flexores de una serie quirúrgica [11] .
Se han descrito flemones por contaminación sanguínea
en infecciones gonocócicas [53] o en algunas infecciones
por micobacterias. Los flemones postoperatorios son una
de las complicaciones de la cirugía en la vaina o alrededor
de ésta.
El germen o gérmenes en cuestión dependen por
supuesto del mecanismo. Los organismos causales más
comunes serían S. aureus (50%), Streptococcus (15-20%),
Pasteurella (6%) y micobacterias (3%). Una asocia- Figura 10. Flemón de la vaina radial del pulgar. Aquí se obser-
ción bacteriana está presente en un tercio de los van tres incisiones: en el pliegue metacarpofalángico (la puerta
casos y la muestra sería negativa en el 15% de los de entrada) y las dos incisiones en los fondos de saco proximal y
casos [12, 53] . distal de la vaina, lo que permite el lavado de esta última.
Aunque ningún estudio ha validado su especificidad
y sensibilidad, los cuatro signos cardinales de Kanavel Su preferencia es entonces, ante la menor duda, un
siguen siendo la base del diagnóstico. A las 48-72 horas tratamiento quirúrgico que consiste, como siempre, en
de la infección, el paciente presenta un dedo en «gancho» extirpar los tejidos infectados y lavar para disminuir la
(posición de mayor ocupación de la vaina y menor ten- importancia del inóculo bacteriano. Por lo tanto, el pro-
sión), dolor en el trayecto de la vaina hasta el fondo de cedimiento siempre implica la escisión de la puerta de
saco superior (el signo más específico), aumentado por la entrada, si existe, y una incisión opuesta al fondo de saco
extensión pasiva del dedo (el signo más sensible). La tume- proximal y distal de la vaina. Dado que deben extirparse
facción global y simétrica del dedo (dedo en «salchicha») todos los tejidos inflamatorios o necróticos, las incisiones
es el cuarto signo, agregado de manera secundaria por de tipo Brunner son a veces necesarias para extenderse.
Kanavel, y también el más observado. Los cuatro signos Algunos proponen incisiones mediolaterales, que tienen
sólo estaban presentes en el 54% de los casos de flemo- la ventaja de exponer menos el tendón, pero también es
nes de una serie reciente [54] . La localización proximal del más reducida la exposición en general. La escisión de la
dolor, en el fondo de saco proximal de la vaina, depende vaina debe respetar, en la medida de lo posible, las poleas
del dedo afectado y de las variaciones anatómicas exis- anulares. Se toman varias muestras bacteriológicas y el
tentes (cf supra). En los flemones postoperatorios, la falta lavado de la vaina con solución salina se realiza, ideal-
de hermeticidad de la vaina hace que los signos clínicos mente, de proximal a distal (Fig. 10).
sean menos evidentes y, en consecuencia, más difícil el No se debe considerar ninguna reparación en presen-
diagnóstico. cia de pus (si hay lesiones asociadas). Los autores de este
La búsqueda de signos de extensión (linfangitis, adeno- artículo no suturan en este caso o, a lo sumo, pasan un
patías) es de rutina. punto de sutura simple en cada extremo de la incisión
Las pruebas de laboratorio tienen un interés limitado. para aproximar los bordes.
El aumento de VSG, CRP o leucocitos, asociado con un Los autores de este artículo usan la clasificación de
cuadro clínico orientador, es 100% específico de una infec- Michon [55] , modificada por Sokolow [56] , para adaptar el
ción de la vaina [12] . En cambio, la baja sensibilidad de procedimiento.
estas pruebas (leucocitos 39%, VSG 41% y CRP 76%) hace • Estadio 1: es una seritis exudativa que distiende la
que los marcadores biológicos puedan ser negativos en un vaina; el líquido es claro o turbio y la sinovial está
auténtico flemón y, por tanto, su negatividad no permite simplemente hiperémica. Se lava de proximal a distal
descartar el diagnóstico. y todas las incisiones se dejan abiertas. Algunos auto-
En caso de duda diagnóstica, las pruebas comple- res han propuesto irrigaciones continuas con bomba.
mentarias pueden ser útiles pero no deben retrasar un Aparte de que ningún estudio ha demostrado la supe-
tratamiento quirúrgico, lo que significa que rara vez se rioridad de esta técnica, es costosa, en personal y
usan. Una radiografía anteroposterior (AP) de la mano material, y lo más frecuente es «empapar» la cama del
o AP y lateral del dedo sigue siendo esencial para bus- paciente [57] . Además, a menudo es difícil la propuesta
car un cuerpo extraño radiopaco o argumentos para una estadounidense de deslizar un catéter a lo largo del
osteoartritis asociada. dedo, y abrir para colocar un catéter parece excesivo.
La ecografía puede mostrar un derrame peritendinoso • Estadio 2a: el líquido es turbio o purulento y la sinovial
hipoecoico, sin expresión Doppler; un engrosamiento de tiene un aspecto subnormal o congestivo y granu-
la vaina sinovial, hipoecoica e hiperémica en el Doppler lomatoso en algunas zonas patológicas limitadas; la
color en fase aguda; una lesión intratendinosa, con pér- sinovectomía completa no se justifica y puede limitarse
dida del carácter fibrilar del tendón normal y aumento en a las zonas patológicas; el tendón está intacto.
el diámetro tendinoso de más del 25% relacionado con • Estadio 2b: la vaina sinovial es patológica (turgente,
un efecto isquémico de la hiperpresión en la vaina y con hipertrófica, «poso de vino») en todo el conducto digi-
la interrupción del flujo arterial y venoso y, por supuesto, tal; el tejido subcutáneo también puede estar infiltrado
la presencia de un cuerpo extraño. La RM no se usa de y presentar áreas sépticas. En estos casos, está justifi-
manera habitual. En las formas atenuadas o cuando existe cado realizar una sinovectomía completa respetando al
una duda diagnóstica, es factible una punción del derrame máximo las poleas anulares (Fig. 11).
de la vaina bajo control ecográfico. • Estadio 3: necrosis más o menos extensa de los ten-
El tratamiento médico (antibioticoterapia probabilista) dones. Todos los tejidos patológicos, incluidos los
puede concebirse sólo en la etapa inflamatoria antes de tendones, se extirpan (Fig. 12).
cualquier colección. Dadas las dificultades para confirmar En el postoperatorio, la antibioticoterapia a menudo
una colección en los flemones, los autores de este artí- está justificada, al menos en los estadios 2 y 3. La hos-
culo no lo recomiendan, pero este tratamiento se propone pitalización del paciente para comenzar esta terapia con
regularmente. antibióticos es posible.

EMC - Aparato locomotor 11


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

“ Punto importante
El flemón de las vainas es una urgencia qui-
rúrgica
• El diagnóstico es clínico: antecedente de pin-
chazo séptico; signo de Kanavel (el dolor en el
fondo de saco es muy orientador).
• Sin pruebas complementarias de imagen o de
laboratorio.
• El tratamiento quirúrgico depende del aspecto
Figura 11. Sinovitis séptica extendida que conduce a una sino- peroperatorio de la vaina. Asocia:
vectomía ampliada (estadio 2B de Sokolow).
– muestras bacteriológicas;
– lavado abundante desde el fondo de saco pro-
ximal hasta el pliegue interfalángico distal;
– sinovectomía ampliada de acuerdo con la gra-
vedad de la infección.
• La antibioticoterapia se adaptará a los resultados
de las muestras.

hiposeñal T2 o «granos de arroz» idénticos a los descritos


en las sinovitis inflamatorias. El engrosamiento sinovial
tiene una señal intermedia o baja en T2 y se realza fuer-
temente después de la inyección de medio de contraste.
Por último, se destaca la frecuencia de erosiones óseas u
Figura 12. Gran flemón del dedo meñique que sube por el
osteomielitis asociada.
antebrazo a través del espacio de Parona, con afectación ósea
que conduce a la amputación del dedo.
Sinovitis por espinas
Los resultados funcionales dependen sobre todo del Después de una picadura de animal o de planta, tienen
diagnóstico precoz. Están inversamente correlacionados una evolución particular.
con la edad de los pacientes (> 43 años) y una infec-
ción polimicrobiana, comorbilidad (diabetes, isquemia e Sinovitis por picaduras de erizo de mar
insuficiencia renal sobre todo). La existencia de isquemia Son las más frecuentes. Hay alrededor de 600 especies
digital o difusión de pus en los tejidos subcutáneos son de erizo de mar, de las cuales 80 son tóxicas para el ser
factores de mal pronóstico [54, 58] . Pacientes cuyos dedos no humano. La espina del erizo de mar está hecha de car-
tenían pus en los tejidos subcutáneos ni isquemia tuvie- bonato de calcio cubierto con un epitelio pigmentado,
ron una movilidad del 80% de la movilidad activa total que en sí mismo no es tóxico, pero puede contener diver-
(TAM) sin amputación; los que tenían pus en los tejidos sas sustancias como histamina, serotonina, glucósidos,
blandos sin isquemia tuvieron una movilidad del 72% y esteroides, sustancias colinérgicas o similares a la bradici-
una tasa de amputación del 8%, y los que tenían pus e nina [60] . Aparte del dolor, la sensación de ardor, el edema
isquemia tuvieron una movilidad promedio del 49% y y la inflamación en el lugar de la picadura, las espinas del
una tasa de amputación del 59% [58] . En otra serie, los erizo de mar pueden causar granulomas, artritis, sinovi-
pacientes con diabetes, infección por mordedura humana tis, incluso un neuroma dependiendo de la ubicación de
o presentación tardía nunca tuvieron buenos resultados. la herida inicial después de un intervalo libre de 1 semana
En esta serie de 42 pacientes, el autor comunicó un 38% a 1 mes [61] . Los signos clínicos son los de una infección de
de buenos resultados (> 90% TAM), un 19% de regulares evolución subclínica, en general sin dolor, que contrasta
(45 < TAM < 90) y un 43% de malos [59] . con la clínica.
La evolución puede ser la fistulización de la piel o la
Flemón de los extensores destrucción ósea (Fig. 13). La radiografía revela en oca-
siones un manguito perióstico que engloba le epífisis
Es infrecuente y consecuencia de una inoculación y luego la diáfisis, formando un ribete calcificado fino
directa en casi todos los casos, prácticamente siempre en el que duplica el contorno normal del hueso. En formas
4.◦ compartimento. La propagación de la infección puede más avanzadas hay una lisis ósea real, sobre todo epifi-
causar una tumefacción bisacular porque el pus puede des- saria.
bordar en ambos lados del retináculo de los extensores. Las espinas deberían ser visibles en las radiografías, pero
La incisión debe ser longitudinal para poder ampliarla ninguna lo era en los cinco casos de la serie de Wada [62] .
en caso de necesidad. Lo ideal es no abrir el retináculo La ecografía parece tan eficaz como la RM y tiene mayor
de los extensores para evitar que los tendones extenso- disponibilidad.
res tomen la cuerda del arco en el postoperatorio, pero La reacción, al no ser infecciosa sino de origen inmuni-
entonces hay que asegurarse de haber extirpado toda la tario, explica la eficacia del tratamiento médico exclusivo
sinovitis. por infiltración de cortisona, que tiene un efecto espec-
tacular en unos días. La infiltración se puede utilizar en
Flemones por micobacterias todas las etapas de la evolución, incluso en caso de fis-
Las tenosinovitis infecciosas por micobacterias son tulización o artritis, y pueden repetirse hasta la curación,
infrecuentes, pero no excepcionales. Evolucionan de aun en caso de recidiva, en ocasiones tardía. La evolución
manera solapada y se presentan como una tenosinovitis espontánea hacia la curación o la estabilización ocurre en
crónica. El diagnóstico por imagen sigue siendo inespecí- 6-12 meses. Sin embargo, el carácter recidivante de la sino-
fico, pero hay algunos signos orientadores. En el derrame vitis a veces justifica una escisión amplia para reducir la
peritendinoso a menudo se observan múltiples focos en masa de tejido.

