Sei sulla pagina 1di 10

EL PODER DE LA ORACIÓN

El término “El poder de la oración”, no debe, de ninguna manera, confundirnos, en llevar a


hacernos pensar, que el poder de la oración fluya de nosotros. No se trata de utilizar
palabras especiales o una forma especial de decirlas. Tampoco se basa en posiciones
corporales que tomemos para decirlas o un sitio especial en donde nos pongamos para
decirlas. Ni el uso de artefactos, iconos o prendas especiales de vestir Como si se tratara
de fórmulas mágicas que nos da un poder especial. No, no se trata de eso.

El poder de la oración se base en “Quien escucha y responde a nuestras oraciones”

La oración nos pone en contacto con el Dios Todopoderoso, y debemos esperar


poderosos resultados, si Él escoge conceder nuestras peticiones o no, si deniega nuestra
solicitud, o nos pide que esperemos en Él. Cualquiera que sea la respuesta a nuestras
oraciones, el Dios a quien oramos es la fuente de todo poder, y Él puede respondernos y
lo hará, de acuerdo a su voluntad y horario perfecto.

De tal manera que sería correcto, mejor decir, la eficacia de la oración, el uso eficaz de la
oración para obtener lo que necesitamos.

A) ¿QUÉ ES LA ORACIÓN? SU IMPORTANCIA


B) LA NECESIDAD DE LA ORACIÓN, ¿Por qué Dios espera que oremos?
C) LA EFICACIA DE LA ORACIÓN.

A. ¿QUÉ ES LA ORACIÓN?

Una definición muy corta de la oración la expresamos de la siguiente manera:


“Comunicación personal con Dios”.
Corta definición, pero amplia en su conceptualización. Amplia porque si la
analizamos desde la perspectiva de su necesidad, tenemos que existen:
 Oración de petición por nosotros mismos (sabiduría, discernimiento)
(acrecienta nuestra fe, paciencia, dominio propio)
 Oraciones de petición por otros (petición o intercepción)
 Confesión de pecado
 Adoración
 Alabanza y acción de gracias
 Comunicaciones de Dios para indicarnos su respuesta

Ahora bien, la oración ala que hemos definido brevemente, como la


“Comunicación personal con Dios”, se expresa, se comprende, se manifiesta,
en un diálogo, una conversación, entre Dios y los hombres.

Dios es Espíritu, y cuando lo decimos, estamos aceptando que Dios es


incorpóreo, porque todo espíritu es incorpóreo, una realidad invisible. A Dios
nadie le vio jamás, dice Juan 3:18:
Juan 3:18: A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer.
Pero a Dios lo hemos sentido, y la necesidad de conocerle, de hablar con Él,
de pedirle como nuestro Padre Celestial que nos ayude o nos provea algo, crea
la necesidad de la oración, de tener esa comunicación, ese diálogo con Dios.

No olvidemos que el hombre ha sido creado para glorificar a Dios, y a través de


la oración podemos darle esa gloria, de lo cual, nosotros, seres humanos, nos
beneficiamos espiritualmente, ¿Cómo? Recibiendo el Amor del Padre por la
comunión con Jesucristo a través del Espíritu Santo.

Mediante la oración: a) se contempla a Dios, b) se le agradece, c) se le pide


perdón y d) se le solicita su bendición y ayuda.

Normalmente para orar se necesita un clima de recogimiento, silencio y


soledad interior para facilitar la unión con Dios; aunque hay momentos de
oración comunitaria que lo dificultan, sin ser por ello menos efectiva

B. LA NECESIDAD DE LA ORACIÓN. POR QUÉ DIOS QUIERE QUE


OREMOS.

La oración no está hecha para que Dios se entere de lo que necesitamos.