12 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

A B C
Figura 13. La sinovitis apareció 1 año después de una caída sobre erizos de mar. A pesar de la sinovectomía amplia (A), recidiva con
fistulización (B). En la resonancia magnética, aspecto de osteítis, tratada con infiltración de corticoides (C).

Sinovitis por picaduras de animales


Son producidas sobre todo por peces.
La picadura de salvariego es muy dolorosa por la ino-
culación de un veneno termolábil y se vuelve indolora
tan pronto como la herida es calentada por una llama.
Algunas espinas provocan una reacción simple por cuerpo
extraño y deben extraerse después de localización radio-
lógica.
Las infecciones por micobacterias atípicas (en particu-
lar Mycobacterium marinum) se exponen más adelante (cf
infra).
Sinovitis por picaduras de plantas
Son, cualquiera que sea la planta causal, responsables de
infecciones frecuentes que provienen del hecho de que la
inoculación es profunda por una puerta de entrada pun- Figura 14. Aspecto clínico de una osteoartritis interfalángica
tiforme. distal con fistulización.
La prevención del tétanos es sistemática. Las infec-
dente de traumatismo). De lo contrario, los estreptococos
ciones por Pasteurella también son posibles en caso de
betahemolíticos y S. aureus son los gérmenes más comu-
contaminación de las espinas por deyecciones animales.
nes.
Algunas plantas como las acacias pueden, por las sus-
Inicialmente, el derrame articular es primero exudativo
tancias que secretan, desencadenar una reacción tóxica
con una sinovial inflamatoria que se vuelve francamente
que provoca dolor, mientras que otras (ciruelo silvestre)
purulenta con exposición gradual del cartílago y, por
causan una reacción inmunitaria de aparición a veces tar-
último, lisis del hueso subcondral, permitiendo la propa-
día y sensible a la infiltración de corticoides. Además,
gación de la infección a las estructuras óseas subyacentes.
la espina rota en el dedo puede causar una reacción de
La articulación está enrojecida e hinchada de forma
cuerpo extraño, con sinovitis significativa que requiere
simétrica y es dolorosa a la movilización activa o pasiva
resección quirúrgica y sinovectomía local.
alrededor de la posición de reposo (en extensión para la
Por último, la picadura puede provocar una efracción
metacarpofalángica y flexión de 30◦ para las interfalángi-
articular con riesgo de artritis, a veces de evolución sola-
cas) (Fig. 14). Si se realiza una punción articular (lesiones
pada.
cerradas, en la práctica muy raras), no hay que olvidar
pedir la búsqueda de cristales, diagnóstico diferencial clá-
sico. En cambio, las pruebas de sangre (leucocitos, VSG y
 Osteoartritis CRP) tienen una especificidad muy baja y un valor predic-
tivo negativo muy bajo. Por lo tanto, no son útiles para
Infrecuentes (alrededor del 2% de las infecciones de la el diagnóstico [63] . La búsqueda del germen en examen
mano), las osteoartritis son urgencias quirúrgicas porque directo es habitual, pero la sensibilidad es baja (alrededor
la actividad lisosómica de las bacterias y la inflamación del 60%), así que hay que confiar en el resultado de los
local destruyen rápidamente el cartílago articular [32, 33] . cultivos.
En la mayoría de los casos se trata de una inoculación Los signos radiológicos son tardíos y durante la primera
directa, pero es posible una infección por continuidad. semana de evolución están limitados a un engrosamiento
En la articulación metacarpofalángica, hay que pensar en de los tejidos blandos periarticulares, sobre todo dorsa-
primer lugar en una lesión provocada por los dientes de les. Entre el sexto y el décimo día aparecen las bandas de
una persona durante un puñetazo. Esto causa lesión del desmineralización metafisarias. Luego viene la etapa de
tendón y el cartílago, a menudo del hueso, y los pacien- pinzamiento de la interlínea articular, mientras aparecen
tes suelen consultar tarde, en etapa de complicación. Las de forma gradual geodas en sacabocados sobre la inser-
infecciones hematógenas se pueden ver en niños (hay que ción de los ligamentos colaterales, zonas de secuestro e
pensar en Haemophilus influenzae en niños no vacunados incluso lisis epifisaria completa. Esta semiología radioló-
o en Neisseria gonorrhoeae en adultos jóvenes sin antece- gica es bipolar y alcanza las dos epífisis (Fig. 15).

EMC - Aparato locomotor 13


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

Figura 16. Osteítis de la última falange en un niño a continua-


ción de un panadizo tratado demasiado tarde.

vascularización de los tejidos blandos y la gravedad de la


contaminación. Aunque el hueso cortical es una buena
barrera para la infección, el hueso traumatizado se infecta
fácilmente. La osteítis puede estar relacionada con la ino-
culación directa, pero también con la isquemia falángica
Figura 15. Osteoartritis de la interfalángica distal, iatrogénica, relacionada con la presión de los tejidos infectados en
en el contexto de una osteosíntesis con clavos; destrucción de la las arterias nutricias [4] . La inflamación local aumenta la
última falange y osteítis de la falange intermedia. presión sobre los tejidos, induce un pH más bajo y una
menor tensión de oxígeno, que da como resultado la for-
mación de microtrombos de vasos intraóseos con necrosis
La vía de acceso incluye la puerta de entrada. En la
ósea que son «remansos de paz» para las bacterias por la
articulación es longitudinal, entre las fibras sagitales y
ausencia de vascularización. Cuando hay secuestro óseo,
el tendón extensor en la metacarpofalángica, y entre las
en ausencia de vascularización, éste es un reservorio para
bandeletas central y lateral en la interfalángica distal. Si
bacterias que son inaccesibles al tratamiento con antibió-
es necesario, un acceso lateral entre la placa palmar y el
ticos.
ligamento colateral accesorio permite el acceso a la parte
Los gérmenes encontrados con más frecuencia son
anterior de la articulación. Dado que la escisión de todos
S. aureus y Streptococcus. Bacterias gramnegativas, hon-
los tejidos infectados es, por definición, difícil (en particu-
gos y sobre todo una contaminación polimicrobiana que
lar, dificultad para alcanzar la cara anterior), el lavado debe
se encuentra en pacientes inmunodeprimidos o con vas-
ser prolongado. El tratamiento con antibióticos se puede
cularización precaria aumentan el riesgo de amputación
iniciar de inmediato o después del resultado del estudio
secundaria (39% en la serie de Reilly).
de las muestras. La asociación de antibioticoterapia intra-
La presencia de material ortopédico es un factor de
venosa durante menos de 1 semana con 2-3 semanas de
persistencia de la infección por la constitución por las
antibióticos orales ha demostrado ser suficiente en la artri-
bacterias de una biopelícula en la superficie, y su abla-
tis de la mano [64] . En la muñeca, el acceso directo puede
ción es (habitualmente) parte del tratamiento, incluso
reemplazarse por un lavado artroscópico en los estadios
si la estabilización del foco es también un factor de
precoces, antes del desarrollo de la tabicación intraarticu-
curación de la infección. Entonces puede ser un gen
lar.
menos virulento (S. epidermidis, Propionibacterium acnes,
Las mordeduras humanas constituyen un grupo parti-
etc.).
cular de pacientes porque a menudo el mecanismo de la
El diagnóstico es a menudo difícil. Los signos clínicos
lesión está oculto. El retraso en el tratamiento, un desbri-
iniciales son inespecíficos, con asociación de dolor, sen-
damiento inicial insuficiente y la sutura de la herida son
sibilidad localizada, enrojecimiento, edema y limitación
factores de gravedad. La tasa de amputación en pacientes
funcional. La fistulización se ve en una etapa avanzada. La
que consultan después de 8 días es de 18% [65] .
VSG y la CRP están aumentadas en el 50% de los pacien-
La artritis infecciosa de la muñeca es rara porque la arti-
tes y su determinación es útil sólo para evaluar la eficacia
culación es profunda. En una serie de 104 pacientes en
del tratamiento [67] . La radiografía muestra más a menudo
los que se sospechó artritis de la muñeca, el 42% tenía
osteólisis (70%) y engrosamiento de tejidos blandos. La
celulitis, el 15% un ataque de gota y sólo el 5% (de los
osteopenia (10%) u osteoesclerosis (10%), las aposiciones
cuales el 80% estaban inmunodeprimidos) tenía artritis
periósticas (10%) o la presencia de un secuestro (5%) son
infecciosa [66] .
más raras [68] . Sin embargo, estas imágenes no son visibles
antes de 1 semana [67, 68] .
La tomografía computarizada (TC), la RM o la gamma-
 Osteítis grafía son apenas mejores que la radiografía. La RM sería
el examen complementario de preferencia, en particular
La osteítis es una infección más bien rara en la mano. para buscar una extensión a los tejidos blandos y por su
Representa el 1-6% de los casos según las series y afecta buena sensibilidad para detectar un edema medular. La
a un solo hueso en el 70% de los casos [67] . La falange osteítis se presenta en hiperseñal T2 e hiposeñal T1 (la
distal es la localización más frecuente (38%), seguida por ausencia de hiposeñal T1 está a favor de un edema reac-
la primera falange y los metacarpianos [67, 68] . Las osteítis tivo solo) [69] . Su sensibilidad varía entre el 82-100% según
representan el 6% de las 700 infecciones de la mano en las series [69] .
la serie de Reilly y su origen era postraumático (el 57% de El tratamiento asocia un raspado completo durante el
los casos), postoperatorio, en particular osteosíntesis con cual se toman muestras de tejido, que son los únicos
clavo (15%), hematógeno (13%, sobre todo en niños) o elementos diagnósticos formales. La amputación sigue
el resultado de una infección de los tejidos blandos (9%) siendo una buena opción en las osteítis de la falange
(Fig. 16). Se ven favorecidas por la importancia de la des- distal. Si se considera la reconstrucción ósea, los autores

14 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

de este artículo prefieren la colocación de un espacia-


dor de cemento impregnado de antibiótico y combinado
con una estabilización por fijador externo. La cobertura
cutánea, cuando es necesaria, a menudo se realiza con
colgajos. Después se instaura un tratamiento con anti-
bióticos durante 2-6 semanas [67, 70, 71] . Deben preferirse
los antibióticos con buena penetración ósea y disponi-
bilidad oral (doxiciclina, fluoroquinolonas, linezolid y
rifampicina). Las dosis utilizadas son más altas que las
habitualmente recomendadas [67] . Finalmente, se prefiere
una asociación de antibióticos. La combinación de vanco-
micina (para gérmenes grampositivos) y cefalosporinas de
tercera o cuarta generación o una fluoroquinolona (para
gérmenes gramnegativos) asociada mientras se espera el
resultado de los cultivos es una opción frecuente. El tra- Figura 17. Falso panadizo de Osler, aquí en una forma más
tamiento antibiótico intravenoso suele preferirse durante seca relacionada con una embolia vascular.
los primeros días, pero se desconoce la duración mínima.
La revisión Cochrane de 2009 no encontró diferencias o rosados, siempre dolorosos, localizados en el pulpejo de
según el modo de administración [71] . La decisión debe los dedos de las manos y los pies y que son habitualmente
ser multidisciplinaria. de aparición fugaz (Fig. 17).
La osteítis de la mano a menudo se complica por rigidez,
deformación y pérdida de fuerza. Los pacientes a veces
sufren de intolerancia al frío y dolor crónico. Una fractura Enfermedad de Orf o ectima contagioso
patológica es posible. La amputación es la complicación
El panadizo de Orf es una infección viral ubicua (para-
más frecuente, sobre todo en pacientes que consultan
poxvirus) transmitida a los humanos por las vesículas
tarde (el 86% de amputación en pacientes vistos más
de la mucosa oral de las ovejas y las cabras (mordedu-
de 6 meses después) o con varios dedos afectados [68] .
ras, lameduras) que producen dermatitis pustulosa [76] . La
Los pacientes con diabetes o insuficiencia renal tuvieron
incubación dura 2-10 días. La lesión se presenta como
una tasa de amputación del 63-100% en una serie [72] .
una pápula indolora con una base inflamatoria de 1-3 cm
Se recuerda que la profilaxis con antibióticos no tiene
de diámetro que se localiza en áreas descubiertas (dorso
interés en fracturas abiertas de falanges distales en la pre-
de las manos y los dedos sobre todo). Las localizaciones
vención de la osteítis y que sólo es necesario desbridar y
múltiples son posibles. No hay fiebre, adenopatía ni dolor
lavar [73] .
local. Evoluciona en seis etapas, cada una de 1 semana [77] .
Toma una apariencia maculopapulosa en «diana» (cen-
tro rojo, rodeado por un anillo blanco y un halo rojo)
 Infecciones que no en la segunda semana de evolución. Después se presenta
deberían operarse como un nódulo rojo exudativo, que luego se seca, y más
adelante como una pústula que cicatriza en 4-6 semanas
Panadizo herpético mediante movilización y cicatrización, sin secuelas cica-
triciales. La presencia de gotas finas de líquido claro es un
El panadizo herpético es una enfermedad que cura sola, elemento de diagnóstico sólido, pero su posible sobrein-
pero puede infectarse en caso de cirugía intempestiva e fección puede confundir estas lesiones con un panadizo.
incluso conducir a una viremia que puede ser muy grave. El tratamiento es sintomático con la colocación de un
El virus del herpes simple (VHS) de tipo 1 o 2 puede infec- apósito protector.
tar las manos, ya sea por contaminación genital (VHS-2)
u oral (VHS-1), o en trabajadores expuestos a pacientes
infectados (dentistas en particular).  Otros diagnósticos
La lesión es sólo del dedo, con mayor frecuencia del
pulpejo, y está precedida por 72 horas de dolor intenso, diferenciales de una infección
como ardor seguido de edema, enrojecimiento y forma- de la mano o los dedos
ción de vesículas de líquido claro que son puramente
cutáneas. Quistes epidermoides
La enfermedad se cura sola, en 3 semanas, sin otro
tratamiento que analgésicos, reposo y elevación de la Tercer tumor óseo de la mano en frecuencia, sigue a un
mano. Los AINE están indicados, excepto en pacientes traumatismo con penetración de células queratinizadas
inmunodeprimidos, en los que se prescribe aciclovir para que producirán un quiste lleno de queratina (aspecto de
prevenir la viremia. Las vesículas se vacían, se fusionan y pasta de dientes). Afecta sobre todo a la última falange,
se ulceran antes de desaparecer. La enfermedad es con- más a menudo en varones de 30-40 años. En la mayo-
tagiosa durante las primeras 2 semanas y el paciente ría de los casos, es una masa indolora que crece y erosiona
debe usar apósitos para evitar que se disemine [74] . Se de forma gradual el hueso, pero a veces adopta un aspecto
ha descrito una recidiva menor en alrededor del 20% inflamatorio de seudoosteítis. Es la radiografía sistemática
de los pacientes [32] . El diagnóstico clínico puede con- en las infecciones lo que debe hacer considerar el diagnós-
firmarse con un frotis de Tzanck. El cultivo del virus tico mostrando una destrucción ósea, a veces espectacular,
también es posible. Las vesículas pueden abrirse para pero regular, con la presencia de un borde escleroso en
calmar el dolor (discutido), pero la cirugía está contrain- áreas no destruidas (Fig. 18).
dicada porque puede provocar viremia o sobreinfección
bacteriana [75] .
Tumores malignos
Excepto en casos especiales, no se revelan en una forma
Falso panadizo de Osler seudoinfecciosa. En cambio, las metástasis óseas en la
La enfermedad de Osler es una septicemia injertada mano, si bien son muy infrecuentes, pueden confundirse
en una enfermedad cardíaca preexistente. Puede provo- con una infección (seudopanadizo periungueal) en ausen-
car «falsos panadizos» de Osler, que son nódulos azulados cia de radiografía [78] (Fig. 19).

EMC - Aparato locomotor 15


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

Gota y condrocalcinosis a menudo asociada (50% de los casos) con una pato-
logía sistémica, en particular una enfermedad intestinal
En Europa, la prevalencia de la gota es del 3-6% en inflamatoria crónica (un tercio de los casos). Afecta a las
varones y del 1-2% en mujeres. Los depósitos de cris- mujeres un poco más que a los varones entre los 30-
tales de la gota o, sobre todo, de la condrocalcinosis 60 años y puede ocurrir en una herida. El diagnóstico es
pueden ser responsables de accesos inflamatorios articu- histológico y se basa en la biopsia de las lesiones. Las úlce-
lares o de las vainas digitales que pueden confundirse ras se localizan habitualmente en las piernas, pero se han
con una infección. La hiperuricemia se observa en sólo descrito raros casos en los dedos (en un diabético, después
el 50% de los pacientes. Deben considerarse otros factores de una herida cortante, en una paciente con enfermedad
de riesgo, como la deshidratación o el consumo de ali- de Crohn, etc.) [81] .
mentos ricos en purinas (alcoholes, carne roja, pescado,
etc.). El diagnóstico se basa en la presencia de cristales de
urato, birrefringentes, en forma de agujas en el líquido de
punción o, para la condrocalcinosis, la presencia de cal-
 Cuadros relacionados
cificaciones, sobre todo en el complejo fibrocartilaginoso
triangular (TFCC) o de artrosis escafotrapeciotrapezoidea
Infecciones bacterianas de la piel:
(ETT). Más raramente, los depósitos pueden dar la aparien- celulitis o dermohipodermitis
cia de un panadizo flictenular o una necrosis espontánea bacterianas
del pulpejo [79] . Los tofos pueden inflamarse y vaciarse,
revelando una pasta blanca que tiene la consistencia de la Tan frecuentes como los panadizos, las dermohipo-
pasta de dientes [80] . dermitis bacterianas (término preferido al de celulitis
traducido del inglés) son infecciones cutáneas sin colec-
ción que afectan la piel y los tejidos subcutáneos, a
Reabsorción de calcificaciones menudo relacionadas con una inoculación directa (herida
La reabsorción de una calcificación de apatita dentro por abrasión, corte superficial) de un estreptococo betahe-
de una vaina tendinosa probablemente cause una tenosi- molítico.
novitis altamente inflamatoria, dando un cuadro clínico Los pacientes presentan signos clásicos de infección
seudoinfeccioso. El cuadro es agudo, doloroso e inflama- local con dolor, edema caliente y molestia funcional. La
torio. La radiografía estándar muestra una calcificación linfangitis y las adenopatías son frecuentes.
nodular de apatita o calcificaciones fragmentadas y dis- Dado que los estreptococos son muy sensibles a los
persas que revelan la vaina del tendón. La evolución antibióticos, el tratamiento no es quirúrgico y combina
espontáneamente favorable en unos pocos días confirma descanso, elevación y tratamiento con penicilina. Las
aún más el diagnóstico (Fig. 20). celulitis de la mano, con mayor frecuencia que otras par-
tes del cuerpo, requiere terapia con antibióticos por vía
intravenosa [82] .
Otros diagnósticos diferenciales La presencia de vesículas que se unen para formar una
flictena purulenta puede indicar una infección por estafi-
El botriomicoma, el reumatismo inflamatorio, la pica- lococo que debe drenarse quirúrgicamente.
dura de la araña y las inyecciones a presión también son
posibles diagnósticos diferenciales.
El pioderma gangrenoso es una dermatosis inflama- Infecciones fúngicas
toria estéril responsable de una úlcera expansiva, muy
Se dividen en tres grupos según la profundidad de la
invasión. Las infecciones de la piel (tiña) están relacio-
nadas con organismos que metabolizan la queratina. En

Figura 18. Frente a un pulpejo inflamatorio, la radiografía


sistemática revela la presencia de este tumor, evidentemente
Figura 20. Paciente que presenta un cuadro clínico de flemón
benigno, que en la exploración quirúrgica resulta ser un quiste
incipiente de las vainas. La radiografía corrige el diagnóstico al
epidermoide.
mostrar una calcificación en proceso de reabsorción.