Porque Dios sabe lo que necesitamos. Él es nuestro Padre Celestial, y todo
padre sabe lo que necesita su hijo. Jesús DICE, en Mateo 6:8:
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas
tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

De tal manera que la necesidad de orar y por qué Dios quiere que oremos, es
para:
a) Que tengamos Confianza en Él: Dios quiere que oremos porque quiere
que confiemos en Él y es un medio mediante el cual nuestra confianza
en Él puede aumentar.
De hecho, el énfasis primordial de la enseñanza de la Biblia sobre la
oración es que debemos orar con fe. ¿Qué es la fe? Lo que quiere decir,
que DIOS quiere que tengamos plena confianza o una dependencia total
en Él. ¿Por qué? Porque Él es el Todopoderoso, el que todo lo puede, el
Omnipotente. Él es el Dios Creador. El Omnisciente. Su misericordia no
tiene límite, así como su amor y su sabiduría.
El cómo nuestro creador, se deleita en que confiemos en Él, ¿Por qué?
porque una actitud de dependencia, es la más apropiada para las
relaciones entre el Creador y su criatura.
Por eso debemos tener plena confianza y dependencia de Él. Eso es lo
que quiere nuestro Padre Celestial y por eso quiere que le oremos.
Recordemos que las primeras palabras del Padre Nuestro: “Padre
nuestro que estás en el cielo” Mateo 6:9, reconocen nuestra
dependencia en Dios como Padre amoroso y sabio, y también reconoce
que Él lo gobierna todo desde su trono celestial.
b) Que lo amemos y tengamos comunión con Él: La oración nos lleva a
tener una comunión más honda, más profunda con ÉL
c) Que seamos partícipes de la obra del reino: Dios quiere que oremos,
porque en la oración Dios nos permite, como criaturas, participar en
actividades que son de importancia eterna. Cuando oramos la obra del
reino avanza. De esta manera, la oración nos da la magnífica
oportunidad de participar, de intervenir, de una manera significativa en la
obra del reino, y así dar expresión a nuestra grandeza como criaturas
hechas a semejanza de Dios.

C. LA EFICACIA DE LA ORACIÓN.

1. La oración cambia la manera en que Dios actúa. (Lo creen)


Vamos a ver algunos ejemplos en las sagradas escrituras:
Santiago 4:2
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y
lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.

Este versículo nos está diciendo que el no pedir nos priva de lo que Dios
nos daría si lo hiciéramos.

Jesús también lo dice, en Lucas 11:9-10:


9Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.11¿Qué
padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de
pescado, le dará una serpiente? 12¿O si le pide un huevo, le dará un
escorpión? 13Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros
hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

En estos versículos vemos que Jesús hace una conexión: entre buscar
cosas de Dios y recibirlas. Cuando pedimos Dios nos responde.
Pero esta condición de pedir no solo es pedir, sino saber pedir. Si nosotros
oramos a Dios con humildad y arrepentimiento, es seguro que vamos a
recibir lo que pidamos.
En al Antiguo Testamento encontramos muchos ejemplos de esto:
Éxodo 32: 9-10:
7Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste
de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8Pronto se han apartado del camino que yo
les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido
sacrificios, y han dicho: Israel, éstos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de
Egipto.
9Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura
cerviz. 10Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti
yo haré una nación grande.

Moisés entonces, intentó aplacar la ira del Señor y oró en presencia de


Jehová su Dios, y dijo:
11Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la
tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? 12¿Por qué han de hablar los
egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos
de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal
contra tu pueblo. 13Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los
cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia
como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he
hablado, y la tomarán por heredad para siempre.
14Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.

Pero, porque surtieron efecto las palabras de Moisés sobre Jehová.


 Porque le recordó a Jehová, que era su pueblo, el de Dios mismo, a
quien iba a consumir con tu ira. Son tus hijos a quienes había sacado
de Egipto con gran poder y mano fuerte de sus enemigos.
 Que van a decir los egipcios. Los saca de la esclavitud de sus
opresores, para desaparecerlos, para exterminarlos en los montes.
 Luego, Moisés le recordó una promesa hecha por Jehová, a
Abraham, Isaac y Jacob. Una promesa que nadie le exigió. Una
promesa que fue dada por Él mismo Dios, diciéndoles que les
multiplicaría la descendencia como las estrellas del cielo, y como es
que ahora, lo iba a consumir con su ira.
 Pero a Dios poco le hubiese interesado lo que dijo Moisés, digo yo, si
Él es Dios, Ser Supremo, Omnipotente. Pero Dios es amor, también.
Muchas veces nos ha demostrado lo mucho que nos ama, tanto que
ha dado a su hijo unigénito. (Juan 3:16). Pero Dios no solo es amor,
también es sabiduría y misericordia.
 Entonces, se comprende ahora porque surtió efecto positivo en
Jehová, el pedido de oración de Moisés fue eficaz, tan eficaz que
hizo conmover a Jehová, he hizo cambiar la manera como Dios
quería actuar con su pueblo.
Y en 2 Crónicas 7:14, encontramos una promesa que Jehová le hace a
Salomón, luego de que éste construyera el templo, en caso de que Jehová
enviare plagas o castigase a su pueblo (lluvia, langosta, peste):
14si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