Figura 19. Esta paciente fue tra-


tada durante 1 mes por un «panadizo
crónico». De hecho, la radiografía revela
una metástasis de cáncer de mama
(muerte en 5 meses) (A, B).

A B

16 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

tomo) que puede causar ulceraciones que tardarán meses


en cicatrizar, dejando cicatrices antiestéticas. El trata-
miento se basa en amfotericina.

Caso particular de las onicomicosis


La paroniquia crónica, en los dedos, se ve más en las per-
sonas expuestas al agua (personal de limpieza, lavaplatos
de restaurantes, nadadores, personal médico). Está vincu-
lada a una infección por Candida albicans secundaria a la
desaparición de la cutícula [85] .
El eponiquio se vuelve redondeado e indurado, con epi-
Figura 21. Infección por tiña en ambas manos. sodios repetidos de inflamación y secreción. El repliegue
ungueal se separa de la tableta y es colonizado (afecta-
ción polimicrobiana o fúngica), lo que puede provocar
general, las infecciones subcutáneas están causadas por irregularidades o engrosamiento de la tableta. La primera
organismos poco virulentos y las infecciones profundas línea de tratamiento es preventiva y consiste en limitar la
por organismos que tienen dos etapas en su ciclo de vida exposición del paciente al agua e irritantes para permitir el
y entran como esporas [83, 84] . crecimiento de la cutícula (por ejemplo, ponerse guantes
Las «tiñas» son infecciones que ocurren principalmente de algodón debajo de los guantes de trabajo). Luego, en
en ambientes húmedos y se extienden en «anillo». Se una uña adelgazada por limado o con sustancias químicas,
encuentran sobre todo en las palmas de las manos (tinea se combinan pomadas antimicóticas (ciclopirox y otras,
manuum vinculada a Trichophyton mentagrophytes o Tri- 8% de curación si se usa sola) con un tratamiento oral
chophyton rubrum), en la piel lisa (tinea corporis) y en (terbinafina durante 6-12 semanas, lo que permite una
las uñas (onicomicosis, cf infra). La lesión asociada de curación en el 60% de los casos) [83] . El fracaso es bastante
los pies es frecuente. Se presentan como lesiones escamo- común y la intervención puede ser necesaria mediante la
sas pruriginosas, a veces con pequeñas vesículas (Fig. 21). marsupialización del eponiquio, a veces asociada con la
El tratamiento tópico con imidazol o tolnaftato suele ser extracción de la tableta si está deformada.
suficiente para la curación [75] . La técnica clásica es resecar una medialuna de 3-5 mm
La asociación entre tumefacción, fístulas múltiples de de ancho siguiendo la forma del pliegue (que se respeta) y
drenaje y aspecto de granuloma se denomina micetoma. dejar que cicatrice [86] . Bednar propuso resecar sólo la piel,
Es posible una asociación con afectación ósea y reac- dejando la grasa y el tejido subcutáneo en su lugar, pero
ción perióstica. Las esporotricosis (Sporothrix schenckii) son quitando la tableta ungueal. Después de la intervención,
infecciones que se pueden atrapar en los jardines porque los pacientes debían lavarse las manos con clorhexidina
S. schenckii es un hongo que se encuentra en los suelos, tres veces al día hasta la cicatrización y tomar antibióti-
en particular en descomposición, y en las espinas de las cos (cefalosporinas) durante 3-5 días. Con este protocolo,
rosas. Es la infección micótica más común en Estados Uni- obtuvieron 27 curaciones en 28 casos [87] . Baran propone
dos. Ocurre en forma de pápulas en el sitio de inoculación resecar la parte distal del pliegue en bloque en 3 mm.
y «metástasis» a lo largo de la cadena de drenaje linfá-
tico con evacuación de un líquido seropurulento (Fig. 22).
El diagnóstico se basa en la detección de la infección en Infecciones por micobacterias
las muestras. El tratamiento requiere itraconazol o yoduro
Son infrecuentes, pero es necesario pensar en ellas por-
de potasio durante 6-8 semanas. Las infecciones por Acti-
que las técnicas de cultivo son diferentes y no serán
nomycetes o Monosporium apiospermum son más difíciles de
realizadas sistemáticamente por el bacteriólogo en ausen-
tratar.
cia de información. Se encuentran sobre todo en pacientes
Las infecciones fúngicas profundas son infecciones
de países en vías de desarrollo [75] .
oportunistas que ocurren en pacientes inmunodeprimi-
dos y quedan fuera del alcance de este artículo, aunque
un procedimiento quirúrgico, a menudo radical (artrode- Tuberculosis de la muñeca y la mano
sis, amputación), sea con frecuencia necesario además de La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades
la terapia antifúngica. Pueden ser infecciones por Asper- infecciosas más difundidas en el mundo. En los países
gillus fumigatus, Cryptococcus neoformans, mucormicosis, occidentales hay un despertar de esta afección. A pesar
histoplasmosis, blastomicosis, coccidioidomicosis, etcé- de esta frecuencia, las localizaciones periféricas osteoarti-
tera [84] . culares son infrecuentes, entre las que los trastornos de la
mano y la muñeca siguen siendo excepcionales (el 2-4%
de la tuberculosis del aparato locomotor). Muy polimorfa,
Otras infecciones raras cada localización de la tuberculosis en la muñeca y en la
mano tiene sus propias manifestaciones clínicas, lo que
La gnatostomiasis es una infección asociada a un nema-
explica ciertos «vagabundeos» diagnósticos.
todo, Gnathostoma spinigerum, un parásito que puede
Su evolución lenta, particularmente bien tolerada por
tragarse al comer pescado crudo en el sudeste asiático.
ser poco sintomática (la fístula y la rigidez son tardías),
Las principales manifestaciones son viscerales, pero el
explica el retraso constante del diagnóstico.
parásito puede migrar y producir edema migratorio o
La forma habitual de propagación de las lesiones es
erupciones que progresan en la cara y las manos. La abla-
por diseminación hematógena. La presencia del bacilo de
ción de larvas y el tratamiento médico con albendazol son
Koch (BK) en un tejido da como resultado una reacción
necesarios.
inmunitaria específica que produce granulomas de células
La oncocercosis es una infección causada por Onchocerca
epitelioides y gigantocelulares con necrosis caseosa dentro
volvulus que es endémico en África. La transmisión es por de ellas.
mordedura de la mosca negra. El gusano se desarrollará En la mano predominan tres presentaciones: sinovitis,
y dará lugar a microfilarias que conducen a una intensa osteítis u osteoartritis y dactilitis o espina ventosa.
reacción inflamatoria, edema, prurito y despigmentación
de la piel (además de ceguera). Tenosinovitis
La leishmaniosis es una enfermedad causada por un Son las más frecuentes. Ya sean dorsales o palma-
parásito protozoario transmitido por un mosquito (flebó- res, están marcadas por un comienzo insidioso con

EMC - Aparato locomotor 17


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

Figura 22. Esporotricosis bastante


típica con lesión ungueal del dedo mayor
y múltiples lesiones de drenaje en el
dorso de la metacarpofalángica (A) y en
el antebrazo (B).

A B

endurecimiento de la muñeca o un dedo. Luego apa- y secuestro esponjoso. A veces, la afectación se mani-
rece una hinchazón fría, no muy dolorosa y bisacular a fiesta por una fractura patológica. Se observa sobre todo
nivel dorsal. En localización palmar, puede conducir al en niños.
síndrome del túnel carpiano o presentarse como un fle- Desde el punto de vista clínico, la tumefacción está ais-
món frío. Algunas veces el paciente consulta en la etapa lada durante un tiempo prolongado, hasta que aparece
de ruptura del tendón. una fístula más o menos productiva, cuyo aspecto clásico
La tenosinovitis puede existir de tres formas: es violáceo, poco inflamatorio, mientras que la movilidad
• una forma serofibrinosa, rara, que macroscópicamente articular siempre se conserva.
sugiere una sinovitis común; Otras formas clínicas
• una forma fungosa con una sinovial hipertrófica y
La tuberculosis aislada de los tejidos blandos es
congestiva que contiene cáseum, y en la histología, folí-
excepcional y se presenta como una tumefacción seudo-
culos con necrosis caseosa;
tumoral o un absceso flemonoso o frío del dorso de la
• una forma en «granos de arroz», donde los granos son
mano.
clásicamente más grandes que en la poliartritis o la sar-
También puede ser un panadizo crónico, una miositis
coidosis.
infecciosa antebraquial aislada o un lupus tuberculoso clá-
Osteoartritis tuberculosa de la muñeca sico, que es una lesión cutánea sugestiva de tuberculosis.
Puede ser aislada por afectación ósea primaria o, con Cualquiera que sea su localización, el diagnóstico de
mayor frecuencia, secundaria por contigüidad con una tuberculosis se basa en argumentos presuntivos que a
tenosinovitis. Causa una limitación progresiva de la movi- menudo son engañosos, como el contexto, la radiografía
lidad de la muñeca que permanece poco dolorosa, a de tórax (a menudo normal), la intradermorreacción (IDR)
menudo acompañada de una fistulización dorsal o lateral a la tuberculina (con sus falsos negativos) y la bacteriolo-
y un edema de los dedos por dificultad del retorno venoso gía, raramente positiva porque es una forma paucibacilar.
y linfático. De hecho, el diagnóstico de certeza de tuberculosis activa
La radiografía debe ser comparativa al principio y las se basa en la identificación de M. tuberculosis en la mues-
imágenes radiológicas evolucionan en cuatro etapas de tra tomada de una fístula o durante una intervención
gravedad creciente: en la mano. Sin embargo, el germen habitualmente se
• estadio 1: afectación sinovial o subcrondral, a veces con encuentra en pequeñas cantidades y es posible que no
una muesca ósea discreta; se encuentre incluso si el resultado del cultivo se espera
• estadio 2: geodas óseas con pinzamiento de la interlí- 4-6 semanas.
nea;
• estadio 3: clara destrucción articular; Micobacterias atípicas
• estadio 4: destrucción completa de las distintas inter-
Las infecciones de la mano son poco frecuentes. En
líneas de la muñeca y el carpo con posibilidad de
una revisión reciente se encontraron 241 infecciones por
destrucción radio o mediocarpiana. Es clásico que el
micobacterias no tuberculosas de la mano identificadas en
pinzamiento articular se inicie en el compartimento
38 artículos científicos. La edad promedio de los pacientes
radiocarpiano para pasar después al mediocarpiano.
fue de 58 años, y un tercio eran mujeres. Las cepas más
Progresivamente, las geodas se multiplican y los espa-
comunes fueron M. marinum (82% de los casos), seguido
cios articulares desaparecen en el seno de una pérdida
de Mycobacterium chelonae (13%) [88] .
de la nitidez radiológica debida a la intensa osteoporo-
El diagnóstico bacteriológico es bastante difícil y su
sis.
velocidad de crecimiento en cultivo es variable, de unos
Osteoartritis digital pocos días a algunas semanas, hasta 3 meses. Debe hacerse
Va acompañada de tumefacción articular poco dolo- en medios específicos y a menudo a temperaturas que le
rosa, a la que sigue el desarrollo de una fístula, a menudo son propias.
dorsal, sobre todo en los casos de afectación metacarpo- La expresión clínica más común en la mano toma la
falángica. El estudio radiológico muestra la destrucción forma de una lesión cutánea superficial con un aspecto
progresiva uni o bipolar de las epífisis con deformación y verrugoso o de un granuloma subcutáneo. La tenosino-
subluxación o incluso luxación. vitis es más infrecuente y a menudo evoluciona de forma
Clásicamente, la afectación metacarpofalángica pro- crónica, casi siempre sin ninguna noción de una puerta de
duce rigidez, mientras que la afectación interfalángica entrada o un antecedente particular. No se mejoran con
distal afecta poco a la movilidad. En la articulación inter- antiinflamatorios ni infiltraciones, y estas últimas incluso
falángica distal, la osteoartritis tuberculosa puede adoptar pueden tener un efecto agravante.
la forma de un panadizo crónico con artritis por contigüi- Infecciones por Mycobacterium marinum
dad.
Esta micobacteria es ubicua de agua dulce o salada, más
Osteítis tuberculosa usualmente caliente, y se encuentra en piscinas, acua-
La osteítis tuberculosa produce la clásica imagen radio- rios (peces exóticos) y peces y crustáceos costeros. Entre
lógica de «espina ventosa» en el metacarpo, sin reacción las infecciones de la mano, M. marinum representa sólo
perióstica. Sin embargo, también puede mostrar el aspecto 0,04-0,27/100.000 casos. Se encuentra en pacientes de 38-
de una osteomielitis con pérdida de la nitidez perióstica 45 años expuestos al agua, con casi siempre el antecedente

18 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

de al menos una abrasión cutánea [89] . Dado que la bac- Infecciones por mordedura
teria se desarrolla a 25-35 ◦ C, afecta preferentemente a
las partes más frías del cuerpo: el 74-95% de las lesiones Alrededor de un tercio de las infecciones de la mano
se localizan en el miembro superior, y el 36-59%, en los son secundarias a mordeduras, humanas o animales.
dedos [89, 90] . Las mordeduras de perro, las más comunes (alrededor
La presentación clínica puede ser orientadora en el caso del 80%), causan lesiones por aplastamiento, relacio-
de pacientes que han tenido una infección o inflamación nadas con la potencia de las mandíbulas, de hasta
nodular como resultado de una herida provocada por un 405 libras/pulgada2 (30 kg/cm2 ), pero pocas veces infec-
pez. Después de un período de incubación que varía de ciones. Las mordeduras de gato, puntiformes y profundas,
5 días a 1,5 años (casi siempre de 2 semanas a 2 meses), se infectan en el 30-40% de los casos, seis veces más a
aparece una lesión, la mayoría de las veces papulonodu- menudo que las mordeduras de perro en el estudio de
lar, indurada, en el punto de inoculación. Se considera Jaindl [92] .
que el 20-33% de los pacientes tienen una presentación Cabe señalar que el 41% de las personas mordidas por
de tipo esporotricosis con la difusión de lesiones nodula- un gato son o serán tratadas por depresión. Pasteurella mul-
res o ulceradas en un trayecto de drenaje linfático. Estas tocida, un bacilo gramnegativo, representa casi el 80% de
lesiones tienden a persistir y no cicatrizan de forma espon- las infecciones por mordedura de gato y el 40-60% de las
tánea. De lo contrario, se describen tres formas: el tipo I infecciones por mordedura de perro, pero cada morde-
es una lesión limitada verrugosa, el tipo II forma gránu- dura contiene un promedio de cinco gérmenes distintos.
los simples o múltiples con o sin ulceración y el tipo III Esta bacteria causa celulitis, linfangitis y abscesos pre-
corresponde a infecciones profundas (tenosinovitis, artri- coces [93] . En la mano, la profilaxis con antibióticos es
tis u osteítis). La sinovitis sería monodigital en alrededor necesaria para las mordeduras animales; los metaanálisis
del 75% de los casos y el índice se afectaría en un 50% [88] . han demostrado una disminución en el riesgo de infec-
Un marcado edema del dedo, sin reacción inflamatoria ción [30] . La amoxicilina/ácido clavulánico se prescribe con
clínica o biológica, debe hacer sospechar estas lesiones. mayor frecuencia, y una duración de 5-8 días parece sufi-
En la mayoría de los casos, dado que la lesión es ciente. En caso de alergia, se puede proponer doxiciclina
indolora, el diagnóstico se retrasa cuando los pacien- o trimetoprima-sulfametoxazol.
tes consultan en promedio 7,7 meses (1-36) después del El tratamiento quirúrgico consiste más en raspado y
accidente, y los médicos tardan 3,5 meses en hacer el diag- lavado para mordeduras de gato, mientras que un des-
nóstico [90] . Los diagnósticos inicialmente considerados bridamiento amplio es necesario en las mordeduras de
son en el 90% de los casos el dedo en resorte o un sín- perro. En una serie de 193 mordeduras de gato, el 30%
drome del túnel carpiano. Esto explica que el 23-54% de de los pacientes fueron hospitalizados durante 3,2 días y
los pacientes tengan infiltraciones antes de su diagnós- el 67% de los pacientes hospitalizados fueron operados, a
tico [88, 91] . La rigidez digital estaría presente en alrededor veces varias veces. Los factores de riesgo fueron el tabaco,
del 50% de los casos [88] . la inmunodepresión y una mordedura en el tendón o la
Una vez sospechado, el diagnóstico debe confirmarse articulación [94] .
por el examen bacteriológico, cuyo crecimiento en cultivo El médico debe consultar legalmente sobre el estado
a 30 ◦ C es bastante rápido (3 semanas), a lo que se deben de vacunación del animal porque la rabia es constante-
añadir otras 3 semanas para tener un antibiograma. Según mente mortal. Si el animal está correctamente vacunado,
las series, sólo el 3-55% de las muestras serían positivas. la prueba de esta vacunación debe ser auténtica y estar
La IDR a la tuberculina es con frecuencia positiva y no verificada. Si el animal está identificado y la prueba de la
hay un diagnóstico serológico específico confiable, pero vacunación del animal no puede llevarse a cabo, el animal
la reacción en cadena de la polimerasa se usa cada vez más debe confiarse a los servicios veterinarios para observación
porque, de manera rápida, permite el inicio precoz de un con la expedición de un certificado los días 1, 7 y 15. Si
tratamiento, que es un factor pronóstico importante. El el animal está sano y se mantiene saludable durante la
estudio patológico de las muestras es de gran valor cuando vigilancia, el paciente no debe vacunarse. De lo contra-
revela un granuloma linfoepitelioide, a veces gigantocelu- rio, es necesaria la vacunación del paciente. Esto puede
lar, posiblemente con necrosis no caseosa. Sin embargo, interrumpirse si el animal está sano después. Si el animal
sólo contiene un infiltrado inflamatorio inespecífico en está muerto, se debe hacer el tratamiento con la vacuna
un 40% de los casos. y la cabeza del animal debe ser estudiada por el Insti-
M. marinum casi siempre es resistente a la isonia- tuto Pasteur que, según los análisis, puede interrumpir
zida y con frecuencia a la estreptomicina. In vitro, es la vacunación en curso. Si no se encuentra el animal, la
sensible a rifampicina, etambutol, claritromicina, cotri- vacunación es necesaria.
moxazol, algunas tetraciclinas (doxiciclina y minociclina) Aparte, la linforreticulosis benigna de inoculación o
y algunas quinolonas (ciprofloxacino, levofloxacino y enfermedad por arañazo de gato es una infección benigna
moxifloxacino). Estos antibióticos deben tomarse durante que sana de forma espontánea y se debe a Rochalimaea
un período prolongado (6-12 meses) para prevenir la reac- (o Bartonella) henselae. Después de una incubación de
tivación. Dada su buena penetración ósea, la combinación 12 semanas, el paciente desarrolla una pústula o forún-
de claritromicina y etambutol es ampliamente utilizada, culo con enrojecimiento localizado en el sitio de la lesión
con la adición de rifampicina en los tipos III. La curación inicial y lesiones similares en el ganglio linfático que
se obtiene en más del 80% de los casos con tratamiento drena el área. Los criterios diagnósticos descritos por Hai-
médico. ner asocian: el antecedente de rasguño o mordedura, la
La limpieza quirúrgica a veces es necesaria en las formas presencia de adenopatía, la presencia de anticuerpos en
nodulares únicas, en las que puede permitir la curación, pruebas cutáneas, un granuloma necrótico y la presencia
y en caso de sinovitis o artritis, donde se autoriza la de un bacilo gramnegativo teñido con plata en la pun-
obtención de muestras para examen patológico y bacte- ción ganglionar. Los síntomas desaparecen en 15 días,
riológico diagnóstico al mismo tiempo que la limpieza pero el ganglio puede persistir durante semanas o incluso
de la lesión (lavado articular, sinovectomía). A menudo años.
se repite (entre 2-3,4 intervenciones en promedio) [88, 90] ; En cuanto a mordeduras de animales salvajes o de
con un seguimiento de 1,7 años, la curación se produjo en granja, es preciso distinguir las heridas con destrucción
el 76% de los pacientes [88] . Son factores de mal pronóstico tisular (caballo, cerdo, zorro, etc.), donde el principal
las infiltraciones (que retrasan la cicatrización cutánea y problema es el desbridamiento y la cobertura cutánea,
aumentan la necesidad de cirugía), el dolor persistente y de las heridas venenosas (reptil, escorpión, araña, etc.),
la necesidad de una revisión quirúrgica [90, 91] o la ausencia donde el problema es principalmente médico en relación
de antibioticoterapia [88] . con la toxicidad del veneno. Por último, algunas especies