Esto es lo que quiere Dios, que le pidamos con humildad, que oremos, y
nos arrepintiéramos, entonces Él nos oye y nos perdona.
CONCLUSIÓN: las oraciones de su pueblo claramente afectan cómo actúa
Dios. Si estuviéramos convencidos (si tuviéramos FE) de que la oración cambia
la manera en que Dios actúa, y que Dios en efecto produce cambios
asombrosos en el mundo en respuesta a la oración, como la biblia
repetidamente enseña que lo hace, oraríamos mucho más de lo que oramos.
Si oramos poco es porque probablemente no creemos que la oración logre
gran cosa. Y nos vamos a perder, o no vamos a lograr jamás tener es
comunicación con DIOS.
2. La oración es eficaz gracias a nuestro mediador, Jesucristo.
Debido a que Dios es santo y nosotros pecadores, no tenemos derecho a
entrar en su presencia. Por esta razón es que necesitamos un mediador
entre nosotros y Dios, para que nos lleve a la presencia de Dios. Y la biblia
nos enseña claramente, en 1 Timoteo 2:5:
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre,

Pero nos salta una inquietud, ¿Dios oye las oraciones de los que no creen
en Jesús?
Dios es omnisciente (Dios sabe y conoce todo). Dios las escucha y puede
ser que las conteste, ¿por qué? porque es DIOS, y debido a su misericordia
y un deseo de llevarlos a la salvación en Cristo. Sin embargo, en ninguna
parte de las escrituras Dios ha prometido responder a las oraciones de los
que no creen.
En el AT, la obra de Jesús como nuestro mediador, estaba prefigurada en el
sistema de sacrificios y ofrendas que los sacerdotes hacían en el templo.
(Hebreos 7:23-28; 8:1-6; 9:1-14)

3. ¿Por qué pedir en el nombre de Jesús?


Que nos dice Jesús, en Juan 14:13-14:
13Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Jesús también dice que Él escogió a sus discípulos y que todo lo que ellos
pidan al Padre en su nombre, Él os lo dé, Juan 15:16:
16No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para
que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al
Padre en mi nombre, él os lo dé

Y en Juan 16:23-24, encontramos:


23En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto
pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. 24Hasta ahora nada habéis pedido en mi
nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

Pero que significa todo esto que hemos leído. Acaso una suerte de fórmula
mágica, que añadimos al final de cada oración, “en el nombre de Jesús”, y
que solo por decirlo se va a cumplir. No. Si vemos las oraciones en la Biblia,
ninguna tiene añadida al final “en el nombre de Jesús”.
Mateo 6:9-13;
9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre.10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la
tierra. 11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por
todos los siglos. Amén.
Hechos 1:24-25; Hechos 4:24-30; 7:59; 9:13-14:
24Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de
estos dos has escogido, 25para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de
que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.

24Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor,
tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; 25que
por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos
piensan cosas vanas? 26Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron
en uno Contra el Señor, y contra su Cristo. 27Porque verdaderamente se unieron en
esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con
los gentiles y el pueblo de Israel,28para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían
antes determinado que sucediera. 29Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a
tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30mientras extiendes tu mano
para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo
Hijo Jesús.
59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi
espíritu. 60Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este
pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
13Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre,
cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; 14y aun aquí tiene autoridad de los
principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.

Apocalipsis 6:10:
10Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no
juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?

Acercarse en el nombre de alguien, quiere decir que otra persona nos ha


autorizado para acercarnos en base de su autoridad, y no de la nuestra.