EMC - Aparato locomotor 19


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

animales tienen riesgos bacteriológicos particulares, como


ratas (sodoku, leptospirosis) y garrapatas (enfermedad de
Lyme, fiebre botonosa, encefalitis).
Las mordeduras humanas plantean dos problemas adi-
cionales. Por un lado, los pacientes consultan tarde
porque el contexto de la mordedura suele ser particular
(juego sexual, pelea, etc.) y, por otro lado, la flora bucal
es muy rica y las infecciones polimicrobianas son frecuen-
tes. Los gérmenes encontrados son S. aureus, pero también
Streptococcus viridans y anaerobios (Bacteroides spp., Eike-
nella corrodens). Debe recordarse que las mordeduras
humanas pueden transmitir virus de inmunodeficiencia
humana (VIH), hepatitis B, tuberculosis, sífilis y actino-
micosis. Figura 23. Fascitis necrosante considerable con aspecto gri-
sáceo de la fascia (a pesar de una primera limpieza). El paciente
será amputado en el codo a pesar de varias reintervenciones.
Fascitis necrosante y otras infecciones
necrosantes
una crepitación significa la presencia de gas en los teji-
Las infecciones necrosantes forman un grupo particular dos, pero se encuentra sólo en el 17% de los pacientes [97] .
de infecciones en las que la dermis, el tejido subcutáneo, La extensión se realiza con un límite poco definido de
la fascia (nombre latino de la aponeurosis) o incluso el progresión inflamatoria y generalmente sin linfangitis ni
músculo presentarán una necrosis. La fascitis necrosante adenopatía debido a la trombosis vascular [95] . En algunos
es el subgrupo más conocido que asocia necrosis y trombo- pacientes, los signos están ausentes o son leves y es nece-
sis vascular, que afecta preferentemente a las aponeurosis sario pensar en trastornos hemodinámicos en un paciente
(fascia superficial) y los tejidos subcutáneos y, a veces, a cuyos signos infecciosos son discretos.
los músculos (se habla entonces de miositis infecciosa) en El estado general del paciente se degrada rápidamente
las formas más graves. Es una infección potencialmente con signos de shock y una acidosis más grave de lo que
mortal con alrededor de 500 casos nuevos cada año en sugeriría el aspecto clínico. Se han propuesto escalas bio-
Gran Bretaña, y probablemente menos de un caso por lógicas [97] que parecen interesantes pero que no han
100.000 habitantes en Francia [95] . El miembro superior sido probadas de forma prospectiva. Una CRP mayor de
se ve afectado en el 30% de los casos [96] . 150 mg/l parece ser el factor de gravedad más importante.
Estas infecciones afectan a los varones con mayor La simple evocación del diagnóstico requiere la inter-
frecuencia (66%) después de los 50 años (rango 5- vención quirúrgica que, sola, puede ser eficaz, incluso
88 años) [96] . La diabetes es el factor de riesgo más común, en caso de una alteración significativa del estado general
presente en el 70% de los pacientes en una revisión [97] . que no debe retrasar la limpieza quirúrgica. La ecogra-
Otros factores de riesgo son la obesidad, la hipertensión, fía, que se puede realizar a la cabecera del paciente y
la insuficiencia vascular, el alcoholismo, el tabaco, la insu- que muestra un engrosamiento de los tejidos subcutáneos
ficiencia hepática, la inmunodepresión y el consumo de con una capa líquida de más de 4 mm de espesor a lo
drogas por vía intravenosa. La prescripción de AINE tam- largo de la fascia, tiene una sensibilidad del 88,2%, una
bién se ha sospechado. En los niños, la varicela es una especificidad del 93,3%, un valor predictivo positivo del
causa clásica. Sin embargo, casi el 30% de los pacientes 83,3% y un valor predictivo negativo del 95,4% [99] . La
están sanos y sin factores de riesgo [95] . TC y la RM también proporcionan elementos, pero no
El germen penetra a través de una puerta de entrada que son muy útiles en el contexto de la urgencia absoluta que
puede ser mínima y a veces pueden ser simples contusio- estos pacientes representan. También se ha propuesto un
nes. La puerta de entrada no se encontraría en el 49-61% diagnóstico histológico (muestra obtenida bajo anestesia
de los pacientes [97, 98] . local) con lectura rápida (15 min) en las series publica-
Hay tres tipos de gérmenes. El tipo I es polimicrobiano das, con excelentes resultados en la supervivencia [99] . Por
con al menos un anaerobio asociado con un anaero- último, aunque discutido, el Finger Test es un elemento
bio facultativo, a menudo bacteroides y estreptococo del simple. Bajo anestesia local, se realiza una incisión de
grupo A. Éste es el grupo más común: representa el 70- 2 cm. La ausencia de sangrado y la presencia de líquido
90% de los casos [95] . En el tipo II, el estreptococo A a veces sucio («jugo de calcetín» o «líquido de lavado de platos»,
se asocia con S. aureus, pero no hay anaerobio. El último dishwater [agua de fregar] de los anglosajones) son muy
tipo está relacionado con la infección por Vibrio vulnificus, orientadoras, como la capacidad de despegar fácilmente
un bacilo gramnegativo que se encuentra en el agua, los la fascia del dedo.
moluscos y los peces de las regiones tropicales, sobre todo La reanimación debe confiarse a los reanimadores. Tan
en Asia. En un análisis de 451 casos, S. aureus fue el más pronto como se toman las muestras, y a veces sin esperar,
frecuente (19%) seguido de estreptococos del grupo A [96] . se establece una triple antibioticoterapia, siempre aso-
El estreptococo A parece ser más común en los últimos 20 ciando clindamicina debido a su capacidad para suprimir
años y puede provocar un shock tóxico grave. la producción de toxinas y modular la producción de
El diagnóstico sigue siendo difícil y se realiza en el citocinas en Streptococcus pyogenes y S. aureus [100] . Pero
momento del ingreso sólo en un 50% de los casos. Los una antibioticoterapia sola conduce a una mortalidad del
signos clínicos a menudo se retrasan unos días y comien- 100% porque la destrucción de la microcirculación local
zan con edema (49% de los casos) y eritema (55-100% de no permite que los antibióticos alcancen su objetivo. La
los casos, promedio 73%), particularmente doloroso (63% hemorragia postoperatoria a menudo es importante, a
de los casos) que se convierte con rapidez en áreas cutá- veces aumentada por la coagulación intravascular dise-
neas azuladas o negras, que se vuelven insensibles por la minada. La nutrición alta en proteínas debe comenzar tan
necrosis de los nervios subcutáneos y cuyos límites deben pronto como sea posible teniendo en cuenta la superficie
marcarse con rotulador cada 2-4 horas para controlar la del tejido extirpado (hasta 45% en un caso clínico).
evolución. Los signos cutáneos más específicos son más La intervención consiste en un desbridamiento amplio
tardíos: cianosis que precede a la necrosis (9-30% de los de las lesiones (piel, grasa, fascia o incluso músculos)
casos), flictenas hemorrágicas (8-44% de los casos), que se con largas incisiones longitudinales con aponeurectomía
diseminan a medida que la infección se extiende en pro- a demanda (las aponeurosis están edematizadas, a veces
fundidad a lo largo de las aponeurosis. La existencia de necrosadas) (Fig. 23). La facilidad de desprendimiento de

20 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

los tejidos alrededor de las fascias es un signo importante,


Agradecimientos: A los doctores Michel Ebelin y Eric Roulot que
así como la presencia de numerosos vasos trombosados.
escribieron la versión anterior y, de manera más general, a los médicos
En la intervención se encuentra un líquido sucio, bas- de SOS-Mains del Hospital Boucicaut (doctor Vilain, profesor Lemerle)
tante fluido y maloliente. Es esencial pecar más bien por que han participado en un mejor conocimiento y un mejor tratamiento
exceso que por defecto; la rapidez evolutiva y la grave- de estas lesiones potencialmente graves.
dad del pronóstico hacen que cualquier insuficiencia de
desbridamiento sea peligrosa. Desbridamientos iterativos,
incluso diarios, pueden ser válidos para no ser superados
por la infección y dar paso a la amputación de rescate, una  Bibliografía
alternativa para considerar rápidamente en caso de «no
control» infeccioso, si el pronóstico vital está comprome- [1] Linscheid RL, Dobyns JH. Common and uncommon infec-
tido. Es necesario extirpar hasta el nivel donde los tejidos tions of the hand. Orthop Clin North Am 1975;6:1063–104.
se adhieren a la fascia y sangran de forma adecuada. [2] Calkins ER. Nosocomial infections in hand surgery. Hand
En un metaanálisis, los pacientes fueron operados tres Clin 1998;14, 531-545, vii.
veces, con una tasa de amputación promedio del 22% [96] . [3] Houshian S, Seyedipour S, Wedderkopp N. Epidemiology of
Las muestras bacteriológicas deben tomarse durante este bacterial hand infections. Int J Infect Dis 2006;10:315–9.
procedimiento y son positivas en el 80% de los casos, [4] Bolton H, Fowler PJ, Jepson RP. Natural history and treat-
mientras que los hemocultivos sólo lo son en menos del ment of pulp space infection and osteomyelitis of the terminal
25% [95] . También se deben tomar muestras para estudio phalanx. J Bone Joint Surg Br 1949;31:499–504.
[5] Canales FL, Newmeyer 3rd WL, Kilgore Jr ES. The treatment
patológico, ya que éste es el examen diagnóstico de refe-
of felons and paronychias. Hand Clin 1989;5:515–23.
rencia. En estos pacientes, algunos sugieren doble par de
[6] Jebson PJ. Infections of the fingertip. Paronychias and felons.
guantes para los cirujanos, sin polvo y sin látex. Hand Clin 1998;14:547–55.
Los resultados dependen de la velocidad de la escisión [7] Ouellette EA. Infections. En: Light TR, Scholl WM, edito-
quirúrgica. La tasa de supervivencia disminuye drás- res. ASSH: Hand Surgery update 2. Rosemont, IL: American
ticamente si el tratamiento se inicia más allá de las Academy of Orthopaedic Surgeons; 1999. p. 411–21.
24 horas [97, 99] . Los pacientes mayores de 50 años, los que [8] Evgeniou E, Iyer S. Pyogenic flexor tenosynovitis leading to
tienen diabetes o una enfermedad crónica y la fascitis del an amputation. BMJ Case Rep 2012;2012, bcr2012006778.
tronco tienen un pronóstico más precario, así como los [9] Patel DB, Emmanuel NB, Stevanovic MV, Matcuk Jr GR,
pacientes cuya extensión infecciosa se eleva por encima Gottsegen CJ, Forrester DM, et al. Hand infections: anatomy,
del codo o se extiende rápidamente. La tasa de super- types and spread of infection, imaging findings, and treatment
vivencia para la fascitis del miembro superior ronda el options. Radiographics 2014;34:1968–86.
90% [95] . La reconstrucción tisular utiliza terapia de pre- [10] Flynn JE. Clinical and anatomical investigations of deep fas-
sión negativa, injerto y colgajo cuando el paciente está cial space infections of the hand. Am J Surg 1942;55:467–75.
estabilizado. La morbilidad es alta, con hasta el 50% de [11] Lemerle J-P. Panaris et phlegmons de la main. En: Duparc J,
amputaciones y una estancia hospitalaria promedio de editor. Cahiers d’enseignement de la SOFCOT. Paris: Mas-
3 semanas [96] . son; 1986. p. 37–46.
La gangrena gaseosa está relacionada con una infección [12] Bishop GB, Born T, Kakar S, Jawa A. The diagnostic accuracy
en tejidos anóxicos (aplastamiento) por un bacilo anaero- of inflammatory blood markers for purulent flexor tenosyno-
bio formador de esporas, Clostridium, que se encuentra en vitis. J Hand Surg [Am] 2013;38:2201–11.
el tracto intestinal y el suelo. Más raramente se trata de [13] Nisbet M, Ansell G, Lang S, Taylor S, Dzendrowskyj P,
Holland D. Necrotizing fasciitis: review of 82 cases in South
bacteroides, estreptococos y coliformes. Los tejidos infec-
Auckland. Intern Med J 2011;41:543–8.
tados están muy edematizados, con equimosis y flictenas,
[14] Pilcher RS, Dawson RL. Infections of the fingers and hand.
su palpación es muy dolorosa y produce una crepitación
Lancet 1948;1:777–83.
relacionada con la producción de hidrógeno por parte de [15] Lowden TG. Infection of the digital pulp space. Lancet
las bacterias. El gas puede ser visible en las radiografías. 1951;2:196–9.
El estado de shock es grave y precoz, y el tratamiento [16] Owens BD, Wenke JC. Early wound irrigation improves
quirúrgico debe ser radical. La oxigenoterapia hiperbárica the ability to remove bacteria. J Bone Joint Surg Am
parece haber demostrado cierta eficacia como tratamiento 2007;89:1723–6.
complementario en esta indicación. [17] Tosti R, Iorio J, Fowler JR, Gaughan J, Thoder JJ, Schaffer
AA. Povidone-iodine soaks for hand abscesses: a prospective
randomized trial. J Hand Surg [Am] 2014;39:962–5.
Inyecciones bajo presión [18] Fernandez R, Griffiths R. Water for wound cleansing. Coch-
rane Database Syst Rev 2012;(2). CD003861.
La inyección a alta presión en la mano es «la más [19] Bhandari M, Jeray KJ, Petrisor BA, Devereaux PJ, Heels-
urgente de las urgencias de la mano», cuyas complicacio- Ansdell D, Schemitsch EH, et al. A trial of wound irrigation
nes están dominadas por la infección (50% de los casos) in the initial management of open fracture wounds. N Engl J
y la necrosis, llevando a un índice muy alto de amputa- Med 2015;373:2629–41.
ción digital, casi el 50% en algunas series. Sin embargo, [20] Pierrart J, Delgrande D, Mamane W, Tordjman D, Masmejean
su tratamiento está fuera del alcance de este artículo. EH. Acute felon and paronychia: antibiotics not necessary
after surgical treatment. Prospective study of 46 patients.
Hand Surg Rehabil 2016;35:40–3.
 Conclusión [21] Wynn SW, Elhassan BT, Gonzalez MH. Infections of the
hand in the immunocompromised host. J Hand Surg [Am]
2004;4:121–7.
Las infecciones de la mano son frecuentes. El diagnós-
[22] Gonzalez MH, Bochar S, Novotny J, Brown A, Weinzweig N,
tico precoz permite adaptar un tratamiento que siempre Prieto J. Upper extremity infections in patients with diabetes
es quirúrgico en la etapa de absceso. La escisión quirúr- mellitus. J Hand Surg [Am] 1999;24:682–6.
gica debe ser amplia, «agresiva», y basarse en un buen [23] Ong YS, Levin LS. Hand infections. Plast Reconstr Surg
conocimiento de la anatomía y en las posibles vías de 2009;124:225e–33e.
difusión de la infección. Se deben tomar una o más mues- [24] Fowler JR, Ilyas AM. Epidemiology of adult acute hand
tras bacteriológicas durante el procedimiento quirúrgico. infections at an urban medical center. J Hand Surg [Am]
El tratamiento antibiótico postoperatorio se prescribe a 2013;38:1189–93.
menudo, aunque en la mayoría de los casos los autores de [25] Gaillot O, Maruéjouls C. Bactériologie des infections de la
este artículo la consideran innecesaria. Una movilización main. En: Ebelin M, editor. Infections de la main. Paris: Else-
temprana permitiría limitar las secuelas funcionales. vier; 1998. p. 3–8.