Cuando Pedro le ordena al cojo, en Hechos 3:6:


6Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.

Pedro está hablando en la autoridad de Jesús, no en la de él mismo, en la


de Pedro.

Cuando el Sanedrín le pregunto a Pedro y Juan, en Hechos 4:7:


¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?

Lo que les están preguntando es: ¿Por autoridad de quien hicieron esto?

Cuando Pedro reprendió a un espíritu inmundo, en Hechos 16:18:


18Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al
espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella
misma hora.

Deja bien en claro, que lo hizo en nombre de la autoridad de Jesús, y no en


la suya propia.
Finalmente, cuando Pablo pronuncia juicio, en Corintios 5:4:
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder
de nuestro Señor Jesucristo

Sobre el miembro de la Iglesia que es culpable de inmoralidad, está


actuando con autoridad del Señor Jesús.

CONCLUSIÓN: Orar en el nombre de Jesús, por consiguiente, es la oración


que se hace por autorización de Jesús.

Podemos empezar la oración diciendo:


 Padre venimos ante Ti en nombre de la autoridad de nuestro señor
Jesús.
 Padre te agradecemos por perdonarnos nuestros pecados y darnos
acceso a tu trono por la obra de Jesucristo tu Hijo.

En otros casos no debemos pensar que estos reconocimientos formales


sean necesarios, en tanto y en cuanto, nuestros corazones continuamente
se den cuentan que es nuestro Salvador el que nos permite orar al Padre.

La oración genuina es una conversación con una persona que conocemos


bien y que nos conoce. Tal conversación genuina entre personas que se
conocen nunca depende del uso de ciertas fórmulas o palabras, sino que es
una cuestión de sinceridad en nuestra habla y en nuestro corazón.

4. ¿A quién debemos dirigir nuestras oraciones?

Un estudio de las oraciones del Nuevo Testamento, indican que por lo


general se dirigen a Dios Padre. Sin embargo un conteo simple de tales
oraciones pudiera ser desorientador, porque la mayoría de las oraciones
que se anotan en el Nuevo Testamento son las de Jesús mismo, que
constantemente oraba a Dios Padre. Por supuesto que Jesús no se iba a
orar a sí mismo como Dios Hijo. Además en el Antiguo Testamento la
naturaleza trinitaria de Dios no estaba claramente revelada.

Sin embargo, debemos decir que hay un patrón claro de oración dirigidas
directamente a Dios Padre a través de Dios Hijo.

Mateo 6:9; Juan 16:23; Efesios 5:20


9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre.
3En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto
pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo.
Hay indicaciones que las oraciones dirigidas directamente a Jesús también
son apropiadas. Como el hecho de que Jesús mismo nombró a sus
Apóstoles, sugieren que la oración de Hechos 1:24 se dirige a Él:
Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de
estos dos has escogido,

Al morir Esteban, éste ora, Hechos 7:59:


Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi
espíritu.

La conversación de Ananías y el Señor, en Hechos 9:10-16, es con Jesús:


17Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:
Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me
ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Así como la oración de Apocalipsis 22:20:


El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven,
Señor Jesús.

Con estos hechos, hay evidencias más que claras y suficientes para
animarnos a orar no solamente a Dios Padre (que parecer ser el patrón
primordial, y que sigue el ejemplo que Jesús nos enseñó en el Padre
Nuestro), sino a orar directamente a Dios Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Ambas formas son correctas.
Pero, ¿debemos orar al Espíritu Santo? Aunque en el Nuevo Testamento
no se registra ninguna oración dirigida directamente al Espíritu Santo, no
hay nada que prohíba tal oración. Porque el Espíritu Santo, tanto como el
Padre y el Hijo, es plenamente Dios y digno de oración, y es poderoso para
responder nuestras oraciones. El Espíritu Santo se relaciona de una forma
muy personal con nosotros, puesto que es un Consolador, Juan 14:16, 26.
6Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre:
26Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Los creyentes le conoces, y Él nos enseña, nos da testimonio de que somos


hijo de Dios (Romanos 8:16) y nuestro pecado lo entristece (Efesios 4:30)
Pero también conocemos que el Espíritu Santo ejerce voluntad personal en
la distribución de los dones espirituales., porque el continuamente distribuya
individualmente a cada uno como Él quiere, 1 Corintios 12:11:
Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere.