EMC - Aparato locomotor 21


E – 14-375  Infecciones de la mano y de los dedos

[26] Eberlin KR, Ring D. Infection after hand surgery. Hand Clin [54] Dailiana ZH, Rigopoulos N, Varitimidis S, Hantes M, Bar-
2015;31:355–60. giotas K, Malizos KN. Purulent flexor tenosynovitis: factors
[27] Stern PJ, Staneck JL, Mcdonough JJ, Neale HW, Tyler G. influencing the functional outcome. J Hand Surg [Eur]
Established hand infections: a controlled, prospective study. 2008;33:280–5.
J Hand Surg [Am] 1983;8(5Pt1):553–9. [55] Michon J. Phlegmon of the tendon sheaths. Ann Chir
[28] Dellinger EP, Wertz MJ, Miller SD, Coyle MB. Hand infec- 1974;28:277–80.
tions. Bacteriology and treatment: a prospective study. Arch [56] Sokolow C, Dabos N, Lemerle JP, Vilain R. Bacterial flexor
Surg 1988;123:745–50. tenosynovitis in the hand. A series of 68 cases. Ann Chir Main
[29] Mcdonald LS, Bavaro MF, Hofmeister EP, Kroonen LT. Hand 1987;6:181–8.
infections. J Hand Surg [Am] 2011;36:1403–12. [57] Lille S, Hayakawa T, Neumeister MW, Brown RE, Zook EG,
[30] Zubowicz VN, Gravier M. Management of early human bites Murray K. Continuous postoperative catheter irrigation is not
of the hand: a prospective randomized study. Plast Reconstr necessary for the treatment of suppurative flexor tenosynovi-
Surg 1991;88:111–4. tis. J Hand Surg [Br] 2000;25:304–7.
[31] Medeiros I, Saconato H. Antibiotic prophylaxis for mamma- [58] Pang HN, Teoh LC, Yam AK, Lee JY, Puhaindran ME, Tan
lian bites. Cochrane Database Syst Rev 2001;(2). CD001738. AB. Factors affecting the prognosis of pyogenic flexor tenosy-
[32] Osterman M, Draeger R, Stern P. Acute hand infections. J novitis. J Bone Joint Surg Am 2007;89:1742–8.
Hand Surg [Am] 2014;39:1628–35, quiz 1635. [59] Maloon S, De Beer JD, Opitz M, Singer M. Acute flexor
[33] Thornton DJ, Lindau T. Hand infections. Orthop Trauma tendon sheath infections. J Hand Surg [Am] 1990;15:474–7.
2010;24:186–96. [60] Rocha G, Fraga S. Sea urchin granuloma of the skin. Arch
[34] Barkin JA, Miki RA, Mahmood Z, Landy DC, Owens P. Dermatol 1962;85:406–8.
Prevalence of methicillin resistant Staphylococcus aureus [61] Dahl WJ, Jebson P, Louis DS. Sea urchin injuries to the hand:
in upper extremity soft tissue infections at Jackson Memo- a case report and review of the literature. Iowa Orthop J
rial Hospital, Miami-Dade County, Florida. Iowa Orthop J 2010;30:153–6.
2009;29:67–73. [62] Wada T, Soma T, Gaman K, Usui M, Yamashita T. Sea
[35] Carmès S, Dumontier C. Epidemiology of felon (fingerpulp urchin spine arthritis of the hand. J Hand Surg [Am]
infection) with unfavorable outcomes. Hand Surg Rehabil 2008;33:398–401.
2017, 36 (in press). [63] Li SF, Cassidy C, Chang C, Gharib S, Torres J. Diagnostic
[36] Guinto-Ocampo H. Incision and drainage of a felon. En: King utility of laboratory tests in septic arthritis. Emerg Med J
C, Henretig FM, editores. Pediatric emergency procedures. 2007;24:75–7.
Philadelphia: JB Lippincott; 2008. p. 1090–5. [64] Kowalski TJ, Thompson LA, Gundrum JD. Antimicrobial
[37] Kilgore Jr ES, Brown LG, Newmeyer WL, Graham 3rd management of septic arthritis of the hand and wrist. Infection
WP, Davis TS. Treatment of felons. Am J Surg 1975;130: 2014;42:379–84.
194–8. [65] Shoji K, Cavanaugh Z, Rodner CM. Acute fight bite. J Hand
[38] Hauck RM, Camp L, Ehrlich HP, Saggers GC, Banducci DR, Surg [Am] 2013;38:1612–4.
Graham WP. Pulp nonfiction: microscopic anatomy of the [66] Skeete K, Hess EP, Clark T, Moran S, Kakar S, Rizzo
digital pulp space. Plast Reconstr Surg 2004;113:536–9. M. Epidemiology of suspected wrist joint infection versus
inflammation. J Hand Surg [Am] 2011;36:469–74.
[39] Turker T, Capdarest-Arest N, Bertoch ST, Bakken EC, Hoover
[67] Pinder R, Barlow G. Osteomyelitis of the hand. J Hand Surg
SE, Zou J. Hand infections: a retrospective analysis. PeerJ
[Eur] 2016;41:431–40.
2014;2:e513.
[68] Reilly KE, Linz JC, Stern PJ, Giza E, Wyrick JD. Osteom-
[40] Abrams RA, Botte MJ. Hand infections: treatment recom-
yelitis of the tubular bones of the hand. J Hand Surg [Am]
mendations for specific types. J Am Acad Orthop Surg
1997;22:644–9.
1996;4:219–30.
[69] Boutin RD, Brossmann J, Sartoris DJ, Reilly D, Resnick D.
[41] Burkhalter WE. Deep space infections. Hand Clin Update on imaging of orthopedic infections. Orthop Clin
1989;5:553–9. North Am 1998;29:41–66.
[42] Bojsen-Moller F, Schmidt L. The palmar aponeurosis and [70] Honda H, Mcdonald JR. Current recommendations in the
the central spaces of the hand. J Anat 1974;117(Pt1): management of osteomyelitis of the hand and wrist. J Hand
55–68. Surg [Am] 2009;34:1135–6.
[43] Beye HL. Deep palmar hand infections: an experimental and [71] Conterno LO, Da Silva Filho CR. Antibiotics for treating
clinical study of the surgical anatomy of these conditions. chronic osteomyelitis in adults. Cochrane Database Syst Rev
Ann Surg 1917;66:24–42. 2009;(3). CD004439.
[44] Kanavel AB. An anatomical, experimental, and clinical study [72] Francel TJ, Marshall KA, Savage RC. Hand infections in the
of acute phlegmons of the hand. Q Bull Northwest Univ Med diabetic and the diabetic renal transplant recipient. Ann Plast
Sch 1906;7:384–446. Surg 1990;24:304–9.
[45] Bilderback KK, Rayan GM. The septa of Legueu and Juvara: [73] Metcalfe D, Aquilina AL, Hedley HM. Prophylactic antibio-
an anatomic study. J Hand Surg [Am] 2004;29:494–9. tics in open distal phalanx fractures: systematic review and
[46] Franko OI, Abrams RA. Hand infections. Orthop Clin North meta-analysis. J Hand Surg [Eur] 2016;41:423–30.
Am 2013;44:625–34. [74] Rubright JH, Shafritz AB. The herpetic whitlow. J Hand Surg
[47] Rigopoulos N, Dailiana ZH, Varitimidis S, Malizos KN. [Am] 2011;36:340–2.
Closed-space hand infections: diagnostic and treatment con- [75] Elhassan BT, Wynn SW, Gonzalez MH. Atypical infections
siderations. Orthop Rev 2012;4:e19. of the hand. J Am Soc Surg Hand 2004;4:42–9.
[48] Sharma KS, Rao K, Hobson MI. Space of Parona infections: [76] Arnaud JP, Bernard P, Souyri N, Pecout C, Dunoyer J. Human
experience in management and outcomes in a regional hand ORF disease localized in the hand: a “false felon”. A study
centre. J Plast Reconstr Aesthet Surg 2013;66:968–72. of eight cases. Ann Chir Main 1986;5:129–32.
[49] Nourissat G, Fournier E, Werther JR, Dumontier C, Doursou- [77] Georgiades G, Katsarou A, Dimitroglou K. Human ORF
nian L. Acute carpal tunnel syndrome secondary to pyogenic (ecthyma contagiosum). J Hand Surg [Br] 2005;30:409–11.
tenosynovitis. J Hand Surg [Br] 2006;31:687–8. [78] Afshar A, Farhadnia P, Khalkhali H. Metastases to the hand
[50] Jamil W, Khan I, Robinson P, Thalava R. Acute compartment and wrist: an analysis of 221 cases. J Hand Surg [Am]
syndrome of the forearm secondary to infection within the 2014;39, 923-932 e917.
space of Parona. Orthopedics 2011;34:e584–7. [79] Perez-Ruiz F, Castillo E, Chinchilla SP, Herrero-Beites AM.
[51] Kanavel AB. An anatomical and clinical study of acute phleg- Clinical manifestations and diagnosis of gout. Rheum Dis
mons of the hand. Surg Gynecol Obstet 1905:221–59. Clin North Am 2014;40:193–206.
[52] Phillips CS, Falender R, Mass DP. The flexor synovial sheath [80] Dalbeth N, Merriman TR, Stamp LK. Gout. Lancet
anatomy of the little finger: a macroscopic study. J Hand Surg 2016;388:2039–52.
[Am] 1995;20:636–41. [81] Ron-Guerrero CS, Ron-Magana AL, Barrera-Chairez E.
[53] Mamane W, Falcone MO, Doursounian L, Nourissat G. Iso- Pyoderma gangrenosum in a finger of a young woman
lated gonococcal tenosynovitis. Case report and review of with unspecific chronic ulcerative colitis. Med Int Mex
literature. Chir Main 2010;29:335–7. 2013;29:431–5.

22 EMC - Aparato locomotor


Infecciones de la mano y de los dedos  E – 14-375

[82] Volz KA, Canham L, Kaplan E, Sanchez LD, Shapiro NI, [92] Jaindl M, Oberleitner G, Endler G, Thallinger C, Kovar FM.
Grossman SA. Identifying patients with cellulitis who are Management of bite wounds in children and adults-an analy-
likely to require inpatient admission after a stay in an ED sis of over 5000 cases at a level I trauma centre. Wien Klin
observation unit. Am J Emerg Med 2013;31:360–4. Wochenschr 2016;128:367–75.
[83] Feuilhade De Chauvin M. Traitement des onychomycoses. J [93] Arons MS, Fernando L, Polayes IM. Pasteurella multocida–
Mycol Med 2014;24:296–302. the major cause of hand infections following domestic animal
[84] Eo S, Jones NF. Fungal infections of the hand and upper bites. J Hand Surg [Am] 1982;7:47–52.
extremity. J Am Soc Surg Hand 2004;4:250–5. [94] Babovic N, Cayci C, Carlsen BT. Cat bite infections of the
[85] Baran R, Hay RJ. New clinical classification for onychomy- hand: assessment of morbidity and predictors of severe infec-
coses. J Mycol Med 2014;24:247–60. tion. J Hand Surg [Am] 2014;39:286–90.
[86] Keyser JJ, Eaton RG. Surgical cure of chronic parony- [95] Forli A. Necrotizing soft tissue infection of the upper limb.
chia by eponychial marsupialization. Plast Reconstr Surg Chir Main 2012;31:271–86.
1976;58:66–70. [96] Angoules AG, Kontakis G, Drakoulakis E, Vrentzos
[87] Bednar MS, Lane LB. Eponychial marsupialization and nail G, Granick MS, Giannoudis PV. Necrotising fasciitis
removal for surgical treatment of chronic paronychia. J Hand of upper and lower limb: a systematic review. Injury
Surg [Am] 1991;16:314–7. 2007;38(Suppl. 5):S19–26.
[88] Balague N, Uckay I, Vostrel P, Hinrikson H, Van Aaken I, [97] Wong CH, Chang HC, Pasupathy S, Khin LW, Tan JL, Low
Beaulieu JY. Non-tuberculous mycobacterial infections of the CO. Necrotizing fasciitis: clinical presentation, microbio-
hand. Chir Main 2015;34:18–23. logy, and determinants of mortality. J Bone Joint Surg Am
[89] Aubry A, Chosidow O, Caumes E, Robert J, Cambau E. Sixty- 2003;85:1454–60.
three cases of Mycobacterium marinum infection: clinical [98] Taviloglu K, Cabioglu N, Cagatay A, Yanar H, Ertekin C,
features, treatment, and antibiotic susceptibility of causative Baspinar I, et al. Idiopathic necrotizing fasciitis: risk factors
isolates. Arch Intern Med 2002;162:1746–52. and strategies for management. Am Surg 2005;71:315–20.
[90] Cheung JP, Fung B, Wong SS, Ip WY. Review article: Myco- [99] Hutchinson R, Bharania P, Lam F. Necrotizing soft tis-
bacterium marinum infection of the hand and wrist. J Orthop sue infections for the orthopaedic surgeon. Orthop Trauma
Surg 2010;18:98–103. 2010;24:355–62.
[91] Chow SP, Ip FK, Lau JH, Collins RJ, Luk KD, So YC, et al. [100] Ryssel H, Germann G, Kloeters O, Radu CA, Reichenberger
Mycobacterium marinum infection of the hand and wrist. M, Gazyakan E. Necrotizing fasciitis of the extremities: 34
Results of conservative treatment in twenty-four cases. J Bone cases at a single centre over the past 5 years. Arch Orthop
Joint Surg Am 1987;69:1161–8. Trauma Surg 2010;130:1515–22.

S. Carmès, Médecin urgentiste.


SOS Mains, Centre de la main, Clinique les Eaux Claires, ZAC Moudong Sud, 97122 Baie-Mahault, Guadeloupe.
J.-R. Werther, Chirurgien orthopédiste, praticien hospitalier.
SOS-Mains Saint-Antoine, Hôpital Saint-Antoine, 184, rue du Faubourg-Saint-Antoine, 75012 Paris, France.
C. Dumontier, Chirurgien plasticien, professeur (centredelamain971@gmail.com).
SOS Mains, Centre de la main, Clinique les Eaux Claires, ZAC Moudong Sud, 97122 Baie-Mahault, Guadeloupe.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Carmès S, Werther JR, Dumontier C. Infecciones de la mano y de
los dedos. EMC - Aparato locomotor 2018;51(3):1-23 [Artículo E – 14-375].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

EMC - Aparato locomotor 23

Potrebbero piacerti anche