Por todos estos antecedentes podemos concluir, que no es errado orar a


veces al Espíritu Santo directamente, sobre todo cuando estamos
pidiéndole que haga algo que se relaciona con sus esferas especiales de
ministerio o responsabilidad.
5. El papel del Espíritu Santo en nuestra oración.

Pablo dice en Efesios 6:18:


Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos

Judas, versículo 20, dice:


Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu
Santo,

A fin de entender esto, debemos decir que el Nuevo Testamento nos dice
que muchas de las actividades se pueden hacer en el Espíritu Santo.

 Es posible simplemente estar en el Espíritu, como Juan lo estuvo en


el día del Señor (Apocalipsis 1:10)
 Regocijarse en el Espíritu Santo, Lucas 10:21
 Resolver o decidir algo en el Espíritu Santo, Hechos 19:21
 Que la conciencia de uno dé testimonio en el Espíritu Santo, Romano
9:1
 Tener entrada a Dios en el Espíritu Santo, Efesios 2:18
 Amar en el Espíritu Santo, Colosenses 1:8

Estas expresiones parecen referirse a morar conscientemente en la


presencia del mismo Espíritu Santo, una presencia que se caracteriza por
cualidades semejantes a las de Dios: poder, amor, gozo, verdad, santidad,
justicia y paz.

Orar en el Espíritu Santo, entonces, es orar en plena conciencia de la


presencia de Dios a nuestro alrededor que nos santifica a nosotros y a
nuestras oraciones.

D. ALGUNAS CONSIDERACIONES IMPORTANTES EN LA ORACIÓN


EFICAZ
1. Hay que orar conforme a la voluntad de Dios. 1 Juan 5:14-15
14Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye.15Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos,
sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

2. Como orar con fe. Crean que ya han recibido todo lo que están pidiendo
en oración, y lo obtendrán, Marcos 11:24
3. Obediencia. Proverbios 15:8; 15:29
4. Confesión de pecados. La confesión de pecados es necesaria a fin de
que Dios nos perdone, en el sentido de restaurar su relación diaria con
nosotros. Mateo 6:12; 1 Juan 1:9
5. Perdonar a otros. Mateo 6:14-15 perdona nuestra ofensa como nosotros
perdonamos a los que nos ofenden.
6. Humildad. Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes.
Santiago 4:6
7. Perseverar en oración por un largo periodo de tiempo. No te soltaré
hasta que me bendigas, Génesis 32:26.
8. Orar fervientemente. Jesús mismo oraba fervientemente, Hechos 5:7.
Daniel 9:19, Señor Escúchanos, Señor perdónanos, Señor atiéndenos y
actúa. Dios mío haz honor a tu nombre y no tardes más.
9. Esperar en el Señor, Salmo 27:14. Después de clamar a Dios por ayuda
en su aflicción David dice: “Pon tu esperanza en el Señor; ten valor y
cobra ánimo, pon tu esperanza en el Señor.
10. Oración en privado. Daniel 6:10. Daniel subía a su dormitorio y se
arrodillaba y se ponía a orar, tres veces al día. Jesús se iba con
frecuencia a lugares solitarios, Lucas 5:16.
11. Oración con otros. Mateo 18:19-20: 19Otra vez os digo, que si dos de vosotros
se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será
hecho por mi Padre que está en los cielos. 20Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

12. El ayuno. Ester 4:3 Decreto de Asuero para exterminar el pueblo Judío.

LA ORACION ES EFICAZ PARA ACERCANOS A EL, PARA TENER UNA


RELACIÓN PERSONAL, INTIMA CON DIOS. PARA ELLO TENEMOS QUE
ORAR CON FE, HUMILDAD Y ARREPENTIMIENTO. ACEPTANDO ANTE
DIOS QUE LO NECESITAMOS, QUE DEPENDEMOS TOTALMENTE DE ÉL,
QUE SOMO SU CREACIÓN Y EL NUESTRO CREADOR. QUE SOMOS SUS
SIERVOS.

GRACIAS HERMANOS.

Potrebbero piacerti anche